El rostro de los hombres
Mucho antes de analizar asuntos más complicados, creo que una de las cosas que hacen que me resulte imposible no creer en Dios es el rostro de las personas. Esos rostros, siempre diferentes, que reflejan innumerables historias distintas, cada una de ellas mucho más rica e interesante que la mejor de las novelas que puedan escribirse, como decía Papini. Es decir, una sobreabundancia tal de ser y de sentido que sólo puede venir de Dios, porque supera con creces nuestra misma imaginación.
En ese sentido, me ha alegrado que el título del último libro publicado por Vita Brevis sea El rostro de los hombres, escrito por Alejandro Sanz Peinado. Y me alegra más aún que los relatos que incluye reflejen tan bien esa sobreabundancia que tienen las historias de personas particulares.
¿De qué trata este libro? Cuando la literatura es buena, no es fácil resumirla. Es como si te pidieran que resumieras la vida misma o una montaña: No se puede, no se puede.
La primera mitad del libro está formada por historias de pueblo o, como dirían ahora más finamente, relatos acaecidos en un entorno rural. El autor vive en un pueblo de la Sierra de Madrid y ha sabido pintar a la perfección el ambiente, el lenguaje y, sobre todo, las personas que viven en esos pequeños pueblos.
Son historias agridulces. Tragedias en muchos casos, protagonizadas por los “seres de desgracia”, como decía Simone Weil: pobres de solemnidad, un acusado injustamente, un preso, pecadores y despreciados, idiotas (con perdón) y tontos del pueblo, una anciana que todo lo olvida y otra que no puede olvidar a su hija muerta, hasta un santo (de tela) en prisión y otro loco de amor…
Las historias son tristes, sí, como tantas veces lo es la vida, pero el autor trata a los personajes con ternura. Y con algo mucho más difícil de encontrar en la literatura de hoy: auténtica esperanza. En eso, más que en ninguna otra cosa, se nota que es verdadera literatura católica.
También se incluyen, en la segunda parte del libro, reflexiones del autor con un aire a Foxá sobre “este negocio del vivir”, que es “como una fatiga, un ir dando pedales a la bicicleta, con lo que cansa”. Igual nos habla sobre las “temibles mellizas” utopía y revolución, prometiendo sin rebozo paraísos imaginarios, que sobre los mártires o sobre octubre, un mes “para emboscarse”, en el que “los suelos parecen incendios y las hojas desplomadas cantan su canción postrera”. O nos hace caminar por sendas polvorientas junto a Santa Teresa o acompañando al cuarto Rey Mago, que llegó puntualmente tarde.
La cubierta, preciosa, es un detalle de un lienzo de Vermeer, titulado La callecita. La puerta abierta al interior desconocido de una casa, la ventana y, sobre todo, la costurera apenas esbozada sugieren muy bien la posibilidad de una historia fascinante detrás de cada persona con la que nos cruzamos o del portal de cada casa junto al que pasamos sin prestar atención: la eternidad latente en lo cotidiano.
Para mí, el libro tiene un atractivo añadido: está firmado por Alejandro Sanz Peinado, que además de ser un hombre extraordinariamente culto, es uno de los autores seleccionados en el I Concurso de Literatura Católica Vita Brevis, celebrado el año pasado. La idea del concurso era encontrar buenos escritores católicos y a fe mía que tuvo éxito. Contra lo que se podría pensar, descubrimos que no faltan los buenos escritores católicos, al menos en potencia, lo que faltan son editoriales que los saquen a la luz. Y Vita Brevis está encantada de poder colaborar: El rostro de los hombres es el primer libro escrito para Vita Brevis por uno de los ganadores del concurso, pero vendrán otros.
Se trata, en fin, de un libro del que estamos orgullosos en Vita Brevis. Que lo disfruten.
36 comentarios
Tengo ganas de leerlo. Promete.
Un saludo a todos.
Ya que sacas el tema de los rostros, te diré que a mi me impresionó de forma negativa, y créeme que te soy absolutamente sincero y que no tenía ningún juicio previo sobre ella, cuando viendo unas imágenes de Teresa de Calcuta, vi como cogía a un niño muy pequeño y lo "sacudía" (no se me ocurre otra palabra para definirlo ) con una mirada que para nada mostraba compasión, ni amor (la cara del niño era pura expresión de miedo ), ni un atisbo de sonrisa, ni nada de lo que uno espera ver en el rostro de quien habla con un niño tan pequeñito, ni tampoco nada que ver con cómo se le coge y trata. En fin, si alguien a visto las imágenes a que me refiero que saque sus propias conclusiones de hasta que punto es cierto que la cara es el espejo del alma.
Saludos.
Después de leer tu comentario me he ido a google, a buscar imágenes y vídeos sobre la madre Teresa y los niños. Después de media hora no he encontrado el que tú citas, y sí muchos donde la sonrisa, el amor y la delicadeza de la madre Teresa están clarísimamente plasmados. Te ruego que pongas el enlace, por favor, si es que lo tienes o encuentras. Para valorarlo adecuadamente.
Un saludo.
José Manuel Genovés.
No he visto ese vídeo que citas y sí, como dice José Manuel, muchos otros en los que se ve todo lo contrario.
En cualquier caso, una impresión dice poco, la verdad, a la luz de un hecho fundamental: la M. Teresa dedicó su vida entera a vivir entre los más pobres de los pobres, cuidando de los niños y adultos a los que nadie quería.
Saludos.
Ojalá haya en este caso una crónica de la presentación del libro como la de "De Profesión, Cura". Yo sé que el padre Jorge tiene influencias en este portal y en Vita Brevis pero aunque sea para cubrir apariencias... ;D
Si Dios quiere y tengo tiempo, anunciaré la presentación (al menos la primera, que supongo que será en La Cabrera) y haré una crónica, para que los lectores del blog hagan un poco de penitencia veraniega, que no les viene mal :)
yo también he visto muchas fotografías y vídeos donde Teresa muestra un rostro mucho más amable y compasivo, por eso me sorprendió más aún esa escena que comenté en mi anterior mensaje.
La verdad es que me pasé por YouTube buscando información sobre el "milagro" ( lo pongo entre comillas ) que parece ser que ocurrió durante la filmación del reportaje que realizó sobre ella la BBC en 1969, donde la poca luz que había en la casa de los moribundos, hizo dudar a los reporteros de que se pudieran grabar imágenes, bueno pues según se cuenta, Teresa dijo con total convicción: "no se preocupen habrá luz".
Cuando se reveló la película las imágenes aparecían con una nitidez que asombró a todo el equipo de rodaje y de ahí nació el mito de "la luz de la Madre Teresa" que hay quien califica de "milagro".
Bueno, he dicho que asombró a todo el equipo, pero la verdad es que hubo alguien que no quedó ni asombrado, ni impresionado, o al menos no por la luz de Teresa, sino por el "milagro" tecnológico de la nueva película que Kodak les había suministrado y que aún no habían podido probar, era el cámara del equipo.
Reconozco que una impresión no suele decir demasiado, pero también recuerdo lo de que una imagen vale más que mil palabras.
No consigo encontrar el vídeo en que vi esa escena (fueron varios seguidos buscando información). Bien, en realidad sí he encontrado uno en el que aparece, pero no creo que os guste: es el de Christopher Hitchens.
Pero si alguno siente curiosidad por la escena en cuestión, puede saltarse el resto del vídeo e ir directamente al minuto 22:45 y verla por sí mismo.
he visto la escena que mencionas. Varias veces. Unas diez o doce, mientras hacía la cena. Al darle a los más pequeños y ahora, justo antes de escribir, con un peque de 22 meses sobre las rodillas...
Yo no veo lo mismo que tú. Veo a una anciana muy anciana acunando, como puede, a un crío desnutrido. Ella le mira a los ojos, y él no aparta su mirada de los de ella. No veo miedo. Está atento. Ella le está hablando... no como tantas veces hablamos a los niños (ji-ji-ji, ja-ja-já), como si fueran muñecos, o perritos, o yo que sé. Veo a una anciana tratando con respeto a un ser humano que, quizás, muera esa misma noche... Veo DOS rostros humanos. Dos pozos insondables, dos misterios de amor...
Quizás no sea tan off-topic, este cruce de comentarios. Espero que el libro refleje en cada rostro que describe el Misterio del Amor de Dios. Y que nos aleje de la tentación de juzgar, con una simple mirada, así, de una pasada, el corazón del ser humano que se esconde tras cada rostro.
Buenas noches. Me voy a bañar niños.
Soy consciente de que hay católicos desastrosos y ateos muy buenos, pero creo que el vídeo de Hitchens no dice nada sobre la Madre Teresa y, en cambio, dice mucho sobre el propio Hitchens.
En cuanto a lo del "milagro" de las fotos, no he oído nunca nada sobre el tema, que me parece más bien irrelevante, la verdad. Curiosamente, yo diría que no hay nadie que mire más escépticamente una historia de milagros que los que sabemos que los milagros existen.
Saludos.
Hace días que hice el pedido del libro. ¿No se me acabarán las vacaciones sin leerlo? ¡Estoy ansiosa!
[...]
Bruno, ya te dije que el vídeo no os gustaría, por eso puse el dato de donde está la escena. Lo del "milagro" del vídeo de la BBC, lo he contado para explicaros porqué me dio por mirar vídeos de Teresa, no hay más.
Tu opinión de Hitchens no me sorprende, como te puedes imaginar.
Como se trata de impresiones subjetivas, no tiene sentido alargar el tema. Yo vi lo que vi, y me causo una sensación no agradable y tú has visto lo que has visto. Ni digo que me percepción sea correcta ni que la tuya esté menos acertada, me he limitado a explicar algo que me sorprendió en ese momento de Teresa por no encajar en la imagen que siempre había visto en los medios de comunicación. Claro que tampoco sabía que en 1980 "Baby Doc" Duvalier le concedió una condecoración (parece que una especie de versión haitiana de la Legión de Honor)que ella aceptó con una invocación al gran amor que había notado que el pueblo haitiano sentía por sus gobernantes (como futuróloga, no le hubiese ido demasiado bien). Con la condecoración iba un generoso donativo, que imagino debe quedar en el apartado de "haz el bien y no mires gracias a quien" o algo similar.
La cosa no iba sobre el vídeo de Hitchens, ni sobre Hitchens.
Pero yo te recomendaría que en lugar de inventar y suponer, antes de criticar el documental lo veas. Es una buena forma de evitar emitir juicios a ciegas y sin criterio.
Por favor, moderaos. Especialmente los que sois católicos. Antes de que alguien lo diga, por supuesto que soy más estricto con los católicos que con los ateos, que no han recibido lo que nosotros hemos recibido:
"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?"
Renzo:
Basta ya del tema de la M. Teresa, que en efecto poco tiene que ver aquí. Un par de comentarios fuera del tema están muy bien, pero no tiene sentido desviar totalmente el post hacia algo completamente distinto.
"Siempre me han admirado los hombres que no sirven a nadie y las cosas que no sirven para nada. Son de lo que no hay y, como no menudean, las amamos. En Anima Mundi, Susana Tamaro relata la historia de uno que no puede comprender la actitud de una monja que, entre las acelgas del huerto que cultivaba, plantara flores y las protegiera, como si en ello le fuera la vida. Un día, desesperado por esa atención a cosas sin ningún valor, le dijo:
—¿Para qué sirven las flores en medio de las acelgas?
Ella se echó a reír, no la había visto nunca reírse así.
—¿Para qué quiere que sirvan? ¡Para nada! me gritó desde la otra parte del jardín.
Y a callar cuando no hay nada de que hablar; es una sugerencia de Wittgenstein y bien está para la ocasión, desde luego. Porque pareciera que, por un extraño mandato de lo alto, todo tenga que servir para algo."
Gracias por borrar mi mensaje y el de DavidQ, lo digo en serio.
Estoy de acuerdo contigo en que el tema de tú artículo no va de Teresa de Calcuta, ni tampoco de Hitchens ni de su documental.
He intentado explicar porqué puse mi primer mensaje y el porqué de sacar el documental ( me pedisteis referencias de la escena que comenté y os las di ).
Quien quiera ver en todo esto intenciones "disruptivas" o lo que se le ocurra, allá él. Yo creo haber sido claro y respetuoso en mis mensajes ( bueno en el que has borrado no tanto, pero me aplico la legítima defensa como eximente ).
Saludos.
¿Y por que hay que tratar a los niños con delicadeza y sonrisas? ¿Es que se lo merecen solamente por ser niños?
Yo respeto pero en absoluto comparto la visión roussoniana de los niños. Son lo mas alejado de esa visión ingenua, inocente y angélica que pinto el ginebrino en pleno siglo XVIII.
Son personas que precisan educación, y educar no siempre es un juego divertido exige dureza, tesón, inflexibilidad que en el corto plazo pueden ser desagradables pero en el largo plazo te crea ciudadanos.
Y por cierto, lee si puedes informes sobre Bullying y maltratos entre iguales en el colegio. Mira como se tratan entre ellos los niños en la vida real y compara este hecho con la visión roussoniana, no tienen nada que ver.
Respecto al fragmento que compates, me ha hecho recordar otro de los Ejercicios de S. Ignacio:
"El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas, quanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas, quanto para ello le impiden. Por lo qual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados"
Todo lo creado ("criado") "sirve" para ayudar al hombre a ALABAR,HACER REVERENCIA y SERVIR a Dios... Y para lograr eso, tanto da ser rosa o acelga...
Que tengas un buen día, y gracias por toda tu labor.
José Manuel Genovés
Acabo de enviar a la editorial un correo solicitando este libro, y algunos más.
¡Espero que lleguen a tiempo!
No sé como decírtelo sin que Bruno me borre el mensaje...tú tienes un problema, pero un problema serio.
De problema nada simplemente no comparto la pedagogia moderna.
Pero no te preocupes no tengo hijos ni he sido tutor de ningun menor, pero eso si tengo que aguantar a crios maleducados, malcriados e insolentes todos los dias "porque ellos lo valen"', como son seres de luz....
Mira, yo tengo dos hijos: el mayor es un encanto; bondadoso, alegre, buen estudiante; tiene ocho años. El pequeño es un traste; pero es cariñoso con sus padres y con los otros niños.
Mi mujer tiene dos sobrinos que no es que sean malos, es que son pura maldad; podría contar anécdotas...por supuesto los dos en el psicólogo. Para comprenderlo hay que conocer a los padres: ignorancia+fútbol+relativismo...
Pero una cosa está clara: la naturaleza humana está herida; mis hijos a veces dicen mentiras; es significativo que el pequeño, que acaba de cumplir tres años, sepa decir mentiras, porque la mentira parece algo muy sutil y elaborado; el caso es que de vez en cuando dice alguna; nadie le enseñó. Pero él, y todos, tienen el estigma de Adán.
En cuanto a si hay que ser duros con el niño, pues si éste corre el peligro de convertirse en un monstruito, sin lugar a dudas; pero si su naturaleza es bondadosa, hay que cuidar que continúe así, sin dejarle de ir haciéndole ver poco a poco que no vivimos precisamente en le valle de Jauja.
Te mando un afectuoso saludo.
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¡Pero si yo amos muchísimo a los ateos habituales de tu blog, precisamente porque no han recibido lo que nosotros hemos recibido! En serio que ya les he cogido cariño a todos.
Lo que pasa es que amarles no significa ser meloso con ellos, habrá que corregir al que yerra, enseñar al que no sabe y dar buen consejo al que lo necesita, además de perdonar al que ofende,sufrir con paciencia sus defectos y rogar a Dios por ellos.
Bueno, en serio (en serio era, que las obras de misericordia me las tomo en serio). Sí, he recibido tu mail y te he contestado.
Muy buena, y muy a propósito, la cita del libro de Alejandro. Gracias.
Estoy de acuerdo contigo, simplemente como le he indicado a Renzo ¿Por que tiene que ser imperativo sonreír y ser dulce con un niño? ¿Por que la Madre Teresa de Calcuta hizo mal en dirigirle una mirada severa al niño? Es que no lo comprendo.
Rechazo esa visión edulcorada de la infancia, por culpa de ella los colegios son una autentica jungla.
Ahí los niños no van a instruirse, ni menos aun formarse se dedican a hacerse la puñeta a todas horas, son crueles entre ellos a mas no poder y resulta que si se les critica eres un bicho raro simplemente porque una serie de psicopedagogos iluminados han decretado en el BOE la bondad inherente a todo chaval.
Pues no es así.
Otro saludo de mi parte.
PD: me "encanta" la racionalidad ilustrada progresista, cuando diverges inmediatamente te espetan que tienes problemas, mostrando una capacidad argumentativa y retórica que ni el mismo Arguelles. Muy tolerante todo.
De eso es de lo que en realidad quería hablar: sí creo que a un niño hay que sonreírle y darle seguridad. Algo que no está reñido con la severidad cuando quiera cruzar la calle o meter los dedos en el enchufe.
No soy rousseauniana -además él abandonó a sus hijos y no debería ser tomado en serio en materias educativas- pero sí creo que el niño no es malo ni bueno, es inocente porque no conoce en principio el bien y el mal aunque tenga tendencias buenas y malas. Puede ser mejor o peor según se le eduque. Por supuesto necesita que le pongan límites, pero necesita que se los pongan con amor. La severidad sin amor no educa, sólo domestica transitoriamente. Pero la indiferencia y el desinterés por la educación del niño al que se deja hacer cualquier cosa por comodidad de los adultos, es aún peor.
Pero no son monstruos, en ellos hay un gran potencial de bien y cuando son monstruitos se lo deben en gran parte al mal ejemplo de sus mayores.
Es fundamental que se sepan queridos incluso cuando se les riñe y se les castiga. La indulgencia es nefasta, pero el autoritarismo sin amor tambíen crea personas poco equilibradas que pueden acabar siendo lo contrario de lo que se pretendía lograr con su educación estricta.
Ahora bien, si te das cuenta, cuando un niño tiene que ir al psicólogo ( y conste que para mí la psicología tiene tanto de ciencia como la bruja Lola ), el señor licenciado en psicología nunca va a decir: ¡este niño es malo! ¡este niño es tonto! ¡lo tienen ustedes consentido y maleducado!¡¡qué va!! Ahora tenemos escusa para todo: el niño tiene un "déficit atencional", es "hiperactivo"...
Y en el colegio la profe pasando de los chicos que quieren aprender y dedicándose a los energúmenos de turno.
Vale.
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