Jesús no fue un hombre bueno
“¿Acaso leemos alguna vez que se encontrara con una viejecilla que subía una cuesta llevando una pesada carga y se ofreciera a llevársela? ¿Se tiró alguna vez al agua para salvar una vida? ¿Hemos oído decir, por lo menos, que repartiera dinero a los hambrientos? ¿Iba de un lado a otro consolando a los enfermos y animándolos? No, no hay ningún indicio de nada de eso. No se tiró al agua, caminó sobre el agua. Cuando la gente tenía hambre, no repartió dinero, repartió pan multiplicado misteriosamente. No consoló a los enfermos, los curó”.
Ronald Knox, El credo a cámara lenta
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Durante al menos un par de siglos fuera de la Iglesia y aún hoy “dentro” de ella entre los que han perdido la fe, ha estado de moda considerar a Jesús como un gran hombre, un hombre bueno, quizá un revolucionario al estilo del Che Guevara, un maestro moral como Confucio, o, para cubrir todas las posibilidades, un revolucionario moral. De forma más ramplona, a veces se le considera un filántropo o, simplemente, un progre avant la lettre. Si algo tienen en común estas ideas es su carácter completamente inverosímil. Hace falta mucha más fe para creer en ellas que para creer en la divinidad de Cristo.
Como señala Knox, es suficiente leer los Evangelios para darse cuenta de que la Persona descrita en ellos no es un hombre bueno en el sentido común de la palabra. No hace ninguna de las buenas obras que uno esperaría de un buen ser humano. Sus buenas obras son sobrenaturalmente buenas y carecen de sentido desde un punto de vista meramente natural. Un hombre bueno no pretende redimirnos ni hacer milagros, no nos concede generosamente dar la vida por él ni nos ofrece a cambio la vida eterna.
Como revolucionario, también sería un fracaso absoluto, porque, además de aconsejar pagar servilmente tributo al romano imperialista puñetero y desalmado (como decía aquella canción), lo único que tiene que decir cuando finalmente llega el enfrentamiento político es que su reino no es de este mundo y que quien a hierro mata, a hierro muere. No cabe duda de que el Che lo habría expulsado sin miramientos del Club de Revolucionarios Barbudos y Desgreñados.
Asimismo, ¿qué moralista humano diría cosas como “sin mí no podéis hacer nada” o haría depender el destino final del hombre de su comportamiento ante Él? Cualquier moralista normal rechazaría esas pretensiones en uno de sus colegas sin pensárselo un instante, aconsejando de paso que el colega en cuestión fuera recluido lo antes posible en una celda de paredes acolchadas. Por supuesto, si como revolucionario es malo y como moralista es peor, como revolucionario moral ya sería un completo desastre.
Lo cierto es que todas esas ideas secularizadas que mantienen una vaga admiración por Jesús tienen un mismo fundamento: la tentación de aceptar lo que a uno le gusta de la realidad y dejar a un lado lo demás. En lugar de tomarse en serio la realidad de los Evangelios, los reducen a un cajón de sastre de donde solo sacan lo que les parezca que puede adularles, aliviar sus angustias, justificar sus debilidades o confirmar sus prejuicios. Pretender que Cristo es uno más de los hombres buenos, revolucionarios idealistas, grandes moralistas o incluso meros profetas de la historia, es, en realidad, crear una imagen inventada de Jesús, un Jesús a la medida, que nada tiene que ver con lo que aparece en el Evangelio y transmite la Iglesia.
Es decir, curiosamente, son estas ideas sobre Jesús las que cumplen a la letra aquel terrible dictamen de Feuerbach: su dios no les creó a ellos, han sido ellos los que han creado a su dios. Y como su imaginación es escasa y más bien prosaica, ese dios ni siquiera es un dios, sino un mero hombre como ellos, hecho a su imagen y semejanza. El Jesús de Renán, de Pagola, de Schweitzer, de Kasper, de Nancy Pelosi o de Masiá es, a la postre, una copia borrosa de cada uno de ellos, ligeramente mejorada en lo que permita la imaginación del propio interesado y hábilmente diseñada de forma inconsciente para que nunca, nunca, nunca exija una verdadera conversión. Creer en esos Jesuses equivale a reafirmarse en lo que uno ya pensaba y, a la postre, es exactamente lo contrario de la fe.
En cambio, si uno se lo toma en serio, resulta inmediatamente obvio que el Evangelio pide, o exige más bien, apostar la vida entera a favor o en contra de su Personaje principal. Uno cae al suelo, vencido por Él, y lo adora como a su Dios y Señor o lo rechaza como a un loco peligroso y malvado. O el Evangelio es Palabra de Dios o un absurdo sin sentido. Adoración y fe o rechazo y enemistad. No hay término medio si uno quiere tomarse en serio la información que tiene ante sí. No podéis servir a dos señores.
46 comentarios
Saludos cordiales.
Es tan cierto lo que acota Néstor, que me ha tocado estar presente en un sermón donde el sacerdote, apenas terminado el Evangelio, espetó lo más fresco: "Miren, tengo que aclararles que esto que es leído no es lo que parece", para a continuación mandarse una novela de aquéllas, que era realmente "otro evangelio".
Dios nos libre de confundir el Oro con el oropel, la Imagen con su diabólica caricatura...
Como dice Pedro Fernandez Barbadillo "esa joven promesa del Partido Demócrata".
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¡Exacto! Por lo general, los ateos se explican la existencia y la persistencia secular de la religión con argumentos utilitaristas: fue útil en una época de ignorancia y "oscurantismo", ahora en cambio ya no se la necesita porque estamos "iluminados" por nuevos conocimientos y nuevos razonamientos.
Incluso hay muchos ateos todavía, que consideran útil a la religión a fin de inculcar virtudes morales a los pequeños: ellos no te pisan una iglesia pero mandan a catecismo a sus hijos. O se que la consideran útil cuando la persona aún no ha llegado a la adultez, y el mismo principio aplican a las civilizaciones: a esta civilización "adulta" ya no le hacen falta religiones.
Esta concepción utilitarista y atea de la religión tiene una consecuencia especialmente negativa, porque engañados por esa visión de beneficencia que atribuyen a la Iglesia, no son pocos quienes ingresan al sacerdocio con una intención meramente inmanente, o incluso con el propósito de expurgar lo trascendente de la Iglesia, a lo que consideran innecesaria "superstición".
Todo esto sucede cuando la Iglesia, por primera vez en la historia, debe predicar en un medio eminentemente ateo. Hay cosas que va a tener que cambiar y mejorar, porque se le han colado ateos hasta en la alta jerarquía.
Un saludo.
Y no vino a decirnos que fuésemos buenos (ya nos lo ha dicho mucha gente y no ha servido de mucho) ni murió para que lo fuésemos. Como dice el sacerdote ortodoxo Stephen Freeman "Jesucristo no vino para hacer buenos a los hombres malos sino para hacer vivos a los hombres muertos".
En el País Vasco hay sacerdotes que hablan de Dios Padre y Madre y llaman a Nuestra Señora "amatxo", es decir mamaíta.
Todo parece ir reconducido hacia un abajamiento de lo sagrado a nuestra propia condición y a la medida de nosotros mismos.
Profe:- Jesús historicamente existió. de eso no hay duda. Y fue un gran sabio que transmitió su mensaje a la humanidad. Lo demás no importa... si resucitó o no..¿qué más da?
-Alumno: ¿Cómo?. Yo no sigo a ningún gurú, si no resucitó no era Dios, Hombres sabios hay muchos.
-Profesor ¿Eso que importa? Lo importante es su mensaje...que era bueno.
-Alumno...¿Pero que dice?.
-Profesor: ¡A callar!
....Pues eso.
"Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí para predicar y enseñar en las ciudades judías.
Juan, que estaba en la cárcel, oyó hablar de las obras de Cristo, por lo que envió a sus discípulos a preguntarle: «¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les contestó: «Vayan y cuéntenle a Juan lo que ustedes están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y una Buena Nueva llega a los pobres. ¡Y dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo!»
Los milagros de Jesús demuestran quien es en realidad, de ahí que los modernistas tienen como dogma de fe que no los hubo ninguno y que en realidad hay que interpretar los textos de manera figurativa y no literaria, para poder afirmar que en realidad quiso decir no cuando los Evangelios dicen si. En particular es importante para ellos negar la resurrección de Jesús.
Hay muchos puntos de contacto entre los modernistas y los fariseos, ambas son interpretaciones espurias de una religión verdadera.
"Señor, Jesús no es un Personaje. Al encerrarle en la estrechez de tal concepto, usted lo reduce a poco más que un super héroe"
No sé lo que significará personaje en su país, pero en España significa simplemente, entre otras cosas, cada una de las personas que aparecen en un libro, en este caso los Evangelios. Nada que ver con superhéroes.
Y si además los pocos auténticos creyentes las van repitiendo, aunque sea para decir que van contra la verdad, se oye, se escribe, se propaga más lo contrario al evangelio que lo favorable y cierto.
¿Vamos a seguir los cristianos haciéndoles el juego a los impíos, o vamos a dedicarnos a lo nuestro, que es dar testimonio de la Verdad?
Centrémonos y vivamos en Cristo y dejemos que los muertos entierren a sus muertos.
-Maestro bueno, ¿qué puedo hacer para heredar la vida eterna? Le respondió Jesús: -¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino uno solo: Dios.
Magnífica manera de invitar al joven rico a reconocer que su bondad era consecuencia de su condición divina.
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Fco., me permitirás disentir amablemente de lo que dices: no es que haya meros puntos de contacto, ¡es que son lo mismo! En esencia, son lo mismo. "Sepulcros blanqueados" y "Raza de víboras" les calzan como anillo al dedo.
Y no deja de tener gracia que se esté organizando un congreso sobre los fariseos, en el lugar adonde los hay más por metro cuadrado...
En fin.
tienes razón, fariseos y modernistas son lo mismo: es clave negar la divinidad de Jesús y con ello, negar la Nueva Alianza entre Dios y el Nuevo Israel, la Iglesia católica.
Los fariseos y modernistas, al menos algunos de ellos, afirman que la profecía hecha por Jeremías de hacer una nueva Alianza tras haberse roto la primera por infidelidad de Antiguo Israel, era solo un "desahogo", que en realidad no se quebró o cuando mucho se rompió poquito, se remendó y que sigue vivita y coleando.
Descaradamente o en forma implícita afirman que lo que está relatado en los Evangelios, al presentar Jesús el el vino en la última cena como "Sangre de la Alianza Nueva y Eterna" pues....... no vale.
Cita de Jeremías capítulo 31 versículos 31 - 33
31 Ya llega el día, dice Yavé, en que yo pactaré con el pueblo de Israel (y con el de Judá) una nueva alianza.
32 No será como esa alianza que pacté con sus padres, cuando los tomé de la mano, sacándolos de Egipto. Pues ellos quebraron la alianza, siendo que yo era su Señor, palabra del Señor.
33 Esta es la alianza que yo pactaré con Israel en los días que están por llegar, dice Yavé: pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Sencillamente ES Dios.
Qué bien y cuanto agradezco esa intervenci´pon de LF
un gran maestro moral. Sería un lunático -en el mismo nivel del hombre que dice ser un
huevo escalfado— o si no sería el mismísimo demonio. Tenéis que escoger. O ese
hombre era, y es, el Hijo de Dios, o era un loco o algo mucho peor. Podéis hacerle
callar por necio, podéis escupirle y matarle como si fuese un demonio, o podéis caer a
sus pies y llamarlo Dios y Señor." (C. S. Lewis).
"...hay sacerdotes que hablan de Dios Padre y Madre ", y también "del Jesús histórico"... " que no resucitó"...
Me pasó en una comunidad atendida por padres Redentoristas en Colombia. Nos ofertaron unos libros, y luego de subrayar unas cuantas páginas con estos conceptos novedosos... se los dejé en la última banca de la iglesia, busqué al autor por internet e intercambiamos ideas. Había estudiado Teología en Sincelejo, una diócesis que dió esta clase de sacedotes en una época.
En la actualidad, todavía asisto a buscar Confesión, con sacerdotes canosos muy simpáticos; tenía el peso de no querer escuchar ni leer a Francisco, papa. Me dijo: "Ud.es inteligente; no puede aceptar ciertas cosas; pídale al Espíritu Santo"... y de verdad, me pacificó. Queda, prepararnos, no apartarnos del Evangelio ni de la Ley de Dios.
A mi ese argumento no me convenció de que Jesús careciera de bondad, sino de que realmente Jesus era mucho más que un hombre. Y que su bondad iba mucho más allá de lo que puede concebir un hombre.
Porque Jesús no sólo predicó el infierno; Jesús quiso sufriir en su carne el mismo infierno precisamente para que nadie acabase alli. Siendo de condición divina, entregó su vida y su dignidad en una cruz por librarnos de la consecuencia inevitable de nuestros pecados.
¿Eso es bondad? Humanamente la palabra bondad queda muy corta para lo que hizo Jesús. Y en cierto sentido tiene razón el inglés.
De todas formas, el problema no es el tal Luzarraga. El problema son los obispos que han consentido -¿y consienten?- que alguien así deforme la fe de los fieles.
Cuando tengan que rendir cuentas a Dios, no sé dónde van a meterse. Lo mismo se piensan que el Señor les va a dejar sin castigo.
Marcos: c. 68-73.
Mateo: c. 70-100 (aunque algunos autores, que no aceptan la prioridad de Marcos, sitúan su redacción en una fecha anterior al año 70).
Lucas: c. 80-100 (una mayoría de estudiosos lo data en torno al año 85).
Juan: c. 90-110 (fecha propuesta por C. K. Barrett).
El más antiguo, el de Marcos, fue escrito dos generaciones después de la muerte de Jesús, por alguien que, probablemente, no fue Marcos, ni ningún contemporáneo suyo. Se trata de alguien que hablaba griego, y escribe en griego, y para personas de habla griega, y no para hebreos.
Se puede creer que el evangelio narra los hechos sucedidos a Jesús, por supuesto, pero en todo caso no puede tomarse como una narración hecha por alguien que conoció a Jesús y le escuchó directamente. No fue un testigo directo de los hechos.
Juan Marcos, posible autor del evangelio de Marcos y sobrino de Bernabé, habría acompañado a Pedro en su predicación en Roma.
En resumen, si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe y seríamos los hombres más desdichados del mundo (San Pablo). Pero resulta que sí resucitó, que le vieron María, su madre; María Magdalena, Pedro, Santiago, los apóstoles todos, incluso San Pablo, a quien se le apareció haciendo de él un aborto. Santo Tomás metió sus dedos y mano en sus llagas y costado. Y aquellos apóstoles, pescadores con las manos llenas de callos de tirar de las redes, los hombres menos dados en el mundo a sugestiones o supercherías, que le vieron, tocaron, oyeron resucitado, se dejaron matar por esa verdad inmarcesible: Jesús era Dios. Jesús es Dios. Yo soy.
Alguno de los teistas aquí presentes se ha planteado en explicar racional y lógicamente lo que predican los evangelios. No no lo hacéis porque estáis ciegos en vuestro "paraíso" de santos y angelitos.
De verdad se piensan que Jesús nació de una virgen cuándo es algo completamente antinatural o que a Pablo le mordió una serpiente y milagrosamente no le afectó el veneno. Y no hablemos en el antiguo testamento de que las aguas se dividieran o de que cayera comida del cielo.
Y luego decís que la homosexualidad y la bisexualidad son antinaturales, Ja, ja.
La Biblia no para de contradecirse. Igual que el Coran. Lo que predicáis no tiene ni pies ni cabeza.
Ej: Los grupos pro vida dicen que Dios abomina del aborto pero que yo sepa no dudó en transmitirle a Samuel, que a su vez comunicó a Saúl, que debían morir todos en Ámalec (hombres, mujeres, niños y animales). No parece que Dios tuviera mucha consideración con las mujeres (incluso aunque estuvieran embarazadas) si eran "enemigas de Israel ".
Por tanto os recomiendo que defendais vuestras posturas de forma racional, no invocando el nombre Elohim y su libro sagrado, ni que los anticonceptivos y la educación sexual son inmorales.
Ej: muchos criticáis a los judíos pero os recuerdo que de no ser por los judíos el cristianismo y el islam no habrían aparecido y los sacerdotes, obispos, alfaquies y ulemas estarían en el paro. Jesús era judío, María era judía, los apóstoles eran judíos, San José era judío y el Dios al que alabáis es el Dios de los judios. Por eso los judíos rechazan vuestro mensaje porque ningún judio recurriría a la idolatría adorando a los suyos y no porque sean incircuncisos de corazón. Acaso habéis olvidado lo que pasó con el becerro de oro y con las imágenes de dioses humano, como Baal y Astarte, como Dios condenó al pueblo porque es celoso, vengativo e iracundo y solo siente amor por los lisonjeros y aduladores como los reyes absolutistas y los dictadores de Oriente Medio.
Ej: el 11-s y los numerosos atentados perpretados por yihadistas. ¿Son una clara señal de que es preciso convertirse al islam porque su Dios "Clemente y Misericordioso" es el verdadero? No, son unos asesinos con el cerebro lavado al que no les importa la vida humana. Y ellos aplican literalmente lo que dice su libro.
Por eso defiendo la separación entre iglesia y estado porque como alguien se le ocurra seguir los dictados de una religión al dedillo la mitad de la humanidad acabará por extinguirse.
Yo lo tengo claro, estoy a favor de la razón, la lógica y el naturalismo metafísico. Mi amor es para mi familia (a la que Jesus nos pide que debemos amar menos para ser seguidores suyos) y mis amigos: ningún colectivo o deidad me va a gobernar.
Con esto me declaro ateo secular, librepensador, pro vida y liberal demócrata. Por consiguiente me opongo al fascismo bigotudo y al comunismo de los greñudos revolucionarios (Hitler y Guevara me caen como el culo) y desde luego no voy a seguir a Jesus ni a considerarlo mi Dios.
Concluyo mi alegato, pero no antes de que os deje claro esto:
En el momento en el que dividisteis el mundo entre judíos y gentiles y entre fieles e infieles destruístes las pocas oportunidades que tenemos de vivir en paz en este mundo.
Que tengáis un buen día .
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