El principio del mal menor y las elecciones
En una noticia reciente, relacionada con el tema de las elecciones presidenciales de la República Francesa, un lector afirmaba que el principio del mal menor obligaba a votar por el candidato menos malo de los dos, aunque fuera igualmente abortista y favoreciera otros males morales graves.
“Ante dos opciones malas la moral católica enseña a elegir el mal menor. Dejar pasar es hacerse en cierta forma cómplices del mal mayor que se pudo contribuir a evitar. Actuar en conciencia aquí es elegir el que ocasione menos daño”.
¿Es cierto que hay que aplicar el principio del mal menor a este caso concreto y a otros similares? ¿Cómo se aplicaría el principio? ¿Es correcto decir que, para actuar en conciencia, hay que elegir al candidato “que ocasione menos daño”?