Las cosas claras y la Educación para la Ciudadanía
Hace tiempo, prometí escribir un artículo sobre la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía o, mejor dicho, sobre porqué soy tan crítico con que se imparta en colegios católicos.
Mi punto de partida, que ya sé de antemano que algunos no compartirán, consiste en que los colegios católicos deben educar a sus alumnos según la doctrina católica.
He olvidado ya muchas cosas de Matemáticas y Lógica, pero recuerdo que lo primero que hay que saber en ambas materias es que “A = A", es decir, el principio de no contradicción. Aplicando este principio al caso que nos ocupa, habría que decir la perogrullada de que un colegio católico debe ser un colegio católico, es decir y entre otras cosas, un colegio en el que lo que se enseña está de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia. Si para un colegio obtenemos que A ? A, lo más probable será que, en vez de “A”, lo que en realidad tengamos sea “afirmo que soy A pero sólo para conseguir alumnos y por costumbre, pero en realidad soy B porque todo el mundo lo es y, además, así me aseguro la subvención”.
Así pues, me parece que evidente que para que un colegio pueda llamarse con propiedad católico y, a la vez, pueda impartir la Educación para la Ciudadanía, ésta debe ajustarse a lo que enseña la Iglesia.
Echando un vistazo al programa, lo primero que uno nota es la falta de claridad de los temas. Es la quintaesencia de lo políticamente correcto. No digamos nada concreto, no sea que alguien, en algún lugar, en algún momento y por alguna razón, se ofenda. Esta falta de claridad en los contenidos de una asignatura es inaceptable. Mirando su programa, resulta imposible saber qué es lo que se va a decir a los niños o chicos. El deber de educar a los hijos corresponde, en primer lugar, a los padres, por lo que debe estar siempre muy claro lo que se va a enseñar a los niños, para que sean sus padres los que decidan si es oportuno o no.
En mi opinión, no es suficiente que los colegios afirmen que impartirán esta asignatura, y las demás, “según los valores cristianos” o utilizando expresiones equivalentes e igualmente vagas. Volvemos a encontrarnos con el mismo problema: con esas frases cada uno entiende lo que quiere y los padres siguen sin saber lo que se les va a decir a sus hijos.
Una posibilidad, que ya señalaron algunos obispos, consiste en que los colegios se acojan a la objeción de conciencia con respecto a esta asignatura. No parece muy probable que esta sugerencia tenga una buena acogida, así que, con el respeto debido, me voy a permitir proponer otra solución.
Propongo que, si un colegio católico desea ofrecer esta asignatura, publique antes, en su página web, en los periódicos o, al menos, en su tablón de anuncios, las siguientes aclaraciones, u otras parecidas, sobre los puntos más confusos del programa:
“En la asignatura de Educación para la Ciudadanía que se impartirá en este colegio católico, se dejará muy claro que:
- La ley moral no es relativa, ni depende de mayorías, culturas, normas legales o modas, sino que es absoluta y obliga a todos. Los derechos humanos están necesariamente unidos a esta ley moral natural.
- Los gobernantes tienen responsabilidad, en el ejercicio de sus cargos, ante las personas que los han elegido, pero también ante Dios y ante sus conciencias y deben ajustarse, tanto en su vida privada como en sus acciones oficiales, a la ley moral.
- El matrimonio es una unión de vida entre un hombre y una mujer. Si bien la ley permite la existencia legal de “matrimonios” homosexuales, la homosexualidad es una inclinación intrínsecamente desordenada y dos personas del mismo sexo no pueden formar un verdadero matrimonio.
- La legislación actual permite el aborto en diversos supuestos, pero moralmente debe considerarse el aborto un grave crimen contra la vida del niño no-nacido.
- En nuestra sociedad conviven personas de diferentes culturas y orígenes. Es necesario respetar a todas las personas y reconocer su dignidad, sin que ello implique una actitud de “todo vale” o “nada es verdadero” frente a la verdad.
- Los cristianos y los demás ciudadanos tienen la obligación moral de pagar sus impuestos sin defraudar a Hacienda, como deber para con el bien común.
- …”
No invento nada. Todos estos puntos reflejan la enseñanza de la Iglesia como se puede encontrar, por ejemplo, en el Catecismo. Por supuesto, podrían proponerse otros muchos puntos (de hecho, invito a los lectores a que propongan los suyos). En cualquier caso, estos puntos no tienen que agotar la asignatura, sino que sólo son aclaraciones sobre algunos puntos especialmente confusos.
¿Creen ustedes que los colegios católicos estarían dispuestos a hacer algo así, con unos puntos que, como sugerencia, podría redactar la Conferencia Episcopal? Me temo que muchos de ellos no lo estarían, lo que confirma mi sospecha de que esta asignatura de Educación para la Ciudadanía va a ser el coladero para un montón de ideas que nada tienen que ver con el cristianismo.
Creo que ya es hora de que los colegios que quieran seguir llamándose católicos se definan, aunque ello signifique ser políticamente incorrectos, perder alumnos o, incluso, ¡horror de los horrores! dejar de recibir las subvenciones estatales.
De los casi 500 mártires españoles que van a ser beatificados, un buen número son religiosos de la enseñanza. Que ellos intercedan por los colegios católicos de nuestro país para que también sean capaces de dar, ante el mundo de hoy, un testimonio de verdadera fe.
7 comentarios
No esperes que los colegios "religiosos" se opongan a la asignatura. Lo primero es lo primero y lo primero es el presupuesto. Así que los concertados, a callar y a tragar. Además, hay muchos religiosos que comparten la ideología de dicha asignatura. Vease el blog de Masiá.
En cuanto a lo que propones que debiera decir un determinado centro concertado para ser más "coherente", te diré que respecto a la moral absoluta no atañe este planteamiento la asignatura de Educación para la Ciudadania. Sobre lo de la homosexualidad discrepo contigo, prejuzgas por lo que te dice el catecismo, pero contar eso en un colegio ca...
Fuera de esto, y ya con carácter general (ahora no me dirijo en exclusiva a Julián), no sólo hay riesgo de "adoctrinamiento" en Filosofía y en Humanidades. También en las asignaturas de Ciencias, donde la ignorancia y los prejuicios ideológicos de muchos docentes les hacen pasar de un plano a otro sin miramientos para, por ejemplo, considerar demostrada la inexistencia de Dios a la vista de tal o cual hipótesis científica.
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