Oración por mi obispo
La Iglesia siempre ha considerado conveniente que los fieles recen por su obispo. Por eso, cada vez que vamos a Misa, pedimos “por nuestro obispo N.”. Hoy, sin embargo, debido a la grave crisis que sufre la Iglesia, es aún más importante que recemos constantemente por nuestros obispos, a tiempo y a destiempo, así que se me ha ocurrido componer una oración para rezar por mi obispo y traerla al blog, por si a alguien le resulta útil para rezar por el suyo.
Teniendo en cuenta la situación actual, probablemente haya lectores a los que no les guste su obispo. Razón de más para rezar por él. Es una obligación impuesta por el cuarto mandamiento y, además, no cabe duda de que redundará en nuestro propio beneficio, porque las primeras interesadas en tener un buen pastor son las ovejas.
Los obispos tienen una grandísima responsabilidad y, en el Juicio, se les pedirá cuentas de cada fiel que perdió la fe, cada pagano al que no se le anunció el Evangelio y cada vez que se enseñaron herejías en sus parroquias en vez de la fe que da la vida eterna. Sin embargo, a nosotros también se nos preguntará por qué, conociendo su debilidad, no los sostuvimos con nuestra oración, como era nuestro deber.
Oración por mi obispo
Señor, Padre Santo,
fuente de toda gracia,
te pido por el obispo
que tu providencia
ha elegido para mí.
Haz que nuestra Señora,
Reina de los Apóstoles,
lo proteja de las herejías
y lo lleve siempre de su mano
por caminos de humildad.
Envía sobre él tu Espíritu
para que enjugue sus lágrimas,
ilumine sus oscuridades,
fortalezca su debilidad,
lo colme de amor a la Iglesia y a la fe
y haga que no le falten nunca
la oración de sus fieles
y la obediencia
de sus sacerdotes.
Concédele la fe de Abraham,
la sabiduría de Salomón,
y la firmeza martirial
de todos los apóstoles.
Dale también
la valentía de San Ambrosio,
el don de predicación
de San Juan Crisóstomo
y el celo por anunciar el Evangelio
de San Francisco Javier.
Por amor a tu pueblo, Señor,
transfórmalo con tu gracia
a imagen de Jesucristo,
para que encontremos en él
un claro reflejo del Buen Pastor
que contigo vive y reina
por los siglos
de los siglos.
Amén.
19 comentarios
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Siempre conforme al Corazón de Jesús, que esté pendiente, de la Voluntad de Dios y siguiendo con toda valentía el testimonio de los Santos Apóstoles como los Santos ya mencionados y otros muchos...
En Misa se suele rezar por el obispo, pero también lo mismo, los fieles podemos pedir por nuestro párroco en la misma Misa. Y en nuestras oraciones personales. Porque los buenos sacerdotes, nos traen a Jesús, nos alimentamos del Cuerpo y de la Preciosa Sangre de Jesús nuestro Señor. Nos ayudan en la confesión sacramental, y consejos espirituales, recemos siempre, siempre por ellos.
Yo todos los días rezo por mi párroco, que es muy bueno pero nadie estamos libres de torcer el camino y toda ayuda es poca.
Pero la que más me ha gustado es la de pedir por nuestros propios pecados. Creo que más que nunca, miramos mucho los pecados de los demás, pero los nuestros ni los olemos.
Todos los días rezo esta oración (no se de quien es) a la Virgen:
Madre y Señora, tu eres luz que disipas la sombra del engaño, tu eres la dulzura que deleita al corazón y eres la poderosa Madre en quien espero y confio.
Alúmbrame, compadecete de mi y no permitas que sea presa del demonio y haz que pues te portas como mi madre, yo me porte como tu hija. Amen.
"no estaría de mas pedir que Dios le conceda al obispo la firmeza de San Pelayo y de San Carlos Luanga..."
Pues sí, sin duda. Desde luego, nos habríamos ahorrado un montón de problemas.
Claro que también están muy necesitados de la ortodoxia de San Atanasio, la sabiduría de Santo Tomás, el celo reformador de San Carlos Borromeo, la habilidad como confesor de San Juan María, el sentido común de Santa Teresa, la sabiduría pastoral de San Francisco de Sales, el amor por la Dama Pobreza de San Francisco, la finura de San Juan Enrique Newman, el amor a nuestra Señora de San Luis María, las horas ante el Sagrario de San Manuel González...
Que cada uno añada sus santos favoritos o lo que crea que su obispo va a necesitar especialmente. Por pedir que no quede, como dice Argia.
Me parece una costumbre estupenda rezar habitualmente por el párroco. Vale para ello la misma oración. O cualquier otra. Lo importante es rezar.
"Bruno, yo te pido que no sólo la reces por tu obispo, sino por la multitud de obispos y sacerdotes..."
Estoy de acuerdo. Todos los obispos necesitan nuestras oraciones en estos tiempos tan difíciles y de tanta confusión.
Dicho eso, nuestra obligación particular es rezar cada uno por su obispo, que es el que Dios le ha dado.
"Reza por los obispos alemanes y por el presidente de su conferencia, que ya muestra sus peludas patitas y sus caninos"
Sí, rezar por los pecadores es especialmente grato a los ojos de Dios, creo yo. Y siempre me recuerda a Santa Teresa de Lisieux.
El primero, el Obispo de Roma.
Y luego mi diócesis de origen y actual.
Por cierto, gracias por hacer tan ligero el blog no filtrando los comentarios y respondiendo cuando ha lugar.
Se hace agradable comentar al saber que, al menos, alguien lo lee.
Las personas que tienen auténtica fe son anónimas, los caritativos también (porque la Caridad no está en las ONGs). Siempre ha sido así y, además, el mismo Jesucristo lo aconseja en el Evangelio y hay que pensar que, sin conocerlas, estas personas necesariamente existen. Claro está que un racionalista pedirá pruebas, siempre lo hacen, y no podremos decir más que un poco convincente "haberlas, haylas". Quedan fuera de control y de estadísticas y solo están en la Mente de Dios para el que nada hay oculto.
Muchas gracias.
Por fa.
Una oración para el más cercano y el menos conocido de los Espíritus ; aquel que haga frio o calor, en gracia o en pecado nos acompaña durante toda nuestra vida: El Ángel de l Guarda
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