Pensamiento del día: viernes
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¿Cuándo fue la última vez
que pasó por tu cabeza
que los viernes deben ser
un día de penitencia?
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30 comentarios
1249 Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen.
1250 En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.
1251 Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
1252 La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia.
1253 La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad.
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La penitencia es cada día de nuestra vida, pero en los viernes del año, hagámoslo que sea especial, por los del Santo Vía Crucis, dedicar más tiempo a la oración y contemplación. Lectura y meditación de la Santa Biblia, especialmente el Nuevo Testamento. Viendo a Jesús como por nuestro bien y salvación quiso padecer por cada uno de nosotros. Pues quiere salvarnos.
Vencer los respetos humanos es una obra de caridad en el amor de Dios.
Poner más atención en los misterios del santo rosario, correr para terminar antes la oración, pues no nos ayuda en nada las vanas oraciones, atropelladas.
"¿Vale como penitencia sufrir el calor?"
Cualquier incomodidad
adquiere valor eterno
con tan solo pronunciar
un Gloria Patri sincero.
adquiere valor eterno
con tan solo pronunciar
un Gloria Patri sincero."
Sufrir los gobiernos de Pedro y Pablo en España y de Andrés en México son tienen valor estoico y penitente.
El 50% asegura que la penitencia de los viernes durante el año es tan solo una recomendación.
Otro 50$ está convencido que es una obligación.
Sírvase usted mismo.
Yo voy con mi cara de capullo, con mis pecados de siempre. A veces por indignidad ni le rezo al Señor, pero quiero que Él sepa que allí estoy, presente.
"El 50% asegura que la penitencia de los viernes durante el año es tan solo una recomendación. Otro 50$ está convencido que es una obligación."
En la ley de la Iglesia, el Código de Derecho Canónico, no podría estar más claro: "Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia ... se han fijado unos días penitenciales ... son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma ... Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne"
"Obligados", "fijado", "son días penitenciales" y "debe guardarse" significan, sin la más mínima duda, que es una obligación.
Una cosa distinta es el modo de realizar esa penitencia. La norma universal dice que lo normal es hacer por lo menos abstinencia, pero "la Conferencia Episcopal puede ... sustituirl[a] en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad". En España en particular, la Conferencia Episcopal ha hecho uso de esa posibilidad y permite que, fuera de la Cuaresma, en lugar de la abstinencia se hagan otras obras de penitencia, como limosnas, oraciones, etc. Sigue siendo obligatorio hacer penitencia, porque lo manda la ley universal de la Iglesia, pero no es necesario que tome la forma de abstinencia y puede tomar otras formas.
El resultado, sin embargo, es que la inmensa mayoría de los cristianos ni hacen abstinencia ni ninguna otra forma de penitencia. De hecho, consideran que el viernes, lejos de ser un día penitencial, es el día en que empieza la diversión del fin de semana. Lo penitencial ha pasado a ser el lunes (adecuadamente desprovisto del significado religioso, claro).
Sí, lo reviso, aunque a veces recibo tantos correos que no puedo contestarlos todos. Sigue siendo la misma dirección de correo electrónico.
Un saludo.
De acuerdo Bruno, te escribiré, espero puedas responderme más tarde u otro día cercano. Te lo agradecería mucho
Saludos
Ni en mi casa, ni en ninguna otra casa católica de los alrededores ha existido esa tradición. No sé si en otras zonas eso se ha vivido, pero desde luego lo de no comer carne los viernes que no fueran Cuaresma yo no lo había oído nunca.
Buena observación. Si Dios quiere, le dedicaré un post la semana que viene a explicarlo, porque es una historia muy interesante.
Un cordial saludo.
Lo que me hace gracia es que siempre nos equivocamos, olvidamos por el lado muelle, nunca por el lado duro. Nadie desconoce las reformas del código que hacen más suave lo que exigen (que tengamos memoria viva de la Pasión de nuestro SEñor), sino las que hablaban de nuestra dureza como pueblo (aquel que, al principio, pasaba la cuaresma entera en ayuno, sin ganas de comer pensando en los sufrimientos del Señor, en los pecados que cometemos y con los que seguimos lastimándole...)
Hoy día come carne hasta mi gato. Y ni el pescado ni la carne, sea domingo, lunes o martes me da el qué comerlo o dejarlo.
El verdadero sacrificio, de abstinencia o de no abstinencia para el cristiano de hoy día consiste en tener presente, sin fallar, que Dios; un único Dios existe, ha existido y existirá; y que a Él se le debe de dar el único y verdadero culto de deidad.
Dicho sea que mi verdadero sacrificio consiste en tener fe, más y mejor, en lo que Dios me dice a mi personalmente; que lo que el mundo, según él, me dice a mi.
¿Y qué me dice Dios a mi, personalmente? Pues que os convirtáis como yo me he convertido para que no os veáis sorprendidos por lo que os viene encima.
No es que yo sea especialmente penitente pero al menos la abstinencia...
Como curiosidad, decir que en Reino Unido la abstinencia de los viernes es algo que distingue a los católicos. Los Obispos de allí han dispuesto que sea obligatorio sin poderse cambiar por otra cosa.
Dispensan si es tu cumpleaños o tienes una boda, etc. o te invitan a comer...además de las consabidas solemnidades.
Siempre sale el que dice: "para comer marisco, mejor pollo..."
Evidentemente el sentido penitencial no es irse de mariscada los viernes, pero si te dan a elegir... "Obedecer, vale más que sacrificar".
Paz y bien
Ni en las parroquias, ni en los Colegios de monjas, ni en un noviciado de monjas... Ni en Institutos Catequísticos... Nunca lo supe. Así que, no lo enseñé como era debido!
¡Gracias, por enseñárnoslo hoy!
Gracias a Dios, la familia cristiana, del siglo pasado, tenía sus costumbres cristianas bien arraigadas... ¡Nunca supe que era un mandato de nuestra Iglesia!
Siento pesar de no haberlo sabido para enseñarlo. Creía que era la Virtud de la Templanza y del Dominio propio, así como la caridad con el prójimo, las que estaban en juego.
¡Cómo La Iglesia no tuvo la responsabilidad de habérnoslo enseñado, como nos enseñó los Primeros Viernes de mes en honor al Sagrado Corazón?... ¡Qué falla! Gracias, Bruno!
Raquel D. catequista: He tenido la experiencia contraria. De pequeño me enseñaron que los mandamientos de la Ley de Dios, esto es, los diez mandamientos, se complementaban con los mandamientos de la Santa Madre Iglesia. Escribo estos tal cual los recuerdo:
1. Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar
2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte o si se ha de comulgar
3. Comulgar por Pascua de Resurrección
4. Abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia
5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
¿Cuántos católicos los conocen?
Es una pena que el ayuno y abstinencia hayan quedado como algo testimonial.
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