La meditación de las dos fronteras
Quizá sorprenda a mis lectores si digo que una de las cosas que más me gustan de este Papa es su insistencia en ir “a las fronteras”. Tiene un cierto aire de la noble virtud de la magnanimidad (de la que también ha hablado el Papa en varias ocasiones), del magis de San Ignacio, el “siempre más” que ardía en su corazón y que llevó a los jesuitas a ir literalmente al fin del mundo para anunciar a Jesucristo. También me hace pensar en el plus ultra o “más allá” de la monarquía española, que llevó el Evangelio a un nuevo continente.
Como decían los escolásticos, sin embargo, pensar es distinguir y creo que conviene preguntarse de qué frontera estamos hablando, porque en las alusiones que muchos hacen a ir a las fronteras, se pueden reconocer claramente dos sentidos. Inspirémonos de nuevo en San Ignacio y hagamos una meditación de las dos fronteras.
La primera frontera es la de la evangelización. En ese sentido, es geográfica, pero también puede ser social y cultural. Ir a esta frontera significa ir hasta los confines del mundo si hace falta para anunciar a Cristo. Y esos confines pueden estar geográficamente lejos o en nuestras propias ciudades.
Difícilmente podría encontrarse algo más tradicional, ya que responde al mandato del mismo Señor: Id a todas las naciones a anunciarles la buena noticia, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los apóstoles recorrieron todo el mundo conocido, desde la lejanísima India hasta el finisterre o non plus ultra de la Hispania de aquel entonces, movidos por el celo por anunciar el Evangelio: ay de mí si no evangelizare. También sería difícil encontrar algo más ignaciano. Pocos rincones habrá en la tierra donde no hayan derramado sangre, sudor y lágrimas los jesuitas en su empeño de anunciar a Cristo. Desde el viejo Reyno de Chile hasta las heladas tierras de Alaska y Canadá; de Japón a Polonia y del Norte de África a la pérfida Albión.
La lejanía, ciertamente, también puede ser social, económica y cultural y no solo geográfica. El anuncio del Evangelio va más allá de clases sociales, culturas, idiomas y divisiones políticas. Una de las ventajas de nuestro mundo moderno y globalizado es que no hace falta ir al África a evangelizar a los paganos, sino que probablemente baste con llamar a la puerta de nuestro vecino. Ya que no vamos a tierras lejanas a evangelizar, Dios nos ha acercado a los paganos, extranjeros y locales, para que les hablemos de Él.
¿Cuál es la segunda frontera? La frontera de la fe, en el sentido de los límites de esa fe. Ir a esa frontera parece significar cuestionar la fe, estirar de ella todo lo posible para ver dónde se rompe, confundir o incluso negar sus fronteras y, por consiguiente, borrar la distinción con otras religiones.
Si marchar a la primera frontera es plenamente tradicional, ir a la segunda no lo es en absoluto. La fe no se expande. Lo tradicional es profundizar en ella. No se conquistan nuevas verdades de fe, porque no inventamos lo que creemos, sino que hemos recibido la fe como un tesoro, transmitido desde los apóstoles. Cuando la Iglesia proclama un nuevo dogma de fe, lo nuevo no es el dogma, sino la definición, que viene de finis, límite, frontera. Es decir, lo que hace la Iglesia es poner el cartelito de “más allá, hay monstruos", indicando que quien pase esa frontera, se ha apartado de la fe. Cuando los cristianos traspasan las fronteras geográficas, sociales, culturales y económicas, están defendiendo y anunciando la fe. Cuando traspasan las fronteras doctrinales, la están abandonando.
La experiencia muestra que los dedicados a marchar a la primera frontera lo hacen, con sus defectos humanos, para dedicarse a la evangelización con la urgencia del mandato de Cristo: caritas Christi urget nos. En cambio, por una llamativa coincidencia, los segundos generalmente tienen alergia a la evangelización y todo su afán es buscar formas de quitarle urgencia, importancia o actualidad: en realidad todo el mundo se salva, lo importante es ser buenas personas y llevarse bien con los demás, la Iglesia debe dedicarse a obras sociales, hay muchos caminos que van hacia Dios, nadie posee la verdad, todo es relativo y un larguísimo etcétera.
Los primeros dan frutos, unos más y otros menos, a imagen de los que dieron San Pablo, San Francisco Javier, San Francisco de Sales, San Junípero Serra o San Bonifacio, entre tantísimos santos: frutos de fe y de vida eterna. Los segundos siempre están hablando de los grandes frutos que va a dar lo que hacen, de primaveras eclesiales, mayorías de edad, compromiso y liberación, pero lo que realmente parecen producir es indiferencia, relativismo y hastío. Los primeros saben que la fe vale más que el oro; los segundos se dedican a lo social, quizá porque ya no tienen fe. Los primeros siembran la fe católica; los segundos, como muestran los últimos cincuenta años, siembran los campos de sal.
Los que van a las fronteras del mundo a anunciar el Evangelio suelen distinguirse por su amor a la Iglesia y a todo lo católico. Los de las fronteras de la fe se caracterizan por el rencor y el disgusto más o menos inconsciente ante lo propiamente católico. En consecuencia, los primeros practican el único ecumenismo posible, que es el de retorno a la unidad de la única Iglesia Santa, Católica y Apostólica. Los segundos son los promotores del falso ecumenismo del diálogo eterno que no lleva a ningún sitio, de la equiparación entre la verdad y el error y de la unidad aparente que solo encubre una más profunda división.
Podríamos seguir describiendo el contraste entre ambos grupos, pero creo que lo dicho bastará para que nos demos cuenta de que hay que contemplar cuidadosamente ambas fronteras para decidir a dónde queremos ir. No parece aventurado señalar que, a la postre, esas dos fronteras no son más que una traducción buenista de las dos banderas de la meditación de San Ignacio. Las dos fronteras en realidad son dos banderas: la de Jesús y la del demonio, la de Jerusalén y la de Babilonia, la de la humildad y la de la soberbia, la del gozo eterno y la del gozo terrenal. ¿Cuál seguiremos?
89 comentarios
Título: La Cruz en tierras salvajes
Autor: Thomas Guthrie Marquis
Páginas: 120
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¿Sólo le suenan los hurones e iroqueses por “El último mohicano”? Si es así, se ha perdido lo mejor. Este libro, ameno y fácil de leer, tiene su ración abundante de tomahawks, guerras tribales, corsarios, exploraciones en canoa, comercio de pieles y ríos congelados, pero ante todo recuerda la mayor aventura que tuvo lugar en el extremo norte del continente americano: la evangelización de los indios por los misioneros franciscanos y jesuitas.
Un punto interesante de este libro es que no es un relato hagiográfico: se trata, simplemente, de uno de los volúmenes de una Historia de Canadá, traducido por primera vez al español. Las impresionantes hazañas de los misioneros católicos, su defensa de los indios y su celo por anunciar el Evangelio hasta el martirio constituyen una parte esencial de la Historia de lo que hoy es Canadá y el norte de los Estados Unidos, además de un ejemplo excepcional para los católicos de todos los tiempos y países.
A este Papa le viene esta fijación por la Iglesia en salida y las fronteras en su subconsciente intelectual y cultural jesuita, creo yo.
Y es que en estos últimos siglos, las fronteras a que se refieren los jesuitas no son sólo (a veces ni siquiera) geográficas....
"Y es que en estos últimos siglos, las fronteras a que se refieren los jesuitas no son sólo (a veces ni siquiera) geográficas...."
Ahí está el problema, en a qué nos referimos con "fronteras".
Hago votos por que, al igual que la serie de las parábolas (de la cual estamos en espera la segunda entrega), se escribiera mas de un post de las meditaciones de San Ignacio, en particular de mi favorita: Dos banderas.
El papa Francisco habla de fronteras (periferias muchas más veces) en el primer sentido; en el segundo lo hace a menudo Juan Masiá, que mantiene un blog en Religion Digital titulado "Pensar y vivir en la frontera / Convivencia de religiones".
No me parece respetuoso con el Santo Padre mencionar solo su nombre en este asunto tan espinoso, porque indirectamente induce a pensar que Francisco juega con dos barajas: "Las dos fronteras en realidad son dos banderas: la de Jesús y la del demonio, la de Jerusalén y la de Babilonia, la de la humildad y la de la soberbia, la del gozo eterno y la del gozo terrenal".
Me parece que no basta con el genérico "muchos" en esta frase: "en las alusiones que muchos hacen a ir a las fronteras, se pueden reconocer claramente dos sentidos". Si no quieres mencionar ningún nombre concreto de esos "muchos" convendría hacer alguna aclaración para que la invitación a ir a ambos tipos de fronteras no recaiga implícitamente en el único nombre mencionado: el papa Francisco.
Gracias y saludos cordiales.
No es mi misión defender al Papa de nada. Que cada palo aguante su vela.
Por otro lado, sería imposible hacerlo, porque no es una cuestión digital, sino analógica. No hay ser humano sobre la tierra que no camine de vez en cuando tras la bandera equivocada.
En cuanto a las acciones concretas del Papa, desgraciadamente se me ocurren varias en las que claramente la frontera ha sido la segunda. La más clara, por supuesto, es el capítulo VIII de Amoris Laetitia (y todo lo relacionado con él), en el que se defiende que el fin justifica los medios y que Dios a veces nos pide que pequemos, de forma inconciliable con la moral de la Iglesia. Deus illuminet eum.
Dicho eso, por supuesto que el P. Masiá es un caso paradigmático de seguimiento decidido y constante de la bandera de Babilonia.
Saludos cordiales.
No sé muy bien en qué se puede no estar de acuerdo con lo que he dicho en el comentario. Que todos andamos tras la bandera equivocada alguna vez es evidente. Que en el capítulo VIII de Amoris Laetitia se enseña que el fin justifica los medios y que Dios a veces nos pide que pequemos, también. Que eso es inconciliable con la moral de la Iglesia también parece indudable. Que el P. Masiá es un caso paradigmático, etc., lo mismo. No me he inventado nada.
Saludos.
Pensándolo con más detenimiento, supongo que un protestante o un modernista podrían pensar que decir lo contrario que la moral de la Iglesia no es ir tras la bandera equivocada, pero eso es lo único que se me ocurre.
La segunda entrega de la serie de las parábolas está casi terminada. En cuanto la termine, la publicaré.
Saludos.
debido a su tristemente célebre postura de "los cristianos anónimos".
No hay por qué predicar, ya que todos tienden a la verdad, si siguen sus
buenos impulsos. Que cada uno sea un buen judío, musulmán, budista,
"pacha-mamista", pero no se los disturbe, invitándolos a convertirse.
Nada, pues, de proselitismo. Se dan "semillas del Verbo" por todas partes y por todos los siglos, como bien lo vio S. Justino.
Sólo que las simientes han de germinar y se ha de ayudar a que lo hagan.
Poca duda puede caber, de que San Juan Pablo II, lamentaba teorías como la de K. Rahner, cuando advertía: "Debido también a los cambios modernos y a la difusión de nuevas concepciones teológicas, algunos se preguntan:¿Es válida aún la misión entre los no cristianos? ¿No ha sido sustituida quizás por el diálogo interreligioso? ¿No es un objetivo suficiente la promoción humana? El respeto de la conciencia y de la libertad ¿no excluye toda propuesta de conversión? ¿No puede uno salvarse en cualquier religión? ¿Para qué, entonces, la misión?" (Redemptoris Missio, 4) ."Hoy la llamada a la conversión, que los misioneros dirigen a los no cristianos, se pone en tela de juicio o pasa en silencio. Se ve en ella un acto de 'proselitismo'; se dice que basta ayudar a los hombres ser más hombres o más fieles a la propia religión; que basta formar comunidades capaces de trabajar por la justicia, la libertad, la paz, la solidaridad" (ibid., 46). "El hecho de que los seguidores de otras religiones puedan recibir la gracia de Dios y ser salvados por Cristo independientemente de los medios ordinarios que él ha establecido, no quita la llamada a la fe y al bautismo que Dios quiere para todos los pueblos" (ibid., 55).
Lejos de considerar todo esto "letra muerta", "arcaísmos", es lo que con
mayor urgencia hay que revitalizar, para que la Evangelización no se vaya extinguiendo.
Caramba, así que le fascinan las parábolas ¿eh? Pues a ver qué le parece esta: Y=X2+X+1 jojojojo
Bueno, ahora fuera de bromas matemáticas, a mí lo que siempre me ha llamado la atención de las parábolas es que con lo claro que está su significado en la mayoría de ellas, no fuesen capaces de entenderlas, sin que El Señor se las explicase. Desde luego, antes de Pentecostés debían ser un rato brutos.
Creo haber dicho en el blog del Padre Jorge que llama poderosamente la atención que los misioneros, que ampliaron las fronteras de la Cristiandad para llevar la fe a los paganos, hablaron, como si de un nuevo Pentecostés se tratara, todas las lenguas del mundo y, sin embargo, nunca traspasaron la segunda frontera: dijeron lo mismo en todos los idiomas. En cambio los que pretender traspasar la segunda frontera dicen lo contrario de lo que nos ha sido trasmitido por la Tradición, la Dogmática y las Enseñanzas de la Iglesia en nuestro propio idioma.
La primera frontera es la Evangelización igual para todos, la segunda frontera es el Zigurat de Babel. Es decir, como bien dices, Bruno, Jerusalén y Babilonia.
Je, je. Ahora lo corrijo. Me pasa siempre con varios santos (como Isabel de la Trinidad) que en mi imaginación se han quedado con el título de beatos.
No estamos de acuerdo en que "en el capítulo VIII de Amoris Laetitia se enseña que el fin justifica los medios y que Dios a veces nos pide que pequemos". Literalmente no dice eso. Tiene frases ambiguas que se pueden interpretar en ese sentido o dentro de la ortodoxia. Se ha discutido hasta la saciedad ese tema y no voy a reabrirlo.
Por otra parte, son cosas distintas que el papa, como cualquiera, sea pecador y en tus palabras "camine de vez en cuando tras la bandera equivocada" y que 'su insistencia en ir “a las fronteras”' constituya una invitación a seguir esa bandera equivocada. Ciertamente, el artículo no dice tal cosa y, de hecho, aseguras que esa instencia es "una de las cosas que más me gustan de este Papa". No obstante, implícitamente (puesto no que no se menciona otro nombre) puede dar pie a pensar que el Papa Francisco no solo se coloca en ocasiones en la frontera (del lado malo) sino que inisiste con sus palabras en que todos lo hagamos.
Por eso dije que "convendría hacer alguna aclaración para que la invitación a ir a ambos tipos de fronteras no recaiga implícitamente en el único nombre mencionado: el papa Francisco".
Mi papel en los anteriores comentarios fue advertir que la redacción del artículo puede hacer pensar que el papa invita a ir (y sobrepasar) las fronteras de la fe.
Saludos cordiales.
Y como dijo el cardenal Burke es necesario criticar a Francisco en defensa de la verdad y por el bien de las almas. Después de cinco años comentarios como los tuyos suenan a cinismo.
"comentarios como los tuyos suenan a cinismo". Tómate mi comentario como mejor te parezca, pero no es cinismo en absoluto. Y hay una diferencia entre Burke y yo: él es cardenal y tiene la misión explícita de aconsejar al papa; además, le hizo la crítica personalmente primero.
Saludos cordiales.
Deberíamos ser más cuidadosos como católicos de ser tan elocuentes con nuestros comentarios y críticas. Seguimos construyendo muros en nuestras fronteras en vez de abrirlas. Nunca hay que olvidarse las palabras del evangelio, a quienes acogida Jesús entre sus amigos.
Bruno no estoy de acuerdo con tu punto y te sugiero cautela al criticar a la cabeza de nuestra Iglesia.
Por si alguno le interesa "Dos banderas", es claro que solo hay dos, y no hay tierra de nadie. Se encuentra en la dirección
www.youtube.com/watch?v=if0TeoQDDUM
Dice: "No estamos de acuerdo en que "en el capítulo VIII de Amoris Laetitia se enseña que el fin justifica los medios y que Dios a veces nos pide que pequemos". Literalmente no dice eso. Tiene frases ambiguas que se pueden interpretar en ese sentido o dentro de la ortodoxia"
No sé qué ambigüedad encuentra usted en afirmar que adulterar es la “respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios” y “la entrega que Dios mismo está reclamando” aunque "todavía no sea plenamente el ideal objetivo" (AL 303). Es difícil ser más claro.
Pero si hay alguna ambigüedad que yo no detecto, sinceramente estaría encantado de que me la contara, porque yo no veo como una persona racional puede leer eso y entender otra cosa que lo que claramente dice: que pecar gravemente a veces es bueno y Dios quiere que lo hagamos.
Y si hiciera falta una prueba, basta ver que el propio Papa dijo que la única interpretación posible, "no hay otra", era la de los obispos argentinos, que interpretaron precisamente eso.
Y la consecuencia en Argentina, Alemania, Filipinas, Malta y no sé cuántos sitios más es que la Iglesia autoriza a adúlteros públicos a comulgar y a seguir haciéndolo de forma indefinida.
Yo estoy dispuesto a discutir muchas cosas, pero si alguien niega la realidad evidente es imposible discutir con él.
"Les recuerdo que Juan Pablo II pidió disculpas en nombre de la Iglesia Católica por algunas, parafraseando, "política de frontera" de las que fuimos responsables por siglos"
Hasta donde puedo ver, eso no tiene absolutamente nada que ver con nada de lo que se ha dicho aquí.
"Deberíamos ser más cuidadosos como católicos de ser tan elocuentes con nuestros comentarios y críticas"
En efecto, conviene pensar los comentarios antes de ponerlos.
"Seguimos construyendo muros en nuestras fronteras en vez de abrirlas"
Eso son palabras vacías que no significan nada, así que me temo que no puedo responderle.
"Nunca hay que olvidarse las palabras del evangelio, a quienes acogida Jesús entre sus amigos"
Completamente de acuerdo, pero, de nuevo, no tiene absolutamente nada que ver con nada de lo que se ha dicho aquí.
"Bruno no estoy de acuerdo con tu punto y te sugiero cautela al criticar a la cabeza de nuestra Iglesia"
Gracias por el consejo. Ya tengo cautela.
Saludos.
"Y hay una diferencia entre Burke y yo: él es cardenal y tiene la misión explícita de aconsejar al papa; además, le hizo la crítica personalmente primero"
Eso es un sofisma. Todos los católicos, como enseña Santo Tomás, tienen la misión explícita de defender la fe, arguyendo públicamente a los superiores si fuera necesario.
En cuanto a hacer la crítica personalmente primero, eso no se aplica a las faltas públicas (y menos aún a las que ponen en peligro la fe), que requieren una corrección pública por el escándalo que producen.
Se puede discutir si es materialmente el caso o no, pero no pretender que la actuación es inadecuada por razones formales.
Sobre Amoris Laetitia pienso básicamente lo mismo que Rocco Buttiglione. Me podrás contestar que esa opinión ya ha sido rebatida en Infocatólica. Yo no quiero discutir, Bruno. Tú piensas que discutir conmigo es imposible.
Sobre las faltas públicas y su crítica pública tampoco estoy de acuerdo. Discutí por extenso en dos posts consecutivos del blog del padre Bonnin y sería tedioso repetirlo. Por si a alguien le interesa y mutatis mutandi, básicamente aquí:
www.infocatolica.com/blog/ite.php/1709280213-sobre-el-padre-fortea-y-mi-ul#c522262
Aún no has dicho nada directamente de mi primer comentario, que no se refería en absoluto a Amoris Laetitia, sino a la insinuación implícita del artículo (involuntaria o no, imprevista o no) de que el papa Francisco invita a ir a las fronteras en los dos sentidos, el bueno y el malo.
No obstante y, como te dije, gracias por la claridad de tu primera respuesta. No estamos de acuerdo y, si me animé a comentar más, fue por tus respuestas adicionales. Por mí, lo dejamos aquí y te cedo gustoso la última palabra.
"Sobre Amoris Laetitia pienso básicamente lo mismo que Rocco Buttiglione. Me podrás contestar que esa opinión ya ha sido rebatida en Infocatólica"
No. Le diré que eso no es responder, sino irse por la tangente. Yo no he preguntado a Buttiglione, le he hecho a usted una pregunta muy sencilla y ha preferido no responder. En Amoris Laetitia se dice, con total claridad y expresamente que Dios quiere que pequemos gravemente y que ese pecado es una "respuesta generosa" y que no podemos no pecar. Todo eso es diametralmente contrario a la moral católica.
Permítame que me vea obligado a suponer, al menos a los efectos del debate, que lo que sucede es que no puede responder a una pregunta tan sencilla.
"Yo no quiero discutir, Bruno. Tú piensas que discutir conmigo es imposible"
Si niega lo evidente, será evidentemente imposible, pero no tiene por qué hacerlo.
"Sobre las faltas públicas y su crítica pública tampoco estoy de acuerdo. Discutí por extenso en dos posts consecutivos del blog del padre Bonnin y sería tedioso repetirlo."
Corregir públicamente los pecados públicos (y más aún si se trata de deformaciones de la fe) es lo que siempre ha hecho la Iglesia. Para negarlo haría falta un argumento con un peso prácticamente de dogma de fe. Por otra parte, lo que dijo en el blog del P. Bonnin no pone en duda el principio ni tiene nada que ver con este asunto, porque hasta donde puedo ver se limitó a discutir si publicar algo en un blog perdido era hacerlo verdaderamente "público" o no. Se responda como se responda esa cuestión, la respuesta no afecta en nada a algo indudablemente público como son los actos y documentos públicos del Papa.
"Aún no has dicho nada directamente de mi primer comentario, que no se refería en absoluto a Amoris Laetitia, sino a la insinuación implícita del artículo (involuntaria o no, imprevista o no) de que el papa Francisco invita a ir a las fronteras en los dos sentidos, el bueno y el malo."
Claro que lo he hecho. Primero, he dicho que, como es evidente, no tengo la obligación de defender al Papa de lo que la gente pueda pensar sobre él. Después he mostrado que, de hecho, en algunos casos, desgraciadamente, es muy posible que sea cierto. En cualquier caso, el artículo no lo dice ni lo "insinúa implícitamente" (el hecho de tener que añadir implícitamente al verbo insinuar ya muestra que la acusación carece de fuerza). Finalmente, lo que me interesan son los temas, no juzgar el grado de responsabilidad de las personas, ese es un tema que ha introducido usted, no yo.
"Por mí, lo dejamos aquí y te cedo gustoso la última palabra"
Gracias por el sentimiento, pero señalaré cordialiter que, en mi blog, cederme la palabra es algo que no está a su alcance. Es como si me cediese el sol del mediodía o el dinero que llevo en el bolsillo.
Saludos.
Tolkien en su carta 191 afirma que no es posible resistir toalmente al mal y que Frodo no podria haber tirado el Anillo. Rn la carta 192 lo compara con los lavados de cerebro. En la carta 181 igual.
Tolkien parece afirmar que, por medio de torturaso de grandes temtacionez, puede haber apostasia sinno culpa, que seria invencible el mal em ciertos casos.
¿Esto no contradice la afirmación tridentina de que todo hombre justificado puede cumplir los mandamientos de Dios? ¿Esto no contradice la universidad de la gracia suficiente? ¿Esto no contradice la practica de la Iglesia primitiva de excomulgar a los apostatas que han apostatado por culpa de las torturas? ¿No supone una justificacion moral de la apostasía? Porque Tolkien no habla de fracaso moral. Habla de que puedes acabar tan tlrturado o tentado que sea imposible evitaf el pe ado y por lo tanto no habria culpa. Esto no veo como hacerlo compatible concon Trento ni la Tradición de la Iglesia.
Gracias.
Gracias.
¿No seria esto heretico? ¿Lo interpreto mal?
En los casos de adulterio, por ejemplo, eso jamás se da, ni en los divorcios tampoco. Tal vez en la Lubianka.
En la Iglesia siempre el que se ha saltado los mandamientos ha quedado al Juicio de Dios, pero los mandamientos no se cambian incluyendo una interminable casuística, para eso es mejor eliminar el concepto de pecado y que cada cual actúe según conciencia, el problema es que no hay iglesia que resista una inestabilidad moral de ese tipo.
Los que se dicen ateos muchas veces preguntan "¿Acaso has visto a Dios?" Creyendo que es un argumento ganador, pero no saben que contestar cuando se les responde: "No, pero lo he escuchado".
Por supuesto que esa respuesta aplica para Dios Padre. A Dios Hijo lo vemos en forma de Pan y Vino y a Dios Espíritu Santo en una madre abnegada y buena, entre muchos ejemplos.
Y luego estamos el común de los mortales de misa dominical -los que vamos quedando- que ni estamos ni se nos espera en ese tipo de forcejeos bizantinos ajenos.
Demasiada destilación para resumir una atrocidad de tal magnitud. Y para temer nada menos que el ¡apocalipsis! que se les está avecinando a algunos. Que al final, como siempre, será el parto de los montes.
"Estáse el mundo ardiendo", dijo Santa Teresa, y lleva 500 años ardiendo.
La apostasia es juzgada por Dios, pero también por la Iglesia. Si se pudiera apostatar en conciencia sin pecado por haber sido torturado y lavado el cerebro y la Iglesia te excomulga, habria una injusticia. O bien la Iglesia te excomulga sin pecado, lo que la hace injusta, o bien sí hay pecado.
Tolkien esta dicoenso que Frodo no rs culpable de su «apostasía» por el hwcho de que el Anillo le anulo la libertad y lo compara con las torturas y el lavado de cerebro. Pero eso me parece contrario a lo qie opniaban los primeros cristianos. Y a la practica de la Iglesia, que excomulga a todos los apostatas, aunque lo hicieran por salvar la vida propia o ajena.
En el caso de divorcio no se da el supuesto, cierto. Pero en el de la apostasia sí que se da. Y no veo como compatibilizarlo con la doctrina de Trento y de la Tradición Apostólica.
Que no lo vea no sognifica que no se pueda. Me gustaria entenderlo.
Creo que tenemos que rezar muchísimo por él y por todos los sacerdotes, y por cada cosa que nos parezca o sea equivocada, mencionar varias más que sean inspiradas y buenas.
Más penas tenemos los católicos cuando escuchamos los diparates que dice. ¿usted sabe porque los dice?
"Pensáis que no está elegido por el Espíritu Santo?"
Hace tiempo escribí un artículo sobre eso: Pero ¿al Papa lo elige el Espíritu Santo?
Quizá pueda ayudarle.
"Creo que tenemos que rezar muchísimo por él y por todos los sacerdotes, y por cada cosa que nos parezca o sea equivocada, mencionar varias más que sean inspiradas y buenas"
Coincido en que hay que rezar mucho. Lo de mencionar principalmente cosas buenas sobre el Papa, aunque en buena parte es lo que hacemos en InfoCatólica, debe siempre subordinarse a la obligación que tienen todos los católicos de defender la fe. Hacer quedar bien al Papa no es una obligación (más bien es una obligación suya actuar bien), pero defender la fe sí que es obligatorio para todo católico, según su grado de sabiduría, preparación, etc. Por eso San Pablo corrigió a San Pedro y, no solo lo hizo, sino que lo contó públicamente por carta a los cristianos de Galacia, a más de mil kilómetros de distancia, y así quedó recogido en la Palabra de Dios.
Saludos.
Creo que lo está enfocando al revés. Es un tema interesante y no sé si sería mejor responder brevemente en un comentario o dedicarle con más detenimiento un post entero.
Claro que debemos buscar al hermano allí donde se encuentre, pero lo debemos buscar con todo. Es decir, a los límites, a la periferia, a las fronteras, oliendo a oveja, de acuerdo, pero trayendo y ofreciendo la esencia pura del incienso de la verdad de Dios. Toda la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad de Dios. Esa es la única misericordia posible y efectiva.
El acompañamiento del alma alejada no supone que bajemos listón alguno, sino que debemos emplear tiempo, ser pacientes, compartir sus sufrimientos, ayudar para irles acercando al bien que necesitan que es el que les debemos ofrecer. Y esto sólo se puede hacer sólo con toda la verdad. Al lujurioso no le podemos aconsejar que peque poquito, sino que procure la castidad, pues el hombres es capaz de ella. Sólo podremos acompañar proponiendo la verdad, aunque alcanzarla pueda llevar su tiempo y no poco empeño, y muchas caídas. Pero la persona sabrá siempre hacia dónde debe dirigirse, cuál es la meta que le salvará, y cuáles otras ha de abandonar, ha de comprometerse activamente, también con todo, a abandonar.
Si muchas veces pecamos con todo, con el cuerpo y con el alma, del mismo modo sólo podemos rescatar a los alejados, que no es otra cosa que amarlos, con todo también, con toda nuestra fe, con toda nuestra esperanza, con todo nuestro amor, con toda la verdad.
Lo demás es marear la perdiz, confundirles y confundirnos. Y la confusión es ciertamente la experiencia que saco en demasiadas de las afirmaciones del papa Francisco. Y eso es grave. Cuando se va con toda la verdad, no hay confusión alguna.
Incluso para elegir al Papa, los que lo eligen, son libres y responsables de la elección.
El Espíritu Santo ayuda sí, cuándo y cuánto con fe, a ÉL, le es pedido; Pero, Él, no obliga a ser creído y obedecido; Incluso para los que tienen que elegir al Papa. Y tanto el Papa como quienes a éste lo eligen, en modo y manera, son libres y responsables de su forma de elegir al Papa; y por tanto en esto de atar y desatar, de abrir o cerrar las puertas del reino de Dios.
Cuando un Papa, en su modo y manera, menosprecia el espiritual reino de Dios, éste, cierra las puertas del reino de Dios y abre las puertas del infierno a los que solo confían en el ser y existir del reino de este Mundo sin Dios.
Primero y principalmente: Hay que amar a Dios sobre todas las cosa; Incluso sobre el ser y el existir de la triste y precaria vida del Prójimo de este Mundo. Después: amar al Prójimo si, pero creyendo y aceptando de es Mundo y Prójimo lo que en estos haya digno de ser amado.
Me da la impresión de que estas personas piensan que todos aquellos a los que el Papa no ha sancionado están bendecidos por él y de ese modo hay que tragarse las opiniones del Padre Martin, abiertamente pro-gays, la de ese otro que dice que la Resurrección no existió o que en tiempos de Jesucristo no había grabadoras o, de lo contrario, vamos contra el Papa. Es decir: el pack completo, incluyendo a Sor Lucia Caram, que tampoco es oficialmente hereje.
Pues me quedo con Lutero, que también era sacerdote o eso creo, y punto pelota.
Menos mal que ya estoy curado de... curas. Lo siento: seguiré yendo a Cerceda.
"un mediocre sin criterio que no ha construido nada en su vida"
Digamos mejor un mediocre (amado infinitamente por Dios y elevado a la inconcebible categoría de hijo suyo), sin criterio (más allá de permanecer fiel, contra toda esperanza e incluso en la propia debilidad, a la misteriosa voluntad de Dios) que no ha construido nada en su vida (pero que deja hacer a Dios en esa vida, porque si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles). Hale, arreglado.
Otros construyan silos y babeles,
poniendo a sus orgullos cascabeles
y bebiendo la gloria de su empeño,
que yo me gozaré en mi pequeñez,
entre humildes y pobres que son fieles
y cantaré sin miedos otra vez:
¡Gracias, Señor, por ser tan dulce dueño,
por morar de mi pecho en la estrechez
y por quererme torpe y tan pequeño!
Miren otros sus logros conseguidos,
sus talentos, sus frutos y sus granos,
por Dios sin duda alguna bendecidos,
que yo no tengo tiempo que perder
en cosas que, aun divinas, son de humanos,
tanto como mi escaso merecer,
pues prefiero llenar mis pobres manos
de amores gratuitos recibidos
de mi bendito Cristo y su querer.
Fíjate como está en patio que este cura es de lo mejorcito que hay por aquí.
Me consuelo sabiendo que los apóstoles no pasaban de ser unos desgarramantas, unos "mediocres sin criterio que no han construido nada en su vida."
Menos mal que mi fe no depende ya de circunstancias. Hoy he dormido a pierna suelta. Otros no sé...
Gracias de nuevo, Bruno. Y a seguir.
Un abrazo, Bruno.
Ser la contempladora de las monumentales obras que otros han hecho, la gozadora de la música que otros han compuesto, la que se extasía ante la poesía, la admiradora de los santos y los héroes no es pequeño don. Así que me reconcilié con mi mediocridad y hoy soy feliz en ese sentido. ¿Qué he hecho yo? Poca cosa, pero mi espíritu se goza en el Señor, estoy abierta a mis hermanos y puedo advertir sus virtudes. ¡Bendito sea Dios en sus Ángeles y sus Santos!
Mi hermano con sorna me suele decir: "tú lo que necesitas es leer a los filósofos positivistas porque siempre estás soltando lastre y te vas pa arriba con el aeroplano". Nunca he leído a los filósofos positivistas, es más Comte me da repelús, menos mal que también les da repelús a Remi Brague y a Eric Voegelin y así me siento acompañada.
Por eso me gusta Bruno, porque es poeta y ser poeta es de todas sus cualidades la más apreciada por mi.
El éxito, Doiraje, vuelve gilipollas a cualquiera, no tenerlo es providencial.
La persona que me sacó del abismo donde me hallaba, un psicoanalista hispanochileno católico -algo rarísimo en el gremio-, y que me llevó a la profesión, me presentó a mi mujer e hizo posible mi conversión, me decía con complicidad: "Jo, Eduardo, eres el único paciente que he conocido al que debo hacerle más superficial". Ya como profesional, un paciente, superdotado en inteligencia, me comentaba que cuando era niño se reían de él por lo raro que era. Cuando le pregunté en qué consistía esa rareza, me dijo que mientras los demás preferían jugar al fútbol o a lo que suelen los niños, él se quedaba contemplando la belleza de la luz del sol reflejada en el muro del patio, o en la forma de las copas de los árboles cercanos y su cimbrear con el viento.
Si yo alguna vez he sido "profundo", lo he sido a mi pesar. Hubiera cambiado mi supuesta profundidad por la superficialidad de los demás. Yo lo que quería era ser feliz, y lo he sido, como muy bien has descrito, contemplando lo que otros han sido capaces de hacer. En efecto, no es pequeña felicidad ni pequeño don.
Luego, están los imbéciles de toda hora, curas o no, que lo confunden todo.
Cerca o lejos, verdad o mentira, para algunos son evidencias y confirmaciones de que no tenemos que calentarnos mucho la cabeza, ni con los unos ni con los otros.
Por si no era bastante complicada ya la vida real.
Que la conclusión de una errónea o insuficiente concepción de la misericordia lleve al pecado, no quiere decir que quien la defienda lo promueva. Es indudable que de ciertos errores o premisas se siguen ciertas conclusiones. Promover supone una intencionalidad que realmente yo no veo en el papa. Y es algo muy grave suponerlo. Creer que está equivocado no lo es tanto. Ni el papa está libre de equivocarse. Aunque es indudable que quien yerra se hace responsable de los efectos de sus errores.
Nunca he estado de acuerdo en que una imagen vale más que mil palabras, a mi que me den palabras que las imágenes las pongo yo.
Totalmente inadaptada para el mundo actual que es justo al revés.
Y me temo que así he seguido siendo hasta hoy. Mi penurias pasadas no proceden de una inteligencia excesiva.
Tus comentarios sí son muy interesantes y enriquecedores. No dejes de hacerlo. Dios te bendiga.
Un abrazo en el Señor, Palas.
Y ésta frontera, contrariamente a lo que es el Espiritu, se llama: Opaca Masa Temporal Personal; u Opaca Masa Carbónica Estelar Universal.
El día que yo consiga dividir la parte y el todo de mi Opaca Masa Temporal Personal, por efecto de Ley de Jerarquías, conseguiré en la parte y el todo, dividir la Opaca Masa Carbónica Estelar Universal, y ya no habrá ni frontera, ni barrera, ni impedimento, ni muro - Katejón- que me impida ver y gozar de la presencia de Dios. Pues yo seré como los ángeles espíritu de luz y de vida lleno.
Yo sé cómo, en modo y manera, del procede de éste dividir en la parte y el todo del se la Opaca Masa. Mas sin el poder del Dios que todo lo puede, yo no puedo conseguir este anhelo mío que solo yo en este mundo comprendo.
Todo se andará, es cuestión de fe y paciencia. Ya queda poco. -Vengo pronto.- Dice Él. Y yo espero.
Me gustaría plantear una situación, y que cada cual juzgue y tire las piedras que considere oportunas.
Pongamos que una persona alejada De Dios, se ha casado y divorciado... Y se vuelve a casar... digamos que Tiene un encuentro personal con Dios, y está en un proceso de conversión ( No olvidemos que la conversión no es algo puntual es un proceso y debe de ser hasta el mismo momento de nuestra muerte. ¿a cuantos no nos ha pasado esto, y vamos dando más y más a Dios?) pues bien, ahora se encuentra felizmente casado, puede que hasta con hijos.... puede que su nuevo matrimonio y por las Gracias que ofrece el Señor lo viva en castidad desde ese mismo inicio de conversión ....( puede que sea juzgado por nuestras miradas en la fila para comulgar), o puede que aún no tenga la Gracia y necesite precisamente encontrarse con Jesús plenamente en la eucaristía para obtener esta Gracia tras hacer un esfuerzo real. O puede que la tenga y su pareja no, claro siempre puede dejar a su nueva pareja, a sus hijos.... ( ¿sería lo que Jesús le pediría si se encontrase con esa persona en Galilea?
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Juan 4:10 Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva».
Juan 4:16 Jesús le respondió: «Ve, llama a tu marido y vuelve aquí».
Juan 4:17 La mujer respondió: «No tengo marido». Jesús continuó: «Tienes razón al decir que no tienes marido,
Juan 4:18 porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad».
¿ negó Jesús el agua viva a la samaritana a pesar de su situación o le bastó con que ella se hiciera consciente en ese momento de la misma?
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Juan 8:11 Ella le respondió: «Nadie, Señor». «Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante».
¿A la adúltera la permitió encontrase con El y luego la dijo no peques más o no la permitió antes encontrarse con él salvándola de todos aquellos que querían juzgarla....
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Juan 13:9 «Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!».
Juan 13:10 Jesús le dijo: «El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos».
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Si creemos en la presencia real de Jesús en la eucaristía como podemos negar ese encuentro a alguien que ha ido a bañarse en el el sacramento de la reconciliación, en el cual creemos también que es Jesús mismo a través del Sacerdote el que perdona? No está diciendo el Papa que se haga precisamente un discernimiento real en cada caso, que vea si esa persona se ha bañado antes y es suficiente con lavarle los pies o debe de seguir trabajando en su conversión....
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En cualquier caso para los que no estamos sentados en un confesionario abriéndonos al Espíritu Santo para saber si se ha de absolver o no.... mejor no juguemos ( aunque sea por nuestro propio beneficio)
Yo al menos le pido a Dios todos los Días me de la Gracia de no juzgar, pues incluso ni yo soy consciente de todas las telarañas y suciedad que tengo en mi corazón y prefiero cuando me encuentre con Jesús y me diga ¿ alguien te acusa? Poder decirle que no.... y ya tenga él a bien perdonarme también.
Lucas 6:36 -38 Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes”
(Al 303)
303. A partir del reconocimiento del peso de los condicionamientos concretos, podemos agregar que la conciencia de las personas debe ser mejor incorporada en la praxis de la Iglesia en algunas situaciones que no realizan objetivamente nuestra concepción del matrimonio. Ciertamente, que hay que alentar la maduración de una conciencia iluminada, formada y acompañada por el discernimiento responsable y serio del pastor, y proponer una confianza cada vez mayor en la gracia. Pero esa conciencia puede reconocer no sólo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo. De todos modos, recordemos que este discernimiento es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena.
Nota : no trato de hacer polémica ni escandalizar, si ofendo a alguien ruego me perdone, se quede con lo bueno que pueda encontrar y deseche lo malo.
siguiendo tu recomendación me acabo de leer tu artículo sobre el Papa y el Espíritu Santo.
Como dice J.B.Peterson, Its complicated y hay que usar el lenguaje correctamente y no hacer afirmaciones muy generales sino desgranar lo que queremos afirmar .
la verdad es que en la vida casi nunca las respuestas son tan sencillas como las preguntas, todo es complicado, tiene muchas facetas, se ve desde muchos ángulos....es cierto que la verdad es solo una, pero llegar a su conocimiento es difícil. Tal vez sea mejor no intentar entenderlo todo y ser sencillo, en realidad no se quien dijo que si entendiéramos a Dios y sus cosas, no sería Dios. Pero por otro lado si le amamos y si queremos defenderlo ante quienes le atacan ,tenemos el ansia de conocer todas sus cosas y formarnos.
Yo, humildemente, creo , que si estás en el camino de la conversión, eres tú mismo el que sabes que no debes comulgar si eso puede ofender a Dios, que no eres digno y que todo el dolor de no poder recibirle se lo puedes ofrecer hasta que consigas la gracia necesaria para dejar de pecar.
1443 Durante su vida pública, Jesús no sólo perdonó los pecados, también manifestó el efecto de este perdón: a los pecadores que son perdonados los vuelve a integrar en la comunidad del pueblo de Dios, de donde el pecado los había alejado o incluso excluido. Un signo manifiesto de ello es el hecho de que Jesús admite a los pecadores a su mesa, más aún, Él mismo se sienta a su mesa, gesto que expresa de manera conmovedora, a la vez, el perdón de Dios (cf Lc 15) y el retorno al seno del pueblo de Dios (cf Lc 19,9).
1444 Al hacer partícipes a los Apóstoles de su propio poder de perdonar los pecados, el Señor les da también la autoridad de reconciliar a los pecadores con la Iglesia. Esta dimensión eclesial de su tarea se expresa particularmente en las palabras solemnes de Cristo a Simón Pedro: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16,19). "Consta que también el colegio de los Apóstoles, unido a su cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro (cf Mt 18,18; 28,16-20)" LG 22).
1445 Las palabras atar y desatar significan: aquel a quien excluyáis de vuestra comunión, será excluido de la comunión con Dios; aquel a quien que recibáis de nuevo en vuestra comunión, Dios lo acogerá también en la suya. La reconciliación con la Iglesia es inseparable de la reconciliación con Dios.
¿Le dio Jesús poder a Pedro para atar y desatar o no se lo dió?
Y no olvidémos:
Mateo 23:13 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.
Nota: no es mi intención crear polémica ni escandalizar, sí alguien se siente ofendido ruego de corazón me perdone. y si he dicho algo en contra de la doctrina De la Iglesia ruego ser corregido.
Me temo que no ha entendido de qué se estaba hablando.
Nadie está hablando de los divorciados en una nueva unión que viven en castidad aunque tengan que mantener la convivencia por razones excepcionales. De esos ya se sabe que pueden confesarse y comulgar (generalmente, donde no den escándalo). Nadie se opone a eso. Ya lo decía Familiaris Consortio, de San Juan Pablo II, y todo el mundo sabe que es plenamente acorde con la doctrina de la Iglesia.
Lo que está mal es que los divorciados en una nueva unión que no viven en castidad (es decir, los adúlteros) pretendan comulgar y vivir como si lo que hacen estuviera bien. Eso es lo que ha fomentado y permitido Amoris Laetitia y lo que se está haciendo en Argentina, Alemania, Malta, Filipinas, etc. Y es inaceptable.
Y efectivamente, todo lo que considere la Iglesia como inaceptable será Inaceptable tanto en la tierra como en el cielo y tanto en cuanto deje de serlo en algun momento por la misma, en virtud del poder concedido a Pedro por Jesús para atar y desatar.
"Y efectivamente, todo lo que considere la Iglesia como inaceptable será Inaceptable tanto en la tierra como en el cielo y tanto en cuanto deje de serlo en algun momento por la misma, en virtud del poder concedido a Pedro por Jesús para atar y desatar"
Me temo que sigue sin entender.
El Papa no puede cambiar lo que quiera. Su poder es únicamente para conservar y defender lo transmitido por la Tradición de la Iglesia. "Atar y desatar" no se refiere a la doctrina o la moral. Lo inaceptable no puede cambiar.
Con atar y desatar solo quiero decir lo que dicta en el catecismo.
Gracias de nuevo por la aclaración.
1445 Las palabras atar y desatar significan: aquel a quien excluyáis de vuestra comunión, será excluido de la comunión con Dios; aquel a quien que recibáis de nuevo en vuestra comunión, Dios lo acogerá también en la suya. La reconciliación con la Iglesia es inseparable de la reconciliación con Dios.
Se lo voy a decir con más claridad a ver si lo entiende.
Ha dicho usted: "o puede que aún no tenga la Gracia y necesite precisamente encontrarse con Jesús plenamente en la eucaristía para obtener esta Gracia tras hacer un esfuerzo real".
Eso es contrario a los dogmas infalibles de la Iglesia Católica que nadie, ni siquiera el Papa, puede cambiar. El que se encuentra en pecado mortal no puede comulgar. Y si comulga, se hace además culpable de sacrilegio.
El que está en pecado grave debe confesarse antes de comulgar. Y si no tiene propósito de la enmienda, no puede recibir la absolución.
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Totalmente de acuerdo Bruno
Hay pecados de los que una persona no se arrepiente en toda su vida. Ya se han debatido aquí varias veces. Por ejemplo, una relación prematrimonial entre dos personas que después terminan formando una familia tan modélica como numerosa y catolicísima. Nunca se arrepentirán de aquella "situación irregular" que fue el origen, y no ninguna otra, de su posterior felicidad familiar. Además, ¿ya qué propósito de enmienda pueden hacer?, ¿ya cómo van a poder enmendar lo inenmendable?
"los divorciados en una nueva unión que viven en castidad aunque tengan que mantener la convivencia por razones excepcionales. De esos ya se sabe que pueden confesarse y comulgar (generalmente, donde no den escándalo)".
Eso, ¡el escándalo! ¡El qué dirán! Como si los demás comulgantes, bien conocidos, no nos dieran escándalo a los demás por las razones más variopintas, domingo tras domingo.
Señor, no soy digno de que entres en mi casa. Y si no fuera por la palabra sanadora del Señor, no nos acercábamos a comulgar nadie.
Estoy cansado de advertírselo: las afirmaciones engañosas están de más. Para mentir, búsquese otro sitio.
Sabe usted perfectamente que, para poder recibir la absolución, esas personas que tuvieron una relación prematrimonial tienen que arrepentirse. Y si no lo hacen, seguirán sin estar en gracia y todas sus comuniones y confesiones serán sacrílegas.
Y sabe usted perfectamente que de lo que uno se arrepiente es del pecado y no de las cosas buenas que Dios haya podido sacar de ese pecado por su generosidad para con nosotros. Si alguien tiene un hijo en una relación adúltera, debe arrepentirse del adulterio, pero eso no significa rechazar ese don bueno (buenísimo: un niño) que Dios le regaló por pura generosidad a pesar de su pecado.
Sabe usted perfectamente que el propósito de enmienda es no pecar más en el futuro. Nada tiene eso que ver con el pasado (que por su propia naturaleza siempre es inenmendable).
Sabe usted perfectamente que el qué dirán no es lo mismo que el escándalo. Sabe usted perfectamente que el escándalo de otros no justifica en nada el escándalo que uno mismo pueda dar. Y sabe usted perfectamente lo que dijo nuestro Señor sobre el tema: piedras de molino y unas (breves) vacaciones en el mar.
Y sabe usted perfectamente que al defender todas esas maldades públicamente da usted ese escándalo sobre el que advirtió el Señor.
Deje de hacerlo, por favor. Pecar es humano, tratar de hacer pasar el mal por el bien es diabólico.
"Estoy cansado de advertírselo: las afirmaciones engañosas están de más. Para mentir, búsquese otro sitio". Yo también se lo he explicado ya varias veces: digo lo que opino, no lo contrario a lo que estoy pensando (que eso es lo que sería mentir), y luego usted ya le pone la etiqueta que mejor le cuadre. Si a mí no me ofende que le parezcan mentiras mis afirmaciones. ¿Ha pensado si yo me creo las suyas?
No le demos más vueltas, todos conocemos situaciones concretas en las que no se da arrepentimiento, porque ni es fácil ni remotamente sincero. Así que Dios tenga piedad y amén.
Jesucristo advierte contra quienes escandalicen "a estos pequeños", refiriéndose a los niños que tiene delante y extendiéndolo a quienes se tendrían que hacer como esos niños. Pero "escandalizados ya mayorcitos" (es decir, no tan inocentes) ya también hemos visto a muchos, ¡y muy escandalizados ellos, y por supuesto ellas! Y por lo que a mí respecta, nunca me han dicho nada, pero si me atribuyeran escándalo, no me ataban esos a mí al cuello ni medio garbanzo.
Que son ya muchos años, Bruno, que nos conocemos... Que es un domingo, y otro domingo...
"Bruno, me consta que está harto de mí, pero me consta también que de sobra sabe que no ha querido el Señor darle una misión todo lo cómoda y regalada que muchas veces parece anhelar" "pero si me atribuyeran escándalo, no me ataban esos a mí al cuello ni medio garbanzo."
Me he reído muy a gusto.
No estoy harto de usted, aunque a veces me exaspere. Ante todo porque es hijo amadísimo de mi Señor, pero también en parte porque tiene sentido del humor. Y se agradece. Las penas con pan son menos y los errores con humor también.
"No le demos más vueltas, todos conocemos situaciones concretas en las que no se da arrepentimiento"
Claro que sí, pero eso no tiene nada que ver con lo que usted había dicho, que venía a ser que había cosas de las que no se debía/podía arrepentir uno. Y eso no es verdad.
Y lo mismo con lo del qué dirán y el propósito de la enmienda hacia el pasado en vez de hacia el futuro, etc.
Saludos.
"También me parece que la Iglesia no aclara lo suficiente en qué casos se comete pecado contra el Espíritu Santo, pecado que según el Evangelio no tiene perdón posible"
Sí. Vivimos en una sociedad cada vez más inmersa en la desesperanza.
Acéptelo: mucha gente no puede arrepentirse de ciertos pecados. No pueden sentirlos como pecados. Por mucho que sean públicos y escandalicen a quien bien podía mirar para otro lado. Muy al contrario, dan gracias a Dios por aquella oportunidad. Y Dios sabrá por qué lo quiso así.
Me alegro de darle motivo de risa. Está claro que no es lo que usted prefiere entre sus eruditos y devotos comentaristas, pero también de todo quiere Dios un ratito, ¿no?
Si le exaspero, también es buena señal. Eso es como dicen las madres cuando algo duele o escuece: "eso es que te está haciendo efecto". Pues igual, eso es que le está demostrando el Señor, una y otra vez, que "esto" no era ningún camino de rosas. Que aquí estamos los devotos, los leguleyos, los incorruptibles, y no podíamos faltar las ovejas negras. La "limpieza" del blog luego sigue siendo prerrogativa suya, como muchas veces recuerda, eso sí.
Los demás también seguimos exasperándonos continuamente, de tener que convivir en la fe con unos y con otros. Solo que nosotros no podemos hacer limpieza, más que limpiándonos nosotros mismos y quitándonos de en medio, que es lo que suele pasar.
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