Cristianos de ayer y de hoy (VIII): Juan boca de oro
San Juan Crisóstomo (que, en griego, quiere decir boca de oro) nació en el s. IV en Antioquía y fue hijo de otra santa, Antusa (Atención a las madres: este ha sido el caso de muchos santos, como San Agustín o San Bernardo, que ya desde los brazos de su madre fueron aprendiendo el amor de Dios y la imitación de Cristo).
Después de un tiempo como ermitaño, fue ordenado sacerdote y se dedicó a la predicación en Antioquía. Por voluntad del Emperador Arcadio, le obligaron a aceptar el puesto de Patriarca de Constantinopla. Sin embargo, el resultado no fue el esperado: en cuanto llegó, San Juan Crisóstomo lo primero que hizo fue renunciar a las riquezas que le correspondían y distribuirlas entre los pobres o construir hospitales para ellos.