Ay de vosotros si J.M. Vidal hablase bien de vosotros
Ayer apareció en Religión Digital un artículo de J.M. Vidal en el que la teología-ficción alcanza nuevas cotas de desconexión con la realidad. El artículo trata sobre los cardenales que, fieles a su misión, han escrito un libro exponiendo una vez más la enseñanza constante de la Iglesia sobre el sacramento del matrimonio. Como D. José Manuel Vidal expone, a su vez, la enseñanza constante de la heterodoxia sobre esos buenos cardenales, me ha parecido interesante comentar su artículo, para no dejar sin respuesta tamaños despropósitos.
Mis comentarios, como siempre, van en rojo.
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Prometen, cuando reciben la púrpura entregar, si fuese, necesario “su sangre” por el Papa. A algunos cardenales parece habérseles olvidado su sagrado juramento. [Como les recordó Benedicto XVI a los cardenales creados el 24 de marzo de 2006, los cardenales deben derramar su sangre, si es necesario, por la fe y por la Iglesia: «estar preparados para actuar con valentía, hasta el derramamiento de sangre, por el aumento de la fe cristiana, para la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios y por la libertad y la propagación de la Santa Iglesia Romana». Es evidente que lo que han hecho esos cardenales es precisamente defender la fe cristiana, al pueblo de Dios y a la Iglesia. Desde luego, su misión no es derramar su sangre para ajustarse en todo a las ideas disparatadas que tenga sobre el Papa un periodista español] Y se acaban de rebelar contra Francisco [Esta afirmación es tan absurda que no hay palabras para calificarla y se hace necesario inventar alguna nueva. ¿Estultobarbaridobtusonecedad? Veamos, una vez más, lo que ha dicho el Papa Francisco sobre los divorciados vueltos a casar, según relató el cardenal Meisner: “los divorciados pueden comulgar, pero no así los divorciados vueltos a casar". Es decir, la opinión del Papa es la de la Iglesia, que es exactamente la misma que la que han expuesto esos cardenales en su libro]. En total son 7 [En realidad, son muchos más. Por ejemplo, Sebastián, Meisner, O’Malley, Martino, Dolan, Koch, Herranz, Collins, Ouellet, etc. Pero lo importante es que en la Iglesia no dependen las cosas del número de sus partidarios, sino de la fe revelada por Cristo, que nadie puede cambiar.]. Por ahora. 5 lo han hecho de forma abierta y solemne por medio de la publicación de un libro. Los otros 2, con declaraciones a la prensa. Los cinco primeros son: Muller, Burke, Caffarra, Brandmuller, De Paolis. Los 2 restantes: Scola y Pell.
Todos ellos representantes de la vieja guardia, que se resiste al cambio y prefiere morir matando. Entre los 7, hay de todo. Unos más y otros menos famosos e importantes [Sólo esto ya muestra el tenor y la falta de catolicidad de todo el artículo. Aparentemente, para J.M. Vidal lo relevante en cuestiones de fe es ser famoso e importante y así es cómo se define la doctrina de la Iglesia. ¡Qué triste! En realidad, para la Iglesia la doctrina no se apoya en el poder y la sabiduría de los hombres, sino en el poder y la sabiduría de Dios y en su revelación. Por no hablar de que todos los católicos somos necesariamente de la “vieja guardia", ya que no podemos salirnos, por definición, de la Tradición que hemos recibido]. Caffarra, Brandmuller y De Paolis, ya ancianos, están de retirada, pero tuvieron su peso y siguen contando.
Los auténticos pesos pesados, los nombres que relucen y llaman la atención [a J.M. Vidal] en negativo son los de los otros tres purpurados: Müller, Pell y Scola. Lo del arzobispo de Milán es grave [Je, je, je. Lo grave ya no son los pecados, sino estar o no de acuerdo con las tesis de J.M. Vidal. Al atardecer de la vida, nos examinarán de religióndigitalismo] por haber sido papable preconizado y por regentar [sic] nada menos que la emblemática sede de Milán (otrora de Martini y de Tettamanzi).
Más grave [otra vez; quizá la Santa Sede tendría que redefinir los graviora delicta e introducir entre ellos la osadía de desafiar el pensamiento vidalmente correcto. Nada hay más grave que eso] me parece, si cabe, el pronunciamiento de Müller y de Pell. Simplemente, porque, en estos momentos, son prelados de la Curia, forman parte del gobierno central de la Iglesia y se supone que, por todo ello, son dos purpurados de la máxima confianza papal.
A Müller, el prefecto de Doctrina de la Fe, el Papa no sólo lo confirmó en su puesto (en contra de lo que muchos le aconsejaban [¡y en contra de la opinión de J.M. Vidal! ¿Cómo se atrevió el Papa Francisco a desoír los consejos del más eximio de los comentaristas multirreligiosos?]), sino que, además, lo creó cardenal [Ay, si el Papa Francisco hubiera escuchado a José Manuel, cuántos sinsabores se habría ahorrado y cuántos quebraderos de cabeza. A ver si aprende este Papa de una vez a escuchar al más ilustre teólogo-periodista de nuestro tiempo]. Que Müller se haya atrevido a proclamarse en rebeldía contra el Papa es un escándalo de proporciones mayúsculas [Y dijo José Manuel Vidal: “Que haya rebeldía". Y no hubo rebeldía. Y dijo José Manuel Vidal: “Que haya un escándalo” Y no hubo ningún escándalo fuera de su mundo imaginario, pero él no se privó de proclamarlo, confiado en el poder de su palabra creadora]. Porque lo hace nada menos que el “guardián de la ortodoxia” [¡Esto es mucho más grave de lo que yo pensaba! ¡El guardian de la ortodoxia se atreve a defender la ortodoxia! ¡El prefecto de la Congregación dedicada a la enseñanza de la fe osa enseñar la fe! ¡Y sólo J.M. Vidal, cual un nuevo Athanasius contra mundum, es capaz de echárselo en cara. Vivimos tiempos recios]. El nuevo Ottaviani.
A Pell […] Me cuesta compararlo con Judas, pero, por su frutos los conoceréis ["Me cuesta compararlo con Judas, pero lo hago". Qué gran caridad la de nuestro J.M. Vidal, que, aunque le cuesta insultar al cardenal Pell, se sacrifica y lo hace]. Y los frutos de Pell, colocándose en el bando de los “rebeldes” son malos, malísimos [J.M. Vidal ha convertido la desfachatez en un verdadero arte. Hace falta cara para llamar “rebeldía” a la defensa de la fe constante y bimilenaria de la Iglesia, pero hacerlo después de haberse rebelado durante años en sus artículos contra prácticamente todo lo que enseña la Iglesia requiere una desvergüenza de proporciones cósmicas. Las galaxias palidecen de envidia ante el esplandor de tamaña desfachatez].
[…]
Por otro lado, quizás se lo esperase. Quizás lo viese venir. Es la dinámica y la estrategia que siempre ha seguido la “derecha” eclesial o el sector más conservador que, cuando hay algo que no les gusta, cuando el Papa no va en su carro a misa, entonces dejan de ser papistas. [Los católicos no somos “papistas", somos eso, católicos. El Papa no se predica a sí mismo, sino a Jesucristo, y no es dueño de la fe de la Iglesia, sino su defensor y predicador. El Papa Francisco, fiel hijo de la Iglesia, defiende, como lo han hecho todos los papas anteriores, la Tradición que ha recibido del mismo Cristo. No puede hacer otra cosa, por mucho que no le guste a D. José Manuel]. Jamás la llamada “izquierda” eclesial o el sector moderado hicieron algo así en los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Y miran que tuvieron motivos. Y de los gordos. Pero aguantaron en silencio, sin publicitar jamás sus discrepancias [Casi me caigo al suelo de risa al oír esto. ¿Recuerdan la desfachatez cósmica de la que hablaba en el párrafo anterior. Pues bien, J.M. Vidal acaba de superarse a sí mismo. Es impresionante]. Quizás, por eso, los cismas siempre vienen por la derecha eclesial [La “derecha eclesial” es una señora que no existe más que en la mente calenturienta de unos pocos progres trasnochados que confunden la Iglesia con sus politiqueos provincianos. En cuanto a la fe, se puede ser ortodoxo o no; lo demás carece de importancia. Izquierdas y derechas son criterios políticos herederos de la Revolución Francesa que no se pueden usar como categorías teológicas, so pena de no decir más que vaciedades].
El segundo paso de la estrategia de los neocon consiste en oponerse férreamente al cambio más mínimo, con lo cual taponan la salida no sólo para lo mínimo, sino también para lo máximo. Si se han rebelado por la simple cuestión (con su importancia, pero que no deja de ser secundaria comparada con otras) de la posibilidad de que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar en algonus casos, [Y si es secundaria, ¿por qué está obsesionado con ella Vidal? ¿Por qué intentan tantos cambiarla contra la fe constante de la Iglesia? ¿No será que el mundo odia a los que le dicen que no puede hacer lo que le da la gana? ¿No será que entender las palabras de Cristo exige tener fe y los que no tienen fe son incapaces de entenderlas? ¿No será que el demonio sabe que el sacramento del matrimonio es fundamental para la Iglesia y hace todo lo que puede por acabar con él?] ¿qué no estarán dispuestos a hacer en otras cuestiones más mollares? [Volvamos al principio. Como decía Benedicto XVI, los cardenales deben estar dispuestos a derramar su sangre para defender la fe] Con la revisión del celibato de los curas, se rasgarían las vestiduras y con el acceso de la mujer al sacerdocio, intentarían quemar al propio Papa [Recordemos una vez más lo que enseñó San Juan Pablo II sobre el tema de la ordenación: “declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia” Pero… no entiendo lo que pasa. ¿No decía J. M. Vidal que su autoproclamada “izquierda eclesial” no publicitaba jamás sus discrepancias? ¿Cómo es que una y otra vez proclama él su discrepancia con una enseñanza infalible e irreformable de Juan Pablo II y de todos los demás Papas? Recordemos la enseñanza de la Iglesia sobre la comunión de los divorciados vueltos a casar: “por motivos intrínsecos, es imposible que reciban los Sacramentos. La conciencia de cada uno está vinculada, sin excepción, a esta norma". ¿Por qué se rasga las vestiduras J. M. Vidal contra esto al “estilo neocón"? ¿Por qué no tiene inconveniente en rebelarse contra lo que de hecho enseñan los Papas y acusa a otros de rebelarse contra lo que el Papa no ha dicho pero J.M. Vidal sabe por ciencia infusa que en realidad piensa en su interior? ¿Será que todos los animales son iguales pero unos son más iguales que otros?].
Al Papa de la ternura y de la misericordia se le rebelan los halcones. Pero el pueblo de Dios (vox populi, vox Dei) sigue con él a muerte. Ése es el mejor aval de Francisco. [Por supuesto, siguiendo la venerable costumbre y el Diccionario Paralelo de Multirreligión Digital, cuando se dice “pueblo de Dios” quiere decirse “J.M. Vidal y todos los que piensen como él". Es una definición muy superior a la del Concilio Vaticano II y, además, tiene la ventaja de no presentar los incómodos problemas de tener qué averiguar lo que piensa el pueblo de Dios, porque su opinión es, por definición, la misma que la de D. José Manuel. Y, por supuesto, lo que realmente dice y piensa el Papa tampoco importa, porque J.M. Vidal lo sabe mejor que él y no importa las veces que defienda la doctrina católica y se proclame hijo de la Iglesia, que Vidal, inasequible al desaliento, seguirá explicando que el Papa, audazmente, en realidad piensa lo mismo que él. Como debe ser.]
José Manuel Vidal
61 comentarios
El progresismo sólo puede ser autoritario, porque el relativismo es tendencialmente autoritario. Si todo es relativo, gana el que se impone, el que impone el propio relato. No hay verdad a la cual someterse, sino voluntad.
Después del sofista viene el tirano.
La unión indisoluble entre relativismo y tiranía es algo evidente y, sin embargo, el mundo moderno parece estar ciego ante ella. Temo que en el pecado llevaremos la penitencia. Y que los que más gritan hoy "tolerancia" serán los que griten "guillotina".
El relativismo es esencialmente teófobo.
El progresismo es el mal, el progresismo es la muerte.
Pero claro, también tienes todo el derecho a expresar lo que piensas y a denunciar lo qye quieras, faltaría más!
Yo empecé a leer a este tal Vidal. Y dije: -Bueno vale. Y pasé de viñeta.
"Este blog gana mucho, Bruno..."
Estoy de acuerdo. Siempre es mucho más bonito y agradable hablar de la verdad que combatir los errores. Igual que es más bonito ir a volar cometas con los niños (como he hecho hoy) que trabajar. Pero combatir esos errores también necesario por amor a esa misma verdad, igual que es necesario trabajar para mantener a esos mismos niños.
Sólo una matización: no hay, hasta donde yo puedo ver, rivalidad alguna entre Religión Digital e InfoCatólica. Somos cosas completamente diferentes. Podría haber rivalidad (teóricamente, porque en realidad gracias a Dios no la hay) entre InfoCatólica y Religión en Libertad, por ejemplo, pero no con algo totalmente distinto. Igual que no hay rivalidad entre la carnicería de la esquina y la papelería, porque no se parecen lo suficiente.
Saludos.
"agit-prop"
Muy apropiado. Más que ninguna otra cosa es propaganda subversiva.
Y me ha hecho reír.
"no me he parado de reír"
Me alegro. Yo también me he reído escribiéndolo, la verdad.
Pero no me negarás que compartís ruedas de prensa, fuentes de noticias, contactos en las estructuras de la Iglesia, hasta algunos de vosotros procedéis de allí. No puedes negar lo evidente.
Y muchos comentaristas comentan en ambos portales, incluido vosotros.
Los comentarios que le pusieron al Vidal son imperdibles. Deberías transcribirlos :)
Por las noches se disfrazaba de mercader y recorría los barrios bajos de la ciudad para oír la voz del pueblo. Él mismo sacaba a relucir el tema.
"¿Y el Gran Tamerlán? —preguntaba—. ¿Qué opináis del Gran Tamerlán?"
Invariablemente se levantaba a su alrededor un coro de insultos, de maldiciones, de rabiosas quejas. El mercader sentía que la cólera del pueblo se le contagiaba, hervía de indignación, añadía sus propios denuestos.
A la mañana siguiente, en su palacio, mientras trataba de resolver los agudos problemas de las guerras, las coaliciones, las intrigas de sus enemigos y el déficit del presupuesto, el Gran Tamerlán se enfurecía contra el pueblo.
"¿Sabe toda esa chusma —pensaba— lo que es manejar las riendas de un imperio? ¿Cree que no tengo otra cosa que hacer sino ocuparme de sus minúsculos intereses, de sus chismes de comadres?"
Pero a la noche siguiente el mercader volvía a oír las pequeñas historias de atropellos, sobornos, prevaricatos, abusos de la soldadesca e injusticias de los funcionarios, y de nuevo hervía de indignación.
Al cabo de un tiempo el mercader organizó una conspiración contra el Gran Tamerlán: su astucia, su valor, su conocimiento de los secretos de gobierno, su dominio del arte de la guerra lo convirtieron, no sólo en el jefe de la conjura, sino también en el líder de su pueblo. Pero el Gran Tamerlán, desde su palacio, le desbarataba todos sus planes. Este juego se prolongó durante varios meses. Hasta que el pueblo sospechó que el mercader era en realidad un espía del Gran Tamerlán y lo mató, a la misma hora en que los dignatarios de la corte, maliciando que el Gran Tamerlán los traicionaba, lo asesinaron en su lecho.
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Me hizo reir Joaquín.
"Bruno, obviamente infocatolica es un portal exclusivamente católico"
Probablemente no he expresado bien lo que quería decir. No me refería simplemente a que en RD haya columnistas de otras religiones, porque eso sólo es parte de algo más profundo. Lo que quiero decir es que, en IC, el portal, con sus noticias, con todos sus blogs y con su línea editorial, ofrece una visión católica de la realidad. En cambio, RD ofrece desde sus noticias y desde su línea editorial una visión agnóstico-progresista, con un leve barniz nominal de catolicismo residual. En ella, un blog católico es, simplemente, una parte más del conjunto relativista del grupo y las noticias son tratadas con un terrible rencor contra lo que llaman la "Iglesia oficial" (aparte de, a mi juicio, la falta del más mínimo profesionalismo periodístico, como muestra perfectamente este artículo en cuestión, pero ese es otro tema).
"Pero no me negarás que compartís ruedas de prensa, fuentes de noticias, contactos en las estructuras de la Iglesia, hasta algunos de vosotros procedéis de allí. No puedes negar lo evidente.
Y muchos comentaristas comentan en ambos portales, incluido vosotros".
Eso que dices no significa mucho, creo yo. Mucha gente compra en la carnicería y en la papelería, pero eso no hace que esas dos tiendas compitan. Y las dos usan furgonetas, y cajas registradoras, y venden cosas, y tienen proveedores, y pagan impuestos, y están en el mismo barrio, pero no compiten. Son cosas diferentes.
Lo mismo pasa con RD y con IC. Los lectores son, generalmente, muy diferentes. Y cuando son las mismas personas, van buscando cosas distintas. Igual que tampoco son competidores nuestros El Mundo, Marca, Investigación y Ciencia, Webislam o el Observatorio Ateo. Todo esto en general, por supuesto, porque con decenas de miles de "clientes" diarios habrá gente para todos los gustos.
Además, yo diría que probablemente nosotros seamos los que mejor sabemos quiénes son nuestros "competidores" y quiénes no. Un ejemplo: yo estaría encantado de que cerrase RD y en cambio me apenaría mucho que cerrasen nuestros "competidores", como Religión en Libertad, Aciprensa, Catholic.net, etc.
Pero, en cualquier caso, incluso suponiendo que fuéramos competidores, creo que es evidente que una crítica como la que he hecho en este post no sería una "cuita entre rivales de espacios digitales" ni tendría nada que ver con eso, sino con las afirmaciones engañosas que se realizan en el artículo original y que precisan respuesta. O al menos a mí me parece evidente, quizá a otros no.
Saludos.
Nosotros somos católicos decentes. Quien permite eso en su medio de comunicación ni es católico ni es decente.
Es cierto que unos cuantos blogueros de InfoCatólica empezamos nuestra aventura bloguística en Religión Digital, cuando era el único portal de información religiosa con blogs. Tanto cierto es eso como que al poco de estar allá empezamos a desfilar. Yo el primero. Me fui a la nada.
La razón era simple. Es lo mismo que cuenta San Juan de los anticristos pero al revés.
De nosotros han salido, pero no eran de los nuestros. Si de los nuestros fueran, hubieran permanecido con nosotros; pero así se ha hecho manifiesto que no todos son de los nuestros.
(1ª Jn 2,19)
No éramos anticristos saliendo de la Iglesia, sino ungidos por la gracia de Dios que abandonábamos ese antro anti-eclesial. Seguramente no éramos conscientes de estar haciendo algo de esa naturaleza. Pero con el paso del tiempo, sobre todo últimamente, me he dado cuenta que eso, y no otra cosa, es lo que ocurrió. Por pura gracia del Señor, que sacó bien del error de haber participado en ese portal.
Me gustara leer a Vidal a ver que dice entonces,
¿Pero tú no has leido muchos comentarios de este portal?¿algunos blogs?¿tú te has pasado por alguna librería de algún blogger, has visto los libros que venden, el perfil de clientes que tienen?¿tú no sabes el gusto que tienen no ya por la derecha, sino por el autoritarismo más rancio y despótico, más pisoteados de los derechos himanos, más justificador de asesinatos infames llevados a cabo por quienes mancillan el nombre de Cristo de muchos de lis comentaristas a este blog, sin irás lejos? ¿Tú no sabes las barbaridades, insultos, que se dicen del santo padre, esencialmente por motivos ideológicos?¿pero no has visto las barbaridades que dicen algunos cuando se dice que la doctrina de la Iglesia puede afectarles a su privilegiadísimo estatus socioeconómico?
¿Pero piensas que nos chupamos el dedo?
Y te lo dice alguien que no ha votado a un partido progre en su vida.
"La fidelidad, el segundo pilar, está «relacionada con la obediencia». Al respecto, el Papa Francisco volvió a proponer la figura de David que «obedece al Señor y también es fiel a su doctrina, a su ley»: por lo tanto «fidelidad a la Iglesia, fidelidad a su enseñanza, fidelidad al Credo, fidelidad a la doctrina y custodiar esta doctrina». "
w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2014/documents/papa-francesco_20140130_cristo-iglesia.html
Los hijos de las tinieblas son más astutos que los de la Luz.
Todo el artículo, como los demás suyos, carece de cualquier atisbo de trasfondo cristiano vivencial o teológico. No es más que otro catálogo de amenazas a sus enemigos y halagos a sus amigos. Pobrísimo de contenido y claramente propagandístico, al mejor estilo leninista. Como el de la prensa para la que escribe, vaya.
Yo no perdería mucho el tiempo con él. A estas alturas, sólo engaña a los que se quieren dejar engañar.
"El título en Infocatólica reza así: «Cinco cardenales escriben un libro para refutar las tesis del cardenal Kasper sobre la comunión de los divorciados vueltos a casar».
Y la nota añade: «Cinco miembros del Colegio de Cardenales se han unido para escribir un libro en defensa de la doctrina de la Iglesia sobre los católicos divorciados en nueva unión. El libro «Remaining in the Truth of Christ: Marriage and Communion in the Catholic Church» (Permaneciendo en la verdad de Cristo: Matrimonio y comunión en la Iglesia Católica) se opone desde la fe católica, con argumentos bíblicos y patrísticos, a la propuesta del cardenal Walter Kasper para que católicos divorciados vueltos a casar puedan recibir la Eucaristía».
En esta historia de libros, propuestas y tesis, hay un trasfondo inquietante, una sombra alargada de dogmatismo, que llega de tiempos que no acaban de ser pasado dentro de la Iglesia.
Veo que algunos confunden lo que es una “propuesta” con lo que son unas “tesis” o “conclusiones”, y atribuyen al cardenal Kasper las dos cosas –propuesta y tesis-, como si fuesen conceptos equivalentes.
Y mucho me temo que la confusión –que lo es de la información, no de los cardenales- no sea una confusión inocente, sino que intente atribuir a una “propuesta” de un cardenal la misma exigencia de adhesión que reclaman las “tesis” o “conclusiones” de otros cinco purpurados.
A dos pasos del Sínodo sobre la familia, las propuestas saben a búsqueda, a aportación, a solidaridad, a evangelio. Las tesis, o conclusiones, saben a discurso cerrado, nada más que decir, nada que buscar.
Personalmente me quedo con los que buscan."
"Más fe, y menos silogismos:
Son viejos modos de división en la comunidad eclesial: “Yo soy de Pablo, yo de Apolo”. Yo soy de Müller, yo de Kasper…
Quien pretenda reducir a una pelea entre gallos la reflexión sinodal sobre la familia, está haciendo un pésimo servicio a la Iglesia.
Nos espera un Sínodo, una asamblea de obispos en comunión con el Papa, y convocados y presididos por él. Nos espera un Sínodo, y los fieles esperamos, confiamos, oramos y entregamos al Espíritu de Jesús lo que en su Iglesia ha de ser fruto de su unción y de su santa operación y no de nuestras ideologías.
Nadie ha muerto por mí si no es Cristo Jesús; así que de nadie quiero ser si no es de Cristo Jesús.
Ahora bien, si lo que hay que decir sobre la familia estuviese ya dicho antes de que el Sínodo se reúna, bueno sería evitarse el gasto en tiempo, dinero y paciencia…
Y es ese aire de “no hay más que decir” –sea quien fuere quien lo vicia- el que, por ideológico y ajeno al dolor humano, resulta irrespirable antes de dar voz al Espíritu que guía a la Iglesia hasta la consumación de los tiempos."
Eso, para empezar...
En este tema no se trata de estar con Müller y cía o con Kasper. Se trata de ser fieles a Cristo, su Iglesia, la fe católica.
Quien lanza una tesis que contradice algo esencial para la vida de muchos, no puede pretender que el resto calle. Incluso aunque lo haya lanzado por invitación del superior.
1- No es lo mismo decir "no", que "no lo sé".
2- No es lo mismo decir "no sé si todo eso es magisterio" a decir "me opongo a lo que dice el Papa".
Dicho lo cual, el cardenal se podía haber ahorrado esa respuesta.
Aquí nadie cierra filas con nadie.
Como el Tamerlán de Persia, se conspira contra el orden, pero cuando alguien denuncia esa conspiración, el Tamerlán te acusa de subversivo.
O, como dijo un jesuita argentino, "el pensamiento libre/ proclamo en alta voz/ y muera el que no piensa/ igual que pienso yo". Es un axioma: cuando el progresista está en el llano, hace lío. Cuando llegan a posiciones de poder, se indignan de que les hagan lío. Rousseau no está muy lejos de Robespierre.
¿Cómo va a ser magisterio esto?:
Hay una tensión bipolar entre la plenitud y el límite. La plenitud provoca la voluntad de poseerlo todo, y el límite es la pared que se nos pone delante. El «tiempo», ampliamente considerado, hace referencia a la plenitud como expresión del horizonte que se nos abre, y el momento es expresión del límite que se vive en un espacio acotado. Los ciudadanos viven en tensión entre la coyuntura del momento y la luz del tiempo, del horizonte mayor, de la utopía que nos abre al futuro como causa final que atrae. De aquí surge un primer principio para avanzar en la construcción de un pueblo: el tiempo es superior al espacio.
Y ahora nos anuncian una encíclica sobre ecología, que es un tema en el que salvo cuatro generalidades, un Papa no tiene autoridad doctrinal alguna, como no la tiene sobre física cuántica.
Lo mejor que puede hacer el papa Francisco es seguir besando niños, abuelas y enfermos, meterse con monjas de cara de vinagre y con pelagianos fariseos que no se sabe dónde están, repetir las mismas palabras sobre los cuatro temas que siempre toca y dejar la teología y la filosofía para quien venga detrás y sepa, como hicieron tantos otros papas en la historia de quienes no se conoce apenas un texto magisterial.
Basta ya con el Papa, que no es el tema del post.
Y, por cierto, al margen de cualquier otra cosa, cualquier Papa se merece un profundo respeto por parte de los católicos.
Es lamentable el coro de comentaristas cuyo mayor placer es poner a caldo al papa.
En primer lugar, hay que señalar que la traducción española que se ha dado no es apropiada. El cardenal Burke no dijo que la exhortación apostólica no estuviera destinada a ser [fated to be] magisterio como si la historia fuera a juzgarla indigna de ello y a desestimarla. Lo que dijo es que creía que el Papa no tenía la intención de que fuera un documento magisterial [intended to be].
Y eso es perfectamente admisible, esté o no uno de acuerdo de facto con la afirmación en este caso concreto. Desde luego, no es una barbaridad. Muchos documentos pontificios, por ejemplo, son "programáticos" (justamente el término que usó Burke), es decir, explican lo que va a hacer el Papa, convocan una celebración, etc.
Además, incluso si un documento es magisterial en conjunto (cosa que yo creo que la EG es, sin duda), no todo lo que contiene es magisterial. Prácticamente todos los documentos magisteriales contienen un montón de afirmaciones no magisteriales: saludos, ejemplos, expresiones idiomáticas, considerandos, planes, referencias a hechos no morales ni de fe, fórmulas retóricas, sugerencias, lugares comunes, exhortaciones y un larguísimo etcétera. Esto es el ABC de la hermenéutica del magisterio de la Iglesia y nadie lo discute. Al interpretar cada documento del magisterio hay que distinguir esas cosas, si uno quiere determinar el grado de asentimiento que hay que dar a cada afirmación.
Basta examinar brevemente la EG para ver que, por su género literario, tiene una gran cantidad de contenido no magisterial. Probablemente el cardenal Burke se refería a eso (hay que tener en cuenta que era una entrevista y estaba hablando sobre la marcha, con poco rigor). Y eso, en principio, no es nada malo. Cada Papa y cada obispo tienen estilos muy diferentes. Unos son más conceptistas y otros más culteranos.
En cualquier caso, no me gusta que se desvíen las cuestiones con el "y X. más". Ya he dicho muchas veces que eso no es un argumento válido desde que uno deja el jardín de infancia. Que cada palo aguante su vela.
Sobre la "derecha eclesial". Parece que debo de estar explicándome fatal hoy. Yo no he dicho que no haya gente de la Iglesia que sea de derechas. Cosa, por otra parte, que tienen todo el derecho de ser. Lo que he dicho es que "derecha" e "izquierda" son conceptos políticos y además de la política heredera de la Revolución Francesa. Es decir, resulta muy difícil encontrar algo que tenga menos que ver con la Iglesia que esos conceptos, de manera que, cuando se aplican a la Iglesia, se está malinterpretando la cuestión. Igual se puede decir que no existe esa señora llamada "izquierda eclesial". Existen la ortodoxia y la heterodoxia, existen el pecado y la virtud, etc., pero la división política confunde la cuestión.
Sobre Mons. Agrelo. Ya sabes que no es apropiado poner esas citas tan largas cuando es un texto al que se puede acceder por Internet. Se ponen las primeras líneas y luego el enlace (tú no puedes poner el enlace activo, pero me lo puedes pedir a mí).
En cuanto al contenido, al principio creí que estabas de broma, por lo de "la enorme tarea", pero luego pensé que quizás sepas algo que yo no sé. En cualquier caso, lo que dice en ese texto Mons. Agrelo es un disparate, porque, como sabe cualquier católico, al menos desde que hace la Primera Comunión, hay mucho que ya está "dicho antes de que el Sínodo se reúna". Se llama doctrina de la Iglesia. Y conviene recordar que esa doctrina enseña específicamente lo contrario de lo que propuso el cardenal Kasper. Que es lo que señalaron los cardenales del famoso libro.
Por supuesto, le suponemos a Monseñor la buena intención, pero decir "las propuestas saben a búsqueda, a aportación, a solidaridad, a evangelio. Las tesis, o conclusiones, saben a discurso cerrado, nada más que decir, nada que buscar. Personalmente me quedo con los que buscan" es una afirmación deleznable e impropia de un arzobispo.
Otro obispo trasnochado podría decir que las tesis o conclusiones "saben a discurso cerrado, nada más que decir, nada más que buscar. Personalmente me quedo con los que buscan"
Respecto al cardenal Burke, su problema es que entre sus excepcionales cualidades no está la de saber mantener la boca cerrada cuando conviene (un colaborador cercano del Papa no puede salir públicamente a cuestionar su enseñanza, porque eso es lo que ha hecho ni más ni menos). Quizá por eso haya caído en desgracia y el Papa esté planeando su relevo. Véase como el cardenal DiNardo, que piensa igual que él, no ha tenido el menor problema con el Papa.
Me quedo de piedra con lo de Agrelo. Eso sí que es agit-prop.
He ido a su muro de facebook y aún es peor la cosa. Me descorazona ver que hay obispos que se predican a sí mismo con tanta mala idea. Es evidente la agresividad de Agrelo contra todo el que no sea de su cuerda (y se atreve a condenar a "los dogmáticos"), y encima lo envuelve en esa jerga meliflua, vaga, inconcreta, pseudomística, que no compromete porque no significa nada concreto, pero suena guay al mundo.
Terrible.
Lo de Vidal, que es mentir gravemente, mal, muy mal, mucho; pero Agrelo es un arzobispo. Qué desolación ver pervertirse lo más sagrado ¡en manos de arzobispos! Bien sabe Bruno (publicado está en su blog de hace 6 ó 7 años) que ni en mis tiempos más rebeldes fui "blandita" con esto de la indisolubilidad del matrimonio, el divorcio y la bendición del adulterio (se ponen nerviositos perdidos si llamas a las cosas por su nombre) que ahora pretenden nada menos que algún príncipe de la Iglesia y hasta arzobispos. Es desolador. Es una traición verdaderamente diabólica.
Por cierto, interesante de verdad para responder a toda esta gente, está el librito de Juan José Pérez Soba, en la BAC, El verdadero Evangelio de la familia. Ya habéis hablado o al menos mencionado este libro en Infocatólica alguna vez. Se ve un libro apresurado por la urgencia, pero está muy bien porque brevemente va a los argumentos esenciales que pueden desbaratar la tesis de Kásper.
(Antonio1: la próxima vez, piénsatelo tres, no dos veces. Si no llegas a traer aquí la palabras de Agrelo, ni me habría enterado que las últimas barbaridades de este señor)
Pues es evidente que Vidal se pasa todo el día hablando muy bien de Bergoglio. Supongo que habrás sacado tus conclusiones...
No quiero faltar a la caridad, el burro es también una criatura de Dios.
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