El uso anglicano
En el , hablábamos de la riqueza que suponen para la Iglesia las diversas tradiciones litúrgicas que existen en su seno y que se manifiestan en los distintos ritos: romano, mozárabe, bizantino, caldeo, siro-malabar…
A menudo, estos ritos han estado en vigor durante siglos. El otro día, un comentarista de este blog mencionaba la ilusión que le hacía poder participar, gracias al motu proprio de Benedicto XVI, en la misma liturgia que Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz. Sin embargo, también la liturgia, como algo vivo, va dando lugar a nuevos usos o formas litúrgicas, en armonía con la fe de la Iglesia, con la Tradición y con el magisterio. Como ejemplo significativo de esto, vamos a hablar hoy de un caso muy interesante, que tiene solo 25 años de antigüedad: el uso anglicano.
Como sabrán los lectores, la comunión anglicana, separada de la Iglesia Católica desde el s. XVI, está sometida desde hace tiempo a grandes vaivenes. El principal problema reside en que no existe una doctrina anglicana definida, de modo que, por ejemplo, en unas parroquias se cree en la presencia real eucarística y en otras se considera una idolatría, unos aceptan la confesión y otros la consideran una invención humana. En los últimos años, diversas provincias anglicanas han aceptado el sacerdocio y el episcopado de la mujer o la ordenación de homosexuales activos e, incluso, están dándose pasos para el “matrimonio” religioso de las parejas homosexuales.
Muchos grupos dentro del anglicanismo han considerado estos hechos, acertadamente, como una muestra del abandono anglicano de la tradición de la Iglesia y una sustitución de lo que dice la Escritura por las opiniones dominantes en el mundo. Como consecuencia, desde hace dos siglos existe un goteo continuo de anglicanos, tanto clérigos como laicos, que vuelven a la Iglesia Católica. Generalmente, estas conversiones son individuales, como en el caso de Newman o Chesterton, pero en ocasiones son comunidades parroquiales prácticamente enteras, con su pastor a la cabeza, las que se pasan al catolicismo.
A estas personas y grupos, se les hacía muy duro abandonar todo lo bueno que habían vivido en sus comunidades anglicanas: su liturgia, sus oraciones, etc. Hay que recordar que los anglicanos, a diferencia de otros grupos protestantes, conservaron en sus rituales una gran parte de la liturgia católica que se celebraba en Inglaterra en tiempos de la reforma, plasmada en un inglés precioso del s. XVI.
Como respuesta a las peticiones de estos grupos y manifestando el amor maternal de la Iglesia por todos sus hijos, en 1.980, Juan Pablo II firmó un documento, la Pastoral Provision, que aprobaba un uso litúrgico propio, el uso anglicano, para los grupos venidos del anglicanismo y que mantenía su antigua liturgia con ciertas modificaciones. De esta forma, las parroquias creadas con antiguos anglicanos conservan su liturgia propia, que es un derivado del antiguo rito Sarum, es decir, el rito católico utilizado en Inglaterra en la Edad Media.
Además de lo referente a la liturgia, este documento establece que los antiguos pastores anglicanos casados que hayan vuelto a la Iglesia Católica, pueden pedir la ordenación como sacerdotes católicos, con una exención de la norma del celibato sacerdotal.
Actualmente, existen en los Estados Unidos once parroquias y comunidades de uso anglicano. Si bien originalmente sus miembros eran todos antiguos episcopalianos (el nombre de los anglicanos en los Estados Unidos), poco a poco han ido integrándose también católicos “de toda la vida” que han quedado fascinados por la belleza de la liturgia del uso anglicano. Varios grupos han solicitado la extensión del uso anglicano al Canadá y el Reino Unido, pero aún no se les ha concedido. Los lectores que hablen inglés pueden echar un vistazo a de las parroquias del uso anglicano.
No sé que pensarán los lectores, pero, en mi opinión, esto es ecumenismo del bueno. Esto sí que es verdadera flexibilidad justificada de la norma del celibato. Esto es libertad litúrgica y reconocimiento de las legítimas diversidades dentro de la Iglesia. Para mí, es un orgullo poder decir: es mi Madre quien lo ha hecho.
23 comentarios
O LORD Jesus Christ, Son of the Living God, we pray thee to set thy passion, cross, and death, between thy judgement and our souls, now and in the hour of our death.
Give mercy and grace to the living, pardon and rest to the dead, and thy holy Church peace and concord, and to us sinners everlasting life and glory; who with the Father and the Holy Spirit livest and reignest, one God, now and for ever. Amen
Un buen punto el que planteas. Hay, sin embargo, una pequeña diferencia: un sacerdote católico ha prometido solemnemente ante Dios y ante la Iglesia vivir la consagración a Dios en el celibato. Si luego no cumple eso que ha prometido, la Iglesia tendrá misericordia y le permitirá volver al estado laical, pero eso no cambia el hecho de que ha sido (por la razón que sea) infiel a su promesa. En buena parte, sus problemas vienen de su propia conducta.
En cambio, el pastor anglicano nunca ha hecho esa promesa. Estando casado, se ha dedicado toda su vida a Dios. Probablemente nunca ha tenido una profesión civil. De pronto, se convierte y se queda sin ningún medio de vida. Para esos casos especiales, en los que no hay ninguna infidelidad del interesado, la Iglesia ofrece una dispensa del celibato, para que ese pastor, que lo único que ha hecho es ser fiel a lo que Dios le pedía, pueda seguir dedicado a Dios.
No sé si me explico.
Las nuevas vocaciones al sacerdocio que surjan en el uso anglicano deberán vivir el celibato como los demás sacerdotes católicos.
Un saludo.
De todas formas, Bruno, como puedes ver Sofía y yo estamos hoy muy guerreros y eso que somos de diferente mentalidad, pero en algunas cosas coíncido totalmente con ella.
Un saludo a todos y hasta mañana si Dios quiere, que ya se ha hecho muy tarde.
Efectivamente, así es. Una buena precisión. La tradición litúrgica a la que corresponde es muy antigua. En origen, el llamado rito Sarum inglés era una variante local del rito romano general.
Por supuesto, hubo que realizar modificaciones al aprobar el "Book of Worship", para eliminar los restos de protestantismo y, sobre todo, para restaurar elementos que se habían suprimido, como las referencias al Papa, al sacrificio, etc.
Me encantan las discusiones, siempre que se mantenga la caridad cristiana.
Como te decía, la diferencia principal entre un caso y el otro es que unos están en esa situación por infidelidad (con todos los atenuantes que haya en cada caso, que yo no puedo juzgar) y otros por fidelidad a Dios. Además, permitir que los primeros sigan siendo sacerdotes sin el celibato equivale a eliminar el celibato para cualquiera que lo pida, mientras que permitírselo a los segundos es, claramente, una excepción singular por su origen totalmente especial.
En cualquier caso, me parece muy bien que, en todo lo opinable, tengamos opiniones diferentes. "Para ser libres nos liberó Cristo".
Un saludo.
Buena aclaración. El celibato sacerdotal es una costumbre de la Iglesia latina, mientras que las Iglesias católicas orientales sólo lo exigen a los obispos.
Una pequeña precisión: en las Iglesias católicas orientales no se casan los sacerdotes, se ordena a hombres casados, que es diferente. Si un soltero se ordena sacerdote, se compromete al celibato y ya no se puede casar. Es similar a lo que pasa con los diáconos en la Iglesia latina.
Totalmente de acuerdo con tu segundo comentario.
En cuanto al primero, debe haber alguna confusión. Mira lo que dice el Catecismo:
1580 En las Iglesias Orientales, desde hace siglos está en vigor una disciplina distinta: mientras los obispos son elegidos únicamente entre los célibes, hombres casados pueden ser ordenados diáconos y presbíteros. [...] En Oriente como en Occidente, quien recibe el sacramento del Orden no puede contraer matrimonio.
Creo que es un tema apasionante.
Muchas gracias por tu información de primera mano. Los ritos orientales son tan desconocidos aquí en España que es difícil conocerlos bien.
Saludos a tu amigo el pope y, si alguna vez celebra en Madrid según su rito, avísanos. A mí me encantaría asistir a una celebración de rito caldeo.
Todo mi lío provenía de su esposa, la de Petros, que es valenciana... él es iraní y ahora viven en Chicago (allí está una de las comunidades caldeas más importantes). Cuando vienen a España, sé que celebra en la Catedral de Valencia (yo acudí a una celebración en la iglesia que llaman de los Dos Juanes). Se casaron en España y él fue ordenado en EE UU, aunque va mucho a Turquía y, últimamente, a Irak (allí tratan a los caldeos de "colaboracionistas"... y se han tenido que organizar hasta militarmente). El rito ucraniano se celebraba (no sé si sigue) todos los sábados por la tarde en la parroquia de San Cristóbal y San Rafael, en Bravo Murillo, en la cripta.
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