Poner nombres de santos a los niños
“Demos a nuestros hijos, desde el primer momento, un incentivo para el bien, por medio del nombre que les ponemos. Ninguno de nosotros se apresure a poner a sus hijos el nombre de sus antepasados, su padre, su madre, su abuelo o bisabuelo, sino el nombre de los justos, los mártires, los obispos y los apóstoles. Que esto sea un incentivo para los niños. Que uno se llame Pedro, otro Juan y un tercero lleve el nombre de algún otro santo. […] Que los nombres de los santos entren en nuestros hogares al poner nombre a los niños y así no solo aprenderá el niño, sino también el padre cada vez que piense que es el padre de un Juan, de un Elías o de un Santiago. Porque, si el nombre se da a sabiendas para honrar a los que ya murieron y nos acordamos de nuestro parentesco con los justos más que del parentesco con nuestros ancestros, esto será una gran ayuda para nosotros y para nuestros hijos. Aunque sea algo pequeño, no lo consideréis una nimiedad, porque su fin es ayudarnos”.
San Juan Crisóstomo (siglo IV), Tratado sobre la vanagloria o cómo deben educar los padres.
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La costumbre de poner nombres de santos a los niños, como se puede ver por el texto de San Juan Crisóstomo, proviene de los orígenes del cristianismo. Una época, además, en la que la Iglesia tuvo que crear esta costumbre de la nada, luchando contra la natural tendencia de los conversos del paganismo a poner a sus hijos los nombres de sus abuelos o familiares paganos. Es decir, una tendencia pagana que sufrimos también ahora, pero a la inversa, con la creciente predilección por nombres inventados, sobre todo en Hispanoamérica.
Como todas las pequeñas costumbres cristianas, poner nombres de santos a los niños tiene una fuerza que excede con creces su aparente nimiedad. De un modo muy sencillo, conecta al niño con la familia de la fe, tanto afectiva como espiritualmente. El niño lleva en su propio nombre un signo indeleble de pertenencia a la Iglesia y de estar injertado en la fe católica, de modo que ve en sí mismo el cumplimiento de las palabras del Apóstol: ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
A eso se suma la importancia de la celebración del día del santo, otra costumbre cristiana que ha caído en desuso (aunque espero que no entre los lectores). Al celebrar el día del propio santo, con felicitaciones, un pequeño regalo, una oración especial o asistiendo a Misa, el cristiano encuentra su lugar en el calendario y los tiempos de la Iglesia, como la Cuaresma, la Navidad o la Pascua. Es decir, sabe con certeza que tiene un puesto en el plan de Dios. No es una mota de polvo movida por el azar y la casualidad, sino que su existencia cumple el designio de Dios: es un hijo querido del Altísimo previsto y esperado desde toda la eternidad.
La ventaja más importante de esta costumbre, por supuesto, es que, desde el principio de su vida, da al niño un intercesor especial en el cielo, al que sabe que puede acudir familiarmente, porque es su santo. El niño rogará a su santo y su santo pedirá por él, poniendo en práctica de esta forma tan sencilla la comunión de los santos para transformar la vida del niño (y del adulto que será después) con la omnipotencia de la oración. Si además los padres le cuentan al niño, primero como un cuento y poco a poco con más detalle, cómo fue la vida del santo, su amor a Dios, su fe y sus obras de caridad o sus milagros, el santo será un modelo para toda la vida y una demostración de que se puede alcanzar la santidad con la gracia de Dios. Si su santo rezaba a todas horas, ¿por qué no va a hacerlo él? Si fue capaz de dar su vida por Cristo y por amor a los hombres, ¿por qué no va a ser capaz él de hacer lo mismo con la ayuda del cielo? Si su santo fue santo, ¿por qué no va a serlo él?
En resumen, no debemos perder la buena costumbre, de casi dos milenios ya, de poner nombres de santos a nuestros hijos. Si olvidamos esa costumbre, estaremos despilfarrando la herencia que les corresponde y que se encomendó a nuestro cuidado. Vivimos en una época difícil para los cristianos y es muy posible que los problemas no hagan más que aumentar: toda la ayuda que podamos dar a nuestros hijos será poca. Mis hijos tienen nombres de mártires que aparecen en el canon romano y no es por casualidad. En los tiempos que, tristemente, parece que se avecinan y que es probable que sean martiriales, van a necesitar especialmente la intercesión de sus santos.
89 comentarios
A veces descubre una la razón de un nombre después de muchos años, mi abuelo se llamaba en realidad Gonzalo, aunque le llamaban por su segundo nombre, y nunca he sabido por qué ya que no había antecedentes familiares ni era el santo que correspondía a la fecha de su nacimiento, pero descubrí que San Gonzalo se celebra tres días después y deduje que le pusieron el nombre que correspondía a la fecha de su bautismo. Hay regiones de España que celebran el cumpleaños y otros la onomástica, a mi los vascos me felicitan el día que nací y los andaluces el de Nuestra Señora de África, pero yo me guio por el santoral y siempre les pido a las personas que me digan el nombre del santo que se celebra el día en que nacieron porque las fechas no me dicen nada a no ser que sean especiales. Tengo una amiga a la que nunca felicito y que este año felicitaré porque nació el día que se celebra Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) y ya ha quedado registrada. ¡A buenas horas mangas verdes!
Por ejemplo: ¿Qué más lírico que llamar a una niña "Eskarne" lema de las hamburgueserías? o llamar a un niño "Zezenbeltz" literalmente "toro negro" que evoca al enemigo de Ursus en Quo Vadis?
Sabino Arana que no sabía vascuence se inventó unos nombres que no sonaran a español y absurdamente se siguen utilizando.
En esta casa se celebra a Ignacio (31 de julio) Y al de Antioquía (17 de octubre) a la Virgen del Pilar (12 de octubre) y a María, porque mi hija tiene más fiestas que nadie.
Me viene a la memoria el caso de Sta. Teresa a la que tomaban el pelo por no llevar nombre de santa, lo que le obligaba a llevar una vida canonizable. Un reto
Si bien la esposa de San Paulino de Nola que se llamaba Terasia y podría ser antecesora.
A su vez la norma del Derecho indica, con el término "no imponer"...
855 Procuren los padres, los padrinos y el párroco que no se imponga un nombre ajeno al sentir cristiano.
A su vez existe una responsabilidad eclesial concreta en cabeza del párroco a quien compete el Sacramento con relación "al significado del sacramento y las obligaciones que lleva consigo", este no es un tema menor: significado y obligaciones.
El Sacramento es un tema serio y el del Bautismo "puerta de los sacramentos, cuya recepción de hecho o al menos de deseo es necesaria para la salvación", es más que importante.
Canon 851 2 los padres del niño que va a ser bautizado, y asimismo quienes asumirán la función de padrinos, han de ser convenientemente ilustrados sobre el significado de este sacramento y las obligaciones que lleva consigo; y debe procurar el párroco, personalmente o por medio de otras personas, que los padres sean oportunamente instruidos con exhortaciones pastorales e incluso con la oración en común, reuniendo a varias familias, y visitándolas donde sea posible hacerlo.
Se consuela un poco con Anton Bruckner, el compositor, y Antoni Gaudí, el arquitecto, que son los ejemplos que le pongo para que vea que tampoco el llamarse Antonio le convierte a uno en un sobao pasiego, aunque no sé porque frunce el ceño por las biografías de ambos que no son, precisamente, la de dos pillines.
Desde luego parece que San Matías fue más tunante por lo que aquí aparece.
"Al final del rosario siempre tenemos la costumbre de invocar sus nombres y pedir su intercesión"
Nosotros lo hacemos al final de la oración antes de acostarnos.
"En nuestra familia se mezcla los nombres ancestrales, y los de los respectivos Santos"
Claro, como buena costumbre cristiana de casi dos milenios. Cuando había que elegir era en época de los Padres de la Iglesia, porque la mayoría de los cristianos eran cristianos de primera generación y sus ancestros eran paganos.
"bautizada e inscrita como Teresita de los Andes"
En Chile estuve en el antiguo monasterio de Santa Teresita, en Los Andes, y me encantó.
Recurren a nombres absurdos, ridículos, abreviaturas, reinterpretaciones o traducciones extranjeras de otros ya conocidos de siempre. ¿Por qué Neizan y no Natán, que es del cual viene? ¿Por qué Jerome y no Jerónimo?
Pero dos casos siempre recuerdo que me llamaron la atención:
- Ishtar. ¿Le pones a tu hija el nombre de una diosa asiria de la prostitución? Ni lo sabían. Vosotros mismos, ricuras.
- Uno de los nombres del Demonio. No quiero ni escribirlo. Tampoco los padres lo sabían. Evidentemente me negué a bautizar con dicho nombre y les hice cambiar a los padres, cabreo incluido de ellos, pero me da igual. Se bautizó finalmente con el nombre de un apóstol, aunque ya esté inscrito con este nombre tan horroroso y maligno.
Pero la generaciones vascas que ha venido tras ella tienen nombres que parecen de todo menos cristianos: Aner, Eguski (sol), Ibon, Oian, Arkaitz, Aritz,...
Es la prueba definitiva de cómo en una generación se ha transferido la sacralidad de la fe cristiana a la sacralidad de una patria impostada. Porque como en Cataluña, allí donde pasa el caballo del nacionalismo no vuelve a crecer la hierba cristiana.
"¿Qué más lírico que llamar a una niña "Eskarne" lema de las hamburgueserías?"
"Pero la generaciones vascas que ha venido tras ella tienen nombres que parecen de todo menos cristianos: Aner, Eguski (sol), Ibon, Oian, Arkaitz, Aritz,..."
Qué triste. ¿Qué pensarían San Ignacio, San Francisco Javier o San Valentín de Berriochoa?
"Evidentemente me negué a bautizar con dicho nombre y les hice cambiar a los padres, cabreo incluido de ellos, pero me da igual. Se bautizó finalmente con el nombre de un apóstol"
Enhorabuena por saber decir no a lo que es contrario a la fe. Cuántos problemas nos habríamos ahorrado si algunos obispos y sacerdotes supieran hacerlo.
Hace algunas décadas, no tan solo se le ponía nombre de un santo, sino que, muchas veces se le ponía el nombre del santo del día de su nacimiento. Y se festejaba al niño el día del Santo, no el del cumpleaños.
"Las mañanitas", una canción muy usada en México indican con claridad que el festejo importante era el santo.
www.youtube.com/watch?v=cDT12zAWDuM
Hoy soplan otros vientos.
También los hay euskaldunes de pro, macrobióticos y veganos (los de la eguzkilore protectora) que les da por las hierbas, los frutales, el sol, la luna y las estrellas y entonces aparecen Ohiana (selva), Arkaitz (roca), Hodei (nube), etc...y como suena lo suficientemente raro vemos que los nombres proliferan en zonas donde no se habla euskera.
##Ya que los documentos del Sínodo hablan, según dicen, mucho de conversión, y los alejados no están para nada en modo conversión, debe ser la nuestra la que quieren.
Mis hijos Manuel y María.
En la Iglesia de Málaga donde fue bautizado mi padre siempre añadían "de la Santísima Trinidad" y así averigüé que años antes bautizaron a Pablo Picasso en la misma iglesia porque él también era "de la Santísima Trinidad".
Picasso se llamaba: Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno Cipriano de la Santísima Trinidad.
Y mi padre: Francisco de Asís Ángel Diego de la Santísima Trinidad.
Mis nombres fueron los de abuelos y tíos, pero de grandes santos. Me llamo :Pedro Antonio, Domingo y Pablo.
Mis hijos tienen todos nombres de santos, a Dios gracias.
Santa, ines, Santa Lucía, San Pablo, San José y Santa Maria, en su advocación de la Virgen Blanca de las nieves, rogad por esta familia vuestra
Tiene, de todas maneras, toda la lógica que la costumbre del cumpleaños sea protestante. A fin de cuentas, es una privatización y naturalización de nuestra entrada en este mundo: sólo conocen esa fechas los próximos o aquellos a los que se lo decimos o el Estado por la fuerza; y es un dato natural. Lo católico es público por definición, y depende del bautismo. En las monjitas en las que hice parvulitos, celebrábamos siempre los santos de los niños, jamás los cumpleaños. Y era una celebración que nos alcanzaba a todos. Cuanto más viejo, más presentes se hacían los cumpleaños. Es como una red privada. A la que nunca he sucumbido. En casa sólo celebramos los de la familia próxima. Y sin grandes alharacas: una bandejita de pasteles o un bizcocho casero colorean el día como de pequeños lo hacían los caramelos del santo.
De todas maneras, yo celebro a todos mis santos como santos protectores, los de mi nombre propio (los públicos y el secreto que me dio mi padre) y los de mi nacimiento (soy aficionado a dos del día: una santa de armas tomar y otro un sabio que se apostaba en lo que decía). Y son días para mí de misa fijos. Que se puede santificar el día del nacimiento también.
Aquí en Mallorca, además de la costumbre comentada de nombres de mujer puestos a hombres y viceversa (Isabelino, Pilar), tenemos el caso de nombres ambivalentes (Ventura, Buenaventura, es tanto de varón como de mujer), o el de nombres con un género que aquí mayoritariamente es el contrario (Pixedis, es decir, Práxedes, es femenino).
Me di cuenta de lo que estaba cambiando el mundo a mi alrededor ya de pequeñito cuando, al socializarme, empecé a encontrarme con nombres que no eran de santos católicos como en la familia. Empezó la cosa de los nombres bíblicos (veterotestamentarios), que utilizaban preferentemente los primeros Testigos (Abigail, que recordaré toda mi vida), luego los nombres vascos de padres sin relación con aquellas tierras (tuve un amigo de pequeño que se llamaba Aitor y no podía dejar de pensar que me sonaba a marca de navaja), y ahora, pues eso que tan bien ha descrito el Diácono (ole por sus lereles).
Para nombres estrambóticos, los de los cubanos afectos al régimen: conocí a una Mileidis (sí, su madre era aficionadísima a los tres mosqueteros y le iban las malas), que a su vez me contó de su amiga Usanavi (de familia contrarrevolucionaria). Sin que eso signifique que falten por aquellas tierras nombres cristianos (Martín, Josefina) y alguno de empaque clásica (un Eurípides conocí, y un Jheison al que siempre llamé Jasón).
¿Qué pasó?. Había nacido durante la II República en un pequeño pueblo mangoneado por anarquistas apoderados incluso de las ofertas de empleo, y el padre, toreó el temporal con etiqueta de "Libertad" en el Registro Civil. Al siguiente hermano (se conoce que el padre había aprendido un poco más) ya fue Registrado civil y eclesialmente como "Heliodoro", pues "Adorador del sol", era admisible para los anarquistas (¡olé por los ateos paganos!) y perfecto para el bautismo.
Y otra: Los nombres que se usan como tales y que en realidad no son sino el alias, o el lugar de origen del canonizado, Bautista, Crisóstomo, Nepomuceno, o el Javier de mi patrón...
Una pregunta, si alguien pudiera responder, qué días celebrarían los santos de mis hijos, Manuel y María?
Deje de decir tonterías, por favor, y de inquietar a la gente con sus disparatadas elucubraciones. Ya se lo he tenido que advertir varias veces. No haga pasar la última idea descabellada que usted ha tenido por cristianismo, engañando a los lectores.
No hay nada de malo en celebrar el cumpleaños y dar gracias a Dios por el don de la vida. Que es una gracia de Dios y, como tal, se puede celebrar. Como es lógico, puede haber excesos, pero el hecho en sí no tiene nada de malo.
Conviene explicar que el 1 de enero era antiguamente la fiesta de la Circuncisión del Señor, en la que se entendía que se le había impuesto el nombre a Jesús. Actualmente, el 1 de enero se celebra la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, pero también se conmemora en esa fecha la imposición del Santísimo Nombre de Jesús.
Así que perdón, Marta de Jesús, por irle con mis cosas particulares (en casa, y con toda la familia, seguimos a la nuestra con el 1 de enero: a ancianos y ancianas de 80 años no les vas a decir que se han equivocado y que a ver si se actualizan). Y la cosa es que me rondó por la cabeza: ¿No lo celebran ahora otro día, como a san Francisco de Borja, otro de los afectados por la reordenación del santoral? Pero soy incapaz de acordarme de año en año y para mí Manuel es el 1 de enero y el 12 de septiembre celebramos todas las Marías de la casa, que son todas las mujeres
Creo que no me he explicado bien. Mi comentario era en apoyo del tuyo, no en contra. Explicaba la razón de que sea el 1 de enero, que para la mayoría de la gente no es evidente. Tanto en el antiguo calendario como en el nuevo, la festividad del 1 de enero está ligada a la imposición del nombre al niño Dios.
En cuanto a la segunda pregunta, hasta donde yo sé, no han trasladado la circuncisión a otro día. Supongo que no resulta grata para las sensibilidades modernas
¿Quién, cuándo y por qué cambió las festividades de algunos santos mientras que otros no se movieron?
Me ganaste, Bruno, con lo de los nombres venezolanos. Si mal no recuerdo, en un artículo de Juanjo salieron infocatolicos venezolanos a deleitarnos con su creatividad para poner nombres.
A mí no me basta san Fernando, mi patrono, también reclamo los patronazgos de san Expedito, el santo de mi cumpleaños, san Felipe Neri, el santo de mi bautismo, san Nicolas de Bari el santo de mi primera comunión, san Bonifacio, el santo de mi confirmación. Y a parte tengo varios santos más, a quienes les encargo especialmente mi vocación. Y no nos olvidemos de los ángeles, nuestro fiel compañero el ángel de la guarda, los humildes y solícitos arcángeles San Miguel, san Gabriel y san Rafael, los querubines que alaban sin cesar a la Trinidad, a quienes debemos sanamente envidiar.
El santo Nombre de Jesús ahora se celebra el 3 de enero.
y cuarenta noches; pero al cuadragésimo día Dios crea al alma mucho más rápido que en
un instante, para que el alma llegue a ser forma y vida para el cuerpo
- Maestro Eckhart -
Sermones y Tratados
Es que al leerle miré en internet y vi que el Santísimo Nombre de Jesús lo han pasado al 3 de enero. Y recordé que alguien de mi familia lo comentó, pero como el que oye llover fino y no piensa salir de casa.
Y por eso, claro que se puede (y se debe) santificar el día del nacimiento yendo a misa, teniendo a los santos de ese día por patrones e intercesores y teniendo una atención con los que te soportan de continuo con un dulcecito.
En cuanto a las canciones, todavía recuerdo la que cantábamos de pequeños en el día del santo de los demás niños (que venía endulzado con caramelos que ponían las monjas, porque nuestros padres no tenían para muchas alegrías): "feliz, feliz en tu día, amiguito que Dios te bendiga, que reine la paz en tu día y que cumplas muchos más" Me parece una simpática bendición. Así que le deseo que cumpla muchos más en paz y con la bendición de Dios. Y velitas no pongo, porque no cabrían.
Le pido, además, que no confunda el exceso (la estupidización de los niños por padres caprichosos, los cumpleaños obscenamente desmesurados) con la sencillez con que los cristianos celebramos las cosas que tiene la vida mortal: el detalle de un día que se salda con dos besitos de más, un profiterol donde antes había una galleta o nada. Lo otro me parece puritano, en sentido estricto. Por esa misma regla de tres, no celebremos más boda que la del bautismo, porque es cuando nuestra alma se desposa con Dios (salvo los religiosos, que más íntimamente lo hacen al emitir voto) o cualquier cosa similar. Y Cristo se fue de boda con los suyos y celebramos su cumpleaños. Cierto que nació sin pecado. Pero no es así en el caso de san Juan Bautista, y también lo celebramos.
Por otra parte, siempre me ha llamado la atención que un nombre tan usual (todavía) en español, como el de Jesús (¡el Nombre sobre todo Nombre!) sea poco menos que una irreverencia en los demás idiomas y nacionalidades. Siempre he pensado si no nos lo reprochan. En ciertos países, sin embargo, es habitual bautizar como Cristo...
Si non è vero é ben trovato.
Sobre el "revolcón" que le dieron al Santoral por aquello del "espíritu del concilio" (que bien espíritu es, aunque de los que hieden a ... azufre), se partió de una serie de errores detectados en el Martirologio Romano, que a lo largo de los siglos se iban corrigiendo y precisando, y que convenía depurar de "piadosas leyendas" al estilo de lo predestinado que aparecía san tal o santa cuala, que siendo recién nacidos, guardaban tan penitentemente los ayunos establecidos, que se negaban a mamar de la teta materna los viernes de cuaresma ...
Ya los bolandistas (jesuítas colaboradores del P. Bolland) desde principios del XVII, iniciaron una expurgación de errores y leyendas, con método racional, que a medida que avanzaban las ciencias archivísticas, arqueológicas, filológicas, etc, deslindaban la leyenda, la exageración, las tradiciones, sin despreciar cada una en lo que de valioso pudieran tener, y la historia.
Así las cosas los sacerdotes y obispos discípulos católicos del protestante Bultman, (que debía tener un Master en Sagrada Escritura y sus periferias, superior a la titulación del Espíritu Santo,) pues lo que Bultman "oraculiza" que es elucubración teológica y no dato histórico, así deberán creerlo los memos católicos antedichos, dado que si no entra en un cerebro bultmanizado que Cristo camine sobre las aguas, ¿cómo va a ser verdad el paseo supraacuático de Cristo?...
Así las cosas, lo que pudo ser en el Martirologio un legítimo depurar y deslindar, se convirtió en una manifiesta cutrez, porque:
- Al final, las cosas quedaron como estaban prácticamente igual, Los santos del antiguo Canon, seguían santos y dignos de veneración como siempre.
- Porque la Iglesia Católica no tenía al principio ningún procedimiento para canonizar en Santidad a ninguno o ninguna de sus fieles.
- Cada Iglesia Particular empezó a honrar y venerar a sus mártires.
- Al terminar la época de las persecuciones en el Imperio Romano, la Iglesia Romana, aceptó las tradiciones de las demás Iglesias, y viceversa,
- Al mismo tiempo se producen "trasvases" de devociones entre unas Iglesias y diócesis a otras, por mil diversas causas de vecindad, peregrinaciones, predicaciones... un caso curioso: ¿Qué pinta San Cipriano de Cartago como Patrón del pueblo de Isaba, metido en pleno pirineo navarro entre Francia y Huesca?: Al parecer una comunidad tal vez deudora de San Agustín, con nombre del Obispo cartaginés, emigró desde el norte de África cuando el Islam llegó, se asentaron en los alrededores de Denia, y desde allí, otra vez los moros los "emigraron" (a todos o alguno al menos) hasta Isaba, llevando a su Patrón y "avecindándolo" allí.
- Pero también se dieron abusos en esta especie de "libertad de canonización", pues con los siglos, los intereses "non sanctos", etc. se fabulaban, fabuloseaban o falseaban datos, milagros etc, al estilo de (más o menos) ¿que el Santo Patrón del pueblo de al lado hizo un milagro que.... ¡ Pues se van a enterar!, que la Santa Patrona de mi pueblo ... ¡y no veas qué milagro!, que ¡vaya usté a saber!.
- La Iglesia debía cortar los abusos, por eso fue conveniente perfilar unos criterios para la canonización, a partir de aproximadamente el Siglo X,
- Pero como la Iglesia Romana no había canonizado a los venerados santos de las otras Iglesias, tampoco podía "descanonizarlos".
- Por eso, el "revolcón" al santoral quedó reducido a decir que de tales o cuales santos no hay constancia documental, o a bajarlos de categoría en la veneración más o menos local, regional o universal, y cosillas de este tipo.
- La tosquedad de criterio de tantos "eminentes postconciliaristas", y la "flexible" dejación con que consintieron otros, hizo que aquellos saquearan muchas venerandas tradiciones, y metieron en el mismo saco y día a San Joaquín y Santa Ana, o en el día de San Miguel, acumularon a San Gabriel y San Rafael, y otras barrabasadas. Eran los tiempos en que en España las sucesivas Conferencias Episcopales consintieron (y en Roma aprobaron) el texto de una Biblia de la cual se extraía el texto para los oficios del Viernes Santo del Evangelio de San Juan, en el cual, cuando Pilato presenta al pueblo a Cristo flagelado y coronado de espinas, en esos años del postconcilio hasta la nueva traducción de la Biblia de la Conferencia Episcopal, se estuvo leyendo no el "Ecce homo", "He aquí al hombre", sino el vulgar y tosco !Ahí lo tenéis", que borró de un plumazo toda la teología y devoción secular al "Ecce homo".
Con aquellos pastores que consentían estas miserables traducciones de la Sagrada Escritura, ¿qué se podía esperar que hicieran con los santos los sayones de las tradiciones?.
Que ¿qué se podía esperar?, pues que en muchas publicaciones y predicaciones, se dijera que habían sido descanonizados muchos santos.
En fin, el Depósito de la Fe, está bien custodiado a pesar de que las pobres miserias humanas de quienes deben custodiarlo, parece que se descuidan.
Oremos por ellos, y doy gracias porque no me toca a mí ser uno de esos custodios responsables.
cosas. De este modo "no hay más que un Dios Padre y un solo Señor
Jesucristo", "único y mismo Espíritu" en virtud de la sobreabundante indivisibilidad de la divina unidad. Allí todo se contiene en síntesis dentro de la
unificación que existe de antemano supra sustancialmente.
- Pseudo Dionisio -
Hasta que un buen día, alguien me invitó a una reunión de la Renovación Carismática, y allí el sacerdote comentó que todos deberíamos añadirnos la coletilla "de Dios" al nombre con que fuimos bautizados, con el argumento lógico de que tenemos la dignidad de ser y llamarnos hijos de Dios. Lo que explica que ahora mi nombre me parezca tan, tan perfecto que a mi ahora lo que me gusta pensar, Haddock, es que a ver si no sería cosa de un ángel que se lo chivó a mis padres...
Civilmente solo se llaman con el de Pila pero para la Iglesia no. La de pegas que me pusieron los curas! Qué como iban a registrar así a los crios y ademas con nombre diferente del civil.Pero me da igual.
Lo elegí asi no solo porque quería que tuvieran un santo patrono, sino porque quería que en su Bautismo, quedara reflejado un nombre y pertenencia para la Eternidad. Que este ser del corazon de Maria y a través del Él, del de Cristo para siempre fuera ser su "verdadero ser" en el cielo.
Casi como tener por el buatismo un nombre escondido que se aguarda como secreto.
No sé. No solo es que tenga un santo patron, es que el Bautismo es el veradero nacimiento. Por eso los cristianos se cambiaban de nombre al bautizarse. Como tener uno en la Tierra y otro oculto en Dios.
Además del santo de mi nombre también celebro la Santa de mi cumpleaños, el santo de mi patron de profesión y el del día de mi Confirmación. Estoy contento con todos; sin desmerecer a otros santos.
Vale.
El Padre Lenín, que mal me sonaba cuando lo oía nombrar.
Tuve poco por no decir nulo contacto con él porque apenas se acercaba a oficiar la misa y prefería enviar alguien para la celebración de la palabra, recuerdo unas pobres mujeres, que yo llamaba las diaconisas que nos acostumbraba a enviar para nuestra mortificación.
Afortunadamente todo cambió para bien hace dos años y desde entonces tenemos sacerdote que procura venir a la misa dominical todas las semanas, monaguillos vestidos de monaguillos, incienso y misa, si se me permite la expresión “como Dios manda”.
El padre Lenín se fue y no lo echamos en falta…pero vaya nombrecito para un cura!!
En mi familia ocurre lo contrario de lo que otros mencionan. Se procura elegir nombres que nadie más en la familia tenga. Ignoro el por qué.
Eso me parece una aptitud derrotista y de tiquismiquis.
No se les puede proponer nada. Lo suyo es raptarlas, sin más, que es lo que ha hecho siempre la gente de bien. Cualquier excusa suele ser buena: le invito a ver mi colección de mariposas funciona muy bien.
Y todo resabio, duda o resistencia decae en cuanto se enteran que el camino les lleva a un jet privado. Como comprenderá, aquí, en la isla, es eso o el yate, pero éste hace la espera muy larga y, por lo tanto, es fácil que pase el efecto del hechizo antes de llegar al puerto de marras: Tánger, donde te casa el arzobispo por el rito musulmán. Lo que implica recibir, para cumplir con éste cabalmente, alguna sunamita del harén adosado al palacio. Así que el barco, a aquel inconveniente añade este otro: el conocido dos (mujeres) por una (novia).
Es que esto es mi día a día. Hoy me he leído de una tacada toda la Patrología Greco-Latina de Migne pero el muy cobarde no aborda tan delicado tema. Y el Aquinate en su secunda secundae tampoco Eso es fascismo.
En cuanto a África, no le haga caso.Es una pobre mujer ignorante que no ha leído un libro en su vida y me consta que en su casa para leer sólo tiene un número de Atalaya de los testigos de Jehova y un cuadernillo del Reader's Digest de los años 70.
¡Trinidad supraesencial.
más que divina y más que buena!
Maestra de la sabiduría divina de los cristianos,
guíanos más allá del no saber y de la luz,
hasta la cima más alta de las Escrituras místicas.
Allí los misterios de la Palabra de Dios
son simples, absolutos, inmutables
en las tinieblas más que luminosas
del silencio que muestra los secretos.
En medio de las más negras tinieblas,
fulgurantes de luz ellos desbordan.
Absolutamente intangibles e invisibles,
los misterios de hermosísimos fulgores
inundan nuestras mentes deslumbradas.
- Pseudo Dionisio -
Teología Mística
No se ponga así, doña África: soy hijo de un rapto. ¿Cómo quiere que no lo encarezca siempre que puedo y que lo vea como el súmum del acierto en relaciones prematrimoniales? Si lo maneja, claro está, un casto varón, como lo fue mi padre, que en la gloria esté. Y como no dudo que lo es nuestro capitán.
Lo siento, Scintilla, no sabía que su mamá se llamaba Sabina, que es el único rapto cantado, como la ocasión lo requiere, por la literatura latina. Y luego por el otrora famoso barítono, y hoy olvidado, Howard Keel, ya sabes el de "Sabine, sabine women".
- Santo Tomás -
Suma teológica
Para las feministas y lgtbistas suspicaces: violencia es lo que ustedes ejercen de pensamiento, palabra, obra y omisión contra la voluntad de Dios.
"Ama sengeangandik zu jaio ziñan/Mirariz beterik Doneiban"
(Naciste de madre estéril/ lleno de milagros, San Juan).
Pero la canción no dice, porque la Iglesia tampoco lo dice, que naciera sin pecado original. Los antiguos nunca iban más allá de la Iglesia y la Iglesia solo ha dicho que es la Virgen quién tuvo ese privilegio único.
"Ez dau inon gizonik/San Juan dan baitzen/ Santu goitar ta aundirik arkitzen./Bera da jaunen Seme zuzena/ Jordanen bataiau ebana.
Entzun gizonak, entzun erriak/ San Juanen doe miragarriak/ Gora gizonak, abestu erriak/ bere doitasun goragarriak.
Amagan ziñala, Jaunak eutsun deitu/ordutik ziñuzan maitatu/ Ume au andia izan dedin beti/ Goikoak daroa eskutik/ Ama sengeangandik zu jaio ziñan/Mirariz beterik Doneiban.
Entzun gizonak, entzun erriak/ San Juanen doe miragarriak/ Gora gizonak, abestu erriak/bere doitasun goragarriak/ Goragarriak, goragarriak"
No hay en ningún lugar hombre mayor, ni es posible encontrar un santo más alto y alabado que San Juan./ Él fue quien bautizó al Hijo de Dios en el Jordán/
¡Oíd, hombres! ¡Oye, Pueblo! Las grandezas de San Juan.
¡Arriba, hombres! ¡Canta Pueblo! las maravillas de su santidad!
Cuando estaba en el seno de su madre/ oyó a Dios y desde aquel momento le amó/ Que este niño sea grande siempre/porque el Cielo lo lleva de la mano/Naciste de madre estéril/ como un milagro, San Juan.
¡Oíd, hombres! ¡Oye, Pueblo! Las grandezas de San Juan.
¡Arriba, hombres! ¡Canta Pueblo! las maravillas de su santidad!
Es difícil encontrar en un canto antiguo algo que no esté en los Evangelios.
Las palabras de Jesús sobre el Bautista diciendo que era el más grande hombre nacido de mujer se refieren a eso. a que fue elegido y que los muchos milagros que le rodean, desde su concepción, hasta la Visitación, etc...señalan esa característica. ¿Quién discute tal cosa? Más tarde o más temprano el bautismo alcanzó a todos.
¿Ahora nos vamos a poner a hacer un ranking de santos entre San José, por ejemplo, de cuya concepción e infancia nada se dice y San Juan Bautista que ya empezó fuerte?
Ya lo dice la canción: "Mirariz beterik, DoneIban" (o Done Iban), cosa que no se dice de San José que, a lo más, tuvo dos visiones.
Celebramos su nacimiento, eso es verdad, y puede que esté relacionado con lo que dices.
Eso es como la lucha entre Lisboa y Padua por San Antonio, San Antonio nació y fue bautizado en Lisboa y murió en Padua, pero, como no fue mártir, a ver quién arregla el pleito entre el bautismo y la muerte.
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