Una buena frase de una mala película
Acabo de ver la película Centurión. No esperaba mucho de ella y ha respondido de forma bastante fiel a mis expectativas. Tiene mucha sangre, pero poco interés. Muchas luchas, pero generalmente inverosímiles y con un desconocimiento casi total de lo que es la guerra. Un argumento bastante malo, multitud de incoherencias, los consabidos dogmas feministas, inexactitudes históricas por doquier (¿cuándo aprenderán en Hollywood que los romanos luchaban siempre con la punta de la espada y no dando tajos como los bárbaros?) y de faltas de sentido común. En fin, lo previsible.
Ha habido, sin embargo, una frase de la película que me ha parecido interesante. La pronuncia un centurión romano tras una batalla en la que ha perecido toda su legión salvo un puñado de supervivientes: