Sacarán la espada
Me gustó mucho un comentario realizado ayer por un lector, Juan Antonio, en mi artículo del día. El artículo trataba sobre cómo los evangelios y los demás libros del Nuevo Testamento narran la Resurrección del Señor como un hecho que, a la vez, es físico y trasciende el espacio y el tiempo, es histórico y constituye el centro y el fin de la Historia. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.
Escribí este artículo en respuesta a las teorías expuestas por el P. Juan Masiá en su blog, que hacen de la presencia de Cristo resucitado algo puramente interior y espiritual, negando de hecho y en la práctica la resurrección de la carne.