De Mallorca al Amazonas y del catolicismo a la fraternidad humana
Me ha hecho gracia leer que, en el Sínodo de la Amazonia, se ha utilizado la falta de sacerdotes como excusa para intentar acabar con tesoros de la Iglesia Latina como el celibato sacerdotal. ¿Realmente el problema es la falta de sacerdotes? ¿O el problema es otro y no queremos verlo?
Veamos a qué se dedica una buena parte de los clérigos. Tomemos como ejemplo una carta pastoral recién publicada por Mons. Sebastián Taltavull, obispo de Mallorca, que alguien me envió ayer. Significativamente, el título de la carta es “nuestros hermanos musulmanes”.
Curiosamente, por muy pastoral que pretenda ser, no parece que la carta tenga por fin pastorear a nadie. No se dirige a sus fieles ni a nadie en concreto. Es, más bien, una declaración políticamente correcta de cara a la galería, que el obispo hace en nombre de los católicos (aunque, por alguna razón que se me escapa, no les llama católicos, sino “los cristianos que practicamos la religión católica” o “los cristianos de la Iglesia católica”).