La funcionarización de los obispos

Ya hablamos hace tiempo, en un artículo titulado La bananerización del derecho en la Iglesia, de la tendencia preocupante a prescindir del derecho canónico en el ámbito eclesial, cambiándolo por la mera arbitrariedad y dejando indefensos a los fieles. Esa tendencia, por desgracia, parece ir acentuándose cada vez más, en lugar de corregirse, y quizá su aspecto más llamativo sea el peligro de convertir en la práctica a los obispos en meros funcionarios empleados por el Papa.

Durante los últimos doce años, hemos visto cómo los obispos son tratados de forma poco acorde con su condición y prescindiendo de los procesos canónicos pertinentes o incluso de las normas de cortesía más básicas. Esto es muy grave, teniendo en cuenta que se trata de sucesores de los apóstoles, que deben ser tratados como tales. ¿Alguien imagina, por ejemplo, que San Pedro se negara a recibir al apóstol San Felipe cuando este intentara hablarle de cuestiones graves o gravísimas? ¿O que destituyera a Santo Tomás sin explicarle siquiera por qué lo hacía? Desgraciadamente, algo así es lo que parece que ha sucedido numerosas veces en este pontificado.

Basta consultar las hemerotecas para descubrir que ha habido multitud de casos lamentables. Monseñor Rogelio Livieres, obispo de Ciudad del Este (Paraguay), que fue destituido fulminantemente y sin proceso canónico, viajó a Roma para hablar con el Papa y, asombrosamente, no fue recibido por él. El cardenal Zen se vio obligado a publicar artículos en Internet con la esperanza de que llegaran a conocimiento del Papa porque este no quería recibirle. Los cuatro cardenales de los dubia presentaron una cuestión gravísima de fe relativa a Amoris Laetitia y, de nuevo asombrosamente, no recibieron respuesta (dos de ellos han muerto ya). Monseñor Daniel Fernández, obispo de Arecibo (Puerto Rico) fue destituido por el Papa sin proceso canónico por “falta de comunión” (aparentemente, por el simple hecho de negarse a firmar un comunicado de la Conferencia Episcopal sobre las vacunas del COVID con graves errores morales, como por otra parte tenía el derecho y el deber de hacer). El año pasado, monseñor Strickland, obispo de Tyler (Estados Unidos), fue destituido, de nuevo sin ningún proceso canónico. Este mismo año, monseñor Dominique Rey, probablemente el mejor obispo de Francia, cedió por obediencia a las presiones del Papa y aceptó dimitir tres años antes de llegar a la edad prevista para la jubilación, lo que en la práctica constituye una ofensa gratuita y asombrosa (¿tan malo era que resultaba imposible que continuara tres años más?). Recientemente nos hemos enterado de que el cardenal Cipriani ha sido condenado al silencio y a la desaparición de la vida pública sin ser escuchado y ni siquiera permitirle conocer las acusaciones en su contra, contra todos los principios del derecho. A todo esto se suman los casos de desaires y de jubilaciones aceptadas con una prisa indecente, que son aún más numerosos.

Me consta, además, que multitud de obispos tienen miedo de hablar con claridad y procuran mantener un “perfil bajo”, para que no les suceda lo mismo. Se trata de obispos ortodoxos y con un gran amor al papado y a la Iglesia. El mismo cardenal George Pell se sintió obligado a escribir sobre la situación de la Iglesia utilizando el seudónimo de “Demos” (pueblo), como se supo después de su fallecimiento. Basta ver que casi los únicos que hablan con contundencia son obispos jubilados, que ya no tienen nada que temer. Desgraciadamente, este temor no parece afectar a obispos partidarios de posturas claramente heterodoxas, como varios obispos alemanes y de otros lugares.

Se podría alegar que siempre hay que suponer lo mejor del Papa, que tendrá sus razones y que, además, ostenta la autoridad suprema en la Iglesia. Todo eso es cierto, por supuesto, pero cabe señalar que una cosa es un caso aislado, en el que se pueden suponer razones graves y de peso para actuar así, y otra cosa muy distinta es toda esta serie de casos uno detrás de otro de actuaciones sin proceso canónico alguno. La acumulación de casos hace que la impresión de que se está actuando arbitrariamente sea casi inevitable.

En cuanto a suponer lo mejor del Papa, que es una regla de actuación sensata, no podemos olvidar que, en el mismo sentido y por las mismas razones, también habrá que suponer lo mejor de los obispos mencionados. No sería justo suponer lo mejor de uno y no de los otros. Para eso existe precisamente el derecho, para evitar las parcialidades y, si se prescinde de él, es muy fácil caer en la tentación de ser excesivamente laxos con los amigos y excesivamente severos (o directamente injustos) con los enemigos. El hecho de que los obispos disciplinados sean prácticamente siempre los que no le caen bien al Papa o a los amigos del Papa es un indicio de que, en efecto, se ha caído frecuentemente en esta tentación. En sentido inverso, con los “amigos” del Papa parece haber una enorme paciencia, como muestran los ejemplos de Mons. Zanchetta, el cardenal Daneels, Mons. Ricca, el P. Grassi, el P. Rupnik o los obispos del grupo de McCarrick que han recibido el capelo cardenalicio.

Finalmente, es cierto que el Papa tiene la autoridad suprema en la Iglesia y, por lo tanto, está dentro de su poder condenar a alguien, incluso a un obispo, sin un proceso canónico previo. Sin embargo, que el Papa pueda hacer algo no significa que convenga que lo haga. Prescindir de los principios fundamentales del derecho, de los procesos canónicos y de la transparencia en las decisiones siempre es muy peligroso y, si se toma como forma habitual de actuar, lleva a consecuencias desastrosas y proyecta una imagen nefasta. Más aún que la mujer del césar, el Papa no solo debe ser irreprochable, también debe parecerlo. Hablar por activa y por pasiva de sinodalidad a la vez que se trata a los obispos como a meros empleados quizá no sea hipócrita, pero sin duda lo parece.

Conviene recordar, por último, el efecto que tiene todo esto en los esfuerzos por promover la unidad con los no católicos. En efecto, con esta forma de actuar se hacen realidad los peores temores de ortodoxos y protestantes. Cuando el Papa actúa como un monarca absolutista, deponiendo obispos a su antojo, ¿cómo no van a temer los ortodoxos que les suceda lo mismo a ellos si vuelven a la Iglesia Católica? Si los protestantes observan que el Papa puede decir cualquier novedad en materia de doctrina y moral sin que nadie se atreva a contradecirle, inmediatamente se confirmarán sus prejuicios de que el “papismo” católico es una religión del Papa y no de la Revelación de Cristo.

Debemos tener siempre en cuenta que, según la fe católica, los obispos no son meros empleados del Papa y la misión de este no debe sustituir ni absorber a la misión de los obispos. Como señaló el Concilio Vaticano II, “los Obispos han sucedido, por institución divina, a los Apóstoles como pastores de la Iglesia, de modo que quien los escucha, escucha a Cristo, y quien los desprecia, desprecia a Cristo y a quien le envió”, ejercen con el Papa el “oficio de atar y desatar”, “rigen, como vicarios y legados de Cristo, las Iglesias particulares que les han sido encomendadas” y la “potestad que personalmente ejercen en nombre de Cristo es propia, ordinaria e inmediata”.

El Papa no es inmune por su cargo a las tentaciones y despreciar a los obispos, especialmente a los que osan corregirle, puede muy bien ser una de ellas. Para afirmar la autoridad del Papa no hay que rebajar la autoridad de los obispos, porque ambas tienen el mismo origen. Fue el mismo Cristo quien dijo: uno solo es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos. Como corresponde a auténticos hermanos, el Vicario de Cristo debe tratar con exquisito respeto y caridad fraterna a los que son auténticos vicarios de Cristo en sus diócesis y sucesores de los Apóstoles como él es sucesor de Pedro.

76 comentarios

  
Cordá Lac
No por nada lo de «república bananera» viene de lo que montan los mandatarios sudamericanos.
29/01/25 1:05 PM
  
maru
Completamente de acuerdo con su artículo Bruno. Todavía leí ayer en otra información que, el obispo correspondiente, había cesado a un buen sacerdote, (según su parroquia) por celebrar la misa tridentina. Es un abuso de poder, como en cualquier empresa de este mundo . Y luego se quejan de que no hay vocaciones?; es lo normal, con estas premisas. De pena, penita, pena.
29/01/25 1:10 PM
  
Luis Fernando
Regresé a la Iglesia Católica en octubre de 1.999. Si entonces hubiera sido Francisco el Papa, habría resultado metafísicamente imposible ese regreso. Jamás habría vuelto a una institución que bendice las parejas gay y que lidera alguien que dice que todas las religiones salvan y actúa como un monarca absoluto tiránico sin contrapeso alguno. Imposible.
Y por cierto, lo que dice Bruno del Papa sobre toda la Iglesia se puede decir de no pocos obispos sobre sus diócesis.
29/01/25 1:13 PM
  
María de África
Y yo volví por aplicarme a mí misma la Doctrina y saber por ello que estaba en pecado mortal, si hubiera sido ahora no tendría por qué haber vuelto porque por la "Amoris Laetitia" puede que fuera indiestrista y demasiado estricta conmigo misma ya que no discerní, me limité a aplicarme el precepto. Siempre que había intentando discernir encontraba montones de excusas, así que me planté y dije: "Déjate de tonterías, tú eres esto porque lo que haces entra dentro de la definición"
No es que ningún sacerdote me dijera nada en especial, es que yo era católica y, por lo tanto, sabía lo que es el pecado. Los sacerdotes con los que me confesé no me dijeron ni pío, se limitaron a absolverme porque ya se dieron cuenta que estaba arrepentida, no sé qué me hubieran dicho si no hubera sido así, miedo me da.
29/01/25 1:27 PM
  
Angeles Wernicke
Qué bueno que lo digas, y tan bien dicho, Bruno! Como argentina, desgraciadamente, he pasado mi vida bajo gobiernos peronistas... y ésa es "the peronist way"...La ley sólo existe si los beneficia, si no, existe siempre la trampa. Y así estamos. Gracias, que Dios te bendiga.
29/01/25 1:59 PM
  
Bruno
Ángeles Wernicke:

"Como argentina, desgraciadamente, he pasado mi vida bajo gobiernos peronistas... y ésa es "the peronist way""

Yo sé poco de peronismo, la verdad, pero sí me suena la famosa frase de Perón, que parece muy apropiada: "al amigo, todo; al enemigo, ni justicia".
29/01/25 2:03 PM
  
luis
Esta desconsideración hacia los obispos viene de antiguo, lo que pasa es que antes de Bergoglio, era al menos normativo (lo más sangrante disponer que los obispos deben retirarse a los 75 y los papas con 88 años siguen en la brecha), ahora se ha vuelto completamente discrecional y arbitrario. Mandan las fobias y los whims del Supremo, a imagen de las peores tiranías. Poco falta que un obispo sea depuesto porque no le gusta la cara. Es el nuevo siglo de hierro.
29/01/25 2:11 PM
  
Bruno
Cordá Lac:

"mandatarios sudamericanos"

Ya en el artículo de la bananerización vinieron varios lectores a señalar que las repúblicas bananeras, en origen, eran centroamericanas y no sudamericanas. Aunque el diccionario de la Academia lo amplía a "ciertos países iberoamericanos" en general.
29/01/25 2:17 PM
  
Bruno
Luis:

"viene de antiguo"

He estado a punto de hablar de ello en el artículo, pero no he querido alargarlo todavía más. Sin duda, es una tendencia que, por lo menos, se remonta hasta Pío IX o incluso hasta Pío VII.

De alguna manera, yo creo que es sano que exista un cierto tira y afloja entre ambas instancias, el papado y el episcopado, como existía tradicionalmente entre nobleza y monarquía, entre papa e imperio o entre Iglesia y Estado.

Como dices, el gran problema es que esa tendencia coincide ahora con la arbitrariedad en el ejercicio del poder y la combinación es tremendamente destructiva para la vida de la Iglesia.
29/01/25 2:22 PM
  
Bruno
Luis Fernando:

"Regresé a la Iglesia Católica en octubre de 1.999. Si entonces hubiera sido Francisco el Papa, habría resultado metafísicamente imposible ese regreso"

Dios no solo sabe lo que hace, sino también cuándo lo hace. Laus Deo.
29/01/25 2:26 PM
  
Pedro1
No existe la Iglesia del papa Francisco y la Iglesia de 1999. Existe la Iglesia de Cristo. Ese comentario suena a una invitación a no entrar o no volver a ella en 2025. Muy mal me parece.
29/01/25 2:52 PM
  
Juanjo
Bruno, se ha deslizado una pequeña errata en tu artículo:

- El derecho existe "para evitar las imparcialidades", cuando debería ser "para evitar las arbitrariedades" (parece que se han fusionado en tu mente el deber de "imparcialidad" y la obligación de "evitar la arbitrariedad").

Esto me lleva a pensar que eres un hombre bastante "ocupado", que no puede perder el tiempo en muchas correcciones.
¡Qué Dios te bendiga! por el mucho bien que haces.

No hace falta que publiques esto.
29/01/25 3:05 PM
  
Luis Fernando
Cierto, Bruno, muy cierto.

Ojo que no digo que no se puedan producir conversiones al catolicismo bajo este pontificado, o más bien a pesar de este pontificado. De hecho, se producen. Pero en mi caso habría sido imposible.
29/01/25 3:15 PM
  
Pedro1
Juanjo, lo que dice Bruno está bien.
29/01/25 3:15 PM
  
Pepe
Que pueda violar el derecho no solo no es conveniente, es inmoral. Eso es este ¿papa?
29/01/25 3:18 PM
  
ptv
“Finalmente, es cierto que el Papa tiene la autoridad suprema en la Iglesia y, por lo tanto, está dentro de su poder condenar a alguien, incluso a un obispo, sin un proceso canónico previo.” Estimado Bruno, quizás en esta afirmación, exacta en su literalidad, se esconde el centro de ese monstruo que nació con el ultramontanismo y parece que quedó “canonizado” en el postconcilio… Vaticano I. Una aplicación tardía del voluntarismo de Ockham, sólo que teniendo como protagonista no ya a Dios, sino al papa feliciter regnans. La voluntad del papa como ley suprema, por encima de la ley, la justicia, el dogma y la tradición de la Iglesia. Y el equilibrio de un papado entendido como servicio a todo eso (el siervo de los siervos) dejado a merced del papa de turno, sin ninguna instancia que lo pueda equilibrar en caso de conflicto. Todo parece dejado al arbitrio de quien sea sucesor de Pedro en cada momento, que si se desvía, pues mala suerte: obediente acatamiento de cabeza y voluntad, y a esperar que llegue otro. Normal que protestantes y ortodoxos contemplen esto con espanto. Al final, las acusaciones de los protestantes del siglo XIX parece que se han hecho realidad. Lamentablemente. Toda esta situación hace necesario que se replanteen muchas cosas acerca de cual es el ejercicio verdadero de la potestad papal. Es difícil decir estas cosas con tantos siglos de diferencia, pero se me haría extraño que san Cipriano o san Agustín entendieran con buenos ojos el actual modo de proceder. Gracias, Bruno, por tus artículos, siempre tan bien trabajados.
29/01/25 3:49 PM
  
luis
Lleva razón ptv, la afirmación " es cierto que el Papa tiene la autoridad suprema en la Iglesia y, por lo tanto, está dentro de su poder condenar a alguien, incluso a un obispo, sin un proceso canónico previo" no es del todo exacta, porque el Papa tiene por límite el derecho divino y también el natural. Y es de derecho natural que una condena requiera al menos acusación, motivación y defensa al menos sumaria. El Papa tiene poder supremo, no absoluto, no puede violar el derecho natural, no puede condenar ex nihilo.
29/01/25 4:04 PM
  
María de África
Lamentablemente si sabes historia no puedes dejar de buscar semejanzas. Los nazis tenían dos formas de comportamiento con obispos y sacerdotes: el penal y el preventivo.
Si éstos habían dicho o hecho algo que pudiera ser juzgado por ley se les llevaba a los tribunales, como es el caso del Beato Franz Jägerstätter, el Beato Jakob Gapp y otros.
Si se sospechaba que pudieran ser inconvenientes, pero no era posible la acusación, se les envíaba a Dachau porque para eso no se necesitaba más que una mera detención sin necesidad de justificación alguna. Éste fue el caso del Beato Rupert Mayer o de algunos palotinos de Schoenstatt que eran demasiado "carismaticos" y descentraban al personal con tantas misas, tantas procesiones y tanta actividad mariana o litúrgica.
No hay nada nuevo bajo el sol.
29/01/25 4:08 PM
  
María de África
Quiero decir con esto que las tácticas que se le ocurren a unos también se les puede ocurrir a otros. Nada más.
29/01/25 4:10 PM
  
Ganganelli
Completamente de acuerdo con ptv. Pero para aceptar en su literalidad el "poder condenar sin un proceso canónico previo" habría que distinguir. Si se entiende "proceso canónico previo" como formalidades del derecho positivo, que han ido cambiando a lo largo de los siglos, podría ser aceptable. Si se entiende sin las condiciones esenciales para que el juicio pueda ser justo, que es lo que está sucediendo, se trata simplemente de una decisión injusta y no obliga. Es tan sencillo como eso. El problema es la falta de fe. Si los obispos depuesto hubieran tenido la fe de los mártires, al tratarse de una decisión injusta, deberían haber resistido. Aquí no vale la cómoda escapatoria del escándalo, pues el escándalo es que tantos tengan una imagen deformada del papa. Eso no sería cisma, pues se puede reconocer la autoridad del sucesor de Pedro y dejar de reconocer una decisión injusta. Los tratadistas canónicos y teólogos del XVI-XVII (antes de que se difundiera cada vez más la plaga jesuítica del ver blanco lo negro y la obediencia ciega) tenían claro que ante las disposiciones injustas de un papa, también en materia canónica, los príncipes cristianos debían oponerse con la fuerza si llegaba el caso. En cuanto treinta o cuarenta obispos se opongan, y en países en que gracias a Dios no hay concordato, en Roma se la envainan en cero coma...
29/01/25 4:10 PM
  
JCA
«Sin duda, es una tendencia que, por lo menos, se remonta hasta Pío IX o incluso hasta Pío VII.»
En el blog del Wanderer se ha discutido en qué consistió el «espíritu del Concilio Vaticano I» (básicamente una hipertrofia del papado y exaltación de posturas ultramontanas), sin el que posiblemente habría sido imposible el «espíritu del Concilio Vaticano II» y las «reformas litúrgicas» (con Pío X del Breviario, y las de Bugnini, primero de los Oficios de Semana Santa con Pío XII (a modo de ensayo y brecha) y después con Pablo VI.
Sin embargo, el propio Pío IX (el de la infalibilidad papal y jurisdicción directa y universal) jamás llegó tan lejos, y es más: se pronunció en contra de esta posible funcionarización episcopal en contestación a Bismarck.

En cualquier caso en el despotismo bergogliano convergen dos corrientes: el peronismo argentino en su doblez, y el jesuitismo, que trata a los obispos como si fueran meros provinciales y exige obediencia ciega al pontífice.
29/01/25 4:20 PM
  
María de África
Ganganelli: El Obispo Strickland no lo puso fácil, pero no pudo evitar que lo destituyeran como obispo de Tyler. Aquí ha habido actitudes distintas por parte de los obispos caidos en desgracia.
29/01/25 4:21 PM
  
Luis Fernando
San Basilio Magno, epístola 92

«Las doctrinas de la verdadera religión están derrocadas. Las leyes de la Iglesia están en confusión. La ambición de hombres que no temen a Dios se apresura a ocupar altos cargos en la Iglesia, y el cargo elevado ahora es conocido públicamente como el premio de la impiedad. El resultado es que cuanto más blasfema un hombre, más apto lo considera la gente para ser obispo. La dignidad clerical es cosa del pasado. Hay una completa falta de hombres que pastoreen el rebaño del Señor con conocimiento. Los eclesiásticos en autoridad tienen miedo de hablar, ya que aquellos que han alcanzado el poder por interés humano son esclavos de aquellos a quienes deben su avance. La fe es incierta; las almas están empapadas en la ignorancia porque los adulteradores de la palabra imitan la verdad. Las bocas de los verdaderos creyentes están mudas, mientras que cada lengua blasfema ondea libremente; las cosas sagradas son pisoteadas».
29/01/25 4:22 PM
  
Juan Mariner
Este papado es el último intento desesperado de salvar la "movida" del CVII. Un fracaso de narices el tinglado torcido montado en torno a este concilio una vez van muriéndose los nacidos antes de este evento: pocos van quedando ya que se traguen la fiesta. Cada vez a peor en el mundo occidental y allegados.
29/01/25 4:26 PM
  
Bruno
Juanjo:

Corregido, gracias.
29/01/25 4:28 PM
  
Emiliano
Por los comentarios que leo, veo que muchos han oido al Papa Francisco pero pocos lo han entendido. Coincido con Pedro 1 : No existe la Igjesia del Papa Francisco ni la de los Borgias, ni la de Juan Pablo II, sino la Iglesia de Cristo con libertad de sus seguidores para hacerle preguntas como le hacían para conocer el Reino de los Cielo de donde venía y ahora ten cuidado con preguntar a ningún funcionario de la Igjesia clerical, que no saben ni contestan, pero si juzgar a los próximos y lejanos
29/01/25 4:28 PM
  
Carmen L
Este papa es muy eficiente en su labor de destruir la Iglesia, va a quedar como la encontró san Francisco de Asís, derribada más no aniquilada, porque por más que se empeñe, existe la promesa de su fundador, de estar con ella hasta el fin del mundo y Él la puede restaurar en poco tiempo si le place, porque su mano no se ha secado ni su brazo se ha acortado. Y como a todos le llegará su día, que viendo el desastre, tal vez sea noche, no se lo deseo, pero llega un momento en que ya no puede parar, como no pudo el faraón.
29/01/25 4:33 PM
  
Bruno
Ptv:

"La voluntad del papa como ley suprema, por encima de la ley, la justicia, el dogma y la tradición de la Iglesia"

Eso es lo que podríamos llamar el "espíritu" del Vaticano I, que ciertamente no forma parte de su letra ni de las explicaciones dadas por la Iglesia a los obispos alemanes inmediatamente después del Concilio. Por encima de la Justicia, el dogma y la Tradición no hay nadie, como es lógico, y podría decirse que es misión fundamental del Papa anunciar y defender esas cosas, la fe y la Tradición de la Iglesia y también la ley divina.
29/01/25 4:45 PM
  
Bruno
Emiliano:

"Por los comentarios que leo..."

Por su comentario, veo que no ha leído el artículo o no le importa lo que se discute. En ese caso, lo que procede es no participar en la conversación. Y sus extraños ataques a los "funcionarios de la Iglesia clerical", sea eso lo que sea, también están de más.
29/01/25 4:47 PM
  
Carmrlo
Revisen el accionar de los obispos en su diócesis son mucho.mss arbitrarios que el.papa ...no.tienen piedad y no.se les puede decir que algo está mal
Serás castigado por trasladado sin respetar el derecho y la derechos
No les i regresan si estás vivo o muerto , con salud o enfermedad si tenés para comer exigen cada mes su parte por terceros y te conviertes en un París leproso también para los otros sacerdotes ,que deben adular , o seder en todo con "el.principe de la Iglesia " local ..hay que mirarse en el espejo
29/01/25 4:51 PM
  
claudio
Estimado Bruno.
Monseñor Casalotodo recuerda que hay que distinguir entre derecho canónico y derecho canónigo (de canongía -femenimo coloquial empleo de poco trabajo y bastante provecho.).
Aconseja Monseñor a los de solideo claro que si se atreven a asomar su cabeza en la trinchera se quiten el solideo primero...

El Canónico dice:
330 Así como, por determinación divina, San Pedro y los demás Apóstoles constituyen un Colegio, de igual modo están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de los Apóstoles.

Unidos en qué ?, en sinodialidad, discernimiento, percepción, "santo temor"...

Cómo la ves...
29/01/25 4:52 PM
  
ROBERTO IBARRA VIDELA
"El poder es para ayudar a los amigos, perseguir a los enemigos y hacer justicia con los demás"
29/01/25 4:58 PM
  
Bruno
Ganganelli:

"Si se entiende "proceso canónico previo" como formalidades del derecho positivo, que han ido cambiando a lo largo de los siglos, podría ser aceptable. Si se entiende sin las condiciones esenciales para que el juicio pueda ser justo, que es lo que está sucediendo, se trata simplemente de una decisión injusta y no obliga"

Completamente de acuerdo.

Con una salvedad, que desgraciadamente lo hace todo más complicado: el Papa no solo puede castigar (lo que requiere un juicio justo, etc.), sino también tomar medidas discrecionales para el bien de la Iglesia. Esto segundo no exige un proceso judicial, sino una simple decisión prudencial de la autoridad competente. No siempre es fácil distinguir una cosa de la otra.

¿Puede un papa deponer a un obispo de su sede por una simple decisión prudencial, porque crea que es mejor para la Iglesia? Hasta donde yo sé, no es algo que esté definido. Por un lado, algo así tiende a convertir a los obispos en "empleados" suyos, pero, por otro, el Papa tiene autoridad universal y suprema y los obispos le juran fidelidad. Yo me inclinaría a pensar que no es conveniente, pero no sabría decir si es posible o no, la verdad. Quizá alguien que sepa más que yo pueda dar luz en este asunto.

"Eso no sería cisma, pues se puede reconocer la autoridad del sucesor de Pedro y dejar de reconocer una decisión injusta"

Cierto, pero como se abrazan los erizos, es decir, con mucho cuidado.

"la plaga jesuítica del ver blanco lo negro"

Cuando uno afirma algo así, me temo que pierde gran parte de la razón que pueda tener, porque, como es sabido, San Ignacio no dice eso. Dice creer que es blanco lo que yo veo negro. Ni ver nada blanco ni mucho menos lo que es negro, sino fiarse más de la Iglesia que de mi torpe y limitado criterio, algo que todos los católicos hacemos.

"ante las disposiciones injustas de un papa, también en materia canónica, los príncipes cristianos debían oponerse con la fuerza si llegaba el caso"

Los reyes españoles, antes y después de la fundación de la Compañía, lo tenían bastante claro.

"En cuanto treinta o cuarenta obispos se opongan, y en países en que gracias a Dios no hay concordato, en Roma se la envainan en cero coma..."

A mi entender, eso tenía que haber pasado con Amoris Laetitia o, mejor aún, durante los Sínodos de las Familias que dieron lugar a Amoris Laetitia. Con un puñado de obispos con fe que hubieran dejado claro que nadie, ni el Papa ni todos los obispos de la tierra, podían afirmar que los adúlteros impenitentes podían comulgar o que Dios a veces quiere que hagamos algo malo o que no siempre da la gracia para no pecar, etc., nada de esto habría sucedido. Pero les pilló con el pie cambiado, la confusión del lenguaje les desorientó, a varios me consta que se les mintió directamente... y así estamos.
29/01/25 5:42 PM
  
Bruno
Carmelo:

"Revisen el accionar de los obispos en su diócesis son mucho.mss arbitrarios que el.papa"

Desgraciadamente, como se dice aquí en España, todo se pega menos la hermosura. Si la autoridad suprema se ejerce de manera arbitraria y despótica, las autoridades inferiores tenderán a hacer lo mismo, ya sean obispos, abades, priores, superiores o párrocos.
29/01/25 5:48 PM
  
Bruno
Claudio:

"El Canónico dice: 330 Así como, por determinación divina, San Pedro y los demás Apóstoles constituyen un Colegio, de igual modo están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de los Apóstoles"

Muy buena cita. Y se concluye que, del mismo modo que minar la autoridad de los Apóstoles habría minado la autoridad de Pedro, minar la autoridad de los obispos mina también la autoridad del Papa. Es cortar la rama en la que uno está sentado.
29/01/25 5:54 PM
  
Bruno
Carmen L:

"existe la promesa de su fundador, de estar con ella hasta el fin del mundo y Él la puede restaurar en poco tiempo si le place, porque su mano no se ha secado ni su brazo se ha acortado"

Bien dicho.
29/01/25 6:16 PM
  
María de África
Lo que hace es convertirlo en una Monarquía Absoluta que, de puertas afuera, alaba las democracias.
Que la Iglesia sea jerárquica es una cosa, que el poder sea absoluto es otra. En el Cristianismo Primitivo los obispos compartían el poder con el Papa, aunque él fuera reconocido como máxima autoridad.
Con un poder de este tipo la sinodalidad es un oxímoron.
29/01/25 6:19 PM
  
luis
Se ha combinado lo peor de las prerrogativas del Príncipe del derecho romano, con el absolutismo monárquico del siglo XVII y las dictaduras carismáticas del siglo XX. Es realmente un aparato que solo puede funcionar bien si el papa es un santo, y ni siquiera...
29/01/25 6:29 PM
  
Bruno
Luis:

"Es realmente un aparato que solo puede funcionar bien si el papa es un santo, y ni siquiera..."

Digamos que, si el papa es santo, resultan menos aparentes los errores del sistema (como, por otra parte, ya ha sucedido más de una vez). La santidad cubre la multitud de los defectos de una época.
29/01/25 6:40 PM
  
Bruno
Maru:

"Todavía leí ayer en otra información que, el obispo correspondiente..."

Como le decía a otro comentarista, la Iglesia es un cuerpo y todo está conectado. Si la autoridad suprema se ejercer arbitrariamente, las autoridades inferiores tenderán a hacer lo mismo, desgraciadamente.
29/01/25 6:41 PM
  
Luis Fernando
La reacción a 1.789 tuvo mucho de buena por el rico magisterio que combatió los errores ilustrados, hoy desgraciadamente asumidos, pero tuvo también la consecuencia nefasta de convertir el papado en una monarquía más absolutista de lo que ya era. Y claro, mientras los papas sean buenos y santos, no pasa nada. Llegan los que no lo son, y ya vemos el resultado.
Es decir, nos desprendimos de lo bueno de la reacción y nos quedamos con lo malo. Menos mal que tenemos la promesa del Señor. Si no, es como para salir corriendo y no parar.
29/01/25 6:44 PM
  
claudio
Estimado Bruno.

Claro pero cortarla desde dentro lo más cerca del tronco, la traición es siempre interna, cercana.
Donde está la "costumbre" Roma no compra traidores (pero que los tiene los tiene).

29/01/25 6:50 PM
  
Feri del Carpio Marek
Seguro los entendidos pueden explicarlo bien, pero por lo que he leido aquí y allá, toda esta debacle de comprender mal la autoridad viene del nominalismo, cuando se ha comenzado a entender mal a Dios como legislador, y como fuente de toda autoridad.
29/01/25 8:24 PM
  
Eduardo Vadillo
Algunos comentaristas y algunas respuestas de Bruno hacen referencia al influjo de entender las cosas por parte de la Compañía de Jesús. Me parece que es importante señalar que la idea de que el sucesor de Pedro podría quitar obispos según su voluntad era lo que defendió Laínez sj en Trento, pues sostenía que la jurisdicción procedía del Pontífice, no del Sacramento del orden, mientras que los españoles allí presentes defendieron lo contrario, y acusaron a Laínez de intereses creados al apoyar tales planteamientos: de ese modo el Papa podría conferirles encomiendas a pesar o en contra de los obispo sin tener que justificar nada. Para sostener esa posición la argumentación de Laínez sólo podía apoyarse en falsas decretales, pues en la historia antigua no había nada que lo justificara. Recientemente el cardenal Ghirlanda a vuelto a defender básicamente la argumentación de Laínez.
29/01/25 8:48 PM
  
Eduardo Vadillo
Respecto a la frase de decir que es blanco lo que yo veo negro, parece que san Ignacio la formuló para responder de manera radical a la afirmación de Erasmo de que lo negro no sería blanco aunque lo dijera el Pontífice. Por desgracia este deseo de defender la autoridad Pontificia estaba pésimamente planteado, a pesar de la buena voluntad, pues en el tomismo los sentidos no pueden equivocarse al distinguir lo blanco de lo negro, y si hubiera un error de ese estilo caerían incluso los mismos principios primeros del entendimiento, que dependen de lo recibido por los sentidos. Por supuesto que pueden darse errores en la percepción (lo que santo Tomás llama sentidos internos, que suponen ya una cierta interpretación), pero no en la sensación (ver) en cuanto tal. Desgraciadamente la formación de san Ignacio fue en el nominalismo de Mair, para quien sí podía suceder que viéramos blanco lo negro. De este mismo autor pudo también tomar la escandalosa afirmación del final de los Ejercicios de que no hay que hablar tan largo de la gracia que se quite la libertad. Por supuesto se entiende hacia donde apuntaba el santo, pero la afirmación resultaba diametralmente opuesta a san Agustín, a santo Tomás y a toda la tradición anterior al nominalismo. Muchos planteamientos nominalistas de hecho fueron difundidos por la Compañía de Jesús desde sus mismos inicios con consecuencias muy negativas para el conjunto de la Iglesia, sin entrar en la buena voluntad que podía haber, por ejemplo, para salvaguardar la autoridad o la libertad.
29/01/25 9:15 PM
  
Nova
Mi impresión no es la de que Francisco trate a los Obispos que no le gustan como a empleados. Todavía no he cerrado la boca de asombro cuando me he enterado de que, al parecer, el cardenal Cipriani tuvo que abandonar Perú por orden del Papa. Cosa que no entiendo, además, porque una cosa es que el Papa destituya a un Obispo (aunque, efectivamente, es muy grave que lo haga de manera arbitraria) y, otra, que le obligue a abandonar su país (o su ciudad, como se quiso hacer con Mons. Aguer). ¿Un Papa puede disponer de un Obispo como le dé la gana, incluso aunque ya no esté al frente de una diócesis...? Alucino.

A todo esto que estamos viendo se le suele llamar persecución. También existe, aunque no te quiten la vida; porque te pueden quitar otras cosas. Por cierto, se me ha ocurrido ponerme a leer la Declaración Universal de Derechos Humanos (ya que a los actuales clérigos les gusta tanto la democracia liberal y tal) y, en fin... qué quieren que les diga. ¡Qué cosas tengo...! ¿Verdad?
29/01/25 9:18 PM
  
Luis Fernando
Lo que están haciendo con Cipriani es propio de una mafia criminal. Da igual si es o no culpable. Son unos miserables sinvergüenzas. Y van a ser juzgados por quien es verdaderamente Justo. Alguno, probablemente muy pronto.
29/01/25 9:47 PM
  
Gustavo
Aparte de todo, personalmente veo gran parte del problema en los asesores del papa, parece que nadie le dice nada, nadie le advierte nada...no se..
29/01/25 9:48 PM
  
luis
Supuesta su inocencia, Cipriani se equivocó. Si te acusan te defiendes con uñas y dientes, como hizo Pell. Tenés el deber de defenderte, y no aceptar la extorsión de que si te quedas calladito y consientes no vas a tener ruido. Quien nada debe nada teme, no hay que callarse, porque con estos tipos el ruido a la postre aparece y quién va a volver a meter al genio en la botella. Está claro, por lo demás, que no apuntan a Cipriani, buscan el premio mayor. Por supuesto, también ¨esos¨ están jugando al calladito, cometen mismo error. Quien pueda entender entienda.
29/01/25 9:54 PM
  
Pedro1
Yo me siento absolutamente identificado con Cipriani.
29/01/25 10:15 PM
  
Pedro1
Esos miserables sinvergüenzas son unos niños de teta comparados con los que me molestan a mí.
29/01/25 10:21 PM
  
María de África
Cada vez que pienso que San Cipriano de Cartago, que fue un obispo con fama de buen pastor y buen organizador, fue llamado por el Papa a Roma para preguntarle algo así: "¿Cómo te las arreglas, Cipriano?. Explícame", se me abren las carnes.
29/01/25 10:56 PM
  
Federico
Estimado Bruno, Ante todo, lo felicito por su artículo. Entiendo que este modo de ejercer la autoridad se debe en cierto modo a la influencia del positivismo jurídico, que tristemente vemos en el ámbito civil, en el eclesiástico. Pero me surge la duda de si, en este pontificado en concreto, puede tener alguna influencia el modo jesuita de entender la obediencia. Desconozco el tema, ¿usted sabe algo al respecto?
29/01/25 11:07 PM
  
Salvadoreño
Basta ver el enfoque de los obispos de mi pais:
Antes de Bergoglio como Papa mis obispos se pronunciaban sin temor contra el aborto, la ideología de género y el matrimonio gay.
Hoy a los obispos de mi tierra solo les interesa el inmigracionismo, el ecologismo y oponerse a las penas duras contra el crimen. Tal parece que revivió la teología de la liberación que tanto daño hizo en los años 70s.
Y de paso hoy el catolicismo ha pasado de ser la principal religión a ocupar un segundo lugar. Crece el protestantismo asi como la indiferencia religiosa y el ateísmo.
¿Hay conversión al catolicismo hoy? Pues me cuesta creerlo.
29/01/25 11:21 PM
  
Salvadoreño
Cuando este papa fue electo yo dije ingenuamente "un papa latinoamericano y jesuita, lo que necesitamos para restaurar la iglesia en latinoamerica y a la orden jesuita!!" pues no me imaginaba la clase de persona que acababan de elegir. Con razón religion digital lo aplaudia tanto.
29/01/25 11:36 PM
  
Vladimir
Lo que más me llama la atención, es que allá por la década de los 80, muchos clérigos (sobre todo, de América Latina) se adherían a los postulados de la Teología de la Liberación y, como parte de todo ello, veían el Papado como una representación más de la opresión sobre los pobres. Concebían un verdadero odio a Roma y no soportaban los pronunciamientos de esa Sede, censurando y callando a teólogos y escritores heterodoxos.
Hoy tenemos muchos clérigos, frutos de aquella época e ideología, ocupando altos cargos, en la Iglesia, y son más arbitrarios y despiadados que aquellos a quienes criticaron. Aquellos se apegaban a los procedimientos establecidos por la Disciplina de la Iglesia, pero los de hoy, según vemos, sólo se amparan en el poder que tienen y en el odio que los anima, hacia todo lo que huele a Tradición.
29/01/25 11:59 PM
  
ROMAN PECH PINTO
Este comentario no es tan católico. Es un comentario político acerca del vaticano y una crítica directa y no fraterna hacia el Papa. En fides et ratio se previenen de comentarios como estos que parecen inofensivos y fraternos pero que no lo son. No es edificante hacer el trabajo de recoger la mies y pastorear al pueblo que es tarea propiamente de los pastores aquí mencionados y que los asuntos de casa en la Iglesia se deben tratar canónicamente, no de esta manera....
30/01/25 1:39 AM
  
Néstor
Más allá de todo lo desastroso que está pasando en este pontificado, la cuestión es simple: o el Papa está sujeto a algún tipo de control humano en este mundo, o no.

Lo primero es incompatible con el dogma católico que establece el Primado de jurisdicción e inmediato del Papa sobre toda la Iglesia. Por eso no existe en toda la Iglesia ninguna institución o organismo encargado de controlar al Papa.

Obviamente que el Papa está sujeto a la ley natural y a la Palabra de Dios, pero en la Iglesia Católica no hay ninguna instancia jurídicamente autorizada para juzgar, deponer, sancionar o controlar al Papa.

El conciliarismo, por ejemplo, ha sido condenado por la Iglesia.

No es cuestión solamente de espíritus. Es que efectivamente, lo más parecido (y muy poco) a la Iglesia que hay en el mundo político es una monarquía no constitucional.

No porque en la Iglesia no haya una “constitución”, que es nada menos que todo el depósito de la doctrina y el derecho canónico, sino porque no hay un poder capacitadp para imponerle esa “constitución” al Papa.

Porque el Papa es el vicario de Cristo, y efectivamente, en el grupo de los Apóstoles lo que se hacía era escuchar al Señor ( o traicionarlo, como en el caso de Judas, o negarlo, como en el de Pedro).

Esto no es cuestión de nominalismos ni de voluntarismos ni de Vaticanos primeros ni segundos, sino de lógica: o existe esa instancia en cierto modo “suprapapal”, o no, y es claro que no.

El asunto no es tanto que el sistema funciona si los Papas son buenos, sino que cuando esto último no sucede, la culpa no es del sistema.

En general no existe el sistema a prueba de todo.

Saludos cordiales.
30/01/25 5:03 AM
  
Néstor
Aclarando por las dudas: no existe el sistema a prueba de todo, porque "indefectible" no quiere decir que en la Iglesia no puedan ocurrir desastres, sino que los desastres no la pueden destruir.

Saludos cordiales.
30/01/25 5:23 AM
  
Enrique Alberto desde Argentina
Gracia Bruno.
Comparto totalmente lo dicho en tu articulo.
30/01/25 6:45 AM
  
Urbel
Si tiene sentido hablar de la oportunidad de la definición de un dogma, la definición de la infalibilidad de ciertas enseñanzas del Papa por el Concilio Vaticano I fue extraordinariamente oportuna.

Basta para convencerse de ello con leer las posiciones maximalistas de quienes entonces defendían que el Papa era infalible en todo, hasta cuando tomaba la merienda.

En cambio la definición dogmática de 1870 se acotó en términos extremadamente precisos y limitados.

Una bendición oportunísima para los tiempos que sufrimos desde la hecatombe posterior al Vaticano II, hoy agudizada con Francisco.

Lo no sólo inoportuno sino enteramente equivocado fue la exaltación sentimental de los papas como ídolos o estrellas de multitudes: desde los papas víctimas de la Revolución (a partir de Pío VI), pasando por los papas prisioneros en el Vaticano (a partir de Pío IX) y "el Pastor Angélico" (título de una película en alabanza de Pío XII), hasta llegar al paroxismo del "¡Juan Pablo Segundo, te quiere todo el mundo!".

Pero, de nuevo, la definición dogmática de 1870 fue oportunísima, si es que, de nuevo, cabe hablar de la oportunidad de una definición dogmática.
30/01/25 9:09 AM
  
Urbel
En cuanto a la célebre máxima blanquinegra de San Ignacio de Loyola, que no anduvo muy fino aquel día, y sin hacer ni mucho menos del cardenal Müller un guía siempre seguro, el antiguo Prefecto de Doctrina de la Fe acertó plenamente cuando, frente a quienes hacen uso de esa famosa cita del fundador de la Compañía de Jesús para pretender obligarnos a aceptar cualquier cosa que venga de la jerarquía, respondió lo que sigue:

«San Ignacio de Loyola invita a sostener que es negro lo que nosotros vemos blanco si la Iglesia jerárquica así lo determina.

Pero San Ignacio no nos invita a creer, fiados en el Magisterio, que es blanco lo que el Magisterio mismo nos dijo antes, y de forma definitiva, que era negro».

Muy cierto y de enorme importancia. Por eso siempre, caso de contradicción entre enseñanzas de la jerarquía, hay que adherir a las antiguas y constantes (verdaderamente magisteriales) y rechazar las innovadoras (aparentemente magisteriales).

“Si la Iglesia antigua hubiese estado en el error, la Iglesia habría dejado de ser.

Si lo estuviera hoy, no ocurriría lo mismo: ya que tiene siempre la máxima superior de la tradición, del crédito de la Iglesia antigua; y así esta sumisión y esta conformidad a la Iglesia antigua prevalecen y todo lo corrigen.”

Blaise Pascal, Pensées, nº 867 de la edición Brunschvicg, en Oeuvres complètes, ed. Gallimard, La Pléiade, 1954, p. 1336.
30/01/25 9:19 AM
  
Bruno
Néstor:

"sino porque no hay un poder capacitadp para imponerle esa “constitución” al Papa"

Esto, en la realidad y al margen de teorías, sucede en todos los ordenamientos jurídicos. Lo cierto es que siempre hay alguien que tiene más poder que los demás y puede imponerse a ellos si quiere y está dispuesto a hacerlo. Por ejemplo, Estados Unidos tiene una constitución y teóricamente el Ejecutivo tiene que cumplir lo dictaminado por el Tribunal supremo, pero cuando el Tribunal Supremo tomó una decisión que no le gustaba, el presidente Jackson dijo: "“Bueno, John Marshall [el presidente del Tribunal Supremo] ha tomado una decisión, ahora que la haga cumplir él" y no hizo nada por ejecutarla, con lo que se quedó sin cumplir. Se podrían dar mil ejemplos más.

"En general no existe el sistema a prueba de todo"

O dicho de otra forma, el pecado original ataca de nuevo.
30/01/25 9:43 AM
  
Eduardo Vadillo
Bruno, de esto último que has dicho cabe una lectura positiva. Me refiero a lo que explica santo Tomás cuando se pregunta si la conciencia obliga frente al mandato del prelado (De veritate 17, 5). Después de hacer una serie de distinciones para aclarar la cuestión, en la respuesta a la última objeción acerca de que el súbdito no puede juzgar al superior, santo Tomás contesta:
«A lo cuarto hay que decir que al súbdito no le corresponde juzgar sobre el precepto del prelado, sino sobre el cumplimiento de ese precepto en cuanto que se refiere a él. Cada uno está obligado a examinar sus actos según el conocimiento que tiene recibido de Dios, ya sea natural, adquirido o infuso, pues todo hombre debe actuar según la razón» De veritate 17, 5 ad 4.

Me parece que cuando algunos reyes españoles, como dijiste en alguna respuesta, se opusieron a decisiones canónicas injustas de algunos Pontífices tenían de fondo esa idea: según lo que ellos sabían no podían colaborar en la ejecución de una decisión injusta. Francisco de Vitoria dijo algo semejante cuando estableció que, supuesto un mandato conciliar aprobado por el Pontífice que obligara a la residencia de los obispos, si un Pontífice Romano dispensara de esa residencia, y nombrara un obispo con manifiesta voluntad de no residir y simplemente cobrar las rentas, los príncipes cristianos deberían impedir, incluso con la fuerza, su entrada (De potestate Papae et Concilii n.23). Vitoria recordaba que cualquier poder, civil o eclesiástico, está limitado por la misma justicia. Obviamente tal cosa se podía prestar a su vez a abusos e injerencias, pues está el pecado original como bien has dicho; sin embargo se daba cierto sistema de contrapesos entre unos y otros.
30/01/25 10:33 AM
  
Almudena1
Funciona la guillotina engrasada por masones y cobardes.
Que se lo digan a los pobres curas de La Sacristía de La Vandee y a todos los que queríamos escucharles.
A saber con qué les amenazaron.
30/01/25 10:47 AM
  
Luis Fernando
Resumiendo. Un Papa puede ser hereje e incluso apóstata, pero nadie en la Iglesia puede juzgarle y deponerle. Lo cual no quiere decir que no pueda ser resistido,.combatido y, desde luego desobedecido en todo lo que sea en contra de la ley de Dios. Por ejemplo, si no solo permitiera sino ordenara bendecir parejas gays, ningún sacerdote estaría obligado a obedecerle. Y de hecho, ningún sacerdote está obligado a dar la comunión a adúlteros tal y como a algunos se les ha ordenado tras Amoris Laetitia.
30/01/25 11:05 AM
  
María de África
Un sacerdote vocacional tiene un talón de Aquiles muy visible, tratará de que no lo secularicen aunque se muerda la lengua porque la Virtud de la Prudencia le dice que es mejor para los feligreses no dejar su puesto que levantar la voz defendiendo la Verdad de Cristo. Tenemos que entenderlos subliminalmente, por eso yo me desplazo para ir a otra parroquia, porque ese párroco, que no aparece en las redes, es prístino dentro de su propia parroquia y se le entiende cuando respeta el canon, cuando sus homilías se ciñen a Jesucristo y el Evangelio y no dice nada sobre el cambio climático, la inmigración ni otras cuestiones, cuando en la puerta están puestos únicamente los horarios de misas, confesiones y otras actividades parroquiales, etc...
Cuando salió la 'Fiducia supplicans' creí que no iba a saber lo que estaba pensando, pero en la hojilla parroquial escribió un artículo en el cual decía que, con todo el respeto del mundo, él no iba a bendecir parejas irregulares. No sé si eso le costó problemas con su obispo.
30/01/25 11:25 AM
  
María de África
Es tal la autocensura que tenemos que, después de aquello, siempre temía que ya no estuviera allí y lo hubieran mandado a San Crispín de Monte Alto, de 100 habitantes. De momento está, ya veremos hasta cuando. Si él se va se irán los horarios de confesión, los reclinatorios para comulgar y aparecerán la moniciones introducidas con calzador y los carteles sobre el cambio climático en la entrada del templo. A esta altura de la película todos conocemos lo que va a pasar o, al menos, lo que puede pasar.
30/01/25 11:32 AM
  
Pedro1
Yo no titularía "La funcionarización de los funcionarios", sino el abuso de poder y el despotismo del papa Francisco en la Iglesia. Los funcionarios no son súbditos, y si un alto cargo de la Administración se comporta injustamente, hay leyes para recurrir contra esa decisión.
30/01/25 11:37 AM
  
Pedro1
De los obispos, perdón.
30/01/25 11:38 AM
  
Pedro1
"¿Alguien imagina, por ejemplo, que San Pedro se negara a recibir al apóstol San Felipe cuando este intentara hablarle de cuestiones graves o gravísimas? ¿O que destituyera a Santo Tomás sin explicarle siquiera por qué lo hacía? Desgraciadamente, algo así es lo que parece que ha sucedido numerosas veces en este pontificado.
Basta consultar las hemerotecas para descubrir que ha habido multitud de casos lamentables".

Casos lamentables de corrupción papal. Otro título adecuado.
30/01/25 11:57 AM
  
Luis Fernando
La pregunta, Pedro 1, es si alguien se imagina que el resto de los apóstoles no se plantarían delante de Pedro, como hizo Pablo, a reprocharle públicamente por actuar en contra de la fe.
30/01/25 12:08 PM
  
Christifer
Tampoco hay que olvidar que en estos años a los obispos se les ha quitado su papel a la hora de aprobar nuevas congregaciones religiosas y de tratar las supuestas apariciones que se están produciendo en su diócesis.
Necesitamos volver a las peleas entre parroquias y conventos, obispos y cabildos, papas y obispos, porque a primera vista puede suponer un retroceso y un escándalo, pero eran la prueba de que nadie del clero podía imponer su voluntad a su gusto. Y también habría que volver a hacer del papado una institución "aburrida" que solo se encargara de tomar las decisiones últimas y más delicadas al actuar como tribunal de última instancia, pero que no deje a toda la Iglesia paralizada hasta que no salga el último documento papal para empezar a hacer algo.
30/01/25 12:22 PM
  
María de África
Que lo que parece que ocurrió, ya que rápidamente desaparecen de los Hechos de los Apóstoles, es que estos se dispersaron para evangelizar y esa dispersión necesariamente los alejó de San Pedro y la mayor parte de las decisiones que tomaran la harían de motu propio porque San Pedro se movía, ellos se movían y la relación quedaba cortada. No sabemos siquiera si San Pedro llegó a conocer la muerte de algunos de ellos, incluso su hermano Andrés murió el año 60, 7 años antes que él. ¿Se enteraría? Casi seguro que sí, pero no tenemos evidencias.
Parece que San Pedro no tenía demasiadas dudas sobre que el resto de los Apóstoles, como él, predicaban la Palabra de Cristo y, desde luego, no llevaba control directo. Tampoco hay evidencias de que nadie le fuera con la noticia de que cualquiera de los otros once estuviera predicando otra cosa.
30/01/25 12:41 PM
  
Pedro1
Esa circunstancia, Luis Fernando, no se dio porque Dios no lo quiso y por lo tanto no tiene sentido planteársela.
30/01/25 2:29 PM
  
Pedro1
Dado el carácter y el origen sobrenatural de la Iglesia, no sería descartable que Dios interviniera haciendo que la voluntad de los diáconos, sacerdotes y obispos los moviese a todos ellos a reprochar al Papa por actuar contra la fe y el derecho. Pero yo lo veo muy improbable por la condición pecadora del ser humano y por el mal uso de la libertad.
30/01/25 2:44 PM

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