Ésa no es nuestra fe

La semana pasada vi algo que me escandalizó bastante. El día de la Inmaculada fui a misa a la parroquia que me corresponde territorialmente, a una misa celebrada por el párroco. Acostumbro a ir a misa a otra parroquia diferente y, cuando voy a ésta, suele ser a las misas presididas por otros sacerdotes, por lo que es raro que coincida con el párroco. Quizá por eso me sorprendió que se inventara un credo suyo particular, que venía a decir (cito de memoria):

¿Creéis en Dios Padre, que nos creó y nos quiere mucho?
¿Creéis en Jesucristo, que nos dijo que nos amásemos unos a otros y dio la vida por nosotros?
¿Creéis en el Espíritu Santo, que nos inspira para que construyamos la comunidad?

Cuando, al terminar la celebración, me acerqué a hablar con el párroco y a decirle que no me había gustado nada que se cambiara el Credo, se molestó bastante. Me dijo que pensaba que este credo decía lo mismo que el otro y que, además, a la gente le gustaba. De hecho, no conseguía entender que me pareciese algo importante y me echó rápidamente de la sacristía.

La verdad es que no me escandalizó tanto el hecho de que este sacerdote decidiese cambiar el Credo, cuanto sobre todo la terrible ignorancia que demostraba con ello y con sus explicaciones. Me pareció increíble que pensara sinceramente que un credo que podría recitar perfectamente un testigo de Jehová o un mormón era una adecuada expresión de la fe de la Iglesia. Aún peor me resultó que pensase que tenía derecho a cambiar los Credos de la Iglesia como le diera la gana y a imponernos a los fieles el pobre resultado del estrujamiento de sus meninges. Quizá lo más absurdo de todo era que creyese que el Credo no era algo importante y que estuviese convencido de que el criterio para la profesión de fe es lo que le pueda gustar o no a la gente (al margen de que está por demostrar que esos inventos realmente gusten a alguien que no sea el autor de los mismos).

Como los lectores sabrán, la palabra Credo viene del latín y significa simplemente “creo”. Los que recuerden la Misa en latín, probablemente aún podrán cantar el “Credo in unum Deum…”.

El hecho de que el Credo siempre se haya cantado es algo importante. Los programas o discursos políticos no se cantan, tampoco se cantan los textos filosóficos ni los teoremas científicos. El Credo se canta porque no es ninguna de esas cosas, sino mucho más: es la expresión de la fe que nos da la vida a los cristianos, la riqueza por la que los mártires soportaron la muerte, la herencia impagable que hemos recibido los católicos. Como decía San Ambrosio de Milán, es el sello espiritual, es la meditación de nuestro corazón y el guardián siempre presente, es, con toda certeza, el tesoro de nuestra alma.

Un término sinónimo de Credo, algo menos habitual pero que también habrán oído los lectores, es Símbolo de la Fe. Esta expresión viene del griego, lengua que siempre nos resulta algo más ajeno a los españoles. Symbolon, en lengua griega, significa “sello” y, por extensión, “contraseña”. En la antigüedad, existía la costumbre de tomar un sello estampado en plomo o en otro material y partirlo en dos, de manera que sirviese de contraseña para un mensajero. Si éste presentaba la pieza que correspondía perfectamente a la otra mitad del sello, se sabía con seguridad que su mensaje era auténtico y no una falsificación.

De la misma forma, el Credo servía para que los católicos se reconocieran entre sí como tales al viajar lejos de su lugar de origen. Si, al entrar en una iglesia, escuchaban el Credo de la Iglesia, podían estar seguros de que estaban en una iglesia católica y no en una de las múltiples sectas heréticas que, como sucede ahora, surgían y desaparecían vertiginosamente.

Este significado se refleja muy bien en una pequeña anécdota que contaba San Ireneo de Lyon sobre su maestro San Policarpo, obispo de Esmirna (que era un Padre Apostólico, ya que había recibido el cristianismo del Apóstol Juan). Un día, Policarpo se encontró con Marción, el fundador de la herejía marcionita, que afirmaba que el Yahvé del Antiguo Testamento era un dios malo, enfrentado con el Dios bueno del Nuevo Testamento. Fue una herejía bastante popular en su tiempo, ya que permitía prescindir de todo lo que a uno no le gustara en la Escritura como producto de ese “dios malo”. Marción, sabiendo el prestigio que tenía Policarpo como discípulo de un Apóstol, se acercó a él y le dijo: Reconóceme. Es decir, reconóceme públicamente como un católico, como alguien que mantiene la fe católica transmitida por los Apóstoles. Policarpo, sin dudarlo un momento, le dijo con fuerte voz, para que todos lo oyeran: Te reconozco… como el primogénito de Satanás.

El Credo o Símbolo, entonces como ahora, permite que los cristianos nos reconozcamos en lo que se va a celebrar en la liturgia. La fe manifestada en el Credo y la Eucaristía están íntimamente ligados. Recordemos lo que afirma el sacerdote después de la consagración: Éste es el sacramento de nuestra fe.

No es extraño, pues, que los Credos sean siempre los mismos y no se cambien constantemente ni estén a merced de interpretaciones particulares. Cuando lo considera oportuno para responder a nuevas dificultades que hayan surgido, la Iglesia elabora nuevos Símbolos de la Fe, pero sin desechar los antiguos, ya que son una expresión de la misma y única fe.

Ningún sacerdote ni ningún laico pueden modificar el Credo. No les pertenece. Es una riqueza de toda la Iglesia. La fe, entendida católicamente, no es algo meramente individual, sino algo que nos une a la totalidad de la Iglesia, desde los Apóstoles. Por eso señala el Catecismo: Quien dice “Yo creo", dice “Yo me adhiero a lo que nosotros creemos". La comunión en la fe necesita un lenguaje común de la fe, normativo para todos y que nos una en la misma confesión de fel católico que llega a una parroquia con un credo inventado no puede reconocer la fe de la Iglesia, que es la suya propia, en lo que se está diciendo.

Un credo inventado por un sacerdote es simplemente lo que él personalmente cree u opina, no es lo que nosotros creemos. No es la fe de la Iglesia. Por eso no tiene ningún derecho a imponérselo a los fieles, como si fuese el dueño de su fe. Lo único que consigue con eso es crear su propio grupo aparte, fundamentado en sus propias opiniones subjetivas, rompiendo la unidad de toda la Iglesia que se plasma en el Credo. Al igual que el Credo, como decía San Cirilo de Jerusalén, no es un resumen de la fe hecho según las opiniones humanas, la unidad de la Iglesia no es algo construido por la sabiduría o el compromiso de los hombres, sino que es un don de Dios.

Cuando oigo proclamar el Credo en la liturgia, siempre soy consciente de que estoy presenciando un milagro. El hecho de que toda la gente que está a mi alrededor, con edades, aficiones, opiniones, procedencias, historias y circunstancias totalmente distintas, pueda proclamar públicamente una misma fe y encuentre en ella la vida eterna sólo se explica por el poder del Espíritu Santo que actúa en la Iglesia.

Por eso, cuando se lee el Credo de la Iglesia en forma dialogada, el presbítero proclama al terminar: Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús. Y todo el pueblo, junto con todos los mártires y santos, los católicos de tiempos pasados y los que aún estén por venir, responde gozosamente: Amén.

40 comentarios

  
saruce
Amigo Bruno, poseer un blog, y dedicarle al mismo unas cuantas horas, no concede la sabiduría, ni el conocimiento de la verdad única.
A mí me agradan las misas en las que los celebrantes se aproximan a los asistentes, y sus palabras son comprensibles desde el más lerdo al más instruido, desde el más joven al mayor.
Jesús de Nazaret, nuestro líder, nuestro Dios hecho hombre, nos enseñó el Padrenuestro. La iglesia católica ha variado alguno de sus términos y palabras, pero no su contenido. ¿Se ha equivocado también?.
No hay que ser quisquillosos. Cada uno expresa sus sentimientos, o su fe, de una forma personal, poniendo más o menos énfasis en ciertos detalles.
14/12/07 6:44 PM
  
Dámaso
Bruno tiene toda la razón, algo fundamental como el Credo, resumen de lo más importante en que debemos creer, no se puede variar ni cambiar al gusto de cada uno.

Si eso fuera tan fácil, con haber eliminado "FILIOQUE" del Credo no se hubiera producido en el siglo XI el cisma que pervive hasta hoy.
14/12/07 6:46 PM
  
Pedro
Sr. Moreno:

Dice Vd. que se quedó muy sorprendido de que ese cura "se inventara un credo suyo particular" y que le "escandalizó bastante". Me parece una ingenuidad bastante forzada por su parte, porque estoy seguro que no desconoce que estas cosas están a la orden del día en multitud de parroquias y desde hace bastantes años. Tampoco ignora que los hermanos sacerdotes y obispos de este creativo párroco no suelen acercarse tan educadamente a la sacristía a amonestarle sobre sus creaciones ... La mayoría callan o incluso les ríen las gracias. De esto Vd. ni una palabra, claro. No entiendo bien en estas circunstancias a qué tanto rasgarse las vertiduras. Por ultimo no me resulta bastante enigmático eso que dice Vd. de que los sacerdotes "presiden" las misas. ¿Podría explicarnos Vd. un poco la expresión? ¿O es tal vez otra licencia creativa? Gracias por soportar con estoicismo mis impertinentes observaciones.
14/12/07 6:58 PM
  
Antonio - Rocafort
Parece que el Credo resume lo más importante en lo que debemos creer,la fe esencial sin la cual no es posible considerarse cristiano.
Resulta difícil a estas alturas defender la fe a base de esta insulsa beatería recitadora inaprensible e incomprensible.
¿Alguien me podría explicar qué significa "dios de dios, luz de luz, dios verdadero de dios verdadero, engendrado no creado"?
Si el lenguaje es el instrumento de la razón, ¿ no sería más apropiado que la fórmula de fe fuera, al menos, inteligible ?





14/12/07 7:08 PM
  
Bruno
Antonio:

Todo lo que hay en el Credo se encuentra en la Escritura o dice cómo hay que interpretar las expresiones de la Escritura (en particular, que Cristo es de la misma naturaleza que el padre, que es engendrado no creado y que nació de María Virgen sale todo en los evangelios, otras cosas salen en los demás libros bíblicos).

Por otra parte, todo lo que usted cuenta como lo importante de Jesús en su comentario, podría decirse también de, por ejemplo, San Francisco. Sin embargo, los cristianos no seguimos a Francisco de Asís, sino a Jesucristo. Quizá eso indique que en Cristo es mucho más que San Francisco. ¿En qué? En lo que dice el credo.

Sólo es una sugerencia, pero me atrevo a decir que cuando hay partes de la fe de la Iglesia que nos parecen irrelevantes o sin importancia, suele ser porque no hemos sacado de ellas el "jugo" que deberíamos y sería aconsejable un poco de contemplación de las mismas.

Un saludo cordial.
14/12/07 7:19 PM
  
Bruno
Antonio-Rocafort:

Desde el principio del cristianismo, para comprender bien y asimilar la fe cristiana hacía falta una catequesis en profundidad (en ocasiones de varios años).

Si de verdad alguien no entiende lo que significa el Credo quizás está necesitado de esas catequesis.

"Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado y no creado" significa que Cristo es Dios, igual al Padre y un solo ser con él, como una luz que no tiene "partes", sino que toda ella es luz.

Además es Dios verdadero, como el Padre, es decir, llamarle "Dios" no es una metáfora ni una licencia poética, sino que es Dios en sentido propio.

Finalmente, se dice que es Dios porque es Hijo de Dios, engendrado por el Padre desde toda la eternidad, no es una simple criatura más.

Más que denunciar que el Credo no es inteligible, habría que decir que a muchos cristianos les falta, por desgracia, la formación cristiana más básica.

Bienvenido al blog.
14/12/07 7:49 PM
  
Bruno
Pedro:

Me sorprendió el asunto porque era la primera vez que lo veía en esta parroquia y porque afectaba a algo muy importante como es el Credo. Por desgracia, he visto en otros sitios cosas comparables y peores.

Yo no defiendo en ningún caso a sacerdotes u obispos que se rían de estas cosas. Entiendo que el artículo es una clara muestra de ello.

El sacerdote preside la Eucaristía o la celebra u ofrece el Santo Sacrificio de la Misa. Son todas expresiones que hablan de lo mismo, aunque cada una resalta un aspecto en particular. Desde que es posible para los sacerdotes concelebrar las Eucaristías, es muy común hablar del que preside la Eucaristía para designar al celebrante principal (por ejemplo, un obispo que concelebra con varios sacerdotes, preside la Eucaristía, aunque haya varios celebrantes). Por si le cabe alguna duda, creo firmemente en la diferencia cualitativa y no cuantitativa que existe entre el sacerdocio jerárquico y el sacerdocio común de los fieles y que sólo un sacerdote puede ofrecer el sacrificio eucarístico, mientras que los fieles se unen a ese sacrificio.

Un saludo.
14/12/07 7:58 PM
  
Bruno
Saruce:

En efecto, cada uno expresa su fe como puede. Si yo le diera a usted testimonio de mi fe, mencionaría multitud de hechos concretos en los que yo he podido experimentar, por ejemplo, que Dios me ama y me ha creado, que Cristo ha resucitado, que la Iglesia es santa, etc.

Sin embargo, aquí no hablamos de eso, sino de la proclamación pública de la fe de la Iglesia. Eso es algo diferente y sólo la propia Iglesia tiene el poder de expresar de una forma u otra esa fe, que es el modelo, el núcleo y la sustancia de la fe de los católicos.
14/12/07 8:02 PM
  
Bruno
JV:

Estoy de acuerdo en que debemos hacer todo lo posible por anunciar el evangelio a los hombres de forma que puedan entenderlo.

Sin embargo, el Credo no es evangelización, sino proclamación en medio de la comunidad católica, de lo que creemos. De hecho, como sabrá, durante mucho tiempo el Credo no fue público, sino que sólo se entregaba a los catecúmenos después de un (largo) tiempo de catequesis, para que no lo malinterpretaran.

Puesto que el credo va dirigido a los cristianos y no a los que no creen, lo que sí es necesario es formar a esos cristianos que no lo entienden. El problema es de falta de formación de muchos cristianos, no de evangelización.

Un saludo cordial.
14/12/07 8:06 PM
  
Antonio - Rocafort
Sr. Bruno, con todos mis respetos:

¿Qué quiere decir cuando aconseja un poco de "contemplación de.." (de...ciertas partes de la fe)?
Voy a abstraerme y voy a "contemplar" con mi mente, la sabiduría que esconde una verdad tan cargada de significado como "dios de dios, luz de luz, dios verdadero de dios verdadero, engendrado no creado". ¿Cree Ud. razonable que alguien pueda sacar algo de la contemplación de tamaño dislate lingüsitico ? Es que significa algo ?

Sr. Damaso:
Mire, eliminar el "FILIOQUE" debiera haber sido muy fácil, pero ni los tiempos ni la smentalidades ni los intereses iban en este sentido. ¿Sabe lo que se hubiera evitado de haber llegado a un acuerdo sobre lo que no es más que un mero devaneo lingüistico, SIN NINGUNA SIGNIFICACION RACIONAL ?



14/12/07 8:12 PM
  
Bruno
Antonio-Rocafort:

He explicado en un comentario anterior lo que significan esas palabras, de forma muy sencilla. Quizá no lo ha leído.

La contemplación de los misterios de la vida de Cristo es algo propio de los cristianos desde el comienzo de la Iglesia. Ya San Pablo nos anima a tener "los mismos sentimientos de Jesús que, siendo Dios, no retuvo ávidamente su dignidad, sino que se hizo hombre. Y hecho hombre, se humilló a si mismo... obedeciendo hasta la muerte y una muerte de cruz". Lo mismo se hace en los Ejercicios de San Ignacio, en el Rosario, al leer el Evangelio, al poner un nacimiento o con otras mil oraciones o prácticas cristianas.
14/12/07 9:03 PM
  
marypaz
Aniturri

Que madraza eres, siempre pensando en "los niños", dejar que los niños se acerquen a mí, ay que me troncho, te crées que el Credo es como una receta de cocina, que se puede comer caliente o fría. Tengo una idea Anuscka, haz una cosa, coje una receta de las tuyas, de las que le gusta a esa parejita con la que hablas por teléfono, y le cambias los ingredientes, además de eso los pones al revés, es decir si tienes que hacer un sofrito primero, lo dejas para el final, y cuando los añadas que estén ya previamente rehogados ó pochados y los vuelves a rehogar hasta que estén afogados del todo, en ese momento queda ideal ponerle mayonesa encima, mucha y pan rallado con ajo. Ya luego, todo eso se lo echas a los gorrinos, o a tu señor padre ( sic ) pero de desayuno. Y todo así, para mayor gloria de la Iglesia Puesta al Revés. Con tu pan te lo comas, chata.
14/12/07 9:08 PM
  
Luis Fernando
Ocurre lo siguiente:

1- No se forma a los fieles.

2- Como los fieles no están formados, suelen desconocer gran parte del significado de la liturgia, de sus signos, de sus oraciones, etc.

3- Se piensa que el fiel es incapaz de entender bien las cosas tal y como las dicta la Iglesia. Entonces hay que dárselas masticaditas, en papilla para que no se atragante.... aunque tenga ya 40 años de vida religiosa.

4- Aparece el cura que se cree más listo que Calixto y decide que en vez de dedicar tiempo a la formación de sus fieles, mejor les hace una misa light, modelllna, oenegista, buenista, etc.

Sigo....
14/12/07 9:20 PM
  
Luis Fernando
5- Como ese tipo de curas que no respetan las normas litúrgicas suelen ser igual de heterodoxos en cuestiones doctrinales, pues es cuestión de tiempo que en sus inventos litúrgicos introduzcan inexactitudes teológicas o claras desviaciones doctrinales.

6- Los obispos lo saben.... pero no tanto como creemos, pues un obispo no se dedica a ir de incógnito parroquia por parroquia para ver si sus curas dan misa como manda la Iglesia o como les viene en gana. Aun así, acaban sabiendo quién hace habitualmente las cosas mal. Muchos no hacen nada. Otros llaman la atención pero nada más. Casi ninguno tiene el valor de hacer lo que hay que hacer. No sé si les importará mucho que los fieles tengan derecho a que se les celebre bien la misa, pero parece que les importa más no tener un jaleo gordo con uno de sus curas.


Bruno, como comprenderás, después de la "gloriosa" actuación de Monseñor Rouco con los de Entrevías, no tiene sentido que muevas un solo dedo más en es...
14/12/07 9:31 PM
  
Luis Fernando
Bruno, como comprenderás, después de la "gloriosa" actuación de Monseñor Rouco con los de Entrevías, no tiene sentido que muevas un solo dedo más en este caso. Tu arzobispo mirará para otro lado si llega a saber quién es ese párroco. O le dará una unidad pastoral y se quedará más ancho que pancho. Es triste, sin duda. Pero es. Y seguirá siendo hasta que la nueva generación de obispos que está saliendo en los últimos tome el mando de la iglesia en España. Algunos de ellos ya han dado señales de que no van a consentir que determinadas cosas sigan enquistadas. Y si en lo referente a los sacerdotes religiosos no pueden hacer todo lo que sería deseable antes de que se reforme el CDC, que yo creo que se va a reformar en ese punto, sí que pueden hacerlo con los sacerdotes diocesanos díscolos. Así que, paciencia... que todo llegará.
14/12/07 9:34 PM
  
saruce
Amigo Blogger, todo este lío (no puedo calificarlo de otra forma, porque no hay por donde cogerlo, para que se convierta una discusión, con algo de rigor), procede de una crítica personal, a una forma de expresión del credo, durante una misa parroquial.
Creo que es un mal sistema juzgar tanto, porque, al final, uno es también juzgado, y por cualquiera.
Recuerdo a todos que el credo comienza: "Creo en...".
Primera persona del singular.
No dice: "La iglesia cree en...", entre otras cosas, porque sería absurdo, casi tanto como la discusión en la que estamos involucrados ahora. Me retiro. Abrazos.
14/12/07 9:43 PM
  
Luis Fernando
Saruce, el Credo no dice "nosotros creemos", pero es obvio que si uno no "cree" lo que la Iglesia "cree" sino otra cosa, por muy respetable que sea esa otra cosa, entonces no está confesando el credo católico sino algo distinto. Porque claro, si en una celebración comunitaria cada cual va a rezar las oraciones como le viene en gana, apaga y vámonos. Para eso ya están los cultos pentecostales o los de los cuáqueros.

De todas formas, el mero hecho de que se esté discutiendo si es normal que una misa sea una misa y no el invento particular de un cura o de unos cuantos fieles, ya da una idea del patético estado en que está la Iglesia gracias a las "alegrías" postconciliares que fueron neciamente permitidas y toleradas, cuando no alentadas, por una jerarquía a la que prefiero no adjetivar para no caer en la falta de respeto que se le debe.
14/12/07 10:40 PM
  
marypaz
[...]

He borrado el comentario, porque las calumnias absurdas y gratuitas están de más. Bruno.
14/12/07 11:38 PM
  
juvenal
Creo que el credo no se debe tocar sino explicar, y el sitio para explicarlo no es la misa, en la misa se proclama y se afirma.
Por lo demás sólo llamar la atención sobre un extremo, si no es cierto que Bruno me corrija, en la historia del blog este debe ser uno de los post que más discusión ha generado, que ha llevado a intervinientes a pronunciarse en los términos más enérgicos, y por lo visto en algún caso irrespetuoso contra las tesis de Bruno o quienes las compartimos. Y es curioso que precisamente sea sobre el Credo.
15/12/07 12:16 AM
  
marypaz
Me da igual, quiere decir que tengo razón, y lo sabes, "Bruno", ésto es una falacia. Felicidades y tu crédito ante mí como católica = 0.
15/12/07 12:30 AM
  
Yolanda
saruce, francisco, antonio...
Naturalmente que este fingimiento de escándalo es una de las muchísimas tartufadas de este blogge. Hasta sospecho que el episodio es inventado o muy falseado, sólo paradar pie a este post con pretensiones polémicas. No hay más polémica que la que él y sus secuaces se inventan. La historia del post es de risa. LA psotura del blogger en esa misa, en esa sactistía, etc... una solemne -solemne seguro- bobada.
15/12/07 12:48 AM
  
Bruno
Saruce:

Ahondando en lo que dice Luis Fernando, me gustaría señalar otra vez la frase que se dice después del Credo dialogado en la liturgia: "Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia..." Si somos católicos, nuestra fe es la fe de la Iglesia.

Juvenal:

Creo que tienes razón, pero más que curioso, yo diría que es muy triste.
15/12/07 12:50 AM
  
Toni
Com todo el respeto por todas las opiniones, estoy muy admirado porque nunca habia escuchado este tipo de cambios en las tradiciones de la Iglesia. Incluso los que no creen (los que conozco claro y que son muchos), aceptan que existe um patrimonio de la Iglesia y que se debe respetar, porque es una forma de respetar las personas. En Portugal nunca he oido este tipo de cambios.
15/12/07 1:20 AM
  
Juan Antonio
Bruno,

Spain is different. Yo no me he sorprendido como Toni porque llevo algún tiempo leyendo el blog. Pero como decís, realmente es un poco penoso que se discuta si el Credo tiene que ser el Credo. ¿No fue establecido en el concilio de Nicea? Corrígeme si me equivoco.
15/12/07 1:54 AM
  
Juan Antonio
Ah, Bruno, si ves que el IP de Toni y el mío son el mismo o muy parecido es porque estamos en el mismo despacho. No estoy inventando identidades ni nada.
15/12/07 2:02 AM
  
Bruno
Yolanda:

Todo lo que he contado es cierto. Allá tú si no me crees. De todas maneras, supongo que es fácil darse cuenta de que sería estúpido inventarse algo que, por desgracia, es bastante habitual en algunas parroquias. Sólo me sorprendió porque no lo había visto nunca en ésta.

Sería igual de absurdo que me inventara "iba por la calle y vi un hombre en bicicleta". Creo que es evidente que lo común es un pobre material para fabricar mentiras.

Un saludo y que Dios te bendiga.
15/12/07 10:23 AM
  
Bruno
Toni y Juan Antonio:

Cuánto me alegro de que la situación en este ámbito sea mejor en Portugal. De todas formas, estoy convencido de que Dios será capaz de sacar algo bueno de todo esto, como hace siempre.

Como dice Juan Antonio, uno de los dos credos que se rezan en la liturgia (el largo) fue compuesto por el Concilio de Nicea (a.325) y luego completado por el primer Concilio de Constantinopla (a.381) para responder a algunas herejías nuevas que habían surgido (se le suele llamar Credo Niceno-constantinopolitano, aunque parezca un trabalenguas).

El otro credo (el corto) se llama el Credo Apostólico y es aún más antiguo, con origen en los s. III-II (y raíces en el Nuevo Testamento y en los Apóstoles), si bien la Iglesia explicitó posteriormente algún artículo para responder a nuevas desviaciones.

En efecto, resulta increíble despreciar así estos credos que han sido proclamados por los cristianos durante más de 1.500 años. Por desgracia, es mucho más fácil destruir que construir.

Un saludo a ambos.
15/12/07 10:36 AM
  
marypaz

Yolanda

Tienes pinta de ser un troll, yo también la tengo, pero no lo soy, tengo el IP constipado con tanta discusión bi zan ti na, que no constantina, por cierto a mí el Credo rezado con Fé me basta, y lo de Constantinopla, me la sopla.
15/12/07 11:01 AM
  
Observantis
Para bobada y estupidez, la que ha dicho la tal Yolanda. Pretender que el blogger se ha inventado todo es un patético intento de ofenderle ante la imposibilidad de refutar sensatamente sus argumentos. Personas así causan vergüenza ajena.
15/12/07 11:11 AM
  
Juan Antonio
Bruno, pues te puedes alegrar también por Ginebra. La verdad es que yo también. Las cosas pueden ser mejores y debemos intentar que lo sean.

Como te comenté en otro post (no sé si lo has llegado a leer, veo que con éste tienes ya bastante movimiento) aquí en Ginebra hay un belén en la cantina. Cuando conté a Toni lo del que tiraron a la basura el año pasado en Málaga también se quedó a cuadros.

Saludos desde Ginebra, con un frío que pela. Brrr.
15/12/07 11:31 AM
  
Montaraz
Un párroco cambiando la expresión de la fe de la Iglesia. No me extraña que estemos como estamos.
Litúrgicamente, ha habido años en que todo el mundo creyó que se podía cambiar lo que fuera y poner algo más "políticamente correcto" sin saber bien lo que se estaba cambiando ni su significado. A fin y a cabo ¿qué importa la fe de la Iglesia, comúna dos mil años de cristianismo? Mejor la fe que emana de la comunidad que, oh sorpresa, coincide con la que yo propongo.
15/12/07 12:01 PM
  
Raffaelo
Verdad
encuentro en el mensaje del blogger y del párroco en cuestión.

Y
no o, inclusivo no excluyente.

Buenas
las dos cosas, saber el porqué de nuestra fe y tratar de despertar la adhesión a Jesús diciendo de Él, de su Padre y del Espíritu que nos quiere.

Un saludo a everybody
15/12/07 12:05 PM
  
JV
Sr. Blogger, entiendo su razonamiento, pero insisto: el credo "oficial" está plagado de expresiones ambivalentes, poco precisas y de significación simbólica. Eso está bien, porque en religión es lo usual: frente a lo inefable de Dios, el balbuceo del hombre. Yo por eso veo más conveniete el credo "oficioso" que usted critica: por cercano, comprensible y comunicativo. Yo no voy a misa a proclamar peroratas con el compendio de mi fe. Eso lo dejo para los mítines políticos. Voy a celebrar en comunidad. Y para eso es preciso un lenguaje cercano. Me estorban los barroquismos. No me ayudan en mi fe y a veces hasta me escandalizan, porque creo que se apartan del mensaje cercano y sencillo de Jesucristo. Es mi opinión y así lo practico. La retahílas de memorieta no me parece que salgan del corazón. Pero si a otros le ayudan, allá ellos.
15/12/07 12:25 PM
  
Catalasplanas.
La Iglesia Católica acabará como la Evangélica. Un cura sensibilizando al público con las cosas que les gustan. Canciones, expresiones colectivas para promover la participación y el trance, bailes y coreografías grupales...etc...etc...
Todas las religiones tienen estos componentes. Si un cura del franquismo levantara la cabeza y resucitara antes de tiempo y viera cualquiera de las ceremonias del presente simplemente pensaría que todos los particiapntes, desde el cura hasta la última oveja cristiana eran manifestaciones apocalípticas y obscenas del Maligno, del que se sabe que causará estragos y conciliará a una grandísima parte de las comunidades cristianas.
15/12/07 12:51 PM
  
Bruno
Raffaelo:

Estoy de acuerdo en que las explicaciones del Credo son algo bueno (y las explicaciones de este sacerdote eran ciertas, aunque terriblemente incompletas), pero no pueden sustituir al propio Credo. Es decir, en la catequesis explicaciones, en la misa el Credo.

Juan Antonio:

Vi el comentario que mencionas y, aunque no tuve tiempo para responder, me pareció muy interesante. Está claro que, en otros lugares, no existen esos irracionales tics laicistas que sufrimos por aquí.

Catalasplanas:

Cristo prometió a la Iglesia que "las puertas del infierno no prevalecerían contra ella" y yo me fío de él.

Montaraz:

Lo triste es que lo políticamente correcto es un ídolo como otro cualquiera. Promete mucho, pero a la hora de la verdad no es capaz de dar nada.

JV:

La prueba de que el lenguaje sencillo no es lo único bueno, sino que depende de la ocasión y del contexto está, por ejemplo, en las cartas de San Pablo. A menudo hay que leer varias veces un párrafo para entenderlo bien. No creo que nosotros tengamos que ser mejor que la Escritura inspirada por Dios.

Por otra parte, como ya he mostrado en los comentarios anteriores, la explicación del Credo que se daba en este caso apenas contenía una mínima parte de lo que afirma el Credo.

Un saludo.
15/12/07 3:08 PM
  
manuel
Tiene que haber de todo en la viña del Señor, incluso vigilantes de la práxis aceptada por consenso en no sé que año, lo cual parece que invalida la práctica anterior. Para mí, la oración sentida con el corazón es agradable a Dios. ¿Quién puede asegurar lo que pensaba ese sacerdote ese día y en el momento justo del cambio de letra del Credo?¿Pudo ser un lapsus?¿Pudo ser un acto de sentimiento puro?¿Pudo írsele la olla?¿Pudo...?¿Quién lo sabe sino Dios? ¿Quiénes somos nosotros para juzgarle si no sabíamos lo que sentía su corazón? ¿Acaso nosotros somos perfectos? Sólo cuando seamos perfectos podremos juzgar a otro ser humano
16/12/07 10:46 AM
  
Bruno
Manuel:

Nosotros no podemos juzgar la intención de nadie, eso queda para el Señor. En cambio, sí que se pueden discernir las acciones en sí según el Evangelio.

Por ejemplo, si alguien te roba, quizá subjetivamente no haga mal porque no tiene que comer o porque le han obligado o porque está drogado y no se entera. Sin embargo, está claro que robar está mal.

De la misma forma, yo no pretendo juzgar la intención ni la culpabilidad subjetiva de este sacerdote. Es muy probable que sea mucho más santo que yo. Sin embargo, su acción está mal porque desobedece a la Iglesia que le manda que recite el Credo de la Iglesia y no uno suyo propio, adultera la doctrina que tiene que dar a sus fieles (que no vamos a escucharle porque sea muy listo, sino porque está enviado por la Iglesia) y hace lo que no tiene derecho a hacer.

Esas cosas están mal en sí mismas, aunque es muy posible que él no tenga culpa por ignorancia o porque ha visto a otros sacerdotes hacer lo mismo y crea que es algo bueno.

Espero haberme explicado bien. Un saludo.
16/12/07 2:22 PM
  
benedicto
eres un poco histerico no?
23/12/07 3:27 PM
  
nachet
Yolanda: cual es cada uno en el corazón, así juzga lo de fuera (Tomás de Kempis).

Para todos: el Credo es una oración comunitaria, y por tanto toda la comunidad la ha de cantar o recitar igual. El que no entienda alguna parte, que la estudie. Seguro que todos tenemos una oración personal al Padre que expresa con mayor exactitud nuestra fe que el Credo, pero igual que en un coro cada uno tiene un tono que le va mejor, pero a la hora de cantar todos cantan el mismo para que se les entienda, el Credo se ha de rezar todos juntos e igual. Como tantas otras partes de la misa, la recitación del Credo es signo de común unión de todos los católicos: los separados de nosotros en el espacio, porque viven al otro lado del mundo y recitan el mismo Credo que nosotros, y los católicos que nos precedieron y los que nos seguirán, que desde el concilio de Nicea recitan el mismo.
26/12/07 1:54 AM
  
Mercedes de Bayuelo
Estoy totalmente de acuerdo con la postura de este Señor que defiende el CREDO de la Iglesia Catolica con un ardor y un amor, que si todos los cristianos defendieramos asi las verdades de la Iglesia, la misma no anduviese tan de cabeza. Hay sacerdotes - a lo mejor con el mejor de los deseos de llamar a conversion- pero que pueden terminar tergiversando verdades santas y eternas. Lo escrito por la Iglesia, la tradicion de la Iglesia es ETERNA. no se debe cambiar, porque como me habria llegado a mi El Credo despues de 2000 años si en cada siglo a alguien se le hubiese ocurrido cambiarlo, quitarle y ponerle. Animo a este sacerdote a escrutar la palabra de Dios - La Biblia - en todo momento, en especial para sus homilias, que pueden hacer cambiar de parecer a una persona que no tenga una Fe bien cimentada. Mercedes de Bayuelo
15/02/08 8:46 PM

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