Competición de penitentes
He leído que, en Turquía, el Kanal T de televisión ha ideado un nuevo reality show, titulado “Competición de Penitentes”. Se trata de reunir a un grupo de agnósticos/ateos y llevarles a un rabino judío, un imán musulmán, un monje budista y un sacerdote para que intenten “convertirlos”.
Por supuesto, todo ello ante las cámaras y supongo que con los ingredientes habituales de estos programas: convivencia, aislamiento, cotilleos, puntos, pruebas absurdas, premios, competencia, confesiones sentimentaloides, etc. Era de esperar que, tras dedicar este tipo de programas de televisión a la supervivencia, la seducción, las bodas, los famosillos, los aspirantes a cantantes o las modelos, por citar sólo unos pocos, terminase por tocarle a la religión.
El premio del concurso es un viaje de peregrinación para el “converso” a los santos lugares de la religión elegida: Jerusalén en el caso de los judíos, el Tíbet para los budistas, la Meca para los musulmanes y el Vaticano para los cristianos (curiosa esta última elección, en el país del Patriarca Ecuménico Ortodoxo de Constantinopla, supongo que la idea era variar y no repetir Jerusalén).
Los creadores del programa han afirmado que “no nos parece bien que nadie sea ateo. Dios es grande y no importa en qué religión creas. Lo importante es creer". Una mentalidad curiosa, sobre todo para alguien que espera que rabinos, imanes, monjes budistas y sacerdotes compitan entre sí para convertir a un grupo de agnósticos a su propia fe. Es el mismo tipo de cosas que se oían en Europa y en Estados Unidos a finales del s. XIX, así que no es difícil imaginar cuál es el paso siguiente de esa mentalidad.
Por ahora, parece ser que la Dirección General de Asuntos Religiosos de Turquía se ha negado a que un imán participe en el programa, al considerar que “hacer algo así para conseguir audiencia es una falta de respeto para con todas las religiones. La Religión no debería ser el tema de programas de entretenimiento“. A esto, contestan los responsables del programa diciendo que “ofrecen el mayor premio del mundo, el don de la fe en Dios”.
El programa se emitirá, si llega a emitirse, en septiembre. Parece ser que no faltan los voluntarios deseosos de participar y ya hay más de 200 aspirantes a ser uno de los diez participantes elegidos. Aunque, si algún listillo finge ser ateo para conseguir unas vacaciones gratis, se va a llevar una desilusión, porque un “tribunal de teólogos” comprobará antes que su ateísmo sea genuino y no fingido.
Se me ocurren multitud de preguntas sobre este asunto. ¿Son los reality shows la plaga de nuestro tiempo? ¿Consisten esencialmente en una profanación de las cosas más sagradas del ser humano, incluyendo el amor, la amistad o la religión, o depende de cómo se planteen? ¿Tiene razón la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía en que algo así es una falta de respeto para con todas las religiones? ¿Lo copiarán las televisiones europeas o aquí algo así no tendría ningún éxito?
Desde el punto de vista cristiano, en un país donde las dificultades para la evangelización son muy grandes, ¿conviene aprovechar estas cosas? Apenas existe presencia cristiana en los medios de comunicación: ¿sería este programa un resquicio por donde colarse en ellos? ¿Debería un sacerdote participar en este programa? ¿Y si fuera un laico? ¿La ideología de “da igual qué religión tengas” es una amenaza mayor que las imposiciones de una sociedad islámica?
Quid vobis videtur?
72 comentarios
dices que el premio del concurso es un viaje de peregrinación para el “converso” a los santos lugares de la religión elegida
Recuerdo un caso que fue al revés. En 1919, el diario Daily Telegraph , de Londres, le pagó a Chesterton un viaje con su mujer, Frances, para que escribiera sus impresiones sobre Tierra Santa. Tres años después, el escritor entró en la Iglesia Católica.
Qué cosas. Maravillas de la gracia de Dios.
No sabía que ese viaje se lo pagó el Daily Telegraph. Sí que he leído el libro que escribió al volver (The New Jerusalem) y es estupendo, aunque muy poco conocido.
Ciertamente, "todo sucede para bien de los que aman a Dios" o, en caso de que no le conozcan, al menos de los que aman la Verdad.
Saludos.
Dicho esto, estoy de acuerdo con lo que dice la Dirección para asuntos religiosos de Turquía:
“hacer algo así para conseguir audiencia es una falta de respeto para con todas las religiones. La Religión no debería ser el tema de programas de entretenimiento“
Yo me negaria totalmente a que participara un sacerdote catolico, y menos un laico. Ni tampoco un cristiano de ninguna otra Iglesia. La fe en Jesucristo no tiene nada que ver con argumentaciones sobre verdades, aunque pueda acompagnarla a medida que haga falta plantearselo.
Se me acaba de fastidiar todo el teclado, y no puedo poner acentos ni egnes ni comillas ni parentesis ni nada, eso explica que a mitad del comentario haya empezado a escribir asi.
El par'entesis es *, las comillas @, la egne ;. Si alguien me puede dar un consejo que arregle este desvar'io se lo agradeceria.
Saludos cordiales
Por si hay malentendidos, cuando he dicho que es mejor que todo d'e igual a la imposici'on de la verdad por parte de alguien, no digo que tenga que dar todo igual. Pero se trata de elegir en conciencia lo que te convence no de que otros te impongan la Verdad. La verdad no se impone m's que por s'i misma, desde la libertad. Si no, no nos har'ia libres
Sin darte cuenta, has pasado al teclado inglés. Probablemente tengas, en la barra inferior de la pantalla, un pequeño botón que ahora pondrá EN, púlsalo y elige ES.
No sé cómo había pasado. Aunque primero puse ES tradicional y en vez del acento me salía la Ç. Pero con el ES internacional me he recuperado.
No sé cómo habrá ocurrido, porque no tengo conciencia de haberle dado a nada especial antes. Fue después de copiar la cita del artículo.
Pues lo dicho superagradecida. Es que sigo siendo una analfabeta informática. :D
El indiferentismo religioso no lo genera un programa de TV. Es el pensamiento único, que inspiró Asís (hace poco un teologo muy amigo de JP II reveló que uno de los motivos que dificultan la canonización del Papa es precisamente ese hecho y el episodio del beso al Corán) y tantas fantochadas "ecumenicas" que hunden sus raíces en el relativismo religioso masónico. Hace poco, mis niñas volvieron del colegio diciendo que Abraham era el padre de la fe, porque había fundado tres religiones, la judía, la musulmana y la cristiana, de modo que todos creíamos en el mismo Dios. Y la cita de este último disparate era de un catecismo que usaban, mejor no digo de quien.
Dicho esto, me parece bien participar en el programa. Evangelizar opportune et impportune, sobre todo en un país donde no se tiene nada que perder. Por cierto, siempre que quien desarrolle las razones de la esperanza cristiana sea un verdadero catolico (podría ser un laico sí señor), y no un representante más de la "fe del pensamiento único", que diga que lo importante es el amor, que todos los credos dicen más o menos lo mismo, que tenemos el culto del hombre, que en realidad el hombre es Dios, etc. Si es así, prefiero al islámico o al rabino siempre que sean serios. Aquí en Argentina había un programa de TV con representantes de varios credos (rabino, imán, cura, ateo, hindú). Habitualmente, yo coincidía con el hindú, que al menos era un hombre religioso, con una bonita concepción de lo Sagrado. Los demás trataban de parecer simpáticos y no muy chocantes, parecía un desfile de belleza.
El gran preámbulo de la fe hoy no es religión vs. ateísmo, es sacralidad vs. inmanentismo. O celebramos al Otro Sagrado, o nos celebramos a nosotros mismos, y este veneno humanista lo tienen infiltrado hoy día todas las religiones, por eso coinciden. Coinciden en el humanismo inmanente, en el rechazo de una gracia que nos salva, en el desprecio de una Verdad revelada única ajena a la naturaleza . Recién cuando se rechaza este veneno podemos empezar a conversar. Si creemos que la religion es una extensión del credo antropocéntrico, no se puede ni empezar.
¿De qué tipo de reality show estamos hablando?
:)
Sin embargo, por mucho que me apetezca discutirlo, me tengo que ir a una boda fuera de Madrid y no volveré hasta mañana por la tarde.
Como soy bastante antisocial, escaparía si pudiera, pero ya se encarga mi mujer de vigilar que no me rompa una pierna adrede o algo así. ;)
El de Turquía es un experimento curioso: ver si puede más la modernidad laica o el Islam.
Pese a ser cristiano y a rechazar, como es lógico, el Islam, apuesto sin dudarlo por la victoria del Islam. Cuando Ataturk sea sólo un vago recuerdo de los estudiosos, los turcos seguirán siendo musulmanes, a no ser que se hayan convertido al cristianismo (Dios lo quiera).
Me ha hecho gracia lo del "alfanje de doble filo".
Saludos.
SÍ, son la puesya en escena de lo peor de nuestro tiempo
2-¿Consisten esencialmente en una profanación de las cosas más sagradas del ser humano, incluyendo el amor, la amistad o la religión?
SÍ
3-¿o depende de cómo se planteen?
NO, son siempre y todos malos sin excepción de ningún tipo
4-¿Tiene razón la Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía en que algo así es una falta de respeto para con todas las religiones?
SÍ
5-¿Lo copiarán las televisiones europeas o aquí algo así no tendría ningún éxito?
Ay, eso no sé; siempre que creo que hemos tocado fondo ocurre algo que me hace ver que aún podemos caer más bajo.
6- ¿Conviene aprovechar estas cosas? Apenas existe presencia cristiana en los medios de comunicación: ¿sería este programa un resquicio por donde colarse en ellos?
NO, NO y NO. Por cada conversión -si hay alguna- estoy casi segura de que diez dudosillos se pasarían al ateísmo. Imposible pasar de piceladas superfciales y banales en una puesta en escena de ese género. Además, el tipo de "predicación" vendrían dado por las mociones de audiencia minuto a minuto, así que, finalmanete todas las religiones predicarían lo que mandase la audiencia. Si la audiencia sube en el minuto y segundo en el que -es un suponer- el rabino escupe al imán, el resto de los programas debrían ser un baile de escupitajos.
No, nunca, jamás aceptar semejante profanación.
15.17, digo algo bien perfilado, procure entenderlo
15.26, san Francisco se despojó de sus ropas ante su padre y el obispo, como símbolo de su repudio de su filiación con Bernardone
15.39 Lea a Kierkegaard directamente, no a través de Ratzinger. Su recomendación a asun me hace temer que sea hombre de un solo libro, y ese libro no es tampoco el non plus ultra. El ejemplo del danés es más gracioso todavía en su propio texto.
La diferencia con la historia del payaso es que es real, ocurrió en la Rusia soviética.
El actor soviético es un parodista profesional, vive en forma adventicia de la verdad, de la que se burla. Por eso, al tomarse en serio aquello que parodia, pasa de lo diabolico a lo religioso, sin transición por lo estético, como diría Kierkegaard si hubiera podido analizar el caso (murió mucho antes). Esa transmutación se llama gracia, y movió a muchos que lo escucharon (así lo cuenta la historia), a diferencia del payaso, que no pudo convencer del incendio a nadie. El parodista estaba instalado, al menos negativamente, en lo Serio, el payaso no.
Cordialmente
Y que yo sepa, el teologo Ratzinger no es ningún Padre de la Iglesia. Apenas un buen teologo, con algunos defectos, que mejoró con los años y que murió hace más de cinco años.
Cordialmente.
No sé que lo escandaliza de las dos últimas líneas de mi mensaje, así que lo dejo con su burrez y con sus propios infiernos.
Cordialmente.
No voy ni a cafeterías ni a confesionaros. El poder escribirme con ua persona buena, inteligente y culta solo es pr este medio. Pero no por caridad, por respeto y cortesía para vd. y el resto de los lectores no volveré a escribir. En cuanto a su último parrafo: a Luis le mueve su amor a la verdad. A mí, la ociosidad y falta de caletre. Blanca, por las molestias, perdón.
Ab imo pectore
Un saludo muy cordial.
Si damos crédito a la agencia Reuters, autora de la infomación, las justificaciones de los responsables del programa son un tanto absurdas. Si a ellos no les parece bien que alguien sea ateo, no tiene sentido que «favorezcan» la conversión a una religión no teísta cual es el budismo. Si «lo importante es creer», es incluso razonable que el ateo siga siéndolo, porque éste vive en la creencia de que Dios no existe (carece de demostración en contrario). Si «ofrecen el mayor premio del mundo, la fe en Dios», ¿qué necesidad hay de añadir el premio de la peregrinación? Pretenden evitar que se les cuele algún listillo simulando ser ateo, pero ¿van a verificar la sinceridad de la «conversión» del ganador? ¿Quién compite realmente? ¿Los pretendidamente ateos o los religiosos encargados de «convertirlos»? Un programa así no tiene ni pies ni cabeza.
Nada dice la noticia de Reuters sobre la mecánica concreta del programa. Quizá en Turquía evitasen en todo o en parte los excesos que Bruno apunta en el segundo párrafo de su artículo y le diesen una cierta seriedad. En España, por descontado, se darían tales excesos (y otros peores) multiplicados por mil. Al final, para regocijo de laicistas y anticlericales, un programa así serviría para hacer mofa de la religión, muy particularmente de la católica, dado el sustrato religioso de nuestra nación.
Gracias por la corrección. Cosas de escribir rápido.
Para la inmensa mayoría de los budistas, el budismo es una religión con Buda como dios más innumerables otros dioses. Basta ir a cualquier país budista para comprobarlo enseguida. De hecho, el budismo real es tan inhumano que difícilmente podría tener seguidores de otra forma.
Ese tipo de mentalidad de "lo importante es creer" fue muy popular en medios anglosajones a finales del s.XIX y principios del XX. En Inglaterra como "realpolitik" en un Imperio mayoritariamente no cristiano y por una reducción de la fe a sus efectos sociales o morales. En Estados Unidos, como primer choque de una separación Iglesia-Estado ideada por cristianos y para cristianos con otras religiones. En ambos casos, el desarrollo posterior ha apuntado a un antagonismo público cada vez mayor contra todo lo religioso.
Cuando un cristiano dice "lo importante es creer en algo", ya ha perdido la partida. Ha sustituido la Verdad por lo que me sienta bien, lo que me hace ser mejor o, aún peor, lo que me tranquiliza.
Saludos.
La pregunta de si los reality shows son la plaga de nuestro tiempo, tenía cierta doble intención, porque ¿realmente son algo de nuestro tiempo?
Es evidente que, técnicamente, son algo moderno, ya que sin televisión este modelo concreto no podría existir. Sin embargo, en lo demás, no me parecen muy diferentes de los cotilleos de las vecinas en la escalera, de los rumores en la oficina sobre quién le hace la pelota al jefe o de las revistas del corazón.
Creo que nunca he visto un programa de este tipo, más que cambiando de canal a canal, pero no me parece que sean algo muy diferente a lo que había en otras épocas. ¿no?
"Nuestro Gobierno no tiene sentido a no ser que esté fundado sobre una fe religiosa profundamente arraigada; no me importa de qué religión se trate"
Y ninguna de estas cosas tiene nada que ver con los realities, aunque los realities sean alimento para el cotilleo sobre lo que ocurre en ellos.
La característica del reality show es que alguien nos vende su "realidad" como espectáculo, dándonos el derecho de intervenir en ella y alterarla hasta cierto punto. Se espera que pasen cosas "reales" delante de los ojos del espectador y que éste pueda opinar, tomar partido e incluso interferir por medio de la voz y el voto. Esa realidad superficial tiene muy poco de real, y además no sirve para nada, pero el espectáculo vende.
En la vida real el cotilleo es a espaldas de las personas de las que se murmura, y tiene diversas funciones. A mí me revienta, pero tengo que reconocer que cuando se hace con sentido del humor y sin faltar a la verdad, en ciertas situaciones, puede tener una función social terapéutica.
Generalmente es una pérdida de tiempo de gente que no tiene nada mejor que hacer que pasarle revista a la vida de los demás y meterse en lo que no les importa.
A veces hay intereses ocultos en los rumores aparentemente inofensivos.
Cuando además se miente o se difama deja de ser cotilleo inofensivo para convertirse en algo muy grave.
Pero los reality shows, aunque se cotillee sobre ellos, son otra cosa. Absolutamente banal también, pero distinta. Y creo que sacan lo peor del ser humano, a pesar de que a veces intentan autojustificarse con la introducción de campañas antitabaco o participación en ONGs.
Hacer un reality sobre religiones y conversiones religiosas es simplemente demencial.
Hay que predicar siempre. Eso es evidente. Sin embargo, ¿no es cierto que, en algunos casos, la predicación en un sitio consiste en que los cristianos no estén allí? POr ejemplo, nos reiríamos de alguien que dijera que va a un cine porno para predicar a los demás espectadores.
Si los realities son una catástrofe, un signo del vacío del hombre y una banalización de todo lo que tocan, ¿no sería el mejor testimonio que ningún cristiano participara en ellos y ni siquiera los viera?
Por hacer de abogado del diablo: ¿por qué reality shows no y predicar a los jóvenes del botellón después de cantarles un par de salmos sí?
La frase de Eisenhower es buenísima como ejemplo. Muchas gracias. Ésta sí que me la apunto.
¿Por qué no predicar a los jóvenes en pleno botellón de la manera que dices?
Pues porue sería peor el remedio que la enfermedad. me consta qe hay quien lo ha hecho o lo hace, no sé con qué resultados, pero por lo que conozco del penoso ambiente que se crea en torno al boellón, ni es el momento ni es el lugar.
Probablemente a cada uno de los chavales que hacen botellón una o dos noches por semana se les pueda predicar individualmente, o en pequeño grupo, no más de tres, nunca al grupo; o en otro ambiente, no cuando tienen un colocón de tres pares de narices, y desde luego de otra manera.
Técnicamente son algo de nuestro tiempo pero coincido con asun en que son algo esencialmnente diferente. De hecho, no sustituyen al cotilleo de vecindario, de trabajo, etc. Han añadido un plus de suciedad a la vida cotidiana colándose en las casas.
Desde hace unas décadas, y muyb peligrosísimamente desde la proliferación de tantos canales comerciales, en cada casa hay una o varias ventanas PERMANENTEMENTE abiertas, por las que se cuelan en cada hogar todas las inmundicias.
La telebasura en general es el más poderoso modelador y moldeador de las conductas de los preadolescentes de familias en las que los propios padres han caído en esa misma red y han abdicado de su papel.
Las televisiones, como el resto de medios (aunque la mayoría penetran muchísimo menos que la TV), están en un mínimo puñado de manos, cuatro o cinco nada más en todo el mundo. ¡Y qué manos!
And yet, and yet...
Es tan inconveniente como comer con fariseos y prostitutas, hospedarse en casas de ladrones públicos, hablar a solas con una mujer de muy dudosa reputación siendo un rabbi, predicar en el Aeropago, subirse a los carros de extraños euncuos etíopes...
A favor, la absolutamente imprevisible acción de la gracia. Ya he contado la historia del actor soviético que debía burlarse del Evangelio de Juan, y se convirtió en medio de la representación, siguió leyendo y todo el público quedó helado. En la época de los mártires, hay una historia similar de un histrión que declaró que era cristiano en medio de una pantomima.
En un video que vi hace poco, el biografo de Chesterton, un ex convicto, irlandes protestante y anticatolico, cuenta que cuando fue a la cárcel, le preguntaron su religion y contestó: catolico. Quedó fulminado por la gracia, en un instante.
En fin, estamos "a merced de Su gracia".
Si Dios puede hacer hijos de Abraham de las piedras, ¿por qué no puede surgir la gracia en medio de un burdel?
- Evidentemente, la gracia es imprevisible. Lo cual no es argumento ni a favor ni en contra de estas cosas. También la gracia puede actuar en lo alto del Empire State y ésa no es razón para que nos compremos ahora mismo un billete para Nueva York. Lo sucedido al biógrafo de Chesterton no nos mueve a cometer un delito para que nos envíen a la cárcel por si allí nos toca el corazón la gracia.
- En los ejemplos que das, no se colaboraba con el mal. En cambio, aquí parece que se colabora con la banalización y la utilización casi simoniaca de la fe y la religión como reclamo publicitario. ¿O quieres decir que es un mal menor, ya que si de todas formas se va a hacer el programa, es mejor que participe alguien que lo haga bien en lugar de gente que diga tonterías?
En cuanto a tus tres últimos párrafos, totalmente de acuerdo.
Yolanda y Asun:
Siguen sin parecerme los realities algo diferente de lo que ya había en los cotilleos de todo tipo. Es más, no consigo ver ni un sólo elemento importante de los primeros que no sea común a los segundos. Vender la realidad como espectáculo ha sido algo muy habitual en todos los momentos de la Historia: siempre ha habido celebridades, artistas, cantantes, ingeniosos, dandies, etc. que han vivido de la fascinación del público con sus escándalos, sus formas de actuar o de vestir, etc. "Opinar y tomar partido" sucede igual en una comunidad de vecinos, lo mismo pasa con "intervenir", aunque eso suele ser secundario. También los cotilleos tienden a sacar lo peor del ser humano.
Pues si fuera mal menor, nunca es lìcito cometerlo. Sólo tolerarlo, y aquí se está hablando de realizar una acción, así que habrà que estudiar màs detenidamente la cuestión.
Veo que citas la "colaboración" al mal como argumento contrario, un tema de ética bastante interesante. Perdona la technichality, pero en ética distinguimos, en relación con la comisión de un acto malo, colaboración material de colaboración formal.
Una cosa es ser el médico de un narcotraficante y otra cosa es ser su contador. Si bien el mèdico "colabora" materialmente a la actividad del narcotraficante al mantenerlo con vida, no existe "conexidad formal" entre la actividad pecaminosa y el ejercicio de su disciplina. Del mismo modo, cuando Jesús le dice a Judas "lo que tienes que hacer hazlo pronto", no lo dijo en modo de colaboración formal o de inducción al mal, sino como instancia a decidirse de una vez por el bien.
Para que haya colaboración formal al mal debe haber integración del accionar propio en un acto intrínsecamente malo, de modo tal que ese acto malo (v.gr, blasfemia, burla de lo sagrado, irreverencia) no podría existir sin el acto colaborativo o al menos se realice con menor perfección.
Sentada esta distinción esencial para la vida moral (no sabes cuán ùtil es para un abogado), ¿es colaboración meramente material el concurso de un catolico que explique la doctrina, o es formal y pecaminosa? ¿se parece al médico o al contador de un narco?
Pues piensen, no voy a dar todo servido.
En todo hay algún tipo de acción. Lo del mal menor no excluye toda acción, sino sólo la acción mala. En lo del programa quizá podría considerarse que lo malo es la creación de un programa que abusa de la búsquedad de Dios para conseguir audiencia. Podría decirse que tu participación, aunque sea una acción, soporta el mal a la vez que aprovecha la ocasión para algo bueno, como es hablar de Dios.
Creo que hay que pulir un poco más tu frase: "Para que haya colaboración formal al mal debe haber integración del accionar propio en un acto intrínsecamente malo, de modo tal que ese acto malo (v.gr, blasfemia, burla de lo sagrado, irreverencia) no podría existir sin el acto colaborativo o al menos se realice con menor perfección". Evidentemente, si el narcotraficante se muere de un infarto, no puede seguir "narcotraficando" (es decir, sus actos malos no podrían existir sin el acto de curación del médico) y, sin embargo, el médico debe intentar que se recupere de su infarto.
¿Qué cosas esenciales diferencian lo que hacemos aquí de lo que se haría en el reality en cuestión? ¿Y qué cosas son iguales o semejantes?
No existe la "accion narcotraficadora". Por eso, el médico no participa de esa inexistente acciòn, sino que incide sobre el sujeto, que es el que corta el nexo causal entre sus actos malos y el acto médico. Tampoco existe la "acción showrealitizadora". En todo caso, habrá actos de burla, sarcasmo o blasfemia. Y cada acto será juzgado individualmente.
Piensa en el sirviente del narcotraficante. O el que hace el catering en un estudio de pornografía. O la enfermera en el aborto. O el anestesista. O el chofer del asesino. Y no te digo cuando se combina con el tema del mal menor: por ejemplo, votar una ley más exigente pero que igual consagra el aborto.
Colaboración material o formal, esa es la cuestión. No siempre es fàcil distinguir.
Ahora bien, supuesto que no son pecado, resta considerar si necesariamente se cometen pecados.Parece que sí. Pero, no parece que la presencia de un cristiano, de suyo, implique colaboración formal con esos pecados, en tanto no participe de las burlas o sarcasmos y no profane cosas sagradas, o exponga arcanos de la santa religion echando perlas a los puercos. En la medida en que predique con circunspección como Pablo en el Aeropago, y preserve los arcanos, parece lícita la actividad. Que los demás se burlen es un pecado de ellos. Que de motivo a blasfemias, serà para la condenación de los blasfemadores, como será para la gloria de los que escuchan si acogen el mensaje.
Por cierto, deberá advertir que su religion es la ùnica verdadera y se preservarà de todo sincretismo o indiferentismo, porque entonces sí caería en pecado grave.
Dicho lo cual, la participación de un cristiano se rige por la virtud de la prudencia, y depende de las circunstancias. No la veo como intrínsecamente mala.
Dixi.
¿y no te parece suficiente diferencia el hecho de que no sean sólo """celebridades, artistas, cantantes, ingeniosos, dandies, etc. que han vivido de la fascinación del público con sus escándalos, sus formas de actuar o de vestir"""
sino también gente vulgar, jovenzuelos en busca de su minuto de gloria, guarrillas que quieren emular a Paris Hilton, familias como la de la de "Perdidos en la Tribu" (o algo así se llama, te lo digo porque los dos niños de la familia de ese reallity abominable son alumnos míos, y no tienen ni pizca de vergüenza)?
luis:
¿No existe la "acción showrealitizadora"?
Si el cura, el imán, etc. no participan no hay show. Su mera participación ya es una "acción showrealitizadora".
de todos modos, y como tantas otras vecs, veo que hacéis muchas preguntas que ya tenéis contestadas. En las retóricas no entro.
Estoy absolutamente de acuerdo con todos tus párrafos.
Especialmente con el que no está de acuerdo Bruno :)
Dejo a Bruno en su reality show ensayando para el de la tele, por si sus dudas se resuelven a favor de.
Se acaba de hacer la luz en mi mente :D
Por eso digo que es una cuestión de prudencia. Si se hace bien, hasta serìa interesante. Seguramente se harà mal, pero nunca se sabe. Yo opino en abstracto, y por cierto si va Paris Hilton o Shakira o se desnuda un rabino pues serà absurdo concurrir. Digo, qué se yo.
En cualquier caso, parece que no es fácil empeorar lo de Asís...
Estoy anonadada. Bruno está de acuerdo conmigo nada menos que ¡¡¡en tres!!! párrafos. Demasiados. Será que he abusado del punto y aparte. :-D
De vez en cuando voy a hacer una cosa. Escribiré dos otres verdades de perogrullo y las separaré en párrafos bien diferenciados, seis o siete por comentario. ;)
Pero no me he enterado de qué significa "" por si sus dudas se resuelven a favor de.
Se acaba de hacer la luz en mi mente :D ""
(?)
Sigo estando bastante de acuerdo con Yolanda y con asun.
Yo no he visto mucho reality, y menos español (aunque supongo que en todos los sitios son parecidos). Mi experiencia se limita a algún zapeo (en el que, eso sí, me quedo paralizado y mudo durante unos cuantos minutos, resistiéndome a creer lo que estoy oyendo). Creo que son algo sustancialmente distinto a los cotilleos puesto que, aunque puede que su origen sea similar, sus efectos no son comparables. Los realities hacen mucho más daño y, no te olvides de ello, están perfectamente diseñados, pensados y manipulados (es decir, no son en absoluto espontáneos).
Ésto último para mí es decisivo a la hora de negarme en redondo a la participación o colaboración de ningún católico. Ninguno de estos programas permitiría nunca que un católico evangelizara de veras, usarían todos los recursos a su alcance para cortar, ridiculizar o ningunear.
La predicación en la calle (botellón o no mediante) es sustancialmente distinta. Aquí tú eres el dueño de tus palabras y de tu mensaje. Nadie te corta, nadie te manipula, y tienes todo el tiempo del mundo. Digamos que, en la calle, tú eres el guionista y director del programa. Eres, en definitiva, libre. Y, en la tele, eres una simple marioneta al servicio de quién sabe qué intereses.
Espero haberme explicado.
Un saludo muy cordial.
Su compatriota Fedor Dostoiewsky, diez siglos más tarde, diría que la Belleza salvará al mundo. Y que esa Belleza es Cristo.
Buenas noches
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