Si quieren enfadarse
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El sábado fui a ver la famosa exposición madrileña Dios(es), modo de empleo, para poder dar mis impresiones de primera mano sobre ella. Espero que se me tenga en cuenta alguna vez los sacrificios que hago por mis lectores.
Diré, desde el principio, que, además de simplista y mal hecha, me ha parecido una exposición tendenciosa y malintencionada, dirigida contra la religión en general y contra el catolicismo de forma muy especial. Admito la posibilidad de que estas malas intenciones sean inconscientes, pero, en cualquier caso, la exposición tiene detrás a personas que odian o desprecian la religión, el cristianismo y a la Iglesia Católica.
Para mí, el punto clave de la exposición se encuentra en su propia exposición de motivos:
¿Cómo presentamos las religiones en la exposición? … Sin jerarquizar las religiones ni mucho menos cuestionar la “verdad” que difunden.
Cuando los organizadores escriben la palabra “verdad” entre comillas, ya lo dicen todo con ello. A esto se añade, diez líneas más abajo:
Abordamos esta exposición con el espíritu que caracteriza al Museo: deseo de saber, voluntad de comprender…
Y yo me pregunto: ¿qué pensarán estos señores que significa saber y comprender, si han renunciado por principio a cuestionar la verdad del tema que tratan? En temas que afectan de cerca al ser humano es imposible adoptar una actitud “neutra”. La forma de plantear el tema revela siempre los presupuestos de su autor. En la práctica, como se observa claramente a lo largo de la exposición, se revela el convencimiento de que las religiones son, en esencia, un conjunto de ritos más o menos extraños y una serie de especulaciones más o menos esotéricas sobre temas de los que nadie sabe nada en realidad.
El comienzo de la exposición es un gran cartel con una serie de definiciones tomadas de un diccionario sobre conceptos relacionados con la religión. Sorprende el diccionario por lo tendencioso de sus definiciones. De entre las muchas posibles etimologías de la palabra “religión”, elige “escrúpulo”, lo cual da el tono de toda la exposición. Además, en la definición, omite cualquier dimensión naturalmente humana y profunda de la religión, (como la segunda acepción del diccionario de la R.A.E.: Virtud que mueve a dar a Dios el culto debido). Por otra parte, considera el “laicismo” (y no sólo la “laicidad”), como algo positivo, que asegura la independencia frente a las influencias eclesiásticas. Por cierto, el diccionario en cuestión está editado por S.M.
En una de las secciones, se ofrecen breves testimonios personales en vídeo de personas de distintas religiones o creencias sobre su fe o su falta de ella. Quizá lo más curioso era cómo se describía a una de las mujeres entrevistadas (ver foto), que hablaba de los espíritus y de las prácticas mágicas para conseguir sus favores: Maruja, católica adepta a la santería. Hay que fastidiarse.
De vez en cuando, en los distintos carteles, se dejan caer pequeñas insinuaciones o, en mi opinión, puyas o advertencias específicas para la Iglesia española. En un cartel dedicado a España, se afirma que el concordato con la Santa Sede otorga a la Iglesia una “posición privilegiada” y se advierte que este tema está sometido a debate actualmente. En otro caso, en lo que parece una alusión a la Catedral de Córdoba, se habla de que, a veces, los lugares de culto pueden pasar a una nueva religión y una iglesia cristiana puede pasar a ser una mezquita y luego otra vez iglesia, añadiendo como coletilla que también es posible un uso compartido de los lugares de culto.
En las distintas salas se exponen diversas imágenes de distintas religiones (lo más aprovechable de la exposición). Las imágenes de las religiones no cristianas son, en general, bastante dignas. Algunas muy bonitas, otras casi dan miedo (las de ídolos o representaciones de tipo demoníaco). En cambio, las imágenes católicas lo único que pueden engendrar es la risa o el desprecio. Se han elegido, consciente o inconscientemente, imágenes grotescas, deformes, cursis o puramente comerciales (ver las fotos). Quien no conociera previamente el cristianismo, sacaría la conclusión de que los cristianos son incapaces de hacer algo bello o valioso. Esto me parece especialmente injustificable cuando la exposición se realiza en un continente fundamentalmente cristiano y repleto de muestras religiosas de gran belleza y valor cultural.
Un punto culminante del recorrido consiste en una pequeña obra de teatro dedicada, como era de esperar, a la violencia religiosa. Se pone un ejemplo de violencia más o menos relacionada con el Islam, otro del judaísmo, otro del sintoísmo… y cuatro de la Iglesia Católica, que claramente debe ser la “más mala” de todas las religiones. Por supuesto, se mezclan churras con merinas y se habla de las cruzadas como un intento de matar todos los infieles posibles, sin tener en cuenta su carácter de guerra defensiva (a la vez que, en otra sección, se repite el cuento tártaro de la convivencia pacífica e idílica de Judaísmo, Cristianismo e Islam en la España musulmana).
Está totalmente ausente, como es lógico, cualquier referencia a la inmensa obra social de la Iglesia en todos los continentes o a su presencia junto a los desamparados de todas las naciones. En general, no se habla, que yo recuerde, de ningún efecto positivo de las religiones que vaya más allá de sus propios ritos y costumbres.
A juzgar por el libro de visitas, cuajado de comentarios ensalzando una espiritualidad difusa que va más allá de las religiones, hay muchas personas que se tragan el anzuelo sin pensarlo dos veces. Lo que es aún peor, he oído que algunos profesores de religión animan a sus alumnos a ir a verla (lo cual dice mucho sobre esos profesores y sobre lo que tienen que sufrir sus alumnos). En fin, si quieren enfadarse, vayan a ver la exposición.
19 comentarios
Espero que ver la exposición no cueste dinero. Yo a esos no les doy un duro. Yo alquilaba películas a muy buen precio (0.9?) en un video club que tengo justo al lado de casa, hasta que vi que el dueño edita una revista (mejor llamarlo panfleto) blasfema e insultante. Prefiero no ver películas o pagar más antes que financiar a ése.
La entrada es gratuita. Eso sí, los principales patrocinadores son el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de sus diversos órganos, así que adivina de qué bolsillos sale al final el dinero para pagar la exposición...
Y es que hacer un compedio de las religiones desde un punto de vista neutral,entiéndase laico, lleva a mezclar churras con merinas.
Algún antropólogo "desnortado", debe andar de asesor. Y como bien dices, llevarán a muchos estudiantes a esa exposición. Profesores de historia, de ética, de educación para la ciudadanía, de religión.
¡Mandan bemoles!
Gracias por tomarte la molestia de detallar lo que a todos nos olía... lo único que me llama la antención de tu post es por qué dudas de la intencionalidad de le exposición... es evidente que el mensaje es claramente sincretista y anticatólicos.. vamos que huele a mandil, escuadra y compás que tufa...
Estupenda observación, lo resume todo perfectamente. Si te parece bien, lo voy a añadir al propio artículo.
Sofía:
Efectivamente, si ponemos nuestra confianza en el conservadurismo, en el progresismo o en cualquier otra ideología humana vamos listos. Lo que sí que está a la altura de los retos es el Evangelio: por mucho que las cosas parezcan torcerse, Cristo sigue siendo el Señor de la Historia.
En efecto, estas exposiciones son, en conjunto, una pérdida de tiempo. Pero también crean opinión a favor del relativismo religioso.
Rodrigo:
Coincido contigo en que es lo más probable.
A mí no me cabe duda de que tienen bastante efecto. Por desgracia, la formación de la gente, incluso los sinceramente cristianos, es pobre.
Y los medios, dignos e indignos, que utilizan algunos contra las religiones o contra el cristianismo, son poderosos.
Claro que conocen que hay que horadar poco a poco la presencia eclesial, la fe y sus exigencias de vida pública: en exposiciones, en manifestaciones de políticos relevantes (en poder, no en humanidad), en libros, en decisiones del gobierno socialista, en asociaciones bien "forradas" con dinero público.
Poco a poco van haciendo mella. Cierto que nunca podrán, pero daño, hacen.
Lo que yo pediría es claridad. Que alguien sepa realmente quién está detrás de cada movimiento, de cada acción, de cada putada que nos hacen. Y hacerlo público a diestro y siniestro. ¿Quién está realmente detrás de esa exposición?
Nos podemos remontar al famoso cuadro exhibido en una exposición financiada por la Junta de Extremadura, el propio ex-presidente de Extremdura (que se dice católico, dando su apoyo a una liturgia (Vallecas) que a todas luces vulnera el concepto del sacrificio de la misa.
Si seguimos con exposiciones podemos encontrar la famos de Ibiza, financiada y/o patrocinada por el ayuntamiento, ahora tenemos la de Madrid, igualmente financiada por administraciones públicas.
Por otro lado a veces te dicen no votes a las izquierdas por que ya se sabe que están en contra de la Igleisa Católica, ¿que decir de las exposiciones de Ibiza y Madrid?
No es por tanto el color de la administración que los organice, ni el pensamiento del (llamomesle así) artista, verdaderamente aunque en un momento nos puedan acusar de paranoico, lo cierto ...
Ante la oferta del ayuntamiento, un grupo de misioneras combonianas se pusieron manos a la obra y, según me comentó una de ellas, el éxito de la misma fue tal, que se estaban planteando ofrecer todo el material en diversos ayntamientos de España.
A esto es a lo que hay que dar publicidad.
Ciertamente, no es mi intención dar publicidad a la exposición. Supongo que mi opinión sobre ella ha quedado muy clara y creo que conviene analizar lo que sucede a la luz de la fe.
Dicho eso, no siempre es fácil distinguir cuando conviene denunciar los ataques contra la Iglesia y cuando es mejor ignorarlos para no darles publicidad. Confieso que no lo tengo nada claro.
Ciudadano:
Me temo que, como señala Inmaculada, muchas veces, al responder a los ataques, contribuimos al juego de los organizadores que sólo buscan publicidad. Espero que el Espíritu Santo nos guíe para que sepamos actuar bien.
Si callas, los escolares irán a ver la exposición sin saber nadie que se van a encontrar.
Hoy con tu post, puedes haber orientado a muchos profesores, quienes se pensarán si vale o no la pena meterse en ese berenjenal.
En cuanto a los creyentes despistados idem.
Las dudas pueden venir de cómo se trata el tema. Unos lo hacen de un modo y otros tienen otro estilo.
Alguna persona puede pensar, pues por lo menos desde el punto de vista del gasto público debiera preocuparte. Pues no me preocupa.
¿Habría de preocuparme más este gasto que el de ayudas a damnificados en Almuñécar, gastos en obras públicas de los ayuntamientos o lo que se gasta en autobuses con rampas?
Un amigo me decía hoy, no cabe sentirse responsable del bien que no puedes hacer ni del mal que no puedes evitar.
Algo que sí impactó a quien lo escucho decir, es la simple pregunta: ¿cómo es tu casa? Era la pregunta de un niño pobre en Perú a un voluntario español, este se avergonzó y no se atrevió a contestarle, porque le parecía como si hubiera robado.
"Examinadlo todo y quedáos con lo bueno"
El acudir a esa exposición seguro que el Señor te lo contará como justicia. Yo no tengo estómago para tanto, me siento incapaz de acudir aunque sea sólo para criticarla con mayor conocimiento. Es algo que me supera.
He conseguido referencias de primera mano de un profesor de religión que ha encargado a sus alumnos que vayan a ver la exposición. Lo contaré en el artículo de mañana.
Montaraz:
Fui con mi padre y así pudimos entretenernos criticando lo que veíamos. De otra forma, creo que yo también habría sido incapaz.
Raffaelo:
Muy apropiada tu cita bíblica. Gracias a Dios, no existe nada que sea total y absolutamente malo. Había, como he mencionado, algunas imágenes curiosas del hinduismo, budismo y sintoísmo que no estaban mal.
Sin duda estoy de acuerdo contigo en que deben preocuparnos más las cosas cercanas a nosotros, es decir, nuestras oportunidades concretas de hacer la voluntad de Dios, pero eso no quita para que, en el ámbito público, apoyemos lo bueno y tratemos de evitar lo malo.
Seguramente tiene razón en lo que se refiere a que, a veces es preferible no darse por enterado y así no dar más publicidad, sin embargo, creo que de la forma menos escandalosa posible conviene no quedarse de brazos cruzados.
Hoy tenemos una buena noticia y un ejemplo de lo que indicaba, la Exposición blasfema de Ibiza, gracias a las presiones que han tenido, han cerrado antes de lo previsto.
Es a estas cosas a las que me referia, asimismo me consta que el político que autorizó el patrocinio del infame libro de un fotografo con fotografias blasfemas en Extremadura (me niego a citar sus nombres), no tiene ninguna intención de volver a hacer una cosa semejante, lo ha asumido como un error.
Creo que no debemos recordar que los católicos en España, somos un número importante de electores, y esa fuerza no la debemos olvidar; los políticos tampoco deben olvidarlo.
la cita de Tesalonicenses es de acceso libre y ví que venía al caso.
Me decías que eso no quita para que, en el ámbito público, apoyemos lo bueno y tratemos de evitar lo malo.
Respecto a esto último, cada cual es libre de actuar como le parezca y como su fe le invite a actuar.
Algo que admiro de Jesús es su carácter provocador, que invitaba a que cada cual , de los que le venían a interrogar,(él no era un charlatán tipo político que pretende vender su idea)optara libremente y en consonancia con su fe.
Un saludo, Bruno. Gracias por tu referencia a mis palabras.
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