¿Dónde está nuestra herencia?
En ocasiones me siento como un viajero que, después de un largo viaje, vuelve a su hogar y lo encuentra vacío y abandonado, la lumbre apagada, las polvorientas habitaciones desiertas y las ventanas tapadas por cartones. Vagando por los alrededores, reconoce, aquí y allá, a través de las ventanas de casas ajenas, los retratos de sus ancestros, los libros de su abuelo e incluso algunos de los juguetes con los que jugaba de niño. Cuando pregunta, nadie puede decirle qué ha pasado, más allá de vagas referencias a derroches, malas decisiones, deudas y una lenta pero inexorable decadencia. Al fin, cansado de preguntar, el viajero se sienta solo en las gradas de su hogar, donde tantas veces pasaba el tiempo con sus hermanos, y se echa a llorar desconsolado.
Así me sentí ayer al escuchar por primera vez la canción Sinnerman, de Nina Simone. Quizá les suene a algunos de los lectores más aficionados a la música que yo. Además de ser muy popular en los años sesenta, se incluyó en la banda sonora de series como Sherlock o The Blacklist y de películas como El secreto de Thomas Crown y Corrupción en Miami.
La canción, muy sencilla, pertenece a la tradición de los espirituales negros, y es una versión modificada de una vieja melodía, con una armonía más moderna. El texto, por su parte, está vinculado al de otras canciones aún más antiguas, cuyo origen se pierde en la historia norteamericana, como There is no hiding place down here. Como buen ejemplo de su género, Sinnerman habla del juicio final y la segunda venida de Cristo de una forma tan concreta e inmediata que es muy difícil no sentirse conmovido ante la historia de un pecador que no ha querido convertirse hasta que ya es demasiado tarde.
“¿A dónde huirás? ¿A dónde huirás en aquel día?”, pregunta la canción al pecador, que ve que ha llegado el día de la ira, en que los siglos se reducirán a cenizas, como dice el Dies irae. El pecador, desesperado, llama a una roca y suplica: “Roca, escóndeme. ¿Es que no ves que te necesito?". Pero la roca no puede esconderlo. Entonces pide al río y al mar que le escondan, pero el río y el mar, tintos en sangre en aquel día, hirviendo como agua en el puchero, tampoco pueden ayudarle. Después el pecador, para escapar, acude a Dios y reza para que lo libre de su castigo, pero Dios le responde que tenía que haber rezado antes y que a quien debe acudir es al diablo. Y el diablo, al fin, ese sí que le está esperando. Terrible, pero real como la fe misma.
Me conmovió escuchar la canción, que a mi juicio es una obra maestra en su género, y disfruté mucho con ella, pero, aunque el tema es muy duro, no fue eso lo que me entristeció. Lo que me dejó un amargo sabor de boca fue pensar que una canción con esa letra sería impensable en nuestras iglesias católicas. ¿Una canción que hablara con esa claridad y pasión del juicio final y del terrible destino de la condenación eterna? Inconcebible. ¿Y una homilía o catequesis? Prácticamente inimaginable.
¿Cuándo se escucha a un sacerdote decir, en serio, como quien se lo cree: “Serán reunidas delante de él todas las naciones y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Y allí será el llanto y el rechinar de dientes. Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”? Si lo hiciera, las protestas airadas de los “fieles” empequeñecerían los rugidos de un volcán, se multiplicarían por mil en los periódicos y las televisiones y, es de temer, terminarían por obtener la cabeza del sacerdote o catequista responsables.
En cambio, lo que recibimos está edulcorado y mundanizado. Como ejemplo, podemos acudir a la misma versión española de Sinnerman, que alguna vez he oído cantar. Esta versión española, titulada Oh pecador, ¿dónde vas errante?, es más bien una adaptación. La “acción” ya no transcurre en el juicio final, y al pecador “errante” simplemente se le sermonea diciéndole que de su “ambición el amor se esconde” y que “busque la paz”, porque el mal le “está acechando”. Es decir, como era de esperar se elimina completamente todo el aspecto escatológico de la original, para transformarla en una mera exhortación moral. Han desaparecido el pathos conmovedor del pecador desesperado porque se le ha acabado el tiempo y el escenario monumental de la segunda venida de Cristo para crear unos cielos nuevos y una tierra nueva. Ha desaparecido, en suma, todo lo que hacía de la canción original una expresión de fe en los misterios de la fe cristiana.
¿Por qué sucede esto? ¿Por qué las claras palabras de Cristo sobre el juicio final, que son parte de nuestra herencia católica, resultan inimaginables hoy en nuestras iglesias? Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo y las fuerzas de los cielos temblarán. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; se golpearán el pecho todas las razas de la tierra y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. Durante siglos, estas palabras estuvieron presentes en cantos, imágenes, catequesis, oraciones y la imaginación popular. Hoy, solo se conservan en algunas lecturas que se leen lo menos posible, que nadie escucha y de las que nadie habla, sin que dejen apenas huella en las plegarias, la conciencia o la vida de los católicos.
¿Dónde están el Dies irae, la Divina Comedia, los memento mori, la oración por los muertos, los frescos medievales con cardenales y hasta papas pudriéndose en el infierno o la conciencia de que la representación de este mundo se termina? ¿Dónde los ángeles y demonios, los mártires que prefieren derraman su sangre a negar a Cristo, la gravedad incomparable del pecado, la necesidad de la penitencia, el escándalo de la encarnación y la loca sabiduría de la pasión? ¿Dónde está el convencimiento de que vamos a ser juzgados y de que el juicio es algo muy serio, definitivo e irreversible? ¿Dónde el cielo, la muerte, el infierno, el pecado original, el purgatorio, el Marana tha y la segunda venida de Cristo en gloria y majestad? ¿Dónde la enseñanza de que la vida humana no es una serie de televisión, tontorrona, perpetua y trivial, en la que, en realidad, nunca pasa nada, sino un drama, una aventura y un combate a vida o muerte? ¿Por qué murió Cristo si, aparentemente, no había nada de lo que tuviera que salvarnos? ¿Cuál es entonces el sentido de la terrible, horrorosa, patética y consoladora Cruz?
¿Cómo hemos podido llegar a esto? ¿Quién ha entrado en nuestro hogar, nuestra amada Iglesia, y nos ha robado la herencia de nuestros padres? ¿Quiénes han permitido que la viña del Señor fuera saqueada y despojada de sus riquezas? ¿Es que no sabían que todas esas cosas, reveladas por Dios, son manifestación de su infinita misericordia, que es una sola cosa con su justicia y su verdad? En otro tiempo, Dios hizo que los israelitas salieran de Egipto llevándose las riquezas de los egipcios, ¿cómo es posible que hoy tengamos que buscar los restos de las maravillosas riquezas de nuestra Santa Madre en una canción norteamericana, cantada como fondo de una serie de televisión o de una película?
Ierusalem desolata est. Domine, salva nos, perimus. Impera, et fac, Deus, tranquillitatem.
50 comentarios
La última vez, hace un par de días. Uno de esas parrilladas barbacoa tan habituales en estas épocas, y a las que uno se ve invitado sin mucho interés (especialmente por estar lleno de personas a quienes no conocía) y por compromisos intermedios. Claro que la conversación llegó al punto de siempre. Y éramos muy pocos los creyentes practicantes.
Al hablar alguien de una amiga que murió joven y habiendo apostatado, absolutamente todas las personas, incluidas las que yo creí más católicamente ortodoxas, igual. "Seguro que Dios la habrá perdonado", "si fue buena y no hizo mal a nadie por qué se va a condenar", "cómo voy a juzgar yo lo que piensa un budista o un ateo".... Nada de novísimos. Nada más que cielo y felicidad tras la muerte.
Sólo un pepinillo en vinagre hermano del hijo pródigo, que recordaba la existencia de infierno y purgatorio (además de cielo), y que escrito está que "no todo el mundo se va a salvar". Sólo uno. El que suscribe.....
Una "iglesia" que no sólo desconoce, sino que hasta rechaza el lenguaje evangélico, no es la Iglesia de Cristo sino una falsa iglesia.
Existe la Verdadera Iglesia, mejor dicho "subsiste" (a duras penas, por cierto), en multitud de almas individuales, consagradas y laicas, más desparramadas que unidas orgánicamente. En cambio hay una cierta jerarquía mayoritaria que no parece tener la fe católica, antes bien se acomoda a los dictados del mundo, y a los ojos del fiel ingenuo luce como conduciendo una falsa iglesia.
O "trucha", como decimos por aquí.
"absolutamente todas las personas, incluidas las que yo creí más católicamente ortodoxas, igual. "Seguro que Dios la habrá perdonado", "si fue buena y no hizo mal a nadie por qué se va a condenar", "cómo voy a juzgar yo lo que piensa un budista o un ateo"...."
Con el agravante de que, incluso si lo que se quería era tener tacto, siempre se podía decir que uno rezaba por ella, pero incluso eso da vergüenza. Todo lo que no sea la salvación automática para todos parece considerarse una falta de misericordia.
Sí, el catolicismo trucho está en su apogeo. Cada vez de forma más descarada.
Es horroroso, pero supongo que el plan de Dios debe de ir por ahí: que salga todo a la luz para que pueda solucionarse. La herida tiene que supurar antes de curarse.
El Plan "B" puede ser el del Apocalipsis: apostasía general ("¿Habrá fe sobre la tierra?"),la Iglesia aparenta perecer y de pronto la Parusía y el triunfo final de Cristo.
Yo imagino incluso un Plan "C": que al modo de San Pablo, modernos apóstoles confirmen en la fe al resto fiel desperdigado. Como lo que ha ce Infocatólica, por ejempo. Y hay que estarse atentos, no sea que Dios dé señales para que sobre la marcha se vayan amasando una institucionalidad que reemplace a la ya perimida de hecho.
Es que tenemos un Real Madrid manejado por una jerarquía culé, eso no puede funcionar.
Y de hecho no funciona.
Por las ambigüedades doctrinarias que profieren, por la ostensible incapacidad de condenar a los herejes que campan a cara descubierta, por su visión política de la religión, y por las perversiones que apañan y encubren, se nota de lejos que no los asiste el Espíritu Santo.
Volver a la predicación el Kerigma.Y tener paciencia para que esa Verdad Única penetre el corazón ,hablamos demasiado del mundo con su problemática y poco de lo eterno, que ya se puede realizar incoado aquí y ahora .
Cada uno de nosotros que busque ,no hay otro camino a tiempo y destiempo ,orar y pedir .Dios es de vivos está siempre ,pero nosotros tenemos un tiempo y sino vamos a El se nos acabó la miel y el panal ofrecido.
Seguir catequizando es lo enseñado por el Señor, Eucaristía, oración ,apostolado y amistad con grupos ,que nos preocupemos de corazón por los demás ,llorar ,reír ,cantar ,trabajar y ser fieles.
¿Dónde, dónde, dónde?
-Demasiados dóndes para no desesperar.
A Bruno le ha faltado el decir; más bien no se atreve a decir; le da miedo decir y obtener respuesta.
¿Dónde está ese profeta, Elías; Quién es ese que, tal cual escrito está, ha de venir primero a preparar la segunda venida del Cristo a este planeta Tierra.
Bruno es un individuo culto y serio y que como tantos otros de reconocido criterio tranquiliza su conciencia con de decir:
¿Dónde, dónde, dónde ?
Suerte, y gracias a Dios, que no es esa la fábula con moraleja que nos cuentan en misa, ni seguramente volverán a contarnos nunca. Dios negando su perdón, poniendo plazos administrativos al arrepentimiento y ¡recurriendo al diablo! como última opción de ¿incapacidad? Dios resignando al hombre a que o lo toma o lo deja, pero no ya en la hora de la verdad, sino todavía aquí, en esta existencia incierta y tramposa, llena de amenazas, revelaciones, predicadores, apariciones, polémicas, herejías sobre herejías...
No se puede vivir con tanto miedo. No es normal elegir y preferir vivir en esa permanente ansiedad, acaso relamiéndiose de estar pasando por aquí ganándose la recompensa mientras los otros, torpes necios, no saben entrar por el aro y ni Dios tendrá piedad de ellos. ¿Serían de extrañar, por tanto, esas "protestas airadas de los fieles"? ¿Venimos a la Eucaristía, acción de gracias, o venimos al Dies Irae, acción de llanto y rechinar de dientes por lo malos que somos y lo fea que es la vida?
Pues yo me declaro uno de esos fieles airados. A mí no me ha traído el Señor a esta existencia tramposa a jugar conmigo y a ponerme plazos ahí a la aventura. Dios no tiene plazos. Dios siempre tiene un ternero cebado para cuando el hijo por fin, en el plazo que sea, se da cuenta (de lo que se tenga realmente que dar cuenta). Dios no es ese tirano de una sola oportunidad.
MISERICORDIAS DOMINI CANTABO IN AETERNUM.
Si cumples con el Señor y sus Mandamientos no debes porqué vivir con miedo.
Los cumples? Entonces no te preocupes.
La vida no es fea, en cambio, y nadie ha dicho que lo sea y una acción de misericordia brilla como perla en el estercolero. Pero no es posible que lo bueno valga si lo malo es inane porque sin contraste todo da igual.
La prueba de esto es que el ejemplo ya no tiene valor ninguno porque en vez de ser meta es opción. La caridad de la Madre Teresa de Calcuta, de San Juan de Dios o del Padre Damián de Molokai en vez de ser acicates para imitarlos se ha convertido en una opción como otra cualquiera: "usted puede escoger entre hacer un crucero o marcharse a una leprosería. ¿Dónde le apunto? el lazareto lo tenemos incluido entre los deportes de riesgo como hacer puenting o balconing".
Tal es la visión actual de las cosas y también tu visión, pero no es una visión cristiana. En realidad el cristiano carece de opciones, lo que tiene son metas que las cumple o no las cumple y eso tiene sus consecuencias.
Te va a ser muy difícil mantener la Fe, si es que la tienes, intentando manejar a Dios a tu imagen y semejanza porque eres tú el que está hecho a su imagen y no Él a la tuya.
No preguntes a un misericordioso, como San Maximilian Kolbe, por qué hizo lo que hizo porque no hay respuesta para ello, el que pregunta no entiende y el que entiende no pregunta.
"Suerte, y gracias a Dios, que no es esa la fábula con moraleja que nos cuentan en misa, ni seguramente volverán a contarnos nunca. Dios negando su perdón, poniendo plazos administrativos al arrepentimiento y ¡recurriendo al diablo! como última opción de ¿incapacidad?"
Pues usted sabrá, porque es lo mismo que dice Jesús en el Evangelio. Cf parábola de Lázaro y Epulón: "Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: '¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.” Pero Abraham le contestó: “[...] hay un gran abismo entre nosotros y vosotros; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí'".
La vida es muy seria y las acciones tienen consecuencias. Dios tiene una infinita misericordia y una infinita justicia, pero de él nadie se ríe. En cualquier caso, le agradezco su comentario porque revela muy bien lo que critica el artículo: la pretensión de ser "más misericordiosos que Jesucristo".
"No se puede vivir con tanto miedo"
Los católicos lo llamamos santo temor de Dios y es uno de los dones del Espíritu Santo.
Siempre hay, por supuesto (y en eso tiene usted su parte de razón), quien solo se fija en las partes duras del Evangelio y lo centra en el miedo o la angustia. Y eso es un falso evangelio, porque le falta todo lo demás. Pero igualmente falso e igualmente poco misericordioso es ese evangelio parcial que usted parece defender en el que podemos hacer lo que nos dé la gana, incumplir los mandamientos y negar la fe porque Dios es un abuelete al que todo le da igual.
"¿Venimos a la Eucaristía, acción de gracias, o venimos al Dies Irae, acción de llanto y rechinar de dientes por lo malos que somos y lo fea que es la vida?"
Esta afirmación es asombrosa. Vamos a la Misa, que es acción de gracias y también Santo Sacrificio, reactualización del Calvario donde Cristo murió torturado en la Cruz, y también Pascua del Señor, cuando el ángel exterminador pasó salvando a los hebreos y castigando a los primogénitos de los egipcios.
De nuevo muestra muy bien lo que se critica en el artículo: convertir el misterio insondable, infinito, terrible y a la vez consolador de la Misa en una fiestecita. Está claro que no entendemos nada.
"Dios no tiene plazos. Dios siempre tiene un ternero cebado para cuando el hijo por fin, en el plazo que sea, se da cuenta (de lo que se tenga realmente que dar cuenta). Dios no es ese tirano de una sola oportunidad"
Pues eso se lo dice usted a Jesucristo y a la Iglesia, que enseñan lo contrario. Yo lo único que hago es recordárselo, aunque no le guste. Ya sabe que no puedo hacer otra cosa.
Saludos.
"no hay respuesta para ello, el que pregunta no entiende y el que entiende no pregunta"
Muy buena frase.
"Volver a la predicación el Kerigma.Y tener paciencia para que esa Verdad Única penetre el corazón ,hablamos demasiado del mundo con su problemática y poco de lo eterno, que ya se puede realizar incoado aquí y ahora"
No podría estar más de acuerdo.
A veces me acuerdo de mi tío y de su Santa Inocencia y espero que haya servido como valedor ante Dios por sus hermanos, que murieron ancianos, y por su sobrina, que soy yo, mucho más resabiada y pecadora que él. ¡Ven, Señor Jesús!
que quizá ya conozcas
https://www.youtube.com/watch?v=K8lvai5g4Ds
Gracias por la canción, que no conocía y me ha parecido muy interesante. Me encanta la poesía popular tradicional.
Por lo que dice, no sé si ha leído el artículo, cuyo núcleo es, precisamente, que en la Iglesia no se habla ya de estas cosas, a pesar de su riquísima tradición sobre el tema. Por eso muchas veces se sorprende uno de encontrar restos de esas riquezas en otros lugares fuera de ella. Hasta las migajas de ese pan que nosotros hemos despreciado son maravillosas.
En cualquier caso, enhorabuena por sus anotaciones de pensamiento y crítica, que siempre leo con gusto (aunque hace mucho de la última recopilación).
Saludos.
Novisimos. Y esta influencia creo que se pu de ver en los curas polacos, que son bastante ortodoxos, pero lo de el concepto de misericordia lo tienen por asi decir juanpablizado en mi opinion. Explicando algo en confesion mencione que a alguien octogenario le dije que si no se separaba de quien no es su mujer iba camino del infierno, el cura polaco salto de su asiento para prohibirme decir algo asi, eso solo es negativo. (De penitencia, el rosarío de la Divina misericordi) He tenido discusiones con algun otro cura polaco que su concepto de misericordi le impide mentar el infierno.
Lo de los curas españoles, para llorar, siempre me la juegan, mi promera misa aqui hace unos dies, el cura en la misa “iros al chiringuito a comprar, porq dicen que la otra vida es eterna, pero como no sabemos como sera...”. Ole
Dios me ha dado demasiados regalos ; estoy por cumplir 51 años, desde hace aproximadamente 10 años, me muestra día y noche, todos los pecados cometidos hasta el presente . Ante los ojos del mundo seguramente lo entenderían como un Dios que quiere hacer sufrir a sus hijos(y más aún si supieran cuán pecador he sido). Pero ello ( mostrármelos constantemente) me enseñó: que (soy) "somos pequeños pero queremos ser pequeños en Dios, no pequeños miserables ". Bruno hace algún tiempo te comentaba: que sentía un dolor muy grande por esas personas que estaban a punto de fallecer, y no estaban en gracia con Dios. al ver todos mis pecados de una manera tan milimetrica como me los muestra la Santísima Trinidad, ahora vivo en constante oración por mi proceso de conversion, y las de las personas alejadas. para tratar de hacerme entender, es como si orará por mi propia familia(claro está por mi familia también). el dolor que siento por todos ellos, sólo Dios lo conoce. el Señor de alguna manera al mostrarme toda mi vida de pecado, le pareció bien que yo sintiera algo de su dolor por mis fallas, y las de los demás , tan bien me enseñó el verdadero Amor, y empecé a vivir en mi corazón lo que dijo su Hijo: " Yo soy el camino, la verdad, y la vida". ¿Cómo de una vida de pecado, que nada me llenaba, como sacar de mi vida llena de dolor( son muchas cosas que no es el momento para explicar) ? que la única razón por la cuál no me sucidaba era porque en mi niñez mis padres se encargaron de darme los sacramentos, y las enseñanzas de la única iglesia que fundó Cristo. ¿Cómo una creatura como yo, pasó muchos años sin despegarse de su padre enfermó hasta su muerte? y ahora ¿ Cómo cuido de mi madre, ya entrada en edad ?. Pues como bien lo dijo Palas, respecto a "las Carmelitas de Campiégne no podían elegir porque ya su corazón había tomado una decisión para siempre. gracia de Dios y su libre albedrío" . Cuando uno deja el pecado de la soberbia, y se entrega a la humildad , que es entregarse a la fe , que nos enseñó nuestra madre la Virgen Santísima María y hacer sólo la voluntad del Creador en ese momento llegamos hacer: "el cristiano sabe lo que tiene que hacer y peca si no lo hace ". Tengo muy claro que todo mis dolores son consecuencia de mis pecados, y de los pecados de los demás . No por culpa de Dios. Por otro lado el Señor al mostrarme todo, tiene la misericordia de hacerlo para salvarme, y fuera de eso el dolor lo utiliza para mostrarme de alguna manera lo que me quiere evitar en el purgatorio. ¡ Viva Cristo Rey !
Tiempo habrá de arreglar el vestíbulo y los "salones de estado", de momento estoy intentando hacer habitable una habitación modesta, a donde he traído cosas muy valiosas que estaban por ahí tiradas bajo una capa de polvo. Seguramente los ladrones no sabían lo que valían y, sobre todo, no pesaban que todavía funcionaban.
Ese cuartito pequeño es donde he metido a mi familia. Intento transmitir a mis hijos todas esas cosas que ando rescatando o bajando del desván, incluyendo la escatología cristiana tal y como es. Y sí, el juicio y la condenación eterna les da miedo, pero es que a mí también. Me lo creo porque es creíble y me da mucho miedo. Hace unos años quedaron aterrados y maravillados viendo el fresco del ábside de la Catedral Vieja de Salamanca, con esa boca enorme que se tragaba a los condenados. Que Dios conserve su fe, no depende todo de mí. Pero al menos aspiro a dejarles la herencia inventariada y a mano, vale un pastón y quiero la reciban directamente de mí y que no tengan que buscarla entre los escombros o, peor, que vivan pensando que no la tienen.
Gracias por su comentario, que me consuela bastante. La Iglesia está en manos de Cristo y no hay mejores manos.
Lo que está en mi mano (con la gracia de Dios) es el cuartito. Y como sabe todo aquel a quien le gustan los libros antiguos, el mejor momento para comprar auténticas joyas es cuando todos consideran que están pasadas de moda y no sirven para nada.
Un saludo.
"Bruno hace algún tiempo te comentaba: que sentía un dolor muy grande por esas personas que estaban a punto de fallecer, y no estaban en gracia con Dios"
Recuerdo que quedé en componer una oración para usarla con esa benemérita intención. No lo he olvidado. Si Dios quiere, lo haré.
Un saludo.
"Creo que a los curas los malforman en los seminarios"
Sí. Es el principal problema de la Iglesia, la mala formación del clero, una gran parte del cual ni siquiera tiene fe y otros muchos no saben conocen esa fe. No sé para qué celebran sínodos de obispos, la verdad, cuando tienen el problema más grave enfrente de las narices y no se hace nada para arreglarlo.
"Los que convirtieron la misa en una fiestecita fueron los primeros que pasaron de ir. Porque como jolgorio es un peñazo"
Bien dicho. El problema no es que ellos se hayan ido, sino que han provocado que millones y millones se fueran también.
"el dios que muestran no es en el que yo creo"
Es lo que yo siento a menudo. Muchos de ellos es como si tuvieran otra religión completamente distinta, con un parecido meramente anecdótico con la que me enseñaron a mí.
"Y la Iglesia no está en ruinas, simplemente la han tapado de adobe porque no la pueden destruir, pero el adobe se puede quitar fácilmente y ya lo hará Él"
Amén.
"Yo tengo un tío en el Cielo que se llama Felicísimo..."
Gracias por compartirlo. Que Felicísimo y todos los inocentes como él que están en el cielo rueguen por nosotros.
En mi vida me ha dado frescura y, además, ha alejado a dos de los pecados más terribles y propios de Satanás: la soberbia y la envidia, haciendo que no me resecara con los años convirtiéndome en una cínica.
Y son pecados satánicos porque Luzbel se creyó mejor que Dios y ese sentimiento estaba alimentado por la envidia. La admiración, en cambio, es el reconocimiento de la virtud de otros-cosa en sí completamente antidiabólica-y produce una elevación del alma y un reconocimiento de que, pecadores y todo, también hay justos y santos.
Los modernistas con su relativismo no pueden admirar porque hacerlo sería como reconocer que tal relativismo no existe. Su concepto de pecado es asfixiante: todos somos pecadores, no podemos hacer otra cosa y Dios demostrará su Grandeza y su Misericordia haciendo la vista gorda a nuestros pecados. Un modernista no puede admirar a otro porque no lo reconoce como mejor, su defensa está en que todos somos iguales y todos los caminos los mismos porque ya Dios nos hizo miserables.
Dios nos hizo pecadores pero no miserables, ni quiso que nos refociláramos en nuestra miseria sino que ascendíeramos del barro hacia Él por los sentimientos de asombro y admiración.
San Pedro tiene los ojos acuosos-maravillosas lágrimas-y Santa María Magdalena expresa el dolor de sus pecados con un rostro joven y consumido, pero no llora. Los dos arrepentidos tienen esa forma de llama ascendente que El Greco da a sus pinturas y, con su belleza, llaman al espíritu del pecador que los contempla y le dan paz porque Dios responde desde las Alturas con su amor.
Durante muchos años creía que los demás veían lo mismo que yo hasta que me di cuenta de que muchos no veían nada y entonces me di cuenta que entre el artista capaz de expresar la Belleza y el indiferente que no la captaba estaba yo con mi admiración contemplativa y agradecí a Dios ese pequeño don, ese talento que me dio, menor que el de El Greco, al que se le dieron diez, pero mayor que el de los que no veían nada. Por eso digo que en tiempos aciagos, más que nunca, admiremos al Creador que hizo el mundo hermoso y bueno, a Jesucristo que nos redimió cumpliendo la Voluntad del Padre, al Espíritu Paráclito que nos concede estos pequeños dones y a la Santísima Virgen María cuya vida fue humilde y gloriosa a la vez.
Palas Atenea:
"no hay respuesta para ello, el que pregunta no entiende y el que entiende no pregunta"
Muy buena frase.
02/08/18 2:01 PM Bruno
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Perdón: No soy yo quien pregunta, o quien dice ¿Dónde.?
Yo solo digo: -¿Hasta cuando?, Y lo digo porque estoy seguro que lo que tiene que venir, vendrá. ¿Dónde y cómo es otra cosa?
-Fácil: En nuestra falta de fe; en nuestra falta de compromiso con el alma del Evangelio está la herencia de la esperanza perdida.
Yo soy un comprometido y por esto solo digo: -Hasta cuando he de esperar; Porque el dónde y cómo ya lo sé
Clamaban a grandes voces diciendo:- ¿Hasta cuándo, Señor, Verdadero no juzgarás y vengarás nuestra sangre en los que moran en al Tierra? (Ap.6,10)
"Con el agravante de que, incluso si lo que se quería era tener tacto, siempre se podía decir que uno rezaba por ella, pero incluso eso da vergüenza."
En efecto, así fue y nació todo. Cuando se me ocurrió comentar que pedía por ella constantemente y que le había ofrecido misas, esperando y confiando en que en los postreros instantes volviera a la luz de Dios. Ahí vinieron las caras de incredulidad....
Y sin embargo, trasluce tu artículo de inmediato un poso a discurso del hermano del hijo pródigo.
El Santo Temor de Dios debe combinarse con la Confianza filial. La Iglesia olvida en estos tirmpos lo primero. Tu artículo no se detiene en lo segundo.
Dicho sea constructivamente, sin ánimo de molestarte en tu casa.
Un abrazo.
Más bien querrás decir que Rastri adolece de FALTA de comprensión lectora. No se puede "adolecer" de una cosa positiva. Adolecer = padecer.
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