Pensamiento del día: no importa
♦♦♦♦♦♦
No importa que los malvados
pretendan ser como dioses:
sus días están contados
y vanas son sus traiciones.
♦♦♦♦♦♦
18 comentarios
Non praevalebunt.
PUBLICIDAD RELACIONADA
· Título: San Atanasio contra el mundo
· Autor: F. A. Forbes
· Páginas: 92
· Colección Santos, Nº 6
· Editorial Vita Brevis
· Resumen: San Atanasio vivió en tiempos turbulentos para la Iglesia. Arrio y sus seguidores negaban que Jesucristo fuera verdaderamente Dios, intentando hacer el cristianismo menos escandaloso a los ojos del mundo. A pesar de que el Concilio de Nicea condenó sus enseñanzas, los arrianos se extendieron por toda la Iglesia con ayuda de los emperadores romanos.
Para comprarlo: Puede adquirirse directamente a la editorial y también en diversos distribuidores a través de Internet, como Amazon.com, Amazon.es, lulu.com, iBooks (Apple), Barnes & Noble, Scribd, Kobo, 24 Symbols, Inktera, etc.
Si no, esta vida sería de lo más injusto.
Lo que rechina aquí, es la flechita en uno de los brazos de la Cruz.
Señalando el camino (con minúscula), la vanguardia, punta de lanza, la dirección hacia la que soplan los tiempos, o como quieran llamarlo.
Supongo que los que sean partidarios de volver a los orígenes pueden coger la misma Cruz y ponerle la flechita del otro lado.
Un saludo,
"Ese es el único consuelo que a veces nos queda. Que todos, tarde o temprano, pasaremos por el juicio"
Más que en el juicio (que también), yo pensaba en lo que sucede aquí en este mundo. Aunque parezca que el mal prevalece, el Rey de la historia sigue siendo Cristo y todos los intentos de sustraerse a su poder, de ser como dioses y decidir lo que está bien y lo que está mal, a la postre son vanos. Puede parecer que vencen durante un tiempo, pero las riendas las sigue llevando Dios, así que sus maquinaciones quedarán en nada y, al final, serán para la gloria de Dios.
Como dice el Salmista:
El que habita en el cielo sonríe,
el Señor se burla de ellos.
Luego les habla con ira,
los espanta con su cólera:
"yo mismo he establecido a mi Rey
en Sión, mi monte santo".
"Lo que rechina aquí, es la flechita en uno de los brazos de la Cruz".
Confieso que, a mí, los logotipos modernuelos para cosas de Iglesia me rechinan en general. Pero estoy de acuerdo en que este es especialmente irritante. La Cruz, en vez de ser el centro de todo (stat Crux dum volbitur orbis), es un mera señal de tráfico para señalar hacia el progreso. ¡Puaj!
Claro que el logotipo de marras tiene la ventaja de no ser publicidad engañosa, porque eso es exactamente lo que quieren: ir más allá de Cristo y de la revelación hacia un paraíso germánico-intraterreno en que todos serán felices haciendo las mayores inmoralidades con la conciencia tranquila y tutelados por el espíritu de la corrección política.
nos dejamos... nos convertimos...
Dios quiere que todos los hombres se salven...
San Francisco y Santa Jacinta Marto me inspiran y dan lecciones de fe y caridad.
¿Qué más da lo que pase en el Juicio Final si ahora mismo hay escándalo y pierden la fe por millones de personas?
"Sí importa, y mucho. El Juicio Final no resuelve nada..."
Creo que no has leído con atención. El epigrama no habla del juicio, sino de lo que sucede aquí en la tierra. Aunque parezca que los malvados se salen con la suya, Dios sabe lo que hace. La historia no está en manos de las maquinaciones malvadas de algunos, aunque crean que tienen la sartén por el mango, sino en manos de Dios. Por eso las traiciones de los malvados son vanas. Ese es el fundamento de nuestra esperanza.
Eso no quita gravedad a sus acciones ni a las consecuencias de las mismas, pero sí da la paz a los que las sufren y no pueden hacer humanamente nada contra ellas. Dios cuida de su Iglesia y podemos confiar en Él. In te Domine speravi, non confundar in aeternum.
Hoy, les puedo decir que se siente mucho pesar: En la diócesis de Málaga, Santander-Colombia, un sacerdote joven de "suicidó" ayer a las 6 p.m. Oremos por La Iglesia!
Peor me lo pones. Es la monserga de que para que yo me salve (bien), Dios permite que se condenen otros.
Lo siento, pero eso es puro maquiavelismo teológico, como diría Gandalf: hacer obligatorio el bien.
Un Dios muy curioso este que para salvarme mí, o a cuatro, determina que se pierdan millones.
Flaco consuelo.
Hasta donde puedo ver, eso no tiene sentido.
"Es la monserga de que para que yo me salve (bien), Dios permite que se condenen otros"
Ni tú ni yo sabemos quién se condena, así que carecería de sentido hablar de que para que yo me salve Dios permite que se condenen otros. Yo, desde luego, no he dicho nada de eso ni pretendo conocer las insondables maravillas que hace Dios para salvarme. Me basta con saber que entregó a su Hijo a la muerte por mí.
"eso es puro maquiavelismo teológico, como diría Gandalf: hacer obligatorio el bien"
De nuevo, yo, desde luego, no he dicho nada de eso, ni es una afirmación aceptable para un católico. El ser humano tiene libre arbitrio para elegir el mal, si quiere. Lo que es obligatorio, como sabemos por fe, es la victoria del bien. Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat. En ese sentido, lo que consigue el mal es volverse contra sí mismo y los suyos, como dijo, literalmente, Theoden. El mal que sufrimos involuntariamente, por gracia de Dios, puede servir para nuestro bien, porque todo sucede para el bien de los que aman a Dios. Y no hace falta recordar Quién dijo eso.
"Un Dios muy curioso este que para salvarme mí, o a cuatro, determina que se pierdan millones. Flaco consuelo"
Bueno, como esa afirmación es pura invención tuya, no entiendo su relevancia.
Que no sepamos exactamente quién se salva y quién se condena no quita un ápice de contundencia a lo que digo, en tanto afirmes el principio general.
El principio general es: Dios determina, mediante voluntad permisiva, que muchos se condenen CON LA FINALIDAD de que unos pocos (algunos) se salven. Es una aplicación puntual del principio de que Dios permite el mal PARA obtener bienes que de otra forma no se podrían obtener: Dios permite que apostaten millones y se pierdan millones psra que se salven cuatro.
Ya se que tú, por carácter y bondad natural no te aplicas en lo personal lo que crees como principio general. Bien, eso aligera tu conciencia.
De paso: tú NO sufres involuntariamente ningún mal por lo que hagan o dejen de hacer los alemanes, los que sufren y sufrirán ese mal son los que terminen en la apostasía y en infierno por el escándalo de los alemanes.
“los que se condenen por el escándalo de los alemanes es que no eran elegidos”.
Como dicen del escocés aquél: no tiene gaita, no tiene kilt, no gusta el güisqui, no habla gaélico, no es pelirrojo, no le da al bebercio en las fiestas y se le entiende cuando habla inglés... ergo es que NO ERA escocés.
“Todo sucede para bien de los que aman a Dios”.
Sí, pero san Pablo se refiere a las tribulaciones que padecen los que aman a Dios. Lee unos verdículos más.
¿Afirma acaso san Pablo que la CONDENA eterna de muchos sucede “para bien” de los elegidos? ¿El infierno de los que se pierden sucede también “para bien” de los que se salvan? ¿Seguro?
Si la gloria eterna implica sentir gozo al contemplar las penas de los condenados (como muchos afirman) me da la impresión que lo de las uríes de los mahonetanos no es tan perverso, ni mucho menos...
Estás razonando en círculos. Te inventas algo que no ha dicho nadie, luego te peleas con ello y después dices que eso demuestra que tú tenías razón y los demás no.
No entiendo por qué haces eso, la verdad.
Dejar un comentario