Pequeños monasterios
“La mayor contribución a la restauración del orden de la sociedad humana en su conjunto sería la fundación en cada ciudad, población y área rural de comunidades religiosas contemplativas, comprometidas con la vida de silencio consagrado, de modo que el silencio esté presente en nuestro trabajo y en nuestros días como el árbitro vigilante de un partido, para juzgar y medir todos nuestros ruidosos logros. La razón principal por la que el sexo se está despedazando a sí mismo en todas las violentas variantes de esterilidad intencionada es que muy pocos viven la virginidad consagrada y fecunda y la razón fundamental por la que nuestras discusiones y comités han llevado a la esterilidad del escepticismo es que aún hay menos personas que vivan el silencio fecundo y consagrado”.
John Senior, La restauración de la cultura cristiana, 1983