La Asunción: el secreto para que el hombre sea grande
Hoy, día de la Asunción de la Virgen, quiero ofrecerles estas palabras que pronunció Benedicto XVI como parte de la homilía en esta fiesta hace dos años. Aparentemente, fue una homilía improvisada, con lo que el Papa mostró su calidad como predicador excepcional y su conocimiento de la Palabra de Dios.
Así tenían que ser todas las homilías: sustanciosa, concreta, sencilla y a la vez profunda. Contempla los Misterios de la fe y de ellos recibe luz para nuestra vida. Si en la parroquia a la que vayan hoy la homilía es comparable, feliciten al sacerdote que se lo merece.
No se la pierdan. Léanla. Utilícenla para su oración de hoy. Merece verdaderamente la pena.
Si quieren el texto completo, pueden encontrarlo .