La Iglesia en el Congo

A pesar de que la Iglesia está extendida por toda la tierra, actuamos a menudo como si fuera algo casi exclusivamente europeoo o americano. El católico medio desconoce casi todo sobre la Iglesia en Asia, en África o en Oceanía. Como católico significa “universal”, creo que es bueno que conozcamos algunas de esas iglesias particulares católicas de otros lugares del mundo.

En el Congo, por ejemplo, hay más de veinte millones de católicos, tantos como en Austria, Bélgica y Portugal juntos. Tienen un uso litúrgico propio y una historia cristiana que se remonta al siglo XV. He pedido a un amigo mío, sacerdote diocesano congoleño, que nos cuente algo sobre la Iglesia en su país, que sufre desde hace años una situación de guerra intermitente.

Espero que Ceferino pueda responder a las preguntas que tengan los lectores, para que podamos conocer mejor a estos hermanos nuestros en la comunión de los santos, que peregrinan en tierras africanas.

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Hace mucho que mi hermano Bruno me pide que escriba algo sobre la Iglesia en la República Democrática del Congo. Soy Ceferino Ligopi, sacerdote de la diócesis de Lisala, en el norte de la República Democrática del Congo, estudiante en la Facultad de teología de San Dámaso de Madrid.

¿Qué voy a contar de la Iglesia en el Congo? Hay muchas cosas. Se puede hablar de la liturgia, de la organización pastoral, de las escuelas católicas, de la conferencia episcopal… Es imposible hablar de todo. Pero antes una breve situación general desde las cifras.

Superficie: 2.345.000 km2
Habitantes: +_ 56.000.000
Ciudades Principales: Kinshasa (capital), Kisangani, Lubumbashi, Goma, Mbandaka, Matadi, Kananga…
Inicio de la evangelización: 1492 y luego en 1880
Número de los católicos: 23. 672.778
Número de las diócesis: 49
Lengua oficial: Francés. Lenguas nacionales: Kikongo, Lingala, Swahili y Thsiluba

¡Cuidado! Las cifras no reflejan siempre la realidad vivida y sobre todo cuando se trata de la fe. Por eso quiero describir brevemente la situación que se vive en el terreno.

Es verdad que en el Congo, el cristianismo es la religión más extendida. Pero dentro de este marco encontramos el catolicismo, protestantismo, kimbanguismo, y una gama ilimitada de de sectas que nacen cómo champiñones y se reclaman del mismo Cristo. Los musulmanes son una minoría. Por ejemplo, en las estadísticas de mi diócesis, Lisala, que tiene 67. 674 km2, se pueden encontrar más o menos 800. Muchos vienen Mali, Nigeria, Sudán. Inicialmente vienen para el comercio y poco a poco sienten la necesidad de rezar juntos… En los grandes centros, cómo Kinshasa, se pueden encontrar muchos musulmanes no sólo africanos, también de otros países cómo Pakistán, Líbano…

La Iglesia del Congo es una iglesia relativamente joven. Si tomamos en cuenta la segunda fase de su evangelización, es decir 1880. Pues, la Iglesia del Congo celebró el centenario de su evangelización en 1980. Los protagonistas de dicha evangelización fueron los misioneros Espirítanos, capuchinos, franciscanos, Jesuitas, Padres blancos, los del Corazón Inmaculado Concepción de María… En este siglo, la Iglesia del Congo ha crecido mucho. Hoy en día no hay obispos europeos en las 49 diócesis del país. Hay muchas congregaciones religiosas misioneras y autóctonas, muchos sacerdotes, seminaristas y también asociaciones laicas. En 1980, Juan Pablo II beatificó a Marie-Clementine Anuarita Nengapeta, mártir (se celebra el 1/12/) y poco después, en 1994 a Isidore Bakanja (se celebra el 02/08).

Todo esto es fruto de lo que sembraron los primeros misioneros. Cabe saber que, antes de la venida de los misioneros, existían las religiones tradicionales africanas. Nuestros antepasados conocían a Dios. Oficialmente, las religiones tradicionales han desaparecido pero hay siempre unas huellas en la vivencia cotidiana. Las Religiones Tradicionales Africanas son un campo muy interesante y, de hecho, existen muchos estudios de ese aspecto.

La pastoral se organiza a partir de una estructura de pequeñas “Comunidades cristianas Vivientes de Base” (Communautés Chrétiennes Vivantes de Base, CEVB ). Esta opción se adoptó en la Conferencia de los obispos en 1968 y sigue adaptándose a las circunstancias. La parroquia es el conjunto de las comunidades. Cada comunidad tiene como responsable a un seglar que se pone siempre en contacto con el párroco para avisar, por ejemplo, de la muerte de un cristiano en el barrio para celebrar el funeral, presenta a las parejas que quieren casarse, a los niños de la comunión… Se celebra la Misa a veces en la CEVB. En el caso de una reunión que no sea eucarística de los miembros, es el presidente de la CEVB quien invita y preside la comunidad.

Es aquí donde vale la pena insinuar un poco el papel del seglar en la vida de la Iglesia en Congo. El papel central del seglar no se limita a las CEVB. En muchos pueblos, de tamaño suficiente como para ser una parroquia, toda la labor pastoral y administrativo de la comunidad es confiado a laicos. Un laico comúnmente llamado “mokambi”, que significa guía, o “catequista”, anima todos los grupos de la comunidad, prepara a los candidatos para los sacramentos, y preside la celebración de la Palabra dominical (o diaria, dependiendo de la vitalidad de cada comunidad), en la que suele repartir la comunión a los participantes.

La liturgia. Seguimos en el Congo el rito romano. Hay misa cada día en las parroquias donde hay sacerdotes, mientras que en los pueblos los animadores laicos (mokambi, catequista) presiden la liturgia de la palabra los domingos. Durante la semana, en algunos pueblos se hacen todavía las oraciones más usuales de la mañana y de la tarde. Las misas son muy participativas. Incluso las misas diarias son cantadas, con ritmo de tambores africanos y otros instrumentos de la cultura africana que compaginan y conviven armoniosamente con los instrumentos de la música moderna (la guitara, el órgano…). Existen cancioneros nacionales por ejemplo Nzembo na mindule (canción y música) y Toyembani (cantemos). Tienen canciones para todos los tiempos litúrgicos con partitura. El otro instrumento es las palmas de manos que se toquen con ritmo de una canción. Se baila también durante la misa, como por ejemplo en el Gloria. Puede bailar un grupo de niños pero eso no excluye la asamblea. La verdad que es una liturgia viva. La misa latina existe en algunas parroquias. Otras ponen la misa en francés ya que mucha gente no sabe el latín).

Además del rito romano común, tenemos el Misal Romano para las diócesis del Zaire (Congo). Es una adaptación del misal romano a la idiosincrasia del pueblo congoleño. Está en uso desde el año 1970 pero fue promulgado oficialmente por la Congregación para el culto en 1988, por el decreto Zairensium Regionum. ¿Qué tiene en especial? Sólo menciono cuatro puntos entre otros:

1. Mayor solemnidad en las procesiones: entrada, entronización de la Palabra, ofrendas…

2. La celebración se inicia por el saludo de siempre seguido por una puesta en presencia (invocación) de los santos y de los antepasados de corazón sincero. Sigue la gloria y la Palabra de Dios, la homilía y la profesión de fe.

3. La celebración penitencial o el “kyrie” / “Yo confieso…” interviene después de las lecturas y de la homilía. Se pide perdón a Dios porque de la confrontación con palabra de Dios escuchada uno toma más claramente conciencia de su pecado. Después sigue el rito de aspersión con el agua. Una vez reconciliados con Dios, nos reconciliamos con los hermanos con el rito de la paz (no después del “Padrenuestro”), de acuerdo con la palabra de Jesús que decía que cuando te vayas a ofrecer si te acuerdas que tienes algo con tu hermano, deja ahí tu ofrenda y vete a reconciliarte primero con él. De ahí, “con labios puros”, se pasa a las preces y a continuación las ofrendas. Las ofrendas consisten no sólo en dinero sino también del fruto del trabajo de cada uno. Últimamente, en las ofrendas se puede llevar pan, huevos, maíz… Hay recipientes adaptados y personas por todo esto. Después de la misa los responsables de las CEVB pasen a recoger lo que corresponde a los pobres de sus barrios respectivos. Pués que las ofrendas se comparten con los pobres. Después de las ofrendas misa sigue igual.

4. “La danza”, es muy a menudo el elemento mencionado unilateralmente como si constituyese el punto fundamental del “rito congoleño”. Eso es nada más que uno de los aspectos de la mentalidad congoleña según la cual se adora a Dios con cuerpo y alma.

En estos últimos años la preocupación eclesial es construir una Iglesia-familia. Todo se basa sobre la perspectiva del sínodo para áfrica y la carta apostólica pos sinodal Iglesia in África del papa Juan Pablo II (1995). La justicia y la paz, la catequesis, la juventud, la toma en carga material de la iglesia por sus fieles son otros aspectos de esta opción pastoral de la Iglesia-familia de Dios.

Podemos antes de terminar mencionar la labor social de la iglesia en Congo. Se puede hablar de: 1) Escuelas e universidades; 2) Hospitales; 3) Luchas mediante las comisiones diocesanas de justicia y paz, las comisiones diocesanas para el desarrollo… De hecho, si ahora existe una “Sociedad civil” es, en la mayoría de los casos, bajo inspiración y formación de la iglesia. De hecho la Iglesia fue la primera en llevar la voz profética para denunciar los abusos del poder; y eso ya desde tiempos del dictador Mobutu. La Iglesia es un referente para la gente, aunque esto no siempre agrade al dirigente de turno…

Todo no es bueno en la Iglesia del Congo. No lo puedo pretender. Hay muchos problemas y obstáculos a la evangelización. Por ejemplo: las sectas, la falta de medios para el apostolado, el analfabetismo, el mal testimonio de los fieles, la brujería, la guerra. Con este último, podemos escribir mucho. A ver si quiere Bruno…