Las amazonas derrotadas
Ya saben por experiencia los lectores de este blog que muchas veces los comentarios son más interesantes que los artículos del autor. Para confirmar esta regla, en el último hubo un par de comentarios que creo que merecen su propio artículo, porque plantean temas profundos de manera incisiva y, a la vez, divertida.
Se trata del breve y clarividente comentario de un diácono, que juzga los intentos sinodales de introducir el diaconado femenino desde su propia experiencia de cómo (no) suele valorarse el diaconado en la Iglesia, y de la larga respuesta de otro lector (Scintilla), que, con gracia y despiadada contundencia, explica lo que sospecha que hay detrás de todo ello.
Parece que al final el Papa ha decidido que no se continúe con lo del diaconado femenino, para concentrase en la innovación de la abolición del celibato, con una de cal y otra de arena, como ya es habitual. Aun así, verán que los comentarios sobre la fallida operación diaconado amazónico femenino merecen la pena.
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DIÁCONO:
Y es curiosísimo que se quiera promover el diaconado femenino cuando los diáconos permanentes varones, pregunta a cualquiera, somos solemnemente ignorados y despreciados por muchos presbíteros y obispos (en España al menos). ¿No será una simple excusa para mover el avispero? ¿Les importa realmente a sus promotores que haya mujeres diaconisas?
Yo, en lo poco que puede abarcar un simple e ignorado diácono, no callo, ni pienso callar. Es vergonzoso. Y, ya sabes lo que me dicen: eres un carca, poco misericordioso, radical, etc… Paso. Y rezo.
SCINTILLA:
No lo ocultan quienes lo proponen: las voces que exigen, con la excusa del sínodo para la Amazonía, diaconado femenino, lo tienen por paso previo al sacerdocio femenino. Una forma de intentar que duela menos a quienes se oponen. La vaselina, vamos, para el cursus honorum femenino en la Iglesia, como si no nos bastaran las desgracias que nos trae el masculino.
Eso no significa que no tengamos diaconisas (que, en griego, significa servidoras), no se equivoque nadie. Son las Rafaelas de este mundo: las que le distraen la casulla al cura para darle un pespunte; las que cuidan de que la casa de Dios reluzca; las que llevan a un moribundo la comunión cuando no queda nadie guardando el fuerte; las que abren la capillita de su casa al vecindario; las que, en fin, sirven a la Iglesia y nos enseñan a los demás a servir cuando las descubrimos (son silenciosas como ninjas). Se las suele reconocer por su contagioso amor a la Virgen. Algunas son vírgenes consagradas; otras son viudas; y otras, la alegría de su esposo y su familia. Pero a estas diaconisas, curtidas en el oficio de servir, no se les ha escuchado decir nada al respecto (y eso que en estos tiempos se manejan fino por internet) y me da la impresión de que, además, les importa una higa cómo las llamen.
Entonces, ¿diakonía femenina, para qué y para quién? Se sorprendía el otro día un diácono permanente de la ocurrencia: ¡pero si en ninguna diócesis saben qué hacer con nosotros! Es que no se trata de lo que puedan hacer esas nuevas diaconisas, sino de lo que ya hacen. No las que acabamos de mencionar, sino esas otras mujeres —estas sí, muy visibles— que mangonean en tantas iglesias y en la Iglesia hoy. Me refiero a las que dirigen el Taizé o grupos de oración a los que no va nadie, reparten formas con independencia de la gente que haya, leen en misa, aunque no lo hagan bien, van a Lourdes a pesar de “no creer en esas cosas”, se encargan de la catequesis —que es como llaman a ciertas manualidades extraescolares— o de cáritas —“mi tienda”—, y hasta deciden quién ha de ser bienvenido en la parroquia o no —cura incluido. Estas supermujeres, las pobres, después del aleluya se quedan con las ganas de leer el evangelio y soltar el sermón. ¿Por qué yo no, si hago y sé más que el cura y soy más popular? A alguna no le faltan estudios teológicos. Incluso da clases de teología o charlas en no sé qué facultad. Y está por supuesto convencida, con la Forcades, que es su ídolo —literalmente— de que la Iglesia lleva 2000 años escamoteando el papel de la mujer. Cosa que cierto obispo, en aquella sobremesa en petit comité, le confirmó diciéndole que él apoyaría su ordenación. Viéndose a sí mismo —le confesó en un arrebato de sinceridad—, ella podría ser incluso obispa. “Cardenala quizá, ¿por qué no?, que no es necesario ser obispa. Tú, como Newman”. Y chupito de orujo al coleto.
Esta es la diakonía que se quiere implantar, que despunta en el horizonte como cargo honorífico, título nobiliario, privilegio. Un trofeo que colgar en la pared del cazador (de las Amazonas, en este caso). Con lo que su aprobación tendría toda la pinta de servir de pago a los servicios prestados por esas mujeres que, de un modo u otro, han contribuido a extender el paradigma eclesial que promueven los padres sinodales, ya que no está claro que ellas, a su edad, en su mayoría avanzada, puedan ver cumplidos sus sueños sacerdotales.
Llevamos décadas asistiendo a la depreciación y ocultación de los diáconos permanentes. Índice del generalizado desprecio por el servicio del altar (“a lo q’haiga, señores”, parece ser la consigna, salvo en días de fiesta o cuando se hace en la catedral, días y lugares para los que parece reservado el cuidado litúrgico, como si Dios y sus fieles no lo merecieran siempre y en la medida de lo posible). Cuando los hay, no distinguimos por su vestido —todos de calle— a un acólito de un diácono ni a éstos del paisano ministro extraordinario de la comunión. Ay, cuánto daño ha hecho el abuso de este ministerio excepcional que se impone como normal. ¿Cuántos curas animan a sus fieles escogidos a instruirse para el lectorado, el canto y el acolitado, para que el altar sea servido con la dignidad y esmero posibles? ¿Cuántos seminarios se esfuerzan por acoger esas vocaciones menores? Y no han faltado diáconos, es cierto, que han contribuido a esa ruina haciendo de dobles del cura (hasta excesos, a veces, fuera de lugar y de derecho), de correveidiles o de su contacto con el exterior de la burbuja eclesial, tan mimaditos y flojos como nos los mandan ya de los seminarios.
La estrategia para terminar de generalizar la mala moneda (la que se intenta poner en circulación en lugar de la buena que ya se atesora) es vieja como el mundo: usar a Eva de caballo de Troya al que abran las puertas nuestros Adánicos obispos y sacerdotes. Que en estos tiempos tiene una ventaja añadida respecto a la misma estrategia en la edad de la inocencia: en una Iglesia permeada de religión mundana, dispuesta a secundar el orden y las prioridades que propone el mundo, oponerse no está en manos de un libre albedrío como aquel inicial, ciertamente fuerte, sino que exige una fortaleza especialmente favorecida por Dios, pues el primer obstáculo que habrá que superar será el del decreto de su ilicitud. ¡Machista!: “Tú lo que quieres es tener a las mujeres con la pata quebrada atadas a la cama”. ¡Fundamentalista! “¿Qué tonterías son esas de que el premio eterno está en el servicio silencioso, qué locura es esa que me quieres vender del sufrimiento y la cruz? Esa no es mi religión.”
P.S. Al parecer, en una ingeniosa cambiada, el sínodo se ha inclinado por dejarse de femeniles rodeos e ir directamente a por sacerdocio. Ordenar casados. Hay quien pone el grito en el cielo pensando que el cambio nos va a traer pastores protestantes. Ya quisiéramos. ¿O no ven que es la puerta de atrás para la ordenación de nuestros ministros extraordinarios de la comunión, que son algo así como nuestras Amazonas pero con faldas (que ellas llevan los pantalones)?
45 comentarios
Yo estuve unos días indignada con la iniciativa overcoming silence, de estas tipejas.
Y una de las cosas que les dije es que quién se creen ellas para hablar en nombre de las católicas. Dicen que la Iglesia silencia a la mitad de sus componentes. Pero de donde se arrogan el derecho a hablar en mi nombre.
Como dice el post, a ninguna mujer que no sea de esa rancia línea han dejado hablar en el Sínodo, pero eso a ellas les da igual. De hecho, les parece bien.
Los grupos católicos conservadores han hecho bastante jaleo en los últimos días debido a los ritos aparentemente paganos que tuvieron lugar en los jardines vaticanos y en presencia del Santo Padre poco antes de la apertura del sínodo de la Amazonía. Y además, de la permanente presencia en el aula sinodal y en otras ceremonias —como un vía crucis el último viernes o las celebraciones diarias en la iglesia de Santa María in Traspontina— de una talla representando a una mujer embarazada.metros de la tumba del Príncipe de los Apóstoles, se ha dado culto nuevamente a los dioses paganos, es decir, a los mismos demonios....
(Artículo en el blog The Wanderer)
No tiene sentido poner entero en los comentarios un texto largo que se puede consultar por Internet, así que he puesto el enlace al artículo que usted citaba, para que los lectores puedan consultarlo si quieren.
Un saludo.
Venga, atrévete a decirlo, dilo, dilo...
ÓRDENES MENORES
La razón conduce siempre al mismo sitio, al sitio de los Padres, de los santos, de los Doctores, que NO es el sitio de las de-formas postV-2.
Yo, como aficionado y melómano siento un orgullo terrible cuando le digo a un ateo o agnóstico admirador de Listz que ese genio tenía las ÓRDENES MENORES.
Listz y sus órdenes menores evangelizan más que los últimos doce o trece sínodos. ¿Era la via pulchritudinis o era que ya se nos ha olvidado?
una buena cohorte de amazonas como la del dibujo mandaría yo al Vaticano para desratizarlo de sodomitas
E o passo anterior a este começou com os tais MINISTROS E MINISTRAS DA EUCARISTIA.
¿Vamos a mantener a la esposa y a la prole mientras estudian para convertirse en sacerdotes?
¿O solo se ordenan a los que no tengan hijos?
¿O de plano mejor que no estudien nada?
¿Alguien ha definido lo que son "hombres probados"?
¿Solo en el Amazonas?
Si el plan también es para México, pagan buenos sueldos, mantienen a toda la familia, jubilan conforme a ley, no hay exámenes en el seminario, becan a los hijos para estudiar en las escuelas católicas y alguna otra cosilla..... ¡Me apunto!
No. No quieren recoger héroes. Quieren crear, en su pisto mental, heroínas porque ellas lo valen.
Acabo de visitar el Santisimo (una congregación de bellisimo nombre, Consoladores de Getsemani, que exponen el Santisimo 7 días a la semana;. pero ya moribunda), despues de 8 anos el cura polaco se despidio de nosotros hace dos semanas, se volvia a Polonia a retomar el doctorado nos dijo. Ahora me entero que no se fue a Polonia, sino con la lectora de marras. No lo entiendo, estas enredada con el cura y tienes los ovarios de seguir de lectora. Por que no quitaran de una vez para siempre la invasion de laicos en el presbiterio durante la misa, y especialmente mujeres. Esta hubiera sido una propuesta como Dios manda en el pachamamo sinodal este.
A mí lo que me apenaría es haber dado la impresión de que las diaconisas no ejercen ninguna función docente frente a la hinchazón intelectual de las amazonas. Pero he dado por supuesto que a la mayoría ha sido una mujer (madre, abuela, catequista) quien nos ha enseñado a empezar a tratar con Dios. PApel que ha sido cada vez más importante conforme la sociedad se ha descristianizado. Sobre su actividad se apoya lo que queda de Iglesia. De hecho llegaba a decir que son y han sido el alma de la Iglesia en unos tiempos en los que ésta ha dejado de respetarse, de respetar su constitución, su norma. Algo que ni de lejos puede decirse de las amazonas, que precisamente buscan abiertamente cambiar -desde un ego infinito- el edificio normativo como si les perteneciera esa decisión por no sé sabe qué agravios.
Es decir. Todo este rollo de "cambiar" (la expresión más correcta sería "pervertir", pero bueno...) el catolicismo, mundanizándolo, con curas casados, sacerdotisas, admitiendo las relaciones prematrimoniales, el divorcio, los gaymonios; y la pacha mama etc... ¿busca "de buena fe" acercar a la gente alejada a la Iglesia y por ende a Dios? o ¿es una especie de "aquelarre satánico" desde dentro con el fin de destruir la Iglesia Católica?.
Sí, la expresión es fuerte y fea, pero no se me ocurre otra mejor. Porque o bien la jerarquía "progresista" de la Iglesia es tonta, y tontas serían todas las personas que piensan que copiando el modelo protestante (en franca decadencia) van a obtener un resultado diferente que dicha decadencia; o bien hay ciertos personajes infiltrados en la Iglesia, que ni tienen fe, ni nada de nada (por no decir que su fe es "de otra cosa"¿se me entiende?) que quieren demolerla, aprovecharse de ella...no sé.
En cualquier caso, la cosa es para ponerse a llorar. ¿No?
Y el dìacono en parroquias donde van cuatro señoras mayores no tiene sentido, haviendo ya un presbìtero.
Pues nada sigan instaurando + ministerios laicales, el diaconado femenino y demàs.
¿ La expresión "Madre Tierra" es tolerable ? A mí me dá a casi blasfema. Ya el "hermana" de San Francisco debe ser interpretado, porque todos somos creaturas de Dios, pero verdaderos hijos somos por el Bautismo.
Y nuestra única Madre espiritual es María. No veo como salvar la frase.
Gracias
Eso es propio del catolicismo reformista romano, una religión vieja en trance de extinguirse. En cambio en la Iglesia ortodoxa, más antigua aún, no se siguen esas extravagancias.
(Perdón por contestar sin ser requerido):
"¿La expresión "Madre Tierra" es tolerable?"
Del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís:
"Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas."
Interpreto yo: es nuestra hermana como criatura de Dios, y es 'madre nuestra' porque en 'ella' habitamos y de ella nos nutrimos. Todo ello en sentido poético.
Añado: y desde entonces una primavera de gracias ha florecido en la Iglesia, ¿verdad?
Nada más que hay que mirar altededor.
El valor más profundo es el de la libre donación total, es decir del "corazón indiviso": "la con-sagración" total por amor a Cristo.
La mayor parte de los apóstoles eran con seguridad hombres casados, pero "dejándolo todo, lo siguieron".
La continencia como práctica y estado de vida, se convierte así en una dimensión espiritual y visible de la "entrega radical" por el Reino.
Y aunque hay que decir con absoluta claridad que el celibato sacerdotal no es de ningún modo, dogma de Fe, y su hipotética derogación no genera ninguna herejía, también es cierto que este es un tesoro invaluable de la Iglesia.
El celibato sacerdotal, ha llegado a ser "el ideal del estado sacerdotal", es decir que cualquier otra situación, es en cierto modo imperfección y primitivismo, es decir, retroceso, aún mediando causas que se invoquen como muy válidas.
Recemos a la Reina de los sacerdotes, para que se conserve este ideal en la Santa Iglesia de su Hijo!
Muy fuerte tu punto 1. Puedes encontrar sacerdotes católicos en la Iglesia católica romana, la de rito latino: Son sacerdotes que vinieron casados de Iglesias ortodoxas, que normal, pero no exclusivamente, suelen ingresar en iglesias católicas de rito oriental, e incluso protestantes que fueron Pastores casados en sus denominaciones, y que siguen casados como sacerdotes católicos.
Y aquí una nota aclaratoria: Dado que tras Lutero se perdió en las iglesias protestantes la sucesión apostólica, los pastores protestantes que "regresan" a Roma y son admitidos al sacerdocio católico, precisan de un discernimiento y ordenación previos, estén o no casados. Eso quiere decir que la Iglesia de Rito Latino, no ha negado nunca la posibilidad de ordenación de casados, lo cual no ha impedido, sino que incluso resalta la grandeza del Celibato sacerdotal como signo que configura con Cristo Célibe, quien entre sus Consejos Evangélicos dijo más o menos aquello de "unos nacen eunucos, otros son hechos eunucos por los hombres, y otros se hacen eunucos por el Reino de los cielos".
Para Raúl: si no me equivoco de memoria, bastará con poner en la barra de Google lo de "madre tierra" añadiendo Biblia o, mejor, Nácar-Colunga, porque creo que aparece una o dos veces en la palabra de Dios, en alguno de los sapienciales.
He escrito desde otro ordenador.
hay dados a desear
que se llegase a ordenar
sacerdotisa a una tía.
¡Válgame Dios, Madre mía!
¡qué manera de hacer lío!
“Coccopalmerios”, ¡Dios mío!
no sabrán donde acudir,
ya que tendrán que elegir
entre una tía y un tío.
Moraleja:
Para sanear la barca
de San Pedro, lo mejor
es que al “modernizador”
le lleve, raudo, la Parca.
Seré tildado de “carca”
o de algo mas reprobable
pero es harto comprobable
que cuando el hereje ardía
el clima se mantenía
fresquito y mas agradable.
Ruego me perdonen la vulgar rudeza de estas décimas, pero además del Ribera del Duero que llevo embarcado, estoy de cabreo gordo. "sostenuto", desde la violación del Valle de los Caídos y eso se deja sentir en todas mis acciones. Prometo que los próximos versos serán mas presentables.
Lo de lectoras, ministros de eucaristía, y otras yerbas, me resulta casi tan penitencial como los coros de gatos atropellados que se enseñorean en demasiadas parroquias; difícil romper el cerco . A confesar no se ponen, pero penitencias si que dictan, y no son suaves...
que cuando el hereje ardía
el clima se mantenía
fresquito y mas agradable.»
Eso, catolicismo sin complejos. Y no pido que arda, por lo menos que se lo excluya de la Iglesia, tanto en el papel como en la práctica. Esto han dejado de hacerlo ya León XIII y San Pío X, grandes héroes de los tradicionalistas preconciliares. (Yo no critico la Tradición, critico la falta de crítica a todo lo preconciliar, sencillamente por ser preconciliar, y la indiscriminada crítica a lo postconciliar, sencillamente por ser postconciliar).
En Lev. 18: "Uniones ilícitas y pecados contra la naturaleza" aparecen estas referencias:
25. Han manchado la tierra; yo castigaré sus maldades y la tierra vomitará a sus habitantes.
Y continúa con versículos en los que la tierra es manchada por acciones impuras que rechaza.
En todos los casos la Tierra, creación de Dios, es manchada por el pecado, pero no contra ella sino contra Dios.
Este concepto globalizador ahoga porque es inabarcable y, por lo tanto imposible. Yo no puedo hacer nada por toda la tierra y todos los hombres y ahora nos ponen el modelo amazónico que es aún más localizado en una región de la tierra que tiene sus límites muy determinados, por amplios que sean. La labor evangelizadora suponía el desarraigo del evangelizador para acceder a sus prójimos (próximos) como siempre se hizo y ahora pretenden traer los ídolos de la Amazonía al corazón de la Fe y, además, que, nosotros que siglos atrás abandonamos nuestros propios ídolos por la Verdad de Cristo, aceptemos la "sabiduría ancestral" de pueblos ignotos.
Para ese viaje no necesitamos alfombras, los celtas y los iberos también tenían ídolos. Nunca se me habría ocurrido que abandonarlos fuera una traición, pero por lo visto el Vaticano piensa que sí, así que espero que espero que no me aparezca en sueños el espíritu del Jaun de Alzate, que parece fue de los últimos paganos en mi tierra, reprochándome nada.
Yo no sé quién en su sano juicio hace eso.
La crítica a lo “postconciliar” se hace tomando como REFERENCIA lo “preconciliar”. Osea: comparando.
No se trata de una opinión, es una comparación.
Por eso yo me quedo asombrado siempre que veo que entre toda la basura postconciliar (Novusordo inclusive) haya algo tan grande, hermoso, útil y accesible y bueno para los laicos comp la Liturgia de las Horas.
Descubierta por mi yo la nueva y novedosa ciencia "Teología Arqueológica", mi menda, eximio Profeto, insisto en lo de Profeto por aquello del "por si acaso", Profeto de ella, fundo creo y establezco la realización de constantes y profundos estudios arqueológicos que restauren y recuperen las religiones etnográficas, ancestrales de Hispania.
Pues no deja de haber grandeza en lo que nos han transmitido los antiguos historiadores de los ritos hispanos: La "Devotio hispana", con la cual, se implicaban tanto estaban aquellos celtíberos con la Madre Tierra, Hispania, que la mantenían tan ecológicamente cubierta de árboles que una ardilla podía recorrer la península de árbol a árbol, sin tocar el suelo desde los Pirineos a Gibraltar, y a la que regaban generosamente con la propia sangre de sus rituales, entre los que destaca la citada "Devotio Hispana", por la cual, cuando en una batalla moría el Jefe de la tribu, los amigos que habían jurado morir defendiéndole, si sobrevivían, dolorosos y doloridos por no haber cumplido su voto, organizaban públicamente un ritual, en el que tras el sacrificio de frutos y frutas, animales, con hogueras, panderos, sones de cuerno de toro, cascabeles y toda una retahila de sones, voces, gritos y ayes, aquellos supervivientes, tras la francachela regada con vinos, cervezas, tal vez aguardientes o lo que hubiera más a mano, los druídas o chamanes, exhortaban a los amigos del Jefe a comenzar a matarse unos a otros por sentirse y ser todos culpables y culposos de no haber sabido defender a su Jefe:
¡Vivan los ritos ancestrales!
¡Viva el Pachamameo que parece cachondeo!.
1) Adelantarse a la música (cuando la hay). Si no hay música, adelantándose al grueso de las voces cantantes.
2) Atrasándose, como queriendo ser la guinda de cada estrofa cantada.
3) El chillido, el grito desafinado que desde luego, atrae la atención (y los aparatos de puntería si hubiera gente armada en el templo)..
También se valen de otras técnicas infames como ignorar la letra de lo que están cantando e inventársela sobre la marcha, en un idioma diferente al idioma en que está escrita la canción. Huir de las vocalizaciones, falsetear como si estuvieran imprimiendo moneda bantú y ¡yo que se mas espantos!
Si a eso se le añade que el sacerdote que dice misa en Las Carboneras es un octogenario gangoso que canta en monocorde, el Apocalipsis está servido, pues el conjunto suena como las flatulencias de Satán y Asmodeo.
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