Hoy la Iglesia evangeliza, enseña, cura y es perseguida
Traduzco hoy para el blog el discurso pronunciado por el Arzobispo Silvano Maria Tomasi, como representante permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. El discurso fue pronunciado el lunes pasado en Génova, en el marco del Diálogo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
El discurso es breve, pero incluye unas cifras interesantísimas, sobre el número de cristianos que mueren por su fe cada año (una cifra enorme) y sobre el número de hospitales, centros de enseñanza e instituciones caritativas de la Iglesia en el mundo (otra cifra enorme). Después de presentar todo eso, el Arzobispo se queja de la discriminación de los cristianos en tantos países, incluidos los europeos, y me ha recordado las palabras de Jesús: “¿Por cuál de estas buenas obras queréis matarme?”
Merece la pena leerlo.
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Señor Presidente:
Las graves vulneraciones del derecho a la libertad de religión en general, la reciente y persistente discriminación y los ataques sistemáticos infligidos a algunas comunidades cristianas en particular, afectan profundamente a la Santa Sede y a muchos gobiernos democráticos cuya población ostenta diversas tradiciones religiosas y culturales. Algunas investigaciones fiables han llegado a la sorprendente conclusión de que puede estimarse que más de 100.000 cristianos son asesinados violentamente en relación con su fe cada año. Otros cristianos y otros creyentes sufren emigraciones forzosas, la destrucción de sus lugares de culto, violaciones y el secuestro de sus dirigentes (como sucedió recientemente en el caso de los Obispos Yohanna Ibrahim y Boulos Yaziji, en Alepo, Siria).
Varios de estos actos han sido perpetrados en lugares de Oriente Medio, África y Asia, como fruto del fanatismo, la intolerancia, el terrorismo y algunas leyes excluyentes. Además, en algunos países occidentales en los que la presencia cristiana ha constituido históricamente parte integral de la sociedad, surge una tendencia que tiende a marginar el cristianismo de la vida pública, a ignorar las contribuciones históricas y sociales de las comunidades de tipo religioso e incluso a restringir su capacidad de llevar labores sociales y caritativas.
Sr. Presidente, el Consejo de Derechos Humanos ha reconocido que “la religión, la espiritualidad y las creencias pueden contribuir a la promoción de la inherente dignidad y del valor de las personas”. La religión cristiana, como otras comunidades de tipo religioso, está “al servicio del verdadero bien de la humanidad”. De hecho, “las comunidades cristianas, con su patrimonio de valores y principios, han contribuido mucho a hacer que los individuos y los pueblos sean conscientes de su identidad y su dignidad”.
En este sentido, puede ser útil que la delegación de la Santa Sede recuerde algunos datos pertinentes sobre los servicios prestados actualmente a la familia humana en todo el mundo por la Iglesia Católica, sin distinción de religión o raza. En el campo de la educación, dirige 70.544 jardines de infancia, con 6.478.627 alumnos, 92.847 escuelas primarias con 31.151.170 alumnos y 43.591 escuelas secundarias con 17.793.559 alumnos. La Iglesia también enseña a 2.304.171 alumnos de enseñanza secundaria, y a 3.338.455 estudiantes universitarios. Los centros sanitarios y caritativos en todo el mundo de la Iglesia son: 5.305 hospitales, 18.179 dispensarios, 547 leproserías, 17.223 hogares para ancianos o enfermos crónicos o personas con discapacidad, 9.882 orfanatos, 11.379 guarderías, 15.327 centros de asesoramiento matrimonial, 34.331 centros de rehabilitación social y otras 9.391 instituciones de otros tipos de beneficencia. A estos datos sobre la actividad de acción social, hay que añadir los servicios de asistencia en los campos de refugiados y en favor de personas desplazadas en el interior de sus propios países, así como el acompañamiento de estas personas desarraigadas. Estos servicios ciertamente no deberían dar lugar a la discriminación contra los cristianos.
Permítame también, Sr. Presidente, felicitar a las delegaciones, como la de Italia, que tomaron la palabra para expresar su defensa de la libertad religiosa en general y de los cristianos en particular, ya que los mismos han sido víctimas de vulneraciones de derechos humanos, y dar la bienvenida a la postura del Primer Ministro de Bangladesh relativa a la introducción de la ley anti-blasfemia en su país. En conclusión, conviene citar las palabras del Papa Francisco respecto a la celebración del 17º Centenario del Edicto de Milán, que abrió el camino a la libertad religiosa, deseando que “… las autoridades civiles respeten en todas partes el derecho a expresar públicamente la propia fe y acepten sin perjuicios la contribución que el cristianismo sigue ofreciendo a la cultura y la sociedad de nuestro tiempo “.
23 comentarios
Pues de eso se trata, que aquello que la Iglesia ha hecho siempre, lo sigue haciendo hoy. Y que en nuestro mundo tan moderno y civilizado, con Internet, la ONU y hamburguesas de McDonald's, sigue siendo perseguida.
Se la persigue por llevar la Verdad a la gente. Por llevar a las tinieblas la Luz que aquellas no quieren recibir.
Lo demás son excusas y justificaciones para atacarla.
Creo que la clave está en que no habla de mártires, al menos no en el sentido estricto del término utilizado para las canonizaciones.
Primero, como es una intervención en las Naciones Unidas, habla de cristianos no de católicos, de manera que se incluyen ortodoxos y protestantes.
En segundo lugar, habla de muertes violentas "en relación con su fe", de manera que no se trata de misioneros asesinados, sino que se incluirán probablemente los miles de muertos en Sudán, Nigeria, etc. a manos de musulmanes por ser cristianos (pero mezclado con mil razones y pretextos, desde el robo a la opresión política), los que mueren en la India como víctimas de violencia religioso-nacionalista, los que mueran en los campos de concentración chinos por no ser de la iglesia patriótica o por ser considerados subversivos, etc.
Es una cifra altísima y el arzobispo la cita con cautela ("algunas investigaciones fiables"), pero no creo que sea desproporcionada, porque de otro modo no lo habría dicho ante la ONU.
Así que espero que no recurran uds. a meterlo todo en el mismo saco.
"Persecución" es una palabra muy seria. Incluye un intento claro de matar o castigar gente por su religión, y se lleva a cabo desde gobiernos o desde grupos armados que pueden hacer frente a los gobiernos de un país.
Varios escalones por debajo hay otra serie de situaciones.
Ciertamente existe un genocidio de cristianos comparable al de cualquier otro genocidio por causas raciales, religiosas, políticas o de otra índole.
Si me lo permites, quisiera resaltar un aspecto que considero fundamental: LA IGLESIA ES PERSEGUIDA.
Es algo que muchos no tienen claro, pero es así, efectivamente. Sin embargo hay católicos que ven (o quieren ver) "primaveras" en todas las esquinas, pero va a ser que no porque la Iglesia es, hoy en día, fieramente perseguida.
Al igual que Gringo, hay muchos católicos de todos los niveles que creen que la persecución sólo puede hacerse como hace 20 siglos, matando, encarcelando y vejando. Atrasan un poquito, ¿no?. Porque así como hoy nos iluminamos con leds y no con sebo ni con antorchas, así como hoy viajamos en jet y no a caballo, así como hoy tecleamos en pantalla táctil en vez de entintar pergaminos, así la persecución se ha sofisticado y se ha perfeccionado.
De forma tal que quien afirma que porque no hay torturas, encarcelamientos y ejecuciones (que también los hay) no hay persecución, muestra una inteligencia muy mejorable. Y un gran desconocimiento de la realidad.
La persecución a la Iglesia se hace básicamente por dos vías: la infiltración y la saturación. Se infiltra a la Iglesia con herejes que siembran confusión, y se satura a las masas con mensajes anticristianos o seudocristianos. Ésa es la impronta de la persecución moderna, científica, programada y metódica, que ha conseguido (hasta ahora y hasta tanto Dios no disponga otra cosa) neutralizar exitosamente los ingentes esfuerzos de evangelización que hace la Iglesia.
-Y todo esto hasta derramar la última gota de la sangre de sus creyentes.
-Mas que quejarse por los desafueros que la Iglesia pueda recibir conviene investigar si estos no estaban ya profetizados para estos tiempos.
Mira, persecución es cuando te matan o encarcelan, por muchas vueltas que le des.
La única diferencia entre las persecuciones de hace veinte siglos y las de ahora es que antes te mataban a pedradas o crucificado y ahora con un kalashnikov. Lo que cambia es la tecnología.
Lo de "infiltración" y esas cosas no es persecución.
A ver si distinguimos entre molestar, acosar, hostigar, y perseguir. Porque hay niveles, y creo que a los cristianos que de verdad se ven perseguidos ya les gustaría vivir como se hace en España, donde salvo los tontos que van de anarquistas y pusieron una bomba cutre en la Almudena, no hay ninguna persecución.
Otra cosa son los gamberros que puedan hacer una pintada o romper una vidriera. Gamberros que puede que de niños hicieran la comunión y dieran clases de religión.
Digo que persecución es algo muy serio porque sé la cantidad de gente que se cree que España es Somalia o algo así.
Hay muchos cristianos que sufren persecución en el mundo, y merecen mi respeto, como cualquier otro colectivo que por cualquier motivo sufra persecución en algún lugar.
Acabo de leer la noticia de que en Nigeria no solo han prohibido con cárcel el matrimonio gay, sino que castigarán con penas de hasta diez años a los que muestren un comportamiento homosexual en público.
Vamos, que como te pillen besando a tu novio te encarcelan una década. Y hay comentaristas "cristianos" que están aplaudiendo hasta con las orejas. Eso es persecución.
Y en Irán o Arabia Saudita ya ni te cuento, suerte que te caigan diez años de cárcel, que hasta te pueden ejecutar.
Es curioso que en los países islámicos es donde más persiguen a los cristianos y a los homosexuales, y en los países occidentales los homófobos suelen ser también islamófobos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
Decir que la persecución la sufrimos todos los cristianos en diferentes lugares del mundo y en grados de sufrimientos totalmente distintos, pero persecución alfin.
Siendo pues ambas persecuciones inadmisibles, repugnantes e intolerables, la peor persecución contra el cristianismo es la que se realiza en Occidente, sin el más mínimo género de dudas.
Esta "pequeña" diferencia nos da una idea por analogía de cómo han cambiado las cosas en 2.000 años. Idea de la que algunos carecen, según veo en los comentarios, puesto que sólo conciben una persecución a la Iglesia con tormentos, cárcel o ejecuciones. Sería deseable para la Iglesia que sus perseguidores fuesen tan torpes y en ese caso, no harían mayor daño. Pero no, los perseguidores de hoy en día tienen un nivel de eficiencia y sofisticación soberanamente mayor.
La Persecución que se hace a la Iglesia es "sin tiempo". Día a día, todos los días. Comenzó a organizarse metódicamente en 1.713 en Inglaterra, con la fundación de los "Hermanos Albañiles" (maçones), que supuestamente iban a reconstruir el Templo de Jerusalén. Desde entonces la persecución metódica no ha parado sino al contrario, se ha potenciado por la presencia de masones en los gobiernos, en las multinacionesles y en los organismos internacionales. El más espectacular auge de la Masonería se verificó luego de la IIGM, en la cual la organización secreta ganó la guerra que libró contra las potencias antimasónicas.
Y todavía hay algunos que están esperando la "primavera"...
¡Ay!
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Mira, tío, será cierta o exagerada la cifra. Pero si los ciento y pico mil seres humanos sin voz ni defensa, que se matan legalmente en España año a año están desglosados y clasificados según diversos parámetros es porque se trata de un crimen legal y se pueden -se deben- publicar. Debe saberse el resultado de nuestras civilizadas leyes que garantizan quitarse de enmedio al que estorba con higiénicas garantías.
Matar cristianos en linchamientos, actos terroristas o vendettas cutres no es legal ni en los más salvajes países, así que no van a hacer estadísticas tan frías y calculadas como las del aborto. En un caso es legal, porque las víctimas no tienen voz ni fuerza para defenderse; y en el otro caso podrían saltar voces y exigencias de parar la masacre, e incluso organizarse en serio las víctimas.
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Juvenal, a ver que no es tan difícil: los atentados que salen en la prensa son los atentados que salen en la prensa, como le gustaba decir a don Pero Grullo.
Pero los atentados que no salen en la prensa son atentados también. Y mortíferos. Y Mons. Tomasi los tiene en cuenta porque tiene fuentes que no tienes tú, que te basas sólo por lo que aparece en los medios. Y crees que por seguir a los medios conoces toda la realidad.
Si me lees más arriba verás que yo he escrito que los medios están implicados en la persecución anticristiana. Y es por eso que olvidan mencionar una gran parte de los atentados y de las discriminaciones que sufren los cristianos en todo el mundo.
Si bien en las modernas sociedades civilizadas la persecución a la Iglesia es refinada en grado sumo, en las situaciones de guerra o en los países que no han superado la Edad Media las persecucuiones suelen ser más crueles que las de los romanos.
Si hubiera alguien, además de la Iglesia, que 'persiguiera' los totales, muy difícilmente los conseguiría. Por eso dice SER Tomasi muy cautelosamente su cifra, pero es muy segura.
Evidente PERSECUCION.
No nos hagamos 'tarugos'.
Por si te interesa mi opinión, te diré que la Iglesia conoce perfectamente muchísimas cosas inaccesibles al gran público. Y no es su estilo ir diciendo por ahí todo lo que sabe. Menos que menos, información sensible que pueda comprometer a sus informantes.
Todo lo cual me parece de un robusto sentido común.
Leyendo el manifiesto, solo puedo pensar en PRSECUCIÖN.
Pero ya quedó decretado por algún simplón, que no hay persecución de cristianos, en el mundo.
LA moderna persecución, fuerza es reconocerlo, sí ha logrado robar la fe de multitudes, y sin violencia física. Por eso es más temible. Se ha valido de técnicas tan sutiles y sofisticadas como la de imponer una nueva forma de pensar (la filosofía kantiana y todas sus derivadas) que parte de la premisa diabólica de que el hombre no es capaz de conocer a Dios ni a nada que trascienda lo físico, lo material. Y si no podemos conocer a Dios, no podemos amarlo y por ende, tampoco salvarnos. Si no podemos conocer que existe un Cielo, un Purgatorio y un Infierno, vana es nuestra esperanza. Si nada de lo trascendente nos es dado conocer, toda la Biblia no es más que una colección de habladurías imaginativas, pintorescas y arcaicas.
Ésta es la PERSECUCIÓN meticulosamente organizada que mata a las almas y a la cual debemos temer más que a la persecución física.
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