Otra caída del caballo
Al leer la experiencia de Victoria, otro lector, Cruz, ha querido enviar su propia experiencia de conversión.
No deja de maravillarme los caminos humanamente tan extraños que Dios usa para conducirnos a él: una asociación gnóstica, las cartas de San Pablo leídas a palo seco, las exigencias de un cura, un pobre catequista primerizo que hablaba fatal…
El que quiera seguir siendo ateo o agnóstico no puede bajar la guardia ni un segundo. Dios se sirve de absolutamente todo.
Escuchando estas dos experiencias no puedo evitar alegrarme al pensar que, pase lo que pase, al final la Victoria será siempre de la Cruz de Cristo.
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Otra caída del caballo.
Yo no creo que sea el CNC el que propicia la conversión de nadie. Es el mismo Xto. el que llama y se empeña en la salvación del hombre. Al menos en mi caso, que por más de cuarenta años he venido sintiendo su llamada.
Yo era obstinado, duro de oido y tratando de racionalizar todo. Durante siete años de mi vida (de los 14 a los 20) basé mi fé en sentimientos y emotividades que me condujeron a la más obscura de las noches del alma. Aborrecí a la iglesia -institución- porque no tenía ni idea de la existencia de la Iglesia Pueblo de Dios. Era un huérfano, y no lo sabía.
De los 20 a los 30, anduve perdido por los mundos de los éxitos y fracasos de mi vida profesional y amorosa; (ojo, estaba casado desde los 26) Anduve buscando la felicidad en el dinero, el prestigio, amoríos extramatrimoniales…, vamos, todo un prenda.
A los 35, comienza mi búsqueda fuera de la iglesia; concretamente en una Asociación Gnóstica. Aquí comienza ha hacerse la luz; difusa, sí, pero luz al cabo. El Señor puso en mi camino a un amigo de la infancia, al que había perdido de vista hacía ya años, para reencontrarle en esta nueva etapa. Llega, con la luz, un proceso de fanatismo que me lleva a la toma de decisiones desmedidas: alimentación, relación familiar, hijos…, todo un cambio en mi forma de vida. Me planteo el abandono de mi mujer y mis hijos, pensando que todo aquello había sido un error de juventud. Tenía que buscar alguien que compartiera realmente mis inquietudes, mi desaforada búsqueda del Infinito, de Dios. (Hasta entonces, en la imagen de un señor mayor con barbas que, desde el cielo, rige los destinos del hombre a su capricho…
Por indicación de este amigo, retomo las epístolas de San Pablo. Aquí es cuando realmente empiezo a ver LUZ. Una Luz que me llega por medio de la Palabra. Es el inicio de mi apertura de oido. No fuí yo. Era una GRACIA como un piano que, sin mérito alguno de mi parte, me llegó.
Alguien me habla del CNC y, aprovechando que el párroco a exigido a mi esposa la asistencia a las Catequesis para adultos, como condición para que mi hija recibiera la primera comunión, bendita exigencia, acudo, con ella, a las catequesis para adultos.
¡¡ Menuda milonga…!! Casi salimos, aunque por razones distintas, corriendo de allí, al escuchar lo que aquel pobre hombre decía: “Es la primera vez que hago esto, y me cuesta mucho trabajo trasmitiros lo que a mi me ha sucedido…” Era todo un cúmulo de despropósitos: no hilaba una frase con otra…, todo un desmadre. No entendí nada de lo que dijo por lo inconexo y enmarañado de su discurso…
Decidí no volver, aunque los hechos, llevado de una frase que repetía frecuentemente mi gurú de la Asociación Gnostica: “Cuando alguien te transmita algo, abre el oido; acoge todo aquello que te sea útil y válido para tu crecimiento. Lo que no entiendas, lo que te parezca una bobada, déjalo aparcado, llegará un tiempo en que aquello que hoy no entiendes, pueda tener sentido después. Palabras proféticas. Esta toma de postura me llevó nuevamente a las “catacumbas” de mi parroquia.
Poco a poco, fuí llevando a la práctica este sabio consejo y…, ¡¡ bendito sea Dios…!! Hoy, con el paso de los años, quince, para ser concreto, he podido descubrir un Jesucristo que ha dado su vida por mí, que me saca de la muerte en la que he estado sumergido durante años…, y que, hasta hoy, experimento de otro modo…, hasta que me saca, por medio del Sacramento de la Reconciliación a una NUEVA VIDA…
Aquí, he llegado gracias a que Xto. se empecinó en sacarme de la muerte. Para ello, puso acontecimientos concretos: Salida del seminario, prisas en experimentar los secretos del amor…cillo…, el éxito profesional y los aportes en las relaciones sociales, juergas, borracheras, orgías…, había que recuperar el tiempo perdido…
Hoy, después de estos años, he visto como el puzle, se recompuso de forma admirable; según ha pasado el tiempo, estoy viendo el cuadro que el Señor está pintando de mi vida: Ahora tiene forma, tiene sentido; he descubierto al verdadero Amor esponsal; un amor basado en la donación, en la entrega, en el morir diario a mis cutres egoismos.
Y aquí he llegado porque he descubierto el amor de Xto. a su Iglesia. Ante mi, en estos años, he encontrado una Iglesia Madre y Maestra que, en la conviencia del día a día, me enseña con la Palabra y la Eucaristía, los caminos que preciso recorrer para llegar a alcanzar la Vida Eterna.
Lo demás… ¿Qué importa lo demás…?
27 comentarios
El paso de Iglesia institución a ver a la Iglesia como una madre ¿cómo se dio?
Porque eso es lo que planteo continuamente sin que nadie me haga caso. La Iglesia no la ve la mayor parte de la gente como a una madre, sino como una madrastra en el mejor de los casos, y por eso no se acercan ni a tiros.
Y a medida que se muestra más involutiva, menos abierta, menos vaticana y más trentista, menos evangélica y más tradicional, menos compatible con el pensamiento racional y científico y más dogmática, voy retrocediendo cada vez más. Y para no salir corriendo con todos los que ya se fueron, sólo me retienen el recuerdo de que es un camino elegido libremente por mí, cuando creí en Jesucristo y tuve que elegir, y sobre todo los puntales que comparto: el Evangelio de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, la Eucaristía, con sus raíces en el Evangelio, María: mi Madre y modelo de discípula, el salmo 116...de principio a conclusión.
Pero cada vez se hace más difícil permanecer, a medida que desaparece el centro justo entre la involución y la deserción, el de la reforma hacia la simplicidad del Evangelio.
Paz y bien.
ante todo, mi felicitación ya que tal como cuentas tu agitada experiencia vital, al fin has encontrado la paz y la alegría.
Me planteo dudas muy semejantes a las de Asun, tanto es así, que la primera pregunta se la copio literalmente
-"El paso de Iglesia institución a ver a la Iglesia como una madre ¿cómo se dio?"
Y añado con ella, aunque sea repetitivo: "La Iglesia no la ve la mayor parte de la gente como a una madre, sino como una madrastra en el mejor de los casos"
Eso me ocurre a mí, sin ir más lejos, y sin haber abnadonodao nunca del todo la Iglesia. Cuando me han dado los arrebatos de hartura ante la hipocresía y cerrazón reinante en la Iglesia y doy un portazo, me siento echada por una madrastrona como la de cenicienta.
Cuéntanos.
-"
El proceso, obviamente, fué más largo. Sintetizo porque si no, nos eternizamos.
La iglesia Institución fué, para mí, un espejismo de lo que hoy es, por experiencia, la Iglesia Católica. Eso: Católica. Formada por todos y cada uno de los bautizados: SANTOS Y PECADORES. TODOS.
Pero quisiera poder haceros llegar el modo en que la descubrí. Y perdonadme, no he tardado quince años en descubrir el rostro de Xto. Estoy comenzando a verle en cuantos me rodean. ¡¡ Y cuesta...., cómo cuesta descubrirle ...!!
En cuanto a mi descubrimiento, de la Iglesia como Madre, trataré de explicarme:
Cuando somos pequeños, niños pequeños, la figura de la madre, quienes hemos tenido la dicha de tenerla junto a nosotros siempre, no nos la cuestionamos. Está ahí, nos da el alimento y los cuidados que necesitamos y la amamos. Es nuestra madre, y punto. Cuando llegamos a la pubertad, la madre ya no es la que era en la infancia. Son nuestros caprichos, nuestros intereses, nuestra propia rebeldías, las que desfiguran el rostro de la madre y la cuestionamos. Ahora es una madre-institución: "Quiere que hagamos lo que ella quiere. No nos comprende... ¿Os suena...?
Luego, en la juventud, nos aprovechamos de ella y la sacamos lo que nos interesa. Nos trae al "pairo" sus enseñanzas, sus tesoros. ¿A mi me vas a decir cómo hacer...? Somos demasiado orgullosos y vanidosos como para hacer caso a una madre que "está fuera de onda"...
Cuando se llega a la madurez, yo ya estoy llegando, pero sobre todo, cuando uno es padre/madre, entonces comienza a valorar realmente la figura de la madre/padre. Ahora es cuando uno empieza "sacar jugo" a esa figura... y comienza a valorarla.
Yo también sentí a la Iglesia, durante mucho tiempo, como "madrastra" y, más aún: como "enemiga". Porque sólo me fijaba en su aspecto de madre "reprochona" que, desde su atalaya, me mostraba a su Hijo en un lenguaje que no entendía, y no me refiero al latín, sino a "ese lenguaje críptico que la iglesia de los 50/60/70 utilizaba en sermones y retiros...
No obstante lo anterior, he llegado a reconocer que, también en esos años, se daba la santidad en ella, y mostraba a su Hijo de forma clara a los ojos de quienes lograban descubrirlo. Y era la misma madre... ¿Dónde estaba la madrastra para ellos...? Juzgamos, juzgamos y juzgamos, pero cuando uno quiere encontrarse con la Iglesia-Madre y Maestra, tiene que ser desde la perspectiva de la madurez. Y no me refiero, en este caso, a la madurez de los años, de la edad, sino de la madurez en la búsqueda sincera, en "poner toda la carne en el asador" con la oración, la eucaristía y en compartir con el hermano que nos acompaña en nuestro caminar por esta vida: esposo/a, hijos, hermanos, compañeros de trabajo, hermanos de la comunidad, ya sea parroquial, neocatecumenal o del signo que queramos... Es entonces cuando, ligados a la madre que nos proporciona el alimento, que está a nuestro lado para ayudarnos en nuestras dudas, en nuestras caidas... Nos entrega su sobrada experiencia y amor a sus hijos, para no dejarlos de la mano y se pierdan.
Podría daros mil y una pruebas del Amor de Madre y de los sabios consejos recibidos de ella. No serviría de gran cosa. Lo importante, es que yo HE EXPERIMENTADO una Madre que creía conocer y que, a mis años, me reencuentro con ella en mis hermanos de la comunidad, de la parroquia, en mis catequistas, en mi párroco, y hasta en quienes nunca pensé pudiera encontrarla: en quien me caía tan mal, en quien juzgaba como un hipócrita porque los domingos iba a misa y luego... "iba pisando y haciendo mal a quien se pusiera por delante. "Pues yo conozco a uno que parece un santurrón y luego..." ¿Cúantas veces no hemos oido este comentario...? -Pues mi primo conoce un cura que... ¿Es esa la iglesia...?
Un día escuché: "Buscad el reino de Dios y su justicia. Lo demás se os dará por añadidura". Cuesta. Pero llega.
Yo también leí y escuché que "Mi Padre os lo enseñará todo" y así está ocurriendo.
Sin embargo, sigo agarrándome a esas cuatro cosas para seguir aquí, mientras tengo la impresión de que muchos me empujarían fuera si pudieran.
Hasta la vuelta.
Paz y bien.
Pues es que yo veo que los aspectos negativos de la iglesia son "los a que los oficiales". De ahí que los que se proclaman tan amantes de la Iglesia, sean precisamente los que se afanan en poner por delante siempre a la faceta peor de la iglesia, la de madrastra que primero regaña, después, castiga, después, expulsa y por último (siempre en este orden) proclama no sé qué misericordia.
Hoy hemos subido a Madris y al regresar em encuentro a mi hijo pequeño llorando. No es tan niño como para llorar así . Había perdido la llave de una cajita que yo guardaba desde la infancia con un cariño muy especial. Lo primero que siente una madre es compasión por el sentimiento de su hijo. Eso es lo primero. Luego le dice que no se preocupe, que no es para tanto, que no llore, que quizá aparezca la llave, le consuela. De inmediato siente que le ha perdonado, aunque ni se lo pida. Sólo cuando el niño ya está calmado, le dice que no tiene que enredar, y menos con cosas de tanto valor sentimental, y que no vuelva a hacerlo.
Eso no se acaba de ver en la Iglesia. Primero te echan una bronca, incluso antes de que toques la cajita y la llave, no es que te adviertan, es que te echa la bronca con amenazas. Si pierdes la llave, por mucho que te vea llorar conmocionado, te echan otra bronca, te imponen un castigo, te afean tu conducta y te echan de casa. Luego te hablan de misericordia. Eso es lo normal, lo "oficial". Y luego hay excepciones extraoficiales.
Bueno, Bruno:
diviértete, y está claro que hasta después del 15 no me paso por Pío XII.
Ya le podías decir a la Bellver que me dej en paz, que no me persiga con desvaríos, decalificaciones e insultos como "villana" . Y que deje de andar poniendo por ahí cosas mías personales que sólo supo privadamente. Eso sí que es una villanía. Es que esto es aburrido ya... qué plasta.
Yo por mi parte me despido definitivamente. No veo la utilidad de tener que discutir, incluso de las propias experiencias, con personas que manifiestan tener, y defienden con uñas y dientes, más autoridad que la Iglesia. Son discusiones vanas.
Un ejemplo conclusivo: Me he encontrado contínuamente en este tipo de foros con gente que quiere jugar a un deporte con una pelota y una raqueta y se empeña en que eso es futbol. Más aún, si les replicas, te dicen que eres un intolerante, que las normas se interpretan que les están insultando y chorradas del mismo estilo ¿se entiende?,¿ no? Es cierto que se nos invita a utilizar las nuevas tecnologías para el anuncio del Evangelio: pero más cierto es que para ello hace falta veracidad. No se puede hacer si el otro no sabes quén es realmente, porque ha cambiado de nombre mil veces y falsea la realidad en beneficio propio o, peor aún, en perjuicio ajeno.
Me acabo de "pasear", por un desliz de una pariticipante en este foro, entre los entresijos de las identidades ocultas y cambiantes Me ha ayudado clarmente ¡Me borro definitivamente!
Termino ya esta experiencia y seguiré con el contacto personal con personas a las que puedo ver y tocar. Gente que sabes cómo reaccciona a tus palabras en el diálogo del momento y no después de haber mirado y remirado los mensajes anteriores, para perfilar la respuesta.
No dudo de la posible "bondad" del medio. Pero comparto los de McLuhan:"El medio es el mensaje". Si el medio es un foro anónimo en el que es facilmente posible mentir sobre la identidad, sobre la propia vida y donde casi nadie es reponsable de lo que dice... ese es el mensaje.
Me sorprende la cantidad de insultos y malas interpretaciones en los que sulen acabar los foros que tienen mayor número de entradas. Casi todos se convierten en batallas campales.
No generalizo porque cada uno es cada cual.
Lo escribo aquí y en un par de foros más en los que he participado, por si sirve para algo esta inútil y torpe reflexión.
El Señor os bendiga y os guarde... os muestre su rostro y os conceda la paz.
¿Porqué ahora se dirigen a mí de nuevo?
¿No habián quedado en que no me dirigiera a ustedes, ni ustedes a mi?
Se equivocan de cabo a rabo. Esto es un a muestra exacta de lo que exponía. Al menos me gustaría saber con quienes hablo, deben ser legión. ¿Ustedes se creen lo que acaban de escribir? Vaya tontería de justificaciones para jusrificar lo injustificable y marear la perdiz.
¿Han leído acaso detenidamente lo que he escrito en los foros? ¿De dónde lo de "machacar"? ¿Quienes son los famosos "progres"?
¡De pena! Y fin
Y me importa un bledo los ex-abruptos que soltéis ahora. Cuando empecé a leer estos blogs, casi lloro por la pandilla de gente que aquí se dice que está en el filo de la navaja, que si se queda en la Iglesia, que si se va (perdón, que si la echan). 'Amos anda... Entre todos, habéis soltado tantos insultos juntos, que si el que lleva el blog no tuviera una paciencia de Job, hace semanas que os habría declarado personas "non gratas", aunque sólo fuera para que tuvierais razón en algo.
No me he enterado por qué se va Orzowai, pero desde luego no tiene nada que ver conmigo. También se va Bruno, de vacaciones hasta el día 15. Yo he dado las gracias sinceramente a todos los que tenía que dárselas y creía que ya había dicho lo que tenía que decir y me he despedido de Bruno hasta la vuelta.
Tú me das ocasión de señalar a qué me refiero cuando hablo de que da la sensación de que hay muchos que me querrían echar.
Es igual, porque yo tengo los motivos que he señalado para seguir dentro.
Y seguiré diciendo que son actitudes como la tuya las que echan para atrás a la gente.
A Cruz, a Victoria, a Miguel, Javier, Bruno etc. ya les he dado las gracias.
Y aunque a ti te dé igual que haya personas que no puedan ver a la Iglesia, a mí me duele, por las personas y por la Iglesia. Si no me importara la Iglesia, sí que me iría y no la defendería en las conversaciones en las que la atacan. Y las personas no pueden dejar de importarme, sobre todo porque con su rechazo a la Iglesia, rechazan muchas veces también a Jesucristo, y eso me parece mucho más grave.
Me parece muy bien que a ti te dé igual, pero entonces no te enrabietes de pronto. Tú sigue dándole gracias a Dios porque no eres como otros, sino infinitamente perfecta, y pasa de estas cosas, no te vayas a contaminar.
Saludos cordiales y adiós.
Pero no veo motivos para que se vaya.
Ha hecho bien en decirlo, y comprendo que le moleste. Pero espero que lo de marcharse se lo piense mejor, pues al fin y al cabo si estab por aquí sería para intercambiar puntos de vista con el blogger y comentaristas más afines.
Sí que es molesto tanto cambio de nick, lo reconozco. Pero no es como para que te vayas.
Un saludo cordial
Ni enrabietada, ni cabreada, ni contaminada, ni nada que se le parezca. Según tú "infinitamente perfecta".
Orzowei dice que se va porque no sabe con quién está hablando.
Yo, por ejemplo. ¿Soy una mujer? Tú has asumido directamente que sí. ¿Puedes jurarlo? ¿O puedes jurar lo contrario?
Tú, por ejemplo, la que se cabrea en cuanto la tocan con un dedo mojao, empiezas por cambiarme el nick, de "ratbeta" a "rabieta", supongo que para que rime... y luego me sueltas la puyita de que me dan igual las personas, ¡la primera vez que digo na!, y encima lo hago preocupándome por el Orzowei.
Bueno, venga, que hoy estoy de buen humor. Buen rollito, ¿vale? y no nos tiremos de los pelos.
Felices vacaciones, saludos cordiales, y cuando volváis, como decía no se quién por ahí, en el camino nos encontraremos.
¿Habéis tratado de echar vuestra vista al horizonte...? ¿Habéis dejado, alguna vez de miraros al hombligo...?
-Sería bueno que en vez de entrar en comentarios de este tipo, descalificadores al ultranza, tratárais de acercar posturas, de exponer con libertad, pero sin acritud, vuestros puntos de vista pero sobre todo... CON EL CORAZÓN ABIERTO A RECIBIR LO QUE DE POSITIVO ME PUEDA APORTAR EL OTRO DESDE SU PERSPECTIVA Y SU EXPERIENCIA PERSONAL.
¿Dónde queda el amor al enemigo..., si es que así os consideráis los unos a los otros...?
Ni Asun, ni Orzowei, ni eufemio, ni nadie..., -Digo, nadie..., está en posesión de la verdad. Perdonadme si intervengo, pero me parece demencial que "buenos cristianos" puedan "amarse de este modo". ¡¡ ÁNIMO, que el Señor os bendice, aún en esta situación !!
Y ahora, si podéis, queréis y el Señor lo permite, no estaría de más que pidiéramos perdón a quienes puedan leer este blog y, sin llegar a comprender la miseria del hombre, la confunda con la miseria del cristiano y pueda sentirse escandalizado. ¡ Menos mal que, por encima de todo, está el PERDÓN y el AMOR DE DIOS.
¡¡ Buen finde a todos...!!
¿Qué más da? si es un nick, y de los de uso por un día.
No sólo juraría que sí eres una mujer, sino que apostaría por una muy concreta.
Disculpa, Cruz,
Pero yo he sido absolutamente correcta y no creo que esté mal decirle a este nick que no viene a cuento nada de lo que me ha dicho. ¿O tú crees que sí?
Paz y bien.
(En cuanto a Orzowei, le aseguro que está hablando con alguien que se llama efectivamente Asun, y añado que no he engañado a nadie nunca, tengo mis dudas también respecto a si no he sido yo engañada, pero paso)
Feliz finde.
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