Cuando las barbas de Brooklyn veas pelar
Acabo de leer una carta del obispo de Brooklyn que me ha estremecido. En ella, con un tono de completa normalidad, Mons. Robert Brennan explica que la asistencia a la Misa dominical ha bajado un 40 % en los últimos cinco años, de unos 200.000 fieles asistentes a unos 120.000. ¡Solo en los últimos cinco años han desaparecido ochenta mil fieles, cuatro de cada diez!
Al investigar un poco, he encontrado otra carta de un obispo anterior de la misma diócesis, Mons. DiMarzio, que reconocía que entre 1995 y 2016 los asistentes a Misa habían descendido un 23 %, de 280.000 a 220.000. ¡Otros sesenta mil fieles desaparecidos, uno de cada cuatro! Y quién sabe cuántos se habrían perdido antes de esas fechas. Es decir, se trata de una tendencia de larga data que, además, se ha acelerado vertiginosamente. Si las cosas continúan así, en diez o quince años prácticamente habrán desaparecido los católicos de Brooklyn, una gran diócesis neoyorquina de cinco millones de habitantes (es decir, mayor que cualquier diócesis española).
Solo esto bastaría para reflexionar y que mereciera la pena hablar de ello, pero hay tres cosas más que me gustaría analizar brevemente: las soluciones que se proponen en las dos cartas episcopales, las causas a las que los obispos atribuyen la terrible situación de su diócesis y una clarísima omisión que puede darnos una pista para entender mejor el problema.
Mons. Brennan cuenta en la carta su plan para responder a la desbandada de fieles, que, aparentemente, consiste en celebrar menos Misas en la diócesis y juntar a los grupos de catequesis de varias parroquias. Curiosamente, la solución de Mons. Dimarzio en su carta consistía asimismo en celebrar menos Misas en la diócesis, aunque él añadía tímidamente que su esperanza era “tener celebraciones eucarísticas más animadas y llenas de gozo” para atraer a más fieles.
Creo que es evidente que la reducción del número de Misas no es una respuesta al problema, sino solo la organización de la desaparición de una diócesis, para que resulte lo más ordenada posible. Una organización impuesta por las circunstancias, por otro lado, ya que el número de sacerdotes, como indican ambos obispos, ha ido descendiendo de forma paralela al de fieles. El deseo de que las Misas sean “más animadas y llenas de gozo” es eso, un mero deseo que tampoco soluciona nada y que recuerda poderosamente al mito posconciliar de que lo que quieren los fieles es Misas divertidas, un mito que nos ha llevado en buena parte al desastre actual.
Más interesante aún es considerar a qué atribuyen los obispos sus problemas, un tema que se trata en la carta más reciente. Según parece, para Mons. Brennan, la causa de la caída en picado de su diócesis está en “los cambios demográficos”. Esto, francamente, desafía a la imaginación, porque ningún cambio demográfico puede haber reducido en un 40 % el número de católicos en solo cinco años. Que hablen de cambios demográficos a largo plazo los obispos de diócesis de la “España vacía”, cuyos pueblos se están abandonando, puede tener sentido, pero este cambio demográfico casi instantáneo en una gran ciudad suena más a excusa, con todo el respeto, que a otra cosa.
La segunda causa señalada es aún menos satisfactoria: el obispo afirma que el descenso de fieles se debe a “la tendencia general a nivel nacional de que menos católicos acusan regularmente a la Misa dominical”. No hace falta pensar mucho para darse cuenta de que eso no es una causa, sino la descripción del problema, porque no añade nada afirmar que la causa del descenso de fieles es el descenso de fieles. En cuanto al intento de diluir la propia responsabilidad, quizá baste recordar el refrán castellano: mal de muchos, consuelo de tontos.
Lo más interesante de todo, sin embargo, es la gran omisión evidente: en ninguna de las dos cartas episcopales se reconoce la más mínima responsabilidad por la situación. Los grandísimos problemas de su diócesis parecen ser cosas que simplemente suceden, sin que ellos aparentemente tengan nada que ver en el asunto, como si un día salen a la calle y está lloviendo.
¿Cómo puede ser que no empiecen diciendo mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa? Si unos pastores pierden la mitad de sus ovejas, ¿no convendría que se preguntasen qué han hecho mal? Aparte de reorganizar las Misas, ¿no habrá que comenzar con una gran petición pública de perdón a Dios por la desastrosa gestión episcopal de las últimas décadas, encabezada por el obispo y los obispos eméritos, todos descalzos y vestidos de saco y ceniza? Si Coca-Cola, por poner un ejemplo, perdiese la mitad de sus clientes en cinco o seis años, lo menos que podrían hacer el Presidente y toda la cúpula directiva sería presentar la dimisión. ¿No deberían entonces los obispos que han perdido a la mitad de su rebaño hacer lo equivalente para un católico, que sería irse a una cartuja a hacer penitencia durante el resto de su vida?
En vez de limitarse a pedir a los fieles que vayan más a Misa, ¿no tendría el pastor que ir a por las ovejas descarriadas, casa por casa si hace falta (y parece evidente que hace falta)? ¿No convendría un cierto examen de conciencia por el papel vergonzoso de la jerarquía católica (con honrosas excepciones) durante la epidemia de covid, por poner un ejemplo entre muchos? ¿No habrá que pensar, aunque sea un poquito, en lo que se ha hecho mal durante el último medio siglo, en lugar de continuar por el mismo camino cada vez más rápido y más sinodalmente?
Lo peor de todo es que Mons. Brennan y Mons. Dimarzio no parecen malos obispos. Más bien del montón, tirando a buenos. En su diócesis se celebran Misas en más de veinte idiomas, lo que es laudable, y la página web diocesana no está plagada de ecologías y sinodalidades, lo que en nuestro tiempo es muy buena señal. Además, el primero de ellos solo lleva dos años de obispo de Brooklyn, así que, sin duda, su responsabilidad será menor. Y, sin embargo, siendo buenos obispos, caen en el mismo gran error de nuestro tiempo: en vez de empezar reconociendo su culpa personal por la situación actual para pedir perdón por ella, como hacemos en cada Misa, diluyen todo en “tendencias” generales. Del mismo modo, en vez de señalar el gran problema de falta de fe que aqueja a la Iglesia y poner medios drásticos, valientes y católicos para luchar contra él, se limitan a actuar como si todo fuera normal y simplemente hubiera que seguir haciendo lo mismo, pero un poco más “alegremente". Lo cierto es que los paños calientes de arreglitos organizativos, paripés sinodales, alegrías impostadas y respuestas mundanas no sirven de nada. Llevamos décadas y décadas comprobándolo por activa y por pasiva. Hay que convertirse, reconocer nuestra tibieza, dejar de mirarse el ombligo, volver a Dios y a la fe de la Iglesia y predicar a Cristo crucificado. No hay otra solución.
No nos engañemos pensando que Brooklyn es algo singular e inaplicable a otros lugares. Lo que sucede es que las diócesis norteamericanas lo miden todo (generalmente, en todas las Misas hay alguien encargado de ir contando cuántas personas han asistido) y por eso les resulta más difícil disimular la realidad. Desgraciadamente, esa realidad es la misma en todo el mundo, incluida España, y debemos hacernos a la idea. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Sobre todo para que no cometamos el mismo error de pensar que nosotros no tenemos responsabilidad alguna en ello. Empezando por los obispos, claro, pero incluidos todos los demás.
128 comentarios
Los aspectos materiales de este hecho, es que de ser esta la tendencia en las otras 69 diócesis de EE.UU., las arcas del Vaticano se resentirán, ya que del 5O%, de los ingresos, el 25% proceden de los 20 millones de católico alemanes y el otro 25%, de los 70 millones de católicos norteamericanos. (Cifras aproximadas).
Muy difícil de probar que sea laudable. Más bien parte del error.
Es seguro que cuando en la diócesis de Brooklyn todas las misas en el rito romano se oficiaban en latín, no en veinte idiomas, la asistencia era superior y las vocaciones sacerdotales y religiosas mucho más numerosas.
A continuación volveré a citar un célebre y asombroso discurso de Pablo VI sobre el elogio del latín, lengua de ángeles, y su paradójico abandono en aras de la participación de los fieles ¡en más de veinte idiomas!
Tomando el ejemplo de la Coca-Cola mencionado en el artículo, es claro que, fracasada la nueva fórmula en más de veinte idiomas, se impone volver a la fórmula clásica en latín.
“Un nuevo rito de la Misa: un cambio en la venerable tradición que ha durado por siglos.
Esto es algo que afecta nuestro patrimonio hereditario religioso, que parecía gozar del privilegio de ser intocable y consolidado, que parecía traer a nuestros labios la oración de nuestros antepasados y de nuestros santos y darnos el consuelo de sentirnos fieles a un pasado espiritual, que manteníamos vivo para transmitirlo a las nuevas generaciones. …
No más latín, sino que el lenguaje de la Misa será el lenguaje vernáculo. La introducción de éste será ciertamente un gran sacrificio para quienes conocen la belleza, el poder y la sacralidad expresiva del latín. Estamos abandonando el habla de siglos de cristiandad, estamos transformándonos en algo así como intrusos profanos en la reserva literaria de la expresión sagrada.
Vamos a perder una gran parte de aquella realidad estupenda, incomparablemente artística y espiritual, el canto gregoriano. Tenemos motivos de lamentarnos, de hacerlo incluso con desconcierto. ¿Qué podemos poner en lugar de ese lenguaje de ángeles? Estamos renunciando a algo de valor incalculable.
Pero ¿por qué? ¿Qué es más valioso que esto, el más alto de los valores de la Iglesia?
La respuesta parecerá banal, prosaica, pero es una buena respuesta, porque es humana, porque es apostólica. Entender la oración vale más que los paramentos de seda de que está vestida la realeza; la participación del pueblo vale más, especialmente la participación del pueblo moderno, tan amiga del lenguaje sencillo que se entiende fácilmente y que se convierte en habla cotidiana”.
"Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." Jn 4 23-24.
No tiene nada que ver la lengua conque la gente deje de ir a misa.
Se ama más lo que más se entiende, y no hay una lengua mágica, porque de serlo sería el arameo, que es la que creo hablaba Jesus.
"se celebran Misas en más de veinte idiomas ... Más bien parte del error ... todas las misas en el rito romano se oficiaban en latín, no en veinte idiomas"
Por favor, no desvíe el tema de la conversación hacia algo que no tiene nada que ver con el artículo. Es evidente que eso se ha señalado simplemente como muestra de un laudable deseo de evangelizar y catequizar a los inmigrantes (algo que, desgraciadamente, está ausente en una infinidad de diócesis, incluidas muchas de las españolas). No tiene nada que ver con la cuestión de la reforma litúrgica, sus bondades o defectos, una cuestión que es muy interesante pero que no se trata en el artículo.
Borraré los comentarios que sigan por ahí, porque son evidentemente ajenos a lo que se está discutiendo.
"Ayer estaba viendo un video sobre Milwaukee y explicaban cómo en treinta años barrios de alemanes y europeos del este habían pasado a estar poblados por gente de otras procedencias distintas"
Claro. En treinta años y en barrios concretos, cuya población se iba a otros barrios. Eso no explica que en cinco años se haya perdido el 40% de los fieles católicos de una diócesis entera de cinco millones de habitantes. Por favor, seamos serios.
Y por si quiere datos, en Brooklyn (geográfico, no la diócesis) la población de hispanos, por ejemplo y por tomar el grupo étnico más vinculado al catolicismo, subió un 4 % de 2010 a 2020: https://en.wikipedia.org/wiki/Demographics_of_Brooklyn#:~:text=The%202020%20census%20data%20showed%20that%20Brooklyn%27s%20Hispanic%20population%20increased,population%20percentage%20portion%20decreased%20slightly.
""capitán tenemos una via de agua y el barco se está inundando"... respuesta "pues abrid más agujeros para que el agua pueda salir"...."
Muy buena la descripción humorística pero muy gráfica de la estrategia que suele utilizarse en estos casos. En vez de copiar lo bueno que hay en la Iglesia, en otras diócesis y otros grupos, se ahonda aún más en lo que ha demostrado ser estéril.
La pregunta es por qué no van a Misa los que antes iban ?.
La impresión que tengo es que se ha perdido la Fe -en general- o se ha colocado al mismo nivel que cualquier otro valor y especialmente si es humano y ecológico.
Además ha desaparecido el precepto como tal, como mandamiento, en manos de una pastoral de la prudencia o prudencia pastoral que se enfrenta a la coherencia eucarística y los resultados están a la vista.
Cuando el cura petardo se va y viene uno que sigue el misal, pronto la parroquia renace. Al final, como siempre, es cuestión de ser fieles a la doctrina y al magisterio. Justo lo contrario de la iglesia de Francisco. Por eso, este Papa, dejará la Iglesia reducida a su mínima expresión, porque quiere lucirse él en lugar de dejar que Dios brille a través de la liturgia. Una pena.
Recemos por el Papa y por la Iglesia.
Sí, el reconocer la culpa permite el arrepentimiento, por tanto la conversión. Y la culpa fundamental de los Pastores es su ignorancia y desprecio hacia la Santísima Virgen, hacia sus actuales Intervenciones extraordinarias y Mensajes.
¡Cómo no van abandonar los fieles una Casa sin Madre, en huérfana soledad y desamparo, sin que uno solo sea capaz de detener el derrumbe del edificio carcomido!
La problemática actual de la Iglesia en su ámbito, y la del mundo en el suyo, pierden consistencia cuando se examinan los “nuevos tiempos”. Sólo dentro del contexto de éstos puede responderse a tales demandas.
El “hombre viejo del pecado” condujo la Iglesia durante estos veinte siglos, y la humanidad desde el lejano pecado original, tomando por oasis los espejismos del desierto en que vive, “tierra inhóspita de abrojos y espinas” (Génesis). Al cabo ha topado con la realidad fantasma, y anda a los tropezones bajo el sol abrasador, los escorpiones, y las arenas interminables.
Vale para Brooklyn, España, el Hemisferio Norte y el resto del mundo. Debe despertar del ensueño del irracionalismo-ateo-nihilista-suicida.
“Creen que existen, pero no son”, palabras contundentes de la Virgen, ante un mundo que se disuelve en sombras que se escurren por las rendijas de un pasado que ya NO ES.
Todo será restablecido en sus quicios originales cuando nuestro “hombre nuevo” se manifieste (Col 3,4). La Aurora de María irradia la Luz de la Gloria de Cristo que ha de transformar la Iglesia, la humanidad y el cosmos. Cumplamos con la parte que se nos confía.
El hecho me provoca un vacío en el estómago ya que me pregunto desde cuándo estará el obispo así Y cuánto más continuará estando.
O sea cuánto más esa diócesis irá en declive debido a su falta de conciencia.
Yo sinceramente no sé desde cuánto tanto tantos obispos evalúan que su oficio es algo que no es y por qué nadie se los dice.
Es lo mismo que está pasando con el papa, muchos de esos obispos a los que nadie dice nada tampoco dirán nada al papa aunque lo vieran cometiendo errores.
A veces pienso que solo ellos son los únicos que no ven lo nefasto de esa dinámica.
El Señor los ilumine y tenga compasión de sus almas.
Es una debacle total. Los pastores son funcionarios eclesiásticos en muchas ocasiones. A la creciente secularización han contribuido varios factores. Sin embargo, en cuanto a lo que a la Iglesia se refiere, creo que contribuyó la catequesis (que es penosa), la predicación y los escándalos eclesiales. Es lógico que la gente deje de ir a misa, si no sabe lo que allí ocurre, ni qué es la liturgia, ni por qué hay que ir... Son muchos factores.
Uno de los comentaristas apunta a que un cambio a las liturgias antiguas no cambiaría nada. Mire, yo no sé si evangelizarian o no. Lo que sí sé es que devolverían la centralidad a Cristo y no al sacerdote. Y esto tal vez sea la clave y el resumen de todo. En un mercado liberal, la Iglesia decidió presentarse como una opción más donde te lo pasas chupiguay y somos todos super alegre. Además somos una ONG de la leche. Y eso no funciona. Porque son opciones que ya están en el mundo. Si no, fijémonos en América.¿Por qué se hacen protestantes? Porque la Iglesia se protestantizó en muchos aspectos. Y para quedarme con la copia, me voy al original. Lo diré una y mil veces. Música protestante, predica sentimentaloide, liturgia protestantizada... ¿Adivinen que crea? Pues protestantes, tanto en el creer como en el vivir. Tiene lógica
Hay que volver a poner a Cristo en el centro y a presentarse ante el mundo como "la única opción". Y esto pasa por resacralizar la Iglesia. Porque la misa tiene un valor infinito en si misma y no voy a la Iglesia porque me la paso bien. Voy porque me da la vida eterna y unas veces me sentiré mejor y otras peor, pero sé que es el único camino...
"Y no creo que se solucione pidiendo perdón por lo que no hemos hecho o hicimos en demasía"
Je, je. Yo no he dicho que se solucione pidiendo perdón. Lo que he dicho es que pedir perdón es el comienzo necesario para lograr una solución.
Pero como nadie pide perdón, porque ya nadie tiene culpa de nada, ni siquiera empezamos a arreglar el problema.
"Una cosa interesante de estos funcionarios eclesiásticos es el hecho de las catequesis. Se da una basura, saben que se da una basura, saben que los padres no están catequizados y, ¿Que hacen? Seguir haciendo lo mismo"
Eso es quizá lo más llamativo. Hay parroquias, movimientos y diócesis donde se dan buenas catequesis, donde hay vocaciones, donde la liturgia se cuida, etc., pero en los demás sitios, en lugar de copiar lo bueno, siguen haciendo las mismas cosas que han arrasado su vida cristiana. No digo que tengan que ser los primeros de la clase, pero es que ni siquiera hacen el pequeño esfuerzo de copiar a los compañeros que saben algo.
Es una locura suicida. O una tibieza vomitiva, como dice el mismo Cristo en el Apocalipsis. O simplemente una carencia total de fe y de esperanza.
Hemos tenido todo esto gracias a Dios, pero ya no es lo mismo.
Aunque hubo conflictos, épocas mejores y peores, la Iglesia pudo seguir con la ayuda de Dios.
Actualmente la iglesia no va bien porque hemos vuelto al pecado original
"La impresión que tengo es que se ha perdido la Fe -en general- o se ha colocado al mismo nivel que cualquier otro valor y especialmente si es humano y ecológico"
Esto es el núcleo de todo. Es un problema de fe. Y yo diría que empezaron a perderla los clérigos y contagiaron esa pérdida de fe a los laicos.
"tampoco dirán nada al papa aunque lo vieran cometiendo errores"
Sí, mi mayor decepción de los últimos diez años ha sido ver que los obispos buenos no dicen nada cuando se deforma la fe de la Iglesia.
No lo harán, porque no saben latín, y además les da alergia.
Los católicos se marcharon al ritmo de "la misa de una fiesta muy alegre", y pretenden que el mismo
estridente ritmillo les haga volver.
También que nadie quiera darse cuenta de que si Dios no lo remedia, y para ello toca pedírselo con humildad y haciendo penitencia, como bien dices, cuando mi generación llegue a la mediana edad o poco más; solo habrá una minúscula parroquia en cada ciudad, o menos.
Pero es el elefante del que no se puede hablar. Vamos al destierro entre anuncios de primaveras y condenas de los profetas de calamidades. No hace falta tener don profético para verlo, pero uno se encuentra en soledad si tiene el atrevimiento de decirlo.
-Ir para cumplir un "precepto" sin enterarte mucho de lo que se celebra.
-Ir por tradición, porque hay una cierta religiosidad que aún engancha.
-Ir porque me gusta el predicador de turno , que lo hace bien. Fuera de eso, nada.
-Voy a misa porque esa misa es de mi movimiento, grupo o "movida" eclesial. Fuera de esas misas, no voy a ninguna (eso es típico de algunos movimientos juveniles)
-Ir a misa y estar como "saco de patatas" sin participar en la liturgia, ni enterarme casi de la Palabra.
-Ir a misa para saber si hay ido fulanito o menganita y como van vestidos.
- Ir a misa, sabiendo que se celebra y porque he descubierto la eucaristía como don y fuente de vida..........
- se podían poner más casos................
Y esto lo reseño porque esa es la raíz del problema, no cuanta gente va a misa y porqué y para que va. Quizá nos llevaríamos muchas sorpresas.
Creo que nos siguen preocupando mucho los números y seguimos anclados a planteamientos teológicos, que están muy bien, pero la "gente" va por otros derroteros.
Para definir las causas del desastre veo que corremos el riesgo de recurrir a la hipótesis que más nos agrada y más nos confirma en nuestras propias ideas y así nos movemos en un sesgo de pensamiento autoconfirmatorio. Como no se hace lo que yo pienso, esa es la causa. Alguno propone el latín como si fuera el bálsamo de Fierabrás que todo lo cura, otros proponen, o proponemos esto y aquello... y encontramos culpables por doquier. Deberíamos tener en cuenta que la búsqueda de culpables es el movimiento más fácil y el propio del pensamiento más débil (lo que no significa que no puedan existir culpables) pero cuidado con solucionarlo todo con esos "malos" que nos sirven de chivos expiatorios para mantener la responsabilidad bien lejos de nosotros mismos.
Yo, humildemente, no tengo la solución, pero antes de decidir cual es, miro a mi alrededor y me pregunto que pasaría con toda esa gente que conozco cuya práctica religiosa es nula si se hiciera esto o aquello. Estoy rodeado por doquier de familiares que un día fueron practicantes (al menos de niños) y que hoy no lo son. No dejaron la iglesia porque no se usara el latín y les garantizo que no retornarán cuando se use. No volverán porque las misas sean alegres ni porque sean solemnes. No niego que todo eso tenga su importancia, pero encuentro inverosímil que esas sean las causas profundas.
Soy un católico activo y profundamente convencido y he practicado todo lo que esta a mi alcance para atraer a la gente a la fe; lo considero mi deber inexcusable por puro agradecimiento a Dios. La oración incesante, las charlas que muestran la belleza de la fe, los sacramentos... al final sólo responden precisamente los más pobres, los inmigrantes, los que nadie quiere y nadie les busca... quizá sea el verdadero "signo de los tiempos".
Por supuesto es impensable que haya alguna solución sin una profunda entrega a Cristo y a la fe, pero también pienso que vivimos una época oscura que trasciende todas nuestras "soluciones" y que si Dios lo permite es porque lo tienen integrado en su providencia. Al final no podemos ser optimistas, sería una necedad, pero sí mantener la esperanza que no falla. Las noches oscuras, cuando se viven en la entrega a Dios, siempre vienen seguidas de albas luminosas y, de todas maneras, está profetizado que la gran apostasía se dará y sabemos que a Dios no se le va jamás el mundo de las manos.
Por supuesto, tengamos el discernimiento suficiente para saber donde está lo que hay que rechazar y lo que hay que aceptar, en la iglesia y en los hombres. Pero que no nos vaya a encontrar Cristo, si vuelve, autosatisfechos sólo con señalar lo que "debería hacerse" y cuanta razón tenemos contra todos los demás. Sería una pena y no creo que le agradara demasiado.
Gran razón tienes en muchas cosas. Pero creo que en que sea la misa solemne o no tiene mucho que ver. Al final, si el centro de la fe se toma a cachondeo, el resto se toma a cachondeo. No es casualidad. Y el resto incluye el ir a misa. ¿Para que ir a misa si me lo paso mejor en el bar y esto es totalmente infantil y no tiene sentido?¿Por qué me voy a tomar la fe en serio si el propio cura se la toma a cachondeo? Y todo eso influye en la lex credendi y la lex vivendi.
Dicen que el emperador de la Rus, mando un emisario para que encontrase al Dios verdadero. Cuando esté emisario llegó a Constantinopla, al ver la divina liturgia, volvió a la Rus y dijo: "Señor, he encontrado al Dios verdadero". Lo adoran en Constantinopla.
Y es que la Liturgia nos tiene que elevar, ser el cielo en la tierra y no algo meramente terreno. Y ahí va mi pregunta: cuando vamos a misa, según se celebra, ¿Podemos decir que estamos en el Cielo?¿Nos recuerda lo de alrededor al Cielo? Y sobre los familiares que ya no practican, ¿Saben algo sobre la fe? Porque la gente de mi edad, que ha tomado la comunión, no tienen ni idea
Estamos sufriendo también una fuerte embestida del demonio, como dice el beato Palau en sus visiones, y esto es para todos aunque no a todos nos ataque en los mismos temas o pecados.
La conversión es parte de nuestra tarea durante toda la vida. Y el que hoy no quiera que el demonio le engañe debe de permanecer en oración constante y recibiendo con frecuencia y devoción los sacramentos.
Los obispos y sacerdotes pueden dar la sensación de que ellos no tienen la responsabilidad del tema, pero eso no quiere decir que no esten preocupados, a veces ofrecer algunos fracasos nos pueden dar éxitos en nuestra vida interior.
Es muy dificil saber como esta el alma de una persona, a no ser de que vaya predicando herejias o doctrinas contrarias a la Fe de la Iglesia. No depende de sus éxitos exteriores.
" Si Dios maneja tu vida, tus errores serán sus aciertos, y tus desgracias sus bendiciones"
Por DECADAS, esta diocesis a estado en manos de obispos de recta doctrina. El problema es que todo se resuelve con comitivas, nuevos metodos de evangelizacion que no producen nada.
El actual obispo es del OPUS DEI, y sigue esa linea actual que caracterisa a ese tipo de obispos.
Hay mucha piedad popular entre los hispanos, pero no se da el apoyo que se merece.
Pero te comparto algo que vengo pensando hace tiempo: yo también era de criticar mucho lo que hacemos como Iglesia y a la jerarquía en particular. No es que ahora no lo haga y no vea lo que vos ves, pero también en este tiempo he descubierto sacerdotes santos, incansables, con fe profunda y probada que, más allá de los límites humanos, durante décadas sólo han sembrado la semilla del Reino donde les tocó providencialmente. Y esos lugares, en términos puramente estadísticos, hoy no han dado sino frutos amargos. Y la pregunta viene obligada: ¿qué hicieron mal? Y justamente ahí es donde "se nos cae la estantería", como con Job.
Mi punto es: realmente hay que creer que la Iglesia y el mundo están en manos de Dios y que nosotros no somos tan importantes como creemos. Y tal vez en muchas cosas estemos pagando por lo que hicimos mal, pero en otros casos simplemente Dios querrá que nos purifiquemos, que distingamos sus obras de lo que Él mismo es, que confiemos en Él a pesar de que parezca que lo que hacemos no va a ningún lado.
Te lo comparto porque veo lo que vos ves, coincido con que se pueden hacer muchísimas cosas mejor y que siempre hay que comenzar pidiendo perdón, pero también está esto otro que digo yo: a veces Dios permite misteriosamente que el mal alcance al inocente (Job y, por supuesto, Nuestro Señor). Adjudicar sin matices todo el mal a las malas acciones de los hombres de Iglesia esconde, a mi entender, la misma lógica que la de los amigos de Job.
Un saludo desde Argentina
A cada uno de nosotros nos ha sido dado, sin merecerlo, un regalo inmenso, que es el regalo de la fe. Otros no han recibido ese mismo regalo, o no tienen las condiciones para mantenerlo, o están demasiado dormidos o atacados como para perseverar (Mt. 13, 1-9). Consideremos nuestra fe como un talento de oro que se nos ha dado. Pero no al estilo de Golum, que acaricia su anillo y lo protege para sí mismo, sino como un tesoro que debemos exhibir, propagar y hacer multiplicar (Mt. 25, 14). Cuántos de nosotros no habrá que sean los únicos de su familia todavía con fe -o que la han recuperado por un golpe de Gracia- y seguimos sin darnos cuenta de que si la tenemos (o conservamos), no es porque seamos muy buenos o muy guapos: es por pura liberalidad del Señor (1Pedro 2, 10), que nos sigue sosteniendo y bendiciendo, a pesar de nuestra torpeza y de nuestra debilidad ("por la gracia de Dios soy lo que soy", 2Cor, 15, 10). Y que quiere servirse de nosotros para salvar a nuestros hijos, padres, cónyuge, amigos, o compañeros de trabajo...¡a todos, todos, todos! Porque el Señor siempre salva en racimo.
Siendo como somos piedras vivas de la Iglesia, miembros del Cuerpo místico de Cristo, todos nosotros tenemos una responsabilidad en su deriva (1Pedro, 2). Hasta la célula más microscópica puede tener un efecto beneficioso o perjudicial en el resto del cuerpo. Y más responsabilidad cuanta más se nos hayan dado, es verdad. Pero quizás deberíamos empezar a ser más eficaces, y mirar qué hacemos nosotros entre esos que el mismo Dios nos ha dado, que seguro son unos cuantitos. Y sobre todo, qué es lo que podemos hacer, con la gracia y el auxilio siempre del Espíritu Santo.
Porque no tengamos la menor duda de esto: cuando estemos delante del Señor, el día de nuestro juicio particular, no nos va a medir cuánto nos airamos por lo que hicieron los demás, sino que habremos de rendir cuentas acerca de lo que hicimos nosotros con el talento(s) que Él mismo nos dio y cuánto lo hicimos fructificar. Ahí en lo pequeño, en lo concreto, en lo invisible, pero en lo que no podemos dudar que era y es la Voluntad de Dios. Porque es el lugar, es el momento y son las personas que nos ha dado en nuestra misión corredentora (Col. 1, 24).
"Creo que nos siguen preocupando mucho los números"
Es que los números son la representación de gente que ha abandonado la fe por millares y cientos de millares y millones. Si eso no nos preocupa, apaga y vámonos.
"seguimos anclados a planteamientos teológicos, que están muy bien, pero la "gente" va por otros derroteros"
No entiendo lo que quiere decir con eso. La Teología es el saber sobre Dios. Por supuesto que todo lo que hagamos tiene que estar determinado por lo que sabemos sobre Dios y sobre su Voluntad.
"Siendo como somos piedras vivas de la Iglesia, miembros del Cuerpo místico de Cristo, todos nosotros tenemos una responsabilidad en su deriva (1Pedro, 2). Hasta la célula más microscópica puede tener un efecto beneficioso o perjudicial en el resto del cuerpo. Y más responsabilidad cuanta más se nos hayan dado, es verdad"
Amén.
"Porque no tengamos la menor duda de esto: cuando estemos delante del Señor, el día de nuestro juicio particular, no nos va a medir cuánto nos airamos por lo que hicieron los demás"
Me temo que eso es un error, aunque sea bienintencionado. Como enseña San Juan Crisóstomo y recuerda Santo Tomás, "El que no se irrita teniendo motivo comete pecado, porque la paciencia irracional siembra vicios, alimenta la negligencia e invita al mal, no sólo a los malos, sino también a los buenos". Existe una ira racional y necesaria para actuar virtuosamente, que es la del que se aira ante el mal.
"La razón es muy sencilla: sus creencias son falsas y cada vez más gente se da cuenta de ello al no existir ya presión estatal y social para aceptarlas"
Je, je. Para ser ateo, le veo a usted muy dogmático.
"Desde mi más tierna infancia he sufrido viendo cómo se ofrecía como solución para el desastre la misma "medicina" que nos llevó hasta él"
Eso es. Una locura suicida.
"Pero es el elefante del que no se puede hablar. Vamos al destierro entre anuncios de primaveras y condenas de los profetas de calamidades. No hace falta tener don profético para verlo, pero uno se encuentra en soledad si tiene el atrevimiento de decirlo"
Precisamente por eso hay que repetirlo una y otra vez.
"Se olvidan que hubo pánico por el COVID, y el ejemplo de los que supuestamente creen en la vida al lado del Señor después de ésta, fue mínimo, cerrando y obligando a vacunar. Así quien va a ir?"
Por eso he citado ese ejemplo en el artículo, entre otros que se podrían citar. Después de otras epidemias del pasado, en las que los sacerdotes estaban al lado de los enfermos pasara lo que pasase, la fe florecía. Después de esta epidemia, en que se han cerrado las iglesias por deseo de los obispos, la mayoría de los sacerdotes se ha encerrado en sus casas y los cristianos han muerto solos y abandonados, muchísima gente se ha marchado de la Iglesia. No es casualidad.
El amor es el talento.
La carreta de pecados, al menos en mi caso, incluidos los de omisión, está asegurada. Sólo espero que el Señor me de vida bastante para tratar de devolverle algo de esa lista interminable de bendiciones y obras maravillosas que ha hecho por mi y en mi.
Me parece muy llamativa su idea de que los pastores pidan perdón, nunca se me hubiera ocurrido pero quizás sea un buen primer paso.
Ya puestos, me parece raro que nuestros pastores pidan perdón con tanta facilidad sobre lo que han hecho personas que llevan siglos enteros muertas (y por lo tanto, no se pueden defender), dejando aparte que normalmente son personas que, casualmente, están en el punto de mira de la leyenda negra contra la Iglesia (vaya coincidencia!). La lógica nos diría que, si se sienten con tanta confianza para pedir perdón por hechos difíciles de conocer en detalle y tan lejanos en el tiempo, y con el riesgo de pecar difamando la memoria de fieles difuntos, con mucha más razón deberían poder hacerlo sobre cosas que se llevan haciendo 20, 30 o 50 años en la Iglesia, que conocemos mucho mejor y pueden juzgarse con más seguridad. ¿No le parece?
La falta de asistencia a Misa es un síntoma.
El cristianismo NO PUEDE prescindir de la noción de que los hombres participan de un drama cósmico. La LITURGIA es la representación de ese drama.
Además (qué expresivo era el "otrosí" de otros tiempos); la Iglesia se vuelve traidora si entra en cálculos de número de clientes, como si fuese una empresa capitalista. La Iglesia debe cumplir con su deber, y su deber siempre ha sido predicar contra el SIGLO.
Su deber hoy es predicar contra: la indecencia en el vestir (contra el topless también), los tatuajes, la sodomía, las ideologías, las falsas religiones (el ecologismo mal entendido inclusive), el aborto (matar a tus hijos durante la gestación), las superstición (muchas veces bajo el disfraz de ciencia), el consumismo, la pornografía, la pederastia, efebofilia y pedofilia, el animalismo (terrible), el paro (antes llamado "obrero")...
Y yo con cincuenta y tres años... mi primer recuerdo de una Misa a la que fui con mi mamá es de un sacerdote recomendando a los feligreses ir a ver "Jesucristo súperstar".
Santa Walpurgis nos asista, Bruno, y perdonad que escribo un poco achispado.
Mal cristo se ha anunciado y se anuncia dado que no reclama…
Sí, aunque el P. Iraburu se rasgue las vestiduras, soy filolefebvrista.
La Iglesia no tiene que inventar nada nuevo. Basta con animar a sus fieles a volver al confesionario; al rezo del rosario; a las adoraciones eucarísticas; a las normas de piedad o a las obras de caridad...
"No Bruno, no hay error ni contradicción alguna"
Así no puede aprender mucho, me temo. Dios nos ha dado la pasión irascible para algo y airarse ante el mal es parte de ese amor sobre el cual se nos juzgará.
"No hace falta ir a USA"
Claro, la tesis es que eso está pasando en todas partes. La carta del obispo de Brooklyn, al que no conozco y que seguro que es una excelente persona, solo es la excusa para hablar de ese tema que nos afecta a todos.
"Sí, aunque el P. Iraburu se rasgue las vestiduras, soy filolefebvrista"
El hecho de que los lefebvrianos tengan, evidentemente, cosas buenas no debe hacernos olvidar que el cisma no es la solución, porque el fin no justifica los medios.
Usar medios non sanctos atrae mucho, porque son drásticos y uno se quita los problemas de encima de un plumazo, pero es que muchos problemas son santos problemas, son los problemas que Dios nos ha dado para nuestra salvación, como sabían el P. Pío, Santa Teresita, Santa Teresa e infinidad de otros santos que tuvieron que sufrir persecuciones de dentro de la Iglesia y de sus propios superiores. En resumen, huir de la cruz no es el camino.
"a veces Dios permite misteriosamente que el mal alcance al inocente (Job y, por supuesto, Nuestro Señor). Adjudicar sin matices todo el mal a las malas acciones de los hombres de Iglesia esconde, a mi entender, la misma lógica que la de los amigos de Job"
Completamente de acuerdo, por supuesto. Además, incluso cuando el mal es puramente obra de los hombres, siempre hay inocentes que lo sufren, porque Dios lo permite para un bien mayor. Todo sucede para bien de los que aman a Dios. Lo hemos recordado cientos de veces en este blog. Además de que, para no ser injustos, siempre hay que recordar a tantos clérigos santos y buenos, que siguen desviviéndose hoy por Cristo. Yo he conocido a muchos, gracias a Dios.
Dicho eso, hay que reconocer que esta crisis que sufrimos es, en gran parte, endógena. Desde que soy pequeño he oído enseñar herejías, barbaridades morales y odio contra la fe y contra la propia Iglesia en parroquias, catequistas, homilías, universidades católicas, colegios religiosos, libros de editoriales católicas, seminarios y un larguísimo etcétera. Esto hay que reconocerlo y combatirlo, porque de nada sirve pedir a Dios que nos ayude si, a la vez, estamos tolerando o incluso fomentando la apostasía en la iglesia y el escándalo entre los fieles. Combatirlo con esperanza y confiando en que Cristo es el Señor de la historia y sabe lo que hace, claro, pero combatirlo.
"La falta de asistencia a Misa es un síntoma"
Por supuesto. Esa es la idea: que es un síntoma que debe alertarnos sobre la enfermedad, que es lo que importa.
"mi primer recuerdo de una Misa a la que fui con mi mamá es de un sacerdote recomendando a los feligreses ir a ver "Jesucristo súperstar""
Cuántos podemos contar cosas similares, por desgracia.
"que es esta la hora de los laicos, por consiguiente, a quejarse a los laicos"
Puede ser, pero en mi experiencia, cuando uno habla con ellos en confianza, gran parte de los sacerdotes son bastante escépticos sobre lo que vayan a hacer los laicos.
Me voy de viaje (ya me están metiendo prisa) y estaré poco conectado en los próximos dos o tres días. Pórtense bien para que no tenga que borrar mucho, por favor.
Dies iræ, dies illa,
Solvet sæclum in favilla,
Teste David cum Sibylla!
Y es conocida la frase que los malos no lograrían alzarse con la victoria si los buenos no callaran y los buenos solo reaccionan por la indignación que les produce ciertos comportamientos. Antes también se hablaba de la Santa Ira, pero ahora se supone que no reaccionar es mejor que reaccionar.
"El que no se irrita teniendo motivos, comete pecado, porque la paciencia irracional siembra vicios, alimenta la negligencia e invita al mal, no solo a los malos, también a los buenos" Santo Tomás de Aquino.
Lo que tienen la virtudes, ya lo advirtió Aristóteles, es que al otro extremo está el vicio por lo que tienen que ser contrabalanceadas. Un humilde extremo puede caer en indignidad, un prudente extremo en cobardía y un paciente extremo en inmovilidad.
A Dios no se le puede devolver nada porque todo es Gracia, y la Gracia no implica solo amor sino también otras cosas. Yo creo que la Gracia movió a muchos cristianos en distintas direcciones y una de ellas fue alzarse contra la ignominia.
Jesús dice en S. Nicolás: “A la maldad pisadla, y la destruiréis”. Por el contrario, es el único material de toda conferencia, artículo o comentario; no se la pisa, se la revuelve y acrecienta.
No se proponen trabajos conforme a los parámetros del Reino. Se siguen caminos inocuos que “conducen a ninguna parte” (Chesterton).
El primer trabajo a encarar es la conversión de la humanidad, lo que causará la caída de la moderna Babilonia, y permitirá coordinar inteligencias y voluntades en procura de una Tierra cuyo clima y espacios acojan a una población inmensamente más numerosa que la actual.
Pertrechados en la unidad de la gran familia de los hijos de Dios, podremos con premura ocuparnos de los mundos espaciales a fin de que “participen en la libertad de la gloria de los hijos de Dios” (Rom 8).
Creamos a María: “Mis mensajes no son de temor, sino de esperanza”; “Causa de la aurora más resplandeciente es el Señor. Yo haré que la veáis”; “Yo soy la Aurora que anuncia la llegada de Cristo” (4-4-1995).
Preparemos nuestra mente y corazón, no según la ciencia y técnica modernas y apóstatas, sino conforme a la Gloria de Cristo que se manifiesta.
La que sí conocía es la otra frase que mencionas, sobre todo porque se cita a menudo en Infocatolica, aunque siempre con otro final "....si los buenos no hacen nada". Y me quedo con eso, no porque yo sea buena -que por aquí bien sabemos todos que bueno sólo es Dios- sino porque me interesa más lo de "hacer" o "no hacer". O simplemente "qué hacer". Y ahí creo que entran muchas variables, incluida la conciencia de cada uno. Pero la regla de oro, la que nunca falla, es buscar hacer sólo la voluntad de Dios. El chiste es que cuando uno se propone firmemente hacer sólo lo que quiera el Señor, de repente se encuentra haciendo cosas que ni imaginaba o incluso que despreciaba....
Sólo por compartir: a mi me funcionó preguntarle directamente al Señor cómo y dónde podía servirle mejor. Pero caramba, con todo el fuego que ha puesto en mi interior.... ¡y no me ha dado una misión como la de Juana de Arco, ni como la de Santa Catalina, cantándole las verdades del barquero al Papa! Sólo me indicó las obligaciones de mi estado (familia) y y, eso sí, me puso a rezar, a reparar y a consolarle en el Santísimo Sacramento del altar. Que eso también es "hacer".
Y alguno dirá, como pensaba yo no hace tanto tiempo, ¿y de qué sirve rezar? Pues sirve para la conversión de las almas, mientras Nuestra Señora, La que lloraba amargamente en La Salette, con su poderosa intercesión, siga deteniendo el brazo del Señor sobre toda la humanidad (Dies iræ, dies illa).
¿Se refiere ud, a esto?
Teología de la controversia: que defienda heroicamente los dogmas vinculados a la Iglesia de la Encarnación y de la Trinidad
VS.
Teología de la reconciliación: autodemolición de la Iglesia Católica mediante un ecumenismo sincretista y un irenismo puramente humanitario.
Si no se tiene una visión clara del poder de la Iglesia como instrumento activo de Cristo, se oscurecerá tal poder, renunciando al mensaje evangélico de la Ley Nueva, y poco a poco se debilitará la auténtica visión del misterio de la Iglesia para caer en una espiritualización de tipo protestante.
«Nihil innovatur, nisi quod traditum est.»
si quieres parecer tanto al mundo, la Iglesia no tiene futuro porque no es del mundo tal y como nos enseño el Señor. para mí ese es el gran error: intentar emular al mundo para convertirse en una organización materialista falta de espíritu.
Por lo tanto no se trata de pobres, como podían ser los africanos, sino de subhumanos.
A Ghandi, que nos gusta tanto a nosotros, lo tienen más que archivado porque lo mató un hindú y ya no pinta nada allí. Le dan las gracias por lo que hizo en favor de la independencia pero está mejor muerto.
Como nací cristiana estoy acostumbrada a pensar que Cristo murió por mí y por mis pecados, pero ellos no están acostumbrados a un Dios Encarnado que los abrace.
Hay que acabar de una vez por todas con toda misa que no sea en latín. La Iglesia en el Concilio Vaticano II se comprometió a enseñar latín a los fieles, a preservar ese depósito religioso: falsa promesa. También a que se podría seguir asistiendo a la misa en latín: mentira absoluta, quitaron casi todas las misas. Nos estafaron. Ahora nadie sabe latín porque la Iglesia no lo enseña. Fue nuestra torre de Babel, cada uno a su gusto comenzando por su lengua; resultado: la liturgia desvirtualizada. Imposible ir a misa en cualquier parte del mundo, o peor aún, de tu país, y poderte enterar.
En España llega al paroxismo: es prácticamente imposible asistir en no pocas zonas de España a la misa en español. Hablamos de zonas de Cataluña, Vascongadas, Galicia, el Reino de Valencia y las Baleares, prácticamente un tercio del territorio patrio; zonas en las que las misas se vuelven ininteligibles, todo por el capricho del cura de prescindir no ya del latín, sino del español.
Una misa en catalán o gallego es insoportable para cualquiera medianamente sensato, incluyendo un catalanohablante o un gallegohablante. La mayoría de ellos van a misas en español porque entienden que la misa es algo muy serio y quieren oírla (que decían nuestras abuelas) como Dios manda.
En España debe asegurarse al menos un 50% de las misas en español en aquellas zonas donde el español coexiste con una lengua regional. Eso o cortar por lo sano: misas en español y en latín solamente. O se toman cartas en el asunto o aún descenderán más los asistentes a las misas.
Había sido muchos años párroco de pueblo y mi padre le había ayudado muchas veces a misa.
Tenía en su habitación un pequeño altar frente a la pared y allí seguía ofreciendo la Misa de su ordenación.
"Yo a mi Señor no le doy la espalda", nos dijo.
Y me dejó una profunda impresión que después de cincuenta años no he olvidado.
"Desde que soy pequeño he oído enseñar herejías, barbaridades morales y odio contra la fe y contra la propia Iglesia en parroquias, catequistas, homilías, universidades católicas, colegios religiosos, libros de editoriales católicas, seminarios y un larguísimo etcétera."
En los mismos años 70 del pasado siglo yo era alumno de un colegio de religiosos donde había hecho estragos la revolución posconciliar. Por ventura cayó en mis manos la edición de textos de San Pío X publicada por Palabra con el título de "Escritos doctrinales" (conservo el libro, 4ª edición, mayo de 1975).
Su lectura fue un fogonazo aterrador ¡todo lo que había oído de los curas y hermanos del colegio era lo mismo que San Pío X había descrito y condenado en la Pascendi!
Desde entonces, en general nada ha cambiado, salvo para peor, en la predicación habitual en las parroquias ni en la enseñanza más extendida en los pretendidos colegios religiosos. Y hasta en lo más alto entre los hombres de Iglesia.
Con el tiempo descubrí que aquella edición de los escritos doctrinales de San Pío X había sido ya expurgada por Palabra (uno de los sellos editoriales del Opus Dei en España). Faltaban las encíclicas políticas contra el liberalismo, la democracia y la separación entre la Iglesia y el Estado: Vehementer nos (1905) y Notre charge apostolique (1910).
Eso está muy bien siempre que no pienses que tu misión y la de los demás es la misma, ni llames "iracundo" al que combate de otra manera. Porque "iracundo" de ese tipo fue San José Sánchez del Río y solo tenía 14 años. Todos los vandeanos y los cristeros lo fueron.
Hay que tener mucho cuidado con lo que decimos porque podemos coincidir con los modernistas para los que el único "pecado" posiblemente sea la ira.
Todavía me acuerdo de aquel buen hombre que me dijo al oído que no me dejara tratar así porque mi hermano me pegó un chillido. Hoy la intrusión "pacifista" empieza a ser intolerable. Los "enojaditos" por cualquier cosa llaman iracundo a cualquiera que hable fuerte. Iracundo fue San Juan Bautista y, si te descuidas, en las homilías lo amansan.
No, no pretenden que nadie vuelva. Eso es de lo que ninguno de ustedes se quiere dar cuenta.
Y en esas estábamos cuando leyendo cosas sobre el Anglicanismo me enteré que en el S. XVIII los teólogos anglicanos, que no acababan de dar forma a su teología ni a su liturgia, se pusieron a "discernir" sobre la transubstanciación y decidieron que la presencia de Jesucristo en la Eucaristía no era real y, como todo eso lo decidían en el Parlamento porque el Rey era la cabeza de su iglesia, no sabían lo que podían estar pensando los cristianos que acudían a los oficios y entonces mandaron a la policía para que sacaran a palos a todos aquellos que estuvieran arrodillados. ¿De qué otra manera podían haber distinguido quién estaba adorando a Jesucristo?. Desde aquel momento, hace muchos años, me arrodillé y al día de hoy soy la única que lo hace en esa iglesia, se han acostumbrado, pero nadie me imita.
Una aprende del que menos se espera, una cosa es un cura católico y otra cosa son los anglicanos, pero lo cierto es que la importancia de arrodillarse como signo de adoración me la enseñaron ellos.
Efesios 4, 11: "Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores y doctores".
Tampoco creo haber sugerido que nada ni nadie iracundo. Si lees de nuevo mis mensajes comprenderás que cuando (solo) mencioné la ira fue justamente para situarla fuera del contexto de mi primer comentario (antes que tú, Bruno me había corregido con ella).
No hay más.
Y cierto, África: son curiosas las cosas que nos impresionan. La mano de Dios.
Excepto en el último punto (sí, era el colofón, la solución a los puntos anteriores, pero no importa). Las críticas al CVII son mas profundas y ricas que eso y usted lo sabe.
Mi madre, por ejemplo, creía de buena fe que todas las novedades provenían del Concilio y jamás se enteró que muchas de ellas no tenían un origen conciliar sino desconocido. Para que todos los católicos pudieran decirle al párroco "esto no lo dijo el Concilio" tendrían que haber tenido un conocimiento muy amplio, sobre todo de las reformas litúrgicas. Mucha gente confiada en los sacerdotes, como estábamos acostumbrados los católicos, daba como buenas cosas que el concilio nunca dijo y que aparecieron de repente desde 1970 en adelante. Ahora es cuando miramos con lupa a cada cura.
Yo misma acabo de confesar que dejé la Fe al poco tiempo de terminar el Concilio, que no seguí paso a paso, y volví unos veinte años después y, por esa razón, vino la confusión que tuve con las posturas que había que adoptar, la desaparición de ciertas partes de la Misa, etc...Durante mucho tiempo lo atribuí al concilio y no fue hasta mucho más tarde que me di cuenta que el concilio no tenía nada que ver con aquello, lo que me dejó perpleja. Dame tú las razones de por qué hicieron eso y que clase de traición cometieron muchos al concilio y a la Iglesia.
Me parece simplista decir que los lefebvrianos huyen de la cruz. Allí habrá de todo, bien puede ser que algunos se vuelven lefebvrianos para huir de la cruz, pero me parece que hay no pocos de mente y corazón auténticamente católicos que sugren muchísimo tener que estar en la situación cismatica en la que se ven llamados a estar. Me dirás que Dios no llama a nadie a ser cismatico pero me parece que la cosa no es tan simple, porque la obediencia al Papa no es absoluta, se debe obedecer a Dios antes que al Papa, y la situación actual pienso que hace posible que Dios llame a algunos a permanecer temporalmente en ese estado de no sujeción al Papa, una cruz dolorosa que no pocos lefebvrianos llevan heroicamente, me parece.
Hay otros casos que vemos que la Providencia misteriosamente esta llamado a permanecer temporalmente en un estado de no sujeción al Papa: ocurrió muchos años con Le Barroux, y ahora ocurre con dom Alcuin Reid. La ley suprema es la salvación de las almas. Y Dios a algunos llama a hacer ese sacrificio para guardar la liturgia de siglos, que es un medio no poco importante dispuesto por Dios para salvar y santificar muchas almas.
Así, sabiendo lo que ocurre, medito sobre el Reino de Cristo que se extiende a todo el universo, porque la palabra llega más allá de donde podemos observar.
Los hombres constituimos el cosmos total, y tenemos sobre él una misión determinada por el Creador. Lo constituimos desde las profundidades ontológicas de la materia que nos es común esencialmente.
Meditar sobre el universo o cosmos, es meditar sobre nuestra propia realidad. Al descubrir los abismos del cosmos, descubrimos nuestro propio abismo.
Nuestro cuerpo no podría existir sin sus vínculos con la materia, cuya estructura ignoramos aún. Por eso contemplamos las cosas como unidas por una cierta hermandad.
Cuanto ocurre en el universo, en sus procesos admirables, se corresponde con nosotros. Así, como nuestra presencia entre los mundos, los agita.
En verdad, contemplamos los jardines inefables de un paraíso que integra nuestra propia morada personal, espiritual y concreta. Tesoro inaudito del cual Dios Creador nos constituyó titulares esenciales, no como de algo extraño a nosotros.
Debemos despertar a la vocación de señorío de sabiduría, santidad y poder que Cristo nos participa.
Los mundos proclaman nuestra realidad personal, individual, espiritual y concreta. Como una sobreabundancia ontológica de nuestro ser, sólo en la cual existimos.
Allí, en profundidades que distan inconmensurables de nosotros, late silenciosa, expectante, parte de nuestra realidad enajenada por el pecado original, en espera de su restauración en la eternidad.
¡Oh, gran ceguera y desdicha causadas por aquella caída! El abismo que nos constituye debe ser restablecido por nuestra personal participación en la Cruz de Cristo.
Para esto viene nuestra Madre.
A eso voy, el quitar los reclinatorios es una excepción en tu zona, y ahora que me muevo en el eje Norte-Este puedo decir que es lo normal en la zona Norte y excepcional en la Este, lo mismo pasa con el arrodillarse que es una excepción en la zona N y un mix en la zona E.
Ya te he pedido que nos ilustres con las verdaderas causas de este caos.
La misa sigue teniendo un valor infinito con liturgias desparejas y posturas varias. Desde la parroquia de C., al Este, donde puedes comulgar de rodillas y en la boca hasta la parroquia de M., al N, donde comulgas de pie y en la mano. El párroco de M. me sugirió que al ir a comulgar hiciera "como los del OPUS", echar las manos hacia atrás y abrir la boca para marcar que soy indietrista, supongo.
Yo tengo un hijo sacerdote, Dios me dio la fuerza para transmitir mi fe a mi familia. Pero no es fácil, ha sido duro y solitario, sin apoyo de la misma iglesia. Y porque lo tengo, veo que se juzga muy a la ligera a los obispos y sacerdotes. ¡Recen por ellos! No es fácil acertar con todo. Que cada uno haga su parte que todos tenemos nuestra pequeña, o gran, responsabilidad.
Que Dios nos ayude y bendiga
No tengo experiencia en las misas a las que he asistido de que se hayan dicho herejias o cosas contrarias a la Fe, excepto casos puntuales, y si he visto deserciones en cuanto a la asistencia a la misa, y casi todas creo en las edades dificiles y por el sexto mandamiento. También posteriormente algunos han abandonado por la fuerte influencia de la sociedad, o simplemente por pereza.
Hay un momento en la vida, que no importa la buena educación catolica que hayas recibido, y que no necesariamente la misa te parezca aburrida, sino que te puede parecer irreal lo que pide Cristo en la Iglesia católica.
Como que no esta de acuerdo con los tiempos, por ej, en el tema de la castidad, en las relaciones con el novio, en los metodos anticonceptivos etc.
No es el concilio vat II, porque a la mayoria le importa poco lo que diga, sino el vivir según nos han enseñado.
El Dios de la sociedad en la que vivimos es la felicidad material inmediata, no contempla una inversión a largo plazo, el verdadero cristiano sabe que es un peregrino, y debe vivir como tal, el pagano quiere gozar de todas las cosas aqui y ahora, aunque algunas cosas le lleven a la muerte como en el caso de las drogas.
El negarse a uno mismo, les suena a masoquismo, la cruz, es un espectáculo muy emocionante para las procesiones de semana santa, pero nada más.
Cristo solo fué un personaje para unos histórico y para otros legendario, que dijo cosa bonitas, que cada uno las aplica a su vida como le parece.
Gracias a Dios, algunos aunque se marchen, vuelven como el hijo pródigo, y creo que también gracias a las oraciones de los padres, porque empiezan a sentir un vacio interior insoportable.
Vuelven porque descubren que en la Iglesia esta la verdad y una alegria que no encontraron en los tiempos de alejamiento.
No se marcharon porque cambiaron el rito de la iglesia, ni porque quitaron el latin, que muchos no entendian, o por los malos sacerdotes aunque en algunos casos si ha sido por eso, pero en verdad solo es una disculpa, porque podian haber buscado a otros, todo el mundo sabe que en la viña del Señor hay de todo, sino porque en un momento Cristo les dijo elije o yo o el mundo, y eligieron el mundo.
La elección de Cristo o el mundo, no a todo el mundo se la plantean a la misma edad, hay gente que de joven le viene todo dado de una manera facil pero a mitad de camino le vienen las pruebas, la muerte de un hijo, la ruina económica etc, y a otros al final.
Siempre tendremos que elegir, los que gracias a Dios conservamos la Fe, no debemos sentirnos seguros, ya como parte del resto fiel, porque el resto fiel solo pueden ser santos que van a permanecer fieles despues de fuertes pruebas, como dice el Apocalipsis.
El diablo no se da por vencido, y ya se ve que uno de sus logros con los que tienen Fe, es por ej. el incriminar a incluso santos, el denostar a todo lo que se mueva que no coincida con mis parametros, en vez de defender la Fe. No somos Dios, solo podemos defender la Fe y denunciar los hechos claramente malos, pero el juicio de las personas solo corresponde a Dios. No creo que a ninguno de nosotros nos gustaría que nuestro juez en el dia de la muerte fuera otro que no sea Dios.
Nota: en Bilbao y alrededores, la mayoría de las misas son en castellano, solo en algunas iglesias que tienen muchas misas hay alguna en euskera. Es costumbre en algunas cantar el Padre Nuestro en euskera. Es lo normal alli , el euskera lo hablan pocos.
La prueba de que a ti solo te importa el dinero está que digas, ¡oh, sorpresa!, que el sistema de castas es peor que el antisemitismo europeo y que el antisemitismo europeo solo fue malo cuando, no solo les impidió prosperar, sino que incluso los mató, pero que mientras no impidera que los judíos pudieran ser ricos no estaba tan mal.
La maldad se instala cuando se establece una diferencia radical, ontológica, entre unos seres humanos y otros y en ese sentido el antisemitismo radical y el sistema de castas se basan en lo mismo.
La declaración del Beato Bernhard Lichtenberg ante la Gestapo no menciona a los judíos, lo que dice es que él, sacerdote de la Iglesia Católica, reconoce en todos los seres humanos la misma dignidad ontológica. Y por esa dignidad es por lo que se puede enviar misioneros a todo el mundo, no porque sean pobres.
Dentro del Reich Alemán el guardar judíos no conllevaba la pena de muerte, pero el hacer este tipo de declaraciones sí porque para ellos era fundamental la diferencia ontológica, igual que en el sistema de castas hindú. También los abortistas establecen una diferencia ontológica entre el feto y los nacidos, por eso pueden matar fetos y no personas ya nacidas.
Esta es una clave importantísima que todo cristiano debe tener claro.
Hay algunas cosas que dice con las que no estoy para nada de acuerdo. Solo analizaré una.
Cuando usted habla sobre que la gente deja porque ve insoportable lo que Cristo manda a través de su Iglesia, especialmente en lo referente al sexto mandamiento, yo le pregunto: ¿Cuando han dado los eclesiásticos razones de esto? Pongamos el ejemplo de la contracepcion, raíz de la mayoría de males que aquejan a nuestra sociedad. En serio, ¿Cuántos sacerdotes han predicado sobre ello?¿Cuántas razones morales, médicas, teológicas... Han puesto? Ya se lo digo yo. En la vida he escuchado a nadie de la Iglesia hablar sobre esto. Nunca. Sobre la castidad no se predica nada. Pero el que habla de castidad, puede hablar sobre la fidelidad, el acto conyugalq, criar la prole, los deberes matrimoniales, la sodomía, la fornicación, la virtud de pureza, la teología del cuerpo, métodos de planificación familiar.... De esto se habla muy muy poco.
Y, claro, lo mundano se impone. Tienes el impulso sexual que es bueno en si y que es muy fuerte y ante eso, resulta que por un lado tenemos a la Iglesia que te dice una serie de normas que no le ves ninguna razón, son "complicadas"... Y por otro el mundo que te dice que te liberes de morales y abraces ese impulso sin ataduras. ¿Cuál va a ganar? La respuesta es obvia.
Esto es aplicable a la divinidad de Cristo, la historia de la Iglesia, la existencia de Dios o cualquier otro tema. Muchas veces es que ko basta con ser ortodoxo. Es que hay que dar RAZONES. Y ese yo creo que es el principal problema. Que los sacerdotes están tan mal formados que no saben dar razones de la fe. Y si no saben ellos, el resto ni te cuento
Yo no podría quejarme, y no me quejo, de que las misas sean en euskera porque soy euskaldun y no tengo problema con esa lengua en concreto.
Tengo según creò bastantes más años que Ud. a mi si, me enseñaron todo eso y a los de mi generación, nosotros estudiabamos el catecismo en el colegio, teniamos clases de religión y aparte de eso yo he acudido a clases de formación con el Opus Dei.
Por otra parte cuando era adolescente la sociedad no estaba tan corrompida, acostarte con tu novio, no era lo normal, aunque muy pronto cambió todo eso.
Mis padres fueron católicos practicantes, y también nos dieron formación.
Por eso he puesto en el otro comentario, que cada uno hemos tenido experiencias distintas.
A pesar de esto, varias personas conocidas de mi generación han elegido ir por su cuenta.
Nota: sobre lo del euskera, leer el comentario de Clara
Sí, los trolls están desatados, cambiando constantemente de nombres para confundir. Quizá no debería haber dicho que estoy de viaje.
Siento las molestias.
Eso de que a la misa tradicional no acude más gente, pues es que no es medible. Simplemente porque no tenemos acceso la mayoría de católicos a ella. Y si tenemos acceso es a 40 min 1 h en coche y a horas intempestivas en muchos casos. Eso sería medible si pudiese ir a mi parroquia en una hora normal. Usted sabe igual que yo que medir fenómenos similares en diferentes circunstancias es un sesgo, cuanto menos, que influye. A parte de eso, ¿Cuantos católicos conocen que esa misa existe? Y así podría seguir durante horas.
Por otro lado, en países como EEUU, Francia o Reino Unido, lo poco que hay es tradicional. Si cierran mañana las parroquias tradis en estos países, se quedan a dos velas. Así que eso habría que verlo.
Ya el Vaticano II paso de hablarlo. Hace ya más de 50 años de eso y ya aburre. Aunque ya le digo que lo que escribieron los del diálogo interreligioso sería imposible sin Nostra Aetate.
Claro, pero ahí está la madre del cordero. ¿Por qué de su generación (que sigue siendo católica en su mayoría) a la mía se dejó de hablar?
Porque me he encontrado con gente de 20 años que no sabían quien era san Pablo y gente con 40 que no sabían que la Eucaristía es un sacramento. Todos comulgados, confirmados y de colegios religiosos. Si no se sabe algo tan simple, pues imagínese hacer un razonamiento o apologética en defensa de la fe. Incluso para autoconvencerse. Es inviable. Les mandaron a pelear con un tenedor como arma. Y así, pues claro, se cae muy fácilmente ante el mundo.
PD: los de colegios religiosos suelen defender con más fervor el socialismo que el catolicismo. No creo que sea casualidad
Eso está muy bien, pero sigue siendo su realidad. Le pongo el ejemplo de Madrid, que las misas tradicionales están llenas de jóvenes y familias numerosas y las iglesias de alrededor están con gente bastante mayor. Así que hay que ver el cómputo global y no sólo quedarse en una ciudad o país x. Hay sitios donde la misa tradicional no arraiga y en otros donde es lo poco católico que queda. No va a encontrar mucho "católico de cafetería" por ahí. Tampoco creo que sea casualidad.
Si no me cree, mire los seminarios de los diferentes institutos. Son un buen marcador de la fe de la gente.
Nostra Aetate tiene muchas ambigüedades. Solo hace falta leerlo. Por ejemplo en el tema del islam (¿musulmanes y cristianos adoramos al mismo Dios? Vamos, no me fastidie). No es ninguna falsedad, es algo objetivo. Y puedo poner más ejemplos de ambigüedad, utilizados por los tipos que mandan ahora y otros como ellos, para meter su "doctrina".
Nadie está hablando mal de un concilio ni de una liturgia. Lo que pasa es que hay cosas que conviene aclarar, y no creo que esto sea malo. Leche, que llevamos 50 años interpretando y reinterpretando (ahora me dirá que la interpretación de Francisco es la misma que la de Benedicto).
Por otro lado, no basta con conocer la ley. También hay que conocer el motivo de la ley. Y esto la mayoría de la gente no lo sabe. Esto es similar a educar a un niño. Cuando su padre le dice "no, porque lo digo yo" el niño no va a tardar en desobedecer. Pero si el padre le dice, "no, porque pasa esto y esto y si no va a ocurrir esto..." Vamos a ver, que hubo conferencias episcopales enteras que rechazaron la Humanae Vitae, ¿De qué estamos hablando? ¿De verdad cree que clérigos que rechazan la doctrina católica la van a defender, aclarar, explicar...? No vale con saber y exponer, hay que explicarla. Pero claro, para eso hay que aceptarla y saber.
Lo que no es de recibo es quedarse en la casa del padre y querer imponer tu voluntad, que es lo que muchos pretenden en la actualidad.
Por otra parte las personas que las pusieron en funcionamiento están obsoletas y no te gustarían nada.
Yo fui maestra, pero eso no me libraba de limpiar las clases, vigilar las comidas de los alumnos y trabajar 9 horas al día. Cierto que las clases eran de 9 a.m a 4 p.m, pero había que llegar una hora antes y salir dos horas después. Siempre programando, siempre trabajando. Era el estilo de un cooperativista. Eso sí, el salario se repartía equitativamente, pero no era lugar para vagos ni para trepas. El mundo está lleno de vagos y de trepas y los que lo eran se salieron corriendo de las cooperativas.
Ahora ya no es así porque no puede ser así y en las cooperativas supongo que trabajarán como en otras empresas. Como supongo que el Sindicato Solidaridad en Polonia no se parecerá nada a lo que fue.
Hay momentos históricos que, gracias a los progres, no se puede poner en funcionamiento tales cosas.
Tú eres un progre y deberías saberlo.
Claro. Aquí se aplica la misma lógica que con una bici. Una bici tiene ruedas. Un Ferrari también. Por tanto, una bici es un Ferrari. Y nos quedamos tan anchos.
Saben ustedes perfectamente que no pueden comentar en este blog. Después de aguantar sus desmanes con grandísima paciencia durante años, les tuve que expulsar por haberse comportado en multitud de ocasiones de forma completamente inaceptable. Que, aún así, se empeñen en seguir poniendo comentario tras comentario es, por un lado, demostración de que en efecto son incapaces de de participar debidamente y, por otro, una asombrosa falta de educación y cortesía. Si persisten en este comportamiento, se les prohibirá comentar en toda InfoCatolica.
Todos:
No alimenten a los trolls, por favor. Fingen que quieren discutir, pero solo desean que se les presté atención. Por eso son trolls.
Y me preguntan a mí por qué volví a la Iglesia, pues fue, precisamente, porque en la Iglesia estaba, además de Dios, la identidad personal que Dios ama a pesar de nuestras imperfecciones. Por eso pongo mi nombre, porque a los ojos de Dios no hay nada oculto y si yo digo barbaridades con un nick por esas barbaridades seré también juzgada.
“Lean, y no entiendan; oigan, pero no escuchen, y así, Yo no los cure”. Porque qué pueden entender de cánones, textos teológicos, preceptos, si no entienden que Cristo está hablando Él personalmente y por Mediación de Su Madre. De ahí, el castigo de su ceguera.
Si no entienden esto, pueden repetir todos los versículos, todos los tomos de bibliotecas, y seguirán siendo analfabetos incapaces de trabajar por el Reino.
Porque para hacerlo, deben ser Conducidos en medio de las tinieblas que los circundan. Pero, rechazan la Conducción de nuestra Madre. “Son ciegos que conducen a otros ciegos”, el resultado lo conocemos.
Monseñores y señores: pueden continuar hablando en monólogo para ustedes mismos, pero los “nuevos tiempos” exigen que despierten del sueño del “hombre viejo del pecado”. Para esto viene María con su Aurora que irradia la Luz de la Gloria de Cristo que se manifiesta.
"La razón es muy sencilla: sus creencias son falsas y cada vez más gente se da cuenta de ello al no existir ya presión estatal y social para aceptarlas."
Puede ser pero consideremos:
1) El fenómeno de la posverdad, por el que mucha gente, por proselitismo político, acepta y difunde una mentira sabiendo que es mentira, demuestra que la verdad no es importante para gran parte de la sociedad moderna.
2) El auge de la incorrección política, relacionado a menudo con la posverdad, por el que las personas hablan y actúan desafiando consenso social y leyes, prueba que tampoco son respetables para mucha gente la autoridad ni la opinión pública ni la sensibilidad ajena.
Posverdad e incorrección política son tendencias tan fuertes ahora en la demografía cultural que, si el concepto de resto fiel de creyentes se refiere a una minoría, entonces la población que proclama su propia verdad, su propia normalidad, su propia ley y su propia divinidad, no puede ser el esperado y buscado resto fiel.
Recuerdo a tradicionalistas de mi ambiente que, al escuchar elogios para la misa tradicional por su belleza, replican que la misa no es concierto ni obra teatral ni el templo es galería de arte o museo. Pero tal vez sea eso lo que quiere la gente: Liturgia bella aunque sea trágica y bella por trágica.
"La razón es muy sencilla: sus creencias son falsas y cada vez más gente se da cuenta de ello al no existir ya presión estatal y social para aceptarlas."
Las razones no son sencillas pero, desde luego la enorme presión estatal y social que existe hoy en día, mucho mayor que la que pudo existir en otras épocas, sea una de ellas.
Y así de paso, se rellenan las cartujas, los monasterios, los conventos, etc., etc., ¿verdad? (permítaseme la broma).
Como el Papa León XIV, eso es.
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