Refugio de los pecadores
“Ella fue hecha Madre de Dios más por causa de los pecadores que por causa de los justos, ya que su Hijo dijo que no había venido a salvar a los justos, sino a los pecadores".
De excellentia Virginis Mariae, cap. I
San Eadmero de Cantérbury (siglo XI)
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Ap 12,17
En esas estamos.
Señor, gracias por concedernos en la Cruz el don de la maternidad de tu Madre. Concédenos, por su intercesión, la gracia de guardar fielmente tus mandamientos, para ser dignos hijos de Ella.
Bruno, le hago una pregunta sobre un tema que no me acuerdo. Una vez leí, en un libro (no recuerdo cual) sobre María, que en ciertas circunstancias algunas personas no son hijos de María (actualmente, aunque sí en potencia). No recuerdo si se refería a las personas que no están bautizadas, o a los que se encuentran en pecado mortal, aunque estén bautizadas. ¿Cuál de las dos es verdadera? Saludos.
En efecto, recibimos la dignidad de hijos adoptivos de Dios, hermanos de Cristo e hijos de Nuestra Señora por el bautismo.
Los no bautizados están llamados a recibir un día esa dignidad inmensa, pero aún no la han recibido. Eso no quiere decir que la Virgen no los ame. Precisamente porque Nuestra Señora los ama también a ellos, lo que desea es que esas personas reciban un día el bautismo para contarse entre sus hijos.
Los que están en pecado mortal siguen siendo hijos de María, pero hijos muertos (porque el pecado mortal mata la vida de la gracia y nuestra calidad de hijos de María es una realidad de ese ámbito de la gracia). Imagina lo que reza la Madre por esos hijos muertos. Cuando una persona abandona ese pecado mortal y se confiesa, María dice lo mismo que el Padre del hijo pródigo cuando el hijo vuelve a casa: alegrémonos, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado. Por eso ella es Refugio de pecadores.
Trabajemos y oremos para que, un día, todos los hombres tengan a Nuestra Señora como Madre.
No pretendo añadir nada por imposible a la aparatosa bibliografía sobre el chollo y el enorme ragalazo que Nuestro Señor Jesucristo nos hizo desde la cruz. Pero yo, que tengo fama de decir cosas bonitas,enmudezco o balbuceo ante este abismo de pureza, bondad y belleza cuya imagen en advocación local preside la mesa donde escribo.
Sé que mi improbable salvación consistirá en intentar zambullirme en su sobrenatural regazo materno, donde además de encarnarse el Hijo de Dios, se encarnó toda la poesía y la belleza del mundo.
Santa María, ruega por nosotros pecadores.
Guapa.
"donde además de encarnarse el Hijo de Dios, se encarnó toda la poesía y la belleza del mundo"
Bien dicho.
Reflexionando sobre mi experiencia de conversión (vuelta a casa, a la Iglesia) después de años de ausencia he llegado a la conclusión de que Santa María, refugio de pecadores, me sostuvo y me protegió de caer en un camino sin retorno.
Es decir que a pesar de haber renegado de la fe la Santísima Virgen impidió que cometiera los pecados más graves y que probablemente me habrían hecho imposible la conversion. Volví a la Iglesia un día de la Visitación (31 de mayo) después de rezar el rosario todos los días de ese mes pidiendo luz. Confesé, lloré por mis pecados y fui feliz como no lo había sido en la vida. Se hizo realidad en mi eso de "a Jesús por María". Todo esto fue posible, creo, por mi devoción infantil y juvenil, por las oraciones de mi madre (que lloró de alegría cuando le conté que ya me había confesado y comulgado después de muchos años) y de mis amigos.
Hoy rezo por mi hijo, también ausente de la fe, y le pido a la Virgen que le proteja y le guarde para el día del regreso.
¿En la parábola del Hijo Pródigo dónde estaba la madre?
Acompañaba al hijo en la penumbra, sufría por él y le protegía de lo peor. Solo así. como un susurro, el hijo pensó "volveré" y estuvo en condiciones de hacer el camino de regreso a los brazos del Padre. María en silencio medita en su corazón, sufre como en la cruz y recorre de nuestra mano el camino para encontrar a Jesús en el templo (su Iglesia).
Ella no nos abandona jamás.
Es muy importante consagrar a los niños a Santa María. No permitirá que se condenen.
Pax et bonum.
Loretta Apostolidis me ha hecho llegar una nota, que reproduzco.
Queridos amigos de Infocristiana:
Celebro que las palabras proféticas de mi Higinio reciban reconocimiento una vez más. Pedro da en el clavo al resumir la obra que estamos preparando:
María, refugio de los no-pecadores: Maternidad, ausencia de pecado e ignorancia salvífica
Teología Evasiva, Editores disociados,
Fidji o sus aledaños, 2018.
ISBN pending
Seguid proclamando la Nueva Buena a los pobres, a los refugiados, a los tiempos y a los destiempos.
Loretta Apostolidids
«Sé que mi improbable salvación»
Eso sólo tiene sentido si es que estás empeñado en negar alguna verdad enseñada por la Iglesia. Porque de otro modo pienso que no puede ser improbable, ya que Dios quiere que todos se salven. Lo de improbable me parece una reminiscencia jansenista.
Jamás (espero) negaré alguna verdad enseñada por la Iglesia, y estoy más próximo a Falstaff - sin sus excesos venéreos- que a los jansenistas.
Lo de improbable viene por la dolorosa constatación de que para curar mis miserias hará falta la Pasión de un Dios y la intercesión de su Santísima Madre. Sé que ambas las tenemos, pero todos los días reconozco antes de comulgar que "no soy digno" y prefiero la humildad ante el gran Don que la errónea seguridad del gorroneo de una "misericordia" tan aireada últimamente.
Por eso murió derramando su sangre por todos los hombres. Porque todos somos pecadores.
Gracias por la aclaración, amigo Haddock.
"Cuando uno tiene peligros de morirse, de accidentarse, de pecar, de cualquier clase, uno tiene que ir al Refugio, se tiene que poner a buen resguardo. No tiene que ir a Jesucristo. Tiene que ir al Refugio que Jesús nos ha dado: La Virgen. No tiene que rezar el Padre Nuestro. tiene que rezar el Ave María. Una vez a salvo que rece todos los Pater que quiera. Pero lo primero el Ave."
Hasta donde puedo ver, eso, dicho así, no es cierto. Supongo que no se habrá expresado del todo bien. Nunca debe contraponerse la Virgen a Cristo ni el Ave María al Padre Nuestro, diciendo que en ciertas circunstancias no hay que rezar el Padre Nuestro porque es mejor rezar el Ave María. El papel de Nuestra Señora siempre es llevar a Cristo, mostrarlo a Él, animarnos a hacer lo que Él nos diga. De hecho, la Iglesia siempre une el rezo del Ave María al del Padre Nuestro.
Completamente de acuerdo, por supuesto, en acudir a Nuestra Señora en el peligro y en la tentación, pero no debemos plantearlo como una alternativa (o Jesucristo o la Virgen): siempre y en todo Jesucristo y, con Él, siempre, María.
Saludos.
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