Aquellos dominicos holandeses
Como todo el mundo sabe, por razones de audiencia, es habitual que los medios resalten con titulares las noticias escandalosas relacionadas con la Iglesia y, en cambio, releguen al olvido la solución que se ofrece a las mismas, que generalmente se produce al modo pausado y tranquilo propio de la Iglesia.
Quizá los lectores se hayan preguntado qué sucedió con aquellos dominicos holandeses de los que tanto . Me refiero a un grupo de tres dominicos que envió en septiembre del año pasado a las parroquias holandesas un documento denominado Kerk en Ambt. En él proponían, para solucionar la falta de sacerdotes en las diócesis de los Países Bajos, una serie de cambios totalmente revolucionarios.
En este documento, oficial y autorizado por su superior inmediato dentro de la Orden Dominica, pedían, entre otras cosas, que fueran las parroquias las que nombrasen a sus sacerdotes al margen del obispo, que desapareciese el celibato sacerdotal o que la Eucaristía la presidiese cualquier persona disponible: “No importa que sea un hombre o una mujer, un homosexual o un heterosexual, un casado o un soltero, pronunciar estas palabras [las de la institución de la Eucaristía] no es una prerrogativa reservada al sacerdote. Esas palabras son expresión de la fe de toda la comunidad”. De hecho, no sólo defendían esas ideas, sino que animaban a las parroquias a actuar directamente por su cuenta si sus obispos no aceptaban sus demandas (“Animamos a las parroquias a que actúen así”).
En distintas diócesis holandesas se produjeron protestas de multitud de fieles ante este documento. Al ser los implicados religiosos de la Orden de Predicadores, que en muchas cosas no depende de los obispos de las diócesis en las que actúa, el Cardenal Simonis, Arzobispo de Utrech y Primado de Holanda, acudió a la Congregación para la Doctrina de la Fe. La Congregación, teniendo en cuenta que se trataba de religiosos sujetos a obediencia, pidió que fuera la propia Orden la que, permítanme el juego de palabras, llamase al orden a ese grupo de dominicos.
El Maestro General de la Orden de Predicadores decidió no imponer sanciones a los tres dominicos, pero, según la petición de la Congregación, ha publicado este mes un , el P. Hervé Legrand, que analiza críticamente Kerk en Ambt y da una respuesta oficial a dicho documento. El P. Legrand reconoce las dificultades de la situación en Holanda (según afirmaban los tres dominicos holandeses, en algunas diócesis, la mitad de las parroquias no tienen sacerdote que celebre la Eucaristía de los domingos). Sin embargo, ofrece también un análisis de las grandes carencias de las propuestas de Kerk en Ambt.
En primer lugar, resulta inaceptable que tres dominicos animen a las parroquias holandesas a prescindir de sus obispos y de la doctrina de la Iglesia. La celebración de una “eucaristía” presidida por un laico no ordenado por su obispo sería inválida y, además, un acto cismático. Recordemos la frase de San Ignacio de Antioquía, discípulo de los Apóstoles, que mencionábamos ayer: Sin el obispo, nadie haga nada de las cosas que corresponden a la Iglesia. Solamente sea considerada como válida aquella eucaristía que se celebre por el obispo o por algún delegado suyo.
Por otra parte, las ideas aparentemente tan críticas de esos tres religiosos muestran una gran falta de sentido crítico, ya que idealizan a una supuesta “Iglesia de base” que siempre tiene razón. De forma paralela, sistemáticamente consideran la autoridad eclesial como algo negativo que obstaculiza el progreso. Esta actitud muestra una ideologización de su pensamiento que impide cualquier diálogo racional.
Los autores se presentan, además, como “expertos”, pero sus afirmaciones teológicas e históricas son simplistas y muy parciales (incluyendo algunas afirmaciones que muestran una ignorancia garrafal, como que, para la teología católica tradicional, “los sacramentos sólo tienen efecto si son administrados por ministros ordenados”, cuando realmente el bautismo puede ser administrado por cualquier persona y los esposos son los ministros del matrimonio). En algún caso, muestran sostener algunos prejuicios protestantes sobre la doctrina católica que no tienen ningún apoyo en la realidad.
Finalmente, el documento Kerk en Ambt sólo hace alusión de manera general el Concilio Vaticano II, sin preocuparse de que los textos del mismo se opongan frontalmente a sus propuestas. De ese modo, sustituyen al verdadero Concilio por sus propias ideas, malinterpretando completamente el concepto conciliar de Pueblo de Dios.
Es curioso que, sin decirlo claramente, este escrito de respuesta del P. Legrand parece ser favorable a la eliminación del celibato obligatorio de los presbíteros. De hecho, es probable que sea una opinión extendida entre los dominicos, pues el Maestro General hace unos años en España la derogación de esta norma. Yo, la verdad, creo que sería un grave error perder algo tan valioso como el celibato sacerdotal (además de ser algo que ni les va ni les viene a los dominicos, que han hecho voto de castidad), pero resulta evidente que es un tema en el que legítimamente se puede discrepar de la práctica actual de la Iglesia, a diferencia de las otras propuestas de Kerk en Ambt.
Esta respuesta de la Orden de Predicadores rechaza, pues, las principales desviaciones del texto original de los tres dominicos holandeses. Por desgracia, como tantas otras veces ha sucedido, es muy probable que la respuesta pase desapercibida y sólo se recuerde el escándalo. Es la consecuencia de unos medios de comunicación que parecen más interesados en lo sensacional que en la verdad.
27 comentarios
Recuerdo un programa en directo que José Antonio Abellán entrevistaba al ciclista Oscar Sevilla, José Antonio hizo un resumen de los hechos, Oscar había sido dado como culpable de dopaje y todos los periódicos sacaron la noticia en portada, más tarde, las pruebas dieron negativo sobre el dopaje, cuando su vida estaba ya destrozada, le humillaban con pintadas en su propia ciudad. Los periódicos no rectificaron, sólo uno en la pag. 34 puso una pequeña reseña, esa es la realidad.
PENTECOSÉS,llena de ESPIRITU SANTO.Y las puertas de infierno no prevalecerán contra ella.
Quizás Bruna tu iglesia sea de hombres jerarcas, aquí si se hace critica y...
No ha habido ninguna sanción oficial y pública, más allá de la respuesta aprobada por el Maestro General. Digo yo que privadamente el Maestro General les habrá echado una buena bronca, pero coincido con vosotros en que debían haber sido mucho más firmes.
Sobre todo porque la carta original muestra unos niveles aterradores de ignorancia y sectarismo de los tres dominicos en cuestión y de su superior directo. Es de suponer que, si continúan en sus labores parroquiales, seguirán propalando los mismos despropósitos.
Este tipo de cosas son especialmente horribles en el caso de los Dominicos. Así como de los Jesuitas se espera una obediencia especial al Papa o de los Franciscanos un especial amor por la pobreza, de los Dominicos se espera una especialidad fidelidad a la doctrina de la Iglesia. Desgraciadamente, la teoría y la realidad no siembre van juntas en estos temas...
En cualquier caso, yo me alegro de que al menos la Orden se haya pronunciado públicamente (obedeciendo a la CDF) en contra de lo afirmado por los tres dominicos, porque al principio (basta ver los artículos de aquellos días) parecía que la Orden les apoyaba.
Creo que es injusto tu comentario sobre los superiores de Ordenes. Por un lado, muchos obispos habrían obrado del mismo modo, y por otro, no está claro si la medida disciplinaria es el mejor modo de salir de la crisis suscitada.
Me alegro mucho de verle por aquí.
Como nadie duda de su fidelidad a la Iglesia, quizá podría darnos algo más de información sobre este tema o un punto de vista diferente.
Aprovecho para pedirle su bendición para mí y para los lectores del blog.
El morbo es lo que vende, tienes razón.
Me alegro mucho, la verdad, de que, como nadie me paga por escribir este blog, no tengo la tentación de recurrir al morbo para conseguir más lectores y más dinero. No me da miedo discutir, pero intento no buscar la polémica por la polémica, ni rebajarme a insultar a la gente.
La palabra:
No te entiendo bien. La Iglesia ha sido fundada por Cristo y en ella actúa el Espíritu Santo, pero eso no excluye que esté formada por hombres.
Muchas gracias por su comentario. Me alegro mucho de oír que la situación de Holanda no refleja el estado general de la Orden de Predicadores.
Creo, de todas formas, que habría que tener en cuenta que el superior directo de los tres dominicos aprobó su carta y supongo que sigue desempeñando su cargo. No me parece que una persona que está de acuerdo con esas ideas totalmente ajenas al catolicismo esté cualificado para ser superior de una comunidad religiosa, ni siquiera en Holanda.
Yo también señalaba en el artículo que la cuestión del celibato sacerdotal es diferente, al no ser un tema de fe, sino de disciplina eclesial. Aún así, no creo que vaya a haber cambios en ese ámbito, porque la Iglesia perdería con ello un gran tesoro mantenido durante más de mil años en Occidente. Quizá dedique un post al tema otro día.
Un saludo cordial.
Porque eso es precisamente lo que ha ocurrido. Luego la Iglesia podrá o deberá suspenderles a divinis, pero la potestad para declarar de iure lo que es de facto, que esos frailes no son dominicos, supongo que la tiene vuestro Maestro General.
Bienvenido al blog.
El celibato sacerdotal es una norma eclesiástica, pero el hecho de que el sacramento del orden sólo se puede administrar a varones es doctrina de la Iglesia, como afirmó solemnemente el papa Juan Pablo II. No se pueden meter las dos cosas en el mismo saco. No sólo hay que amar a la Iglesia, también hay que obedecerla y aprender de ella.
Intentaré dedicar un artículo al tema del celibato sacerdotal, que parece que interesa.
Un saludo.
A mí esto me parece una contradicción.
Lo de acusar de hipóctira a la Iglesia por mantener el celibato sacerdotal es una acusación falsa. Sería hipócrita si los obispos se la inpusieran a los demás, pero ellos no la cumplieran. No obstante, no conozco ningún obispo casado salvo Milingo. No cabe, por tanto, acusación de hipocresía: sin duda la jerarquía impone aquello en lo que cree.
Seguro que si aboliera el celibato obligatorio, el vaticano recibiría muchísimos parabienes del mundo. Y lo saben, los obispos no son idiotas. El hecho de que lo mantengan obedece, en mi opinión, a un criterio sólidamente formado.
Por otra parte, me resulta muy alarmante que unos frailes anden reclamando el celibato opcional. Si los sacerdotes católicos han podido ordenarse casados en otras épocas (y en las iglesias católicas de Oriente en la nuestra), los monjes han...
A fin de cuentas, a nadie le obligan a ser dominico.
Una vez se enfadó un comentarista de este blog por esa cuestión y me acusó a mí de descolocar a propósito los comentarios para desnaturalizar lo que él decía. Se molestó tanto que dijo que nunca más iba a escribir comentarios... y, sorprendentemente, lo cumplió.
Nachet:
Creo que lo que señalas es un buen punto: cuando la Iglesia ha mantenido el celibato sacerdotal contra la opinión del mundo (en todas las épocas, que la nuestra no es original en eso), es porque ve en él una riqueza y una gracia especial de Dios.
Invito hacer oracion.
No se trata de "abolir" el celibato y si de hacerlo opcional. ¿Por que no? ministerio y celibato son dos carismas no necesariamente unidos. Si el celibato es un carisma y hoy es necesario, Dios lo seguirà dando a la Iglesia. ¿Por que imponerlo, si escarisma e causa de tantos sufrimientos, secularizaciones y falta de vocaciones, aunque esto no se quiera reconocer ? Lo digo como misionero en Brasil y formador muchos años en seminarios.
Una expulsión es un acto público con ribetes complejos, que incluyen, en caso extremo, ayudar a que se genere un cisma, y que, en casos menos graves, termina fortaleciendo lo que se quiere atacar, porque los aludidos se convierten en víctimas y mártires. Por el contrario, la desautorización radical por vía teológica hace que quede muy difícil a otros seguir esas mismas sendas heréticas.
San Pablo es claro al respecto.
El cisma requiere que haya contumacia. La contumacia, si la hay, se demuestra presentando primero razones. En el proceso de ofrecer razones, la Iglesia, y aquí en particular, la Orden Dominicana, ofrece una oportunidad singular de recapacitar y convertirse: algo de lo que nunca podremos desconfiar los que hemos conocido la paciencia de Dios.
Totalmente de acuerdo contigo.
Un cordial saludo.
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