InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: Moral

15.06.15

Polémicas matrimoniales (XXV): el cardenal Kasper no quiere contrariar al mundo

Hace unos días, el cardenal Kasper participó en una reunión del llamado “Cenáculo de los amigos del Papa Francisco” en el Centro Russia Ecumenica de Borgho Pio, en Roma. Se trata de un grupo que se reúne de vez en cuando para hablar de temas de actualidad y de doctrina católica y en el que, a pesar de su nombre, se mezclan afirmaciones ortodoxas con el rechazo de diversas enseñanzas de la Iglesia y del Papa sobre temas polémicos para el mundo de hoy.

En esta última reunión del “cenáculo", el cardenal alemán realizó una afirmación que me ha parecido fascinante. En su opinión, “no podemos conducir una guerra ideológica, dado que no podemos ganar. Los otros tienen a disposición gigantescos medios económicos y tienen también de su lado los medios de comunicación”. Por lo tanto, debemos “desarmar nuestro lenguaje”, buscando acercarnos al mundo secularizado.

Esas declaraciones, a mi entender, son muy reveladoras y permiten comprender mucho mejor todas estas polémicas matrimoniales que nos han ocupado e n los últimos meses. En efecto, traslucen un claro pelagianismo como trasfondo de las reformas propuestas para el próximo Sínodo de los obispos. Sabiendo esto, uno se explica la llamativa casualidad de que todas esas reformas propuestas por el Cardenal y sus adláteres estén en la dirección de hacer lo que es grato a los ojos del mundo y eliminar u ocultar lo que le escandaliza.

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11.06.15

Polémicas matrimoniales (XXIV): Monseñor De Germay

Como no todo ha de ser criticar lo malo, traduzco hoy para el blog un texto excelente aparecido en La Croix con respecto a las polémicas matrimoniales en el marco del Sínodo de los obispos sobre la familia. Es de un obispo francés, Monseñor Olivier De Germay, obispo de Ajaccio (ya sé que Ajaccio suena a italiano, pero es una diócesis francesa de la isla de Córcega, precisamente donde nació Napoleón).

Monseñor De Germay dice varias cosas importantísimas. Una de ellas es señalar, contra lo que afirmó el card. Kasper, que la “comunión espiritual”, en el caso de personas que están en situación de pecado grave, propiamente es un “deseo de comunión”, que Dios tendrá en cuenta y recompensará abundantemente, pero que no equivale a la comunión sacramental. También me parece fundamental indicar, como hace este benemérito obispo, que la participación en la Eucaristía no se limita a comulgar y que hay que recordar la importancia de unirse a la ofrenda al Padre del sacrificio de Cristo en la Cruz. Finalmente, me gustaría resaltar, como dice Mons. De Germay, que el hecho de que los divorciados en una nueva unión no se acerquen a comulgar es una expresión de la seriedad del vínculo matrimonial y de su “deseo de fidelidad” e incluso constituye un testimonio de ese deseo ante el resto de los fieles.

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27.05.15

Fundamentos (ateos) de la moral

Malos cimientosHoy traemos al blog el comentario que hizo hace tiempo uno de los lectores ateos, Ramontxu, sobre los fundamentos de la moral, en respuesta a algo que había dicho yo. Por su longitud y su interés, me pareció apropiado convertirlo en un artículo completo, junto con mis comentarios. Como ya sabrán los lectores más antiguos, una de las riquezas de este blog es la presencia de una serie de ateos y agnósticos residentes que aportan muchas veces cuestiones nuevas o enfocan las mismas cuestiones de maneras diferentes. A mí, al menos, siempre me hacen pensar.

En este caso, el comentario es especialmente interesante, porque no se limita a criticar la moral cristiana, sino que también ofrece su propia visión (atea) de la moral. A mi juicio, ahí es donde la discusión fructífera comienza de verdad. Criticar es fácil, ofrecer alternativas no lo es tanto. Y someter esas alternativas al análisis comparativo para ver si realmente son mejores aún menos. En ese sentido, el esfuerzo de Ramontxu por aportar algo a la discusión más allá de una mera crítica “desde la barrera” es digno de elogio y yo personalmente se lo agradezco mucho.

Es un tema que sería mucho mejor discutir sentados al fresco de la tarde, con una cerveza o un refresco en la mano, pero como eso no es posible, lo haremos disparando electrones por cables y golpeando satélites con ondas invisibles. Mis comentarios, como siempre, van en rojo. Sin duda, los lectores podrán añadir los suyos.

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16.03.15

La desistencia de la autoridad en la Iglesia

Clément Rémond en Unsplash

En los comentarios a la serie sobre polémicas matrimoniales, para la que he tenido que escribir ya más de una veintena de artículos como penitencia por mis pecados, hay algunos temas que surgen una y otra vez. El más común es la queja por la pasividad de las autoridades en la Iglesia.

¿Por qué el Papa no impide que se haga o diga tal cosa? ¿Por qué Monseñor Ausente Nostoy permite que D. Nestorio Árriez, párroco de Villamodernista, enseñe barbaridades desde el púlpito? ¿Por qué ese superior religioso no echa a patadas a Fray Herético o a Sor Mundana? ¿A qué espera la Conferencia Episcopal de Heterodoxilandia para pronunciarse? ¿No debería alguien hacer algo?

Es una queja constante y, digámoslo desde el principio, muy razonable. No me importa reconocer que yo siento lo mismo en muchas ocasiones cuando leo noticias sobre la Iglesia. Sin embargo, en lugar de limitarme a la queja, por muy justificada que pueda estar, me gustaría centrarme en las causas de esta situación. A fin de cuentas, para solucionar un problema lo importante no es repartir culpas, sino diagnosticar bien la enfermedad para atacar sus causas. Cognitio rerum per causas.

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9.03.15

Palabra de antiprofeta

No sé si mis lectores recordarán al pobre José Arregui. Digo pobre porque, después de alejarse tanto de la fe de la Iglesia que ya no podía verla ni con catalejo, le retiraron la licencia canónica en 2010 y terminó por dejar la orden franciscana y el sacerdocio. Desde entonces, sigue dedicado a escribir sobre temas de Iglesia, diciendo los mismos disparates pero ya sin que sus escritos le importen a nadie (excepto a los jesuitas de Deusto, que, en un alarde de discernimiento, lo mantienen como profesor de su universidad).

Aún así, yo diría que merece la pena leer lo que escribe, porque uno puede aprender mucho. Arregui tiene la admirable facultad de apostar siempre por el caballo erróneo en temas teológicos, el instinto infalible del antiprofeta para elegir invariablemente la opción menos católica entre dos posibilidades cualesquiera.

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