Sobre el adulterio
Cristhian me enviado estas reflexiones suyas sobre el adulterio y los cristianos y me ha parecido interesante reproducirlas.
Curiosamente, apenas se habla del adulterio, es un tema tabú. En las iglesias no se oye nunca esa palabra, excepto en boca de Cristo en el Evangelio. Yo creo que se debe a dos razones. En primer lugar, a un (equivocado) sentido de la buena educación. Resulta de mal gusto meterse en la vida de las parejas, parece una grosería y los sacerdotes lo evitan en sus homilías y catequesis. En segundo lugar, muchos católicos, incluyendo algunos sacerdotes, han perdido el sentido de la indisolubilidad del matrimonio cristiano y creen que es algo imposible en la práctica.
El cristiano tiene que tener claro, en mi opinión, que toda vocación cristiana, incluido el matrimonio, es un combate. Vivir como Dios quiere no es fácil. Estamos llamados a dar la vida, como Cristo, y a ser para el mundo un signo que les permita creer.
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He pensado escribir tres post acerca del adulterio. ¿Por qué el adulterio? Porque, en el matrimonio, el pecado del adulterio es la Bomba Atómica de los pecados, ése que no deja piedra sobre piedra. El primer post, el que estas leyendo, va dedicado a los esposos que están tentados a caer en ese pecado. El segundo será para los que están en el pecado y quieren salir de él. Y el tercero es uno muy personal, desde el punto de vista de un esposo, para las esposas de hermanos que han caído o están luchando por no caer en ese pecado.
¿Porque puedo escribir sobre esto? Como ya será obvio a estas alturas, porque yo mismo he sufrido el látigo de este pecado y puedo hacerlo en primera persona y no teóricamente. Si bien es cierto que hablo sobre los esposos, todo esto se aplica por igual para esposas, solteros, solteras, sacerdotes, etc. Recuerden que todos los cristianos estamos casados con el Señor por ser parte de su esposa mística. Ojalá el Señor me ayude a poder plasmar en palabras lo que quiero decir porque me ha puesto en el corazón que haga.
Para entender como pelear contra caer en el adulterio lo vamos a ver desde tres figuras bíblicas concretas.
1. José, hijo de Jacob (Génesis 39)
José es tentado por la esposa de Putifar para caer en adulterio, ante los avances de la mujer, al punto que lo lleva a su cuarto. José huye de ella y deja tirada hasta su ropa, saliendo semi-desnudo. Primera Regla: HUYE DEL PECADO.
Nosotros no estamos llamados a ir de frente al pecado, porque siempre terminamos vencidos. Estamos llamados a HUIR. Nota como José huye dejando sus mantos, signo de la total carencia de bienes, nada vale en comparación con tu fidelidad a Dios y tu esposa, nada.
Si la ocasión de pecado (silvestremente llamada “LA OTRA”) está en tu trabajo, pide cambio de sucursal, de horario o renuncia. Si está en la universidad, cambia de horario, de catedrático o retira la materia. Pero tú tienes que poner tierra de por medio entre ella y tú. Recuerda que José es apresado por no caer en el pecado pero después es nombrado el segundo al mando de todo Egipto (Dios nunca desampara al que lo deja todo por serle fiel). No te confíes de ti mismo: mucho ayuno, mucha limosna y mucha oración pero, si estás permanentemente tentado, tarde o temprano vas a caer. HUYE.
2. David, Rey de Israel (2 Samuel 11)
El hombre del que Dios dijo que estaba hecho a Su Medida comete un error garrafal: quedarse mirando a una mujer que no es la suya. Comete adulterio y ya sabemos el final de la historia. Segunda Regla: NO TE TIENTES A TI MISMO CON EL PECADO.
Hermano, los ojos son la principal fuente de entrada de pecado a tu vida. Nota como David no solo la mira sino que manda a preguntar por ella, es decir empieza a averiguar detalles. Tú no tienes porque andar conociendo nada de nadie. El corazón es traicionero dice San Pablo y con justa razón. Con poca cosa, tu corazón se mueve de lugar y empiezas a pasar tu libido hacia otra mujer que no es tu esposa.
Crea una barrera alrededor tuya, mejor que digan que casi no hablas a perder tu matrimonio. Recuerda que todo adulterio empieza con cosas simples, con cosas ingenuas. Pon tus barreras: usa siempre tu anillo (quitártelo es el primer síntoma de que andas queriendo caer), para que te recuerde que tienes una alianza con tu esposa y con Dios; evita estar a solas con las mujeres por las que te sientas atraído; si puedes evita fiestas y salidas después del trabajo (igual que, si eres un alcohólico, no vas a un bar, ¿no es cierto?); ten cerca una foto de tus hijos y tu esposa contigo (eso me ayuda mucho a mí), para que te recuerde que Dios te ha bendecido y no puedes mandar a la basura todo lo que Dios te ha dado por 5 minutos de estupidez. NO TE TIENTES.
3. Jesús Lucas 3, 33-37)
¿Que es lo primero que hace Jesús cuando se encuentra un endemoniado? ¡Mandarle callar! Tercera Regla: NO DIALOGUES CON EL PECADO.
¿Por qué le manda callar? Porque la principal arma del demonio siempre será lisonjearte. Podrías creer que detrás de un pecado como el adulterio esta el sexo, pero en el fondo lo que está es la soberbia (a más soberbio, más débil eres ante el adulterio). Por eso, nosotros lo esposos cristianos, no tenemos contacto con ex-compañeras de colegio, amiguitas, ex-novias y mucho menos ex-amantes. Todo eso es basura ante el amor de Dios (San Pablo). Dejaron de ser lo que fueron, ahora, para ti y para mi, son sólo “OCASION DE PECADO” nada mas y nada menos. Porque, en cuanto empieces a escuchar recuerdos de los tiempos pasados, de cuando pasó esto y aquello, aquellas llamadas bobas que empiezan con un “he estado pensando en ti”… se acabó, ¡¡caíste!! Cambia de teléfono, de e-mail, de lo que sea, pero no escuches su voz, nada de andar disfrazando tu debilidad con “es que le está yendo mal y necesita que alguien le dé una palabra”. Jaja ¡pues ve con tu mujer a darle esa palabra, a ver si tus intenciones siguen siendo iguales. NO LA ESCUCHES.
Desconfía de ti, trata de no andar solo. Enciende los radares y empieza a sospechar de ti mismo cuando empieces a quejarte mucho de tu esposa (podrías inconscientemente estar preparando justificación para tu pecado). Sube la guardia cuando alguna mujer te dice cumplidos (puede que no lo haga con esa intención, pero tu te estas cuidando de ti mismo). Y reza mucho para que el Señor te ayude.
Para finalizar, recuerda esto: Si caes, puede ser que tu esposa te perdone, que obtengas el perdón del Señor, pero las consecuencias de tu pecado no te las quita nadie. Recuerda, a David, el Señor le perdonó, pero por la consecuencias de caer se llevo a sus hijos, su mujer y a todo el pueblo de Israel con él. Somos cabezas y una cabeza no cae sin llevarse consigo a todo el cuerpo.
246 comentarios
Muchas gracias por este texto (y por los siguientes, que ya aparecerán).
¿ De qué manera podemos casar indisolubilidad matrimonial, entendida en una sola persona, con el desarrollo personal que nos permite el equilibrio emocional y psicológico mínimo para tener una vida digna?
¿ El compromiso ha de ser sólo con una persona, es decir como una vez oí: el amor es eterno un día está en Encarna, el otro enn Pepita y al otro en Mengana....?
1-Por medio de la gracia de Dios. Para un no cristiano eso puede ser imposible. Para un cristiano se aplica aquello de "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Fil 4,13)
2- Cristo lo dejó muy claro en el evangelio: "Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre".
Yo de todas formas soy respetuoso con todos los compromisos a largo plazo me parece admirable que se aspire a una perpetuidad indefinida yo personalmente rechazó todo tipo de compromiso.
Me parece muy interesante lo que dices, porque, en el fondo, es lo que todos pensamos ante la moral que propone el Evangelio: "¿Amar a los enemigos? ¿Comprometerse con una mujer para toda la vida? ¿Poner la otra mejilla? ¿Servir en lugar de que me sirvan? ¿Dar la vida por los demás?... Sí, es bonito, pero imposible".
Y tenemos razón. Es verdad, nos resulta imposible. Precisamente por eso se ha encarnado Jesucristo, para sacarnos de esa imposibilidad que nos ata al pecado, para darnos su gracia que hace posible lo que para nosotros es imposible.
En el caso del matrimonio, la Iglesia lo comprendió enseguida. Los católicos podremos comprometernos para toda la vida con una mujer, ¡porque Cristo se ha comprometido antes con nosotros con una fuerza que nada puede romper! El matrimonio cristiano es signo, manifestación y participación del amor indisoluble de Cristo por la Iglesia. Por eso, el matrimonio cristiano es cosa de tres: el marido, la mujer y Dios, y la permanencia hasta la muerte viene de esa tercera persona que lo puede todo.
Un saludo.
¡Qué bien nos conocía nuestro Maestro!...
El cura asentía mis propósitos con poco más que palabras de circunstancia. Pero cuando terminé mi "alegato", me dijo muy quedo: "Pero no se olvide de la Gracia".
Pues sí, es cierto : Josafat y la "filosofía moderna" tienen mucha razón. Sin la Gracia es imposible la virtud, y no sólo con en el matrimonio.
¡Qué lástima emplear toda una ciencia para llegar a conclusiones que la Iglesia enseña a cualquier catecúmeno, y sin exigir costosos aranceles!
Es que estamos heridos por el pecado original, del cual sólo Dios puede rescatarnos.
Bruno, una vez te oí contar que algunos Padres de la Iglesia consideraban desaconsejable el que los viudos se volvieran a casar. Sé que sólo está relacionado indirectamente con el blog, pero ¿podrías recordarme qué decían exactamente? (Ahora que estoy casado me interesa más, jaja)
Leí a un comentarista decir que Occidente está "vacunado contra el cristianismo". Y sí, es verdad. El poder político, económico y cultural de Occidente está en manos anticristianas, como lo demuestra un Obama masón (y como él, muchos otros líderes) o la declaración anticristiana de la Constitución de la UE (también redactada por un masón). El cristianismo está de vuelta en las catacumbas, o sea en las familias, que cumplen ahora la noble misión de aquéllas gloriosas cuevas.
Coincido totalmente en que el deseo de fidelidad se encuentra en todas las culturas. Es algo propio del ser humano como tal.
En cuanto a lo del cumplimiento "imposible", es cierto que hay que matizarlo. Pasa con la fidelidad matrimonial como con todo, cuando es fácil y hay ayudas, todo el mundo se apunta, cuando las cosas se van haciendo más difíciles la gente va cogiendo otros caminos. En momentos como el actual en el que la sociedad, el pensamiento dominante, las costumbres sociales y la legislación en vez de promover la fidelidad, transmiten el mensaje de que el compromiso indisoluble es absurdo, vivir esa fidelidad hasta la muerte se hace, en la práctica, dificilísimo. Y, para mucha gente, imposible.
Pero, además, es que la fidelidad en el matrimonio católico no implica solo la ausencia de adulterio, sino que el marido y la mujer reflejen en su relación mutua el amor de Cristo por la Iglesia, que se sirvan el uno al otro, que se amen el uno al otro también cuando no lo merecen, que todo se perdone, que den la vida... y para eso es totalmente necesaria la gracia de Cristo.
Saludos.
Cuando mi mujer ha leído lo que ha escrito Cristhian, me ha dicho: "Seguro que hay gente a la que le molesta", refiriéndose a lo de las ocasiones de pecado, el huir de la tentación, etc. Pero lo cierto es que, en efecto, las palabras de Cristo son muchísimo más duras y me temo que, si no nos escandalizan, no es porque las cumplamos, sino porque estamos muy acostumbrados a ellas y ya no penetran en nuestro cerebro.
La evitación del adulterio es lo básico de la vida moral del laico desde el principio del cristianismo. Como todo lo vinculado con la moral sexual, no es el núcleo de la moral, pero sí su cimiento necesario. Sin vida sexual ordenada no es posible construir el maravilloso edificio de la gracia y de las virtudes, "core" del cristianismo. Quien edifica la casa sobre arena, sufre una ruina grande.
La paradoja de la mujer adúltera no es lo fácil que se perdona, sino la grandeza de la misericordia de Dios que perdona algo tan grave.
El adulterio además supone la separación de la Iglesia, por cuanto se rechaza el misterio y sacramento grande de la unión de Cristo y la Iglesia, re-actualizado y re-presentado por el matrimonio, conforme la doctrina paulina. En cierto modo, es un sacrilegio, en cuanto mancilla un sacramento.
Tan fuerte era la reprobación entre los primeros cristianos, que el pasaje del Evangelio sobre la mujer adúltera falta en muchos códices: se negaban a transcribirlo.
Benditos aquellos que "usan" sus debilidades para abrir brecha a la gracia. Otros usarán su impecabilidad para hacerle coraza impenetrable.
Y más benditos todavía aquellos que experimentan la posibilidad de su debilidad sin sucumbir a ella.
En la Iglesia primitiva, eran muy importantes las viudas consagradas. Se animaba a las viudas a que se consagraran a Dios y se dedicaran a la oración y a servir a Dios, entrando en el "orden de las viudas", de forma similar a las "vírgenes consagradas" (que venían a ser las monjas de aquella época).
Esencialmente por esa oportunidad de consagrarse a Dios, los Padres de la Iglesia enseñaban que lo mejor para las viudas no era casarse otra vez, sino dedicarse al Señor. Esto contrastaba bastante con el mundo circundante, porque en él, las viudas que no fueran ricas tendían a casarse enseguida (si podían) para no estar desamparadas, pero una viuda cristiana pobre sabía que Dios iba a cuidar de ella.
Ya San Pablo lo decía: "la mujer está ligada durante el tiempo que vive su marido; pero si el marido muere, queda libre para casarse con quien quiera, aunque sólo en el Señor. Con todo, será más feliz, según mi consejo, si permanece como está" (1Co 7, 39-40). En la primera carta a Timoteo, explica que hay que tener en cuenta las circunstancias y que es mejor que no se admita a la consagración a Dios a viudas que no hayan tenido una vida verdaderamente cristiana o que sean muy jóvenes. Siguiéndole, los Padres de la Iglesia aconsejaban a las viudas consagrarse a Dios y no casarse (algunos con mucho empeño, como San Justino o Atenágoras). Además, consideraban que el matrimonio único era el que mejor manifestaba el amor de Cristo por la Iglesia, que dura para siempre.
Sin embargo, los que prohibían estrictamente volverse a casar después de la muerte del marido o la mujer eran, generalmente, grupos heréticos de tipo puritano como los montanistas, novacianos o tertulianistas.
Quizá te preguntes por qué sólo había un orden de viudas y no de viudos... pues no lo sé. Quizá otros lectores puedan ilustrarnos.
Yo estoy preparando una charla para matrimonios y cruzo los dedos. El problema no es tanto lo que se debe decir, sino lo que no se debe. No sé si me entiendes
No sé la respuesta, pero divago lo siguiente: Toda población humana tiene siempre más viudas que viudos, por dos razones: la edad al casarse y la mayor longevidad femenina.
A ello hay que agregarle que el modus vivendi de la antigüedad, con reclutamientos habituales de hombres para la guerra, unido a la mayor propensión de los viudos a recasarse, aumentaba la asimetría.
Al hilo del artículo, ¿no es contrario a la naturaleza de las cosas el que en los lugares de trabajo nadie se plantee que los hombres trabajarán mejor con hombres y mujeres con mujeres, si no hay necesidad de otra cosa? ¿Es normal pasar ocho o diez horas diarias, cinco o seis días a la semana, con una o más personas del otro sexo? Y es que ni en ambientes católicos hacemos caso de esto, y lo de la copita o la cena con los compañeros, si dices que no, que vas a casa con tu mujer, quedas de raro. No digamos nada si es la pobre mujer la que lo pide. En fin... y aquí va lo que voy a decir con seudónimo mejor: la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral -sin tener en cuenta otras funciones, esposa y madre-, el andar preocupadas por arreglarnos y tanta cultura y dinero gastado en la imagen, ¿para qué, para quién? ¿No actuamos todos como inmaduros jovenzuelos? Hay mucha falta de seriedad en los ambientes de trabajo. Luego nos extrañaremos de tener tanto divorcio.
No se enseña y no se habla de esto. No se fomenta la ascesis y disciplina en esto, ni entre los cristianos. Todos charlamos con todas y hacemos amistades, bajamos a comer juntos etc.
P.S. Por poner un ejemplo llamativo, cuando veo pasar la pareja de la policía local en el coche, él con ella, pienso que no me gustaría ser el marido de ella, o la mujer de él.
El adulterio es cosa (mala) de toda la vida. La incorporación de las mujeres al trabajo no debería verse como una ocasión de pecado; de ser así, y puesto que tanto se necesita HUIR de las ocasiones, mejor sería proponer que los varones dejaran de trabajar fuera de casa; sobre todo teniendo en cuenta que ellos han sido los más adúlteros a lo largo de la historia.
""""Por poner un ejemplo llamativo dice Aratza- cuando veo pasar la pareja de la policía local en el coche, él con ella, pienso que no me gustaría ser el marido de ella, o la mujer de él"""". Pues hija, si lo sientes así, efectivamente algunas tenéis que sufrir mucho. No es que esa opinión sea políticamente incorrecta, Aratza, es que es de una miopía y de una simpleza imposibles.
Lo que más me llama la atención, de principio a fin, en este post y en sus comentarios, es la idea de dificultad extraordinaria para mantenerse fiel. Nunca lo hemos visto así, nunca lo hemos vivido y sentido así. Y sólo en estos foros veo opiniones acerca de la fidelidad como si se tratara de una empresa más allá de las posibilidades humanas. Y no: la gracia es necesaria, desde luego, pero no me parece que la fidelidadsea algo tan raro como lo pintáis, ni que requiera malabarismos sociales tan complicados. Mucha inseguridad es lo que veo.
Y no es solo el hombre el tentado al adulterio, tambien las mujeres caen en adulterio. El pecado es como un perro rabioso, ese no se anda viendo a quien, el muerde lo que se le pone enfrente.
El combate aqui es huir de la ocasion de pecado. Para el debil al adulterio (casi en su totalidad soberbios) la tentacion puede ser en el trabajo, en el colegio dejando a los chicos, en el supermercado, en cualquier parte, incluso porque no hasta en la misma iglesia, es uno el que carga la debilidad y el que tiene que combatir con la ayuda de la gracia. La guerra con el pecado es la única que se gana huyendo ;)
Aqui no va de huir del mundo, porque si no terminariamos haciendo ciudades para cristianos (la carta a diogneto) y ya ni te cuento el cuento. Esto va de conocerse uno mismo y adonde le aprieta el zapato, bendito Dios que esto no fue lo tuyo en tu matrimonio. Pero a los que les ha tocado pasar este infierno creeme que como hubieramos deseado saber estas cosas.
Una viuda joven no debía consagrarse, y mejor casarse, según Pablo, quizá para aprovechar su fertilidad. Pero una viuda mayor, dada su inutilidad social y su vulnerabilidad, entrando a formar parte de una consagración especial, recibiría amparo, protección y se apartaría del pecado.
Vamos, digo yo.
¿Realmente se habla tan poco del adulterio? porque en estos rumbos es epidemia y sus terribles consecuencias en la vida de los matrimonios y sus hijos.
Perdonad, Christian y Yolanda, pero no me habeis entendido. Quizás es culpa mía por poner cosas tan dadas a una mala interpretación en unos comentarios en un blog, y por no explicarlas mejor.
Pocas mujeres saben cómo funcionan los hombres, porque los hombres no son transparentes.
Y si a eso agregamos que el adulterio, culturalmente, no esta mal visto entre hombres en estas culturas machistas... Si escucharan una conversacion de hombres casados se quedarían heladas.
El humano precisa de protección, en el hombre prehistórico el tiempo de desarrollo era de unos 3 años, justo los años en los que dice que dura el amor.
Y esto es así, aunque tecnológicamente hemos avanzado nuestra naturaleza no ha dado el salto de la caverna a la hora de Internet , por mucho que hablemos y tal. No podemos nada en contra de nuestra naturaleza.
Allá por los años '60 nos invitaron a los alumnos de la secundaria a visitar una fábrica. A mis compañeros les llamó la atención que todavía en esa época hubiese una sección donde trabajaban mujeres, separada totalmente de otra donde trabajaban los hombres, así que le preguntaron al dueño, que hacía de amable guía, por qué los tenía así separados. El viejito hizo un guiño de picardía y nos dijo casi cómplice: "Porque si los junto, ¡uy el lío que se me arma!" Palabra más o menos, citado de memoria a 40 años de distancia. Reconozco que eso me llamó a mí también la atención, tanto que no se me ha borrado.
Otro caso que me viene a la memoria es el de un militar useño, padre de familia católico, que se negó a habitar una cápsula subterránea de supervivencia de las que tiene el Ejército de los EEUU para casos de ataque atómico, porque se veía obligado a convivir allí varias semanas con una señorita. Fue exonerado pero creo que finalmente ganó la batalla legal, lo cual es lo de menos, ya que lo importante es su valiente testimonio. ¡Hay personas que son capaces de arriesgar su vida, pero aflojan de manera miserable para evitar ser motivo de burlas mordaces!
Arantza, la democracia occidental es esencialmente anticristina y liberal, esto es, no reconoce limitaciones morales a las leyes de la conveniencia.
Nos tratan como a ganado porque niegan y reniegan de Dios. La promiscuidad laboral se fomenta tanto como se combate a la familia.
Y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. El adulterio es una epidemia en todas las democracias, y cualquier cura de esos que todavía confiesan lo puede atestiguar. Y es real que en todos los países donde se implantó el divorcio, previamente el adulterio era plaga nacional.
Luego llegan, con diabólica puntualidad, el aborto, la inseguridad, la droga y la eutanasia.
Es que eso que nos decían de que la familia era la "célula básica", parece ser que era verdad.
Por lo que veo en los ámbitos católicos se cae en el mismo error que en los ambientes profanos se simplifica la relación varón-mujer a simple sexo.
Da igual que uno sea católico o uno increyente, ambos ven sexo en el de enfrente.
La alternativa es transcender de tan primitivo planteamiento y demostrar que se puede vivir unas relaciones sanas hombre-mujer. Yo personalmente me encuentro más a gusto con mujeres.
La inclinacion sexual es muy fuerte, sobre todo en el varón, y bastante poliorientada. Lo que no tiene nada de malo, es así. A todo varón normal le gustan las mujeres, en general, con bastante mayor intensidad (por motivos culturales o naturales, no voy a discutir ahora).
En la Orden Dominica, se recuerda que santo Domingo todavía tenía que reprocharse, cuando iba a morir, que atendía con más gusto a las mujeres agraciadas y jóvenes que a las viejas y jóvenes. San Alfonso María de Ligorio, a los ochenta años, confesaba que sentía un vivo deseo sexual.
Esto hay que tenerlo en cuenta si queremos ser realistas, sin puritanismos ni jansenismos ni represion. Pero tenerlo en cuenta con sensatez.
En mi caso, no hago nada que no pueda contarle a mi mujer, así sea bien inocente. Es una medida de prevención. Eva comenzó a hablar con la serpiente en secreto, sin Adán.
Y eso de afirmar que la fidelidad en los seres humanos tiene su origen en la protección de dichas crías, ya ni te digo. "Toy" con la boca abierta.
Por cierto, vista la concepción que demuestras tener de la especie humana, creo que estás ya en el umbral de convertirte en uno de los defensores del proyecto Gran Simio.
No sé si en Argentina o en El Salvador se usa el refrán siguiente: "cree el ladrón que todos son de su condición". A veces, la historia produce varones extraordinarios que no llegan a los altares como Alfonso Mª de Ligorio. Que a los santos célibes con voto de castidad les atrayeran las mujeres hermosas no tiene nada de preocupante. Ni qaue a un marido santo y fiel le ocurra lo mismo. Lo preocupante sería lo contrario. Y preocupante igualmente es que se dé por supuesto en un portal tan católico como este y tan preocupado, con casi exclusividad en la preocupación) por el 6º mandamiento, que se dé por supuesto -digo- que lo habitual es no cumplir con la promesa de fidelidad...
( que para evitarlo sería mejor reencerrar a las esposas en casa, eso ya da risa floja). Arantza, suelat ya la muletilla de lo políticamente incorrecto o correcto, que aburre. Sobre todo si se trata de aplicarlo a una insensatez. El adulterio claro que está a la orden del día: hoy como hace cuatro mil años. Y si hoy hay divorcios a miles es porque la mujer también puede tener la iniciativa en el divorcio y no aguantar las infidelidades que antes se veía obligada a aguantar antaño.¿Algo debe fallar? O no.
La aceptación social del adulterio es enorme. El otro día oí en Canal 9, en "prime time", a una sexóloga que decía que "unas canitas al aire, no más que unas pocas" eran beneficiosas para la salud conyugal.
Que no obstante existan varones fieles, con difícil y valiente determinacion, es incontestable.
Tal vez tú vives en Malacandra, donde lo realmente inconcebible era que los habitantes del planeta tuvieran más de una pareja. Pero a Ramson le llamaba la atención (Out of the silent planet, CS Lewis)
Si a ello agregamos que el bombardeo sobre la mente del hombre común aumenta día a día, se entiende que asombre la fidelidad que mantienen muchos matrimonios.
Ya hace muchos años atrás, se publicó este cuento en los EEUU:
"La madre miraba a su hijo que había quedado absorto durante muchos minutos mirando la luna. Y sólo eso. Entonces se le acerca y le pregunta qué es lo que le admira, y el niño le responde : "Mami, ¿qué vende la luna?"
Pues sí, el niño había captado que todo lugar donde un ser humano pose sus ojos o su atención, es objeto de ser utilizado publicitariamente para "vender". Y le asombraba que algo que llamaba su atención, no intentase venderle nada.
Antes se vendían sólo artículos de consumo. Pero hoy te venden modos de vida, ideologías, te quieren explicar quien sós y para qué vivís, o pretenden enseñarte como tenés que tratar a tu conyuge, a tu amante o a tus hijos.
Esta presión mediática abusiva es la causa eficiente y suficiente de que muchos jóvenes descrean
de la posibilidad - tanto propia como ajena - de mantener una fidelidad de por vida.
Porque en el discurso que llega con más fuerza y contundencia, no están presentes ni Dios ni su Gracia.
Josafat ¿no has entendido nada de lo que aquí se explicó sobre la Gracia que eleva la naturaleza caída?
¿O acaso eres calvinista?
conozco hasta el detalle más nauseabundo las características de las reuniones de "sólo varones". Hay matrimonios que son tan una sola carne que su complicidad llena todos los resquicios de su vida común y sella toda fisura. Fijate: aunque te asombre, hay mujeres que NO son tontas. Alguna hay, te lo puedo asegurar. Y maridos que se entregan al 100% sin reservas. Y hay matrimonios cuya unión y complicidad es tan rotunda, tan contundente, tan sin fisuras que, (aunque nadie esté vacunado contra el pecado), su amistad profunda les permite, al uno y a la otra, descansar relajados en la mutua confianza y saberese protegidos en el refugio seguro que representa su matrimonio frente a las asechanzas del mundo -de todo tipo, chicos, que hay más pecados, que hay más amenazas además del sexo extramatrimonial-.
Por tanto, luis, no es que yo no "sospeche" el cinismo de algunos varones. No me hace falta sospecharlo ya que lo conozco. Aquí, sin ir más lejos, hay alguna muestra. El cinismo, la doblez, la hipocresía, el disfraz de virtud, son moneda corriente, lo mismo hoy que ayer. El disfraz de virtud, por cierto, es mucho más necesario a quien se autoproclama a los cuatro vientos poseedor de la verdad, a quien moraliza a los cuatro puntos cardinales y a quienes se decaran seguidores de una moral rigurosa y estricta. Obviamente, quienes aseguran apesadumbrados que, por seguir el tema del post de hoy, el adulterio es una tentanción brutal, y al mismo tiempo predican una moral muy insitente en el 6º, necesitan más del disfraz de virtud que quienes viven menos obsesionados con ese tema.
Y cuando algunos comenetaristas hablan de lo "actual" que es el adulterio, ponen ejemplos que muy bien podrían pertenecer al siglo XVIII, al siglo XIII, al siglo I o a la prehistoria. Nada nuevo bajo el sol. NO somos más adúlteros hoy que antaño, ni más tolerantes o permisivos.
(por cierto, ingenuo luis, ¿y tú? ¿tú estuviste alguna vez en una reunión de sólo mujeres? ¿una de esas en las que las esposas sacrosantas admiten usar medios anticonceptivos en su intimidad conyugal aunque su marido vocifere públicamente contra ello? ¿o una de aquellas en las que las mujeres se cuentan sus mañas de seducción? Los varones, aun los más ilustrados -y vos pertenecés al gremio- no se imaginan cuánta necesidad de desahogo tienen algunas esposas, cuánta necesidad de encontrar un pètit comité donde ser entendidas y donde dar rienda suelta a su necesidad de encontrar un ámbito cálido de sinceridad. Nunca me han gustado las reuniones de "sólo chicas". Me da mucha pena ver que para muchas, la vida es igual de triste que la de sus madres, abuelas y bisabuelas. Otras, por fortuna, hallamos precisamente en el matrimonio la libertad.)
Y no, no he estado en reuniones de mujeres, pero sé que son distintas. Que el hombre es distinto de la mujer, que se compromete distinto y que puede separar el amor del sexo con mayor frecuencia y eficacia.
Vuelve a leer los comentarios, me parecen muy matizados. Y deja de hacer caricaturas, aquí hay muchas "nuances"
luis, cuanto más releo los somentarios más claramente veo obsiones de esas tan frecuentes por estos pagos. Sosiego es justo lo que os falta: mirar el 6º con la misma serenidad que miráis el 2º o el 7º.
Y claro que hombres y mujeres, ingenuo luis, son diferentes, y muchas de las situaciones de "sólo ellas" os descolocarían el discurso para siempre.
(ingenuo y dilecto luis: para que no abandone el blog con cajas destempladas, basta que no aparezca el clásico anónimo cuyo estilo me es tan conocido diciéndobe burradas y obsecenidades como es habitual; y que si aparece, los que pueden evitarlo no se regodeen en ello con satisfacción morbosa y lo jaleen)
Sin duda y gracias a Dios, siempre ha habido y siempre habrá hombres y mujeres fieles. No podría ser de otra manera, ya que todos llevamos en el corazón el deseo de la fidelidad y de la fidelidad hasta la muerte. Por desgracia, para muchos, las circunstancias desfavorables, las tentaciones, las presiones sociales, la debilidad humana, etc. convierten esa empresa en imposible. Por supuesto también, con la gracia de Dios esa fidelidad está al alcance de todos, también los más débiles o en las circunstancias más adversas.
Eso sí, creo que es evidente que sí que somos actualmente más tolerantes o permisivos con el "adulterio o la infidelidad". Creo que el signo evidente de ello es que la gente no lo esconde, sino que lo justifica: "tenemos derecho a la felicidad", "el amor se había acabado", "no me sentía realizado en mi matrimonio", "nos habíamos distanciado"... y diciendo esas cosas a todo el mundo tiene que parecerle bien.
Si no recuerdo mal, en España hay actualmente tres divorcios por cada cuatro matrimonios. Es decir, se mire como se mire, al menos tres de cada cuatro matrimonios no han sido capaces de vivir esa fidelidad. Dudo que cifras así hayan existido nunca en nuestra Historia (sobre la prehistoria ya no me atrevo a decir nada).
Saludos.
Creo que es evidente que hace falta cierta ascesis en la relación de un casado/una casada con personas del sexo opuesto (no tanto en el sentido de cilicio, como dice Yolanda, cuanto en el sentido de Cristhian de que hay cosas que no conviene hacer y sitios donde no conviene estar).
Cuando leía los primeros comentarios, me acordaba precisamente del ejemplo que ha puesto Ricardo: aquel militar norteamericano que tenía que estar durante semanas, encerrado en un silo nuclear, a solas con una mujer que no era su esposa... y era lo suficientemente humilde y valiente como para reconocer su debilidad y que eso no le convenía.
Sin embargo, esa prudencia necesaria se suele perder hoy de chaval, ya que los padres son a menudo incapaces de decir, por ejemplo, que, en una excursión del colegio, del grupo de montañismo o incluso de la parroquia no conviene que los chicos y las chicas duerman en la misma habitación. Parece que las normas básicas de pudor, de prudencia y de respeto por el otro sexo son cosas ya "superadas", que suenan a apolillado.
Saludos.
Creo que, entre católicos, no podemos olvidar que el punto esencial en estas cuestiones es el que citas: el pecado original. Precisamente porque tenemos una naturaleza caída y debilitada por el pecado, lo que desea nuestro corazón (la fidelidad) y lo que nos apetece tienden a ser cosas muy distintas.
Estaba leyendo los mensajes de este hilo y no tenía, en un principio, intención de participar con ningún comentario ( como prefiero hacer cuando se tratan temas de experiencias personales desde la perspectiva del que es creyente y en esa creencia fundamenta, al menos aparentemente y cara a la galería, su forma de vida ), pero me ha parecido que podría ser interesante ofrecer el punto de vista de alguien que, como yo, vive en pareja sin estar casado ( a que no les sorprende ? ) desde hace casi 30 años.
En primer lugar decir que la relación que establece Arantza entre el aumento de divorcios y la infidelidad es bastante simplista.
En segundo lugar, veo en algunos comentarios que hay quien sigue teniendo problemas con el sexo y su potencial pecaminoso.
Para mi el problema principal en la relación de pareja es el desconocimiento mútuo y derivado de él, la mútua falta de confianza.
Yo tengo amigos y amigas, al igual que mi mujer ( pueden poner pareja los que se sientan más cómodos ). Trabajo con hombres y con mujeres, al igual que mi mujer ( y yo como sabrán por mis mensajes viajo bastante ). Eventualmente, tanto ella como yo, salimos con nuestros amigos de cena o a tomar algo, sin los respectivos y también de vez en cuando salimos juntos con amig@s comunes.
No me planteo, ni ella lo hace, el temor que ustedes tienen en la infidelidad, confiamos plenamente el uno en el otro y somo plenamente conscientes de que no somos extensiones el uno del otro. Somos dos personas que han decidido, de común acuerdo y sin necesidad de nada más que amor, conocimiento y respeto mútuos, vivir y compartir juntos.
Y aunque en la relación de convivencia, siempre hay momentos mejores y otros peores, y aunque no siempre estamos de acuerdo en todo, y aunque en ocasiones uno u otro, o ambos, debamos renunciar a algo, sin que ninguno deba renunciar a lo que muchas parejas renuncian, ser como es.
Y es que ese, como decía más arriba, es para mi el principal problema de muchas parejas que terminan rompíendose ( con o sin adulterio ), que hay un profundo desconocimiento del otro y se espera que lo que no nos gusta, o acabará gustando con el tiempo, o lo acabaremos cambiando para que sea como queremos.
Esta es para mi la cuestión clave y no la tentación, la huída o la resistencia numantina. Aceptar al otro como es y viceversa, debería ser la primera condición que cada uno debería exigirse para iniciar la convivencia.
Sin respeto, aparecen la desconfianza y los celos.
Disculpen el latazo y un saludo.
Estamos condicionados por nuestra genética queramos o no, es un hecho científicamente probado. Es más para entender comportamientos actuales que pueden ser primarios o no, basta con estudiar el modo de vida de nuestros antepasados "cavernícolas".
Pese a todo yo no creo en el determinismo, como ya he señalado simplemente estamos condicionados, unos esperan ayuda sobrenatural (gracia) para vencer este foso de naturaleza-civilización, otros creemos en el esfuerzo de superación, otros pasan de luchar...pero a la larga es innegable el componente salvaje que nos forma.
Entonces, la política esa que citas debía de ser más "demo" que "cristiana", ¿no?
En realidad, en lo que respecta al comportamiento, creo que hay más bien que decir que la genética nos influye, pero no nos condiciona. La prueba está en que, en circunstancias esencialmente idénticas, unos se comportan de una forma y otros de otra, unos son fieles y otros infieles. Será, como dices, por la razón que sea, pero el hecho es que nuestro comportamiento no está escrito en nuestros genes.
Finalmente, me hace gracia lo de los cavernícolas. Entonces, ¿para entender comportamientos humanos de nuestra época actual (que conocemos bastante bien) tenemos que basarnos en comportamientos de los cavernícolas (de los que no sabemos prácticamente nada, más allá de unos pocos fósiles, un par de vasijas y algunos grafittis en cuevas)? ¿No te parece un poco ridículo?
Saludos.
Estoy saliendo de mi casa y no puedo comentar más, pero su comentario me ha parecido interesantísimo. Especialmente porque sale de la experiencia personal.
Espero poder luego comentar varias cosas (o quizá lo hagan los demás lectores), pero tengo el tiempo justo para hacer una precisión. Dice que la "relación que establece Arantza entre el aumento de divorcios y la infidelidad es bastante simplista". Creo que tiene que tener en cuenta un hecho muy sencillo que quizás ha pasado por alto: que Arantza hablaba desde un punto de vista católico. Para los católicos, el matrimonio es para toda la vida, de manera que el divorcio es, de por sí, una infidelidad. Es el reconocimiento público de que ese matrimonio, por las causas que sean, ha tirado la toalla y ha renunciado a guardarse fidelidad.
Saludos
Mi amigo se "lió" con su compañera de trabajo, la que a su vez estaba casada católicamente. Pero, tras unos meses, el "affaire" terminó en el momento en que ella le dijo que le preocupaba mucho que por serle fiel a mi amigo -recordemos, su amante- antes que a su esposo, ¡estaba forzándose a decir que no a otros!
Juzguen ustedes la representatividad de estos casos.
Un saludo
Que tres de cuatro matrimonios acabe en divorcio en España HOY, significa entre otras cosas que AYER nadie se divorciaba porque no se podía. Significa que HOY hay mujeres que toman la iniciativa de librarse del canalla al que nunca debieron ni acercarse y que ANTES aguantaban todo y HOY no.
Catastrofistas: no veo evidencia ninguna de que hoy las cosas sean peores en ese sentido que en cualquier otro momento de la historia. Y los datos históricos de niños expósitos, de bastardía conocidas (¿cuántas sin conocer?), de sonados adulterios y otros más ocultos, datos de prostitución regulada o no, datos de infanticidios de recién nacidos, etc, no parecen indicar que estemos en una época especialmnente perversora de la fidelidad conyugal. Si acaso, la única diferencia es la mayor posibilidad de las que antiguamente habríamos llamado mujeres honradas para ser igual de infieles que sus honorables esposos. Mala cosa sin duda, pero si las mujeres se incorporan a lo peor de los varones, quizá lo adecuado sea que los varones sean más fieles y así la mujer le pueda imitar en eso. De momento, hemos tenido muy mal modelo en los varones.
Coincido con gallizo en que aquí se ve rezumar demasiados problemas específicamente con el tema sexual. No voy a contar, como ha hecho gallizo tan detalladamente, mi experiencia de 32 años de relación exclusiva con Carlos, entre el noviazgo y el matrimonio, porque ya es muy conocida desde los tiempos de RD y porque ya tengo experiencia también de lo muy mal que sienta a algunos/as que una misma se ponga como ejemplo. Coincido con gallizo en que el trabajar ambos, el salir por separado con compañeros y amigos, etc. no pone la fidelidad más en peligro que si no se hicieran ese tipo de cosas. Quien es fiel por estar encerrado en una burbuja que lo aísle del mundo no es verdaderamente fiel. Y quien precisa ese aislamiento para mantenerse fiel, hasta en la burbuja puede caer víctima de las tentaciones, porque las lleva consigo, están en él/ella más que en el trabajo, las copas, las cenas, etc. En la vida se nos ocurrió a Carlos o a mí dejar de salir con compañeros a modo de antídoto contra la infidelidad, por Dios. No me habría interesado tener uin marido fiel atado con grilletes al sofá del salón. Por supuesto que lanzarse en los brazos de quien esté poniendo en peligro tu deseo de ser fiel es inadecuado si se quiere mantener la fidelidad. Pero no debe ser tan difícil la cosa cuando hasta los ateos más paganos, sin requerir ninguna Gracia especial, son fieles por amor a su pareja, por voluntad.
El mito de los 3 años, de los 7 años, o de la cifra que sea es la magnífica excusa. Recuerdo a mi marido sonriéndose y suspirando como qien dice "¡qué gente esta!", con un post de RD en el que alguien esgrimía ese argumento y sostenía que el matrimonio fiel era un calvario a partir de los 3 años más o menos, una prueba que Dios nos ponía, un obstáculo casi insalvable, una especie de penitencia... Y que mantenerse fiel era una empresa poco menos que imposible que teníamos especialente los católicos que superar. Tenemos muchos instintos, todos, y una también magnífica capacidad de razonar. Quienes para razonar emplean sus gónadas, yerran en la elección del órgano adecuado.
Mi madre, aparte del regalo, nos pide una misa el día del cumpleaños. QUé mejor regalo que la gracia de Dios.
Yo hago lo mismo: de vez en cuando, encargo misas por la fidelidad a Dios de mi familia, en el aniversario de boda, en los cumpleaños o cuando hay problemas. No falla.
Lo que no significa que al caso particular debamos hacer caso omiso o no hagamos ni caso. Puede servir como modelo cuando es edificante. Puede servir de escarmiento cuando es desastroso. Pero no vale para extrapolar.
"Es de vidrio la mujer, (o el hombre, añado yo)
pero no se ha de probar
si se puede o no quebrar
porque todo podría ser.
Y es más fácil el quebrarse
y no es cordura ponerse
a peligro de romperse
lo que no puede soldarse"
(Cervantes. "El curioso Impertinente"
Ha llovido mucho desde Cervantes y sería deseable que nuestra evolución cultural y social, nos permitiera ser menos desconfiados y más respetuosos, pero parece que es pedirnos demasiado.
El ejemplo del militar es un ejemplo de la burbuja que con todo acierto comentaba Yolanda. Tener unos principios morales tan poco sólidos que sólo se pueden mantener en ausencia de tentación, me parece bastante patético. Yo no robo, por que no acepto este comportamiento, no por si me pillan, y no tengo lío con otra mujer, no por que no se entere la mía, sino por que no tengo ninguna necesidad de ello y por que traicionaría la confianza que mi pareja y yo nos concedemos.
Seguimos teniendo una mentalidad excesivamente cerrada, que parece no haber entendido que no se puede plantear la vida en pareja como un contrato de propiedad sobre el otr@.
El " la maté porque era mía " sigue, por desgracia, siendo muy actual.
Un saludo.
os
"Gran misterio es éste, misterio de Cristo y de su Iglesia"
Luis López: la moraleja de El Curioso Impertinente no se refiere a lo que tanto pregonáis. No se trata de huir de la vida. Anselmo, Lotario y Camila protagonizaron un caso risible en el que el marido obsesionado con la fidelidad de la mujer, empuja a su esposa y a su mejor amigo al adulterio creando """muy artificialmente""" una situación que hace caer en el adulterio a quienes de otro modo no lo hubieran cometido.
Coincido con tu apreciación.
La variedad de opiniones de este artículo tan actual, me permiten sacar las siguientes conclusiones:
Así como en una guerra, para desmovilizar y desmoralizar al enemigo, la propaganda intenta por todos los medios hacerle creer que :
* Es imposible vencerle.
* El propio comando o unidades importante ya han defeccionado.
* No hay verdadero motivos para luchar y arriesgar la propia vida.
Así también a los católicos intentan desmovilizarnos de mil modos para que bajemos la guardia y dejemos entrar a Satán en nuestras almas.
*El diablo no existe.
* Los "ideales" de la Iglesia son bonitos pero imposibles de cumplir.
* Los sacerdotes ,obispos y hasta el mismo Papa son corruptos.
* Venimos blindados de fábrica contra el pecado, no es necesario tantas prevenciones.
(No creo necesario, a esta altura de la tertulia, nombrar a quienes defienden estas posturas, porque está clarísimo. Además, no tengo intenciones de que me tiren un testamento por la cabeza)
Voy a mencionar sí, a dos personas, mujeres, que me parecen emblemáticas,porque representan con toda claridad estas dos posturas. Corro el riesgo de ser maniqueo, lo se, pero a los fines didácticos sirve:
Arantza por un lado, y Yolanda por el otro.
Termino este comentario y mi intervención en este artículo con una frase de SS. León XIII: "El cristiano ha nacido para la lucha"
Y luchar (y los estrategas militares bien saben de esto) muchas veces significa huir. Que no siempre irse al trapo es ventajoso.
Nunca agradeceré lo suficiente a los curas que me educaron, el que desecharán la moral sexual obsoleta y en cambio cultiarán en mí inquietudes sociales que derivarán en la búsqueda de la Justicia.
Ya he dicho que el adulterio es un pecado doble: contra la castidad, pero sobre todo con la justicia.
¿Cómo puede ser justo un hombre que incumple su obligación principal con su prójimo más cercano, esto es, la fidelidad conyugal?
De todos modos creo que no me has entendido bien. Yo no hablo de personas sin principios morales que se van detrás de la primera falda o que dejan embarazada a cada señora en cada esquina. No. Yo hablo de personas con sólidos principios -cristianos o no-, con un fortísimo sentido de la lealtad y la fidelidad a la pareja y -sobre todo- que sentimentalmente no necesitan para nada de otra/otro porque están enamorados con sinceridad y autenticidad. Parejas donde existe lo que Nietszche denominaba "consanguinidad espiritual", y donde -racionalmente- no cabe la infidelidad... Pero -qué cosas- también allí aparece la infidelidad... ¿Y cual es la causa sino la autosuficiencia espiritual, el creer que controlamos una situación (que es muy superior a nuestras fuerzas)? Nosotros los cristianos sabemos que, pese al juego brutal del pecado original, "nadie es tentado más allá de sus fuerzas" (1 cor. 10,13) y también que "Todo lo puedo en Aquel que me conforta" (Fil. 4,13), pero esos principio s son operativos siempre que cooperemos no poniéndonos cara a cara con la tentación. El Padre Pío bien lo dice: el demonio es un perro encadenado, si te apartas no te hace daño, si intentas acercarte y domarlo te morderá. Y si no eres cristiano, confiar en la razón para no caer me parece ingenuo. Juega con fuego y te quemarás.
"""Y lo que estamos diciendo es que el adulterio es más que una mera falta contra la castidad"""
No, sólo tú has dicho tal cosa. Lo que no obsta para que seguramente la mayoría etemos de acuerdo con esa afirmación. Por lo cual sigo sin saber por qué esa advertencia me concierne de maner particular.
Al otro señor de Argentina:
ya que tan alegremente, en su "maniquea" clasificación -el calificativo recordará que es suyo- me incluye en "el otro lado", creo que debería explicarme cómo es ese "otro lado". A estas alturas, es inevitable advertirle que antes debería LEER bien qué he dicho realmente, y no atribuirme nada que no haya dicho, ni ideas ni conductas. ¿Estamos volviendo a las andadas?
Si no está dispuesto a explicarme en qué consiste ese "otro lado" PREVIA LECTURA atenta de lo que realmente he dicho, sin recurrir a la falacia del hombre de paja, sin imaginarse lo que le gustaría que yo hubiese dicho para que le cuadre con sus prejuicios, etc, entonces creo que hasta usted comprenderá que debe retirarme de su calsificación "maniquea" de mujeres "emblemáticas".
Cada vez que veo eso, solo pienso que a mi hijo de 6 años le digo cuando va al colegio, no le hagas caso a los que te molestan lo peor que les puedes hacer es ignorarlos. Pareciese que no nos enseñó suficiente la preescolar! Esto no va de quien empezo ni quien tiene la razon simplemente mudense a ese post si quieren seguir discutiendo entre ustedes y respeten el tema original.
Los personajes que usted cita son, justamente por su universalidad, muy poco reales. Pero como ya he dicho, la realidad nos demuestra que nos queda bastante camino por delante y en esto creo que ambos coincidimos.
En lo que no estoy tan de acuerdo, es la visión determinista de la infidelidad, que dibuja como un monstruo siempre acechante contra el que solamente podemos luchar estando en constante alerta, evitando "tentaciones" y huyendo si es necesario.
Bueno, no puedo hablar por usted obviamente, pero desde luego esa imagen no tiene nada que ver ni con mi forma de vivir, ni con la muchas personas que conozco.
Quizás en lugar de estar tan preocupados por "luchar" contra ese "demonio", deberían preguntarse porqué se producen los casos de infidelidad y verán que es un problema humano con origen igualmente humano. Repito lo que ya he dicho, la falta de respeto hacia el otro, la propia inseguridad, el pensar que se tiene algún tipo de propiedad sobre la otra persona y el poco conocimiento del otro y de uno mismo, son las principales causas de los problemas de convivencia, la infidelidad entre ellos.
A Ricardo de Argentina, recibir consejos de estrategia militar de usted, me resulta bastante gracioso.
Un saludo.
Si decimos que los hombres son pecadores, nos contestan que conocen alguno que no lo es. Si decimos que hay que precaverse, porque la tentacion es fuerte, dicen que tenemos una vision determinista del sexo.
En fin, tienes razón, no tiene caso discutir, se pierde el hilo. Parecería que se está buscando un contencioso, o un desubicado que aparezca insultando para tener un casus belli.
Es interesante tu pregunta: si el adulterio atañe a la justicia, de un modo peculiar a la justicia intraconyugal, ¿hay que perdonar al cónyuge infiel, sobre todo si no se enmienda? ¿debe satisfacer el infiel alguna obligacion para ser perdonado? ¿puede el infiel exigir el perdón,a título de derecho cuando se ha enmendado? ¿ Y cuando no? ¿Cabe alguna pena por la infidelidad, como forma de satisfaccion?
Me voy antes que estalle el pandemonium
En segundo lugar. No es cierto, repito, no es cierto que exista en este lugar una obsesión con el 6º mandamiento. No recuerdo en mucho tiempo (yo al menos no los recuerdo) posts que trataran sobre la sexualidad o sobre la doctrina de moral sexual de la Iglesia. Recuerdo un artículo del padre Nelson sobre el escándalo de Irlanda y recuerdo artículos sobre el aborto y la píldora del día después pero todos estaban justificados por la presencia de estas noticias en el "candelabro" periodístico nacional.
El sexo es una de las pulsiones vitales y de los instintos mas maravillosos y potentes que posee y poseen al ser humano y todo lo que se haga por ayudar al hombre a encauzarlo y conocerlo en toda su magnitud es poco. Yo me he visto desbordado por él y mordido por el pecado en ese ámbito y duele, duele mucho más rápido y más fuerte que robar o que juzgar. No querer que se traten estos asuntos o que se den ayudas a los que puedan estar en este sufrimiento es pecar contra la caridad.
No es sólo la Iglesia la que "magnifica" el sexo. La psicología lo reconoce como una de las dos pulsiones vitales Eros y Thanatos. Y los publicistas saben muy bien como manipular a los hombres excitando en el subconsciente el instinto sexual.
No es cierto que las conductas sexuales del hombre (y la mujer) no hayan cambiado desde hace mil años hasta ahora. Yo no se cuantos matrimonios sufren de infidelidad ahora y cuantos antes, considero al divorcio como un indicador indirecto no puedo sacar una certeza pero si interpretar una tendencia. Lo que si puedo decir es que, es la sociedad actual una sociedad que vive obsesionada con el sexo, enciendan la tele, miren la publicidad... hoy me he despertado con cuatrocientos jóvenes desnudos llenos de sangre artificial para protestar, delante de la plaza de toros de las ventas, contra las corridas de toros ¿no podían hacer la misma protesta vestidos (de toro por ejemplo)? Nalgas, pechos, biceps, triceps... invaden todas las franjas horarias, los gobiernos se lanzan a legislar sobre educación sexual, comportamiento sexual, consecuencias del sexo... Hay días en los que pasear por la calle es una agresión continua... En la consulta de enfermería del pediatra de mi hijo cuelgan lozanos bomberos luciendo músculo aceitado...
Y es la Iglesia o los bloggers o los comentaristas los obsesionados?
Algunos de los que hablan pierden la perspectiva acerca de lo que se habla aquí, puede que hayan caído en la trampa de la modernidad, que cree que el hombre lo puede todo y con lo que no puede lo normaliza. Aquí de lo que se habla es de que somos algunas personas las que tenemos alguna dificultad especial para poder controlar esta pulsión, no somos depravados, somos pecadores. A ver si tienen ustedes el valor de ir a una reunión de alcohólicos anónimos y decirles que no pasa nada por ir a la boda de su hijo que se controlen hombre. Porque no van a visitar a algún ludópata y le dicen que es ridículo que no lleve ni pa tabaco, que la nómina se la tengan que ingresar a la mujer... controlese hombre!!
Yo siempre que sale el tema del sexo pido lo que pedía San Pablo "Hermanos, a nadie demos ocasión de pecado". Pido caridad. A ustedes les muerde el pecado en otras cosas. (Luis te uso de ejemplo no porque lo piense) Si a Luis le puede la soberbia y le lleva a pecar ¿no es poco cristiano y poco caritativo tentarlo discutiéndole todo? ¿y no sería poco inteligente por su parte permanecer en discusión constante y le convendría quemar su PC?
Pues eso. Gracias Christian, caridad a todos, reconozcamos que somos débiles y pidamos por todos los matrimonios del mundo.
Dejo como reflexión final una de las preces que aparecía hoy en Laudes:
Haz que no juzguemos ni menospreciemos a nin-
guno de nuestros hermanos,
pues todos tenemos que comparecer para ser juz-
gados ante tu tribunal.
Un abrazo,
Si decimos que los hombres son pecadores, nos contestan que conocen alguno que no lo es. Si decimos que hay que precaverse, porque la tentacion es fuerte, dicen que tenemos una vision determinista del sexo.
¿te decepcionó que no se estallara ningún pandemonium?
Mira, si aquí se dicute más bien la visión catastrofista de la actualidad como un mar de adulterio y la visión de la sexualidad como una fuerza prácticamente incontrolable. Cito a gallizo: """": la infidelidad, que dibuja como un monstruo siempre acechante contra el que solamente podemos luchar estando en constante alerta, evitando "tentaciones" y huyendo si es necesario"""
Y me cito a mí misma: """veo opiniones acerca de la fidelidad como si se tratara de una empresa más allá de las posibilidades humanas. Y no: la gracia es necesaria, desde luego, pero no me parece que la fidelidadsea algo tan raro como lo pintáis, ni que requiera malabarismos sociales tan complicados"""
No hay más. Bastaría con no tirar a dar, no citar el nombre de participantes con objeto de colgarle sambenitos, ideas o conductas que no son las suyas, con ánimo de ofender.
Soy yo quien ahora te pide sosiego. , sobre todo, que respondáis a lo que decimos, no a lo que os gustaría que hubiéramos dicho.
Y te puntualizo un comentario tuyo:
""Si se habla del adulterio, estamos obsesionados con el sexo"". No es por hablar de adulterio, sino por la forma en que lo hacéis.
""Si se plantea que hoy en día es una plaga, pues dicen que siempre lo fue"". Es que las mismas quejas de vivir en un mar de adulterio se leen en textos de hace 4000 años, 2000 años, 1000 años, 400 años, 100 años...
""Si decimos que los hombres son pecadores, nos contestan que conocen alguno que no lo es"". Ahí ya la cosa es más grave, luis. ¿Aquí alguien dijo "yo no soy pecador"? Aquí alguien dijo "conozco a tal persona, X, que NO es pecadora"?
He releído todo el post con sus comentarios y sólo he leído a alguien describir su propia conducta no-pecadora. Mira: ""En mi caso, no hago nada que no pueda contarle a mi mujer, así sea bien inocente"" ¿Te suena?
Y para encontar a alguien que diga abiertamente que no peca (hablando del sexto, claro) hay que irse a un post en el que un compatriota tuyo escribe:
"""no te la compliques con "teologías". Prueba con no pecar, a ver qué pasa. A varios nos va bien así"" 08.05.09 @ 20:41
¿Alguien se reconoce en esas paabras rotundas y sorprendentes? ¿Es un ateo?, ¿un pogre mordido por la modernidad? ,¿alguien dominado por la autosuficiencia o la soberbia?
También recuerdo a una señora, muy habitual de estos foros a temporadas que escribió un largo comentario en ReL en el que daba gracias a Dios por no ser como los pecadores. Me pareció tan escandaloso y me recordó tanto a cierto pasaje evangélico... Pero no me voy a poner a buscarlo hace mucho de eso y no diremos su nombre.
Si uno dice la verdad (a saber, que a partir de los 60 se ha producido en Occidente una evidente revolución del ethos sexual: lo admisible e inadmisible socialmente, lo bien visto y lo mal visto), Yolanda salta como una pantera a decir que el desorden actual lo hubo siempre; y que la confusión actual de los criterios de ética sexual no tiene nada de nocivo, ya que ella y su marido se fueron fieles durante no sé cuántos años sin necesidad de autovigilancias, ni principios austeros ni "obsesiones con el sexto". Así, sin esfuerzo, tocados por la gracia permanente. Los que nos tomamos en serio el COMBATE por la fidelidad somos unos pringaos, o unos obsesos. Claro, es que todavía hay clases. Yolanda pertenece a una casta superior, donde se tiene la fidelidad gratis, como quien no quiere la cosa, sin sextos mandamientos ni autorrestricciones. Los demás, pobres mortales, tenemos que debatirnos en mezquinas luchas.
Pues nada, a seguir bien. Yo repetiré siempre lo que tengo clarísimo y digo cada vez que puedo en estos blogs: la revolución sexual se está cargando la sociedad occidental. Es la causa de los divorcios, de la no-nupcialidad, de los abortos (ya lo dijo el otro día desembozadamente la socialista Leyre Pajín: "hay que legalizar el aborto porque la mujer tiene derecho a disfrutar tranquilamente de su sexualidad") ... Por supuesto que siempre hubo tentaciones e infidelidades, pero antes existía una conciencia social clara de que ESO ESTABA MAL (lo cual ayudaba mucho a cada uno en su combate personal por la fidelidad). Ahora esa conciencia se ha dinamitado: al contrario, el que pasa por un estrecho y un aburrido es el que no tiene alguna que otra aventurilla extraconyugal que contar.
Elogio del pudor, es otra obra que se puede leer por internet del P. Iraburu, para quien no pueda entender la grandeza de esa otra forma de vivir en el mundo, la que nos enseña el Evangelio, la que es de Dios. Ahí habla mucho de la corrupción y adulterio generalizado entre hombres y mujeres en tiempos de los primeros cristianos, y de cómo estos primeros cristianos vivían de una manera radicalmente distinta, lo que les hacía ser tan atrayentes, lo que ganaba esas conversiones fulminantes, pues defendían hasta el martirio la pureza, por ejemplo. Buena falta nos haría recuperar ese espíritu.
Ya tengo cierta edad y puedo afirmar que la evolución de la Iglesia y de los católicos en este tema ha sido muy positiva. Recuerdo mis años de adolescente en un colgeio de jesuitas y la paranoia que había entre los confesores, padres espirituales etc con las masturbaciones. Era relamente obsesivo y muy neurótico.
Afortunadamente eso ya pasó.
Lo que no significa que haya cosas que no se puedan tratar. Creo que es muy importante que se hable de matrimonio y fidelidad.
""que la confusión actual de los criterios de ética sexual no tiene nada de nocivo...""" ¿Dónde digo tal?
""""ella y su marido se fueron fieles durante no sé cuántos años sin necesidad de autovigilancias, ni principios austeros ni obsesiones con el sexto"""" Lo único de esta frase que sí he dicho es que nunca tuvimos obsesiones con el sexto; lo demás, ¿cuándo lo he dicho?
¿Por qué siempre contra mí? """Yolanda salta como una pantera a decir...""" """ Yolanda pertenece a una casta superior..."""No hay bronca, parece que la estés buscando tú.
De verdad, CCCP, me gustaría saber, independientemente de cuál sea cuál sea el tema, qué problema tienes TÚ conmigo tan visceral para venir siempre contra mí con afirmaciones falsas, gratuitas, fuera de lugar y ofensivas. Al menos pon en mi boca SÓLO lo que realmente haya dicho. Y lo de pantera, lo de "ser superior", todas esa valoraciones cargadas de inquina superflua, ¿a qué viene? En serio, ¿qué aporta? ¿para qué?, ¿qué añade de verdad o credibilidad a tu fobia contra mí? Mira, lo que sí que aburre es esto tuyo, chico, de verdad.
Óscar, si no le importa, el papel de "repartidor" de consejos y recomendaciones varias al prójimo sobre como ha de vivir su vida, se lo dejo a usted, yo no he hecho más que exponer MI propia experiencia y MI opinión, no pretendo tener ninguna fórmula universal.
Pero parece que les molesta sobremanera que alguien vea las cosas de un modo distinto y que, a pesar de ello,le funcione( que encima ese alguien no sea creyente, ya debe ser el acabose para ustedes ).
Acabo con una historia archiconocida pero que pienso que viene a cuento de su visión de este tema.
Un alumno de un monasterio budista, deseaba hacer un retiro de meditacion, pero no sabia que técnica sería la más adecuada para obtener el mejor resultado de la experiencia. En vista de ello, se dirigió a uno de los monjes maestro:
- Maestro, te estaría sumamente agradecido si pudieras indicarme la mejor técnica de meditación, ya que voy a estar en el bosque varias semanas en retiro solitario.
El maestro le dijo:
- Me parece una excelente decisión. En el bosque hallarás la paz necesaria para meditar, aunque debes saber que la verdadera paz hay que encontrarla en la propia mente. No te voy a dar ninguna técnica en concreto, elije tú la que quieras, pero deberás cumplir con una condición: no pienses en monos.
Tras agradecer al maestro su consejo, el alumno partió hacia el bosque. Por el camino se decía: "Desde luego que fácil es el método que me ha aconsejado el maestro. No tendré el menor obstáculo para alcanzar la paz en mi mente. Simplemente no debo pensar en monos".
El alumno pasó varias semanas de retiro en la frondosidad del bosque y luego volvió al monasterio.
El monje maestro, viéndole llegar, fue a su encuentro y le pregunto:
- ¿Que tal ha ido tu meditación?
A lo que el alumno respondió:
- Maestro, ha sido un auténtico suplicio, no he logrado pensar en nada que no fueran monos. Una y otra vez los monos venían a mi mente. Ni siquiera en mis sueños podía dejar de pensar en ellos.
Un saludo.
Las pulsiones sexuales varían según que individuos, los hay que pueden ser castos durante 100 años y otros no se aguantan ni un par de minutos.
La obsesión igualitarista del XTNO lleva a considerar a todos los sujetos sociales como aptos para la fidelidad conyugal por medio de la gracia, ¡he aquí el problema: el no aceptar la diferencia!. No aceptamos la desigualdad natural existente entre los seres humanos.
El Cristianismo y el Liberalismo (que no es más que un cristianismo secularizado al servicio del totalitarismo igualitario) establecen como premisa absoluta: la igualdad universal exigiendo unos una castidad y otros el desenfreno. Olvidándose que hay individuos que tienden naturalmente al celibato y otros a la actividad sexual periódica.
A la larga los dos sistemas lo que hacen es esclavizar al hombre en un estado que no es el suyo llevandole a la infelicidad.
En la sociedad tradicional reinaba la hipocresía y el doble lenguaje, actualmente impera el vacío existencial.
¿Dónde te propones como modelo de fidelidad "olímpica" (sin
esfuerzo, sin combate)? Pues aquí: "Lo que más me llama la atención, de principio a fin, en este post y en sus comentarios, es la idea de dificultad extraordinaria para mantenerse fiel. Nunca lo hemos visto así, nunca lo hemos vivido y sentido así. Y sólo en estos foros veo opiniones acerca de la fidelidad como si se tratara de una empresa más allá de las posibilidades humanas. Y no: la gracia es necesaria, desde luego, pero no me parece que la fidelidadsea algo tan raro como lo pintáis, ni que requiera malabarismos sociales tan complicados. Mucha inseguridad es lo que veo".
Y, por cierto, aquí nadie ha dicho que la fidelidad sea "rara"
Estamos diciendo simplemente que la fidelidad es DIFÍCIL,
que la propensión al pecado es fuerte, y que toda vigilancia
es poca.
En cuanto a tu afirmación: "Nada nuevo bajo el sol. NO somos más adúlteros hoy que antaño, ni más tolerantes o permisivos"
Me parece DISPARATADA. Es evidentísimo que los criterios de
moral sexual de la sociedad actual son infinitamente más
laxos que en épocas anteriores. No hablo sólo de frecuencia
estadística del adulterio (¡que también!, y es documentable)
sino de los criterios morales socialmente aceptados. Ese es
quid de la cuestión, la revolución moral de los 60-70: un
quid que tú insistes en negar. Insistes en negar que nuestros
tiempos sean más disolutos que otros. Por supuesto que lo son,
sobre todo porque antes había una CONCIENCIA NORMATIVA clara
que señalaba determinadas conductas como incorrectas (aunque la norma fuera a veces incumplida), y ahora prácticamente ha
desaparecido cualquier criterio moral en materia sexual (sólo
subsiste la reprobación del sexo con menores, y veremos por
cuánto tiempo: de momento, los socialistas bajaron ya en 1995
la "edad del consentimiento" a los 13 años, y ahora acaban
de colarnos la píldora abortiva a las niñas de 16).
No puedo escribir, se me va el margen derecho.
y solucionará el problema del margen derecho ( con Firefox
también va mejor que con el IE, pero Chrome lo deja mejor )
Un saludo.
No crea que en el cristianismo tradicional no se contempla tal ley psicologica. El cristianismo no es un codigo moral, es el seguimiento de una Persona y la noticia de una gracia.
Santo Tomás enseña que la vida moral reside no en el pecado, sino en el desarrollo de la virtud.Y la virtud, más que no pecar, es el maravilloso despliegue de todas las posibilidades de una facultad humana, a niveles exquisitamente artísticos. Reducir la virtud a no pecar es empobrecerla. Por ejemplo, la castidad conyugal no implica nada más que no engañar a la mujer. Consiste en vivir en ella, rezar por ella, asistirla, estar atento a ella, (cambiar los géneros por favor), santificarse con ella, integrar la sexualidad de ambos, fundirse en esa "otra carne" que son los hijos, madurar junto, envejecer juntos creciendo en gracia y acercandose a conformar la rara unidad del principio, el Cristo total que se integra en la vida de la Trinidad, de modo que el marido y la mujer son sacramento final de la Encarnacion, del desposorio de Cristo con la Humanidad, y de la Vida Intima de la Trinidad.
Parece que no es sólo no mirar a la secretaria.
Por eso, el foco atencional del cristiano no es la evitacion del pecado, sino la perfección ("Sed perfectos como perfecto es vuestro Padre" - y no es la "perfeccion" neurotica sin consumativa de las virtudes). Lo que no quita que para levantar un espléndido edificio (creo que me estoy repitiendo) haya primero que tirar unos buenos cimientos.
Renuncio a intentar que me trates siquiera con una pizca de consideracíón,a que leas el qué y el cómo de tus adversarios. Bueno, hablo de mí, en particular. Si el cuento del discípulo y los monos que propone gallizo lo hubiera contado yo, no quiero ni pensar de qué me estarías acusando.
Todo se reducía a que algunos opinamos que cuando se viven las cosas con más naturalidad, las acechanzas no es que desaparezcan por arte de magia, pero son bastante menos acechanzas. Poco más.
Gallizo, lo mío no es un apólogo, lo que voy a contarte es real. Cuando yo tenía 7 años, una monja nos decía: "Niñas, vamos a recogernos; para hacer oración es imprescindible estar recogidas. No escuchéis el alboroto del recreo de las mayores. No escuchéis el barullo del tráfico con ruidos de claxon, motores... No prestéis atención a las distracciones que os vengan a la cabeza: a qué vais a jugar al llegar a casa, qué echarán esta noche en la tele.... La oración requiere recogimiento y que no nos distraigamos con nada de eso".
Bueno, no hace falta que siga, ¿verdad? Yo, muy compungida, pedía a Dios perdón una y otra vez sintiéndome muy culpable de no poderme "recoger". A los 7 años creía que la culpa era mía y que debía seguir intentado denodadamanete "recogerme". Lo de los monos es un cuento. Esto es real.
Creo que no he logrado hacerme entender (mal mio, no se preocupen) que este combate es cuesta arriba especialmente para algunos, no para todos. La verdadera obsesión con el sexo esta alla afuera puesta en vallas, anuncios, mupis, autobuses, tele, radio, conversaciones, etc. etc.
¿ A algunos les afecta mas que a otros? por supuesto, hay quien siempre se ha tomado dos cervezas y nunca se hizo alcohólico, el que nunca se tomo ninguna en 100 años de vida y nunca le hizo falta y existen otros que se tomaron una y empezaron el camino que les destruyo la vida y la de su familia. Pues bien la existencia de los unos y los otros no niega o disminuye la posibilidad de que exista el otro grupo. ¿Cual es mayoritario? pues no lo se, se que escribi lo que escribi para los que tendemos hacia caer.
A todo lo dicho, ¿qué razons de índole antropológico, psicolóogico, humano...puedes aportar para asegurar al 100% que todos los seres humanos son capaces de realizar tu propuesta?.
¿Dónde queda la diferencia?. ¿Es bueno tal grado de uniformización, enmascarado en la perfección?.
¿Además lo perfecto no está inextricablemente unido a lo natural? ¿Cómo una naturaleza desigual en su origen puede traer una perfección igualitaria?
1) en la línea de los monos de Gallizo, creo que hay que remarcar (sin necesidad de despliegues al estilo el Kama Sutra cristiano de un fraile un tanto impudico)que la sexualidad conyugal, más que en evitar la infidelidad, debe concentrarse en la integración de la vida sexual, aceptada con toda su realidad carnal,sus goces y sus sacrificios, en la vida de desarrollo espiritual de los cónyuges.
2) no me resigno a considerarte (nos)algo similar a un acoholico recuperado. El sexo no se puede dejar abandonado como la cerveza en la tienda. Al sexo lo llevamos puesto. El sexo, y no es una novedad decirlo en un mundo pansexualista, tiene una importancia tremenda en la vida humana. De la sabia respuesta a esta inclinacion de la naturaleza que nos parte, literalmente, al medio, sea en la vida más perfecta de virginidad, sea en la vida de casado, depende todo el edificio de la vida moral y espiritual del hombre y de la mujer. "Sub specie cimientos", repito por tercera vez.
Pues a eso nos referimos los que no es que pretendamos ponernos de ejemplo de virtud (eso, como te he msotardo arriba, lo hacen otros). Ni siquiera dije en ningún momento que mi matrimonio fuera SIEMPRE un camino de rosas, ni que SIEMPRE hayamos sido virtuosísimos ambos. Tampoco he dicho lo contrario. Sencillamente, no he hablado de eso.
Mostraba el punto de vista de quienes nos hemos librado de los malos métodos obsesionantes de mi maestra de oración, y de métodos similares para educar en virtudes,que ya vemos qué resultados dan.
Es realizar el Sacramento del espíritu y de la carne, el Misterio de Cristo y de la Humanidad, la Union esponsal entre Cristo y la Iglesia, fundada en el Amor de la Trinidad, imitando sus principios de vida y sus operaciones. Es engendrar hijos de carne para la Vida de los dioses.Es, partiendo de la carne aceptada en toda su profundidad, llegar hasta la gloria consumativa del cuerpo y del espíritu.
Eso es el matrimonio cristiano, aunque es difícil que lo digan en los cursillos premat
no se en que punto de la exposición de lo que pienso y vivo le he nombrado o citado textualmente a usted. En todo caso si algo de lo que he escrito le ha podido molestar le pido disculpas no era mi intención.
Mucho menos juzgarle o juzgar SU experiencia que para mi quisiera de 30 años de fidelidad y felicidad con mi esposa.
Sólo pretendí apoyar a Christian y su post que me parece magnífico ya que puedo decir que en buena medida he compartido esa experiencia de sufrimiento y pecado como ya he explicado en este blog en ocasiones anteriores.
Pretendía al contrario de lo que he conseguido expresar un tono conciliador pidiendo que a nadie se le de "ocasión de pecado".
Nuevamente disculpe si le he molestado. Nadie menos indicado que yo para dar consejos desde luego.
Por un error humano, se han perdido los posts de todos los blogs, desde el 19 de mayo.
POco a poco intentaré recuperarlos (como éste), junto con los comentarios, pero la cosa irá lenta. Como decía en un correo electrónico hace un momento, seguiremos adelante, un poco más humildes, y acordándonos de que los planes de Dios no siempre coinciden con los nuestros
Supongo que los seis comentarios anteriores, que no tienen que ver con el post, tendrán algo que ver con el problema general.
Bruno
Paciencia.
Un saludo.
PS:¿Sísifo tenía un blog?
Tu pregunta es la lógica en alguien que no es cristiano: "¿qué razons de índole antropológico, psicolóogico, humano...puedes aportar para asegurar al 100% que todos los seres humanos son capaces de realizar tu propuesta?. [...] ¿Cómo una naturaleza desigual en su origen puede traer una perfección igualitaria?"
La solución, desde el punto de vista católico, está en que, en buena parte, tienes razón. No todos los seres humanos son capaces de vivir la fidelidad, por mil razones de tipo práctico, circunstancial, de madurez, de presión social, de dificultades de convivencia, de vicios contraídos, de debilidad especial, de falta de criterio, etc.
Sin embargo, los cristianos no contamos sólo con esas circunstancias de la naturaleza, que en unos casos pueden ser favorables y en otras adversas, sino también con la participación de Dios en el matrimonio, por eso el matrimonio católico es un sacramento. La gracia de Dios puede sanar la naturaleza y llevarla más allá de sí misma.
Por eso, cuando uno ve un matrimonio cristiano formado por gente naturalmente madura y buena(al estilo de Gallizo), no se sorprende y, para ver la acción de Dios es necesario conocerles a fondo. En cambio, cuando uno ve que la gracia de Dios reconstruye una familia destruida y para la que, humanamente, no habría solución, la acción de Dios está clarísima. Y uno piensa, si Dios ha actuado en ellos, ¿por qué no en mí?
Un saludo.
La libertad, que paso de calificar de sexual, permite que cada uno viva acorde a su estado.
Las pulsiones sexuales varían según que individuos, los hay que pueden ser castos durante 100 años y otros no se aguantan ni un par de minutos.
La obsesión igualitarista del XTNO lleva a considerar a todos los sujetos sociales como aptos para la fidelidad conyugal por medio de la gracia, ¡he aquí el problema: el no aceptar la diferencia!. No aceptamos la desigualdad natural existente entre los seres humanos.
El Cristianismo y el Liberalismo (que no es más que un cristianismo secularizado al servicio del totalitarismo igualitario) establecen como premisa absoluta: la igualdad universal exigiendo unos una castidad y otros el desenfreno. Olvidándose que hay individuos que tienden naturalmente al celibato y otros a la actividad sexual periódica.
A la larga los dos sistemas lo que hacen es esclavizar al hombre en un estado que no es el suyo llevandole a la infelicidad.
En la sociedad tradicional reinaba la hipocresía y el doble lenguaje, actualmente impera el vacío existencial.
Pues sí, paciencia. Tenía un comentario para usted a medias, pero ahora tardaré un poquito más, mientras arreglo el desaguisado.
Luis:
No está mal como título de un blog: "Σίσυφος y la piedrecita"
Pese a eso sigue el problema, ¿realmente la gracia vence la diferencia intríseca a la naturaleza humana?.
El problema del XTMO es que parte de una premisa falsa: el igualitarismo.
Teniendo en cuenta que la gracia de Dios nos resucitará a todos, como a Cristo, creo que puede vencer las dificultades particulares que puedan tener unos u otros para vivir la fidelidad.
Eso te lo he dicho teóricamente. En la práctica, yo lo he visto. He visto a hombres debilísimos, incapaces por sus fuerzas de ser fieles a sus esposas y, además, en circunstancias que dificultaban muchísimo esa fidelidad... y que, con la gracia de Dios, han mantenido la fidelidad mientras que otros mucho más fuertes, razonables y convencidos tiraban por el camino fácil.
Dios lo puede todo y no quiere que nos conformemos con "felicidades de segunda", sino que nos llama a la santidad, a imagen de Cristo.
Saludos.
Tengo que decir que sus comentarios me han parecido especialmente interesantes (espero que podamos recuperarlos). Hay una primera cosa que me gustaría aclarar. A los cristianos no nos molesta en absoluto ni nos parece extraño su ejemplo de pareja que ha vivido la fidelidad y el amor humano durante muchos años sin creer en Dios (por cierto, felicidades por todos esos años juntos). Al contrario, ver ese deseo de fidelidad y de amor en personas de todas las culturas y de todos los países es, para nosotros, un signo de la acción de Dios al crear al ser humano.
El deseo de fidelidad y del matrimonio es algo que Dios ha puesto en nuestros corazones, de manera que no hace falta la fe para sentirlo. Recuerdo que, cuando me casé, en la bendición a los esposos se dijo:
Oh, Dios, que con tu poder creaste todo de la nada,
y, desde el comienzo de la creación,
hiciste al hombre a tu imagen
y le diste la ayuda inseparable de la mujer,
de modo que ya no fuesen dos, sino una sola carne,
enseñándonos que nunca será lícito separar
lo que quisiste fuera una sola cosa.
[...]
Oh Dios, que unes la mujer al varón
y otorgas a esta unión,
establecida desde el principio,
aquella bendición que nunca fue abolida
ni por la pena del pecado original,
ni por el castigo del diluvio.
El amor humano y natural es un regalo de Dios para todos los hombres y no sólo para los cristianos. Este regalo subraya que el hombre y la mujer, en su amor y entrega mutuos, son imagen del Dios trinitario. Es decir, Gallizo, su amor por su mujer a mí me recuerda al amor eterno de la Trinidad y, cuanto más se quieran, más me lo recordarán.
El matrimonio cristiano, por otra parte, es para cristianos. Es decir, presupone la fe (por eso, sería absurdo que usted se casara por la Iglesia). Y, como la fe, lo que hace el matrimonio cristiano no es ir en contra de la naturaleza, sino perfeccionarla, llevarla más allá de sí misma. El matrimonio cristiano no es algo contrario al amor natural de hombre y mujer, sino que sana ese amor en lo que tiene de débil y de enfermo y lo lleva más allá de lo que humanamente se podría esperar.
Ahora, en cuanto tenga tiempo, le haré un par de preguntas a cuestiones que me intrigan (intentando no ser indiscreto). Un saludo.
Como puede suponer, no me refería a los cristianos en general
ni a todos los participantes del blog, se trataba más bien
de una reflexión en "voz alta" de la sensación que me habían
producido algunos de los comentarios, aunque no descarto
una mala interpretación por mi parte.
Usted pregunte, alguien dijo que no hay preguntas indiscretas,
hay respuestas indiscretas ;-)))
Un saludo.
Lo de Gallizo tiene mejor cara, pero a ver qué contesta a las preguntas indiscretas, porque a lo mejor es igual de deprimente.
En principio alguien que mantiene su pareja sin presiones del tipo "No, que es pecado, que si no, sería infiel ya mismo" tiene mis preferencias sobre todos los fieles a la fuerza.
Josafat tiene razón en que hay distintas disposiciones según la idiosincrasia de cada cual, pero en mi opinión el que no se sienta constitucionalmente monógamo y leal, que no diga eso de te amaré para siempre sabiendo que es una mentira como un castillo.
La verdad ante todo. Si hace falta con divorcio incluido, porque la cadena perpetua no es mi idea de una relación. Si creo en el amor para siempre, creo y si no, pues no. Hipocresías las justas.
La primera cosa que me intriga es lo que decía: "al igual que mi mujer (pueden poner pareja los que se sientan más cómodos)".
Entiendo según ese comentario que no están casados por lo civil y, la verdad, me llama la atención.
Según yo lo entiendo, el matrimonio por lo civil no es más que anunciar públicamente ante la comunidad/sociedad en la que se vive que esa pareja ha decidido vivir como pareja, formar una familia y guardarse fidelidad. Sin embargo, ustedes no hacen ese anuncio solemne a pesar de considerarse marido y mujer y no esconder este hecho. No logro entenderlo. ¿Por qué? En cierto modo, es equivalente a no querer que la sociedad reconozca el hecho de que su mujer y usted son pareja.
Existiendo el divorcio y muchas facilidades para casarse por lo civil, no veo qué razón puede haber para que una pareja con deseo de fidelidad y estabilidad como la suya no quiera dar una dimensión social (y no sólo personal) a su amor. A fin de cuentas, los seres humanos somos seres sociales.
Por supuesto, no conteste si no quiere. Me llama la atención porque he visto a otras parejas hacer lo mismo pero nunca he tenido oportunidad o confianza suficiente para preguntar el porqué.
Un saludo.
Porque la realidad es que no creo que ningún ser humano se case pensando que puede caer en ese pecado, y de hecho esa posibilidad es clara y existe desde el momento que al menos en la biblia es uno de los temas de los que mas claro se habla y no hay mucho lugar a "interpretaciones" caprichosas.
Quiero decir que la posibilidad existe y no por eso dejas de casarte, es como conducir, las posibilidades de sufrir un accidente grave son altas, pero nadie deja de conducir por eso (aunque han de haber por alli algunos que si :P ) y tampoco nadie se pone a manejar cada dia pensando que va a chocar.
Si esto fuera de solidez moral y autosuficiencia (al menos entre creyentes) ¿para que necesitamos la gracia?
Ahora no se si alcanzaste a leer todos los temas antes de que nos hicieran el "borron y cuenta nueva" jajjaaj pero creo que no todos tienen esa debilidad hacia eso, asi como no todos nos hacemos alcoholicos, drogadictos o tampoco soberbios y egoistas.
Gallizo, allí por los comentarios ya recuperados le contesté algo sobre la interesante parábola de los monos. Creo que es el núcleo de la moral cristiana positiva, y asimila su crítica. El cristianismo ni es (mera) moral ni la moral cristiana gira en torno del pecado. Saludos.
8 PRECAUCIONES PARA PROTEGER TU MATRIMONIO DE LA INFIDELIDAD
Precaución 1: Elige sabiamente. Evita pasar tiempo innecesario con alguien del sexo opuesto.
Por ejemplo, si buscas un entrenador personal en el gimnasio, elige mejor a alguien del mismo sexo que tú.
Precaución 2: Comparte sabiamente. Si un día te das cuenta de que estás compartiendo con alguien secretos e intimidades sobre ti y tu matrimonio que no ha compartido con tu esposo o que no lo haría, eso es una señal de alerta.
Un lío emocional con alguien, incluso si no llega a ser sexual, también puede hacer mucho daño a la relación.
Precaución 3: Procura estar en sitios públicos. Haz el propósito de no citarte a solas con alguien del otro sexo.
Si un compañero te invita a comer o a que le acompañes. haz que venga una tercera persona. No titubees en explicarle, si hace falta, que así lo has acordado con tu cónyuge. Puede servir para dar ejemplo.
Precaución 4: No seas inocente. La mayor parte de la gente que termina teniendo un lío no quería tenerlo.
La infidelidad empieza como una relación inocente que termina alcanzando una profundidad emocional que cruza la línea de la fidelidad.
Precaución 5: Aumenta tu inversión en hogar. Los matrimonios fuertes se consiguen pasando tiempo juntos, riendo juntos, jugando juntos.
Si no tienes citas con tu pareja, planea ya citas para los meses que vienen y haz que pasar tiempo juntos sea una prioridad.
Precaución 6: Presta atención a lo que piensas. Si todo el día estás pensando en los fallos de tu cónyuge, si el tiempo que dedicas a pensar en él o ella se centra en defectos y reproches, es fácil que cualquier otra persona pueda parecerte mejor y te atraiga.
Haz una lista por escrito de los puntos fuertes que inicialmente te atrajeron de tu pareja. Aumenta el animar y apoyar y disminuye las críticas.
Precaución 7: No juegues a comparar.
Todos tenemos malas costumbres, manías y errores. Es muy tramposo comparar a tu esposa o esposo con un nuevo conocido, porque al recién llegado no lo estamos viendo en el mundo real, en el mundo de compartir techo, cuidar niños a las tres de la mañana, cuadrar cuentas, etc...
Precaución 8: Busca ayuda. Buscar ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad.
Busca ayuda quien está dispuesta a presentar batalla, es un primer paso de fuerza. Un terapeuta familiar cristiano, un buen consejero, etc... te darán una perspectiva serena, valiosa, para establecer nuevas estrategias para proteger o defender o reconstruir tu matrimonio.
Los soberbios llevan de la mano la codicia, la vanidad, la lujuria, el egoismo, ¿si los juntas todos que obtienes? el ADULTERIO, la concentración en puro de todos esos males.
Intentaré contestarle. Mi mujer se casó y está divorciada ( su matrimonio no llegó a los dos años ), yo nunca me he casado ( aunque estuve viviendo en pareja anteriormente, por cierto cometí un error en mi primer mensaje, con mi actual pareja llevamos más de 19 años de convivencia, así que son casi 20 y no casi 30; con mi anterior pareja conviví cerca de 10 ), hecha la aclaración, prosigo.
No tenemos hijos y ambos tenemos redactados testamentos con nuestras voluntades. No vemos ningún motivo para "apuntarnos" al matrimonio civil, que no sea el formar parte de las estadísticas y tampoco necesitamos publicitar nuestra relación, quien nos importa ya la conoce.
No es una cuestión de facilidad, sino más bien de falta de necesidad. Entiendo el significado del matrimonio para un cristiano, pero el matrimonio civil en nuestra situación no tiene demasiada razón de ser.
Espero haber contestado a sus preguntas.
Un saludo.
Lo que me desconcierta son los comentarios como el de José Angel.
Ahí es donde veo una cierta "obsesión" por no pensar en los monos.
Un saludo.
Muchas gracias por su respuesta. No pretendía ser curioso ni empujarle a contar sus antecedentes. Me refería, simplemente, a la razón por la que no deseaban casarse por lo civil.
Entiendo, pues, que es un cierto "desencanto" con el matrimonio civil, que les parece que no sirve para nada. ¿No? Lo digo porque, aunque hay gente que lo niega, yo noto en general que, desde el punto de vista no cristiano, el matrimonio ha perdido prestigio e importancia. La gente lo ve como una molestia, una atadura o, simplemente, un "papel" intrascendente.
Otra cuestión serán las causas de esa devaluación social del matrimonio, pero creo que es indudable que se ha producido. Una compañera de trabajo que tuve decía, abiertamente, que ella se había casado (por lo civil) por los 15 días de vacaciones.
Un saludo.
Una que hace hincapié en la represión del pecado, en la lucha contra los defectos dominantes, contra el pecado, en la ascesis y en la casuística preventiva (tantos cms de tela sobre la rodilla, normas preventivas, etc). Busca formar la voluntad, el carácter, y concibe la vida moral como un atletismo moral. Llamémosla moral jesuítica o barroca, con mucha injusticia y simplificacion. Es la que han sufrido casi todos antes del Concilio. Era una moral incompleta, represiva, y en cierto modo, antropocentrica.
La otra es más antigua y clásica, y es la moral de la virtud. Sin negar la ascesis (muy por el contrario), se focaliza en la virtud,no en el pecado como norte de la atencion en la vida moral. Y no espera tanto de la voluntad sola, sino enfatiza la importancia de la gracia. No hace casuística, sino atiende a la intencion y al objeto de cada acto moral. Llamémosla moral tomista o dominica. Estaba bastante nublada antes del Concilio, aunque era bien tradicional.
Salvo la precaución 2, que no es una precaución, sino la obviedad de que algo va mal desde antes, las demás precauciones son tremendas. ¿Realmente una persona que tome ese tipo de "precauciones" no acabará cayendo incluso más fácilemnet q quienes no se preocupan de tomarlas? Es obvio que el miedo y la obsesión dominan a quienes se toman esas "precauciones". Añadamos 10 más, ó 20 ó 30 y seguirá cayendo.Los monos...
(gallizo: no es asunto mío y es usted una persona adulta y dueña de sí misma, pero, contar tantos detalles de su vida...aquí, en fin, por mi experiencia le digo que no acaba siendo buena idea)
Sin duda, el matrimonio cristiano es un caso totalmente distinto. Para los católicos, es totalmente diferente recibir y no recibir el sacramento del matrimonio. No tiene comparación posible una situación y otra.
Entiendo, sin embargo, que en el caso del matrimonio civil la diferencia no sea tan grande. Aun así, me da cierta pena que vaya desapareciendo el matrimonio civil. En mi opinión, una sociedad en la que el matrimonio (civil) se haya convertido en algo intrascendente y que no merezca la pena para las personas es una sociedad más pobre. Y una sociedad que no cuida de las familias como debiera.
Aquí en España no hemos seguido la costumbre laicista francesa, como hicisteis en Argentina, y, cuando uno se casa en la Iglesia, queda casado también por lo civil, sin necesidad de otra ceremonia.
He leido algo por encima y me ha "desdeprimido" leer a Yolanda. Lo de Gallizo no sé, pues los dos acertaron a la segunda, no a la primera, pero al menos la segunda oportunidad les valió.
Yo conozco a una pareja que llevan 14 años juntos sin haberse casado. El problema era que ella se hubiera casado por la Iglesia porque era creyente y él se hubiera casado por lo civil, porque no es católico ni le gusta la Iglesia Católica. Ella dijo que los papeles le importaban un rábano y que se daba por casada tal cual.
Y así siguen. Ni siquiera sé si su hijo de 12 años sabe que no están casados sus padres pues a todos los efectos es lo mismo y generalmente la gente no sabe que no están casados.
No creo que nadie tenga nada que objetar a varias cosas que ha dicho Jose Ángel como:
- "Aumenta tu inversión en hogar. Los matrimonios fuertes se consiguen pasando tiempo juntos, riendo juntos, jugando juntos". Buen consejo para todos, al margen del tema de la infidelidad.
- "Si todo el día estás pensando en los fallos de tu cónyuge, si el tiempo que dedicas a pensar en él o ella se centra en defectos y reproches, es fácil que cualquier otra persona pueda parecerte mejor y te atraiga" Creo que Cristhian ha dicho algo parecido. Es un claro signo de que algo va mal en la relación de esos esposos.
- "Todos tenemos malas costumbres, manías y errores. Es muy tramposo comparar a tu esposa o esposo con un nuevo conocido, porque al recién llegado no lo estamos viendo en el mundo real, en el mundo de compartir techo, cuidar niños a las tres de la mañana, cuadrar cuentas, etc." Más de uno que ha dejado a su mujer por otra (o por la "feliz" vida de soltero) ha comprobado luego que no era oro todo lo que relucía.
- "Busca ayuda. Buscar ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad". Muy buen consejo. Saludable humildad cristiana.
¿No te parece?
Me parece que cuando las cosas van mal, "invertir" en la familia, pasar más tiempo juntos, buscar ayuda... todo eso puede se porco realista. Parejas que van mal no resuleven la situación con un decálogo de libro de autoayuda. Son obviedades para cuando las cosas no van mal.
Y como precuaciones, lo del entrenador es penoso, en general las precauciones 1, 3 y 4 son terriblemente absurdas para quien no esté obsesionado... con monos.
Tener un marido "fiel" atado con grilletes al sofá del salón es uan conquista odiosa. Ni creo que a ningún hombre le gustase saber que su esposa le es "fiel" porque le ató los grilletes a la cocina.
¿No hemos quedado todos en estar de acuerdo en que la fidelidad no es sólo sexual? ¿Apartarme de un entrenador me hará dejar de soñar con él si me da la gana de hacerlo?
Esas son las únicas cuestiones polémicas. Pero como en tu blog empieza también a valer todo, pues resulta que YO no puedo decirlo y si lo digo, a mí sí se se puede descalificar.
La fidelidad de burbuja no es fidelidad.
¿No te parece?
Pero matizaría: a mí no me da sólo "cierta pena" que el matrimonio vaya desapareciendo como institución. A mí me da pánico. La familia es la base de la sociedad (¡qué topicazo, ¿verdad?! ... y, sin embargo, es una de esas evidencias que nuestra cultura hedonista y cortoplacista ha decidido olvidar); una sociedad sin matrimonios estables va hacia la catástrofe. No será una catástrofe apocalíptica, de un día para otro. Será -está siendo- un lento declive: descenso de la natalidad, inadecuada educación de los hijos (los niños que se crían con su padre y su madre casados entre sí tienen mejor salud, mejores resultados escolares, mayor equilibrio emocional ...: está documentado), mayor delincuencia juvenil, más embarazos y abortos juveniles, más alcoholismo y drogadicción (todas estas cosas se dan mucho más en los niños que no han sido educados en familias intactas) ... Al final, todo esto se traducirá en insostenibilidad económica (por pérdida de competitividad, hundimiento del sistema de pensiones, envejecimiento irreversible de la población ...).
Y todo lo anterior está relacionado con que cada vez menos gente se siente capaz de conseguir (ni siquiera de intentar) aquello tan reaccionario y rancio de "hasta que la muerte los separe" ...
Este curso he recibido clases particulares de italiano. Dos horas semanales, "en tête à tête" en la soledad del despacho. Encontré a principios de curso dos posibles profesores: una bella ventiañera y un tío con bigote. Escogí al bigotudo, aunque era un poco más caro. (Soy varón y casado, por si alguien no lo sabía).
¡Qué primitivo, autocastrante e inauténtico, ¿verdad Yolanda?! ¡Qué triste tener que recurrir a medidas tan zafias, ¿a que sí?!
No creas que es por eso. Entre las parejas no casadas que conozco las hay que sí piensan que estarán juntos hasta que la muerte los separe y tienen toda la pinta de conseguirlo.
Algunos se casan después de años de vivir juntos cuando se deciden a tener hijos, pero otros no. Tengo unos compañeros de trabajo que llevan más de quince años juntos y varios hijos y no se han casado porque no creen en la necesidad de contarle nada a la sociedad sobre su relación. Manías de la gente.
El problema que usted apunta, la intrascendencia, no sólo es para el matrimonio civil, es para muchas más cosas y bastante más importantes. La devaluación que cita usted es, sobre todo, de principios tanto en un lado como en el otro. Hay demasiada gente que se casa y que se dice creyente, por pura costumbre y tradición y otra tanta que no cree por pura estulticia.
Yolanda, no me preocupa en absoluto, peor que mi ateísmo no será ;-)))
Un cordial saludo.
De Royo Marín.
Por favor, abstenerse de comentarios despreciativos de esto, porque es simplemente genuina tradición espiritual católica y esto es un blog católico. Respeto pues a estas consideraciones.
No podría estar más de acuerdo. Los matrimonios en la Iglesia de gente que no cree y que no quiere el matrimonio cristiano, sino el escenario bonito, la solemnidad, contentar a una tía, etc. son una de las plagas de nuestro tiempo.
Es cierto que la devaluación del matrimonio ocurre en todos los ámbitos, religioso y civil. Sin embargo, observo una diferencia grande. Las personas sinceramente católicas y que viven como tales, dentro de su debilidad (y por este blog aparecen muchas), siguen apreciando inmensamente el matrimonio en la Iglesia, el sacramento, la gracia de Dios, etc. como cosas valiosísimas. En cambio, las personas sinceramente ateas o agnósticas, como puede ser usted, están desencantadas con el matrimonio civil y no lo ven como importante. Es una diferencia curiosa ¿no le parece?
Otra pregunta (en general, no ya en su caso concreto): ¿Qué piensa del matrimonio indisoluble? ¿Es bueno/malo/absurdo/una carga/contraproducente/deseable/sólo para algunos/irrelevante...?
Me intriga conocer su respuesta, la verdad.
Un saludo.
En tu caso, creo que yo haría lo mismo. Especialmente porque, probablemente, me apetecería hacer lo contrario.
Arantza:
Con respecto a lo que citabas de la inmodestia, una cosa que me sorprende de muchas mujeres es que no son conscientes de lo muchísimo que nos afecta a los hombres el vestuario de las mujeres (o la falta de él). Entiendo que se debe a que a las mujeres les afectan menos esas cosas, pero no deberían ser ingenuas con ello.
Un saludo.
Asun: en relación a lo que cuentas sobre las parejas progres que descartan casarse ... me temo que, en muchos casos, puede deberse a la reticencia a la "atadura" que el matrimonio pueda representar. Alergia al compromiso. Es lo trágico de nuestra sociedad: que la gente ya no se siente capaz de comprometerse para toda la vida.
También puede influir la aureola "rancia" que la institución tiene para la gente con mentalidad "progresista". ¿Casarse? ¡QUé cosa más anticuada! Mucha gente funciona con esteorotipos así de simplista.
Lo que me parece evidente es que vivimos en una cultura hostil al matrimonio. Todo conspira contra él. Desde el "ethos" sexual dominante a la publicidad; desde los mensajes subliminales de la prensa a los del cine; desde la Educación para la Ciudadanía a los programas de los partidos políticos; desde las leyes a las novelas ... En ninguno de esas instancias encontraremos una ponderación adecuada de la GRANDEZA del matrimonio y la familia. La familia no es protegida, ni ensalzada, ni prestigiada, ni promovida, ni financiada ...
No me burlo, pero me atosiga esa actitud. Yo jamás en la vida he necesitado ir por el mundo con miedo a todo.
Simplemente hay cosas que te sientan bien y cosas que te sientas mal y punto. Eso lo descubrirá cada un@.
Lo normal es que no sean "pecaminosos" los escaparates ni el trato superficial con nadie ni nada de nada, pero desde luego si a alguien le gusta demasiado alguien que no debería gustarle se pone tierra por medio y punto. Lo que no creo es que eso ocurra normalmente así que no tendría ningún problema en tener un profesor de italiano.
Pero supongo que es cierto que las mujeres no somos iguales.
En cuanto a lo de la ropa, lo malo es que en esta cuestión todo es relativo. Donde todo el mundo lleve burka resultará provocativa una mujer aunque lleve burka, por el mero hecho de ser mujer. Es el ojo del que mira. En donde todas las mujeres se cubran el pelo resultará provocativo que asome una mijita.
Así que todo es cuestión de costumbres.
Dicen los nudistas que no les provoca nada ver a otra persona desnuda porque les parece normal. Y les creo. Aunque me parece que el nudismo es incómodo, pero indecente no.
Respecto a su pregunta, no veo ningún sentido en el plantear la indisolubilidad del matrimonio desde obligaciones legales o de cualquier otro tipo. No me parece razonable ni lógico, obligar a la convivencia a quien no desea seguir conviviendo. El problema es por qué hay tanta gente que se plantea el divorcio o la separación o, lo que desde mi punto de vista es un error, continuar una relación vacía y muchas veces perversa. Para mi es fundamentalmente, y como ya he repetido, una cuestión de ignorancia. Se desconocen demasiadas cosas del otro ( no me refiero a "secretos" ) y lo que es mucho peor, hay poco interés en conocerlas.
Bruno, me tendrán que disculpar pero llevo levantado desde las 4 y empiezo a estar espeso, así que les dejo hasta mañana.
Un saludo.
Que duerma bien. Luego comento algo sobre lo que ha dicho, pero ya para que lo lea mañana.
Un saludo.
Asun, no te enojes, no estalles en denuestos, no me acuses de dieciséis cosas al mismo tiempo. Pero eso que has dicho no concuerda ni con la doctrina ni con la moral catolica ni con la praxis catolica.
El nudismo es una grave falta contra el pudor, more christiano (que la gente se acostumbre no exculpa; es acostumbrarse a una degradacion)
Creo que la @ está aquí de más. El problema es que, como reconoces más abajo, no se puede ignorar la diferencia de sexos. La sexualidad masculina (mucho más "animal" y desvinculable de los sentimientos) opera en forma muy distinta a la femenina. Creo que las mujeres que decís que "exageramos" con esto de la prevención frente al adulterio y la evitación de riesgos infravaloráis la voracidad del bicho que (desgraciadamente) los varones llevamos dentro. El trabajo que cuesta a veces mantenerlo a raya. Fíjate cómo en esto hilo casi todos los hombres hemos estado de acuerdo inmediatamente. Y no significa que no queramos mucho a nuestras esposas. No tiene nada que ver.
Luis: pues claro. ¿Quién es el imprudente que se va a exponer al dulce acento toscano, a una vaharada de perfume Versace [¿existe?], a una caída de pestañas, a una peligrosa aproximación de las cabezas sobre el libro? ¡Bigotes, dadme bigotes! :-).
Hubo uno que escribió aquello de "¡desdichado de mí!, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte!". Y lo del humillante "aguijón en la carne". Un tal Pablo. Debía ser un triste neurótico, "obsesionado con el sexto" ...
"Questi, qui mai da mei non fia diviso,
la bocca me bacció tutto tremante"
(Imagínese leer este pasaje con una italiana de veinte años; como para rezar el pésame "evitar todas las ocasiones próximas de pecado"):)
No dudo de que seamos diferentes, pero también exageráis, quizás porque os sentís en la obligación de ser muy machitos (bigotes, quiero bigotes...!) Afortunadamente el mundo está lleno de buenos amigos que no quieren bigotes pero tampoco "rollito".
Luis,
No creo que haya reglas sobre la cantidad de carne que es inmoral mostrar. Es relativo. Si se llevan los trajes por los pies, resultará provocativo que se te vea el tobillo. Si eres japonés encontrarás eróticos los pies, y si musulmán te parecerá una provocación la melena al viento. Si todo el mundo fuera desnudo a lo mejor lo provocativo sería taparse un poco de modo sofisticado para llamar la atención.
En todo caso, me parece incómodo no llevar ropa. Y como la gente normalmente la lleva, es posible que también fuera indecente no llevarla, pero sólo por eso. En relación a la costumbre, quien se ponga menos de lo normal, resultará provocativa, aunque no sea su intención.
Y no te voy a llamar nada pero déjame en paz.
Arantza,
Puedo comprender que ellos hablen así, pues como dice CCCP las mujeres somos diferentes. Pero de tu nombre deduzco que eres una mujer y no comprendo lo que dices de los escaparates y todo eso. Pienso que obsesionarse es lo peor que una persona puede hacer. La naturalidad es lo mejor.
Y por supuesto, y esto también se lo dedico a luis, si a alguien le parece indecente que nos pongamos traje de baño en la playa es su problema. Recuerdo cuando era pequeña que el bikini no le parecía decente a mi madre, ahora a nadie les parece mal. Son costumbres.
Y no se me ocurriría ir por la playa evitando mirar a la gente, por lo mismo que no me interesa lo más mínimo lo que lleve puesto la gente. Una va a nadar, leer a la sombra o pasear por la orilla. Quien vaya a otra cosa que se lo plantee él mismo. Lo digo porque un famoso cura que vivía en Cádiz y escribe famosos libros sobre como salvarse tenía la extraña idea de que al salir del agua teníamos que ponernos albornoces o camisetas o andapadres o qué sé yo.
Opino que la cantidad y tipo de ropa que se tiene que poner una persona es ni más ni menos que la que requiera para ella la situación, sin tener que pagar prenda por las obsesiones ajenas.
Que conste que el nudismo no es cristiano, e implica una degradacion cultural y antropológica. Lo digo porque no faltan los "evangelicos nudistas" y los "catolicos nudistas". Y a alguien se le ha ocurrido rezar o celebrar misa desnudo. La modernidad es el imperio del absurdo.
Pero adelante, ilustrad al personal sobre los centímetros de ropa reglamentarios según los cánones. No seré yo quien me opongoa.
Seré toda oídos para lo que digan unos y otros. Bueno, más bien ojos.
Buenas noches.
Y yo estoy lejos de "querer rollitos"; seguro que los quiero mucho menos que esos amigos tuyos tan puros (que habrá que ver dónde ponen los ojos cuando salen a la calle). Y no los tengo, te lo aseguro. Pero cualquier hombre que se proponga ser fiel sabe que no debe infravalorar la tentación de la carne. Sobre eso trataba esta entrada de Christian, con la que estoy muy de acuerdo. Y las mujeres que habéis salido diciendo que "exageramos" y "nos gusta hacernos los machitos" no habéis entendido cómo va el funcionamiento masculino.
¡San Pablo era un machito que sí que sabía!: "Porque yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien. POrque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero: eso hago. [...] Porque me deleito en la ley de Dios según el hombre interior; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado, que está en mis miembros. ¡Desgraciado de mí!, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?" (Rom. 7, 18.24).
I
Apoyado en los avances científico-técnicos y tras la frustración generada por los abusos y el inmovilismo de lo que podríamos llamar para entendernos “el orden antiguo”, la sociedad de hoy está inmersa en una vorágine por re-inventarlo todo, por reconstruir lo social sin referencias previas, en lo que todo vale o puede valer “a priori”, en la que no se aceptan límites ni naturales, ni sobrenaturales: El hombre es el único que decide según sus propios criterios y sus decisiones adquieren de entrada un punto de validez si son contrarias al orden anterior y, también, si se oponen a los límites naturales. Porque hoy el hombre no quiere que nada le sea impuesto ni por la Naturaleza, ni por ningún dios. Todo tiene que ser resultado de “su propia elección”. Así, cosas que han sido evidentes para generaciones anteriores, hoy son descalificadas de partida y todo requiere demostración partiendo desde cero, o incluso, desde posiciones radicalmente opuestas.
Una cosa sigue y seguirá siendo igual: todos buscamos la felicidad, el “paraíso”, y culpabilizamos a otros de nuestros propios fracasos, sean del tipo que fueren.
El modo de relación hombre-mujer, (se mire como se mire, lo más importante, quizá, para aproximarse o alejarse a esa felicidad deseada), es uno de los cuestionamientos de mayor calado, cuya “reconstrucción opcional” tendrá mayores consecuencias, porque afecta a los individuos para nacer, crecer, madurar, realizarse, transmitir la vida, envejecer y morir. Si uno se fija, nada hay en la vida de una persona que pueda afectarle tan de lleno durante tanto tiempo como la vivencia de su relación con la mujer o el hombre.
Pienso que los cristianos tenemos en esto un medio de evangelización fundamental, a través del testimonio del matrimonio cristiano, perfeccionado y libre de adherencias culturales limitadoras que se pueden superar.
Antes de nada, quiero indicar que tras haber leído todos los comentarios, debo hacer dos observaciones:
- La primera, que, sin dejar de reconocer el fondo de los argumentos referidos a evitar la ocasión del pecado de infidelidad conyugal, no acaba de gustarme una actitud que termina convirtiendo a la mujer en “tentación pecaminosa” para el varón, algo así como el “instrumento del demonio” para hacernos caer. Con esta visión, la relación hombre-mujer no se sitúa en el plano que yo deseo. Además, echarles a ellas la culpa de nuestra “respuesta biológica específica” no es justo. En los comentarios se ve que ellas no huyen de nosotros, todo lo más, aceptan nuestra huída.
Pienso, o quiero pensar, que la voluntad y la razón controlan y modulan los impulsos biológicos, cuando realmente queremos hacerlo. Alejarnos de las mujeres que no son nuestras esposas, sería, finalmente alejarlas a ellas de regreso a “sus labores”. Hay cosas que merecen el riesgo, por ejemplo, una intervención quirúrgica, aunque siempre habrá una posiblidad de fallo. Pues bien, creo que el posible riesgo de “la proximidad” está superado con creces por una relación igualitaria que nos enriquecerá a todos: a nosotros, a nuestros hijos y a nuestras hijas.
- La segunda, la esencia del matrimonio cristiano es el compromiso de amor para toda la vida, libremente contraído entre un hombre y una mujer, que ponen a Dios por testigo. Ahondaré en ello más adelante, pero esta esencia, (sin Dios de testigo y sin el calificativo cristiano), es compartida por muchos no-creyentes, como nos lo prueba Gallizo con su propio testimonio, (por cierto, Gallizo, nunca pensé que un gato pudiera estar afónico y coger faringitis… Tres pinchazos le han puesto).
Antes de nada, quiero indicar que tras haber leído todos los comentarios, debo hacer dos observaciones:
- La primera, que, sin dejar de reconocer el fondo de los argumentos referidos a evitar la ocasión del pecado de infidelidad conyugal, no acaba de gustarme una actitud que termina convirtiendo a la mujer en “tentación pecaminosa” para el varón, algo así como el “instrumento del demonio” para hacernos caer. Con esta visión, la relación hombre-mujer no se sitúa en el plano que yo deseo. Además, echarles a ellas la culpa de nuestra “respuesta biológica específica” no es justo. En los comentarios se ve que ellas no huyen de nosotros, todo lo más, aceptan nuestra huída.
Pienso, o quiero pensar, que la voluntad y la razón controlan y modulan los impulsos biológicos, cuando realmente queremos hacerlo. Alejarnos de las mujeres que no son nuestras esposas, sería, finalmente alejarlas a ellas de regreso a “sus labores”. Hay cosas que merecen el riesgo, por ejemplo, una intervención quirúrgica, aunque siempre habrá una posiblidad de fallo. Pues bien, creo que el posible riesgo de “la proximidad” está superado con creces por una relación igualitaria que nos enriquecerá a todos: a nosotros, a nuestros hijos y a nuestras hijas.
- La segunda, la esencia del matrimonio cristiano es el compromiso de amor para toda la vida, libremente contraído entre un hombre y una mujer, que ponen a Dios por testigo. Ahondaré en ello más adelante, pero esta esencia, (sin Dios de testigo y sin el calificativo cristiano), es compartida por muchos no-creyentes, como nos lo prueba Gallizo con su propio testimonio, (por cierto, Gallizo, nunca pensé que un gato pudiera estar afónico y coger faringitis… Tres pinchazos le han puesto).
Vaya por delante que no acepto esos fatalismos de que “mejor separados que llevarse mal juntos…” (algo sobrevenido de forma involuntaria como el que coge una enfermedad o al que le pilla un chaparrón sin paraguas), y otros similiares que, en realidad, no son más que justificaciones para romper el compromiso, (exluyo, por supuesto, cambios dramáticos de personalidad por adicciones o similares).
Cuando un hombre y una mujer libremente se unen en un matrimonio que se pretende cristiano, no pueden prometerse uno a otro que no enfermarán, que vivirán muchos años o pocos, porque son cosas que no dependen de sus voluntades. Pero sí pueden prometerse uno a otro el amor para toda la vida, porque esta clase de amor existe si uno quiere que exista y lucha por ello, si a diario revalida la elección del otro cuando le dijo:
“Yo, te tomo como legítima esposa, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en la alegría y en la trsiteza, durante todos los días de mi vida”. Esto sí que depende de mi voluntad, y puedo prometerlo y cumplirlo, si quiero.
Porque, (en el matrimonio cristiano), ”Jesús les contestó:¿No habéis leído aquello? Ya al principio el creador los hizo varón y hembra, y dijo: ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos un solo ser’. De modo que ya no son dos, sino un solo ser; luego lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.” Mt 19, 3-9.
“Bebe agua de tu aljibe, bebe a chorros de tu pozo;
No derrames por la calle tu manantial
Ni tus acequias por las plazas;
Sean para ti solo,
Sin repartirlas con extraños;
Sea bendita tu fuente,
Goza con la esposa de tu juventud;
Cierva querida, gacela hermosa,
Que siempre te embriaguen sus caricias
Y continuamente te deleite su amor.” Prov 5:15
Bruno, te pediría que abrieras una nueva sección a partir de este artículo. “Matrimonio cristiano”, por ejemplo, de modo que todos los artículos relacionados puedan encontrarse de un vistazo, e incluso releerse y completarse fácilmente. Eso es sencillo si están agrupados. Ya ves que es un tema que genera comentarios muy interesantes.
P.D. El testimonio es la mejor herramienta de evangelización. Alguien dijo que las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. Permitidme animaros a dar testimonio a favor de la Vida y en contra del aborto. Una iniciativa muy bonita es “Veladas-25”. Prácticamente se lleva a cabo en todas las ciudades españolas. Se trata de reunirse, durante una hora, delante del abortorio más cercano todos los 25 de cada mes, día elegido por la Iglesia como “Jornada por la Vida”. El lema no puede ser más bonito: “Bendito sea el fruto de tu vientre”. Podéis informaros en www.veladas25.org. Hoy ha sido 25.
Saludos.
Coincido con asun, lo peor del nudismo es su incomodidad, y añadiría alguna cuestión higiénica, por lo demás no me afecta, ni me gusta especialmente, ni me disgusta especialmente, creo, eso sí, que tiene su momento y su lugar.
Parece que hay un sector de intervinientes, hombres en su mayoría, que deben considerar que la amistad entre mujeres y hombres ( sobre todo si aquella es atractiva ) es una falacia y que si no evitamos la tentación acabaremos cayendo en ella. Bueno, también podríamos hacerlo extensivo a otras cosas, así me puedo sentir tentado por quien lleva un Rolex y acabar robándoselo, et..., pero si no entiendo que el problema es esencialmente mío, no sirve de nada que me quiera blindar contra las tentaciones, de nuevo aparecen los monos.
Algo distinto es que, siendo consciente de que el ser humano es como es, recomiende al dueñ@ del Rolex que no haga excesiva ostentación, por una cuestión de seguridad personal, pero ahí ya entra el sentido común de cada un@.
Winston, tuve una gata que tenía faringitis crónica, desde enana, y vivió 17 años. Que se mejore su felino :-)
Un saludo.
Pues nada, eso es debatir, claro.
creo que Gallizo da en el clavo de lo que yo entendí que dice Christian y que en general me parece que ha dicho bastante gente. Si ves que hay un problema reconócelo y ponte en guardia. No es bueno no luchar y dejarse arrastrar por el problema. Creo que mas de uno, empezando por el autor, ha dicho que el problema es un problema propio (aunque bastante común).
Retomo una idea que decía Josafat, decía que el problema de los cristianos es que igualamos a todo el mundo. ¿De su argumentación debo deducir que si soy una persona temperamental, y con un punto mas de agresividad innata que el resto de las personas, me puede permitir repartir sopapos a diestro y siniestro cada vez que tengo un mal día? ¿Si soy menos activo que otras personas y mas perezosín puedo ir a trabajar un día si y otro no cobrando lo mismo? Las personas son diferentes. Los cristianos cuando llegan a conocer su pecado lo saben mejor que nadie. Pero lo que esperamos de los demás, unos de otros, es bastante similar a pesar de nuestras diferencias. Personas diferentes buscan un mismo bien. Por eso me da lo mismo que alguien tenga mas ganitas que otro, eso no le da derecho a faltar a la caridad, a la justicia y a la fidelidad.
""Parece que hay un sector de intervinientes, hombres en su mayoría, que deben considerar que la amistad entre mujeres y hombres ( sobre todo si aquella es atractiva ) es una falacia y que si no evitamos la tentación acabaremos cayendo en ella"""
Pues no es eso lo peor, lo peor es que dan por sentado que la susodicha caería en sus brazos sin remedio. La monda. Qué idea de las mujeres (de sí mismos, allá ellos, pero manda h....)
Hay una cosa que tengo ganas de decir desde el principio y que afecta bastante a muchos de los aspectos que se comentan: el texto de Cristhian no es un texto sobre el matrimonio en general, sino sobre el tema del adulterio. Por eso no está centrado en aspectos positivos, ya que el adulterio es, en sí, un problema, un pecado, una degeneración del amor conyugal.
Sin duda, una consideracion del adulterio en profundidad tiene que estar enmarcada en una comprensión profunda y positiva del amor de los esposos, del sentido del matrimonio, de la convivencia conyugal, etc. En este caso, sin embargo, el texto original es mucho menos ambicioso y se limita a unos consejos prácticos sobre el tema del adulterio. Creo que ése es el contexto adecuado para considerarlos.
Un saludo.
Una precisión sobre la pregunta de ayer.
No me refería al marco legal del matrimonio (o sólo en un segundo plano). Me refería al compromiso solemne de la pareja de quererse, guardarse fidelidad y mantenerse como esposos hasta la muerte. En este sentido, ¿qué piensa del matrimonio indisoluble? ¿Es bueno/malo/absurdo/una carga/contraproducente/deseable/sólo para algunos/irrelevante...?
Me parece que esto es más interesante que lo del marco jurídico, ya que, a fin de cuentas, las leyes dependen poco de nosotros, pero nuestra conducta personal es responsabilidad nuestra.
Saludos.
1) Cuando se repiten los argumentos con menor elegancia que en su formulación original;
2) Cuando se trae a colación a Hitler, a propósito de la posición del adversario;
3) Cuando comienza a discutirse la posibilidad de mera amistad entre hombre y mujer;
(Por lo menos todavía no apareció Hitler)
En " ...cualquier otro tipo ", podríamos incluir las
creencias religiosas, las costumbres sociales, etc...
y también los principios morales de cada uno.
No creo que pueda aplicarse, al menos de forma general,
ninguno de los adjetivos que señala, cada caso particular
será probablemente distinto del resto.
El problema es que quizás se prometen cosas que no se podrán cumplir, y se prometen con demasiada "alegría" y sin conciencia
clara que lo que significa la promesa.
La convivencia, seguro que no le descubro nada nuevo, es
bastante complicada en todos los ámbitos y en el de la pareja
,o en el matrimonio, no es diferente.
Cuando mi coche tiene algo que no va, intento averiguar que
es lo que no funciona, si no lo consigo, o bien si aún conociendo
el problema, desconozco como solucionarlo lo llevo al mecánico.
Si este tampoco consigue solucionar el problema y si su gravedad
es tal que no me permite hacer un uso adecuado del vehículo
o bien compromete de modo importante la seguridad, no me
queda otro remedio que prescindir de él.
No sé si el ejemplo es demasiado acertado, pero seguro que
me ha entendido.
Un saludo.
Y menos mal que no lo usó nadie "retrogrado" del blog, y sí un hombre progresista, moderno y no creyente como Usted.
comentario, aclaro, para quien lo necesite, que el coche
es la relación, la convivencia, no la persona.
Un saludo.
Tu ejemplo es perfecto. A nadie se le ocurriría lo del cliché girls and cars sino al que hizo salir a Hitler algunos comentarios más arriba además de echar balones fuera. Ese que cuando ve la expresión "buenos amigos" (de cualquiera, no míos en particular) ve el cliché de los suyos y pretende echarle shampoo al prójimo cuando el que al parecer lo necesita es él.
Luis,
Ni veo películas antiguas, ni tengo amigos horteras, ni uso clichés.
CCCP,
Comprendo ese punto de vista.
Bruno,
Gracias por la indicación de que no estábamos hablando de los aspectos positivos del matrimonio, sino de la posibilidad de adulterio. No me había dado cuenta. Quizás sería bueno hablar de los aspectos positivos, como estaba haciendo Winston.
Me gustaría añadir un aspecto que creo no se ha tocado (algunos post los he leido deprisa..):
Si hablamos del adulterio cometido por el esposo: ¿Por qué un hombre busca en una extraña lo que podría encontrar en su propia casa?¿Es todo culpa suya?¿Ha fallado la mujer también en algo? A mi me parece uno de los quid de la cuestión.
De todas maneras habrás observado que el que se toma como suya la tarea de moderador-inquisidor del blog, ha decidido que el tema está agotado y tiene ganas de discutir.
Ya veremos como sigue la cuestión, lo que es por mí que se divierta persiguiendo sus monos mientras presume de lo que carece.
Que tu tocayo te lo aclare con sus sanos criterios morales.
Tu comentario me parece fuera de lugar.
Yo creo que un adulterio es, por supuesto, culpa del que lo comete. No lo estoy justificando. Estoy pensando en si ha existido una realidad en la relación de pareja que ha envenenado la relación, dando al esposo una "excusa" argumental.
Creo que es un grave error casarse con alguien que en vez de hablar las cosas se sale del guión. Como ya dijo antes Gallizo el principal problema es el desconocimiento del otro.
"Antes que te cases mira lo que haces" dice el saber popular.
Y lo de tu tocayo, también va en serio. Le encantará disertar sobre este nuevo aspecto de la cuestión.
Un saludo cordial. Nos vemos más tarde.
Gracias por la respuesta. Me confirma algo que siempre he pensado: que si no fuera católico no me habría casado "para siempre". Creo que vería el matrimonio hasta la muerte como algo bonito, ingenuo quizá, pero en cualquier caso inalcanzable en la práctica, ya que uno nunca sabe qué va a pasar en el futuro.
Es decir, si me he casado con un matrimonio indisoluble no es porque ingenuamente piense que "puedo con todo", sino porque me fío de Dios y sé que él lo hace posible. Así lo he visto en multitud de personas a mi alrededor, con matrimonios muy difíciles en algunos casos, pero que han podido continuar adelante con la ayuda de Dios.
Eso sí, reconociendo, por supuesto, que su relación con su mujer es algo estupendo y valioso y a pesar de que me resulta comprensible su postura, no puedo evitar pensar que se pierde algo fantástico. Una cosa que he visto muy clara por experiencia propia es que el matrimonio indisoluble permite entregarse verdaderamente del todo a la otra persona, sin reservarse nada, ni siquiera una "vía de escape" por si las cosas van mal. Creo que es estupendo poder decir: soy tuyo pase lo que pase y venga lo que venga, te lo merezcas o no. Y aún es mejor recibir ese amor, consciente de que uno no se lo merece en absoluto.
Saludos.
A veces, antes de un adulterio ha existido una esposa que ha postergado a su marido (por los hijos es lo más habitual); y el marido, que se niega a aceptar ese "ser el último", se autoconvence de sus argumentos razonables, y acaba cayendo en algo que sí destruye la relación conyugal.
Precisamente acabo de grabar un programa de un cuarto de hora para la radio sobre algunos aspectos del amor matrimonial. Se titula "aventuras matrimoniales". Como saldrá dentro de un mes, más o menos, ya os avisaré para que podáis escucharlo, si queréis.
Como nos enseño Cristo, la infidelidad no consiste simplemente en realizar el acto sexual fuera del matrimonio, sino que existe una "infidelidad del corazón" que normalmente precede a la otra. Y esa infidelidad del corazón puede ser de muchos tipos, tanto por parte del hombre como de la mujer: anteponer el trabajo a su familia, amores posesivos y obsesivos a los hijos, pornografía, etc.
Precisamente por lo unidas que están las vidas de los miembros de la familia, lo que cada uno hace afecta mucho a los demás, tanto para bien como, desgraciadamente, para mal. En ese sentido, todos los miembros de una familia tienen una misión de servicio a los demás, de crear el ambiente de cariño y confianza que debe tener esa familia y de "cargar cada uno con las cargas de los demás", como dice San Pablo.
Un saludo.
Bueno, me callo, que esto ya está degenerando. Y eso que aún no hemos llegado a la "reductio ad Hitlerum" ;-).
sincera que dos personas acepten de común acuerdo y que
les sirva a ambos, se la llame como se la llame.
Para usted Dios vendría a ser el mecánico de mi ejemplo.
Pero, ¿ que pasa si es el otr@ el que rompe el pacto ?,
¿ recuerda la frase de Eastwood ?," si quieres una garantía,
comprate una tostadora ". Por muy buenas y nobles que sean
las intenciones, no podemos descartar la posibilidad de que
nosotros o el otr@, cambie y llegados ese punto, tengamos
o no prevista esa "vía de escape" que usted menciona, la
realidad será la que sea y no la que nosotros elegiríamos,
así que tendremos que aceptar los hechos y respetar la
decisión del otr@ o que acepte la nuestra. No podemos, ni
debemos obligar a nadie, ni a nosotros mismos, a mantenerse
en una situación que ha llegado a su fin y que no tiene
posibilidad de generar otra cosa que no sea dolor y sufrimienbto.
Claro que el objetivo es que la relación dure lo más posible
o hasta la muerte si le parece mejor y no se trata de abandonar
a la primera de cambio, ni dejar de luchar cuando hay que
hacerlo, pero no se puede escapar de la realidad, ni pretender
que el otr@ la vea siempre como un@ la ve.
Vaya latazo que me ha salido de nuevo.
Un saludo.
la nuestra ", quería poner " decisión del otr@ y que acepte la nuestra ".
Rectifico, no comprendía su punto de vista, ahora sí lo complendo y lamento haber creido que se podía dialogar con usted.
Efectivamente los que presumen de machitos son como las juventudes hitlerianas, como tan agudamente ha sugerido su interlocutor, y nadie mejor que ustedes para saber de lo que carecen.
Sigan ustedes solos riéndose las gracias que nada me inducirá en adelante a llamarme a engaño respecto a sus intenciones dialogantes.
Gallizo,
Es con su punto de vista con el que más coincido. Si las personas hablaran de sus problemas e intentaran arreglarlos no tendrían por qué llegar al divorcio. Lo que pienso es que si está alguien dispuesto a engañar a su conyuge que ponga las cartas sobre la mesa y diga adiós muy buenas. Ya que ha traicionado el amor para siempre, al menos que tenga la dignidad de no traicionar la confianza y la lealtad. La verdad por delante.
Lo inadmisible es la hipocresía y la doble vida.
No tengo mucho más que decir sobre el asunto.
Bruno,
No dejes de avisarnos cuando pongas el programa en antena.
Hasta otra.
Y aunque Bruno me tache de obsesionada con la suegra, falta poner una guinda que extraña que nadie haya mencionado. El matrimonio es cosa de dos, de tres para los creyentes. La suegra, en cualquier caso, sobra. Muchos matrimonios se han ido a pique o han estado a punto de hacerlo por intromisiones no adúlteras pero sí por esas personas que no se enteran del "por esto abandonará el hombre a su padre y a su madre y vendrán a ser una sola carne".
Bruno:
"""no puedo evitar pensar que se pierde algo fantástico"""
Pues deberías intentar evitarlo. Yo estoy segura de que de no haber sido católica mi matrimonio habría sido exactamente igual de fantástico (odio ese adjetivo, pero en fin, es uno más). De hecho, para vosotros ni siquiera soy católica, se me ha dicho miles de veces en estos foros y se me ha situado directamente, no en la frontera, sino plenamente en el revuelto de los herejes.
Pero si soy católica o no, lo digo yo, no los inquisidores suplentes. Y si mi matrimonio es "fantástico" o no, lo digo yo también, y nadie más.
Y hay matrimonios católicos tan desastrosos que da vergüenza que se llamen matrimonio y católico. Y parejas y matrimonios no creyentes absolutamente admirables... y "fantásticos".
Esas soberbias...
He estado a punto de poner lo de la suegra. Hay esposos y esposas que no han terminado de cortar el cordón umbilical y eso les trae problemas sin cuento.
Me alegro de que tú hubieras tenido un matrimonio igual de fantástico si no hubieras sido católica, pero, desde luego, no es mi caso. Por eso entiendo perfectamente a Gallizo y no le critico en absoluto. Al contrario, su fidelidad y amor por su mujer me parece algo admirable y que ojalá estuviese más extendido.
Sin embargo, creo que es normal que me parezca que el matrimonio sacramental tiene muchas cosas buenas que la simple convivencia o el matrimonio civil no tienen. Si no fuera así, me habría ahorrado el ir a la iglesia para la boda, que las civiles solo duran 3 minutos.
En cuanto a si alguien es católico o no, creo que eso el único que lo sabe con seguridad es Jesucristo. Por aquí abajo, lo más que podemos dilucidar es si una opinión o una forma de actuar se ajustan o no a la doctrina católica.
Un saludo.
Sí, Bruno, entiendo que el artículo no plantea en sí mismo un análisis del matrimonio en profundidad. Pero, salvo que la discusión sobre el adulterio se quiera reducir al “chascarrillo” o al chiste fácil necesariamente el debate se dirigirá espontáneamente al o los modelos de matrimonio, porque modelos diferentes también tienen conceptos diferentes del adulterio. Tan radical es la diferencia, que desde el modelo cristiano, un casado que abandona a su cónyuge y se une a otra persona, es adúltero e induce al adulterio a su esposa/o, mientras que para otros modelos, un casdo que hace eso se llama divorciado y ha ejercido un derecho que nace de su libertad.
Muchas gracias por su respuesta. Estoy dudando entre dos posibilidades:
- Contestarle directamente (Desventaja: la explicación tiene que ser muy breve).
- Contestarle con un post entero (Ventaja: explicación más sosegada de un tema interesantísimo; Desventaja: retraso todos los que tengo en lista de espera y, a veces, prometo contestar pero nunca termino de hacerlo).
Lo voy a pensar y ahora le digo algo.
En fin. Os dejo algo que copio del artículo del P. Iraburu que tenemos hoy en la cabecera de infocatólica para subir el nivel.
"Vengan y comparen, hagan el favor. A ver dónde encuentran ustedes más alegría, en un matrimonio cristiano, que anda por los caminos del Evangelio, o en el que vive según el mundo. Díganme dónde hallan la verdadera alegría, en un sacerdote o religioso que vive solo para la gloria de Dios y la santificación de los hermanos, o en otro que vive «abandonado a los deseos de su corazón» (Sal 80,13; Rm 1,24); en unos jóvenes que, gracias a Cristo, están sanos de cuerpo y alma, o en tantos otros que «están muertos por sus delitos y pecados» (Ef 2,1). Es que no hay comparación.
Quedamos en que el paganismo es triste y el cristianismo alegre (I), y que la alegría cristiana debe ser guardada y acrecentada constantemente por la oración y el empeño ascético espiritual (II). "
Pues eso. Que no hay felicidad más plena que vivir el matrimonio en Cristo.
Pues eso.
Tres cosas:
- A lo de la sección de familia: Aceptado. Hay un problema con el software del nuevo portal y no puedo crear ahora la categoría, pero estoy dando la lata para que me lo arreglen.
- Sobre lo de las veladas 25, ¿podrías escribir tú algo sobre ello y enviármelo, especialmente contando tu experiencia si has estado en alguna? Lo publicamos y puede servir para darlas a conocer y también para hablar de estos temas.
- Sobre lo de la idea de "mejor separados que llevarse mal juntos" está implícito en la respuesta que le debo a Gallizo y, si hago un post sobre ello, se puede tratar el tema con calma.
Un saludo.
Vivimos una sociedad hipócrita que riza el rizo condenando como maltrato una bofetada a un hijo de 9 años en actitud rebelde y provocativa, y sin embargo considera un derecho de los padres el maltrato sicológico que supone romper el hogar.
Y no vale eso de que mejor que los vea separados que juntos peleando, porque lo mejor es verlos juntos y sin pelearse, como hicieron durante tantos años, como hicieron cuando lo engendraron.
Saludos.
Agradecería que las cosas se pudieran discutir en el plano de las ideas, y no de las descalificaciones y desprecios personales. No aporta nada y a mí no me sobra el tiempo para perderlo así. En fin, culpa mía por entrar al trapo.
Falso: sí lo has dicho. Y eres tú la que se mete en lo personal. De hecho, en tu respuesta has vuelto al tema. Ignórame y será más fácil para ambas.
""En fin, culpa mía por entrar al trapo"": lo más sensato que has dicho.
Envié mi último comentario y salí deprisa. Veo ahora que se cruzó con una respuesta tuya con 3 puntos:
1. Magnífico: habrá sección familia.
2. Explicación del Testimonio en contra del aborto en Veladas25: Encantado.
3. Quedamos, pues, a la espera de ese artículo, al que, si me permites, le pongo ya una introducción:
“Soy aficionado al esquí. Un día, no recuerdo en qué estación, disfrutábamos deslizándonos rodeados de nieve, de aire limpio y de montaña. No sé bien porqué, pero estaba solo en la entrada de un remonte. Había gente y colas y las sillas subían llenas. Era un telesilla de 3 plazas. Una joven y uno menos joven ocupaban dos puertas contiguas y yo me coloqué en la tercera. A nuestro turno se abrieron, avanzamos y ocupamos los tres asientos en el mismo orden en que estábamos.
El remonte era lento y los minutos pasaban. Yo estaba absorto en mis pensamientos y en la contemplación de la nieve y de los esquiadores: Como en todas las cosas de la vida, ¡Qué gran habilidad tienen algunos! Y también, ¡Qué gran tesón tienen otros y cómo se enfrentan al miedo!
La silla seguía subiendo. Yo no había prestado atención a mis compañeros de viaje, pero su conversación iba subiendo de volumen, mezclada con risas, de modo que no les importaba hacerme conocedor de lo que hablaban entre ellos.
Así, me enteré que la joven era una alumna de un cursillo de esquí, con poco más de 20 años y el hombre, el monitor de su grupo, con casi 30. La noche anterior, el grupo había estado de fiesta en algún sitio y les acompañaron el monitor y su novia. Hablaban de la fiesta y pasaron a hablar de novios. La chica también tenía novio. Ante las preguntas de ella, el monitor le contó que su novia y él tenían intención de casarse en ese año. Ella dejó de reirse abiertamente aunque su cara seguía adornada con una sonrisa. Con la voz más calmada dijo:
- Yo no me voy a casar. Mi novio y yo no nos casaremos….
- ¿Por qué? –Preguntó el monitor con extrañeza o asombro por lo rotundo de esa afirmación.
- En serio, no me voy a casar. Total, para separarme el año que viene… para eso no me caso.
La silla llegó a su destino y nos separamos.”
Saludos.
Mi felino está ya recuperado. En la visita al veterinario, lo coloqué en la mesa de observación y una ayudante me tomaba, bueno le tomaba a él, sus datos.
- ¿Cómo se llama?
- Gato, -contesté.
- Sí, el gato, ¿cómo se llama?
- Pues eso, Gato.
Se me quedó mirando fíjamente. Me imaginaba lo que estaba pensando sobre mi capacidad de nombrar felinos, y finalmente escribió en su papel, supongo que Gato.
La verdad es que yo fui muy prudente, porque hace más o menos un año, cuando encontré a Gato y lo llevé a vacunar, me hicieron una cartilla y al llegar de vuelta a casa leí que ponía:
Nombre del can: Gato.
Bueno, como ya está bien, continuaremos con sus clases de “hermanamiento” con la rata, un hámster que encontró mi hija en el jardín.
Saludos a Vd y a su gato.
«1607. Según la fe, este desorden que constatamos dolorosamente, no se origina en la naturaleza del hombre y de la mujer, ni en la naturaleza de sus relaciones, sino en el pecado. El primer pecado [el pecado original], ruptura con Dios, tiene como consecuencia primera la ruptura de la comunión original entre el hombre y la mujer. Sus relaciones quedan distorsionadas por agravios recíprocos (Gén 3,12), su atractivo mutuo, don propio del Creador (2,22), se cambia en relaciones de dominio y de concupiscencia (3,16); la hermosa vocación del hombre y de la mujer de ser fecundos, de multiplicarse y someter la tierra (1,28) queda sometida a los dolores del parto y los esfuerzos de ganar el pan (3,16-19).
«1608. Sin embargo, el orden de la Creación subsiste, aunque gravemente perturbado. Para sanar las heridas del pecado, el hombre y la mujer necesitan la ayuda de la gracia que Dios, en su misericordia infinita, jamás les ha negado (Gén 3,21). Sin esta ayuda, el hombre y la mujer no pueden llegar a realizar la unión de sus vidas en orden a la cual Dios los creó "al comienzo"».
Creo que ya que este tema es tan importante, no nos viene mal la claridad de la sana doctrina de la Iglesia Católica en este tema. Y a Christian, pues gracias por traer este tema tan vital para nuestras vidas, y de sugerir aplicaciones prácticas y de total sentido común de cómo debe vivir un cristiano para no poner en riesgo el don tan preciado de su matrimonio.
Veamos si lo he entendido. ¿ Si mi relación funciona, es
por que Dios me concede su gracia y si no funciona es porque
no soy creyente ?
Un saludo.
El problema es que no sabemos a quien Dios da la gracia. Ni siquiera sabemos si estamos o no en gracia. Es posible que Usted lo esté. Si no, como decía Santa Juana, Dios nos la de a ambos.
Así cualquiera, pero en mi poquer no valen los comodines y
llegar a una Royal Flush es muy poco probable.
Un saludo y perdone la metáfora.
Me ha encantado lo de "Nombre del can: Gato". Me he reído muy a gusto.
Espero lo de las veladas.
Saludos,
Bruno
Mi parroco, que es un hombre de oracion y entregado totalmente a su ministerio, que promueve incansable la adoracion eucaristica, la devocion a la Divina Misericordia y lo carismatico, !al mismo tiempo apoya y recomienda las anulaciones! Hace 6 meses una pareja se "caso" por lo civil pq ella estaba aun casada por la iglesia, y cuando me queje este parroco !se puso de parte de ellos! Cuando oi en una clase de adolescentes que si el matrimonio no funcionaba podian anularlo, fui y le pregunte que cuando iba a predicar "indisolubilidad"; me dijo que me fuera.
No lo ha entendido del todo. Desde el punto de vista católico, si su relación funciona es por que Dios le ha dado una naturaleza que busca el bien y el amor y le apoya con su gracia, pero también porque usted colabora con Dios (aunque sólo lo conozca como verdad, bien, amor, justicia, etc. y no personalmente), decidiéndose en cada momento por amar a su mujer, no poniendo otras cosas por encima de ella, no cediendo al egoísmo, etc. En cambio, para meter la pata, se basta usted solito (igual que yo).
De todas formas, esto no es algo extraño, sino que nos encontramos situaciones similares (en su ámbito) todos los días. Por ejemplo, cuando se compra un reproductor de DVD, si después de instalarlo funciona es porque usted ha seguido libre y correctamente las instrucciones que venían con el DVD (supuesto que estén bien traducidas, claro). En cambio, cuando la cosa va mal, es porque usted se ha apartado de las instrucciones y, por ejemplo, ha puesto el cable rojo donde debía ir el amarillo. Es decir, si el DVD va bien es por usted y por las instrucciones, pero si va mal es por usted sin las instrucciones.
Dios ha creado nuestra naturaleza humana y la conoce perfectamente. Como le importamos, busca nuestra felicidad y sabe dónde la conseguiremos... pero nos deja libres para colaborar con él o no.
Saludos.
Que va, si extraño ya se que no lo es. Somos los campeones
del " que mal lo has hecho " y " que bien lo hemos hecho ".
Pero, desde su punto de vista católico, siempre aciertan en
el diagnóstico ( otra cosa es la cura ), a eso me refería.
Estimado Bruno, mal ejemplo el del DVD ( y por extensión
el de cualquier equipo electrónico ). Yo ( no sé si usted
también lo hace ), suelo recurrir al manual cuando todo
lo demás, es decir yo, ha fallado ( y en ese caso procuro
leer todas las versiones que me sean comprensibles del
mismo ), pero antes "investigo" por mi cuenta.
Creo que debe ser algún tipo de conducta "endémica" de los
que no tenemos formación de letras. ;-)))
Un saludo.
No lo son, pero eso no quita que existan, sobre todo hoy dìa graves vicios concomitantes al acto matrimonial, y que estos vicios del consentimiento y de la voluntad permitan anular el matrimonio. Estas anulaciones en nada afectan el carácter indisoluble del matrimonio, porque precisamente la nulidad consiste en declarar que no ha habido matrimonio.
En su tiempo he sido abogado canónico, y puedo asegurarle que hay muchos casos justificados y reales de nulidades (asì como hay abusos)que pueden y deben examinarse. Tal vez su párroco se refiera a esos casos.
Creo que, por desgracia, una buena parte de la gente que recurre a la nulidad lo hace como una especie de "divorcio cristiano". Una amiga mía tuvo que dejar de trabajar en un bufete que llevaba nulidades porque, en realidad, lo que hacían era aconsejar a la gente cómo tenían que mentir para que les dieran la nulidad. Muchos laicos (por desgracia aconsejados en muchos casos por sacerdotes) que no aceptan el matrimonio indisoluble buscan en eso una salida hipócrita y oculta a su situación. Por supuesto, eso no quita que haya casos en los que realmente haya nulidad del matrimonio (alguno conozco yo).
En ese sentido, tiene que quedar clarísimo que la nulidad no es un divorcio cristiano, sino el caso especial de personas que pareció que se casaban pero en realidad no lo hacían (por defecto esencial en la celebración del matrimonio). Una cosa que creo que no conviene hacer es hablar de "anular" un matrimonio, porque transmite esa idea del divorcio cristiano. Habría que hablar de declarar la nulidad o demostrar la nulidad de un matrimonio, para que quede claro que lo que pasa es que nunca hubo matrimonio y no que hubo un matrimonio que luego "se anuló".
Y creo que no hay duda de que los dos casos que menciona Paloma son abusos inaceptables.
Por cierto que las nulidades son declarativas; y que además, si hay fraude en el procedimiento de poco sirve a los anulados, porque el matrimonio subsiste y entonces serán adulteros en su conciencia, como en cualquier otro acto que no es nulo. Yo puedo ir a confesarme y omitir un pecado grave, que me voy a levantar igual que cuando me arrodillé ante el cura.
Con lo que discrepo es con la asiduidad de las nulidades. Según mi experiencia, hay muchísimos matrimonios nulos. Que se declaren o no es otra cuestion. Por de pronto, muchísimas personas ignoran aspectos esenciales del matrimonio, que hacen al consentimiento. Un amigo mío hace unos años me dijo que iba a distanciarse de una chica que tenía "por un tiempo" porque tenía que casarse. Le dije que estaba nulificando su matrimonio, y se quedó de una pieza.
Lo mismo con la idea de indisolubilidad, etc.
estoy segura de que hay muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimos matrimonios nulos. creo que últimamente, la mayoría. Naturalmente es indemostrable. Pero a muchísismos martimonios que se celebran por la Iglesia sólo porque queda más bonito, si dijeran sinceramente las reservas internas con las que acuden a la celebración, no se les podría casar, porque se staría celebrando algo nulo a sabiendas. La gente no suele saber (ni le importa saberlo) los motivos de nulidad.
Lo que no he entendido es el caso de tu amigo.
Mi amigo tenía una... digamos amante, y como se iba a casar, hizo el propósito de dejarla por un tiempo y retomar despuès. Como Carlos con Camilla Parker Bowles, vamos.
Es causal de nulidad
Es muy frecuente la falta de propósito de fidelidad. Si es explìcito, nulifica el acto matrimonial.
Hay una fantasía recurrente. Algunos sienten que la nulidad "evapora" a los hijos, que deberían volver a la nada. Bueno, es una causa que inhibe que la gente recurra a la nulidad muy frecuentemente. Hay que aclararles que no hay necesidad de entregar los hijos a un orfanato, que siguen siendo hijos. También genera algunos problemas a los hijos, desde el punto de vista psicologico, que no canonico porque hoy en día la distinciòn es teòrica, en otra época los ilegítimos tenían varios problemas Hoy están equiparados.
En cualquier caso, el tema de los hijos nunca debería ser obstaculo para buscar la nulidad de un matrimonio, salvo que pueda sanarse in radice. No es bueno vivir en la mentira
1-
Piensa en el daño que podrías hacerle a tu pareja si se entera. ¿No te lo imaginas? Pues ponte en su lugar. Si lo ves o la ves con otro/a, si te dice que está frecuentando a otra persona o si llega a casa tarde y con perfume extraño, ¿qué sientes? ¿Tienes la mente tan abierta como para dejar que duerma en tu cama alguien que se acaba de acostar con otro?
2-
Ten en cuenta el enorme esfuerzo que implica. Cuando tienes dos relaciones debes diseñar cuidadosamente la estrategia de mentiras y coartadas bien creíbles. Además de llevarte mucho tiempo y quitarte el sueño, esto te agotará mentalmente y quitará rendimiento para otras actividades, como el trabajo o la vida en familia. Piénsalo dos veces.
3-
Imagina los apuros y los viajes. Podrás ver a tu amante en esos pequeños momentos libres que tenías para relajarte. En vez de tirarte a leer, a ver la televisión, a arreglar el jardín o a hacer deportes, deberás conducir kilómetros a toda velocidad para tener un revolcón y volver más rápido que un bombero a tu casa.
4-
Suma el dinero que te costará. Una affaire es uno de los lujos más caros para un hombre: si tienes una amante, deberás pasarla a buscar, comprarle regalitos, llevarla a cenar. Suma esto a los gastos de tu casa. La mujer debe invertir en gasolina para ir a ver al susodicho y en vestuario. Mantener dos hogares no es un lujo para todos.
5-
Imagina qué hará tu amante si lo dejas. Esta es la peor parte. Si no sabes de qué te hablamos, alquila de nuevo “Atracción fatal”. Hay amantes que no alcanzan a comprender por qué la familia está primero. Así que si crees que realmente estás mal con tu pareja, vete a un terapeuta. Si no hay solución, primero sepárate.
6-
Visualiza la separación. Recuerda que de la infidelidad no se vuelve. Si engañas, el otro no te volverá a tener confianza y es probable que te pida el divorcio. Imagina la separación de bienes, la mudanza, la despedida de los niños, el alquiler de nueva casa. Mejor, dice Cohan, es aprender a buscar la diversión dentro de casa.
ponerle preguntas y resouestas sobre
el adulterio porfa eso era lo que io
estaba buscando para un trabajo de religion
suuper duro esto es de lo mas duro del mundo
y io estaba buscando preguntas sobre el adulterio y no las encontre no mas me faltaba 1 uuna y no la encontre me dio una piedra
con uts pq no le ponenpreguntas interesantes sobre el adulterio
QUE ES ADULTERIO??????????????
ES CUANDO ALGUNA DE LAS 2 PERSONAS DE LAS PAREJAS {
ENGAÑA CONYUGALMENTE A LA OTRA
Es muy lamentable que el mundo desconoce la palabra de Dios.he leido la refleccion y los comentarios;todas son comentarios humanas sin fundamento,
Si alguien quiere comentar sobre el adulterio que lo haga sustentando con la Palabra Dios.
Agarense todos los adulteros:
El pecado de adulterio es un pecado de muerte,o sea el que ha cometido este pecado esta' muerto para con Dios.
Adulteros si no te arrepientes dejame decirle que su voleto ya esta listo para el Infierno.
Este blog nos ayuda a todos, solo si abrimos mente y corazón.
Bendiciones.
https://i.imgur.com/RMsyErd.jpg
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