¿Mejores que San Pablo?
Hoy, un post breve.
Me ha impresionado la lectura de hoy de laudes, tomada de la carta a los Filipenses:
“Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta generación malvada y perversa, entre la cual brilláis como antorchas en el mundo”.
Por supuesto, lo primero en lo que me he fijado es en lo que la Palabra de Dios me decía a mí: Hazlo todo sin murmuraciones ni discusiones, como un hijo de Dios. Impresionante. Sólo eso lo cambia todo. Estoy llamado a brillar como una antorcha con la luz del mismo Dios, a ser una criatura completamente nueva, que no anda quejándose y protestando, ni siquiera cuando “tiene razón” en quejarse y protestar. Todo lo que Dios pone en mi vida es para mi bien y estoy llamado a bendecirlo siempre, tal como he empezado el día: Señor, ábreme los labios. Y mi boca proclamará tu alabanza. Eso es el cielo, que comienza ya en la tierra por la gracia, vivir alabando a Dios.
Después, me ha llamado la atención otra cosa.
Esa lectura sería inimaginable en labios de un obispo o un sacerdote hoy. ¿Quién se atrevería a decir que vivimos en medio de una generación malvada y perversa? Enseguida sería atacado como ofensivo y falto de sensibilidad y misericordia. Y eso que San Pablo tiene otras frases muchísimo más duras, llamando a los paganos hijos de la desobediencia, hijos de la ira, muertos en vuestros delitos y pecados. ¿Alguien se imagina que un obispo o el Papa dijeran eso públicamente?
Por no hablar de las frases de Cristo, que aún son más duras. ¿Quién osaría hoy anunciar al mundo, como Jesús, que si no os convertís, todos pereceréis? Si ni siquiera somos capaces de llamar a las cosas por su nombre y hablar de adulterio, como hizo Él.
¿De verdad pensamos que sabemos tratar a los no cristianos, a los no católicos, a los pecadores y a todos en general mejor que el Apóstol de los Gentiles y el Salvador de todos los hombres? ¿Hemos hecho del cristianismo una religión blandita, para blanditos? ¿No será que la vida es mucho más seria que todos esos lugares comunes políticamente correctos que proliferan en homilías y cartas pastorales? ¿Creemos que somos más misericordiosos que San Pablo? ¿Más misericordiosos que Cristo?
Si es así, somos los más desgraciados de todos los hombres, porque nuestros padres levantaron iglesias y altares al Hijo de Dios y nosotros hemos colocado en esos altares la abominación de la desolación. Dios tenga piedad de nuestra generación malvada y perversa.
43 comentarios
¿Pudiéramos concluir que si alguien no entiende una exhortación apostólica, lo mejor es preguntar directamente? ¿O deberíamos mejor reinterpretar lo que siempre se ha enseñado como verdadero?
"¿Pudiéramos concluir que si alguien no entiende una exhortación apostólica, lo mejor es preguntar directamente?"
Claro.
Pero yo no estaba hablando en particular de Amoris Laetitia, la verdad. Sino de todo en general, de lo que se ve en la Iglesia por doquier. La conversión de la bondad en buenismo y de la Verdad de Cristo en "mi verdad" y "tu verdad", junto con la idea de que en realidad somos mucho mejores que Cristo, se han extendido por todas partes. Incluso entre seglares, sacerdotes y obispos con fe.
A menudo nos quejamos de las dificultades actuales para ser cristiano, pero mucho me temo que el Señor nos va a tener que mandar abundantes calamidades y persecuciones para que despertemos de una vez de nuestro sopor. Me da la impresión de que, como en el Cuartel del Regimiento de Simancas, tenemos que gritar: ¡El enemigo está dentro, tirad sobre nosotros!
Qué diría Cristo o San Pablo de sor Lucía, Angrelo, Religión digital, de este hombre que dice que es católico pero defiende el aborto y tantos otros que en nombre de la misericordia han desfigurado totalmente el Evangelio y desautoriza y a la Iglesia como Madre y Maestra. Imitación de misericordia, que no lo es, porque esconde la verdad.
Qué diría Jesús y San Pablo de tantos que por no juzgar se esconden cuando se les ha dado autoridad para amonestar y permiten el escándalo en nombre de esa falsa caridad.
Cierto. "Es justo y necesario" que lo haga y lo hará. Pero uno, por naturaleza, prefiere la espada enfrente del enemigo sin máscara, que el taimado estilete por la espalda de sacerdotes y altas dignidades eclesiásticas.
Cuestión de gustos.
La respuesta es SI.SI y SI. No se quiere enseñar la Verdad.
SE OCULTA que esta en juego el arrancar las almas a las garras de Satanás y sus Legiones.
La vida en la tierra es algo muy muy muy serio.
Esta en juego la salvación o condenación ETERNA.
1) La vida es una PRUEBA.
En esta prueba se tiene que demostrar si amamos a Dios sobre todas las cosas.
2) Después de la prueba, seremos juzgados. El destino del juicio sera ETERNO.
3) La vida es una BATALLA entre 2 ejércitos.
Satanás y sus Legiones.
Jesucristo Rey y sus ejércitos.
4) El ejercito de Satanás esta bien adiestrado y tiene una naturaleza superior a la humana.
La parte del ejercito de Jesucristo de la Iglesia Militante esta formado en el año 2017 por una gran cantidad de apostatas que ni siquiera saben que pertenecen a un ejercito.
Sino es por las pocas Almas Victimas que sostienen nuestro ejercito, estaríamos totalmente arrasados.
Santa Maria Reina de las Victorias, Ruega por nosotros. Amen.
muchas gracias por tu comentario. La verdad es que me encuentro sumamente asombrado por el comentario del Padre Sosa, que hay que aplicar discernimiento para luego concluir que hay que reinterpretar a Jesucristo, me temo que la consecuencia será la "discusión y murmuración".
Mi discernimiento me dice que el discernimiento que hagamos de las palabras de Jesucristo no puede contradecir 2000 años de tradición, que en caso de dudas, revisemos lo que se ha creído toda la vida y ese era el sentido que quise darle a mi entrada anterior, no tanto con el enfoque de la AL.
Por que si, tenés razón, es un mundo impío y cada vez lo es más.
Lo que hasta hace poco nos parecían las cosas a corregir ya no son las mas urgentes, con una guerra en toda forma a la práctica de nuestras creencias. No se conforman ya con pedir ejercer libremente la teoría de género, sino que exigen que los demás la acepten sin rechistar en sus vidas y en sus prácticas.
Pero ya sabíamos que eso pasaría, seríamos perseguidos por Su Nombre.
Perdón, no había entendido bien.
Para ser sincero, lo del P. Sosa parece que habría que clasificarlo directamente del lado de los que no tienen fe.
"sólo sirven para agradar a todos y a ninguno, a quedar bien con todos y con ninguno"
Es que el intento de servir a Dios y al mundo, de agradar al mundo y de encontrar un término medio entre la luz y las tinieblas está destinado al fracaso.
Las palabras más terribles de Cristo: "a los tibios los vomitaré de mi boca".
Por cierto, siguen usando frases no evangélicas poniéndolas en boca del mismo Cristo, como la archimanida y poco agradable de los tibios vomitándose. No todo el mundo tiene que sacar de cada frase el provecho y sobre todo la intención que usted le saca, ¿no le parece?
Pero vosotros a lo vuestro: al pimpampun.
Lo vais a hacer santo y mártir antes de tiempo.
"Se ha parado a pensar qué reacción pastoral -ya no digamos social o hasta penal..."
Pues sí, en la Cuaresma que viene y sobre todo en Semana Santa es costumbre entre los católicos hacerlo.
"¿se dirige usted a las personas en esos términos, les recuerda personalmente (y no por internet) su situación anómala de adulterio?"
Como sabe perfectamente, no estamos hablando de eso, sino de hablar de adulterio cuando se está hablando de adulterio, como hizo Cristo. En cuanto al trato de la persona en concreto, como es lógico, eso depende de lo que necesite. De nuevo, siguiendo el ejemplo de Cristo, la misericordia a veces consiste en hablar con dulzura y a veces con dureza.
El adulterio, por otra parte, no es una "situación anómala", sino un pecado mortal, pero gracias por ilustrar lo que dice el post.
"¿A qué ese empeño en no traer la paz sino la espada, como si no fueran ya suficientes espadas las que hay?"
¿Quizá a que Cristo dijo que no había venido a traer la paz sino la espada?
"siguen usando frases no evangélicas poniéndolas en boca del mismo Cristo, como la archimanida y poco agradable de los tibios vomitándose"
Ya se lo he dicho varias veces. Es la Palabra de Dios quien pone en boca de Cristo esa frase. Es decir, es el mismo Cristo quien pone en boca de Cristo esa frase.
Por otra parte, reconozco una cierta genialidad por su parte en denominar precisamente esa frase de Cristo como "poco agradable". Debe de ser el eufemismo del siglo.
Pero usted ya sabe todo eso. Me alegro de que le guste que se lo recuerde.
Eso es. Y otra que es "corregir al que yerra".
Por desgracia, muchos han dejado escapar la oportunidad del año de la misericordia para meditar sobre las obras de misericordia, que condensan tantísima sabiduría cristiana. Hablé de eso en el artículo Un fruto del año de la misericordia
De verdad, estás mal. Y con las insinuaciones maliciosas de costumbre. ¿Quién ha hablado del Papa? Sólo te ha faltado mencionar a Franco.
"Bruno, el Papa y muchos sacerdotes y obispos hacen admoniciones a todos, católicos, cristianos y al resto. Lo que pasa es que en el caso del Papa muchos han decidido tomárselo como insultos, cuando no son mas que desafíos para profundizar la fe."
Creo que estás hablando de algo diferente. ¿De verdad te imaginas a la generalidad de esos sacerdotes y obispos diciendo que "esta es una generación perversa en la cual vosotros (los cristianos) brilláis como antorchas? ¿De verdad te los imaginas diciendo a los que no creen (o a los que pretenden creer pero no lo hacen) "si no os convertís todos pereceréis del mismo modo"? ¿O que a los tibios nos vomitará el Señor de su boca? Yo no me lo imagino y eso que tengo mucha imaginación.
Todo el mundo es capaz de ser durísimo con las cosas que le molestan personalmente, que no están de moda o que todo el mundo sabe que son malas. Pero no se trata de eso.
La tristísima realidad es que infinidad de eclesiásticos parecen empeñados en confirmar a los pecadores e incrédulos en su pecado y en su incredulidad. En buscar, sea como sea, una forma para que los adúlteros puedan seguir adulterando, los agnósticos no creyendo, los protestantes protestantizando, los suicidas suicidándose y los apóstatas apostatando, pero todo ello con buena conciencia y con las bendiciones de la Iglesia, siempre que sean los pecados de moda que al Mundo le parecen buenos.
¿Cuándo fue la última vez que has oído hablar con dureza (con la dureza de Cristo y de la Escritura) de esas cosas tan graves en una homilía? Temo que la respuesta de una gran parte de los católicos sería "nunca".
La costumbre nos ciega, pero si uno mira a San Pablo y a lo que se predica en una buena parte de las iglesias de hoy, se da cuenta de que las diferencias son enormes. Es más, da la impresión de que sería muy difícil que a San Pablo, salvo milagro de Dios, le hubieran nombrado obispo hoy en día. Parece que lo importante es no ofender, llevarnos todos bien, no armar revuelo, no salirse de lo políticamente correcto...
Y todo eso es muy mala señal. Salvando, por supuesto, las honrosísimas excepciones, porque la gracia de Dios no abandona nunca a su Iglesia.
Lo que (más) me preocupa no es que nos persigan por causa de su Nombre, sino que nos acepten porque nos avergonzamos de ese Nombre.
Pero sabemos como acabó nuestro maestro por decir la "Verdad"...y creo que eso es lo que hecha para atrás a mucha gente...
Hable por usted que yo en el altar no tengo más que una foto del cuadro de María Auxiliadora y una imagen de Cristo resucitado.
A esa señora desolación que usted dice no la conozco, pero si dice usted que la ha colocado en su altar, allá usted.
Le sabía con mál gusto al escribir, pero desconocía que tampoco lo tenía para decorar iglesias.
Mal se escribe sin tilde.
O sea, que tampoco tiene mal gusto para decorar iglesias... Porque eso es lo que se deduce del comentario.
Ay, hijo. Desde que pones imágenes de vírgenes y cristos en tus altares (un "iconoplasta"), cada vez escribes peor. Bienvenida sea la cacografía si la conversión es verdadera....
No es que sea muy fraterna pero en el fondo ya se que no me consideras tu hermano.
Yo escribo mucho peor que Bruno, eso es verdad; pero eso no hace que Bruno escriba bien y a fin de cuentas no trato de sacarle los cuartos a nadie con mis libros.
Un fraterno abrazo de quien tampoco te considera un hermano (si acaso un primo lejano y de los que no importan mucho)
Lucía, diga usted que sí, para qué va usted a perder el tiempo en emplear sinónimos con la gente, pudiendo escoger el más hiriente: adúltera, fornicario, sodomita, ramera, fariseo, sepulcro blanqueado... ¿verdad? Nada mejor que moverse por la vida y con la gente en esos términos, así efectivamente será como usted dice: para no equivocarse usted, los demás tampoco se equivocarán con usted, es más, le agradecerán que sea tan clara y sabrán a qué atenerse (por la cuenta que les trae).
Blogger, yo bien que lo siento, pero mi fe llega donde llega (por ahora no mucho más allá de los Hechos de los Apóstoles). Entonces, a mí me cuesta horrores tener que creerme que de la boca de Cristo hayan salido expresiones que me digan que ha dicho, como que "reinará en España" o similares.
También estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Lucía porque la verdad no tiene por qué estar ni tiene que estar reñida con la caridad, aunque esta caridad deba tomar distintas formas dependiendo de las personas y de las situaciones tal y como nos enseñó Jesucristo. El mismo Señor, al tener un lenguaje claro también nos dejó a nosotros clara nuestra salvación por la que vino a este mundo.
Un saludo.
Las sucesivas horneadas vaticanas no solamente que no denunciaron ni corrigieron semejantes enormidades, sino que incluso ahora las superan.
Como diría Hamlet, "Algo huele a podrido en Dinamarca".
Que venga Dios y lo vea.
Dos escritores católicos, ya olvidados, como León Bloy y Nicolás Gómez Dávila tienen estilos completamente distintos, lo que en uno es fuego en el otro es ironía, pero si fueran leídos provocarían la misma irritación. En este momento es lo mismo insultar que mostrar discrepancia de manera moderada, lo que se pide es que te den la razón. Tan homófobo es un erudito que discrepe de la ideología de género como un individuo que se pone a insultar a los homosexuales.
El problema de Javier Ejías contigo proviene, no de tus ideas, sino de que escribes mejor que él según sus propias palabras y el de Guillermo PF conmigo de que se siente aludido incluso cuando estoy pensando en otra persona que no sea él (cosa que pasa siempre, a no ser que me dirija a él directamente).
"Cristo, predicando y practicando en su vida el bien moral fue el reformador de la humanidad, yo en cambio estoy destinado a ser el benefactor de esta misma humanidad, en parte reformada y en parte incorregible. Daré a todos todo cuanto ellos necesiten. Cristo, como moralista, dividió a la humanidad en buenos y malos, pero yo en cambio uniré a todos con los bienes necesarios; tanto para los buenos como para los malos. Seré el verdadero representante de aquel Dios que hace brillar el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos e injustos. Cristo trajo la espada y yo traeré la paz. Él amenazó a la tierra con el terrible juicio final pero el último juez seré yo, y mi juicio será no sólo de justicia sino de misericordia. En mi juicio habrá también justicia, pero no será una justicia retributiva sino distributiva. Juzgaré a todos y daré a cada uno según sus necesidades".
Puede que conceptos férreamente interiorizados como ciertos, innegociables y autocomplacientes ("opinión correctamente expresada", "de la manera más aséptica", "el que mejor razona"), luego en la vida real no sean tan axiomáticos ni tan objetivos como parece o se cree, y no signifiquen más que rechazo, por no decir directamente insulto.
A menos que sigamos convencidos de que es posible ir por ahí evangelizando al Pueblo Santo de Dios a golpe de autobús infalible y con el mazo dando.
Así que las duras palabras de Jesucristo o de San Pablo sólo pueden ser interpretadas dirigidas a otro, no a uno mismo, cuando fueron dichas para que cada uno las tomara para sí mismo.
El que tu supongas que mi comentario está fuera de contexto y que dice lo que no dice indica que las palabras duras del Evangelio y de San Pablo van dirigidas a grupos humanos que deben ser zaheridos y a los que tú, felizmente, no perteneces. Yo, en cambio, me siento interpelada por ellas y la insensatez de los gálatas es mi propia insensatez. Esta generación malvada y perversa no ha surgido por generación espontánea sino que ha sido traída por la mía propia que descuidó a Dios y se mundanizó demasiado, por eso yo soy culpable de lo que está pasando y no quiero aumentar mis culpas con mi silencio.
Muchas veces lo que sale de mi corazón es lo que hizo S. Pedro en el huerto de Getsemaní, cortar la oreja de Malco, es decir, lo que me sale es pedir justicia, conseguir justicia, de una forma clara, contundente.
Pero la razón me lleva a contradecir la segunda parte de su reflexión, quiero citar palabras del papa Francisco en 2015:
“la cultura moderna y contemporánea ha abierto nuevos espacios, nuevas libertades y nuevas profundidades para el enriquecimiento de la comprensión de esta diferencia. Pero ha introducido también muchas dudas y mucho escepticismo. Por ejemplo, yo me pregunto si la así llamada teoría del género no sea también expresión de una frustración y de una resignación, orientada a cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma. Sí, corremos el riesgo de dar un paso hacia atrás. La remoción de la diferencia, en efecto, es el problema, no la solución”
A mi modo de ver, la reflexión: "... no sea también expresión de una frustración y de una resignación..." me parece la utilización de una espada, pero en este caso la de la Palabra de Dios, la de dos filos.
No sé si su reflexión es la acertada, pero me inclino a pensar, que este "no cortar oreja a Malco" por parte del clero, tiene su raíz en una reflexión profunda, un discernimiento de la realidad, fruto de una continua oración.
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