Ratzinger: Lutero, suplantador del magisterio

Hace unos días, el blog del Barón Rampante publicaba una noticia, tomada de la Stampa y de La Razón, que afirmaba que el Papa podría estar pensando rehabilitar a Lutero. El autor titulaba su artículo: “Benedicto: Lutero no era un hereje”. Esta “noticia” se ha extendido como una epidemia de gripe y ha infectado a multitud de páginas de Internet y a otros Periódicos. Hoy mismo, el periódico El Mundo publicaba un artículo, firmado por Irene Hernández Velasco, corresponsal en Roma de dicho periódico, titulado “¿Hacia una rehabilitación de Lutero por el Vaticano?”.

Este caso me parece un ejemplo perfecto de bulo de Internet, iniciado por artículos poco profesionales en la prensa escrita. Lo de que el Papa está pensando rehabilitar a Lutero como si no hubiera sido un hereje sino simplemente un buen católico incomprendido no tiene absolutamente ninguna base en la realidad. Todo se basa en el único dato de que el tema que va a tratar este año Benedicto XVI en la discusión que mantiene periódicamente con estudiantes desde que era profesor es la figura de Lutero.

Supongo que los lectores se darán cuenta enseguida de que el hecho de que Benedicto XVI vaya a debatir sobre Lutero solo significa eso, que va a debatir sobre Lutero. Si mañana el Papa debate sobre el ateísmo, eso no nos autoriza a decir que el Papa podría estar pensando en rehabilitar el ateismo como una forma alternativa de cristianismo. Ni mucho menos a escribir un titular como “Benedicto: los ateos tienen razón".

Por supuesto, de Lutero se pueden decir muchas cosas buenas, como de cualquier otra persona del mundo, porque no existe el mal absoluto. Quien conozca, por ejemplo, el comentario al Magníficat del padre de la Reforma, sabrá que Lutero tiene páginas muy bellas y profundas. Sin embargo, que multitud de doctrinas sostenidas por Lutero eran heréticas lo definió como un dogma de fe el Concilio de Trento (y es evidente para cualquiera que conozca un poco el pensamiento de Lutero y el catolicismo). El día que un Papa niegue un dogma de fe, podemos estar tranquilos porque en realidad será de noche y estaremos soñando.

La propia Santa Sede ha desmentido esta noticia y Federico Lombardi, portavoz del Vaticano ha afirmado, con total claridad: “No se tiene prevista ninguna rehabilitación de Lutero”. El propio artículo de El Mundo que citábamos recoge esta declaración, pero a la autora no parece preocuparle que contradiga totalmente el cuerpo del artículo.

En este punto, me parece interesante comprobar qué es lo que piensa Benedicto XVI sobre el tema. Me refiero al Papa real y no al existente únicamente en las elucubraciones de algunos periodistas. No es necesario hacer una búsqueda de comentarios dispersos en toda la obra teológica ratzingeriana, porque, siendo cardenal, el propio Joseph Ratzinger concedió una entrevista sobre el tema: .

Lo primero que quiso dejar claro el entonces cardenal fue que no tiene sentido hablar de levantar la excomunión de Lutero:

Puesto que la jurisdicción de la Iglesia, como es lógico, sólo se extiende a los vivos, la excomunión de una persona finaliza con su muerte. En consecuencia, cualquier cuestión relativa a la eliminación de la excomunión de Lutero dejó de tener sentido: la excomunión de Lutero finalizó con su muerte, porque el juicio tras la muerte está reservado únicamente a Dios. La excomunión de Lutero no tiene que ser levantada; hace mucho que dejó de existir.

Una vez explicada esta cuestión, pasó a mostrar que los que intentan atribuir las diferencias entre Lutero y la Iglesia Católica a simples malentendidos están siendo ingenuos o superficiales:

A mi juicio, explicar todas estas contradicciones como malentendidos es una forma de arrogancia racionalista, que no es capaz de hacer justicia a la apasionada lucha de aquellos hombres, así como a la importancia de las realidades en cuestión.

No se puede olvidar que no fue sólo la Iglesia Católica quien excomulgó a Lutero, sino que también Lutero rompió totalmente con la Iglesia, mostrando un odio terrible a la misma:

Hay que tener en cuenta que no sólo existen anatemas católicos contra las enseñanzas de Lutero, sino también los propios rechazos definitivos por parte de Lutero de artículos de fe católica, culminando en la sentencia de Lutero de que permaneceremos eternamente separados. Para probar que este rechazo de cualquier elemento católico era definitivo, no es necesario siquiera recordar la airada respuesta de Lutero al Concilio de Trento: “…deberíamos cogerles al Papa, a los cardenales y al resto de esa chusma que pertenece a su Idólatra y Papal Santidad y, como blasfemos, arrancarles la lengua y clavarla en el patíbulo… Entonces podríamos dejarles que tuvieran un concilio o tantos como quisieran, en el patíbulo o en el infierno, entre todos los demonios.”

En cuanto a las diferencias concretas y sustanciales entre Lutero y el Catolicismo, parece ser que hay bastantes (y sólo cita algunos ejemplos):

Para volver a la cuestión original sobre lo que separa a las Iglesias, se han escrito bibliotecas enteras sobre el tema. Es bastante difícil responderlo de forma sucinta y concisa. Por supuesto, podemos centrarnos en bastantes cuestiones en las que existe una controversia: la Escritura y la Tradición, es decir, en particular, la Escritura y el Magisterio. También, en unión con esto, la cuestión del magisterio espiritual per se, la sucesión apostólica como una forma sacramental de tradición y su paradigma en el ministerio papal, el carácter sacrificial de la Eucaristía y la cuestión de la transustanciación y, por lo tanto, la adoración eucarística fuera de la misa (si bien existe un acuerdo sobre que Cristo está presente), el sacramento de la penitencia, las distintas opiniones en el área de la moral cristiana, en las cuales el magisterio tiene, de nuevo, mucha importancia, etc.

Lutero, como muchos otros en el pasado y en la actualidad, quiso sustituir la autoridad del magisterio de la Iglesia por la suya propia:

A lo largo de su vida, su doctorado en teología representó para él una autoridad decisiva en su oposición a la enseñanza de Roma. Las pruebas del intérprete [de la Escritura] suplantan el poder del magisterio. El estudioso, el Doctor, es el que ahora encarna al magisterio y nadie más.

Por eso, Lutero creía que la Iglesia era algo totalmente secundario para la fe. Lo importante para él era el individuo que leía la Escritura guiado directamente por el Espíritu Santo, separando así algo inseparable: la Escritura y la Iglesia en la que se formó y se interpreta el texto bíblico.

Según Lutero […] la Iglesia no puede decidir de forma definitiva y obligatoria sobre asuntos (es decir, sobre el contenido) de la fe. Para un católico, la Iglesia es esencial para el propio acto de fe: sólo mediante la fe comunitaria puedo compartir la certeza en la que se fundamenta mi vida. Esto corresponde a la visión católica de que la Iglesia y la Escritura son inseparables, mientras que, para Lutero, la Escritura se convierte en un criterio independiente para medir la Iglesia y la Tradición.

El entrevistador le preguntaba sobre la posibilidad de una unidad “en la pluralidad” de la Iglesia Católica y las confesiones protestantes: ¿Se podría hablar de la “Iglesia de Corinto”, la “Iglesia de Roma” y la Iglesia de Wittenberg”?, es decir, ante la posibilidad de reconocer a las comunidades protestantes como verdaderas Iglesias, aunque con estructuras y doctrinas diferentes:

La respuesta es, claramente, “no”. […] Lutero pudo transferir la estructura eclesial a los principados porque no consideraba que fuera esencial para el concepto de Iglesia. Por otro lado, para los católicos, la Iglesia Católica, es decir, la comunidad de los obispos entre ellos y con el Papa, fue instituida como tal por el Señor. No puede ser cambiada ni sustituida. Es exactamente esta naturaleza sacramental visible, esencial para el concepto de la Iglesia Católica la que, al mismo tiempo, eleva lo visible a un símbolo de algo mayor […] el Cuerpo de Cristo.

Como señaló el Cardenal Ratzinger, el destino personal de Lutero está en manos de Dios, que es un juez misericordioso. Sin embargo, que sus enseñanzas eran totalmente opuestas a la doctrina católica en puntos esenciales es algo que sólo los ingenuos pueden negar. Al margen de que tuviera o no buena intención y sinceridad personal en lo que hizo, no se puede defender que se tratara de un católico incomprendido.

La unidad de los cristianos, por la que yo personalmente rezo a menudo, sólo se puede basar en la verdad, porque Cristo es la Verdad.

18 comentarios

  
Juan Antonio
Gracias por el post. Hay una parte que no se entienden mucho las diferencias:

"Esto corresponde a la visión católica de que la Iglesia y la Escritura son inseparables, mientras que, para Lutero, la Escritura se convierte en un criterio independiente para medir la Iglesia y la Tradición."

Si son inseparables, también la Escritura es un criterio para medir a la Iglesia, y en particular a sus miembros, ¿no?

Saludos
10/03/08 3:14 PM
  
Bruno
JA:

Otra vez, gracias por el vínculo de la entrevista del Cardenal Ratzinger.

En ese tema que señalas, la grandísima diferencia está en que Lutero consideraba que la Escritura era algo separado de la Iglesia, dado en cierto modo directamente por Dios. En consecuencia, un protestante debe juzgar sobre cualquier tema leyendo individualmente la Biblia y sacando sus conclusiones. Por ejemplo, si la Iglesia católica afirmaba que el sacramento era un matrimonio pero Lutero, al leer la Biblia, sacaba otra conclusión, lo que decía la Iglesia no tenía ningún valor. Es lo que se llama la "sola scriptura".

Por supuesto, en teoría esto lo tenía que hacer cada cristiano. En la práctica Lutero no admitía que lo hiciera nadie más que él.

En cambio, para los católicos, Iglesia y Escritura son cosas inseparables. La Escritura surgió, por inspiración de Dios, en el seno de la Iglesia. Por lo tanto, sólo se puede entender bien el sentido de la Escritura en su contexto natural, que es la Tradición de la Iglesia y aprovechando la guía que Dios nos ha dado en el magisterio.

Así pues, para nosotros la Escritura es un criterio para medirlo todo, pero no la Escritura interpretada subjetivamente, sino la Escritura leída dentro de la Tradición y de acuerdo con el Magisterio.

No sé si me explico bien.
10/03/08 3:49 PM
  
Rafa
Hay algo que se llama rizar el rizo y otras ser más papista que el Papa y eso le ocurre a Ud. precisamente.

"In medio, est virtus".
10/03/08 4:11 PM
  
Bruno
Rafa:

Agradezco las críticas, pero prefiero que sean razonadas, porque si no apenas aportan nada.

Usted dice que soy más papista que el papa. ¿En qué? ¿A qué llama usted ser papista? Curiosamente, en este artículo no ofrezco apenas mi opinión sobre ningún tema, sino que me limito a dar pruebas de que Benedicto XVI no piensa que Lutero fuera un católico incomprendido, como parece que opinan algunos.

La frase sobre que en el medio está la virtud hay que saber aplicarla bien. No significa que, cuando haya dos posturas opuestas, la verdad siempre está en el medio. Si así fuera, por ejemplo, al discutir si está bien robar o no, la solución estaría en robar, pero no mucho.

Un saludo.
10/03/08 4:57 PM
  
Luis Fernando
Hala, así da gusto. Tema zanjado.

Gracias Bruno.


PD: Recomiendo la lectura del punto 7 de la última encíclica de Benedicto XVI, la Spe Salvi. El palo que atiza a Lutero es de los más contundentes de toda la encíclica. Basta leer la frase "A Lutero, que no tenía mucha simpatía por la Carta a los Hebreos en sí misma...", para hacerse una idea de la consideración que el Papa tiene hacia el heresiarca alemán.
10/03/08 5:36 PM
  
Juan Antonio
Bruno,

te explicas bien, he sido yo quien no se ha explicado. No me referia a juzgar el
magisterio a la luz de la Biblia, sino a juzgar a los pastores. Hay situaciones
claras, y otras ya no tanto, en las que el comportamiento va en contra de lo que
allí se dice. Hay cosas en la Biblia que no admiten interpretaciones.

Y bueno, ya que te gusta que te critiquen te señalo 2 cosas: donde dices que
en la práctica sólo Lutero podía interpretar la Biblia eso si acaso fue en su
época, ahora hay multitud de grupos que la interpretan a su manera, según creo.
Y otra, que podrías decir como autocrítica (no para ti sino en general) que ya
que los protestantes tienen que interpretar ellos mismos la Biblia en general se
la conocen mucho pero que mucho mejor que los católicos. Debiamos leerla más y pensar más en general.

Bueno, me voy a seguir pensando.
10/03/08 5:51 PM
  
Cordura
Por supuesto, aunque creo que de algún modo lo hará, preferiría que el tito Benito no se dedicase a manchar la noble figura de Martín Lutero, quien por la gracia de Dios tuvo a bien desenmascarar a la Roma corrupta.

En otro orden de cosas:

"9-M: Rajoy vuelve a perder (pero, ¿y la Derechosa...?)"

http://lacomunidad.elpais.com/periferia06/posts

El Blog de Cordura
Testimonios del crepúsculo
10/03/08 6:12 PM
  
Luis Fernando
¿Que desenmascaró a la Roma corrupta? ¿el que aprobó por motivos políticos la poligamia de Felipe Hesse? ¿el que apoyó la aniquilación por la vía violenta de la rebelión de los campesinos? ¿el que a veces se expresaba en unos términos antinominianos que temblaba el misterio?

Que la Iglesia necesitaba una auténtica reforma nadie lo pone en duda. Pero la Reforma protestante no reformó nada. Destruyó la unidad de la Iglesia en Occidente. Y como tenía el germen de la división en su seno, fue incapaz de mantenerse internamente cohesionada.
10/03/08 6:40 PM
  
ALFONSO
LUTERO ES EL ANTICRISTO.
El mismo reconocio que queria destruir la Iglesia.Por desgracia,la Roma conciliar es mas protestante que catolica en muchos puntos.PREOCUPANTE.
Bruno y compañia,que piensan que en la Iglesia no hay RUPTURA con el pasado,eso es PLACIDA IGNORANCIA,en fin,misa nueva,sacerdocio nuevo (neocuras) Salvacion nueva...
Por de pronto Lutero esta casi en los altares,porque se le levanto la excomunion ya hace años.
10/03/08 9:01 PM
  
Bruno
JA:

No sé si te entiendo. El comportamiento de todos debe ser juzgado, no ya solamente con el criterio de la Biblia, sino con la Palabra de Dios, que, en sentido pleno, es Jesucristo. Todo aquel que no se parece a Jesucristo, sea pastor, fiel o lo que sea, tiene un comportamiento que no es cristiano.

Lutero y otros reformadores como Calvino, en la práctica, sólo admitían su propia interpretación y, de hecho, instituyeron sus inquisiciones para condenar a "herejes" como Miguel Servet. Ingenuamente, creían que todo el que leyera "libremente" la Biblia sacaría las mismas conclusiones que ellos. Enseguida vieron que no eran capaces de ponerse de acuerdo ni siquiera entre ellos mismos (convocaron una reunión para ponerse de acuerdo sobre la Eucaristía y no hubo dos posturas que coincidieran).

Esa desilusión fue lo que dio lugar a la costumbre, tan típicamente protestante, de solucionar las disputas fundando una Iglesia nueva. El resultado es que, hoy en día, en muchos países protestantes la gente elige un grupo u otro (con creencias diferentes) por lo cerca que está el templo de su casa o por lo simpático que es el pastor.

En lo que dices de conocer la Escritura, totalmente de acuerdo. Es curioso que, en esta época en la que todo el mundo tiene una Biblia, apenas se conozca la Escritura. En cambio, si lees textos de la Edad Media, a menudo están plagados de frases bíblicas implícitas, que los autores utilizaban sin darse cuenta, por lo acostumbrados que estaban a leerlas. No era raro encontrar quien se sabía de memoria larguísimos pasajes bíblicos o los Evangelios enteros, por ejemplo.

Un saludo.
10/03/08 9:16 PM
  
Bruno
Alfonso:

Si ha leído el artículo, verá que a un muerto, sea Lutero o sea quien sea, no se le puede levantar una excomunión, porque ya no está bajo la "jurisdicción" de la Iglesia, sino que ha pasado al juicio de Dios.

Entiendo, por sus palabras, que es usted lefevbrista o sedevacantista. La verdad es que son posturas que personalmente no puedo entender en su conjunto, aunque algunos detalles puedan ser aceptables.

No es que yo piense que "en la Iglesia no hay RUPTURA con el pasado", lo que pienso como católico es que es imposible que exista esa ruptura.

Si no hubiese sido fundada por Jesucristo, entonces no tendría mucho sentido ser católico. Pero si la Iglesia fue fundada por Jesucristo, entonces se aplican a ella sus promesas: que las puertas del infierno no prevalecerían contra ella, que Pedro recibiría las llaves del Reino de los Cielos o que Jesucristo estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

La Iglesia es una, santa, católica y apostólica, como dice el Credo, y, en virtud de las promesas de Cristo, no puede dejar de serlo, por muy mal que hagamos las cosas los seres humanos.

Si hay algún tema en particular que quiera que discutamos estaré encantado de hacerlo.

Un saludo.
10/03/08 9:27 PM
  
Luis Fernando
Lutero:
"Hay tantas sectas y opiniones como cabezas. Este niega el bautismo; el de más allá cree que hay otro mundo en el nuestro y el día del juicio. Unos dicen que Jesucristo no es Dios; otros dicen lo que se les antoja. No hay palurdo ni patán que no considere inspiración del cielo lo que no es más que sueño y alucinación suya."

Ele mi niño. Prende fuego al bosque y luego se queja de que se queman los árboles.
10/03/08 11:42 PM
  
Francisco José Delgado
En parte lo del conocimiento de la Biblia por los protestantes es un tanto mítico. Es cierto que los protestantes formados la conocen bastante bien, pero también muchos católicos bien formados (de los pocos que hay), tienen grandes conocimientos sobre la Sagrada Escritura. En hispanoamérica, las sectas suelen usar ese prejuicio, pero en dos minutos de conversación con un evangélico uno se da cuenta de que no hace más que repetir citas aprendidas de memoria.
Con todo, es innegable que los católicos deberían profundizar mucho más en el tesoro que tienen, porque es mucho más fácil que un católico tenga un conocimiento profundo de la Sagrada Escritura que un protestante. Esto es así por la coherencia que hay entre la vida eclesial y el verdadero sentido de la Sagrada Escritura; se puede ver en particular en la Liturgia.
11/03/08 11:06 AM
  
Bruno
Francisco José:

Muchas gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo. No se me había ocurrido pensar que la liturgia, que está llena a rebosar de Escritura, hace que los católicos, sin darse cuenta, se familiaricen con ella.

A este respecto, en el interesantísimo libro "Roma, dulce hogar" (que recomiendo a todos los lectores), en el que el pastor y teólogo protestante Scott Hahn cuenta su conversión y la de su esposa al catolicismo, me llamó mucho la atención leer cómo se quedó sorprendidísimo y encantado la primera vez que asistió a una misa católica, por lo bíblicas que eran todas las oraciones de la misa.

Un saludo.
11/03/08 12:42 PM
  
Juan Antonio
Pues hoy aparece en La Razón. La cosa sigue...
12/03/08 12:15 PM
  
nachet
Bruno, creo que sigue prestando demasiada atención a las gilipuerteces sobre la Iglesia que tantos mass media publican regularmente. Si se llevara un registro de los bulos que periódicos muy serios han publicado sobre doctrina o pastoral católica en los últimos 20 años, nos íbamos a echar unas buenas risas a cuenta de las hemerotecas.

La llamada reforma fue en realidad una ruptura. La verdadera reforma de la Iglesia vino de la mano de un concilio, el de Trento, como ha ocurrido siempre en la Iglesia.
12/03/08 2:00 PM
  
Domingo Rdguez
Soy católico desde mi nacimiento, por tradición e imposición. Bautizado de bebé, sin conocer ni haber aceptado religión alguna.
De la reforma de Lutero la I. Católica tiene mucho que aprender y aceptar y practicar, pues no todo son conveniencias materiales y los Evangelios no sólo son para los católicos de a pie.
El primer paso ya lo dio: el levantamiento de la excomunión hace unos días: el 31-10-1999. Con él se regresa a la paz y fraternidad entre cistianos después de 478 incomprensiones.
La reforma de Lutero también cedió bastante de su programación inicial.
Todos somos humanos, imperfectos, teniendo en cuenta que entre los millones de habitantes de la Tierra ninguna persona es igual a otra.
Lo importante es que comenzamos, salvo algunos retrógrados ancestrales, a reconocernos como hermanos y que nuestras religiones (organizaciones) cristianas son ramas distintas del mismo Árbol: Jesús, su doctrina, su Evangelio. Evangelio que habla a cualquier persona s...
03/07/08 7:20 PM
  
roberto perozo
Que desastre fue lutero, el temo que fue al infierno por juicio de Dios, y aclaro que no por mi juicio soy un mortal como ustedes,que que de claro, y por cada alma que cae al infierno por su culpa se le agrega a sus tormentos, el echo de que existan problemas dentro de la iglesia católica no es escusa para dividir la cristiandad, Muchos grandes santos tuvieron problemas con cardenales y obispos pero a ninguno de ellos se atreverían a fundar una nueva religión o cristiandad nueva porque esto complace a satanás, San Francisco de Asis lo acusaron de tratar de crear una nueva religión, y el peregrino a Roma para pedir permiso al papa para la creación de los frailes, y el papa le dio el permiso y la bendición para hacerlo, obedeciendo al Papado, así que Lutero se convirtió en enemigo de Dios cuando decidió fundar su iglesia luterana no veo heroísmo en eso de crear religiones raras, de que ramas de la cristiandad hablan son solo falsos cristianos que se condenan a si mismos cuando conde...
14/07/08 5:42 PM

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