Más que la vida
Santo Tomás decía que, en los salmos, está contenido el Evangelio entero. Nunca ha dejado de sorprenderme lo cierto que es esto y lo sabia que es la Tradición de la Iglesia al proponer los salmos como base de la liturgia de las horas, para que alimentemos nuestra oración cotidiana con las palabras que el mismo Dios pone en nuestra boca.
El otro día, rezando laudes, leí esta frase y la he estado rumiando desde entonces: “Tu gracia vale más que la vida”. Por supuesto, tiene una aplicación a mi propia historia, que no le interesa a nadie más que a mí, pero también una aplicación más general, que quizá pueda resultar interesante a los lectores. Del mismo modo que en los salmos está contenido el Evangelio entero, creo que en esa simple afirmación del salmista se contiene la explicación de la gran crisis que sufre la Iglesia desde hace más de medio siglo.
Nuestro problema, nuestro gran problema, es que ha dejado de estar claro que la gracia de Dios vale más que la vida. Tristemente, si hay algo característico de nuestro tiempo es eso: los mismos cristianos ya no creen que la gracia de Dios valga más que la vida.
Por supuesto, en todas las épocas multitud de cristianos han fallado innumerables veces en comportarse de acuerdo con esa frase. Cada pecado cometido por cada cristiano a lo largo de dos mil años es un ejemplo de preferir en la práctica la vida, la buena vida, la vida placentera, la vida que uno quiere, a la gracia de Dios.
Había una diferencia, sin embargo: aunque no lo cumplieran, lo creían. Todo el mundo sabía que ser cristiano era creer que estar en gracia de Dios valía más que ninguna otra cosa en este mundo. Ese convencimiento es la base de la existencia de mártires, santos, vírgenes consagradas, doctores de la Iglesia, sacerdotes célibes y misioneros, la piedra angular de todos los mandamientos, la consecuencia inmediata de la fe en la Encarnación, la Resurrección y la vida eterna y la razón misma de que haya una Iglesia. Como decía Santo Tomás, "El bien de la gracia de un solo individuo es superior al bien natural de todo el universo” (STh I-II, 113).
Hoy, sin embargo, la gran mayoría de los cristianos, incluidos infinidad de clérigos, no creen que la gracia de Dios valga más que la vida y por eso estamos como estamos. Su religión es una religión antropocéntrica y no teocéntrica. Ni siquiera conciben que sea posible poner a Dios y su voluntad por encima de la propia vida y todo lo que aprenden en sus familias, en parroquias, en universidades “católicas” y de la boca de sacerdotes y religiosos les confirma esa imposibilidad.
Por eso tantas órdenes religiosas no tienen vocaciones y llevan una vida cada vez más acomodada, los católicos se comportan moralmente igual que los paganos según las encuestas y las homilías suelen ser discursos políticamente correctos, en los que se evita cualquier mención de los pecados que le gustan al mundo o incluso del pecado en general. Por eso se antepone el segundo mandamiento al primero y principal. Por eso un cardenal puede decir que los pecados más horribles no tienen importancia en comparación con el cambio climático y la inmigración. Por eso la Conferencia Episcopal se dedica a alabar a tiempo y a destiempo el régimen político de cuya mano han llegado el aborto, el divorcio, la eutanasia y la disolución moral a nuestro país.
Por eso, y no por otra cosa, los partidarios del llamado Nuevo Paradigma dan alegremente la comunión a los adúlteros que siguen adulterando y D. Manuel Bru puede decir que un propósito de la enmienda válido puede estar sujeto a “limitaciones temporales” (es decir, lo que la Iglesia siempre ha llamado no querer convertirse y decidir seguir pecando). Por eso tantos obispos timoratos se callan cuando se deforma la fe, sin acordarse de lo que juraron en su consagración episcopal. Por eso el infierno no tiene sentido y se propone una misericordia que nada tiene que ver con la verdad. Por eso en realidad da igual ser católico, que protestante, musulmán, budista o agnóstico y solo importa ser buena persona y transmitir “buena onda”, sin hacer nunca proselitismo. Por eso los católicos toleran la insufrible indignidad de que se mate a los niños no nacidos por millares en sus ciudades. Por eso se puede despreciar la Tradición, banalizar la liturgia, adulterar la fe, rechazar las partes de la Escritura que no concuerdan con la mentalidad moderna y modificar la moral católica a voluntad.
Por eso, finalmente, los católicos dejan la Iglesia por millones en todo el mundo. Y no es extraño que lo hagan: si la misma Iglesia no se cree que lo que ofrece vale más que la vida, entonces eso que ofrece no merece la pena. Para vivir como vive el mundo, siempre será mejor acudir al propio mundo que a una copia seudorreligiosa.
Sed non praevalebunt.
45 comentarios
Siempre en el clavo, está en la apostasia, que se puede reveer, haciendo lo contario.
La GRACIA!!!!
Ha dado en el clavo, Bruno, pero en la Iglesia, todo sigue igual...
Claro, que si no estamos en estado de GRACIA,perdón por la mayúscula, todo es pura vanagloria, que tendra su valor.
Aparte si la muerte nos sorprende sin estar en ese estado, nos vamos para el otro lado.
Y para nada amputar la Palabra, de Dios, como la de la Tradición, viva de la Iglesia, de un recordado retiro.
La Palabra de Dios, como la de la Iglesia, es como una espada de Dos Filos, que da VIDA, cumpliendo justamente lo que no nos gusta. VIVA por lo mismo. Entonces Dios, no nos va a dar nada, si no lo podemos cumplir, pero nos da los medios para cumplirlo, y que medios!!!
Y hay que explicar con Caridad, con oración previa, pensando en las personas, las almas, que cada una es muy importante.Lo es para Dios, o, No, aca no hay jerarquias, para Dios todas, pero todas son muy importantes
Pidiendo la ayuda de Dios, uno debe mendigar, frente a EL!!!!!!!!
Y Vida en abundancia.En silencio absoluto, con la música, que propone Benedicto XVI, en la Sacramentum Caritatis, volver al incienso, a la Belleza, debe ser la antesala del cielo.
Y se cuesta aprender gregoriano, el Organo, como lo explica Raúl de Toro.
La gracia no debe confundirse con el honor, que es algo así como una "gracia humana". Perfectamente se puede vivir sin honor pero con plena gracia.
la paganización del cristianismo se inicia en el Renacimiento, sobre todo en el mundo de los altos personajes civiles y eclesiásticos, y va logrando que la bautismal renuncia al mundo, la que abre la puerta a la vida nueva cristiana, se quede en nada. La norma que va ganando vigencia es ésta: «busquemos primero de todo los bienes de este mundo, que ya la bondad de Dios nos dará por añadidura la vida eterna».
Pero.... hay ya muchísimos bautizados a los que absolutamente nadie les ha hablado de la gracia , de que somos hijos de Dios, de los mandamientos, de la más básicas verdades de la fe.
Solo por la gracia de Dios y por nuestra evangelización valiente conocerán todas esas cosas.
Dios te bendiga, Bruno.
Y en el trasfondo de tu post, me surgen algunos versículos de un salmo muy querido, que enlaza con el anhelo y certeza del Sal 62 al que haces referencia, me refiero al Sal 83:
"¡Qué deseable son tus moradas,
Señor del universo!
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo.
Dichosos los que viven en tu casa
alabándote siempre.
Dichoso el que encuentra en ti su fuerza
y tiene tus caminos en su corazón.
Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados".
Es el salmo propio de un contemplativo en el destierro, de aquel que sabe de la belleza de Dios.
Es por eso, como tú muy bien reconoces, "que la gracia de Dios vale más que la vida". Gracias Bruno.
"No hay duda que los enemigos de Cristo iniciarán la fase armada de la guerra contra Él y sus seguidores"
En realidad, es de temer que ni siquiera se molesten en hacerlo. Nosotros mismos ya hacemos todo lo posible para destruir el catolicismo.
"He leído este artículo recién nacido. Todavía no le habían puesto el título"
Je, je. Estaba distraído y se me había olvidado "bautizarlo".
el descubrimiento de la infiltración a los seminarios, la dura batalla en Estados Unidos y Argentina para revertir o prevenir el mayor genocidio de la humanidad llamada aborto..... creo que aún hay motivo de fundada esperanza.
Cuando un ataque sorpresivo pierde la oportunidad que le da la ventaja de encontrar a un enemigo desprevenido invariablemente aumentan las posibilidades de ser resistido.
"en éstos últimos, es donde es más grave"
Sin duda.
"pero en la Iglesia, todo sigue igual..."
El pecado siempre es lo mismo: gris, aburrido y monótono. La solución, la única solución, está precisamente en la gracia, que puede hacer milagros.
"Tu Gracia vale más que la vida"
Esas siete últimas palabras, han sido sobradamente comentadas y desarrolladas por el torrente inagotable de la sangre de los mártires.
Ellos supieron que la vida no era un valor absoluto si se traicionaba a Dios.
"hay ya muchísimos bautizados a los que absolutamente nadie les ha hablado de la gracia, de que somos hijos de Dios, de los mandamientos, de la más básicas verdades de la fe."
Eso es. Ese es el problema. No es tanto una cuestión de infidelidad personal, como de que en muchos lugares no se predica la fe, sino un sucedáneo adulterado.
El mal vence cuando nos damos por vencidos, cuando olvidamos que todos tenemos un llamado al martirio por nuestro testimonio de Jesucristo.
"La gracia no debe confundirse con el honor, que es algo así como una "gracia humana". Perfectamente se puede vivir sin honor pero con plena gracia"
Es un tema muy interesante. El honor tiene varias acepciones. Sin duda, entre los paganos el honor podría ser el análogo natural de la vida en gracia. Entre los cristianos, a veces tiene ese sentido meramente natural y, como dices, subordinado y secundario, pero en otras tiene un sentido mucho más elevado y sobrenatural, como en aquellos maravillosos versos de Calderón en El alcalde de Zalamea:
"al Rey, la hacienda y la vida
se ha de dar; pero el honor
es patrimonio del alma,
y el alma sólo es de Dios".
Ojalá leyéramos más el maravilloso tesoro de poesía española profundamente religiosa (sea de tema explícitamente religioso o, simplemente, de épocas más católicas que la nuestra). Aprenderíamos mucho. Entre otras cosas, que la gracia vale más que la vida.
Sobre el honor más bien natural, aunque no por ello menos admirable, no me puedo privar de recomendar Un castellano leal, del Duque de Rivas. Magnífico.
"El P. Iraburu explica de manera sucinta, pero acertada, me parece, cómo se llegó a pensar que la vida vale más que la gracia"
Toda esa serie del P. Iraburu es estupenda. Quizá sea una ingenuidad mía, pero creo que más nos valdría que, en vez de tantos sínodos, la tomaran en Roma como programa para unos añitos de reforma cisneriana.
"Es el salmo propio de un contemplativo en el destierro, de aquel que sabe de la belleza de Dios. Es por eso, como tú muy bien reconoces, "que la gracia de Dios vale más que la vida"."
Sí. En ocasiones, sobre todo de prueba, ese "vale más que la vida" hay que creerlo en oscuridad, sin experimentarlo y por pura fe. Pero lo cierto es que, antes de esa prueba, Dios nos muestra de mil modos su grandeza, su poder, su belleza y su misericordia, para que podamos dar fe de que Él es el único Dios y lo único verdaderamente importante. No te hablé a escondidas, en un país tenebroso, no dije a la estirpe de Jacob: “Buscadme en el vacío”.
Hemos sido creados para el cielo y todo nuestro ser gime deseando llegar a la presencia de Dios. Ante eso, el mundo entero es como polvo y menos que polvo. Todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.
"De la Regla pastoral de san Gregorio Magno, papa
(Libro 2,4: PL 77,30-31)
EL PASTOR DEBE SABER GUARDAR SILENCIO CON DISCRECIÓN Y HABLAR CUANDO ES ÚTIL
El pastor debe saber guardar silencio con discreción y hablar cuando es útil, de tal
modo que nunca diga lo que se debe callar ni deje de decir aquello que hay que
manifestar. Porque, así como el hablar indiscreto lleva al error, así el silencio imprudente
deja en su error a quienes pudieran haber sido adoctrinados. Porque, con frecuencia,
acontece que hay algunos prelados poco prudentes, que no se atreven a hablar con
libertad por miedo de perder la estima de sus súbditos; con ello, como lo dice la Verdad,
no cuidan a su grey con el interés de un verdadero pastor, sino a la manera de un
mercenario, pues callar y disimular los defectos es lo mismo que huir cuando se acerca el
lobo.
Por eso, el Señor reprende a estos prelados, llamándoles, por boca del profeta: Perros
mudos, incapaces de ladrar. Y también dice de ellos en otro lugar: No acudieron a la
brecha ni levantaron cerco en torno a la casa de Israel, para que resistiera en la batalla, el
día del Señor. Acudir a la brecha significa aquí oponerse a los grandes de este mundo,
hablando con entera libertad para defender a la grey; y resistir en la batalla el día del
Señor es lo mismo que luchar por amor a la justicia contra los males que acechan.
¿Y qué otra cosa significa no atreverse el pastor a predicar la verdad, sino huir,
volviendo la espalda, cuando se presenta el enemigo? Porque si el pastor sale en defensa
de la grey es como si en realidad levantara cerco en torno a la casa de Israel. Por eso, en
otro lugar, se dice al pueblo delincuente: Tus profetas te ofrecían visiones falsas y
engañosas, y no te denunciaban tus culpas para cambiar tu suerte. Pues hay que tener
presente que en la Escritura se da algunas veces el nombre de profeta a aquellos que, al
recordar al pueblo cuán caducas son las cosas presentes, le anuncian ya las realidades
futuras. Aquellos, en cambio, a quienes la palabra de Dios acusa de predicar cosas falsas y
engañosas son los que, temiendo denunciar los pecados, halagan a los culpables con
falsas seguridades y, en lugar de manifestarles sus culpas, enmudecen ante ellos.
Porque la reprensión es la llave con que se abren semejantes postemas: ella hace que
se descubran muchas culpas que desconocen a veces incluso los mismos que las
cometieron. Por eso, san Pablo dice que el obispo debe ser capaz de predicar una
enseñanza sana y de rebatir a los adversarios. Y, de manera semejante, afirma Malaquías:
Labios sacerdotales han de guardar el saber, y en su boca se busca la doctrina, porque es
mensajero del Señor de los ejércitos. Y también dice el Señor por boca de Isaías: Grita a
plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta.
Quien quiera, pues, que se llega al sacerdocio recibe el oficio de pregonero, para ir
dando voces antes de la venida del riguroso juez que ya se acerca. Pero, si el sacerdote no
predica, ¿por ventura no será semejante a un pregonero mudo? Por esta razón, el Espíritu
Santo quiso asentarse, ya desde el principio, en forma de lenguas sobre los pastores; así
daba a entender que de inmediato hacía predicadores de sí mismo a aquellos sobre los
cuales había descendido".
Esta frase de Santo Tomás de Aquino me recuerda otras del Beato John Henry Newman y que ya publicó Bruno en otro artículo: "La Iglesia Católica sostiene que si el sol y la luna se desplomaran, y la tierra se hundiera y los muchos millones que la pueblan murieran de inanición en extrema agonía, por lo que a males temporales atañe, todo ello sería menor mal que no que una sola alma, no digamos se perdiera, sino que cometiera un solo pecado venial, dijera deliberadamente una mentira o robara, sin excusa una perra gorda"
- Todo junto, como siempre, para hacer más presión. Quitando de la lista las cosas que suponen eliminar la vida (diferencia nada menor), ¿por qué le parece inconcebible que cualquier régimen político de hoy en día autorice la extinción del contrato matrimonial entre personas libres e incluso aconfesionales? ¿Considera lógico que el divorcio siga ilegalizado?
Cuando a alguien le dicen "¡No se beba eso, está envenenado con cianuro, arsénico y cicuta!", solo un inconsciente responde diciendo: "No sé por qué habla de todo a la vez. Si la dosis de belladona fuera suficientemente pequeña, quizá sus efectos no fueran letales".
De todas formas, es una pregunta interesante y, si hay tiempo, le dedicaremos un artículo.
Para muestra, a pesar de la enorme campaña de desprestigio en Estados Unidos contra Kavanaugh.... llegó a la corte suprema de Estados unidos, donde, es posible, seguirá el ejemplo de la inquisición: proteger al débil. A la cual también se le hizo su campaña de desprestigio, pero nadie puede argumentan en contrario que, con todas sus imperfecciones, el mejor y mas justo tribunal de su época..... y quizás de todas las épocas.
- Interesante y de dudosa justificación fuera de lo meramente confesional. Y no sería poca la gente concernida.
Esperemos que al menos la argumentación no esté tan traída por los pelos como la comparación de la mezcla de venenos. Se parece a cuando, con ocasión de un atentado islamista, nunca falta el aprovechado que recurre a "la peligrosidad de loS fanatismoS religiosoS".
Hay que hilar más fino, Bruno. La táctica de "mismo saco" muy difícilmente funciona, se lo ha dicho ya bastante gente. Se obstinan en enumerar "metralléticamente" aborto, divorcio, eutanasia, disolución moral (¿qué época histórica ha sido mejor modelo moral que cualquier otra?) y así no van a ninguna parte que no sea su propio terreno.
[Si me permite, y hablando de la imposición de la indisolubilidad matrimonial al conjunto de la sociedad, hay una cuestión parecida que mucha gente no entiende: cómo es que a la Iglesia le da igual el régimen de gananciales que el de separación de bienes. Es curiosísimo que ni se exija la primera ni se condene la segunda, como correspondería a un vínculo tan férreo y determinante].
"Me ha Sorprendido que no sea 'gratia' sino 'misericordia'. A lo mejor algún entendido me podrá iluminar si se pueden usar como sinónimos (sería una gran revelación para mí, enorme) o por qué siempre se ha traducido como 'gracia'."
Es una cuestión muy amplia y para explicarlo con rigor habría que ahondar en muchas cosas, cuatro idiomas distintos y épocas muy diferentes.
La versión hiperresumida: gracia y misericordia de Dios se refieren a lo mismo desde dos puntos de vista diferentes. La misericordia es el origen del don y la gracia es el don que se origina en la misericordia. En un ser humano son cosas diferentes: una cosa es, por ejemplo, tu misericordia y otra los euros que le has dado al mendigo. Esos euros pueden ser manifestación, puesta en práctica y signo de esa misericordia, pero no se identifican con la misericordia. En cambio, en Dios, el don se identifica consigo mismo: la gracia (increada) es el mismo Dios misericordioso que se da. En ese sentido, misericordia (que es el propio ser de Dios) y gracia (que es Dios mismo que se da al hombre y habita en él) son lo mismo, desde dos puntos de vista diferentes.
Por eso, jesed se traduce, según los casos, como misericordia, bondad, amor, gracia, fidelidad, etc. Como en la frase en cuestión se está hablando de que el don de Dios o la amistad con él es lo más valioso que tiene el hombre (más que de la comparación entre la vida del hombre y el propio ser de Dios en sí mismo, que no tendría mucho sentido), es muy apropiada la traducción de gracia, aunque, repito, ambas cosas se refieren a lo mismo desde puntos de vista diferentes.
Para analizarlo con detalle habría que distinguir gracia increada de gracia creada (que son los efectos de la anterior en el alma), los términos usados en hebreo y su traducción griega de los LXX (que San Jerónimo sigue en este aspecto para la Vulgata latina), la diferencia en el uso de los términos latinos que se puede encontrar entre la época patrística y la escolástica medieval cuando la teología de la gracia se había consolidado, la evolución del castellano, etc., pero espero que baste la explicación hiperresumida para hacerse una idea de por dónde van los tiros.
Corregido el número del salmo. A mi entender, fue un gran error cambiar la numeración tradicional de los salmos. Desde que lo hicieron, yo al menos soy incapaz de recordar el número de un salmo concreto, porque siempre se confunden en mi mente las dos numeraciones.
En Psalmi 62 4, traducen al latín:
Quia melior est gratia tua quam vita
Pues sí, la versión de 1945 está en la Vulgata de Colunga y Turrado de la BAC.
Bruno:
Comparto tu visión del panorama desolador que ofrece la Iglesia. Cuando muchos obispos timoratos se callan cuando se deforma la fe, sin acordarse de lo que juraron en su consagración episcopal es que tenemos al Enemigo dentro. Pero acabas con una doble o triple pirueta: sed non praevalebunt.
No prevalecerán los poderes del diablo, pero están prevaleciendo durante décadas, cada vez con mayor daño al Cuerpo de Cristo. Tú y unos cuatro o cinco obispos predicáis la situación de millones de católicos que se han marchado o están siendo envenenados. Pero la mayoría de los pastores actúan como si no ocurriese nada.
Pero si Vox no, entonces ¿qué? Porque el PP, ha traicionado a sus votantes en todo.
C´s ha demostrado ser el partido de Groucho Marx: "estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros". Además, C´s exige a los que quieren afiliarse que firmen una declaración jurada en la que expresen que NO tienen nada en contra del aborto.
De socialistas y comunistas, bastante ha escrito el Papa en "Divini Redemptoris".
Luego ninguna opción es válida para un católico, salvo Vox, (por muchos defectos o deficiencias que tenga) o ADÑ. Mi pregunta es visto esto, ¿a quién deberíamos votar los católicos?
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