Polémicas matrimoniales (XIX): cardenal Sistach
En general, creo que los obispos deberían ser muy cautelosos a la hora de conceder entrevistas. No todo el mundo vale para hacerlo. Es más, yo diría que la mayoría de la gente no vale para hacerlo, porque no es fácil hablar con rapidez y sin preparación previa sobre temas complicados, evitando hacer afirmaciones confusas o erróneas.
Un obispo tiene una gran responsabilidad y no puede decir lo primero que le pase por la cabeza, porque el escándalo que pueden crear sus palabras entre los fieles es muy grande, especialmente en temas tan importantes como el sacramento del matrimonio. Digo todo esto por una entrevista que concedió el cardenal de Barcelona hace unos días y en la que, a mi juicio, hizo unas declaraciones bastante desafortunadas sobre la indisolubilidad del matrimonio y la nulidad.