Engañándonos con una consoladora ilusión
“Los católicos tienen que afrontar la realidad y ver el liberalismo moderno como la fuerza intrínsecamente hostil que es. Desde hace décadas, los católicos se han estado engañando con la consoladora ilusión de que el ‘hombre moderno’ había llegado de algún modo a una comprensión más profunda de la dignidad del ser humano que la de las generaciones anteriores y que, por lo tanto, era un momento adecuado para el ‘diálogo’ y la cooperación entre el liberalismo secular y la Iglesia, y cosas por el estilo. Esto siempre fue una ilusión, pero hace falta un tipo especial de autoengaño para seguir creyéndosela a la vista de lo que ha ido sucediendo en los últimos años.
Sigue habiendo incluso clérigos y comentaristas católicos conservadores que se postran constantemente ante el espíritu liberal de la época y tratan de encontrar formas de amoldarse a él. No podemos seguir así. Hay que dejarse de componendas, de pedir perdón y de arriar velas. La mejor defensa es pasar al ataque. No de manera prepotente, pero sí con confianza, franqueza y sin pedir perdón por ello”.
Edwar Feser, tomista norteamericano, en su blog
………………………………………….
Esta ilusión de la que habla Feser se extendió como la pólvora en la Iglesia durante los años sesenta, una época en que los ensoñamientos ingenuos surgían como setas, desde las comunas hippies y el amor libre al “prohibido prohibir” del mayo francés. El mismo San Juan XXIII, demostrando así que el hecho de ser santo y papa no impide equivocarse, clamó en un famoso discurso contra los “profetas de calamidades”, que pretendían que “nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando”, y afirmó en cambio que los hombres de su tiempo “aun por sí solos, están propensos a condenar [las doctrinas falaces y las opiniones y conceptos peligrosos], singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley, la excesiva confianza en los progresos de la técnica, el bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida”.
Como nací unos años después, no sé si en aquellos tiempos todo eso sonaba mejor que ahora y en efecto era fácil creer que el mundo se iba a convertir inminentemente en un paraíso en el que no se prohibiría nada, la libertad y el amor irían de la mano y la generalidad de los hombres aceptaría alegremente la fe católica. En cualquier caso, las décadas posteriores han mostrado inequívocamente que nada de eso sucedió.
Es más, sucedió exactamente lo contrario. El amor libre se convirtió, en realidad, en la entronización animalística del sexo, desligado por completo de la entrega conyugal y sometido a la tiranía de los instintos. El “prohibido prohibir” no liberó a nadie de las tiranías, sino que destruyó la verdad moral, que es la base de la verdadera libertad y el único fundamento que permite rechazar firmemente la opresión. Y esos hombres que, según el Papa bueno, rechazaban ellos solitos las costumbres contrarias a la Ley de Dios, lo que hicieron fue marcharse a millones de la Iglesia y dedicarse a practicar, elogiar, legalizar y subvencionar todas las formas imaginables de saltarse esa Ley, al tiempo que elevaban las comodidades de la vida a criterio fundamental y prácticamente único del bien social.
Qué le vamos a hacer. Errare humanum est, el que tiene boca se equivoca y, como decía Chesterton, la humanidad encuentra un curioso placer en incumplir las profecías de los expertos sobre cómo va a ser el futuro. Lo que no tiene sentido, en cambio, es que medio siglo después sigamos empeñados en el mismo diagnóstico evidentemente erróneo del momento actual. Quizá, como sugiere Feser, sea ya hora de llamar al pan pan y al vino vino y de volver a considerar enemigos de la Iglesia a los que, en efecto, son enemigos de la Iglesia.
A fin de cuentas, es imposible cumplir el mandato de Cristo de amar a los enemigos si no reconocemos primero que tenemos enemigos.
112 comentarios
Por cierto, esa frase del papa Roncalli -... aun por sí solos...- es abiertamente pelagiana. Y el pelagianismo no es un mero error. Es otra cosa...
El problema de "llamar al pan pan y al vino vino y de volver a considerar enemigos de la Iglesia a los que, en efecto, son enemigos de la Iglesia", es que esos enemigos son legión dentro de la propia Iglesia.
Todo ello fue el inicio de la terrible y nefasta mala praxis de la Iglesia de abstenerse de condenar los errores y herejías y de castigar ejemplarmente a los sembradores de herejías (teólogos, formadores, profesores de seminario y universidades, etc.).
Hubo una sustitución de "amor a Dios" por un humanismo, que en lenguaje religioso se justificó como "amor al prójimo." Y de ese humanismo se pasó al egoísta hedonismo. Me imagino que el siguiente paso es el que dan los masones, de adorar al hombre a adorar a quien "enseñó el camino" al hombre, Lucifer o dador de luz.
Pero no es malo despertar.
Todas aquellas canciones que venían de América hablando de libertad de los pueblos, si no era Mercedes Sosa era Soledad Bravo, si no era Atahualpa Yupanqui era Violeta Parra. Y los cantantes de aquí que hacían lo mismo. Y Berkeley. Y Mayo del 68.
Y ahora resulta que Soledad Bravo se peleó con Cháves, que el poeta Ernesto Cardenal y Carlos Mejía Godoy ya no son sandinistas.
Que el "Hasta siempre, Comandante" hace daño a los oídos, etc...
Y los viejos de mi edad, que ya no se acuerdan de nada, y han ido viviendo etapas contradictorias entre si andan desnortados porque han perdido la fe y en el camino no se la transmitieron a sus hijos porque había que volver a las esencias del Cristianismo, que no sabían lo que eran, o volverse ateos porque lo genuino era la libertad de los pueblos y la solidaridad.
¡Con lo bien que estábamos con el Che Guevara, Antonio 1! ¿para que vamos a retroceder a Fernando VII? A este señor no le conocí pero algunas lágrimas derramé por el guerrillero muerto. Hasta una poesía le escribí. Me parece a mi que mi madre debió de hacer de Santa Mónica y el Espíritu Santo le escuchó. ¡Gracias sean dadas a Dios!
Y en esas condiciones la Iglesia parecía un dinosaurio con Concilio y sin Concilio. Y mi madre venga a rezar. Dios la tenga en su gloria.
"No se ofenda nadie, pero yo creo que tanto tiempo de luchar con el comunismo ATEO, hizo que los dirigentes católicos se abrazaran sin querer al liberalismo, al capitalismo"
Es una teoría que suena bien, pero hasta donde puedo ver es contraria a los hechos. De hecho en general muchos católicos abrazaron el liberalismo más o menos a la vez que otros muchos abrazaban el comunismo.
Lo fundamental fue que abandonaron el catolicismo, perdieron la fe, aunque se quedaran en la Iglesia. A dónde acudieran en concreto para llenar ese vacío tiene menos importancia y, en muchas ocasiones, probablemente dependía simplemente de las circunstancias de cada uno.
"El liberal conservador se dedica a conservar los avances de la revolución del liberal progresista. En muchas ocasiones -mayormente cuando son católicos- los liberales conservadores son meramente tontos útiles. En muchas otras, son plenamente conscientes de su papel. Dejan que los "progres" hagan el trabajo sucio y luego se dedican a maquillar y perfumar la basura"
De acuerdo.
"Por cierto, esa frase del papa Roncalli -... aun por sí solos...- es abiertamente pelagiana"
Más bien yo diría que es de una ingenuidad asombrosa.
"es que esos enemigos son legión dentro de la propia Iglesia"
Sí, es una guerra de guerrillas.
¿Estábamos mejor que con Pepe Botella? ¡Imposible!
"Todo ello fue el inicio de la terrible y nefasta mala praxis de la Iglesia de abstenerse de condenar los errores y herejías y de castigar ejemplarmente a los sembradores de herejías (teólogos, formadores, profesores de seminario y universidades, etc.)"
Sí. No basta enseñar oficialmente la fe, hay que combatir el error, porque cuando la ortodoxia es una opción más entre muchas posibles, inevitablemente se convierte en una mera opinión.
"Me parece a mi que mi madre debió de hacer de Santa Mónica y el Espíritu Santo le escuchó. ¡Gracias sean dadas a Dios!"
Como dirían los cartujos, stat Crux dum volvitur orbis. El mundo que dé las vueltas que le dé la gana, que la Cruz, y los que están arrodillados junto a ella como tu madre, permanecen firmes.
"Cierto, se nos vendieron los cambios como grandes mejoras, y resultaron lo opuesto ¿tragedia, incompetencia o dolo?"
Creo que eso ya tiene poca importancia, aparte de que, probablemente, haya casos puros y la gran mayoría sean de mezcla de esas cosas y otras más. En cualquier caso, lo importante es lo siguiente
"Hubo una sustitución de "amor a Dios" por un humanismo, que en lenguaje religioso se justificó como "amor al prójimo." Y de ese humanismo se pasó al egoísta hedonismo"
Esto es lo que ha sucedido, lo que sigue sucediendo y lo que debemos combatir.
¿Acaso no hay allí una fuente para decir: aún por si solos? ¿es eso pelagianismo?
2. Que me muestren en que parte de toda la filosofía liberal dice que está prohibido prohibir o ¿es que se piensa que cualquier slogan de unos niños ricos y "hippies" puede constituirse en la tesis de una filosofía de trescientos años?.
El liberalismo no va en contra de la autoridad, las constituciones modernas son prueba elocuente de eso, entre otras muchas.
3. "El amor libre se convirtió, en realidad, en la entronización animalística del sexo, desligado por completo de la entrega conyugal y sometido a la tiranía de los instintos"
Pamplinas, haber si el amor animalísticó no ha estado desde siempre y también en bastantes clerigos y fieles de la iglesia en sus mejores épocas., claro....taimados y silenciosos. Querer hacer creer que hoy en día no existen innumerables parejas que se aman, que luchan por sacar adelante una familia y que en cambio, "todo es una gran película pronográfica", pues es una exageración que no es real.
4. "El “prohibido prohibir” no liberó a nadie de las tiranías, sino que destruyó la verdad moral, que es la base de la verdadera libertad y el único fundamento que permite rechazar firmemente la opresión".
¡Claro que no!, todo lo contrario, La dignidad humana hoy por hoy es más clara en la conciencia de las personas, el reclamo por los derechos humanos y su lucha es cada vez mayor, ahí esta la moralidad, Antes, no existia nada de eso y ni siquiera en la iglesia, bastante luchas y discursos les toco hacer a Vitoria y a Bartolome de las Casas, para que se reconociera la dignidad de todos y no solo de los Europeos y los españoles cristianos y puros.
5. Ahora bien: "que la opción Pelayo", que "pasar al ataque", ¿y eso a final de cuentas que significa?, ¿tal vez reducirse aun más? y convertirse en pequeña secta que rechaza todas las libertades, derechos y conquistas legales, que las personas no dejarán ir tan fácil, ¿para retirarse a un pequeño pueblo, andar en carretas, prender velas, elegir reyes, quemar a los adúlteros y a las brujas?
Y no hacía mucho que había terminado la Segunda Guerra Mundial, que algunas lecciones había dado sobre la naturaleza humana.
¿Y hoy día? Sin palabras.
"La dignidad humana hoy por hoy es más clara en la conciencia de las personas, el reclamo por los derechos humanos y su lucha es cada vez mayor, ahí esta la moralidad"
Tenemos legalizado el aborto en la mayoría de los países, la última moda es el animalismo, que pone al ser humano al mismo nivel que los irracionales, o un poco más abajo, o el transhumanismo, que quiere ir "más allá" de lo humano, y para la "ecología" del Club de Roma "el enemigo es la humanidad"; se ataca la naturaleza humana con la "perspectiva de género", se elogia al sistema dictatorial chino como el paradigma del mundo futuro, los "nuevos derechos" que se reclaman son todos destructivos del ser humano, empezando por el aborto, siguiendo por la reivindicación de la homosexualidad, la transexualidad, la eutanasia, la legalización de las drogas como la marihuana; dentro de un tiempo, ya lo veremos, la legalización de la pedofilia, etc.
Saludos cordiales.
El sesgo de confirmación es un real obstáculo para un pensamiento equilibrado. Fijarse, magnificando y sacando de toda proporción solo aquello que es compatible con nuestros prejuicios le hace un flaco favor a la idea de verdad.
Si en términos de la filosofía liberal hablamos y de sus correlatos democracia y estado de derecho, entonces tenemos logros como:
No es legal en el mundo la esclavitud de unos humanos por otros, la educación no es para unos privilegiados sino para todos, la mujer puede ir a estudiar y no es considerada más como una menor de edad bajo la "tutela" de su marido, puede decidir por ella misma, la jornada laboral tiene unas horas límite y hay un descanso remunerado. Cuándo a alguien se le acusa de algo se le hace un debido proceso y no está a la merced del capricho y los intereses de un rey todo poderoso o de una "ordalía" verdaderamente loca, es ilegal que los niños trabajen, se reconoce y se trata de incluir a los discapacitados y ya no se los considera como que están pagando sus "pecados", las personas que "sienten diferente a lo común" (homosexualidad) ya no tienen que esconderse para no morir quemados o encerrados en unas mazmorras oscuras e insalubres, a las personas no se les pueden quitar sus bienes porque si sino que debe mediar un proceso y una orden legal, las personas poseen algún tipo de servicio de salud y de seguridad social y al tienen alguna esperanza de no morir abandonados por la sociedad, la vida es considerada fundamental y a quien la quite, no se le otorga legalmente indulgencia alguna a cambio de algunas piezas de oro como se hizó algún día, considerar iguales en dignidad a los demás seres humanos, al menos ha hecho que el apartheid y la segregación no tengan hoy su posibilidad como sistema legal y cada vez haya menos "aristócratas" que se sientan superiores a otros, la ciencia pública y cooperativa ilumina hoy la mente de los hombres y ya no temen en su mayoría a algún "coco" que a través de algún movimiento de placas téctónicas (Lease temblor) los asuste para que no hagan fiestas y se acuesten temprano.
Ni el animalismo, ni el transhumanismo, ni el elogio a la dictadura china, son buenos ejemplos para poner como algo generalizado en la modernidad. Que haya pluralidad de pensamientos (incluso de algunos locos), no quiere decir que todos sean igual de válidos, como no lo fueron muchas ideas surgidas en la historia de la iglesia,
Un saludo de mi parte también.
Ya sea en Occidente, en Europa del Este, en el mundo árabe, en África, en Asia, casi todos son capitalistas. Porque es el sistema que ha demostrado con creces funcionar mejor en lo material. Por ende, no creo que la postura decimonónica de oponerse al capitalismo sea la solución. Sí es a eso a lo que te refieres con oponerse al liberalismo.
Dicho esto, el capitalismo liberal tampoco es la solución, puesto que fomenta la avaricia, pero hay varios modelos de capitalismo, la socialdemocracia también es capitalismo, así como el dirigismo franquista por ejemplo, no solo está el liberal. Y a la iglesia le va a tocar compatibilizar el capitalismo con la doctrina católica. Crear su propio capitalismo católico, si quiere poder vencer al liberalismo.
Sí me gusta la última que deslizas: no basta ya con la cómoda crítica al capitalismo individualista de estirpe protestante. Es urgente que la Iglesia elabore, proponga y VIVA en la práctica y la vida real otra forma de hacer economía, cultura y sociedad. Empezando por todos los laicos que estamos leyendo y comentando este artículo.
En fin, sacar la Doctrina Social del fondo del baúl.
La realidad es más compleja. Hay que tener en cuenta las condiciones materiales históricas y el diálogo entre éstas y los movimientos políticos.
Sería muy largo contestarle a todo. Simplemente:
Hablar de Aparheid remite al racismo científico, al colonialismo y a la Segunda Guerra Mundial. Para entender el mundo hoy en día hay que saber como se dio la resolución de la Segunda Guerra Mundial.
Hablar de derechos laborales nos remite a la guerra fría.
La esclavitud a la mecanización del trabajo o a la perdida de las factorías coloniales.
La universalización de la enseñanza -no solamente, eh; no quiero hacer tampoco una parodia- a la propaganda política o ideológica.
El mundo jurídico -categoriza usted como "estado de derecho"- nos hace pensar en el desarrollo del mundo de la información, en la Roma clásica, muy poco liberal, y en el mundo hispano precisamente.
----------------------------------------------------------
la ciencia pública y cooperativa ilumina hoy la mente de los hombres y ya no temen en su mayoría a algún "coco" que a través de algún movimiento de placas téctónicas (Lease temblor) los asuste para que no hagan fiestas y se acuesten temprano.
----------------------------------------------------------
También en esto discrepo. Para mi resulta evidente la lenta -no tan lenta- implantación del pensamiento totalitario y la voluntad policíaca que la anima. Además queda por mencionar el volumen de víctimas que el mundo moderno se deja por el camino, cosa de la cual nunca se habla: muertes, enfermedades, adicciones, soledad y sobre todo -esta es una página católica- el alejamiento de Cristo nuestro Señor.
1º.- Como doctrina económica que propugna la libertad de los agentes económicos como medio de producir riqueza. Esa doctrina, con las debidas correcciones de un Estado de Derecho donde rige el imperio de la ley y la igualdad de todos ante ella, y que con una adecuada y justa política fiscal sabe redistribuir la riqueza producida en beneficio de los más desfavorecidos, ha demostrado ser la más viable en la historia para el desarrollo de las naciones y los individuos.
2º.- Como sistema filosófico, que propugna la radical autonomía del hombre, en concreto su libertad para fijar las normas, personales o sociales, que estime oportunas, aunque vayan en contra de la ley divina y natural, con el único límite de la libertad de los demás individuos.
Es esta segunda acepción la que es inaceptable para un cristiano. La primera es perfectamente aceptable.
El discurso del que habla Bruno era de 1962, es decir SEIS AÑOS ANTES DE MAYO DEL 68. Occidente era burguesito y bastante modosito.
Habían pasado 17 años desde la II Guerra Mundial... y no había habido una tercera, ni guerras en Europa, cosa que no era usual en el continente.
Unos 25 países nuevos en África se habían independizado casi sin violencia, y en muchos la Iglesia actuaba y crecía.
Había muuuuuucha población joven en todo el mundo (no como hoy) y eso da esperanza. La Iglesia era respetada en Estados Unidos, crecía mucho, donde antes había sido marginal.
Empezaba el Concilio más grande y plural de la historia, aunque el mismo Papa denunciaba "el muy vivo dolor que experimentamos por la ausencia, aquí y en este momento, de tantos Pastores de almas para Nos queridísimos, porque sufren prisión por su fidelidad a Cristo o se hallan impedidos por otros obstáculos, y cuyo recuerdo Nos mueve a elevar por ellos ardientes plegarias a Dios".
En pocos años empezaría la "revolución verde" que multiplicaría la producción de alimentos y en 7 años ¡¡¡el hombre pisará la Luna llevando un Salmo escrito en la bandera!!
Juan XXIII había vivido DOS guerras mundiales. Y había visto caer el terrible nazismo. Y sabía historia.
Su discurso no decía "ahora el vaso está lleno y todo será maravillos" sino que, simplemente, decía, "los que aseguran que el vaso está vacío no son ponderados". El vaso estaba, como siempre, a medias, con trigo y cizaña mezclados, como siempre.
OBJETIVO DEL CONCILIO
Objetivo principal del Concilio: defensa y revalorización de la verdad
El supremo interés del Concilio Ecuménico es que el sagrado depósito de la doctrina cristiana sea custodiado y enseñado en forma cada vez más eficaz. Doctrina, que comprende al hombre entero, compuesto de alma y cuerpo; y que, a nosotros, peregrinos sobre esta tierra, nos manda dirigirnos hacia la patria celestial. Esto demuestra cómo ha de ordenarse nuestra vida mortal de suerte que cumplamos nuestros deberes de ciudadanos de la tierra y del cielo, y así consigamos el fin establecido por Dios.
Significa esto que todos los hombres, considerados tanto individual como socialmente, tienen el deber de tender sin tregua, durante toda su vida, a la consecución de los bienes celestiales; y el de usar, llevados por ese fin, todos los bienes terrenales, sin que su empleo sirva de perjuicio a la felicidad eterna.
Ha dicho el Señor: "Buscad primero el reino de Dios y su justicia"[4]. Palabra ésta "primero" que expresa en qué dirección han de moverse nuestros pensamientos y nuestras fuerzas;
LOS QUE NO SABEN DE HISTORIA
[Juan XXIII sabe que en su juventud y en décadas anteriores el emperador de Austria y otros poderes locales vetaban padres sinodales, decisones, etc... ahora ve más libertad en la Iglesia para decidir].
En el cotidiano ejercicio de Nuestro ministerio pastoral llegan, a veces, a nuestros oídos, hiriéndolos, ciertas insinuaciones de algunas personas que, aun en su celo ardiente, CARECEN DEL SENTIDO DE LA DISCRECIÓN Y LA MEDIDA. Ellas no ven en los tiempos modernos sino prevaricación y ruina; van diciendo que nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando; y se comportan como si nada hubieran aprendido de la historia, que sigue siendo maestra de la vida, y como si en tiempo de los precedentes Concilios Ecuménicos todo hubiese procedido con un triunfo absoluto de la doctrina y de la vida cristiana, y de la justa libertad de la Iglesia.
Nos parece justo disentir de tales profetas de calamidades, avezados a anunciar siempre infaustos acontecimientos, como si el fin de los tiempos estuviese inminente. En el presente momento histórico, la Providencia nos está llevando a un nuevo orden de relaciones humanas que, por obra misma de los hombres pero más aún por encima de sus mismas intenciones, se encaminan al cumplimiento de planes superiores e inesperados; pues todo, aun las humanas adversidades, aquélla lo dispone para mayor bien de la Iglesia.
[AQUÍ EL SANTO PAPA NO PONE ESPERANZAS PELAGIANAS EN LAS FUERZAS DE LOS HOMBRES, SINO EN LA PROVIDENCIA DE DIOS QUE SE SIRVE DE LOS HOMBRES]
Fácil es descubrir esta realidad, cuando se considera atentamente el mundo moderno, tan ocupado en la política y en las disputas de orden económico que ya no encuentra tiempo para atender a las cuestiones del orden espiritual, de las que se ocupa el magisterio de la Santa Iglesia. Modo semejante de obrar no va bien, y con razón ha de ser desaprobado; mas no se puede negar que estas nuevas condiciones de la vida moderna tienen siquiera la ventaja de haber hecho desaparecer todos aquellos innumerables obstáculos, con que en otros tiempos los hijos del mundo impedían la libre acción de la Iglesia. En efecto; basta recorrer, aun fugazmente, la historia eclesiástica, para comprobar claramente cómo aun los mismos Concilios Ecuménicos, cuyas gestas están consignadas con áureos caracteres en los fastos de la Iglesia Católica, frecuentemente se celebraron entre gravísimas dificultades y amarguras, por la indebida injerencia de los poderes civiles. Verdad es que a veces los Príncipes seculares se proponían proteger sinceramente a la Iglesia; pero, con mayor frecuencia, ello sucedía no sin daño y peligro espiritual, porque se dejaban llevar por cálculos de su actuación política, interesada y peligrosa.
No se puede ser verdaderamente católico o plenamente católico si se renuncia a la libertad. No una libertad adánica o libre albedrío absoluto, pero si una libertad efectiva y de conciencia.
Igual es que el liberalismo no hay uno sino tantos como liberales, pero en cualquier caso creo que es posible encontrar un sustrato de común denominador católicos, para muchos liberales.
De hecho, en un comentario tiene que referirse a la ideologización de los "right-wing" (lo que nosotros llamaríamos en propiedad liberal-conservadores según la mentalidad useña), sobre todo en cuestiones de libre mercado.
Yo no estoy de acuerdo con todo lo que dice Feser (ni siquiera desde el tomismo), pero creo que la traducción de sus comentarios requiere una ulterior explicación en nuestro contexto cultural.
Esta frase, diga usted lo que diga, es pelagianismo puro y duro:
No es que falten doctrinas falaces, opiniones y conceptos peligrosos, que precisa prevenir y disipar; pero se hallan tan en evidente contradicción con la recta norma de la honestidad, y han dado frutos tan perniciosos, que ya los hombres, aun por sí solos, están propensos a condenarlos, singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley, la excesiva confianza en los progresos de la técnica, el bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida.
Discurso entero
¿De verdad tengo que citarle textos de concilios y Papas anteriores acerca de lo que es el pelagianismo y por qué fue condenado? ¿en serio?
No creo que ese sea el tema del post, así que mejor lo dejamos aquí.
Yo no sé de nadie que quiera renunciar a la libertad, pero si sé de muchos que no queriendo renunciar a la libertad, renuncian de hecho a la libertad, pecando. El pecado y la mentira merman la libertad. Por lo tanto darle derechos a la mentira es renunciar a la libertad, no favorecerla. La libertad de conciencia es libertad, también la conciencia mal formada es libertad?
Sobre el texto de Feser, creo que se debe puntualizar que lo que entiende él por "liberalismo" no es exactamente lo mismo que se entiende aquí. Él no está hablando de liberalismo filosófico o teológico, sino de liberalismo político entendido a la useña.
---
LF:
Bien está esa matización. En cualquier caso, todo liberalismo -filosófico, teológico, y político-económico en sus diversas variantes- tiene una raíz común.
"Sobre el texto de Feser, creo que se debe puntualizar que lo que entiende él por "liberalismo" no es exactamente lo mismo que se entiende aquí. Él no está hablando de liberalismo filosófico o teológico, sino de liberalismo político entendido a la useña"
En efecto, en inglés (sobre todo el de los Estados Unidos) suele convenir traducir "liberalism" por "progresismo". Sin embargo, no siempre es así, porque liberalismo (en la acepción tradicional española) y progresismo no son conceptos excluyentes, sino muy relacionados.
Liberalismo es un concepto amplísimo, que tiene diversas variantes en los campos teológico, filosófico, político, económico, etc. En política, el liberalismo tiene básicamente dos hijos, progresistas y conservadores (o, con más matizaciones, izquierdas y derechas), cuya diferencia es básicamente temporal: lo que defienden hoy los progresistas lo conservarán mañana los conservadores (y, aunque para verlo hay que tener más paciencia, también a la inversa). Son dos caras de la misma moneda y esto lo sabe bien Feser (ver, por ejemplo, este artículo). En ese sentido, en temas de fondo hay veces (como esta) en las que liberalism en realidad se está refiriendo a todo el liberalismo político, sea progresista o conservador.
Cito:
5 ... Si la posibilidad de apartarse del bien perteneciera a la esencia y a la perfección de la libertad, entonces Dios, Jesucristo, los ángeles y los bienaventurados, todos los cuales carecen de ese poder, o no serían libres o, al menos, no lo serían con la misma perfección que el hombre en estado de prueba e imperfección.
Y:
30....Una libertad no debe ser considerada legítima más que cuando supone un aumento en la facilidad para vivir según la virtud. Fuera de este caso, nunca.
Que los seminarios están cómo están, y pasa lo que pasa... pero es que cuesta encontrar, incluso entre los buenos sacerdotes, quien expliqué y forme al pueblo fiel, sobre mil y un temas.
Tengo la suerte de asistir actualmente a una parroquia con unas homilías excelentes... y algún caso más he vivido... pero en general es todo de poco o ningún contenido, excepto por parte de los deformadores, que si trabajan activamente. Pero luego de seis años, ocho según he entendido que llegan en algunos vas a, tan poco han aprendido que nos formamos más en sitios como Infocatólica o simplemente leyendo el catecismo, que solo con eso parece saber uno más que muchos.
"Yo voy a defender a San Juan XXIII, romano pontífice, porque soy católico y papista y creo que tenía bastante razón"
Como ya he dicho en el artículo, es muy posible que las cosas se vieran diferentes entonces. Pero de lo que no hay duda es de que el Papa no acertó en absoluto en su diagnóstico de la realidad. Basta ver lo sucedido después. Intentar negar eso es inmediatamente absurdo y, además, no tiene nada que ver con ser católico, sino con un cierto voluntarismo más bien pelagiano. Ser católico no implica defender el error, lo diga quien lo diga, ni maquillar las cosas para hacer quedar bien a un Papa. Como decía Melchor Cano, Pedro no necesita nuestra adulación.
Dicho eso, los argumentos que das son asombrosos.
"El discurso del que habla Bruno era de 1962, es decir SEIS AÑOS ANTES DE MAYO DEL 68. Occidente era burguesito y bastante modosito. Habían pasado 17 años desde la II Guerra Mundial... y no había habido una tercera, ni guerras en Europa, cosa que no era usual en el continente"
¿Lo dices en serio? Primero, seis años antes del mayo del 68 ya estaban ahí sus causas e inicios para que todo el mundo los viera. La filosofía de 68 dominaba ya en Francia: Herbert Marcuse publicaría enseguida El hombre unidimensional, Althuser había introducido el marxismo en toda la intelectualidad, Sartre reinaba sin rival. El partido comunista francés tenía habitualmente el segundo o incluso primer puesto en las elecciones. La sociedad buscaba desesperada nuevas ideologías porque estaba abandonando el cristianismo.
Occidente era burguesito... y ahí estaba el problema. Triunfaba ya la corrupción materialista que destruyó el gran continente cristiano. Los cristianos se habían dedicado ya por millones a usar anticonceptivos, que se habían extendido como la peste y todos los cristianos excepto los católicos habían sucumbido formalmente ante ellos. La atroz salvajada del aborto dominaba ya en el bloque oriental, era común en Estados Unidos, Suecia y otros países y estaba a punto de legalizarse por completo en el Reino Unido y Cuba. La eugenesia campaba a sus anchas.
Lo de "cosa que no era usual" en el continente es evidentemente erróneo. Entre guerras gordas pasaba siempre mucho más tiempo. De la guerra francoprusiana a la primera guerra mundial pasaron cuarenta años. En cualquier caso, lo asombroso no era que ya hubieran pasado 17 años, sino que solo habían pasado diecisiete años desde el conflicto más horrible de la historia de la humanidad y el papa se deshacía en elogios de lo bueno que era el mundo moderno.
A eso se suma que ¡casi la mitad del mundo! estaba sometida a regímenes militantemente ateos y materialistas. Innumerables cristianos sufrían una terrible persecución. Estaba a punto de estallar la tristemente famosa Revolución Cultural china. La guerra fría estaba en todo su esplendor. Por primera vez en la historia, el mundo se hallaba al borde mismo de su completa destrucción. ¡Ese mismo año se produjo la crisis de los misiles cubanos, que estuvo a punto de desencadenar un holocausto nuclear.
En esos 17 años, había empezado la guerra de Vietnam, que duraría treinta años, había estallado la guerra civil griega, se habían producido la dos primeras guerras entre israelíes y palestinos en buena parte por la cobardía de la potencia ocupante, Inglaterra (un conflicto que perdura aún hoy), la guerra de Corea (que aún no ha terminado y que estuvo cerca de convertirse en la tercera guerra mundial), la guerra entre Pakistán y la India (otro conflicto que sigue en vigor más de medio siglo después), la revolución cubana, la guerra de Ifni, las guerras civiles de Paraguay, Costa Rica, Guatemala, Colombia y el Sudán, la gran hambre de China (diez millones de muertos), la guerra entre China y la India, la invasión de la bahía de Cochinos...
"Unos 25 países nuevos en África se habían independizado casi sin violencia, y en muchos la Iglesia actuaba y crecía".
Lo de las maravillosas independencias africanas parece de chiste. Solo en Kenia, cien mil muertos. En el conjunto, un escalofriante saldo de muertos, torturados, detenidos, robados, expulsados y refugiados, más una lista numerosa de los peores tiranos, desde Mobutu hasta Bokassa. Basta contemplar la historia posterior para darse cuenta de que esa independencia, por multitud de causas, fue un desastre absoluto: guerras, crudelísimos enfrentamientos raciales, corrupción sistemática, tiranías constantes, caos generalizado y una pobreza endémica que no ha hecho más que empeorar en las décadas posteriores. Si eso es uno de los logros, cómo serán los fracasos.
"Había muuuuuucha población joven en todo el mundo (no como hoy) y eso da esperanza"
Hoy hay el mayor número de jóvenes de toda la historia en el mundo. Hay unos 1.800 millones de personas entre 10 y 24 años. Eso, en sí mismo, no da ninguna esperanza.
Y, por supuesto, solo hay que ver lo que pasaría después: el mayor genocidio de la historia con el aborto (más de mil millones y contando, incomparablemente más víctimas que el terrible nazismo); la Iglesia ha sufrido una apostasía de fieles horrorosa, con la pérdida casi completa de casi todos los países tradicionalmente católicos y la cercana (y en algunos casos ya sucedida) pérdida de los países hispanoamericanos, apenas camuflada por estadísticas sospechosísimas y con el agravante de que es por decadencia interna y no por persecución. Abandono de la moral natural por el mundo en general hasta extremos insospechados. Desplome brutal de las vocaciones. Normalización de la heterodoxia en la Iglesia, sin apenas reacción ninguna. Etcétera.
Ante todo eso, hablar de que se había llegado a la luna, de la producción de alimentos y de que todo estaba "como siempre" es absurdo. Aparte de que a) el discurso no criticaba simplemente a los que decían que el vaso estaba totalmente vacío, sino a los que afirmaban que, como por otra parte era evidente, el vaso se estaba vaciando (“nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando”), y b) no decía que todo estaba como siempre, sino que hablaba literalmente de un "nuevo orden de relaciones humanas" y afirmaba que que "ya los hombres, aun por sí solos, están propensos a condenarlos, singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley, la excesiva confianza en los progresos de la técnica, el bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida". Es imposible encontrar una descripción más apartada de la realidad de los hombres en la segunda mitad del siglo XX. Los errores se han multiplicado hasta el infinito, dentro y fuera de la Iglesia. La "excesiva confianza" en los progresos de la técnica es hoy la postura básica de la inmensa mayoría del mundo. El "bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida", lejos de ser algo condenado por el mundo, da nombre a nuestra sociedad, la "sociedad del bienestar". Véase también todo lo que tan bien ha dicho José Díaz sobre la "medicina de la misericordia" más arriba, un error evidente y letal, que ha dejado desprotegidos durante medio siglo a innumerables fieles ante las veleidades heterodoxas de tantísimos clérigos, que lo sembraron todo de sal sin que nadie se lo impidiera.
La actitud optimista de Juan XXIII y de los padres conciliares en general ha demostrado estar completamente desencaminada y su entusiasmo por lo que estaba sucediendo (que básicamente era la apostasía de la sociedad occidental cristiana) era tan ingenuo que apenas es posible creerlo y ha tenido y sigue teniendo efectos desastrosos en la Iglesia. Por supuesto, Dios nunca nos ha prometido preservar a los Papas o los concilios de actitudes o entusiasmos ingenuos y desastrosos (que han surgido en muchísimas épocas de la historia de la Iglesia), ni tampoco se trata de echar la culpa a nadie, sino de contemplar la realidad como es, sin edulcorantes, y dedicarse a evangelizar de nuevo todo lo que trágicamente se ha perdido en estos cincuenta años.
Saludos.
Lo de la inversa no lo entiendo. ¿Podría poner un ejemplo?
Podría poner muchos. Por ejemplo, el reclutamiento militar obligatorio universal (es decir, la idea de que todos los ciudadanos varones debían luchar en las guerras) fue una invención progresista de la revolución francesa (el "pueblo en armas"), para horror de todos los regímenes conservadores, que se opusieron a ella y que dependían principalmente de soldados profesionales. Sin embargo, como siempre sucede, con el tiempo esos regímenes conservadores se fueron acostumbrando al nuevo sistema y se convirtieron en entusiastas del mismo, hasta que, en la segunda mitad del siglo XX, la izquierda retomó la antigua posición conservadora, se declaró contraria al reclutamiento militar universal y luchó denodadamente contra el servicio militar obligatorio en los países occidentales, hasta conseguir volver, otra vez, a los ejércitos enteramente profesionales que había antes de la revolución francesa y que tenemos actualmente.
"y no que san Juan XXIII fuera un hereje malvado convencido de destruir la Iglesia"
Completamente de acuerdo. De hecho, ha sido canonizado por la Iglesia. San Juan XXIII, ruega por nosotros.
"tan poco han aprendido que nos formamos más en sitios como Infocatólica o simplemente leyendo el catecismo, que solo con eso parece saber uno más que muchos."
Estoy de acuerdo. De hecho, cuando un seminarista me pregunta siempre le aconsejo que se centre en estudiar el catecismo, porque así conocerá todo lo verdaderamente importante y sabrá más que el noventa por ciento de los sacerdotes. Es triste, pero es verdad.
Los conservadores, mejor conocidos como "la derecha", argumentan que quieren evitar el "avance" o "progreso" de la izquierda, que es real y que siempre quiere ir más allá en pos de las metas del iluminismo, que son en definitiva - atención a esto - las metas últimas del liberalismo.
Pero con ello sólo consiguen consolidar los avances previos de esa izquierda de la que abominan, y le brindan a ésta una plataforma para lanzarse en un futuro inmediato a nuevos "avances progresistas".
A ese intrincado contubernio de derechas e izquierdas sólo lo puede romper el tradicionalismo católico, que no es para nada "conservador" de los así llamados "logros de la democracia", al contrario, los repudia.
El escaso eco electoral que tiene el tradicionalismo, lejos de señalar la adhesión real de la población a sus postulados, antes bien demuestra el control férreo que ejerce la partidocracia sobre los amañados mecanismos democráticos.
En Argentina el tradicionalismo católico se llama Nacionalismo Católico, aunque tal nombre malsuene a los europeos debido a lo que en ese continente se entiende por "nacionalismo".
El concepto "estado de derecho" es un concepto preciso, no es lo mismo que un estado jurídico y tanto ese concepto como los de constitución, democracia moderna y derechos humanos de primera, segunda y tercera generación están asociados al desarrollo de las ideas liberales. Eso esta claro, no le busque quiebres.
Por otro lado, Como dice Adela Cortina, el liberalismo primero surgió y luego se fue pensando sobre él.
Dice Bruno: "Liberalismo es un concepto amplisimo, que tiene diversas variantes en los campos teológico, filosófico, político, económico",,,
Pero cuándo hacen la crítica no hablan de esas variantes, sino que hablan de "liberalismo" a secas y meten en el mismo saco, a la moral sexual, a la filosofía de "prohibido prohibir", al amor de la pareja, al animalismo, a la técnica y a cualquier doctrina contraria a la católica.
Y para Terminar la excelente sintésis que Bruno le achaca a Ricardo de Argentina, a mi me da risa. Es increible y la verdad me asombra, la manera como en tres frases mezclan, conservadores con izquierdistas, servicio social obligatorio como una muestra de esa conspiración, comunismo burgues con comunismo marxista.¡¡ Wow!!!
Y esta joya: "A ese intrincado contubernio de derechas e izquierdas sólo lo puede romper el tradicionalismo católico, que no es para nada "conservador" de los así llamados "logros de la democracia", al contrario, los repudia."
O una de dos, o leen y aceptan la DSI que al contrario de lo que dice Ricardo NO repudia la democracia, sino que la recomienda, o terminan por quitarse la mascara, por renegar oficialmente del Concilio vaticano II, por anunciar su resistencia y desacato, por proclamar la "silla vacia", sean claros por fin.
Yo les sugiero que lean a los padres del liberalismo, a John Locke, a Kant, a los contractualistas a Thomás Jeferson y no hagan criticas a "oidas".
Que no les digan como le dijo una profesora mía a un compañero: "usted escucho sonar la campana, pero no supo donde".
Gracias
Más todavía te digo, estaba convencido que SJPII la desaconsejaba en una cita ya memorable, en la que afirmaba que si la democracia era relativista, era tiranía. Y todos sabemos que es relativista hasta la náusea, como lo ratificó Benedicto al asumir, cuando se refirió al peligro del relativismo que nos acosa. O sea que mutatis mutandi, SJPII nos dio a entender que la democracia es una forma - aunque refinada y críptica, lo que la hace más peligrosa e inadvertible - de tiranía.
¿Serías tan amable de ilustrarnos con la cita donde la DSI
aconseja a la democracia, así me desaburro de mi ignorancia supina?
1- Algunas pasaban al otro lado del Telón de Acero y no se podían ver en su extensión
2- Otras aún no habían pasado en 1962; usas varias veces la frase "sólo hay que ver lo que pasaría después"; claro, hacer futurismo 50 años después es fácil...
3- Otras estaban empezando apenas y parecían meros choques menores en la lógica de la Guerra Fría... comparando con la Primera y la Segunda Guerra mundial eran poca cosa
Hay quien dirá que "el vaso está vacío desde la Revolución francesa" y otros ven el vaso vacío desde Constantino... la verdad es que en 1962 el vaso estaba medio lleno; había semillas para un empeoramiento... igual que para una mejora, exactamente igual que hoy...
Puedes elegir ser del vaso medio lleno o del medio vacío... o del 'siempre está vacío', pero San Juan XXIII, con los datos que tenía (que no incluían adivinar el futuro, pero incluía el haber vivido 2 guerras mundiales), podía razonablemente ser optimista...
Claro, que yo soy optimista incluso en nuestros días.
Parece que esto es un debate entre optimistas y gruñones.
Eso está en el compendio de DSI, en los párrafos 190 y 191, en el 395 y del 406 al 416.
406 Un juicio explícito y articulado sobre la democracia está contenido en la encíclica « Centesimus annus »: « La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica. Por esto mismo, no puede favorecer la formación de grupos dirigentes restringidos que, por intereses particulares o por motivos ideológicos, usurpan el poder del Estado. Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana. Requiere que se den las condiciones necesarias para la promoción de las personas concretas, mediante la educación y la formación en los verdaderos ideales, así como de la “subjetividad” de la sociedad mediante la creación de estructuras de participación y de corresponsabilidad ».837
a) Los valores y la democracia
407 Una auténtica democracia no es sólo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre, la asunción del « bien común » como fin y criterio regulador de la vida política. Si no existe un consenso general sobre estos valores, se pierde el significado de la democracia y se compromete su estabilidad.
La doctrina social individúa uno de los mayores riesgos para las democracias actuales en el relativismo ético, que induce a considerar inexistente un criterio objetivo y universal para establecer el fundamento y la correcta jerarquía de valores....
***
Lo mejor es ir al "Compendio de Doctrina Social" en Vatican.va y hacer Control+F "democracia" y aprender de nuestra Madre la Iglesia...
"Algunas pasaban al otro lado del Telón de Acero y no se podían ver en su extensión"
Venga, hombre. Decir que el Papa no conocía la persecución de la Iglesia en Europa del Este o no sabía lo que era el comunismo anticristiano y materialista es absurdo.
"Otras aún no habían pasado en 1962; usas varias veces la frase "sólo hay que ver lo que pasaría después"; claro, hacer futurismo 50 años después es fácil.."
Esto que dices, hasta donde puedo ver, no tiene sentido. Estamos determinando si lo que decía era cierto o no, y eso se determina por sus consecuencias. Si dijo que los hombres de su época sin necesidad de la fe ya condenaban todo lo contrario a la ley de Dios y estaban decididos a vivir una vida que no fuera materialista, podemos ver si tenía razón analizando lo que de hecho hicieron esos hombres. ¿Y qué hicieron? Dedicarse, a una escala sin precedentes, a vulnerar, despreciar y negar la ley moral y a vivir una vida en que el máximo valor era (y es), precisamente, el bienestar material. Eso solo puede significar que su análisis estaba completamente equivocado. Pasó exactamente lo contrario de lo que habría pasado si hubiera tenido razón. Su hipótesis (que además planteaba como si fuera un hecho) era completamente errónea.
"Otras estaban empezando apenas y parecían meros choques menores en la lógica de la Guerra Fría... comparando con la Primera y la Segunda Guerra mundial eran poca cosa"
¿Poca cosa? ¿El mundo al borde de la extinción era poca cosa? ¿Prácticamente la mitad de la tierra bajo una tiranía atea y materialista era poca cosa? ¿El abandono de la moral y la apostasía cada vez más generalizados eran poca cosa? No puedo entender estas cosas que dices. Eso sumado al hecho de que precisamente la primera y la segunda guerra mundial eran una clara muestra del desastre en que se estaba convirtiendo el mundo moderno.
"Hay quien dirá que "el vaso está vacío desde la Revolución francesa" y otros ven el vaso vacío desde Constantino... la verdad es que en 1962 el vaso estaba medio lleno; había semillas para un empeoramiento... igual que para una mejora, exactamente igual que hoy..."
Es que eso es un sofisma. El vaso no está medio lleno ni medio vacío. El vaso está como está en cada momento, con sus cosas buenas y sus cosas malas, que van cambiando en cada época, al margen de optimismos y pesimismos. Y eso es lo que claramente, por alguna razón que es muy difícil de entender, no veían ni Juan XXIII ni buena parte de los padres conciliares. Porque, y lo repito, las cosas que decía de hecho no tenían nada que ver con la realidad.
Valorar la realidad no consiste en ser optimista ni ser pesimista (ninguno de los dos son cristianos), sino en ver esa realidad como es y en poner la esperanza no en las cualidades humanas (especialmente en cualidades que no existen más que en la propia imaginación ingenua), sino en la gracia de Dios.
"Parece que esto es un debate entre optimistas y gruñones"
Yo creo que no. Esto es un debate entre la realidad y afirmaciones que no tienen nada que ver con la realidad. Es un debate entre la postura de reconocer el terrible desastre que ha sido el último medio siglo para la Iglesia en tantísimas cosas y así poder pedir perdón a Dios y convertirnos, por un lado, y pretender que las heridas se curan con optimismo, que de todas formas esas heridas no existen y que nunca habíamos estado tan bien como ahora, por otro. ¿Quiere eso decir que todo era malo en los años sesenta, o que todo era bueno en el siglo nosecuántos o cosas por el estilo? Claro que no. Pero si vivimos en el siglo de la gran apostasía, no conduce a nada decir que precisamente en esa época la gente ya es naturalmente buena y actúa moralmente bien y no vamos a usar más que la medicina de la misericordia, del diálogo y del buen rollito. Corcho, la apostasía es la apostasía.
Por eso me empeño en señalar la realidad, los hechos. Si no reconocemos la realidad, es imposible que nos convirtamos. Y si no nos convertimos, vamos de cráneo.
Como sabes perfectamente, la Iglesia no prescribe ningún tipo de régimen político. Catecismo de la Iglesia Católica: "1901 Si bien la autoridad responde a un orden fijado por Dios, “la determinación del régimen y la designación de los gobernantes han de dejarse a la libre voluntad de los ciudadanos” (GS 74, 3). La diversidad de los regímenes políticos es moralmente admisible con tal que promuevan el bien legítimo de la comunidad que los adopta. Los regímenes cuya naturaleza es contraria a la ley natural, al orden público y a los derechos fundamentales de las personas, no pueden realizar el bien común de las naciones en las que se han impuesto".
Como ya vimos en otra ocasión, hablando de la guerra justa, el compendio de doctrina social es eso, un compendio realizado por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz. Y, desgraciadamente, es un compendio caótico, que mezcla verdadera doctrina con afirmaciones de circunstancias, protocolarias o vagas, sin distinguirlas ni explicarlas. Basta ver que el sucesor del cardenal Martino, el cardenal Turkson, ha hecho repetidas veces afirmaciones evidentemente contrarias a la doctrina de la Iglesia sobre la guerra justa o la pena de muerte.
Tanto monarquía, como aristocracia o democracia son, en principio, regímenes válidos. La Iglesia no dice ni puede decir que la democracia es el único régimen político correcto o adecuado. Esa frase que citas no tiene más valor que las innumerables afirmaciones retóricas elogiando la monarquía absoluta en otros tiempos. Lo que importa son los principios.
A lo que se añade, por supuesto, que demagogia, oligarquía o tiranía son regímenes ilegítimos y que parece evidente que vivimos en demagogias tiránicas (porque, si no es así, es que no han existido nunca demagogias).
Lo que has puesto es una aceptación condicional de la democracia, SÓLO SI cumple ciertos requisitos. Y donde no se habla de las demás formas posibles de gobierno, por lo cual mal puede ser una "recomendación".
Aprovecharé no obstante el texto que has traído para señalar dos cosas que creo tienen su importancia:
La primera, que las condiciones que pone para que la Iglesia "aprecie" a la democracia, en buena medida no se cumplen en la práctica, así que de aprecio, nada. Otra cosa es que abunden los consagrados que son devotos de la democracia.
La segunda, que llama poderosamente la atención que en el texto se omita la exigencia de proveer al Reinado Social de NSJC, al cual la democracia se opone absolutamente, aunque no de manera explícita. Si bien en otras partes del Catecismo sí se menciona esa exigencia, aquí no se lo hace, y eso me llama la atención y lo lamento, porque hubiese servido para mostrar una incompatibilidad inconciliable.
Si estoy correcto, ese optimismo irresponsable, bien denunciado por Bruno, se volvió altanería y agresividad contra la autoridad, y de ahí, cada quien salte al abismo que prefiera: subjetivismo, relativismo, postmodernismo, creatividad litúrgica... hasta llegar a los "discernimientos" que finalmente entronizan los deseos de yo.
¿Y por qué se llegó a ese optimismo irresponsable? Mi simple opinión es que las barbaridades de la Segunda Guerra Mundial, el absurdo de la Guerra de Corea, y el fastidio irrespirable de la llamada "Guerra Fría" produjeron un ambiente generalizado de "hemos tocado fondo." A medida que se daban a conocer las crueldades de los Campos de Concentración y la magnitud de la amenza "del átomo" (como se decía en aquel tiempo), parecía que la maldad había vomitado todo su veneno y que, sobre las ruinas de lo que había sido el mundo ya no quedaba sino empezar a subir. El pie ya dio con el fondo de la piscina y ahora podía impulsarse y ascender. Se suponía que la lección tenía que haber quedado aprendida. Creo que algo así estaba en la mente y corazón del llamado "Papa Bueno."
Mirando el conjunto de la predicación de San Juan XXIII no creo que quepa acusación de pelagianismo o de semipelagianismo. Su espíritu devoto, su recurso continuo a la oración, su invitación a confiar en la Providencia no apoyan tal acusación.
La familia se desintegra, los jóvenes no se casan, a los niños los cría la madre si no trabaja y entonces los crían gente que cobra por ello, los niños tienen cada vez más problemas sicológicos y los docentes no saben qué hacer, en Europa varios países están por debajo de la tasa de reposición en natalidad y eso apunta a que en el futuro van a quedar solamente los musulmanes.
Pero "tout va trés bien".
No hay que olvidar, también, que muchos de los que en aquella época veían despuntar una nueva primavera es porque pensaban que la URSS finalmente iba a exportar la "revolución" a todo el mundo, y que la consigna de la "paz" era la que promovían los partidos comunistas en todo el mundo como estrategia contra EE.UU.
La frase acerca de los "profetas de calamidades" es uno de los errores más grandes que un Papa haya cometido en toda la historia de la Iglesia, seguida por aquella otra "del anatema al diálogo". Los resultados no hay que inventarlos, los venimos palpando desde hace décadas, y los que no los ven son los que los disfrutan.
Saludos cordiales.
DSI: "395 El sujeto de la autoridad política es el pueblo, considerado en su totalidad como titular de la soberanía. El pueblo transfiere de diversos modos el ejercicio de su soberanía a aquellos que elige libremente como sus representantes, pero conserva la facultad de ejercitarla en el control de las acciones de los gobernantes y también en su sustitución, en caso de que no cumplan satisfactoriamente sus funciones. Si bien esto es un derecho válido en todo Estado y en cualquier régimen político, el sistema de la democracia, gracias a sus procedimientos de control, permite y garantiza su mejor actuación. El solo consenso popular, sin embargo, no es suficiente para considerar justas las modalidades del ejercicio de la autoridad política."
Como veo que te cuesta entender aquello que va en contravía de tus creencias, te lo digo por partes:
1. La soberania popular. Concepto claramante de origen liberal, pues en una monarquía la autoridad provenia o de Dios o del linaje, pero nunca del pueblo y obviamente menos decir que el pueblo "transfiere" el ejercicio de su soberania, mediante elecciones libres de representantes. Como dice Palas en ocasiones ¿la pillas?
2. Pero no solo eso, sino que, si la DSI expresa que la autoridad política reside como sujeto en el pueblo (constituyéndose por tanto en un "deber ser"), ¿quien cumple de mejor manera ese postulado, ese deber ser, que la misma DSI proclama?:
"el sistema de la democracia, gracias a sus procedimientos de control, permite y garantiza su mejor actuación." ¿es es eso una recomendación? Obvio que si. Y si no lo es, Ricardo, esta muy, pero muy lejos, del "repudio" que tiene la iglesia a la democracia, según usted.
Ahora bien, ese cuentico de que "en la práctica", la democracia no se cumple, puras patadas de ahogado. Si no se puede hablar de los sitemas políticos porque estos en la práctica no son perfectos, pues entonces ¿de que hablamos?, claro que la iglesia pone unas condiciones, pero al fin y al cabo está hablando de la democracia como sistema político y lo que busca y "recomienda" no es precisamente "rechazarla", sino al contrario mejorarla, como lo citó muy bien José Angel Antonio:
"Una auténtica democracia no es sólo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre, la asunción del « bien común » como fin y criterio regulador de la vida política. "
Si eso no es querer profundizar la democracia, entonces ¿qué es?
Ricardo ¿te sorprende entonces que tu democratofobia declarada, no tenga respaldo en la DSI?
Es obvio, insisto, que "tout va tres bien".
Saludos cordiales.
Saludos
No entiendo muy bien por qué se presenta como católico y habla de la doctrina social de la Iglesia y de pecados, a la vez que parece aceptar la eutanasia. Le ruego que aclare esto.
Saludos cordiales.
Te puedo asegurar que los defectos, no hablo de pecados, de los miembros de la familia, por esa misma visión realista, se toleraban mucho mejor y nadie iba en busca del marido o la mujer perfecta.
La sociedad actual tiene muchos pajaritos en la cabeza y les cuesta una barbaridad tomar decisiones porque, teóricamente, tienen más posibilidades, pero las posibilidades implican quedarse con una sola cosa y desechar las demás y hoy en día lo queremos todo.
Una persona no puede barajar a la vez sus famosos derechos: al descanso, a las vacaciones, a la libertad y cuidar a un familiar enfermo, tiene que tomar una decisión. Antes no había decisión que tomar porque el deber marcaba la ruta, hoy, en cambio sí. Así que el abanico de posibilidades vuelve ansiosos a las personas porque lo quieren todo y no acaban de decidirse o tan egoístas que da asco verlos.
En mi familia lo primero que nos enseñaron es a priorizar y cuando se prioriza ya no se piensa en aquello a lo que has renunciado.
Conviene reconocer que la frase de Juan XXIII se refería originalmente a las relaciones humanas, como una forma de evitar las guerras ("Ya se han combatido bastante los hombres; ya son demasiadas muchedumbres de jóvenes que han derramado su sangre en la flor de la edad. [...] Piensen, por tanto, todos no en lo que divide y separa a los hombres, sino en lo que puede unirlos en la mutua y justa comprensión y estima recíproca", encíclica Ad Petri Cathedram). En ese ámbito significa algo completamente distinto y, aunque tampoco funciona muy bien si se entiende estrictamente, no es un mal consejo.
Lo desastroso fue aplicar ese "principio" o táctica a las relaciones de la Iglesia con otras confesiones cristianas o con otras religiones, como si lo "importante" fuera el común denominador de todas las confesiones o religiones, algo que es un despropósito evidente. No sé quién hizo esa aplicación, pero quien la hiciera, fuera el Papa o más probablemente otra persona, metió la pata hasta el fondo.
Los psicólogos están para los que los necesitan y los necesitan más aquellos que carecen de Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza que los que tienen esas virtudes y se sostienen por si mismos, con la ayuda de la Gracia, así que nos pasamos el día hablando de los que tienen síndromes pero no percibimos a los virtuosos. Si yo preguntara aquí cuántas personas prudentes, justas, leales, cabales, etc...conocen seguramente no sabrían responder, pero si pregunto por problemas psicológicos todo el mundo me contaría por lo menos un par de casos.
-¿Estás bien? ¿estás contenta?- y si contestas que sí se quedan estupefactos porque vives en un pueblo de lo más aburrido. -¿Y qué haces?- Cosas sencillas. -¿Una y otra vez?-Pues sí, una y otra vez, pero mi mente vuela a dónde yo quiera.
Y le doy gracias a Dios todos los días por esto, porque soy antigua y mi corazón reposa en lo amado, lo conocido, mientras que mi imaginación vuela como un águila. Por eso la Fe de mis mayores, aunque se remonte dos milenios atrás nunca me cansa.
Ese cambio a las perpetuas novedades empezó en los 60 y las gentes se volvieron inquietas con ansias de cambiarlo todo, aunque lo que tuvieran fuera bueno porque ya no importaba lo bueno y lo malo sino solo lo nuevo.
no es posible que cuando se hablan de los logros del liberalismo es porque se está haciendo un análisis de brocha gorda, pero cuando se mete todo lo malo en la bolsa "liberal", ahí si es hacer un análisis de pincel. Eso no es serio.
--------------------------------------------
Lo que había intentado argumentar es lo que resume usted con la frase:
"Como dice Adela Cortina, el liberalismo primero surgió y luego se fue pensando sobre él".
Así es fácil sentenciar acerca de las bondades intrínsecas del liberalismo. Pero cuando hablamos de liberalismo no hablamos de razón práctica ni de ciencia acumulativa sino de doctrina filosófica o ideología. Y cuando un cristiano de hoy oye acerca de cualquier ideología lo normal, a estas alturas, es que las alarmas acerca de cualquiera nueva propuesta mesiánica vengan a resonar en la cabeza.
Como he dicho, a mi no me gusta hacer parodia sobre el liberalismo. Muchos autoproclamados liberales los tengo por bellísimas personas -no se han alejado de la ley natural y de la acción de la Gracia-, y hay buenos pensadores. John Locke me es simpático y dice cosas interesantes y aprovechables. De hecho me cae mejor y dice cosas más interesantes que el propio Descartes, por ejemplo. Lo peor de Locke, incluyendo su concepto de "contractualismo", viene precísamente de su raíz protestante. Imprescindible leer a pensadores católicos al respecto. Si son tomistas mejor. Y sobre Kant recomiendo seguir la bitácora de Alonso Gracián en este mismo portal donde, en una innumerable sucesión de artículos, se dedica concretamente a desmenuzar los pormenores del error modernista.
El concepto de estado de derecho no nace históricamente con el liberalismo filosófico pero, claro, como he dicho, la ecuación nos la puede resolver Adela Cortina.
Le voy a poner un ejemplo de lo que es liberalismo filosófico y que podríamos contraponer al desarrollo histórico práctico del derecho que puede ser plenamente incluído dentro del ser católico. Procede de la democracia liberal canónica, para algunos la única, hoy existente en el mundo¿Es necesaria la presencia de un tomista para poner en evidencia que esto no es pensamiento católico?:
"Sostenemos estas verdades por ser evidentes: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".
Las palabras no son literales pero el sentido si. Eso para saber donde estamos hoy en día.
Y digo que fue en una televisión por internet aunque el sentido implícito bien se podría aplicar a la realidad proclamada por alguna singular cadena de la TDT propiedad de cierta organización eclesial.
Como habéis comentado se engaña quien piensa que es posible conciliar catolicismo y liberalismo y papas como León XIII han sido tajantes al respecto, pero vivimos en el imperio del relativismo donde parece que cabe todo, también en el catolicismo...
«En efecto, esto es el liberalismo: "idolatrar la libertad por encima de Dios actualizando el pecado original que provocó la caída del hombre a golpe del grito luciferino de "non serviam". Con esto destierran toda ley divina positiva y natural, y pretenden hacer al "hombre como Dios", por encima de Dios, con los efectos perversos que ello conlleva en cualquier orden social o personal en que se instala.»
(D. Daniel Marín Arribas)
Lo he dicho también en otros lugares y portales: la monarquía tradicional católica es la forma de gobierno natural de España, creadora de civilización y con vocación de universalidad, de catolicidad (por eso la Sinagoga odia tanto a este país); ahora bien, creo que hace falta que entre en juego una crisis de enorme calado (conflicto bélico generalizado, colapso económico, atentados terroristas masivos...) para poner fin al sistema actual y conducirnos a otro como la monarquía tradicional católica, de hecho esta transición será imposible sin el completo colapso de la élite globalista y sin la lucha de las fuerzas nacionalistas/patriotas del país, como en la Cruzada de Liberación Nacional. Siempre hemos tenido que tocar fondo para poder reconstruir, que Dios nos ayude y salve a España, ojalá el Rey Felipe VI renueve la consagración de la Patria al Sagrado Corazón de Jesús.
Ese sistema no entra en contradicción con la intervención estatal en mayor o menor medida, por lo que engloba diversos modelos como el liberalismo, la socialdemocracia, el dirigismo, el crédito social, etcétera, ni tampoco es exclusivo de la democracia liberal, puede haber una dictadura o una monarquía no parlamentaria y capitalista perfectamente.
Creo que ese sistema es compatible con la doctrina social de la iglesia, y realmente un capitalismo católico es la única alternativa al liberalismo y al progresismo, el viejo mundo precapitalista está muerto y enterrado, y el comunismo va por ese camino.
Sobretodo porque no veo ninguna propuesta seria e inteligente pensada desde esa perspectiva supuestamente catolica, que contrarreste el intervencionismo socialisto-marxista.
Si, vamos, que cada dia soy mas liberal conservadora o como quiera decirse. De echo me parece que cuadra mejor con el principio de subsidiaridad.
Los de " el liberalismo es pecado" aun no me han explicado como concretizar sus teorias de manera realista en la sociedad actual.
Asi que, Don Francisco Jose, si mi propio marido, que le lavo y le plancho, a veces me considera anatema, no se desanime con que le hagan la contra.😀
En cualquier caso el liberalismo es también intervencionista. Al menos en sus etapas iniciales siempre a supuesto una ola masiva de intervención y expropiaciones. A menudo expropiaciones a la Iglesia (desamortización). Una sociedad liberal esta planificada en numerosos ámbitos, por muchas razones. Por ejemplo la moneda esta controlada por el Estado, y es el Estado (el banco central) el que crea los ciclos económicos y hace que fluya el dinero a ciertos sitios y no otros (ahora mismo el banco central de japón es el principal accionista de muchas grandes empresas japonesas... apuesto a que eso mismo lo vamos a ver en Europa en 10-15 años como mucho). La cosa es que una sociedad liberal no es lo que ha elegido la gente con sus elecciones libres como dicen los liberales sino algo querido por unos cuantos (lo cual no lo hace malo, solo digo que no se corresponde con la publicidad que hacen). Y ya podemos ver que en general las grandes corporaciones y fortunas favorecen todo lo que tiene que ver con la ideología de genero, el feminismo o algo. A lo mejor es que son tontos o son todos masones; o a lo mejor es que si que tiene algo que ver unas clases de liberalismo con otro y la inducen.
Otra cosa es que digamos que eres liberal si estas a favor de la competencia y de que no todo este controlado por el estado. Pues entonces casi todos somos liberales. Pero entonces también podemos decir que todos somos progresistas porque estamos a favor del progreso, o socialistas porque queremos una sociedad fuerte etc etc.
Y es verdad que no se suele delinear las alternativas, y creo que a menudo es por falta de honestidad. En la época de Chesterton si que se hacia. Una economía moderna solo puede ser socialista o liberal o algo intermedio; la alternativa son economías mas pequeñas y locales. Pensar que podemos cambiar totalmente el sistema y que no dependa ni del estado ni de las grandes corporaciones y la bolsa pero manteniendo todo lo demás es como pensar que podemos cambiar el petroleo por energía solar y que todos tengamos coche y viajemos en avión.
"Sobre todo porque no veo ninguna propuesta seria e inteligente pensada desde esa perspectiva supuestamente catolica, que contrarreste el intervencionismo socialisto-marxista"
Es que, a menudo, cuando hace un calor que derrite las farolas, pensamos con nostalgia en la nieve del invierno y los vientecitos helados de Siberia. Pero la realidad es que, cuando por fin llega la nieve y los vientecitos helados, nos ponemos la bufanda, subimos la calefacción y añoramos el sol veraniego.
Dicho de otra forma: rechazar un vicio no nos debe llevar al vicio contrario, sino a la virtud.
Huckleberry Finn se crió como mi padre, pero hoy resultaría peligroso que un niño leyera un libro de Mark Twain no fuera a imitarlo.
¡Vaya sociedad liberal! en lo económico será, pero el liberalismo debería ser más que eso porque a mi padre los niños de hoy le parecerían robots manipulados por control remoto al lado de su libérrima infancia.
Eso sí, se les enseñaba muy claro lo que era el bien y el mal, se les enseñaba el Catecismo y los principios a los que tenían que ceñirse, pero eso no incluía hervir almejas en una lata en la playa, ni comer berros silvestres. Hoy los niños aprenden lo segundo, lo de las almejas y los berros, pero no lo primero.
Os empeñáis en "enseñar la fe" que es algo que no se puede enseñar. Se tiene o no se tiene.
Y lo pretendéis hacer a base de dogmas, pequeñas (o grandes) supersticiones, que en su inmensa mayoría no pueden atribuirse a Jesucristo pero que habéis decidido que son palabra de Dios.
Todo en vez de estar abiertos a lo que Dios os manifiesta personalmente (sin recurrir a drogas alucinógenas o visiones místicas, que hay alguna por ahi...).
Os compadezco.
Palas lo de los niños tiene mas que ver con el tipo de entorno que tienen. Si vives en un sitio pequeño en el que todo el mundo se conoce y no hay forasteros, pues es mas fácil dejar a los niños libres, aunque tiene sus peligros. Ninguna sociedad va a conseguir que si vives en un sitio en el que no conozcas a la mayor parte de la gente y pasen continuamente gente de fuera puedas estar seguro de dejar a los niños libres. En este sentido mas liberalismo significa mas movimiento geográfico de la gente, mas inmigración interior y exterior y, al final, menos confianza en el vecindario (porque no va a haber un policia en cada esquina).
Relacionándolo con el liberalismo político y económico, quizás este mal planteado discutir el sistema independientemente de la escala, como dice Nassim Taleb. Me explico. Si tengo que hacer cualquier tipo de negocio con alguien de otro país que no conozco de nada me parece perfecto que nuestra relación sea puramente contractual. Por supuesto llevada con buena fe, pero sin pedir nada mas que eso. Es decir a ese tipo de nivel, liberalismo, casi anarcocapitalismo. Pero entre gente de la misma comunidad, que se conocen de toda la vida incluso de varias generaciones las relaciones no deberían ser puramente contractuales. Luego están los casos intermedios. No se, es algo que habría que clarificar. De todas formas al final es lo mismo, subsidiariedad.
Palas, aunque vasca y no griega, haces continuo honor a tu nick con una impresionante lucidez. Besarkada gogor bat. .
"Os empeñáis en "enseñar la fe" que es algo que no se puede enseñar. Se tiene o no se tiene. Y lo pretendéis hacer a base de dogmas, pequeñas (o grandes) supersticiones, que en su inmensa mayoría no pueden atribuirse a Jesucristo pero que habéis decidido que son palabra de Dios. Todo en vez de estar abiertos a lo que Dios os manifiesta personalmente"
Ya sé que suena absurdo, pero en vez de aceptar la palabra de todo un ilustre troll anónimo de Internet para que dirija mi vida, me voy a decantar por la enseñanza sobre Cristo de la Iglesia que el mismo Cristo fundó para que transmitiera su enseñanza.
Pero para que no crea que echo en saco roto sus enseñanzas, le diré que, desde que leí su mensaje, he estado particularmente atento a escuchar lo que Dios me "manifiesta personalmente". Y con éxito, porque me ha manifestado personalmente un mensaje para un tal Rufus T. Firefly, que debe dejar de decir tonterías, vestirse de saco y ceniza, arrepentirse de sus pecados y confesarse. Después dijo algo que no entendí bien sobre "hacerse cartujo" y "voto de silencio", porque la conexión no era muy buena.
Que palhaçada modernista é essa.
Definição de fé: adesão intelectual as verdades reveladas por Deus e que são ENSINADAS pela Igreja.
Como não se pode ensinar a fé?
Lembremos do que nos diz infalivelmente o Concílio Vaticano I:
Se alguém disser que não é possível ou não convém que, por divina revelação, seja o homem INSTRUÍDO ACERCA DE DEUS E DO CULTO QUE LHE É DEVIDO, SEJA ANÁTEMA (Ibid. Cân. 2)
Mas de onde vem essa estupidez de que a fé não pode ser ensinada? Outra vez, da heresia do MODERNISMO. A fé não pode ser ensinada porque a razão humana esta inteiramente reduzida à consideração dos fenômenos, sendo, portanto, incapaz de apreender a verdade das coisas.
"Todo en vez de estar abiertos a lo que Dios os manifiesta personalmente."
Como é bom ser católico e poder constatar que Chesterton estava absolutamente correto quando afirmou que a Igreja não estava somente armada contra as heresias do passado e do presente, mas também contra as do futuro.
Vejamos o que nos diz o papa São Pio X na encíclica Pascendi:
"Este agnosticismo, porém, na doutrina dos modernistas, não constitui senão a parte negativa; a positiva acha-se toda na IMANÊNCIA VITAL.
Eis aqui o modo como eles passam de uma parte a outra. A religião, quer a natural quer a sobrenatural, é mister seja explicada como qualquer outro fato. Ora, destruída a teologia natural, impedido o acesso à revelação ao rejeitar os motivos de credibilidade, é claro que se NÃO SE PODE PROCURAR FORA DO HOMEM ESSA EXPLICAÇÃO. Deve-se, pois, procurar no mesmo homem; e visto que a religião não é de fato senão uma forma da vida, a sua explicação se deve achar mesmo na vida do homem. Daqui procede o princípio da imanência religiosa. Demais, a primeira moção, por assim dizer, de todo fenômeno vital, deve sempre ser atribuída a uma necessidade; os primórdios, porém, falando mais especialmente da vida, devem ser atribuídos a um movimento do coração, que se chama sentimento. Por conseguinte, como o objeto da religião é Deus, devemos concluir que a fé, princípio e base de toda a religião, se deve fundar em um sentimento, nascido da necessidade da divindade.
Esta necessidade das causas divinas não se fazendo sentir no homem senão em certas e especiais circunstâncias, não pode de per si pertencer ao âmbito da consciência; oculta-se (porém), primeiro abaixo da consciência, ou, como dizem com vocábulo tirado da filosofia moderna, na subconsciência, onde a sua raiz fica também oculta e incompreensível. Se alguém, contudo lhes perguntar de que modo essa necessidade da divindade, que o homem sente em si mesmo, torna-se religião, será esta a resposta dos modernistas: a ciência e a história, dizem eles, acham-se fechadas entre dois termos: um externo, que é o mundo visível; outro interno, que é a consciência. Chegados a um ou outro destes dois termos, não se pode ir mais adiante; além destes dois limites acha-se o incognoscível. Diante deste incognoscível, seja que ele se ache fora do homem e fora de todas as coisas visíveis, seja que ele se ache oculto na subconsciência do homem, a necessidade de um quê divino, sem nenhum ato prévio da inteligência, como o quer o fideísmo, gera no ânimo já inclinado um certo SENTIMENTO PARTICULAR, e este, seja como objeto seja como causa interna, TEM ENVOLVIDA EM SI A MESMA REALIDADE DIVINA E ASSIM, DE CERTA MANEIRA, UNE O HOMEM COM DEUS. É PRECISAMENTE A ESTE SENTIMENTO QUE OS MODERNISTAS DÃO O NOME DE FÉ e tem-no como princípio de religião."
Como comprenderás esperaré a que Dios me comenté las cosas directamente.
Entre la poca cobertura que tenías y tú habitual tendencia a interpretar a Dios en función de las supersticiones en las que crees es algo arriesgado tomarte en serio.
Gracias de todas formas por tu interés. Lo valoro en lo que vale.
La derecha de Dios es directa, la izquierda se disfraza, a veces de tragedia. De la mano derecha o de la izquierda de Dios, nadie se escapa, ni los necios.
Fragmento, refiriéndose al actuar de la mano izquierda.
Se rompe una presa que arrasa mis fincas.
Tengo un descuido inexplicable en el trabajo
y la máquina me siega un brazo.
Íbamos en coche a 100 por hora, nos salió
inesperadamente un camión, murieron en el acto
mi mujer y mi hijo, y quedé solo en la vida.
Jamás he tenido una enfermedad,
pero me dice el médico que tengo algo incurable.
Lamento que se haya pensado que soy católico, nunca dije que lo fuera. Lo fui, pero perdí la fe. Sigo considerando que la iglesia debe desempeñar un papel fundamental en la sociedad. Cito la DSI porque encuentro muchas cosas valiosas en ella, de hecho pienso que propuestas como el ordoliberalismo, el estado social de derecho y la economía social de mercado que son producto de la inserción de planteamientos de la DSI en el ámbito económico, social y político, son las que más convienen. De la misma manera, considero muy peligrosos aquellos planteamientos fundamentalistas, basados en la tradición o en la letra de la ley, que buscan destruir la democracia y los derechos humanos, la peligrosidad de esto es clara actualmente, simplemente hay que mirar lo que pasa en el mundo y en los países de otras religiones fundamentalistas. No quiero ser un troll, aprendo muchísimo de estos debates, tengo mi propio blog.
Me hago la promesa de no volver a participar en Infocatólica pero vuelvo y caigo, Usted dirá si me permite hacerlo otra vez en su blog.
Es verdaderamente desconcertante leer ese pasaje del discurso de San Juan XXIII. El Papa Bueno parece haber caído víctima del vicio de reaccionar a un extremo yéndose al otro extremo, olvidando el sabio principio católico del justo medio. Parecería que en reacción a discursos pesimistas y desolados, en vez de recurrir a la esperanza cristiana, recurrió a un optimismo voluntarista bastante ingenuo.
Qué diferente es leer, por ejemplo, el dicurso de Aleksandr Solzhenitsyn cuando recibió el premio Templeton. Es un goce escuchar lo que dice, no porque sean palabras suaves y dulces al oído, sino porque son verdaderas. Comparto algunos pasajes aquí:
Privada de la lucidez divina, la conciencia humana se deprava y ha sido esta depravación la que ha cometido los mayores crímenes de este siglo.
Casi no hay necesidad de decirlo: desde la baja Edad Media, Occidente ha sido invadido de forma progresiva por el secularismo. Para la fe, esta amenaza –no de un exterminio exterior sino de una anemia interna- puede ser todavía más grave.
Imperceptiblemente en Occidente el sentido de la vida se ha desgastado en el curso de los años hasta reducirse a la sola “conquista” de la felicidad, que se inscribe incluso en las Constituciones. No es solo en este siglo que se han desvalorizado las nociones del bien y del mal, hábilmente sustituidas por argucias sin fundamento, ya sean éstas de clase o de partido. Desde entonces se tiene vergüenza en apelar a conceptos inmutables. Se tiene vergüenza en admitir que el mal anida en el corazón del hombre antes de penetrar en los sistemas políticos; pero nadie tiene vergüenza de ceder habitualmente al mal integral. Y sobre la pendiente de estas concesiones, en el espacio de una generación, Occidente está a punto de deslizarse sin remedio en el abismo. Las sociedades occidentales pierden cada vez más su sustancia religiosa, y abandonan alegremente su juventud al ateísmo.
Los hombres libres de Occidente deberían comprender que alrededor de ellos se han acumulados demasiados engaños libremente consentidos, y deberían negarse a seguir aceptándolos pasivamente.
Es inútil intentar buscar una salida a la situación del mundo sin volver nuestra conciencia arrepentida hacia el creador de todas las cosas. Ninguna puerta se abrirá para nosotros. No la encontraremos. Los medios de que disponemos son demasiado miserables.
Interroguémonos a nosotros mismos: ¿no serían mentirosos los ideales de nuestra época? ¿Y nuestra terminología a la moda tan llena de suficiencia? De esa suficiencia emanan todas esas soluciones superficiales que pretenden rectificar nuestra situación. En cada ámbito, antes de que sea demasiado tarde, hay que reconsiderarlas, purificada nuestra mirada. La solución de la crisis no se encuentra en esos caminos trillados por conceptos machacones repetidos a diario.
Nuestra vida consiste en buscar no el éxito material sino un progreso espiritual digno de tal nombre. Toda nuestra existencia no es sino una etapa intermedia hacia una vida más alta.
Las leyes de la física y de la fisiología no nos revelarán jamás la verdad irrefutable de que el creador participa de forma constante y cotidiana de la vida de cada uno de nosotros. El nos entrega fielmente la energía del ser: cuando esta ayuda nos falta, nosotros perecemos. No es menor su participación en el desenvolvimiento de la vida en todo el planeta y en esta época oscura y amenazante, es necesario empaparnos de esta verdad.
Creo que no existe un fundamentalismo católico, más si lo compara a otras religiones en otras culturas. Si la tradición es mantener las costumbres y valores que hasta hace pocos años estaban presentes en las sociedades occidentales, por ejemplo hasta los años 60 del siglo pasado (cuando se inicia la revolución sexual) y aún en 1980 cuando no estaban aprobadas leyes como la del aborto, las uniones del mismo sexo.... no hacía que esas sociedades fueran semejantes sociedades islamistas. Hay una tendencia deformadora que asocia tener principios que no cambian a religiones fundamentalistas, y la alternativa que se propone en el fondo es adaptarse a la cultura cambiante, sin pensar que la cuestión no es no tener principios, sino si los principios son buenos, y quienes quieren cambiar continuamente (el progresismo cultural entre otros) pueden estar equivocados y perjudicar a la sociedad y el bien común. ¿Cómo saber si hay principios buenos?, un medio es la experiencia (la religión católica está relacionada con la realidad natural, porque ambas vienen del mismo sitio), por ejemplo la anticoncepción, la relativización de la familia tradicional y el aborto ha llevado a la una falta de relevo generacional, no-nacidos que ya no nacerán... ¿no es razonable mantener los principios que había antes sobre estos temas?.
Le sugiero que mire desprevenidamente lo que dicen muchos aqui en Infocatólica. Si hablamos de conservar las costumbres y los valores de occidente, pues tendríamos primero que preguntarnos cuáles son ellos y por lo que veo, la cuestión no es devolvernos treinta años, cuándo el aborto o la unión homosexual no estaban aprobados por varios países, ojalá fuera solo eso. Atacar la democracia y los valores asociados a ella, atacar los derechos humanos, no reconocerlos y negar siquiera la posibilidad del dialogo, eso Pepe, es precisamente negar las costumbres y valores de occidente. He leído comentarios verdaderamente fascistas cuyos autores creyendose poseedores de la verdad, han sugerido eliminar a aquellos que opinan diferente y que propagan "el error", atacar la democracia no puede llevar a otro camino que a la implantación de poderes absolutos, llamese como se le llame. Mire lo que está sucediendo, la democracia está en peligro y los derechos adquiridos también.
No se trata de renunciar a los principios pero tampoco se trata de imponerlos, eso a mi juicio es lo que ha tratado de hacer el Concilio Vaticano II, aunque a algunos no les guste.
Los valores de occidente se han creado a través de la historia, de construcción de una cultura en la que los valores cristianos tienen una parte importante, la democracia es un medio que puede ser bueno ó malo dependiendo de las leyes que se promuevan, estarás de acuerdo que si un parlamento aprueba una ley inmoral por el hecho de haber sido votada no la legitima. Lo que hace que sepamos que una ley sea legítima ó no es lo que está en el fondo de los valores de occidente, que son distintos a los de otras civilizaciones.
Criticar determinados aspecto relativistas no es llevar a un régimen dictatorial. Una democracia sin unos valores de referencia se puede convertir en totalitarismo aunque estén votados por la mayoría, un parlamento podría aprobar cualquier ley sin limitaciones morales incluso contra el orden natural, un clásico son las leyes del aborto, hoy se eliminan a los fetos que tienen defectos. Mientras que los gobernantes limitados aún con más poder directo hay cosas que saben no pueden proponer y por ejemplo los niños con defectos podían nacer. Este es un concepto que desarrolló mejor el Papa Juan Pablo II.
Es buena la discusión que propones, obviamente el cristianismo fue artífice del desarrollo de la cultura europea, pero esta no se que quedó allí, en sus principios "puros". El renacimiento, la revolución industrial y la revoluciones burguesas devinieron en todo un legado que Europa desde su modernidad impuso y legó al resto del mundo. Entonces precisamente lo que "está en el fondo" de la cultura occidental no es ya el cristianismo en su versión originaria, sino que son sus principios transformados por la razón, la crítica, la ciencia. Ese es el legado de occidente.
Si usted mira por ejemplo el fundamento de la democracia moderna y los derechos humanos o naturales se dará cuenta que el problema no es que NO existan valores morales, sino que son considerados en distinta manera que ustedes los católicos. Es un error decir por ejemplo que la ley natural es negada por la modernidad, la ley natural es entendida de otra forma y eso es claro.
Y como le digo, no es que critiquen cosas relativas de la democracia, es que quieren acabar con la democracia. Mirelo usted mismo.
Cuando no hay una orientación moral ésta se sustituye por lo que conviene, y ha sucedido que haya mucho individualismo. Es más aprobatorio por muchos el hedonismo que proponer valores virtuosos y/ó restrictivos, por eso las ideologías salvo alguna excepción proponen facilitar más individualismo que una orientación moral, incluso yendo contra el bien común. No es un valor que se considere que una familia puede ser cualquier tipo de unión, no lo es que se "elimine" legalmente a los no-nacidos, que el genero de cada personas no está determinada por la naturaleza con dos sexos que se complementan sino por una elección personal y que esa visión se imponga a la sociedad con el riesgo de ser desterrado al ostracismo si se cuestiona.... y por sus frutos los conoceréis, vivimos en una crisis demográfica, de la institución familiar... ¿y qué se propone?, no cambiar las costumbres sino traer a inmigrantes para compensar los hijos que no tenemos.
Si hasta hace 30 años no había aborto ni uniones del mismo sexo, ¿se pueden considerar que esas sociedades occidentales eran absolutistas contra los derechos humanos?, ¿lo que entonces era verdad, hoy no lo es?. En esas épocas y con esos valores las sociedades experimentaron el mayor desarrollo, mientras que hoy parecemos en un principio de decadencia, se parece a lo que le ocurrió al Imperio Romano.
"Las tendencias demográficas actuales llevarían a España a perder
una décima parte de su población en 40 años
Desde 2018 habría más defunciones que nacimientos
El 37% de la población sería mayor de 64 años en 2052"
ine.es/prensa/np744.pdf
"Los datos que reflejan el dramático futuro de una población española cada vez más envejecida"
eleconomista.es/economia/noticias/9443025/10/18/Los-datos-que-reflejan-el-dramatico-futuro-para-la-poblacion-espanola-cada-vez-mas-envejecida.html
Puede que para usted lo sea pero tiene que admitir que si todo está puesto en cuestión: Dios, patria y familia, la democracia no puede tener carácter dogmático más que para los demócratas que la hayan puesto en el lugar de Dios, lo cual no es nuestro caso. Puede que usted sea un converso a la religión de la democracia, porque esta está adquiriendo carácter sagrado para muchos, pero no para los cristianos.
Tuvimos a Juan Bueno, como un Papa amable, santo y eso traducía en nuestra esperanza cristiana, que era dado a esperar que EL ESPLENDOR DE LA FE por sí misma, atraería y subyugaría a quienes estaban del otro lado creyéndolo "ingenuo" y demasiado positivo ante la realidad de la esperanza de una iglesia de puertas abiertas... Su fe era bastante grande, su espiritualidad subyugadora, era Bueno y recordaba al Padre Bueno de Lc 15, Padre Misericordioso, que espera a sus hijos.
Años después, en la iglesia surge la corriente de quienes no siguieron valorando lo que nosotros habíamos descubierto en él durante el tiempo que llevó la barca de Pedro: su Amor a Dios y su Fe grande, capaz de esperar que el esplendor de la Fe, subyugaría a todos, y nos uniría en una espiritualidad Buena, de puertas abiertas a todos, que sería como la primitiva iglesia del "mirad cómo se aman".
Dónde... en qué momento, perdimos esa visión del Papa Bueno, santo? ... Cuando la Liturgia dejó de ser Sagrada, y los signos comunitarios de Una IGLESIA SANTA, se rebajaron a una iglesia nueva... cambiante, por cambiar...que no esperábamos, que no comprendimos a tiempo y que no fue pastoreada, sino hasta cuando en Puebla más tarde, otro Santo, Juan Pablo II la en-rumbó, con las dos opciones: pastoral de los pobres y de la juventud, como fuerza de la Iglesia del postconcilio.
Las cosas así comprendidas, esperábamos ahora que el Papa actual re-emprendería esas dos opciones, contempladas también con BenedictoXVI papa emérito, en la siguiente Conferencia del Brasil, en Aparecida, en que fue Secretario el actual PAPA. Benedicto quiso que descubriéramos la alegría de ser bautizados!... Luego vino la desobediencia a la Autoridad, que fue entendida desde la óptica del pueblo ... y llevó a escandalizar a muchos de buena voluntad.
Han sobresalido hoy demasiados obstáculos,... hasta difíciles de discernir... en la Iglesia. Tenemos que Orar, purificar nuestras intenciones, y tratar de no apartarnos de La Iglesia. Cómo???... El es el Camino - La Verdad y La Vida. Sólo se va al Padre por Él. Hay que escuchar y enseñar el llamado del Evangelio, de ser santos, como el Padre es Santo!
Dejar un comentario