Papá, ¿me he hecho daño?
Voy a contarles algo que quizá les suene a los que tienen hijos o sobrinos pequeños. Mi hija Cecilia tiene ahora mismo algo menos de dos años, lo cual quiere decir que se pasa el día corriendo de un sitio a otro sin parar, normalmente sin mirar a dónde va. Su parecido con el correcaminos es sorprendente: un momento la ves y otro ya no sabes donde está.
Como aún no está muy familiarizada con las leyes de la física y el equilibrio, sus carreras a menudo terminan en el suelo. Tenemos en casa una buena provisión de tiritas con dibujos de perritos para ponerle si se hace un rasguño, de manera que pueda luego pasarse el día entero enseñándoselas a todo el mundo.
Lo que me llama la atención de estas caídas es que, cuando se ha caído, no se pone a llorar. Lo primero que hace es mirarnos a su madre o a mí. Si ve que nos reímos, ella también se ríe y se levanta como si nada. Como mucho se frota un poco la cabeza con la mano si se ha dado un coscorrón. En cambio, si al mirarnos ve que ponemos cara de preocupación o de susto, ella también se asusta y se echa a llorar.
Aunque parezca mentira, al caerse nos mira para preguntarnos si lo que ha pasado es grave o no tiene importancia. Por supuesto, a ella le duele más o menos, pero también sabe que no pasa nada porque le duela un poco. Confía más en el criterio de sus padres que en el suyo propio. Está convencida de que la queremos, porque lo ha experimentado una y cien veces en su corta vida, y sabe que puede fiarse de nosotros. Está segura de que si sus padres no le dan importancia a algo es porque no la tiene.
Creo que, en parte, esta forma de ver la vida que tienen los niños es la que explica las palabras de Cristo: si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Un niño se fía enteramente de sus padres y todo lo espera de ellos. De la misma forma, sólo puede entrar en el Reino de los Cielos quien se fía enteramente de Dios y todo lo espera de él. La creencia de que podemos arreglarnos solos, de que no necesitamos de Dios es, a menudo, el mayor obstáculo que tenemos en nuestra vida cristiana. Si no nos hacemos como niños, no entraremos en el Reino de los Cielos.
Si tenemos caídas, tropezones o sufrimientos en la vida, los cristianos también debemos alzar los ojos hacia nuestro Padre que está en los cielos. Así podremos ver las cosas como son de verdad, confiando en su criterio. Incluso si nos parece que algo no puede tener sentido, mirar a Dios nos recordará que él sabe por dónde va llevando nuestra vida y que no nos abandona nunca. Hemos experimentado una y mil veces que Dios nos quiere más de lo que podemos imaginar, así que podemos fiarnos de él.
Por experiencia, puedo decir que hay pocas cosas más agradables para un padre que caminar con su hija cogida de la mano. Estoy seguro de que Dios disfruta también así, cuando nosotros caminamos por la vida cogidos con confianza de su mano.
17 comentarios
Una vez hice un viaje fuera de España, y alguien me dijo: a mí también me gustaría atreverme a ir sola. Yo le respondí que no iba sola. Ya entiendes por qué ¿verdad?.
Me alegro de que os haya gustado. En efecto, los cristianos nunca estamos sólos, tenemos junto a nosotros a nuestro Padre que nos ama y a toda la "familia de la fe". Lo cierto es que la paternidad permite entender mejor muchas de estas cosas.
San Pablo le dice a Timoteo (2 Tim 1, 12): "Sé de quién me he fiado". Él lo dice estando en la cárcel, así que está claro que los cristianos podemos confiar en Dios pase lo que pase.
Hace unos días q sigo tu blog, soy un estudiante de último año de carrera. Me gusta como escribes, me recuerda mis catequesis de hace unos años (antes de que las derivadas monopolizaran mi tiempo). Puede que te parezca raro pero me gustaría mucho que me recomendases alguna lectura. De tema religioso o no, simplemente unos cuantos libros que consideres imprescindibles. Ultimamente tengo la sensación de que pierdo el tiempo con los que escojo.
Saludos!
Alberto:
Me voy a permitir una licencia.
Si quieres una visión general, te recomiendo "Introducción al cristianismo" de J. Ratzinger. Me parece la mejor visión de conjunto que conozco. No es un libro de divulgación si no de teología, pero alguien que se pelea con derivadas e integrales no debe tener problemas. Es muy claro en la exposición, tanto que hasta yo lo entendí.
Estaré encantado de recomendarte algunos libros, aunque no conociendo tus gustos, lo hago un poco a ciegas.
De tema religioso:
- ?Ortodoxia? de G. K. Chesterton (o cualquier libro de Chesterton, todos son muy buenos)
- ?Cartas del diablo a su sobrino? de C. S. Lewis (todos los de Lewis están bien)
- ?Sabiduría de un pobre? de Eloi Leclerc
- ?Informe sobre la fe" de Joseph Ratzinger (algo más fácil que el que dice Montaraz, que es más denso pero también más profundo. A mí me encantaron ambos)
Vidas de santos buenas y entretenidas (noveladas):
- ?Corazón Inquieto? de Louis de Wohl (vida de San Agustín)
- ?El Oriente en llamas? de Louis de Wohl (vida de San Francisco Javier)
- ?Tres monjes rebeldes? de M. Raymond (fundación del Císter)
- ?La familia que encontró a Cristo? de M. Raymond (San Bernardo)
Ficción religiosa (y buena literatura):
- ?El poder y la gloria? de Graham Greene
- ?Diario de un cura rural? de Bernanos
- Todas las novelas del Padre Brown, de Chesterton
En cuanto a libros no religiosos, el tema es muy amplio. ¿Te refieres a historia, pensamiento, literatura, filosofía?? Uno interesante y no muy difícil para empezar con la filosofía:
- ?Introducción al pensamiento filosófico? de J. M. Bochenski (Ed. Herder).
Todos estos libros se pueden encontrar sin dificultad y son relativamente fáciles de leer (unos más y otros menos). Si ya los has leído, quieres algo más denso o te gustaría, por ejemplo, leer algún libro antiguo, dímelo.
En cualquier caso, bienvenido al blog.
"Meditaciones sobre la fe", del padre Dajczer me pareció un libro formidable para la meditación.
C.S. Lewis, estuve buscando el discurso que hace en la peli de "Tierras de Penumbra" pero creo que se lo han inventado...Muy apetecibles los de Ratzinger.
Lo dicho, gracias a todos.
Lo que Lewis escribió cuando murió su mujer se encuentra en el libro llamado "Una pena observada", en el que él va escribiendo lo que siente. Si no recuerdo mal, en la película se da la impresión de que pierde la fe con la muerte de su mujer. En cambio, el libro termina con fe y esperanza, tras la lógica oscuridad.
En cualquier caso, no te recomiendo ese libro en particular, porque es más un desahogo personal que otra cosa.
En mi opinión, es mejor leer "Mero cristianismo", "Los cuatro amores", "Dios en el banquillo" o su autobiografía (aparte de las "cartas del diablo a su sobrino" que son muy entretenidas a la vez que profundas).
También quiero felicitarte por tu hija, es muy guapa y muy graciosa. Seguro que sois una familia muy feliz.
Que Dios os bendiga, Un abrazo en Cristo.
Coincido con Bruno, en que los cuatro amores es un libro maravilloso y que demuestra una gran experiencia humana, las cartas, tuvieron su continuación en el diablo propone un brindis, ambos los haría de lectura obligada en los seminarios.
También tiene otro libro que es un recopilatorio de las cartas que escribía a su amigo Malcon,proponían un tema concreto y sobre él se carteaban, el libro es Si Dios no escuchase, y trata sobre la oración.
Estoy terminando mi licenciatura de Teología en San Dámaso, así que quizá venga de ahí la confusión.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.