De cara a Dios
En algunos artículos aquí, en Religión Digital, se criticaba hace unos días la liturgia romana tradicional que el Papa ha restaurado como forma extraordinaria de celebración, porque “pone al sacerdote de espaldas a los fieles”.
Por razones de edad, no he participado nunca en una liturgia según el misal anterior a Pablo VI. Sin embargo, estoy convencido de que es una riqueza que no debíamos perder. El Papa, cumpliendo con su deber, saca del arca de la Iglesia lo viejo y lo nuevo, para ponerlo a disposición de quien lo quiera, con toda libertad.