Empecemos por algo
Me escribe una lectora y me sugiere cuatro medidas “sencillas” para solucionar los problemas de la Iglesia. No sé si con ellas se solucionarían todos los problemas, pero estoy seguro de que bastantes sí.
Ahí van, por si alguien quiere tomar nota:
1) Dejar de celebrar sínodos hasta que por aclamación popular salga un papa santo
2) Que los católicos vendan sus móviles o los usen como si no los tuvieran.
3) Dejarse de elaborar planes pastorales y celebrar reuniones consejiles, laicales, religiosales o curiales como si no hubiese un mañana, y cada cual dedicar 20 o 30 minutos a rezar la Liturgia de las Horas, solo o acompañado, en familia, o comunidad.
4) Hacer todos examen de conciencia de verdad sobre la pobreza y el posible diezmo, pero en particular las comunidades y órdenes religiosas.
Y termina gloriosamente, diciendo: “no sea que venga el día del Juicio final y nos pille como a aquéllos“.
Quid vobis videtur?
34 comentarios
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Título: La humildad del corazón
Autor: Fray Cayetano María de Bérgamo
Páginas: 179
Editorial Vita Brevis
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El libro se puede comprar, al económico precio de 9,99 euros en papel y 3,99 euros en formato electrónico, en la Editorial Vita Brevis, Amazon.es, Amazon.com, Amazon.mx, Apple ibooks, Barnes&Noble, Kobo, etc.
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Fray Cayetano María de Bérgamo, uno de los grandes predicadores de la historia, escribió este libro para ayudarnos a salir de la rutina y la tibieza, enseñándonos a amar y desear la santa humildad de Cristo.
¿Quieres ir al cielo, convertirte de una vez, agradar a Dios, ser santo, vencer el pecado y derrotar al demonio, amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, dejar de confesarte siempre de lo mismo y permitir que el Espíritu Santo haga milagros en tu vida? Aprende a ser humilde y lo demás, por gracia de Dios, se te dará por añadidura.
En estas páginas, Fray Cayetano nos enseña a descubrir en nuestra alma la soberbia oculta, con la que intentamos quitarle la gloria a Dios, y a emplear las adversidades para conocer nuestra debilidad y confiar en Dios.
La humildad del corazón es un clásico de espiritualidad católica, para leer, meditar, poner en práctica y volver a leer muchas veces durante toda la vida.
"Las nuevas hornadas ya no visten de camionero, aprecian lo tradicional, son más espirituales, no son amigas de los poderosos, fundan nuevos movimientos, aborrecen la burocracia... es un mundo antiguo que se les va"
No hay nada que se pase más rápido de moda que las modas.
Y, en este caso, uno no puede por menos que decir "gracias a Dios". Stat Crux, dum volbitur orbis.
"Felizmente, la Virgen ... Santo Rosario, ya se escuchan los Salve Regina..."
Madre mía, Madre mía, aunque mi amor te olvidare, tú no te olvides de mí.
Las horas del día en que se mira en silencio al Sagrario, el crucifijo de casa, los devocionarios de papel.....Levantar los ojos de las pantallas es volver a mirar a Dios y al prójimo.
Qué daño el ver a tanta gente con el teléfono en la iglesias, a sacerdotes con el en el confesionario, o cargando con el mismo hasta en altar.
Qué daño tanta red social en la que volcar las filias y fobias, y estar todo el día volcándolas también en comentarios de cada foro.
Cuánto tiempo le robamos a Dios para estar con el, por tanto teléfono y por tanta sobre información.
Qué olvidado parece a veces el Sermón de la montaña.
Por cierto, son cada vez más los estudios que alertan del terrible daño en el cerebro de las pantallas. Y del alma, añado.
Y tan a gusto.
Los sínodos han venido para quedarse y las reuniones parroquiales también.
Se acabaron los católicos que solo se dedican a la liturgia de las horas.
Hay que rentabilizar los talentos, oiga,.
Parafraseando a Catón, recomienda en cada post el libro de la humildad que publicaste en tu editorial.
Es verdad que sin humildad no se llega al Cielo. Dios nos la de.
Hasta pronto :)
"Hay que rentabilizar los talentos, oiga"
Es fantástico. Usted sí que sabe cómo animar a todo el mundo. ¿Así que para "rentabilizar los talentos" lo que hay que hacer es tener... todavía más reuniones? Im-pre-sionante.
Se lo agradezco mucho, voy a estar riéndome toda la semana cada vez que me acuerde.
"recomienda en cada post el libro de la humildad que publicaste en tu editorial"
Buena idea, lo pondré en el primer comentario. Es un libro magnífico. A mí me ayudó mucho. Sobre todo la parte en que habla de los otros pecados que, en realidad, provienen de la soberbia/falta de humildad y de que conviene decirlo así al confesarse: me confieso de falta de paciencia, debida a mi soberbia.
Hay que ir poniendo los afectos en el centro y apostando por la praxis de una interseccionalidad para deconstruir dinámicas de poder hegemónicas y a un ethos que coloque la vulnerabilidad y la interdependencia en un mismo núcleo desafiando al liberalismo neoliberal y sus modas excluyentes.
¡Esto sí que es sencillez!
Que los católicos no tengan Internet o hagan como si no lo tuvieran.
Otra:
Que los católicos se organicen para vivir como los amish, con el menor uso posible de tecnología, pero obviamente manteniendo las doctrinas católicas y su liturgia.
Otra:
Que vendan todo, salvo lo imprescindible para vivir, y lo demás se lo den a los pobres.
Etc.
Tú eres demasiado listo para contestar así.
Por supuesto que hay que rentabilizar los talentos y por supuesto que una parte de ese sacarle partido, está en las reuniones parroquiales, donde se organiza la parroquia y se reparten tareas (Y se controla que el cura no haga de las suyas).
En especial si se compara con quienes se dedican a estar todo el día de rodillas, repitiendo y repitiendo la liturgia de las horas o el rosario y adorando un trozo de pan sin levadura.
"Por supuesto que hay que rentabilizar los talentos y por supuesto que una parte de ese sacarle partido, está en las reuniones parroquiales ... En especial si se compara con quienes se dedican a estar todo el día de rodillas, repitiendo y repitiendo la liturgia de las horas o el rosario y adorando un trozo de pan sin levadura"
De nuevo, impresionante. Parece que lo hubiera dicho el diablo, a quien siempre he sospechado que deben de encantarle las reuniones y que odia la alabanza a Dios, el rosario de nuestra Señora y la adoración de nuestro Señor hecho hombre para nuestra salvación. Tiene usted una especial habilidad para decir siempre lo menos católico, lo menos cristiano y más diabólico que se puede decir. No es que sea algo para enorgullecerse, claro, pero supongo que cada uno se contenta con lo que quiere.
Por otro lado, me llama la atención que proponga que participe en una reunión parroquial alguien que no es católico (puesto que no cree en la eficacia de la oración, en la Iglesia que nos encomienda la liturgia de las horas, en la intercesión de nuestra Señora ni en la Eucaristía). ¿Quién fingiría ser católico sin serlo para engañar a los demás? Solo un miserable y un sinvergüenza. Pero usted no está tan hundido en la desesperanza como para despreciar incluso la hombría y la sinceridad, ¿verdad? Aún le parecen buenas las virtudes humanas, aunque haya abandonado las sobrenaturales, ¿no? Quizá no le he entendido bien.
2.- Confesión y Misa y Dirección espiritual.
3.- Atención a los enfermos, personas dependientes, pobres, marginados, etc.
4.- Profundizar en la Palabra de Dios y en la Doctrina de la Iglesia.
5.- Dar a conocer a Jesucristo a los demás.
6.- Practicar una catequesis tal y como desea la Iglesia.
7.- Formar a los laicos en DSI.
8.- Anunciar a todos el Evangelio de Cristo.
9.- Aspirar a la santidad con la gracia de Dios.
10.- Ayudar a otros en ese mismo camino de la santidad.
11.- Ser misioneros.
Otra idea:
Que los católicos no tengan Internet o hagan como si no lo tuvieran.
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¡Ay Don LF! Si los católicos no tuviéramos Internet; ¿cómo leeríamos Infocatólica? Y si no leemos Infocatólica; ¿cómo nos protegeremos contra la "Iglesia sinodal" y esas cosas? No sea tan "rígido," que eso no le gusta al Papa. ¡Jeje! XD
Es más, quien no lee InfoCatólica ni accede a internet, no se entera de las barbaridades que ocurren en la Iglesia.
Mire usted cómo vivían los católicos hasta la aparición de los medios de comunicación. Veían a sus obispos unas pocas veces en su vida, y a veces ni eso. Y del Papa sabían su nombre y poco más. Y oiga, tan felices.
Consultado Monseñor Casalotodo recuerda -como hipótesis- una situación parecida a la de la novela Quo Vadis de 1986 del autor Henryk Sienkiewicz, premio nobel, llevada también al cine.
En su final -situación hipotética únicamente válida en una novela y cualquier coincidencia con la realidad es pura casualidad-:
Pedro, acompañado por otro se va de Roma para ir a Grecia, en el camino encuentra un árbol que resplandece al lado del camino y postrado de hinojos le pregunta al resplandor «¿Quo vadis, Dómine?, el que lo acompañaba le dice por una tercera voz «A Roma, para hacer que me crucifiquen de nuevo, si abandonas a mis ovejas, yo volveré a Roma para hacerme crucificar otra vez», Pedro recuerda su vida y regresa a Roma...
Pareciera que ahí había -hipotéticamente- empezado algo...
Cómo la ves...
Estamos llamados a proteger la familia, a practicar una Caridad adaptada a los tiempos, a interpelarnos continuamente sobre qué supone hoy ser cristocéntrico, qué supone dar ejemplo y qué supone evangelizar.
+ Buscar una parroquia donde haya confesiones y confesarse
+ Escuchar Misa
+ Comulgar y
+ Vivir mirando al cielo
podemos mirar al Cielo y volver a poner a Cristo como eje de nuestra existencia haciéndole rector de todas nuestras acciones. Que no hagamos nada que no esté en conformidad con Él.
LF
Pues mira, sí, va ser esa la clave. También se puede hacer uso de la tecnología de esa manera, ¿verdad? Sí, vas a tener razón. Ya sospechaba yo que alguna de mis propuestas no eran del todo correctas.
En fin...
Insisto. Tienes toda la razón. Conste que no lo he dicho de forma irónica. La clave es hacerlo todo en el Señor.
No es que sea vieja y por eso no domine este mundo tecnológico, es que no me interesa demasiado.
Afortunadamente para mí llegó tarde a mi vida y tenía otros recursos.
Poner a Cristo en el centro consiste para mí en empezar el día con Él y terminarlo con Él, poner mucho cuidado en mis acciones por si mi respuesta a los eventos diarios es acorde con mi catolicismo, lo que implica vigilar el lenguaje, la respuesta a los demás y las acciones diarias. Tratar de dar ejemplo familiar y que se refleje en los demás.
Las personas tienen aristas, no son lisas y pulidas como guijarros, ni fieles y dóciles como animales de compañia, pero son el prójimo del Segundo Mandamiento, así que hay que ejercitar la paciencia y la humildad porque el que te llama lenta y tonta es el mismo que te cuida y que llora tu enfermedad o tu muerte. No hay que estar ni empoderada ni sumisa, ni hacerte la víctima continuamente.
También es bueno alabar a Dios porque es bueno, porque es eterna su misericordia, de manera que si das un buen paseo, le alabas; si te concede el poder desplazarte en tren o autobús con autonomía, le alabas; si las comida está rica, le alabas...
Tampoco es tan difícil.
Y me pasé toda la noche rezando y preguntándome a mi misma si habría tenido el valor suficiente para quedarme con mi anciana madre porque yo, entonces, hubiera podido alejarme del incendio saltando de balcón en balcón, pero ella no.
Algunos habrán vivido lo mismo en Valencia y esas sí que son pruebas que tocan la médula misma del Cristianismo que una dice profesar. Eso significa ser cristocéntrica: en cada momento del día el Señor está presente.
¿Nos dejamos ya de tonterías, por favor?
En este momento, yo he leído este artículo y estoy escribiendo este comentario con mi teléfono móvil. A mucha honra. Y el teléfono móvil me resulta útil, a la hora de hacer mi oración en una iglesia, ¡Oh, escándalo...!
Lo que hay que hacer es usar el móvil de forma responsable, no venir con demagogias. Y no lo digo especialmente por ti, Bruno, sino por la "listilla" que citas en el artículo.
Bien informados y formados no nos vamos a confundir y podremos instruir a muestros más cercanos.
Orar mucho y encomendarnos a María Santísima
1. Sínodos: pueden ser perjudiciales o simplemente pérdidas de tiempo y dinero en el formato actual, pero en la historia de la Iglesia han aportado cosas buenas. ¿No deberíamos intentar volver a aquellos sínodos, más que prohibirlos?
2. Móviles: muy bien, pero me temo que Infocatólica perdería muchas visitas y sería una pena
3. Liturgia de las Horas: totalmente de acuerdo
4. Pobreza y diezmo: mucho cuidado con esto. En los países donde la Iglesia no tiene recursos, suele ser porque los fieles tampoco los tienen, y ahí poner un diezmo puede ser complicado. En los países donde no falta dinero (ej. Alemania) puede hacer más mal que bien. Y habría que ver cuánto tardan desde el Vaticano en reclamar su parte del pastel, en cuanto se enteraran que hay fieles pagando un diezmo. Sé que en teoría se puede donar también a fines concretos, pero ya sabemos que cuando hay dinero, los de arriba siempre buscan alguna manera de llevarse algo
Que los católicos laicos vacíen sus cuentas bancarias a cero. Que vendan todas sus propiedades inmobiliarias o afines. Que vendan el coche y utilicen el transporte público y la suela de zapato. Que vivan de su sueldo, y a ser posible ahorren algo de dinero para su apostolado. Qué todas sus comidas sean en plato de postre. Y si el cónyuge lo permite, pasen el fin de semana en el desierto.
Abstenerse de estas medidas: jubilados, jubiladas, menores de edad, familias numerosas o cuasi numerosas, enfermos, discapacitados, y personas con alta vulnerabilidad a niveles altos de estrés y corticoides en sangre.
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