Oración medieval a Cristo crucificado
El otro día, leyendo un libro interesantísimo sobre el catolicismo anterior a la reforma protestante en Inglaterra (The Stripping of the Altars), encontré una referencia a una oración medieval que me gustó y, como ya es tradicional, la he traducido del latín a beneficio de los lectores.
Se trata de una oración a Cristo crucificado, de manera que es particularmente adecuada para hoy, viernes, día penitencial (canon 1250: En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.) en que la Iglesia pide que los cristianos se identifiquen de manera especial con la pasión de Cristo.
La oración se suele conocer como O Domine Jesu Christe (Oh, Señor Jesucristo) y existen diversas variantes, algunas de ellas con música de grandes compositores como Palestrina, Tomás Luis de Victoria o Francisco Guerrero. La traducción que ofrezco hoy es bastante libre, ya que no se trata de escribir una tesis, sino de transmitir la belleza, la sencillez y la profunda piedad del texto original.
Señor mío Jesucristo, te adoro colgado en la Cruz y coronado de espinas, rogándote que esa misma Cruz me libre del ángel vengador.
Señor mío Jesucristo, te adoro herido en la Cruz, manchados los labios de hiel y vinagre, rogándote que tus heridas sean el remedio que necesita mi alma.
Señor mío Jesucristo, te adoro colocado en el sepulcro, ungido con mirra y perfumes, rogándote que en tu muerte encuentre yo mi vida.
Señor mío Jesucristo, pastor bueno, protege a los justos, convierte en justos a los pecadores, ten piedad de todos tus siervos y a mí, pecador, mírame con compasión.
Señor mío Jesucristo, por aquella amargura que sufriste por mí en la Cruz, especialmente en el momento en que entregaste el espíritu, apiádate de mí en la hora en que yo entregue el mío.
Amen.
Y, para los que sepan latín, aquí va el original (mucho más bonito que mi traducción, por supuesto):
O Domine Jesu Christe, adoro te in cruce pendentem et coronam spineam in capite portantem: deprecor te, ut ipsa crux liberet me ab angelo percutiente.
O Domine Jesu Christe, adoro te in cruce vulneratum, felle et aceto potatum : deprecor te, ut tua vulnera sint remedium animae meae.
O Domine Jesu Christe, adoro te in sepulcro positum, myrrha et aromatibus conditum: deprecor te, ut tua mors sit vita mea.
O Domine Jesu Christe, pastor bone, iustos conserva, peccatores iustifica, omnibus fidelibus miserere, et propicius esto mihi peccatori.
O Domine Jesu Christe, propter illam amaritudinem, quam pro me sustinuisti in cruce, maxime in illa hora, quando sanctissima anima tua egressa est de corpore tuo, miserere animae meae in egressu suo.
Amen.
Finalmente, en este vídeo se puede escuchar la bellísima versión cantada compuesta por Francisco Guerrero, uno de los grandes compositores españoles y peregrino a Jerusalén.
24 comentarios
muchas gracias.
Por cierto, aprovecho a decir a los lectores del blog que compren y lean El Viaje a Jerusalén de Francisco Guerrero, en Vita Brevis, que ha enlazado Bruno. Lectura agradabilísima, recomendabilísima, una delicia. Y muy curiosa.
Se reconcilia una con el blog en posts como éste en donde no cabe el sesgo ni la censura. Aquí todos estamos unidos en un mismo sentir.
Sólo haría dos sugerencias sobre la traducción, si me lo permites:
1. "Que en tu muerte encuentre yo MI vida", mejor que "la vida". Se destaca mejor el juego tu muerte/ mi vida.... y da que pensar: ¡mi vida se encuentra en su muerte! (aunque, eso sí, lo que nos ofrece Cristo con su muerte es LA VIDA, con mayúsculas...)
2. "especialmente en el momento en que entregaste el espíritu, apiádate de mí en la hora en que yo entregue el mío", mejor que "especialmente en el momento en que entregaste el espíritu, apiádate de mí en la hora de mi muerte".
Aunque sigue siendo una preciosa traducción, muy libre, pero preciosa... me recuerda viejos tiempos ;)
¡Buenas sugerencias! Las incluyo en la traducción.
Gracias por ellas y por los buenos recuerdos.
Buena idea. No hay mejor forma de empezar a aprender latín que rezar oraciones latinas.
Me alegro de que le guste.
Conviene señalar que no soy sacerdote, sino seglar y padre de familia.
Saludos.
El latín, cuestión de gustos, siempre me ha parecido que suena fatal y si no fuera porque está traducido el contenido nunca habría sospechado que escondiera tanta belleza el significado de unas sílabas que pronunciadas en voz alta no resultan nada atrayentes, sino todo lo contrario.
¿"angelo percutiente"? suena mil veces mejor "ángel vengador"
En fin, que se agradece mucho la traducción.
Y los aficionados al latín, pues que disfruten el original, no íbamos a coincidir en todo todos....
La paz
Gracias y perdón de nuevo.
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