Necesitamos hablar más del cielo
A continuación, recojo unas palabras del Predicador de la Casa Pontificia, el P. Raniero Cantalamessa, sobre el evangelio de hoy de la Samaritana, que he tomado de .
Como siempre, el P. Cantalamessa se centra en un punto concreto pero esencial de la lectura, sin intentar abarcar la inagotable riqueza del Evangelio. En este caso, habla de la sed de eternidad que tiene la Samaritana y que compartimos todos. Como ejemplo de esto cita a nuestro filósofo y escritor, Unamuno, que, en medio de la duda y la oscuridad, vivió en permanente anhelo de la eternidad.
Necesitamos mirar al cielo, ir gustando la vida eterna ya en esta tierra y saboreando lo que un día podremos disfrutar plenamente en la Jerusalén del Cielo. De otro modo, nos convertimos en verdaderos “animales de la vista baja”, los cerdos, que son los únicos que nunca miran al cielo, porque siempre están mirando hacia abajo, pendientes de encontrar una bellota o algo de comer.
Por muchas buenas intenciones que tengamos y por mucho que hablemos de compartir o de solidaridad, si no miramos al cielo, somos tan materialistas como Marx o como el rico más desalmado que jamás se atoró intentando entrar por el ojo de una aguja. Quien tiene la vida eterna, puede entregar con alegría y generosidad su vida terrena, porque ha experimentado que Cristo se la devuelve centuplicada.

Cuando empecé a escribir este blog, que no me considero conservador ni progresista, porque pienso que esas categorías de tipo político carecen de sentido cuando se aplican a la Iglesia.
Hasta hoy no había leído nada de Mons. Casaldáliga. Geográficamente, me cae bastante lejos y nunca había sentido la necesidad de buscar algo escrito por él para leerlo. Hoy, sin embargo, un lector ha llamado mi atención sobre un poema de este obispo catalán, que recoge un de Religión Digital.
Como intento escribir un artículo para este blog casi todos los días, a veces me cuesta encontrar rápidamente un tema apropiado. Sin embargo, he descubierto un método infalible para solucionar ese problema: cuando no se me ocurre de qué hablar, acudo a la página de Redes Cristianas, de Atrio o de algún otro sitio similar y lo primero que leo suele darme ya tema para dos o tres artículos. El problema que tienen estas páginas, a mi juicio, no es tanto que todo lo que publican sea crítico con la Iglesia, sino que son poco críticos con la crítica. Parece que cualquier cosa vale con tal de que sea contrario a la Iglesia, aunque no tenga ni la más mínima coherencia intelectual.
Quaestio Quodlibetalis 5. Hablando un día sobre los dogmas, afirmé que lo único que hacen es reflejar y manifestar el amor de Dios, tanto en lo que se refiere a su ser eterno, como a sus actuaciones en la historia humana. Por eso, aquellos que piensan que los dogmas no tienen importancia o son algo totalmente secundario, en realidad se están privando de conocer algunos aspectos esenciales del amor que Dios nos tiene.
    
            
            
            
            
            
            
            


