Historia de dos traidores
La historia de la humanidad y de la creación entera tiene un centro, que es la encarnación, muerte y resurrección del Hijo de Dios. Todo lo que ha sucedido y lo que sucederá, antes o después de ese centro, mira hacia él, lo anuncia y lo refleja de algún modo.
Por eso, al celebrar la Semana Santa, no solo recordamos lo que sucedió hace dos milenios, sino que también descubrimos que esa historia de salvación se hace presente en nuestras vidas. Al contemplar el gran Misterio de la Pasión, logramos entender el pequeño misterio de nuestra vida y nuestros sufrimientos y oscuridades. Se ilumina la voluntad de Dios para nosotros, podemos ver cómo el mal terrible de nuestro pecado cae sobre Cristo, se nos ofrece la gracia divina que Él ganó para nosotros y escuchamos el anuncio de la victoria de nuestro Señor sobre nuestra propia muerte y nuestros propios pecados.