Los documentos de la Iglesia y la catedral de Zamora
Hace algún tiempo, una comentarista de este blog reconocía, algo avergonzada, que no solía leer los documentos eclesiales que se van publicando. No me avergüenza reconocer que a menudo me sucede lo mismo.
La excesiva abundancia de estos documentos hace que sea imposible leerlos todos. Además, los discursos, cartas pastorales, documentos, declaraciones y otros muchos escritos de las diversas instituciones eclesiales, con laudables excepciones, tienden a ser fríos, impersonales, muy pesados y excesivamente largos.