La guerrilla del lenguaje

De vez en cuando, se habla de la guerra por el lenguaje o la batalla por el lenguaje, como una parte fundamental de las guerras culturales que sacuden a nuestra sociedad desde hace tiempo. Es un tema importante, porque quien domina el lenguaje, tiene la partida casi ganada, ya que priva al adversario de las herramientas necesarias para argumentar e incluso expresar su postura.

De vez en cuando, se producen auténticas batallas en este sentido, que intentan acallar directamente al adversario (como el reciente ejemplo de las amenazas del Congreso español contra la organización Hazte Oír por atreverse a decir lo mismo que enseña la biología). Siempre me ha parecido, sin embargo, que lo verdaderamente grave es la guerrilla del lenguaje, que se produce de forma encubierta y que, más que acallar, lo que hace es pervertir el lenguaje del oponente.

Leyendo esta mañana un blog norteamericano, me ha gustado el clarividente comentario de una lectora del mismo sobre este tema.

“…una táctica estándar de la Izquierda: apropiarse de una palabra o concepto asociados a la tradición que uno quiere destruir y, después, redefinirla repetidas veces. Así se matan dos pájaros con la misma piedra: se socava esa tradición y se consigue dar impresión de mayor legitimidad para las posturas propias”.

Por desgracia, no me ha hecho falta pensar mucho para encontrar multitud de ejemplos relacionados con el catolicismo.

Vida contemplativa: En los platós de televisión, claro.

Indisolubilidad: Por arte de birlibirloque, ahora parece querer decir divorcio.

Obediencia: Convertida, según los casos, en la exigencia de adulación al superior y de aceptación de cualquier novedad contraria a la fe que se le ocurra a ese superior o en la obediencia dialogada que consiste, básicamente, en hacer lo que a uno le dé la gana.

Tolerancia: Ha pasado de la necesidad de tolerar un mal para preservar un bien mayor a la idea de que todo es igualmente bueno y no existe la verdad (de modo que, en realidad, no hay nada que tolerar).

Acompañamiento: Ya no es acompañamiento hacia Dios, sino hacia dondequiera que se le antoje ir al acompañado, ya sea hacia el suicidio, la impenitencia en el adulterio o la apostasía.

Iglesia: Transformada, mediante la palabra mágica “inclusividad”, en absolutamente todo el mundo, se convierta o no y crea en lo que crea, por muy absurdo que sea.

Misericordia: Maravillosa palabra que, disociada de la verdad, permite liberarse de la tiranía de la ley de Dios y hasta de la lógica.

Espíritu Santo: De ser la tercera Persona de la Santísima Trinidad, se ha convertido en una excusa para justificar absolutamente todo lo que a uno le dé la gana cambiar, con el sencillo truco de atribuírselo al Espíritu Santo en vez de a su verdadero autor: el espíritu del Príncipe de este mundo.

Camino penitencial: Una gran idea del cardenal Kasper, consistente en un camino penitencial de conversión en el que no hay penitencia ni conversión y en el que, en lugar de caminar, se queda uno en la misma situación en la que estaba. A saber, el adulterio.

Matrimonio: Convertido, casi literalmente, en cualquier cosa.

Ayuno: Ya no consiste, como uno podría pensar, en no comer, sino en hacer prácticamente lo mismo que todos los días. Así lo dice la Conferencia Episcopal Española: “En cuanto al ayuno, que ha de guardarse el miércoles de ceniza y el Viernes Santo, consiste en no hacer sino una sola comida al día; pero no se prohíbe tomar algo de alimento a la mañana y a la noche, guardando las legítimas costumbres respecto a la cantidad y calidad de los alimentos”. Es decir, uno come algo por la mañana (lo que toda la vida se ha llamado “desayunar”), después hace la comida al mediodía y finalmente toma algo de comer por la noche (lo que antiguamente se denominaba “cenar”).

Diálogo: Para Sócrates, San Agustín o Santo Tomás, significaba una forma de llegar a la verdad a través de la palabra (dia-logos), pero ahora que lo entendemos mejor sabemos que es una forma de hablar y hablar para no llegar a ningún sitio pero sentirse tolerantes y multiculturales.

Adulterio: Esta palabra no se ha transformado porque ya no se dice. Es una palabra fea y poco misericordiosa, que no hay que decir nunca, porque ofende a los que tienen derecho a pecar sin sentirse pecadores. Es verdad que Cristo la usó, pero ahora sabemos más que Él, porque somos más modernos.

Seguro que a los lectores se les ocurren algunas más.

67 comentarios

  
misael
Para mi, la perversión del lenguaje, en la España post transición, empezó, en plan industrial, con aquel nefasto programa de Isabel (mal) Gemio, llamado "Lo que necesitas es amor". Menuda manipuladora era, fue y será la pájara. Un programa que confundió al personal sobre el verdadero significado del amor.

Evidentemente la izquierda, por totalitaria, siempre manipula las palabras, asociándole nuevos conceptos a las ya conocidas y usadas, y creando otras (heteropatriarcado) para enfatizar algún subproducto nuevo que quieren colocar al personal, que anda bastante cansado para ponerse a pensar.

PD. No quede sin ser destacado el gran Paolo Vasile, que logró colocar basura a espuertas en todas los hogares españoles, cambiando el concepto de los términos reir y divertir por burlar y retozar en un lodazal.
16/03/17 4:44 PM
  
Leandro Bonnin
Bruno, excelente el tema abordado y los abundantes ejemplos.

Este tema de la manipulación del lenguaje fue excelentemente bien tratado -a mi entender- en el documento "100 cuestiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos", lo leí hace unos años y me "abrió la cabeza"
16/03/17 5:05 PM
  
Verónica
A veces este problema no se da solo con términos aislados, sino con frases o expresiones completas: AUSENCIA MATRIMONIOS JOVENES EN LAS PARROQUIAS: excomunión latae sententiae en que incurren los jóvenes católicos cuando se casan y sus hijos molestan a los cristianos de bien y les "invitan" a vivir la fe en su casa. FALTA JÓVENES EN PARROQUIAS: proceso por el que esperamos que los niños excomulgados, sientan una voz interior que les indique, al llegar a los 18, que deben empezar a ir a la parroquia, sabiendose ya , por ciencia infusa, el catecismo, los santos padres y las cuatro plegarias. FALTA DE VOCACIONES: Indignación generalizada producida por el hecho incomprensible de que los católicos de bien ya no los admiten por edad a la vida religiosa. PROBLEMATICA DE LA AMORIS LAETITIA: Discusiones que nos hacen pensar que lo de la comunión a los divorciados vueltos a casar va a ser "causa" de la destrucción de la familia, para ignorar el hecho, de que es "consecuencia" de la destrucción de la familia que en las últimas décadas han conseguido con empeño y dedicación muchas pastorales que se la han cargado en libreta.
16/03/17 5:12 PM
  
Palas Atenea
La perversión del lenguaje:
1) Incidencia machacona de ciertos términos: icónico y mítico, por ejemplo, que en televisión española es cualquier cosa o cualquier persona.
2) Cambios semánticos de otros: misericordia convertida en permisividad.
3) Invención de nuevos términos: género, empoderamiento (de las mujeres)
Está muy bien estudiada en el libro "El lenguaje del III Reich" de Victor Klemperer. Por analogía se puede hacer un estudio semejante del lenguaje generado de diez años a esta parte. Cuando alguien que conoce bien un idioma no entiende lo que quieren decir no significa que se haya vuelto anticuado sino que el número de palabras alteradas o de nuevo cuño son excesivas.
16/03/17 5:19 PM
  
Guillermo PF
Efectivamente, la última palabra que cita no es que ya no se diga, y menos para no ofender a los así llamados (si es que se quieren dar por ofendidos, o siquiera escuchen al ofensor), sino que a estas alturas ya no son horas de irle diciendo a la gente, propios ni extraños, adúltero, sodomita, ramera, fornicario, borracha... Hasta para los flagrantes delincuentes en el ámbito civil/penal se suelen usar eufemismos, el respeto a las personas, incluidos los desechos de la sociedad, no está reñido con que efectivamente sean unos ladrones, unos asesinos o unos corruptos. Tampoco el daño que te hacen es el mismo, puestos a elegir...

De todas las demás, me quedo con la obediencia. El escenario mediático-episcopal que tenemos a diario (por no remontarnos a la propia sede romana) y lo que a cada cual le parecen unos y otros, es como para que los tibios nos tomemos muy en serio la obediencia, la obediencia de los demás, y ya para colmo el lenguaje, esos lenguajes. Lo que nos faltaba ya.
16/03/17 5:22 PM
  
Juan Mariner
Un futbolista "en estado de gracia" me parece desafortunada la expresión.
16/03/17 5:24 PM
  
Palas Atenea
Por otra parte el diálogo como fin y no como medio es también una "aparición" postmodernista. Si los catalanes quieren hacer un referendum y el estado español dice que es ilegal no hay posibilidad de diálogo porque no hay solución intermedia, pero se utiliza de forma que el tal "diálogo", prolongado ad infinitum, sea, en si mismo, la solución del problema.
16/03/17 5:25 PM
  
Verónica
Y ahora me explicaré sin ironías: estoy totalmente de acuerdo con el post de Bruno, y rechazo las cosas que nos quieren colar últimamente. Pero me parece, que la gran victoria de esta gente, menos visible, es haber hecho que la discusión se centre casi exclusivamente en la problemática de divorciados, alejados, reconstruidos, etc. Todas esas situaciones irregulares, en mi opinión, existen en gran medida, por el abandono y negligencia de muchos, durante mucho tiempo, de los que pretenden ser familia cristiana. Dicho de otro modo, nos cuelan una pseudo pastoral para alejados, pero la pastoral para los de dentro ya casi que ni existe. Haría mucho más bien intentar que las familias casadas una sola vez y con hijos, puedan sentirse parte de la comunión eclesial. Pues son esas personas muy posibles candidatos a engrosar las filas de los alejados, si no encuentran como ser católicos, escuchar la palabra, comulgar, rezar en parroquia. Explicar por qué nos están confundiendo con términos y conceptos, está muy bien. Explicar porque ciertas cosas van contra la enseñanza de la Iglesia, está muy bien. Pero a la familia, lo que único que la salva es la gracia. Y las familias en gracia, anuncian con su testimonio a las familias rotas la buena nueva. Y cómo habrá familias en gracia, si apenas se nos deja la horrible misa de niños de domingo, y vayase prontito que molesta? ..... La discusión debería estar en otro sitio, en mi opinión.
16/03/17 5:32 PM
  
Haddock.
Pues sí. Sin relacionarlas directamente con el catolicismo, pero con mucha influencia en él, al menos por estos lares, se me ocurren con mi particular acepción.

Muerte digna- Maximiliano Kolbe murió como un indigno; como todos los mártires y agonizantes que ofrecieron sus sufrimientos.

Salud de reproducción sexual- Dejo su explicación a Herodes.

Conflicto- Dícese cuando alguien no quiere obedecer a tus caprichos.

Estado aconfesional- Aquel en el que hay que que arrasar todo vestigio de catolicismo mientras apoyamos y subvencionamos la alegría del Islam.

Luchador con bombas por sus ideales- El antaño llamado terrorista.

Ultraconservador- A quien le horroriza la violencia pero no dimite de sus convicciones heredadas y le gustaría transmitirlas a sus hijos.

Apertura- Generalmente de piernas.

Ridículo trasnochado- El que tiene devoción por la Santísima Virgen.

Primavera (árabe o eclesial)- Tumor maligno.

Estado de Bienestar- Los marineros de Ulises convertidos por Circe en felices gorrinos que comen felices.

InfoCatólicos- Los peores del mundo que suman todas las supradichas palabras.
16/03/17 5:33 PM
  
Adriana
Al llegar, ya hace 2 años a Colombia, me encontré con esto: Ahora llaman aquí "redimir" al que quiere validar una promoción. Es decir, si uno compra un ticket o boleto de rebajas que tiene una vigencia de un mes, por ejemplo, aparece escrito que uno tiene ese plazo (el que indique la promoción) para "redimirla", es decir para hacerla efectiva. En un país católico como éste, vaciar de contenido religioso la palabra redención, es una estrategia para que la REDENCIÓN de Cristo valga cualquier pimiento. Así nos va...
16/03/17 5:43 PM
  
Luis Piqué Muñoz
La Palabra lo es todo ¡Jesús, Dios es la Palabra! ¡La Palabra de Dios, el Evangelio, la Biblia! De ahí que el Principe de este Mundo se la apropie y desvirtúe, engañando y falseando para someter al Hombre ¡El Gran demagogo, el Fascismo democrático, la Corrección Política Nazifeminista! ¡El Padre de la Mentira! Nada más.
16/03/17 6:17 PM
  
Bruno
Guillermo PF:

"no son horas de irle diciendo a la gente, propios ni extraños, adúltero, sodomita, ramera, fornicario, borracha"

Vuelve usted a tergiversar mis palabras con pleno conocimiento de que lo está haciendo, porque hemos hablado ya de este tema muchas veces. Sabe usted perfectamente que nadie está hablando de usar "adúltero" como insulto, sino de usar "adulterio", "adúltero", etc. y no eufemismos cuando se esté hablando sobre esa cuestión. Porque hemos caído rapidísimamente por la pendiente de no hablar de "adulterio" a definir en la práctica que no existe el adulterio, porque siempre hay atenuantes y cada uno es cada uno, con sus cadaunadas.

Y afirmar que "no son horas" de que usen esas palabras es decir que no son horas de Cristo y de San Pablo, que usaban esas palabras.

En cualquier caso, si vuelve usted a tergiversar intencionadamente lo que digo, borraré todos sus comentarios.
16/03/17 6:24 PM
  
chico
Si el lenguaje se cambia es porque se cambian las ideas. Y si éstas se cambian es que la persona ha cambiado. Ya no cree.. Es atea. Y el ateo habla ateamente, siendo amigo del diablo, Padre de la Mentira y de todas las mentiras.
16/03/17 6:34 PM
  
Antonio1
Católico. Antes era ser miembro de la Iglesia Católica, vivir y anunciar el Evangrlio de Cristo.
Ahora para algunos es formar parte de un selecto grupo ideologizados de mundana ideología autoritaria, nostálgicos de un pasado al que idolatran y que se creen con capacidad de otorgar carnets de catolicismo a laicos, clero y papas.
16/03/17 6:46 PM
  
Bruno
Antonio1:

¿No te parece significativo que para ti ser católico no incluya creer en la fe católica? Claro que no es la primera vez que lo dices en este blog.

Pues sí, yo defiendo que hay que creer la fe católica para ser católico. Y qué quieres que te diga, mi impresión es que (contra lo que dices) eso no es cosa nueva, sino que lo mismo han creído todos los santos de la Iglesia.

Lo de acusarnos de "otorgar carnés de catolicismo" es otra de esas estrategias propagandísticas que sólo sirven para sentirte superior y para que esquives la cuestión: los que no creen la fe católica no son católicos. El "carné" de no católicos se lo otorgan ellos solitos, no yo. De nuevo, eso mismo han afirmado siempre los santos de la Iglesia.

Ese "pasado que idolatramos" se llama Tradición de la Iglesia y es una de las dos fuentes de la Revelación. Allá tú si pasas de la Revelación y la sustituyes por diversas tonterías de que están de moda hoy (que, encima, son diferentes de las tonterías que estaban de moda ayer). Yo prefiero creer lo que siempre ha creído y siempre creerá la Iglesia.

Por cierto, otra vez un comentario sin argumentos, consistente únicamente en insultos. Pondría rayitas para marcar cada vez que sucede, pero temo que Internet se quedaría sin espacio virtual. ¿De verdad no te parece raro?

Saludos.
16/03/17 6:57 PM
  
Javier
Dos palabras importantes, muy de moda:

- Discriminación: Antes significaba menosprecio de un grupo o persona frente a otro. Hoy significa diferenciación (teniéndolo como malo aunque no haya menosprecio)

-Odio: Antes significaba el deseo del mal para un grupo o persona. Hoy es suficiente con contradecirle.
16/03/17 7:11 PM
  
Palas Atenea
Antonio 1: No estamos hablando de lo que significa "para algunos" porque es evidente que tú te crees católico y no entras en la definición que das, sino del uso general dentro de la corrección política o político-religiosa del término.
Es el lenguaje de los medios, incluso de los medios católicos, con excepciones, por supuesto.
El lenguaje cambia, evidentemente, pero no a esta velocidad ni movido por ideas que se quieren imponer. El que el antiguo significado de guapo haya ido derivando a otro muy distinto en España, no en Cuba, no es deliberado sino algo que tiene que ver con el desgaste de las palabras y su obsolescencia. Otras veces las palabras decaen porque desaparece su utilidad como ocurre con los utillajes.
El lenguaje siempre se ha movido con los tiempos pero el lenguaje religioso se mueve menos porque es intemporal. La desaparición de términos que ya no se usan es la desaparición de partes importantísimas del Catolicismo y eso hace que la gente entienda cada vez menos cosas que son esenciales, y si no vaya al blog de Alonso Gracián y lo comprobará. Y ahora tenga la cara de decir que ese blog es "mundano" cuando se trata de pura teología tomista. ¿Desde cuándo es mundano Santo Tomás de Aquino?
Peor todavía es el cambio semántico de términos como misericordia, caridad o la desaparición de todas las virtudes cardinales con excepción de la justicia (y ésta casi siempre entendida como justicia distributiva). Vete a la calle a preguntar a un joven sobre la virtud de la templanza o la prudencia y no tienen ni idea, y no será porque están caducas porque son tan necesarias como siempre lo han sido.
Los siete pecados capitales han desaparecido también, así como los Novísimos y un católico de hoy ya no puede leer nada que tenga cien años de antigüedad.
Aún no siendo nostálgico del pasado la terminología cristiana es absolutamente necesaria para entender a los Padres de la iglesia, por ejemplo. ¿O es que también a ellos los vamos a echar a la basura?
16/03/17 7:25 PM
  
Alfredo de Argentina
Cavernícola: antes se designaba así a los primitivos hombres de las cavernas, ahora a quien sostiene que un católico debe vivir conforme a su fe, como dice el blog de la Caverna :)
16/03/17 7:36 PM
  
Bruno
D. Leandro:

"Este tema de la manipulación del lenguaje fue excelentemente bien tratado -a mi entender- en el documento "100 cuestiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos", lo leí hace unos años y me "abrió la cabeza""

Uno de los mejores documentos de la Conferencia Episcopal en su medio siglo de existencia, sin duda alguna. Claro, sencillo, sin paja, a la altura de cualquier fiel, sin miedo a tratar las cuestiones políticamente incorrectas... Muy bueno.
16/03/17 7:36 PM
  
Bruno
Adriana:

"Ahora llaman aquí "redimir" al que quiere validar una promoción ... es una estrategia para que la REDENCIÓN de Cristo valga cualquier pimiento".

En este caso, yo diría que sólo es un calco del inglés, ya que "redeem" significa exactamente eso. Es más un signo de la decadencia de nuestra cultura que de la decadencia de nuestra fe.
16/03/17 7:41 PM
  
Echenique
Pero lo más perverso de todo ello es que el propio papa Francisco ha colaborado activamente en ello. En la Amoris, ya no se habla de adulterio, sino de uniones irregulares y Shönborn, intérprete máximo según designación bergogliana, remata la faena al decir que, con la Amoris, ya no hay distinción entre uniones regulares e irregulares.
16/03/17 8:02 PM
  
Luis López
Sería muy útil hacer una comparación del lenguaje de los Documentos de los Concilios y Encíclicas de los últimos setenta años con los anteriores. Comparar por ejemplo la "Gaudium et spes" con el "Syllabus", la "Dignitatis humanae" con la "Mirari vos" o la Mortalium ánimos", o la "Casti Connubii" con la "Amoris Laetitia"

En alguna ocasión tendríamos la sensación de que hablamos de dos religiones distintas.
16/03/17 8:07 PM
  
Bruno
Echenique:

Me temo que es una costumbre que viene de más atrás. Ya en Familiaris Consortio sólo se habla de uniones irregulares. Bien es verdad que lo que decía esa exhortación era lo que siempre se ha dicho, pero comenzaba ya el cambio de lenguaje que ha facilitado después el cambio de enseñanza.

Con esa frase, el card. Schönborn, a quien Dios perdone, dio el paso de un lenguaje ambiguo a la negación de las palabras del mismo Cristo.

16/03/17 8:41 PM
  
Alonso Gracián
Excelente post Bruno, Dios te lo pague.

Realmente la manipulación del lenguaje funciona, o pretende funcionar, como un hechizo. Es característico de la goeteia, de la magia negra, que subyace en el pensamiento progresista, en especial en la versión posmoderna del marxismo cultural, y que el mundo liberal ha adoptado también.

Se cambian las palabras porque lo que se quiere es cambiar la realidad. Es un ataque a las esencias. Al manipular los términos se da a entender que se cambian efectivamente las realidades representadas por ellos. Se pretende, además, que todo el mundo haga como si contemplara la nueva realidad. Es el pensamiento mágico, la goecia del modernismo redivivo. No hay más que releer los viejos tratados esotéricos del modernismo para comprobarlo. Por ejemplo "La lampara maravillosa de Valle- Inclán", por citar un español. Esta manipulación lingüística forma parte, pues, de algo que pretende ser una alternativa idolátrica (apóstata) a la fe cristiana.
16/03/17 8:54 PM
  
Bruno
Haddock:

"Estado de Bienestar- Los marineros de Ulises convertidos por Circe en felices gorrinos que comen felices"

Me ha encantado la definición.

16/03/17 9:19 PM
  
Roberto
Amor . Tener sexo con quien te plazca, donde te plazca y por donde te plazca ...
16/03/17 9:24 PM
  
Francisco de México
Antonio1:

¿Será necesario profesar la fe católica con sus dogmas, incluyendo el que Jesús es Dios verdadero, para serlo?

Los progres hablan de que era verdadero hombre..... y se quedan ahí, una especie de gran iniciado del tipo ¿masónico?
16/03/17 9:25 PM
  
Forestier
Ya decía Ludwig Wittgenstein que “el lenguaje es una gran trampa”. Y de trampas o minas está sembrado el camino que ha sembrado la “ideología de género, para acallar a los que se oponen a su ideología y acusarles de fomentar el odio: “Diversidad sexual”, “Segregación, “Discriminación”, “Sexualidad poliforme”, “Sociedad patriarcal”, “Homofobia” “Indeterminación sexual” “Reeducación escolar” “Derecho al semen anónimo”, “Familia consensuada” “Familia ensamblada”, “No se nace mujer” “Subversión de la identidad” “Disolución de la familia bíblica” “Diferente es desigual” “feminismo de la diferencia”, y así hasta el hartazgo. Son cócteles molotov que a la que te descuides te puede estallar en las propias narices.
16/03/17 9:48 PM
  
Rafael
Se me ocurren un par de ellas. Pero no las voy a decir porque, a pesar de ser evidentes y decisivas en todo lo que pasa, mucho me temo las censuraría.
16/03/17 9:59 PM
  
Luis Enrique
No estoy seguro pero el ayuno (desayuno, comida y cena) las tres cantidades juntas no pueden exceder de la cantidad de una comida sobria.


16/03/17 10:01 PM
  
Rafael
Bueno, como salen los comentarios sin censura previa las voy a decir. A ver cuanto duran:

Obra de Dios: la Creación.

El Padre: Dios.

16/03/17 10:03 PM
  
Palas Atenea
Supongo que ya habrá alguien recopilando el diccionario progre y escribiendo algún sesudo libraco sobre cambios del lenguaje porque son tan evidentes que todos los captamos. En una columna podrían ir las palabras en desuso, como decisión o responsabilidad; en otras las que han cambiado su significado (Javier apuntaba dos) y en otra las de nuevo cuño como empoderamiento (de la mujer) y heteropatriarcado. No domino el vocabulario del LGTBI por eso no puedo aportar más palabros, solo conozco a los homosexuales y a los transexuales pero debe haber mogollón de nuevas categorías todas ellas con la pretensión de formar parte de la "cultura".
Más difícil es hacer lo mismo con el lenguaje eclesial porque ningún lingüista (la Iglesia siempre los ha tenido muy buenos) querrá asumir esa tarea, más vale dedicarse a las lenguas semíticas.
Pero el trabajo, en ambos casos, sería interesantísimo.
16/03/17 10:47 PM
  
Julián
Rafael, me ha dejado KO con su último comentario. ¿Qué quiere decir?
16/03/17 11:05 PM
  
Feri del Carpio Marek
Don de Dios: Ya no consiste en algo que inmerecidamente recibimos de lo alto, como la existencia, la vocación, el(la) esposo(a), los hijos, la Eucaristía, la absolución sacramental, el estado de gracia. Hoy es un derecho, porque ahora somos dioses.
16/03/17 11:13 PM
  
Feri del Carpio Marek
Ley natural: en Veritatis Splendor consistía de preceptos positivos y negativos. En Amoris Letitia consta sólo de preceptos positivos.
16/03/17 11:24 PM
  
Guillermo PF
Lamento la confusión, Bruno, le aseguro que mi intención no era tergiversarle añadiendo por mi cuenta palabras que, efectivamente, no ha escrito. Y menos con pleno conocimiento de estar haciéndolo (supongo que se refiere a mala intención por mi parte, disculpe si tampoco en este caso acierto).

Se quieran o no usar como insultos, o se quieran usar por llamar a las cosas "por su nombre" (el entrecomillado es mío) como si no existiesen los sinónimos, es asunto de cada cual. Ya he dicho que los destinatarios raramente se dan por aludidos, su ámbito es otro.

Reitero, lo siento. Conoce usted mi predilección por las cuestiones del lenguaje, como también ya varias veces hemos hablado sobre traducciones de frases y pasajes. Yo lanzo mis opiniones para contrastarlas con quien quiera, no para molestar a nadie a sabiendas, que alguna cana voy peinando ya como para esas cosas.
17/03/17 12:04 AM
  
Emilio
Yo, para no dejarme atrapar por esa guerrrilla, me atengo al con-texto y al pre-texto y con ello me resulta fácil alcanzar el de-texto (¿qué pasa, que no se escribe con X?; ¿y qué maX da?.
17/03/17 12:08 AM
  
Alfredo de Argentina
Estimado Bruño,

Consultando un antiguo libro de teología moral, sobre la ley del ayuno parece decir lo mismo que la Conferencia Episcopal Española: "[la ley del ayuno] "manda que no se haga más que una comida al día; pero no prohíbe tomar algún alimento por la mañana y por la tarde, guardando, sin embargo, acerca de la cantidad y calidad de los alimentos las costumbres locales aprobadas" (c. 1251 & 1). --En cuanto a la calidad de los alimentos, está abrogada la antigua prohibición de "promiscuar": se puede juntar, en una misma comida, carne y pescado (ib., & 2)" (P. Antonio María Arregui, S.I.: Compendio de Teología Moral, traducido del latín por el P. Marcelino Zalba. Ed. Eléxpuru Hermanos, S. A. Bilbao, 1945)

Posdata: le respondí a su email.

Saludos.
17/03/17 12:37 AM
  
Alfredo de Argentina
Perdón, corrijo: donde dice "Bruño" debe decir "Bruno" (y ya de paso, el símbolo correcto es "§" y no "&").
17/03/17 12:54 AM
  
Rafael
Julián, lo que los hechos indican. Con esa acertada explicación de la bloguera sobre la redefinición de las palabras. Creo que cualquier cristiano, por el hecho de serlo, debería estar preparado para saber que en este mundo muchas veces las cosas no son lo que parecen.

Otro uso manipulador de las palabras, aunque desde la caída del muro cada vez más en desuso. Opción preferencial por los pobres. Como repite el Papa, la pobreza está en el centro del Evangelio. Hace décadas se usó para promover regímenes, marxistas, que hacían a los pobres más pobres y reprimidos, y reducían a los favorecidos a una élite estricta, a la vez que perseguían la religión. El trasfondo último era todavía más siniestro. La pobreza evangélica usada para intentar sostener la clásica explotación de casi todos por unos pocos, llevada al extremo. Por ejemplo, ahí está el Daniel Ortega nicaragüense, entonces marxista, ahora reconvertido en tirano clásico.
17/03/17 1:01 AM
  
Justiniano
Magnífico artículo y reflexiones Bruno, personalmente considero que pocos vocablos han sido prostituidos y tergiversados de forma tan infame como “derecho”. Del derecho a la vida hemos pasado al derecho a matar, al derecho a castrar a un niño de cuatro años y a un montón de nuevas aberraciones. Lo más sorprendente sería el rostro que le ponen al asunto, ya que a cualquier actitud que nace de la propia voluntad en lo más profundo de la miseria humana le otorgan una autoridad inalienable, indiscutible, casi divina, y esto casa bastante mal con el relativismo absoluto que por otro lado no se cansan de predicar.

En fin, una de tantas.

Saludos cordiales.
17/03/17 3:07 AM
  
Luis Fernando
San Juan Bautista y Jesucristo tenían algo en común. Llamaban a las cosas por su nombre. Y a las personas. Lo de raza de víboras no era precisamente un halago. Lo de generación perversa, tampoco.

Lo cierto es que si Cristo llama adúlteros a los divorciados vueltos a casar, es que lo son. Y si lo son, se les puede llamar así. A menos, claro, que queramos ser más misericordiosos que el mismísimo Señor.

Los apóstoles tampoco se quedaron atrás. Por ejemplo, san Pedro habla de los apóstatas como los perros que vuelven a su vómito y las cerdas que se revuelca en el barro.

Quizás eran demasiado rigoristas.
17/03/17 6:32 AM
  
Luis Fernando
En la Familiaris Consortio no solo deja de llamarse adúlteros a los adúlteros. También se dice que pueden hacer prácticamente cualquier cosa menos comulgar. Lo cual es contrario a la práxis pastoral de la Iglesia de los veinte siglos anteriores, que siempre trató el adulterio como lo que es: uno de los pecados más graves, con las lógicas consecuencias para quien lo comete.

Luego nos extrañamos de que Amoris Laetitia vaya más allá, alterando la doctrina. Pero es ir exactamente en la misma dirección.
17/03/17 6:36 AM
  
Manuel d
Otra:
democracia consiste en que una minoría (si bien no tan minoritaria) como los LGTB, los masones, los ateos en occidente, impongan su credo (dicho en el sentido más laico posible) a la sociedad, haciéndoles pasar por su "santa" voluntad (lo de Santa, también en modo laico)
17/03/17 8:42 AM
  
Echenique
Bruno, a quien tiene que perdonar Dios es al mismísimo Francisco, pues el intérprete máximo de la Amoris, según designación papal, no sólo no ha sido corregido por quien debía hacerlo, sino que ha sido citado y autorizado una y otra vez. Una misericordia que lleva al infierno no puede venir de Dios. Y hay que decirlo, como muy pocos se atreven.
17/03/17 9:31 AM
  
Echenique
Bruno, esta claridad conceptual y de lenguaje de la Familiaris Consortio 84 no sólo no se encuentra en la Amoris sino que la Amoris, después de dos sínodos manipulados hasta la saciedad, se ha redactado para destrozarla, generando la mayor confusión de la historia de la Iglesia :
La reconciliación en el sacramento de la penitencia —que les abriría el camino al sacramento eucarístico— puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, —como, por ejemplo, la educación de los hijos— no pueden cumplir la obligación de la separación, «asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos»[180].
17/03/17 10:00 AM
  
Guillermo PF
Alfredo de Argentina, en el Catecismo del Padre Jerónimo Ripalda, que todavía en España muchos aprendíamos de memoria hasta no hace tantos años (con muy agradable recuerdo por mi parte, tengo que añadir), se decía que los días de ayuno consisten en hacer una sola comida principal ese día, y añadía: "pero se permite el desayuno al levantarse y la colación por la noche". En casa de mis padres sigue siendo costumbre la colación del Viernes Santo, un chocolate con picatostes al volver de la procesión. El Padre Ripalda fue coetáneo del Concilio de Trento, de manera que nuestra actual Conferencia Episcopal no hace sino afianzar la tradición.

De todas formas, tampoco la contravención de este tipo de normas dejan de ser faltas veniales, gracias a Dios no se hizo el hombre para el sábado sino el sábado para el hombre.
El ayuno eucarístico, por ejemplo, consiste en nuestros días en una hora previa, que más que nada es simbólica y de respeto. Si los antiguos eran más respetuosos que nosotros con la Sagrada Eucaristía, eso ya que lo disciernan los doctores. Es otra vez preguntar en vano que qué dirían ellos hoy.
17/03/17 11:30 AM
  
Javier Ejías
El más claro ejemplo de manipuladores del lenguaje son ustedes los rigoristas inmovilistas.
Han convertido el Amor de Dios el la Ley de Dios.
El Reino de Dios, en el Reino de los Cielos.
La misericordia en la corrección, fraterna o no (me parto) e, implícitamente en el castigo.
El adulterio en los "actos impuros"
La conmemoración de la cena de Pascua con el Maestro en la sacrosanta eucaristía.
Un judío piadoso (Jesús de Nazareth) que predicó el Reino de Dios y la Buena Noticia en un católico fundador de una Iglesia que no fundó Él.
Y como eso tantas y tantas cosas....
17/03/17 1:07 PM
  
Palas Atenea
Jesús de Nazareth no fue un judío piadoso sino la Segunda Persona de la Santísima Trinidad que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció y fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, bajó a los Infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos, está sentado a la derecha del Padre y vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos, según el Credo de los Apóstoles que es más antiguo que el de Nicea. Si piensas otra cosa no eres cristiano porque un cristiano que piensa que Jesús era no más que un "judío piadoso" haría muy bien en creer, por lo menos, en la fe de Israel, pero como la fe judía molesta por "intransigente" ni siquiera eso. Una fe en el Jesús Histórico del que los dos hitos más importantes, su Encarnación y su Resurrección, se omiten no merece la pena más que Buda o Mohatma. De todas maneras de todas las religiones se desprende una moral con la que seguramente no estarás de acuerdo, así que te recomiendo que te hagas ateo y te fijes tú mismo tus principios a partir de una conciencia subjetiva impuesta por tu misma mismidad.
17/03/17 1:52 PM
  
Echenique
Her Ejías, el primer rigorista inmovilista parece que es Nuestro Señor Jesucristo, que no admitió el divorcio ni lo admite en ningún caso, a pesar del espanto del personal, ya en aquel tiempo. En cambio los fariseos, tan movilistas y laxos en esta materia, admitían el divorcio a discreción y el repudio unilateral. En compensación eran muy rigoristas e inmovilistas en asuntos anecdóticos, como lavarse las manos, alargar las filacterias, etc. Actualmente queremos volver al fariseismo : laxos en lo que no se puede cambiar y rigoristas en los temas ecológicos y de inmigración, refugiados e inexistencia del terrorismo islamista, que no se lo cree ni Dios.
17/03/17 1:53 PM
  
Palas Atenea
Cuando hablamos de Jesús es difícil manejar los tiempos porque tiene dos naturalezas, si digo "no fue un judío piadoso" me estoy refiriendo a su naturaleza humana que admite el pasado, su naturaleza divina es eterna.
17/03/17 2:01 PM
  
Palas Atenea
Y hablando de palabras en desuso, hay un pecado espantoso que es el peor de todos, el pecado luciferino-que por ser un espíritu no puede ser ni lujurioso, ni perezoso, ni comilón, ni corrupto-que es la soberbia. La lujuria no sería lo que es si la soberbia no la sustentara, porque el adúltero, el homosexual empeñado en seguir sus instintos, el que niega los pecados minimizándolos es, ante todo, un soberbio. Sin soberbia los pecados de la carne tienen la solución de siempre: el arrepentimiento sincero, la absolución y la enmienda, lo mismo que cualquier otro, pero la soberbia convence de que en realidad no hay tales pecados o porque a Dios no le importa lo que yo haga o porque yo soy como Dios. En cualquier caso la sustitución de la Ley Natural y la Ley de Dios por mi conciencia no es más que la asunción por mi de la condición de Dios. Y eso es tan viejo que ya lo dijo Giovanni Pico della Mirandola en el s. XV.: "Tú no tendrás límites. Tú definirás tus propias limitaciones de acuerdo con tu libre albedrío. Podrás transformarte a ti mismo en lo que deseas" (según éste hombre abominable es lo que dijo Dios a Adán) ¿a qué os suena el "podrás transformarte a ti mismo en lo que deseas"? Exactamente lo que estáis pensando.
17/03/17 2:37 PM
  
Francisco de México
Javier Ejías:

malas noticias para tí, Jesús es Dios, no un "judío piadoso" y por supuesto habló de amor, pero también de justicia, el amor de Dios es parte de la Ley de Dios. Si lo dudas, sugiero leas la parábola de los los malos viñadores en la Biblia o en Catholic.net

es.catholic.net/op/articulos/18698/parbola-de-los-viadores-homicidas.html

"Cierto hombre que era propietario plantó una viña, la rodeó de una cerca y cavó en ella un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó de allí. Cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió a sus criados a los labradores para percibir sus frutos. Pero los labradores, agarrando a los criados, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo lapidaron. De nuevo envió a otros criados en mayor número que los primeros, pero hicieron con ellos lo mismo. Por último les envió a su hijo, diciéndose: A mi hijo lo respetarán. Pero los labradores, al ver al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero. Vamos, matémoslo y nos quedaremos con su heredad. Y, agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando venga el duelo de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Le contestaron: A esos malvados les dará una mala muerte, y arrendará la viña a otros labradores que les entreguen los frutos a su tiempo.
17/03/17 3:32 PM
  
fraterlupus
Una de las palabras-talismán redefinidas y más en uso es la de "Progresismo".
Ellos se han adueñado del vocablo. Cuando se habla de "formaciones progresistas", todos sabemos que se está haciendo referencia a la izquierda política.
De esta manera, ellos, por la manipulación del lenguaje, pasan a ser los únicos que (supuestamente) quieren que el hombre progrese.
Los demás quedan automáticamente encasillados en la categoría de cavernarios, contrarios a lo que hace progresar a la Humanidad.
Es la misma manipulación que cuando al período histórico del Renacimiento se le denomina así. Implícitamente se está dando a entender que en la Edad Media todo era cochambre, enterrando todo ese período de florecimiento de la Cristiandad, y enlazando con el mundo antiguo, empapado de naturalismo .
Lo mismo con lo del "Siglo de las Luces". Supone que antes solamente había oscuridad.
Así, dando por bueno ese uso del lenguaje, sin plantear la correspondiente batalla cultural, llegamos a la pérdida de espacio y finalmente a la claudicación.
17/03/17 3:53 PM
  
Inmaculada
Bruno, coincido con Alfredo de Argentina.
Me ha sorprendido en el artículo lo del ayuno, porque la Iglesia siempre lo ha considerado así, al menos desde que yo tengo uso de razón, y no soy precisamente una jovenzuela. Me refiero, naturalmente, al ayuno eclesiástico obligatorio para todos los fieles. Otra cosa sería el ayuno que uno quisiera imponerse como una penitencia personal.
Se permite tomar algo por la mañana y por la noche. " una comida más dos comidas pequeñas que sumadas no sobrepasen la comida principal en cantidad." Es decir, algo en poca cantidad, por ejemplo, un yogur para cenar, un zumo en el desayuno, etc. Y no se permite comer nada entre horas. Por tanto, el ayuno no se ha redefinido, sino que sigue siendo como siempre ha sido.
Si estoy equivocada, agradecería la corrección, pero lo que he consultado, el El Código de Derecho Canónico de 1983, así lo explica y es lo que he entendido siempre.
17/03/17 4:30 PM
  
Alfredo de Argentina
Estimado Guillermo:

No crea, el ayuno obliga bajo pecado mortal, pero obviamente admite parvedad (cantidad) de materia y causas excusantes (una dificultad o inconveniente proporcionado). Interrumpir una comida única al medio día por media hora (y retornarla obviamente) no es falta, por un tiempo mayor es pecado venial, aunque si pasa más de una hora es mortal, a no ser si hay justa causa, por atender a un moribundo, por ejemplo, mientras se mantenga la "unidad moral". Una vez quebrantado el ayuno, con culpa o sin ella, ya no es necesario seguir ayunando (aunque sí que es recomendable), porque ya se rompió el ayuno.

Sobre lo que dice de que el hombre no se hizo para el sábado, y sí el sábado para el hombre, tiene usted razón, por eso, citando el librito que dije más arriba, están excusados del ayuno: a) por su debilidad: los enfermos y convalecientes; las mujeres embarazadas, las que crían y probablemente las menstruantes; los que a causa del ayuno padecen fuertes dolores de cabeza o notables insomnios; b) por sus oficios: a) los agricultores, carpinteros, herreros, canteros, zapateros, panaderos, los que trabajan en hornos de cal o ladrillo, los cocineros que deben cocinar para muchos, los arrieros que tienen que andar casi todo el día, los que hacen con justa causa un camino o penoso o muy largo, aun a caballo, por ejemplo, seis leguas; los que sirven a enfermos en los hospitales, etc.; b) los maestros de ciencias y aun de gramática, si enseñan por cuatro o cinco horas; los estudiantes que se apliquen con diligencia durante la mayor parte del día, v. gr., ocho o nueve horas a sus estudios; los abogados y jueces que trabajan en algún negocio urgente y arduo; los predicadores de Cuaresma, los misioneros en tiempos de misión, los confesores en extraordinario concurso de penitentes; c) por otros inconvenientes: las mujeres e hijos de familia, que incurrirían en grave enojo de sus maridos o padres; los pobres que carecen de comida completa y suficiente, por ejemplo, si no tienen más que pan y legumbres. Y es probable que se pueden poner causas, que no impidan pero que sí excusen indirectamente de la ley por justa causa, v. gr., un trabajo no corriente, que impida el ayuno, o por una ganancia extraordinaria, o por no perder notable tiempo dejándolo para otro día; pero no sería permitido, sino de vez en cuando, dedicarse por mero recreo a la caza de tal modo que impidiera el ayuno. (Antonio María Arregui, S.I: op. cit, pp. 351-352)

Un cordial saludo.
17/03/17 5:18 PM
  
Palas Atenea
Otra palabra en peligro de extinción, como la soberbia, es la envidia. ¿Cuándo fue la última vez que la oísteis? Ahora los "derechos" hacen que la envidia se camufle por mor de la "igualdad". Si el que anda cortito de dinero brama contra el rico no es que le envidie, es que reclama justicia social; si la que está perdiendo frescura por la edad quiere ponerse en competencia con otra más joven mediante una operación de cirugía estética no es que la envidie, es que tiene derecho a la juventud en perpetuidad; si el necio lanza sus necedades urbi et orbi por Twitter no es que envidie al sabio, es que exige igualdad en el razonamiento...Toda la propaganda de productos de lo más heterogéneos va encaminada a eso: "porque tú lo vales", "tienes derecho a poseer dos pares de gafas", "no te cortes" y muchos más eslóganes de ese tipo.
17/03/17 5:50 PM
  
Palas Atenea
Es decir que detrás del "discernimiento" en los pecados de lujuria está la anulación de cualquier otro de los pecados capitales, aunque no se hable de ello. El único pecado-¡Oh sorpresa!-aceptado por la postmodernidad es la gula (por razones que no hace falta explicar), si no como pecado sí como una cosa muy fea que atenta contra la salud, hace gasto en la SS y se quita, no arrepintiéndose y volviendo a la moderación porque implica falta de virtud de la templanza, sino haciéndose vegano. La ira, en cambio, puede ser contemplada de dos maneras y es buena, no según formas, sino según intenciones, cuando la ira es puramente instintiva. El iracundo no es el que se indigna sino aquel que no se controla.
17/03/17 6:08 PM
  
Palas Atenea
Digo esto último porque ahora existe una especie de "ira del pensamiento" mediante la cual cualquiera que no esté de acuerdo con la ideología de género ya es capaz de agredir a un homosexual; los hombres son potencialmente agresores aunque nunca hayan tocado a una mujer, etc...Lo que popularmente se llama "ponerse el parche antes de que salga el grano", por eso el aumento de la palabra "odio" que ya tiene en si misma un componente de ira larvada, porque ¿qué es el odio que no se manifiesta nunca? suponer que alguien odia a otro es suponer que en cualquier momento le va a agredir de alguna manera. Pero entrar en una capilla, profanándola y lanzando gritos de guerra no es ira, el juez dixit, porque la cristofobia no existe, vuelve a decir el juez. En la definición tradicional de la ira hacer tal cosa es pecado de ira, de libro, pero como hoy la moral ya no rige todo lo que el juez no considere falta o delito es "mal gusto", ni fobia ni ira.
17/03/17 6:29 PM
  
Bruno
Sobre el ayuno:

No debía haberlo incluido en la lista, porque es un ejemplo de lo mismo, pero en vez de ser actual es, por lo menos, propio de los últimos seis o siete siglos, al menos en Occidente. En la Iglesia latina, se fue extendiendo la idea de que el ayuno "de verdad" era para los monjes y que los seglares y el clero diocesano no tenían que ayunar más que de manera simbólica.

A esto se añadió una tendencia, claramente perjudicial, a centrar el tema del ayuno en "lo que se puede comer sin pecado", es decir, el enfoque legalista contrario al adecuado. Los moralistas daban gran cantidad de normas sobre gramos, onzas, horas, etc. y, aparentemente, lo que consiguieron fue introducir en la mente de los fieles la idea de que el ayuno era un mal necesario y de que lo normal era intentar reducir sus molestias al límite. Recuerdo que ya mi abuelo se quejaba de esa forma perversa de entender el ayuno.

De nuevo, a esto hay que añadir la tendencia gradual, también en Occidente, a la reducción de "carga" de los preceptos puramente religiosos y no morales. Hay que tener en cuenta que, originalmente, los días de ayuno eran muy numerosos. El adviento entero fue tiempo de ayuno durante mucho tiempo. Al año había muchísimos más días de ayuno y de abstinencia que ahora. El ayuno eucarístico duraba desde las doce de la noche del día anterior. El diezmo era una obligación, etc. Todas esas obligaciones se fueron atenuando y atenuando hasta el punto de que prácticamente han desaparecido. La norma en el Ripalda mencionado (en el original, no en las modificaciones del siglo XIX), era ayunar toda la mañana hasta la hora de comer, cosa que se cambió en tiempos de San Pío X, porque se estimó que incluso eso era muy duro (fue cuando se introdujo la norma de una comida fuerte y dos ligeras que, unidas, no sobrepasasen a la fuerte).

La consecuencia: el ayuno actual se produce únicamente dos veces al año y consiste, en la práctica, en no merendar (porque hacer una comida fuerte y dos más pequeñas es lo que hace casi todo el mundo todos los días normales). La abstinencia prácticamente ha desaparecido en la Iglesia. El viernes como día penitencial está completamente olvidado. La diferencia entre el diezmo y lo que la gente da a la Iglesia es abismal.

A mi entender, hay que recuperar la importancia del ayuno, la abstinencia, etc. que aún se mantiene (con sus propios problemas) en Oriente. Francamente, no pasa nada por no comer un día. Cristo ayunó cuarenta días y cuarenta noches. Y ayunar significa "no comer", no comer un poquito menos.

En cualquier caso, esto es un tema para otra ocasión. Como ya he dicho, me equivoqué al plantearlo con otros temas más recientes, que requieren un tratamiento distinto.

Y, por supuesto, nadie debe angustiarse por lo que he dicho. Si uno cumple lo que manda la Iglesia, está haciendo bien. El tema de si convendría cambiar esa norma es algo completamente distinto.
17/03/17 6:58 PM
  
Martinna
Justicia,
se usa como equivalencia y con sentido legal

En la Biblia toda se emplea como fidelidad a Dios

Pobres o pobreza,
siempre expresan falta de bienes materiales

En el evangelio son los anawin, los esclavos del Señor, vaciarse de lo propio para servir a Dios, son los pobres de espíritu de las bienaventuranzas.

Los que tienen hambre y sed de justicia son los que piden a Dios que les haga justos, es decir ser acogidos como hijos, corregidos y santificados por El

El rico Epulon tenía bienes materiales y soberbia, estaba lleno de sí mismo. Por eso se perdió la bendición de Dios
Lázaro era un mendigo pero tenía confianza en Dios era un pobre bienaventurado.
Ya dijo Jesucristo que pobres siempre tendríamos, no hacía política económica ni justicia social, predicaba como convertirnos y pertenecerle.
17/03/17 9:58 PM
  
Guillermo PF
Esperamos entonces, Bruno, esa propuesta de nueva ocasión sobre el tema del ayuno. La cuestión va a ser candente, sobre todo como empecemos ya "dando facilidades" como:
"Francamente, no pasa nada por no comer un día. Cristo ayunó cuarenta días y cuarenta noches. Y ayunar significa "no comer", no comer un poquito menos".
18/03/17 11:34 AM
  
Adamastor
El llamar a los bollitos con embutidos o jamón mediasnoches viene de que en tiempos en que las normas sobre el ayuno eran más rigurosas había personas que las cumplían formalmente, pero que nada más empezar el día siguiente al del ayuno empezaban a comer lo que unos minutos antes les estaba vetado. Hecha la ley, hecha la trampa.
18/03/17 1:17 PM
  
Bruno
Adamastor:

Muy interesante. No lo sabía.
18/03/17 3:04 PM
  
Bruno
Guillermo PF:

"La cuestión va a ser candente, sobre todo como empecemos ya "dando facilidades" como..."

Je, je. Buen comentario. Me he reído muy a gusto.
18/03/17 3:04 PM
  
Guillermo PF
Me refería a facilidades como que, si Cristo pudo 40, yo también. A menos que no sea eso lo que usted quería decir, que ya no sabe uno cómo interpretar lo que dice sin riesgo de tergiversación. Imagino que será que si Cristo pudo 40, a los demás no nos va a pasar nada por uno solo.
A mí lo que me ha resultado más gracioso es lo de que "ayunar es no comer ni siquiera un poquito". No consiste en eso el ayuno católico, pero que cada cual en su casa rigorice a placer.
18/03/17 4:25 PM
  
Marisa
Cada vez que comento que he dado clases de "Metafísica", tengo que aclarar que no se trata de "pirámides, ni de ondas positivas o negativas"... :(
19/03/17 9:05 AM

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