Sacarán la espada
Me gustó mucho un comentario realizado ayer por un lector, Juan Antonio, en mi artículo del día. El artículo trataba sobre cómo los evangelios y los demás libros del Nuevo Testamento narran la Resurrección del Señor como un hecho que, a la vez, es físico y trasciende el espacio y el tiempo, es histórico y constituye el centro y el fin de la Historia. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.
Escribí este artículo en respuesta a las teorías expuestas por el P. Juan Masiá en su blog, que hacen de la presencia de Cristo resucitado algo puramente interior y espiritual, negando de hecho y en la práctica la resurrección de la carne.
Juan Antonio, en su comentario y ante la escasez de comentarios totales, afirmaba:
Da un poco que pensar que haces un post sobre el significado de la resurrección y nadie comenta nada. Mal estamos.
Otra comentarista, MER, ahondaba en el tema:
Juan Antonio tiene razón. Cuando hay post “polémicos", como los que escribiste sobre el matrimonio hubo un montón de comentarios. Pero con este tema, que es la base de nuestra fe, poquísimos. Yo, por lo que veo a mi alrededor, veo que a la mayoría de la gente le da miedo plantearse cuestiones futuras. Intentan vivir el presente sin más, incluso gente que se dice católica.
No podría estar más de acuerdo con estos comentaristas. Si hay algo por lo que se caracteriza la época histórica en la que nos ha tocado vivir es por el desconocimiento y el olvido o, mejor dicho, el miedo a las cuestiones fundamentales de la vida.
Son esas cuestiones las que nos hacen humanos. No es casual que se tienda en la actualidad a afirmar que los animales son iguales a los seres humanos. En mi opinión, se debe en buena parte a que está de moda rechazar lo humano que hay en nosotros y preferir los instintos que tenemos en común con los animales, como si fueran algo más “natural”, más “práctico” o más “real”.
Por desgracia, este olvido de lo esencial se nota también entre muchos cristianos. He notado que se puede notar la diferencia entre seminarios y comunidades religiosas que están vivos de los que están prácticamente muertos, por el simple medio de escuchar sus conversaciones en la mesa. Cuando hay verdadero entusiasmo por la fe, al menos la mitad de las conversaciones tocan en algún punto la fe, a Cristo, la evangelización, la vida cristiana, etc. En cambio, en las instituciones religiosas que han perdido totalmente el entusiasmo inicial, se evitan esos temas y se habla de cualquier cosa menos de esos asuntos, que resultan “embarazosos”.
A menudo, he oído burlas sobre los cristianos de los primeros siglos, que discutían con pasión sobre si en Cristo había una o dos personas y una o dos naturalezas y temas similares. No puedo evitar pensar que tenían mucho más claro que nosotros dónde está lo esencial, que es a la vez lo más práctico que existe, lo que verdaderamente decide nuestras vidas.
No tan lejos de nosotros, en el siglo XVIII, José Cadalso, en sus Cartas Marruecas, hablaba así de los españoles de su época: Por cada español que oigas algo tibio en la fe, habrá un millón que sacarán la espada si oyen hablar de tales materias.
Hoy esa espada (dialéctica, en nuestro caso, sea de doble filo o no) brilla por su ausencia. Me temo que de nosotros se diría más bien que por cada español que se interese por los fundamentos de la fe, habrá un millón que preferirán ver los infames programas de cotilleos de la televisión. Así nos va.
27 comentarios
Míralo por el lado bueno. Lo que cuenta no es sólo el valor de la función sino la derivada. Y ahora la tendencia es para mejor, creo yo. La decisión del Papa de bautizar a Allam creo que ha sido muy acertada y valiente. Si los cristianos no proclamamos el Evangelio por miedo, vergüenza o corrección política, ¿lo van a hacer los musulmanes por nosotros? Bueno, yo tampoco es que proclame mucho, la verdad...
Ya te comentaré sobre el post de la resurrección cuando piense bien qué quiero decir. Es com...
Quienes nos sentimos realmente personas de fe, "aprendices de cristianos", ésta es una cuestión que nos toca lo más profundo de nuestro ser, porque es realmente la cuestión fundamental sobre la que se asienta nuestra fe.
Quien no lo viva así, ¿puede realmente decir que es cristiano?
Yo, al menos, así lo siento y así lo vivo. El cristiano no puede ser tibio porque nuestra fe, si realmente es auténtica, te penetra de tal modo que ya no es posible vivir ajeno a ella en ningún aspecto de la vida.
Estoy de acuerdo contigo, cuantos más conocimientos y formación se tienen, mayor responsabilidad.
Eso sí, intentar formarnos poco a poco para poder "dar razón de nuestra esperanza" es obligación de todos nosotros. Por ejemplo, leer blogs de temas religiosos, preguntar, dar la propia opinión, etc. es una fórma de adquirir algo de formación e incluso de dar ejemplo a los que no se interesan por estos temas o dudan en su fe. También podemos prepararnos leyendo buenos libros, desde vidas de santo a obras que expliquen los fundamentos da fe, etc.
Además, en algunos casos lo único que hay que hacer es contar la propia experiencia o decir a alguien que está en sufrimiento y no cree: "rezaré por ti". Esas cosas a veces hacen mucho más que un discurso o una discusión (y exigen en ocasiones algo cercano al heroismo en un ambiente contrario al cristianismo).
Inmaculada:
Sin duda, el entusiasmo por la fe es una señal de un verdadero cristiano. El problema es que la tibieza está muy presente entre los cristianos españoles, por desgracia (con muchas y muy honrosas excepciones, gracias a Dios).
Quizá, como grupo, necesitemos ser más perseguidos para darnos cuenta de lo valiosa que es nuestra fe.
Parece que hay más cristianos, del Cristo crucificado, que del Cristo resucitado.
Seamos amantes de la vida,"El Evangelio"
La semilla que da vida, "Cultivador"
Tira la Espada de doble filo, y coge el Arado de doble surco
En realidad no estaba pensando en nada científico. Aunque hay una cosa que no entiendo. El obispo auxiliar de Madrid que entrevistaron el otro día en la tv dijo que la resurrección no es un hecho histórico sino que va más allá de la historia. Eso ya lo había oído por otro lado. También he oído (no sé si él lo dijo) que si hubieran puesto una cámara a grabar el sepulcro, no se habría visto a Jesús levantarse.
Bueno, mi duda es muy simple. Si el viernes el cuerpo estaba y el domingo (suponemos nosotros) no estaba, en algun momento debió dejar de estar. ¿Desapareció o qué? Si admitimos que resucitó (y no que los discípulos se llevaron el cuerpo, como dicen algunos curas) entonces o se levantó o desapare...
Luego quería comentar que, vistos los testimonios, la resurrección me parece la "alternativa" más creíble. Me explico. Imaginad que quiero analizar si mi fe es razonable, o quiero argumentar con alguien. Se me ocurren 3 posibilidades:
a) Jesús resucitó, como la Iglesia Católica (salvo algunos de sus pastores) cree. Lo que apareció a los discípulos era un "cuerpo glorioso" o como queramos llamarlo y los discípulos no robaron el cadáver. Todo lo que se cuenta en la Biblia y la reacción posterior de los discípulos es consistente. En contra de esta explicación está que (obviamente) nunca más se ha visto un cuerpo glorioso ni nadie ha resucitado.
b) Jesús se apareció en forma de "espíritu" o algo como lo que creen algunos. Esto no me parece muy consistente con lo que cuentan los Evangelios. Siempre se puede decir que los evangelistas estaban inventando lo de que el cuerpo era "real. Pero es...
c) Jesús no resucitó ni nada, todo es una invención de los discípulos. Pero como en el caso anterior, no se explica para qué inventaban, ¿para que los mataran? Tampoco se explica la fuerza que adquirió la predicación del Evangelio. Contra este último argumento cabe responder que también el islam se expandió rápidamente (aunque con violencia, al contrario que el cristianismo que se expandió a pesar de sufrir violencia) y, como dicen, ahora está en expansión, y el cristianismo en retroceso.
Por tanto, y partiendo de la resurrección, he llegado a un punto que no entiendo: por qué el islam está en expansión y el cristianismo en horas bajas. Si supongo que el cristianismo es la religión verdadera, ¿qué pasa? ¿Cómo lo permite Dios? Que no me hablen de renglones torcidos porque a la gente (sobre todo mujeres) que vive oprimida en los países islámicos le hará poca ...
No soy un buen apologista con tantas lagunas, se agradece la ayuda...
Un saludo Bruno y ánimo con este apostolado de la verdad que buena falta nos hace a todos.
Las dudas sobre la naturaleza de la Resurrección solo me aparecieron cuando empecé a leer obras de teólogos muy recientes. ¿Tú que piensas?
Y el daño es doble, no sólo porque te hacen dudar de tus creencias sino porque no se entiende por qué la Iglesia permite que eso suceda, que una catequesis que debería servir para confirmar en la fe sirva para todo lo contrario. Por eso, cuando Luis Fernando se cabrea tanto con este tipo de cosas lo entiendo.
Yo ya dije antes que creo la o...
Creo en un Dios, como la Iglesia me ha enseñado, que ha sido el primero en tender la mano a los hombres, y que nos ha dejado en libertad de creer en EL o no; de seguirle o no.
El que haya más o menos creyentes confesados, no le pone ni le quita para considerar que estoy en la religión verdadera.
Dios es Amor. Amar es hacer el bien. Eso es lo que no tenemos que olvidar los cristianos.
San Pablo, judío con la ciudadanía romana de la escuela de Gamaliel, hombre culto y preparado, que no conocía ni a Cristo ni a los apóstoles cuando iba a hacer prisioneros a los cristianos de Damasco ¡sufrió una alucinación hasta su decapitación por Cristo muchos años más tarde en Roma!
Su médico, San Lucas, no judío, después de advertirnos al principio de su evangelio que todo lo que ha escrito lo ha comprobado minuciosamente ¡estaba bajo los efectos de una alucinación y siendo médico no se enteraba!
Los dos discípulos de Emaús, que habían dejado Jerusalén escépticos de todos esos cuentos de la resurrección ¡sufrieron una alucinación, en pareja, que les obligó a volver precipitadamente a Jerusalén de noche!
No existen este tipo de alucinaciones.
Los escándalos han de venir, son inevitables, pero ¡ay de lo...
pero ¡ay de los que son la causa, más les valdría atarse una rueda de molino al cuello y echarse al mar!
http://www.youtube.com/watch?v=NrNmF1xPGHg
Ahora intentaré ver los próximos programas. Supongo que se mofarán también de que los musulmanes no comen cerdo ni beben alcohol. Y sacrifican los animales mirando a La Meca.
Hum, ¿o no se atreverán?
Los pro vida son anti cristianos y anti papistas. Ni responsabilidad de acogida ni piedad por la madre.
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