No hay edad demasiado temprana ni demasiado tardía
“No sea el joven remiso en buscar la sabiduría, ni el viejo se canse de hacerlo. Pues no hay edad demasiado temprana ni demasiado tardía para la salud del alma. Decir que aún no ha llegado el momento de estudiar la filosofía o que ya pasó y quedó atrás es como decir que aún no ha llegado la hora de ser feliz o que ese tiempo se ha acabado.
Busquen, pues, la sabiduría tanto el viejo como el joven. El primero, para que en su vejez rejuvenezca al contacto con el bien, recordando con agrado el pasado, y el segundo, para que en su juventud esté tranquilo, como un anciano que no tiene miedo a lo que ha de venir”.
…………..
Coda: Este filósofo ateo amaba la sabiduría, a pesar de que no sabía que la Sabiduría lo había amado a él primero. Nosotros conocemos por su nombre a la Sabiduría misma hecha carne, ¿y no nos avergonzará que Epicuro la amase más que nosotros?
65 comentarios
Ya está pasando.
Decir que el futuro es de los jóvenes es como decir que en verano hace más calor que en invierno.
El pelagianismo buenista de manual es especialmente peligroso cuando se aplica sobre una masa de jóvenes poco y mal formados.
-A nadie le es negado la sabiduría.
Andaba, pues, yo inmerso en aquellas mis singulares y nuevas cuitas de aquel entre claro y oscuro de ver y no ver lo que tanto ansiaba; y tan solo yo quedaba cuando ello desaparecía; que en este inquieto trance me dije a mi mismo;
-Veo al Dios Padre y veo al Dios Hijo, mas no veo al Dios Espiritu Santo.
Y así que dije esto: Sentí muy adentro de mi mismo, a la altura de entre mi corazón y vientre, la voz y presencia como de alguien; vivo muy vivo que con voz de chiquillo me gritara:
-¡¡Estoy aquí!!; Y así que yo oyera esta forma de hacerse ver y conocer ; sin medio posible a responder:
Vi y sentí a esta voz que como adolescente saliendo de adentro de mi, a la altura de mi pecho se me presentó diciendo:
-¡Aquí! estoy! Y de igual forma sin darme tiempo para responder o protestar; éste como joven ya y aquí; cara a cara y frete a frete como un doble yo mismo; serio y con voz mi voz me espetó diciendo:
-Acaso no se os ha dicho que sois templo del Espiritu Santo.
Y dicho esto aquella voz y aquel SER que desde muy de dentro de mi salía; siguió saliendo y así ascendiendo hacia fuera de mi tiempo y lugar me dijo:
-He aquí que te hago sabio entre todos los sabios; mas serás un sabio incógnito, pues nadie te comprenderá. No especularás con el conocimiento; no comerciarás con él; pues, no es tuyo. Yo te lo doy. -Y añadió como quien sabe lo que dice-. De cualquier forma no podrás, pues nadie te comprenderá.-
Y así que yo viera y oyera, dentro y fuera de mi esta voz y figura ascender. Henchido yo de una nunca sentida felicidad que no pude por menos de gritarle:
-¡Qué me importa Señor que nadie me comprenda si con esto consigo yo despejar las incógnitas de mi vida! ¡Qué me importa Señor que nadie me comprenda si con esto consigo yo no engañarme a mi mismo!
Ha pasado el tiempo y he decir que con el único ser que yo puedo tratar y comentar, estas mis cuitas al respecto es con ese, superior y muy vecino a mi, que llaman "Angel, mi ángel, de la guarda".
Y tanto Él me ha hecho ver y comprender el cómo en modo y manera éste nuestro Universo, como tiempo de oscuridad y de muerte limitada se ha formado. Como tanto así, en justicia de la infinita Luz y Vida espacial, cómo se puede y se debe destruir.
El poseedor de la sabiduría primero tiene que aclarar qué clase de sabiduría viene a traernos a los que prejuzga que todavía no la tenemos. ¿Conocimientos? ¿Experiencia? ¿Habilidades? ¿Revelación? ¿Moral?
Es que eso explica muchas cosas, y muchas fidelidades y muchas adscripciones en esta vida.
Por eso a los adultos nos resulta a veces tan sorprendente. En la anécdota del cricket lo deja claro: Una atardecida alguien le invitó a introducir la pelota por el aro, a lo que se resistió porque no jugaba al cricket y, además no había visión suficiente, pero, ante la insistencia del otro, tomo el palo-o como se llame el artilugio-y, prácticamente a ciegas impulsó la pelota y ésta entró por el orificio. Al acercarse y ver que había acertado se quedó asombrado, pero el otro insistió para que repitiera y lo hizo con el mismo resultado. A la tercera vez y, ante la posibilidad de que pasara lo mismo, tiró el palo y huyó aterrado pensando para sí que él estaba preparado para que se le apareciese un hada o un ángel, cosa muy factible, pero jamás para introducir tres veces una pelota en un aro en la oscuridad.
se difunde su pureza y lo penetra todo.
Es un hálito del poder divino,
una emanación pura de la gloria de Dios omnipotente,
por lo cual nada hay manchado en ella.
Es el resplandor de la luz eterna,
el espejo sin mancha del actuar de Dios,
imagen de su bondad.
Y siendo una, todo lo puede,
y permaneciendo la misma, todo lo renueva,
y a través de las edades se derrama en las almas santas,
haciendo amigos de Dios y profetas.
Que Dios a nadie ama sino al que mora con la sabiduría. (Sabiduría 7, 24-28)
Así pues, si queremos ser amados por Dios, debemos amar la sabiduría.Tan importante es la sabiduría que Dios sólo ama a quienes con ella moran.
Por alguna razón, cuando leí estos párrafos de la Carta a Meneceo, pensé en ti. Por eso los publiqué aquí. Me alegro de que te haya hecho pensar en tu madre.
¿Se acuerda de lo de la luna y el dedo?
Cuando alguien le habla de la Sabiduría no lo tome como ocasión para volver a sus neuras, hombre. Alégrese, escriba una poesía, escale una montaña o póngase a cantar en la oficina. O, al menos, susurre su Nombre en su interior y sea feliz.
Epicuro no creía en Dios, que es lo que nos interesa. En cualquier caso, sus dioses, como dice Quico, eran irrelevantes para su pensamiento y prácticamente indistinguibles de una leyenda bonita o unos extraterrestres muy longevos al otro lado de la galaxia o una leyenda bonita sobre unos extraterrestres muy longevos al otro lado de la galaxia.
Estoy de viaje y no me da tiempo. Si me lo recuerdas en el próximo post, contesto.
Saludos.
Los llamados "Cristianos de Oxford", es decir los Inklings, como Tolkien y C.S.Lewis, son maravillosos fabuladores y buenos cristianos, el tipo de niños que preguntan por la verdad de una narración son justamente lo contrario. Fíjate que hoy en día está de moda eso del relato y pocos distinguen entre Caperucita Roja y el Génesis. En eso ha habido una regresión, no una progresión, antes era posible distinguir que una fábula siempre tiene moraleja, últimamente era raro el niño capaz de establecer qué se pretendía al contar "El cuento de la lechera" porque no lo ven, para ellos todos son relatos iguales, es decir mentiras bonitas.
Claro que, digámoslo claro, clérigo que firme, defenestrado que queda; en algunos casos quizá no sea lo más prudente/efectivo. Un laico lo tiene muy fácil.
Sin embargo un sacerdote pagano no era ateo, aunque no creyese en el Dios verdadero.
Sin embargo había otras personas, entre ella mi propia abuela, que parecían decir cosas dignas de tenerse en cuenta. Eso me llevó a pensar qué diferencia podía haber entre las unas y las otras.
Como la que tenía más a mano era mi abuela me dediqué a estudiarla y me di cuenta de que se apreciaban en ella ciertas virtudes: sensatez (prudencia), justicia (esa era la mayor de sus virtudes), seguridad en sus convicciones religiosas y morales (fortaleza) y templanza (ni el dinero, siendo pobre, le atraía demasiado). Así que llegué a la conclusión que la virtud, aunque sea una inclinación al bien, y la sabiduría podían tener una conexión más importante que la tan cacareada experiencia. Y, naturalmente, la virtud no tiene que ver con la edad.
¿Quieren sabiduría? Busquen a Cristo, "en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento" (Col. 2,3)
Si buscas en este enlace, puedes leer la historia de una niña italiana que a los dos años y medio ya sabía lo que era la Sagrada Comunión y deseaba recibirla. Es impresionante
entras en armatabianca.org, después en primera comunión y luego en testimonios
Y aquí: -El Hombre, el que, es directamente proporciona en grado de inteligencia y evolución alcanzada, igual, al tiempo que le separa del principio de la Creación y el fin de la misma.
El Hombre sí: y uno solo; pues en esta obligada
jerarquía universal solo uno puede ser el vértice de la susodicha creación jerarquízada.
Y como la célula -mono-celular- desde su principio primero, el Hombre se dividió, evolucionó y se multiplicó hasta formar un todo jerárquico universal.
Disfruta de esa epifanía que es el tener una hija de tres años y cuyos "ángeles ven continuamente el rostro de mi Padre". Cuando cumpla trece o catorce, no recordará tu desgaste de cadera jugando en el suelo con los Playmobils o las Nancy peluqueras. Exteriormente, erguida la espalda y firme el ademán, le dictarás normas de comportamiento, e interiormente te sentirás una exiliada de un país único ("exsul, umbra" decía el clásico) y cuando emplee las alas que hemos de darle, como es de ley, ella notará que ya no eres alguien mágico que soluciona todos los problemas; que te ponen gafas y un aparato dental en la boca, y entonces podrás caer en el pecado de nostalgia de muchos católicos: Que lo perderemos todo. Que nada ni nadie nos pertenece.
Que todo fue creado ad maiorem Dei gloriam.
Una vez más gracias por su ayuda. En Infocatolica hay blogs muy interesantes, muy sabios y muy convenientes. Pero para mi sólo con el suyo me pasa que ya me alegro con ver que ha introducido un nuevo comentario, antes de leerlo. ¡¡Que el Señor lo bendiga!
Palas Atenea:
Usted es la comentarista de blogs que todo blogger inteligente quisiera tener en su blog. Gracias por el bien que nos hace a todos los lectores. Sólo una corrección, el juego al que se refería en esa anécdota preciosa de GKC, y cuála no lo es de Chesterton, creo que es el croquet y no el criquet. Ya sabe el croquet es ese juego amable de aritos y pelotitas, algo así como un minigolf para jardín inglés en tarde de sábado. Y el criquet esa especie de baseball inglés, con equipos de 11 jugadores, gran estadio y carreras.
Gracias Susi, mis hijitos son un regalo inmerecido, que me sustenta la debilucha fe que tengo.
Haddock, sabiduría la suya. A veces estoy deseando que crezcan, que con 1,2,y3 años, a veces se me pasa por la cabeza ragalárselos a alguien. Pero los mejores momentos de mi vida (y los más cansados) pero los que me llenan de alegría y ganas de vivir siempre es con mis tres pequeños terroristas, y muchas veces se me olvida. Un abrazo, cavernícola, por compartir su experiencia.
Y Marco Aurelio, otro con pelo, pudo escribir: " El cosmos está enamorado de la creación de todo lo que ha de ser. Yo digo entonces al cosmos, amaré contigo"
Sin que sirva de precedente, suscribo lo dicho por estos sindiós.
A Séneca el Romano o Cordobés, según se mire, si lo representan calvo, Don Haddock, y además de parecer el San Alfonso María de Ligorio de la época, murió con más oro que las minas del Potosí..
Cuando era joven quería tener una juventud epicúrea y una vejez estoica. Ahora veo que era muy pillina y un poco lela porque no se puede pasar de un enfoque a otro según conveniencia, Séneca ya era estoico con veinte años y puede que eso tenga que ver con la cara de triste que tiene en las estatuas que lo representan.
Pues tanto más viví, tanto más vi y comprendí que soy el equivalente de: -Dos veces la velocidad de la luz -solar- al cubo setenta veces siete.
Vamos algo así, en imagen y semejanza a lo que es Dios: igual a: "Dos veces la velocidad de la Luz al cubo por infinito".
A pesar del Espiritu Santo que siempre está en el medio centro del infinito Espacio; no puedo negar que siento una atracción especial por los extremos de este Espacio; que como principio y fin son el infinito Dios Padre y el infinito Dios Hijo.
Si será por eso de que contra aquello de que a los tibios vomitándoles de su boca, Dios prefiere a los los fríos o a los calientes.l
Es paciente condición del tonto del pueblo, como es mi caso, el sufrir con resignación el que los niños te sigan por la calle echándote piedras y que Néstor, mal conocedor de Santo Tomás dicho sea de paso, arremeta contra mi calva y contra mi imposibilidad de ser un cerdo adúltero por mucho que se quiera ahora dignificar "misericordiosamente" el preciso significado del término. (Me refiero a adúltero; parece que lo de cerdo está más claro)
No me puedo indignar porque el verbo y sus conjugaciones me los arrebataron los perroflautas enemigos del jabón, del agua y de una cosa llamada "buen libro" .
Como un nuevo Job, yazgo en el muladar arrascándome las úlceras con mi teja, y quizás siendo menos santo que él, no puedo evitar el mentar todos los días a las madres de los que convirtieron a España en un empobrecido burdel, a las madres de los que hicieron del catolicismo un producto barato de tienda de chinos.
Voy al contenedor de basura a ver si encuentro algo de cena.
Eso sí. Con mi espada gloriosa y un volumen del XVII.
La gran laguna de ese arte, es que Praxíteles no esculpió en el mármol ese compendio y epítome de la feminidad que es una mujer(¿?) oliéndose el sobaco.
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