Un verdadero escándalo

No, hoy no voy a hablar de teólogos desorientados, abusos litúrgicos, curas sinvergüenzas, obispos extravagantes, cristianos apegados al dinero y otras mil noticias escandalosas que, por desgracia, leemos tan a menudo. Voy a hablar de la celebración de la Familia Cristiana de mañana y del “buen escándalo”, del que produce Cristo, que es piedra de escándalo.

Escándalo, en griego, significa obstáculo, bache, trampa. Un escándalo es algo que nos hace tropezar cuando vamos andando tan tranquilos sin mirar mucho por dónde y, a mi juicio, la celebración de mañana en la Plaza de Colón es una piedra de tropiezo en toda regla para la marcha que está tomando la sociedad. Nuestro país está corriendo a toda velocidad. No sabe bien hacia donde, pero parece que lo importante es ir muy deprisa, aprobar las leyes más modernas y progresistas sin pararse a pensar en las consecuencias: liberalizar el aborto todo lo posible, ser los primeros en reconocer el matrimonio homosexual con adopción incluida, una educación sexual liberada de “prejuicios morales” o un divorcio express que hace que sea más rápido disolver un matrimonio que contratar el banquete de bodas.

Creo que es evidente que, para nuestro mundo moderno, la propuesta de familia que hace la Iglesia se ha convertido en un escándalo que ya no puede ser ignorado. Incluso muchos cristianos rechazan esa propuesta y se ríen de ella como algo imposible, pasado de moda o inhumano. Miren, por ejemplo, estas de un grupo (felizmente a extinguir, en mi opinión) que se considera a sí mismo “cristiano”:

Nosotros, como colectivo cristiano, estamos a favor de la familia. Creemos que es posible vivir la vida de pareja de modo estable y duradero, pero aceptamos que quienes, por las circunstancias que fueren, no puedan seguir conviviendo, se separen y divorcien. Creemos en el matrimonio de un hombre y una mujer, pero también estamos abiertos a entender que es posible el amor y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Estamos a favor de la vida, de todas las vidas, también de cuantos mueren a miles cada día por hambre en el Mundo, pero aceptamos que, en determinadas condiciones, el aborto debe estar permitido en las condiciones que establecen las leyes, no sólo de nuestro país, sino de casi toda Europa y en muchas partes del Mundo.

La Iglesia habla de un matrimonio indisoluble, para toda la vida, y el mundo, desesperanzado, dice: Eso es imposible. Y tiene razón, es imposible para los hombres, pero no para Dios. El matrimonio cristiano es una alianza entre los esposos y Dios, que permanece en el centro de esa pareja. Es un sacramento que regala a los esposos una presencia especial de Dios. El Señor se compromete por esa alianza a ayudar a los esposos a quererse siempre, pase lo que pase. Los convierte en un signo del amor que nada puede romper entre Cristo y su Iglesia.

La Iglesia nos habla de apertura a la vida, acogiendo con generosidad y responsabilidad los hijos que Dios nos regale… y somos uno de los países del mundo con menor índice de natalidad. A mi mujer la han regañado ya varias veces perfectas desconocidas en la calle por tener ¡dos hijos! Y es comprensible, porque, para los padres, tener hijos es dar la vida, “perderla” y eso a nadie le apetece. Sólo conociendo a Cristo podemos experimentar que quien pierde su vida, la encontrará. Por algo será que , hoy en día, las familias numerosas españolas son en su mayoría cristianas, de distintos movimientos de la Iglesia.

Hoy se habla de los “distintos tipos de familia”, de que cada uno escoge su propio género u opción sexual entre las múltiples posibilidades existentes, de que no hay modelos ni opciones buenas o malas, lo importante es decidir libremente. Se ha olvidado algo que llevamos escrito hasta en la última célula de nuestro cuerpo: hombre y mujer los creó. El matrimonio entre hombre y mujer, complementarios, que se quieren y se entregan mutuamente en sus diferencias esenciales, es una manifestación terrena y natural del mismo amor trinitario.

Hemos vuelto a la mentalidad pagana que consideraba que los hijos eran propiedad de los padres y se piensa que es normal que la mujer “decida sobre su cuerpo” (eufemismo que esconde la terrible realidad de liquidar a un niño que molesta) o que se considere la adopción como un “derecho” de cualquier grupo social, incluyendo solteros y parejas homosexuales, en lugar de un servicio a los niños, que son los que tienen derecho a una familia con un padre y una madre.

Basta encender la televisión para darse cuenta de que el hombre de hoy vive obsesionado por la sexualidad. Sin embargo, obstinadamente, los cristianos defendemos que es posible y necesaria la fidelidad, porque solo ella permite una entrega real y sin reservas de los esposos. La sexualidad no es un fin en sí mismo, sino un medio para el amor de los esposos y para dar la vida a los hijos. La castidad antes del matrimonio, la fidelidad matrimonial y el celibato y la virginidad consagrada son incomprensibles hoy para millones de personas, que se han resignado a “bajar el listón”.

Me ha parecido digna de enmarcar una frase de Mons. Demetrio Fernández, en una recogida en Cor ad cor: La familia cristiana no es fruto del consenso de los hombres, sino del diseño de Dios. No se trata de buscar lo más moderno, lo más progresista, lo más democrático, lo más razonable, lo más tradicional o lo más conservador… sino de reconocer el plan que Dios tiene para nosotros. Sólo por ese camino se puede encontrar la verdadera felicidad.

Por eso, la Sagrada Familia es un signo para el mundo de lo que Dios tiene preparado para los hombres. Ése es su diseño de amor para nosotros: que mi familia y todas las familias puedan vivir como vivió la Sagrada Familia.

¿Imposible? Humanamente sí. Yo me conozco a mí mismo y sé que cualquier parecido con San José es pura coincidencia. Mi mujer tiene mucha paciencia y es muy comprensiva (no les digo más que hasta se casó conmigo), pero compararla con Nuestra Señora sería bastante exagerado. Las familias cristianas están formadas por personas débiles y pecadoras como las demás. Sin embargo, la gracia de Dios puede hacer milagros y, de hecho, los hace. Dios concede a miles de familias vivir, en medio de su debilidad, el amor al estilo de la Sagrada Familia: fidelidad, servicio, un amor que dura hasta la muerte, la generosidad de recibir los hijos que Dios regala, buscando el plan de Dios, viendo a Jesucristo en los demás, en alabanza a Dios y acogiendo a los hombres.

Pues bien, creo que eso es lo que vamos a hacer mañana en la celebración de la Plaza de Colón: dar al mundo un motivo de escándalo que ayude a sacarlo de su estupor. Gritar a los que han perdido la esperanza que otra familia es posible. No se trata de pretender que somos mejores que los demás, sino, al contrario, de reconocer que tenemos los mismos problemas y debilidades que los demás, pero hemos experimentado que Dios hace milagros en medio de esos problemas y debilidades. La celebración de mañana es un signo de esperanza: el Hijo de Dios se ha hecho hombre y ha querido formar parte de una Familia, para que nuestras familias, en su debilidad, pudieran parecerse a ella.

21 comentarios

  
Luis Fernando
Bruno, una ligera corrección. No llames cristianos, ni siquiera entre comillas, a los bastardos que pretendiendo serlo apoyan el aborto.
El nombre de cristiano es demasiado santo como para relacionarlo con esa chusma infecta.

Dicho eso, me ha encantado tu post.
29/12/07 3:26 PM
  
Carmen Bellver
Gracias por la corrección, que ya he subsanado. Pero qué bonito hubiera sido celebrar una Eucaristía todas las familias cristianas que han ido hacia allí.

Mañana os seguiré desde internet. Rogando también por mi familia.
29/12/07 3:37 PM
  
Juan Antonio
Bruno, el párrafo que citas me parece realmente genial. Déjame aplicar la lógica "de base" a la física.

"Todos los planetas se desplazan alrededor del Sol describiendo órbitas elípticas, estando el Sol situado en uno de los focos. Creemos en las órbitas elípticas pero aceptamos que puede haber planetas con órbitas parabólicas, hiperbólicas o de otro tipo"

El ejemplo está elegido adrede. Para los que se lo hayan olvidado: en la definición de planeta está incluido que está en órbita *elíptica* alrededor de una estrella, de forma que gira alrededor de ella. Otros cuerpos estelares que siguen una órbita parabólica o hiperbólica se acercan una vez a la estrella y luego se separan para siempre. No son considerados planetas. A no ser que algún político quiera redefinir el concepto de planeta en la próxima legislatura.
29/12/07 4:09 PM
  
isabel
Tu verdadero post es el que está en letra pequeña, el resto, como siempre, una burla zafia de lo que dice la Iglesia. Me voy asqueada de tanta maldad, de tanta ausencia de bien. Estás condenado y lo sabes eres un acólito del mal, pero eres ante todo un enfermo, o un poseido, según creo firmemente. Y haré todo lo que esté en mi mano para evitar tu condena eterna.
29/12/07 4:10 PM
  
Juan Antonio
En fin, después de la broma, déjame decirte que me parece bien tu post pero tengo una duda. Supongamos una pareja que, después de conocerse perfectamente, deciden casarse. Al cabo de los años las personas pueden cambiar. Imagínate que un cónyuge se echa a la bebida, o es infiel al otro, o cualquier cosa de las que suceden a veces. Está muy bien lo de "en la salud y en la enfermedad", pero, ¿no crees que hay un límite? Yo, desde luego, hay cosas que no estaría dispuesto a aguantar.
29/12/07 4:15 PM
  
JV
Suscribo plenamente el párrafo en azul de tu post. Rechazo vivamente la demagogia contenida en los párrafos negros de tu post.
Por una Iglesia plural, libre de talibanes fundamentalistas.
29/12/07 4:33 PM
  
gab
Ya hemos conocido en Espana lo que es el franquismo, contra la mujer, contra el aborto. Hoy eso es Africa, y nosotros europeos. Y mucho nos hemos reido con los motivos tan estrafalarios que encontraba la iglesia para anular los matrimonios.
29/12/07 5:11 PM
  
Bruno
Luis Fernando:

Quizá ha quedado ambiguo. Quería decir que ellos se consideran a sí mismos cristianos (y, además, cristianos en el sentido tradicional en España de la palabra, es decir, católicos). Voy a cambiar la forma de expresarlo para que quede más claro.

Juan Antonio:

Je, je, je. Muy buena tu comparación física. Podrían decir también algo como "Aceptamos la ley de la gravedad de Newton, siempre que la constante gravitatoria dependa del día de la semana, podamos quitarnos algunos kilos de más al calcular las masas y la distancia sea mayor o menor según lo cansado que esté uno".

En cuanto a tu pregunta, realmente me parece que merece un artículo propio. No sólo por lo interesante, sino por el sentido común que muestra. Esta semana tendrás tu respuesta y también el otro artículo que te debía (que ya está casi terminado). Perdona la tardanza.
29/12/07 5:28 PM
  
Bruno
Carmen:

Pues sí, habría sido muy bonito. Probablemente no se ha hecho algo así por falta de tiempo de preparación (se ha organizado todo en un mes).

Ya saludaré cuando vea una cámara de televisión cerca, para que me vean los lectores :)

Isabel:

Me parece muy bien que intentes evitar que me condene. Todo lo que reces por mí te lo agradeceré.

JV:

Como es lógico, puedes tener las opiniones que quieras. Sin embargo, estaría bien dar también argumentos, para poder discutirlos.
29/12/07 5:42 PM
  
Alejandro
Bruno, tu entusiasmo es contagioso. Asistiré a la celebración escandalosa de mañana.
29/12/07 5:57 PM
  
Juan Antonio
Bruno,

tu ley "relativista" de la gravedad también está bien. Relativista por relativismo, claro, no por relatividad. ¿Qué pesa más, un kilo de plomo o un kilo de paja? Pues lo que decida democráticamente la mayoría parlamentaria en el congreso, ¿no?

No te preocupes por la tardanza en el otro, veo que tienes mucho trabajo. Yo también, aunque tengo muy pocas ganas (empezar a escribir un artículo siempre cuesta, y más en vacaciones, es más divertido hacer cálculos). A ver si me convences, no va a ser fácil...

Cuando saludes en la tele, como no lleves una espada de doble filo no vamos a saber quien eres... Aunque hay por ahí en un post antiguo una foto de un bautizo, supongo que el de las gafas eres tú.
29/12/07 9:37 PM
  
Bruno
Juan Antonio:

Ya me pidieron una vez que pusiera una foto y lo hice. No tengo ningún problema con ello, la verdad. Puedes ver esa foto aquí.

No tengo muchas fotos mías porque soy yo el fotógrafo en casa y, claro, no salgo en las fotos que hago (aunque supongo que, en esta época de planetas con órbitas hiperbólicas y cristianos que admiten el aborto, todo es posible).
29/12/07 10:08 PM
  
Juan Antonio
Efectivamente, eres el que había visto en la foto del bautizo. He aprovechado para leer el post antiguo, ¡enhorabuena por tu familia! Qué envidia... Lo que cuentas me recuerda mucho a mi compañero de despacho. Él se casó al año y poco ir de "exilio" post-doctoral al extranjero. Ha estado unos cuantos años en Boston, Padua y Ginebra y en ese tiempo ha tenido una niña y luego un niño. No debe haber sido fácil para ellos, pero dice que los hijos compensan con mucho todo el trabajo.
29/12/07 10:47 PM
  
Juan Antonio
He buscado por la red y he encontrado una foto mía en la que no salgo horrible, quizás porque está un poco borrosa. Está aquí. Ya estamos empatados.
29/12/07 11:20 PM
  
Juan Antonio
Grrrrr, no funciona. Tienes que explicar cómo pones los enlaces. El mío era éste.
29/12/07 11:23 PM
  
Bruno
Juan Antonio:

Bueno, da gusto poder "poner cara" a los nombres. Así, si un día nos vemos por la calle nos reconoceremos. Además, te ha salido muy doctoral el gesto. Un día nos tienes que dar una charla a los del blog sobre algo.

Sólo el blogger puede hacer lo de los vínculos. O al menos eso creo, porque lo he intentado en los blogs de otros y no lo he conseguido.
29/12/07 11:24 PM
  
juvenal
Qué blog tan interactivo.
Sobre la familia, es la única forma conocida de construir a la persona, si la destruye, no tiene ningún asidero, ninguna base sobre la que construirse el indiviudo, y queda inerme ante cualquiera que lo intente manipular o conducir para sus propósitos, cada vez estamos más cerca de aquella escalofriante novela de Huxley, Un mundo feliz.
29/12/07 11:53 PM
  
Bruno
Juvenal:

Totalmente de acuerdo. Jugar con la familia es jugar con fuego y "un mundo feliz" al estilo de Huxley es sólo una de las posibles consecuencias nefastas de hacerlo.
29/12/07 11:57 PM
  
JV
Querido Blogger:
No me veo en la obligación moral de contestar con argumentos en este brevísimo espacio por la sencilla razón de que tú tampoco los usas en ninguno de tus catorce párrafos. Así que no puedes pedir a tus críticos lo que tú no ofreces. Te limitas a hacer afirmaciones no respaldadas. Las dos únicas citas que das son bien flojas: una de Monseñor Demetrio que tomas, además, de una especie de blog-talibán que yo ya creía extinto, y una cita del génesis que sacas de contexto. Desde 1948 se aplican los análisis literarios a la Biblia ¿No lo sabías? ¿Y no tienes algo más actual y válido que mostrarnos? Porque para chácharas insustanciales ya tenemos bastantes.
30/12/07 1:38 AM
  
Bruno
Estimado JV:

Por supuesto, no tienes ninguna obligación moral de dar argumentos (los dé yo o no). Cada lector se pasa por aquí por las razones que considera oportunas.

En cuanto a que yo no doy argumentos, señalaría dos cosas:

1) Si yo argumentara el tema del artículo hasta las últimas consecuencias, el post tendría 500 páginas, la mitad de las cuales serían citas, y se trataría de un grueso tomo de moral.

Como estamos en otro contexto, me limito, en cada artículo, a decir algunas cosas sobre el tema, de forma necesariamente breve.

Entiendo que lo más provechoso (aunque no sea necesario) es que, si a alguien no le satisface lo que digo, dé sus propios argumentos, lo cual conduce a iniciar una posible discusión sobre ese tema. O, al menos, indique una cuestión particular y concreta sobre la que no está de acuerdo (como ha hecho Juan Antonio), lo cual también puede dar lugar a nuevas explicaciones y discusiones.

2) Creo que sí doy unos cuantos argumentos (aunque no sean más que una mínima parte de los que se puedan dar):

- El divorcio es comprensible para los que no creen en Dios y se ven incapaces de mantener un matrimonio indisoluble, pero no para los cristianos, que tienen algo especial que hay que tener en cuenta.
- La Iglesia enseña cosas diametralmente opuestas a lo que afirma la cita, con lo cual pensar que esas afirmaciones sean "cristianas" (en el sentido de católicas) resulta contradictorio.
- La apertura a la vida implica un gran sacrificio para los padres, al que se puede aplicar la frase de Cristo citada.
- Los argumentos basados en lo "moderno", "progresista" o "tradicional" no importan porque lo que cuenta es el plan de Dios.
- Ese "hombre y mujer los creo" está inscrito en los cromosomas de la última de nuestras células.
- Que todos hablen de la importancia de la vida y de que los hijos son maravillosos, pero la gran mayoría de las familias numerosas sean de movimientos cristianos fieles a la Iglesia es, cuando menos, significativo.
- El aborto y el derecho de las personas homosexuales a abortar implican creer que los padres tienen derecho a disponer a su antojo de los hijos, es decir, que son sus dueños.
- ...

Me tengo que ir a la celebración, así que no me da tiempo a seguir.

Un saludo.
30/12/07 10:56 AM
  
nachet
Bruno, enhorabuena por el post.

JV: después de leer tus mensajes, supongo que, por pura lógica, dejarás de frecuentar este blog, tan poco puesto en "análisis literarios de la Biblia" y tan preocupado por hacer la voluntad del Padre.

Con todo, confío en que sigas visitándolo, así alguna vez puede que entiendas lo que quiso decir Jesús cuando agradeció al Padre que ocultase estas cosas a los sabios, y las mostrase a los sencillos y humildes.

Un saludo.
03/01/08 9:39 PM

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