El Ángel de los Encuentros Dichosos
Estoy leyendo estos días un libro sobre Flannery O’Connor, una escritora muy famosa en los Estados Unidos pero menos conocida en España, que murió en los años sesenta. Sus novelas son muy curiosas, porque ella misma era un caso curioso: una católica que vivía en el sur profundo de los Estados Unidos, donde ser católico era casi tan malo como ser negro (y, a veces, peor). Quizá otro día cuente alguna cosa más de la novelista, pero hoy he preferido traducir una oración en el blog. Es una oración al arcángel San Rafael que Flannery O’Connor rezaba todos los días.
San Rafael, como dice la oración, es el ángel de los encuentros dichosos, porque fue él quien guió a Tobías para desposarse con Sara y, después, para curar la ceguera de su padre, Tobit. Todo eso se cuenta en el Libro de Tobías, que es muy cortito y entretenido y cuya lectura aprovecho para recomendar a los lectores, sobre todo a los casados y a los novios.
El lenguaje de la oración, como sucede con todas las del siglo XIX y comienzos del XX, es recargado, pero tiene un par de cosas que me han resultado preciosas. En primer lugar, la idea de los encuentros dichosos, que también podríamos llamar encuentros providenciales o, simplemente, gracias de Dios. Estoy convencido de que, un día, Dios nos explicará cómo fue poniendo en nuestras vidas a las personas que tenemos a nuestro alrededor, con un propósito concreto y para nuestra salvación, tejiendo una especie de tapiz maravilloso de encuentros providenciales. La oración pide al Arcángel que nos guíe hacia esos encuentros.
También me han gustado las referencias al cielo, donde brilla la gloria resplandeciente de Dios, más allá de los truenos de este mundo. Los cristianos somos ciudadanos del cielo y, mientras vivimos en la Tierra, tenemos los ojos puestos en la Jerusalén celeste. Flannery O’Connor, que vivió enferma y medio paralítica casi toda su vida por un lupus que terminó por acabar con ella, encontraba sin duda una felicidad sobrenatural en pensar en el cielo, donde podría disfrutar con San Rafael del domingo sin ocaso y la plenitud de la vida.
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San Rafael, llévanos hacia aquellos que nos esperan y a los que esperamos. Tú que eres el Ángel de los Encuentros Dichosos, llévanos de la mano hacia aquellos que buscamos. Que todo lo que hagamos y lo que ellos hagan esté guiado por tu luz y transfigurado por la alegría que llevas contigo.
Tú que guiaste a Tobías, pon la petición que hacemos a los pies de Aquel cuyo Rostro tienes el privilegio de contemplar. Estamos solos y cansados, aplastados por las separaciones y las penas de este mundo y necesitamos acudir a ti y pedir la protección de tus alas, para que no seamos como extraños en el País de la Dicha, ignorantes de lo que sucede en nuestra tierra.
Acuérdate de los que somos débiles, tú que eres fuerte y tienes tu morada más allá de los truenos de este mundo, en una tierra en la que siempre reinan la paz, la serenidad y el fulgor de la gloria resplandeciente de Dios
Amen.
28 comentarios
Lo digo por si alguien está en un caso similar. :)
Jajaja ¡Que pillo es! Cómo ya anda casado con buena esposa y buena familia... jaja
La verdad es que es difícil encontrar una buena muchacha católica en estos tiempos. Así que a ver si Rafael me echa una manilla que todavía soy joven como Tobías jaja
Lo que me ha fascinado es lo que has dicho... Es cierto lo Providencial que son las personas de mi alrededor. Una casi-desconocida me llevó a la Fe y decidir ir a confesarme con un violín a cuestas hizo que mi actual párroco me plantease el ser músico durante las misas y por consiguiente "me enganchase" a misa. ¡Sí! Cuando estemos con Dios él nos irá contando como fue nuestra Vida hacia la Gracia.
Otra cosa del Antiguo Testamento... Es como los ángeles adquieren apariencia humana para cumplir la misión que Dios le da. A veces me pregunto si no habrá más de uno por ahí probando nuestra Caridad.
Si puedes, tráenos algo de San Miguel. En Venezuela necesitamos la ayuda del Cielo en pleno.
-¿Seguro que Dios nos rodeará de esas personas para nuestra salvación,..? ¿Y porqué no el diablo nos procurará de otras para nuestra condenación?
-A Adán Dios le procuró la mujer Eva. Y le engaño; Y mira dónde estamos. Abraham tuvo que avandonar a la insoportables esclava en el desierto. A Elías no le dejó en paz "la Jezabel"; A Juan el bautista una saltimbanqui consiguió que le cortasen la cabeza. Y al bueno de Job,..
-Ya sé que se dice que: Detrás de un gran hombre -triunfador de este mundo- siempre se esconde una gran mujer. Pero yo no estoy seguro que detrás de un gran hombre de Dios se esconda siempre una gran mujer.
-"Los caminos del Señor son inexcrutables". Hasta que se conocen.
¿Y mientras,..?
Es una enseñanza importante hoy que tanto "hombre" no quiere asumir sus responsabilidades de patriarca.
Quiera Dios que el "encuentro concreto" al que hago referencia realmente sea para mi salvación y no todo lo contrario, porque talvez San Rafael no sea el único ángel buscando encuentros aquí en la Tierra.
-Si no es que tienes experiencia; creo que sí. Tienes razón. ¿Más cómo guiar a la mujer cuando ella se alía con la serpiente?
Anímate y escribe la historia de tu conversión. Luego me la envías en un correo electrónico y la publicamos en el blog, como las de otros lectores:
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/testigo_de_lo_bueno_que_es_el_senor_una_
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/cristo_me_esperaba_en_la_soledad
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/otra_caida_del_caballo
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/hace_32_anos_encontre_un_tesoro
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/vida_oculta_de_una_catolica_en_ee_uu
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/no_me_cai_del_caballo_pero_encontre_la_v
http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/un_sello_para_volver_a_casa
Aprovecho para animar a cualquier otro lector a que lo haga también. Sé que esas cosas cuestan, pero es para la gloria de Dios y para ayudar a quienes lo lean.
Saludos.
Sin duda, el post puede ser usado por Dios como parte de ese tapiz maravilloso que Dios teje para ti, sin que yo me dé cuenta y a pesar de las carencias de lo que he escrito.
Es muy interesante lo que dices sobre que "tal vez San Rafael no sea el único ángel buscando encuentros aquí en la Tierra". Es cierto que el demonio existe y trabaja para nuestra perdición. Sin embargo, los cristianos no debemos olvidar nunca que Dios y el demonio no son "simétricos". El demonio es una criatura, como nosotros, y no una especie de "dios malo". Por lo tanto, aunque el demonio nos ponga delante tentaciones, Dios, con su fuerza creadora, puede hacer algo que el demonio no puede impedir: sacar bien de esas tentaciones. Si permanecemos unidos a Dios, incluso las personas que el demonio nos ponga delante como piedras de tropiezo se convertirán en encuentros providenciales, en verdaderas gracias que podrán aumentar nuestra caridad y ayudarnos a ir hacia el cielo. Así lo hizo Dios con la misma Cruz.
Saludos.
DIces: "¿Y porqué no el diablo nos procurará de otras para nuestra condenación?"
Te digo lo mismo que a Gaby. Dios puede sacar bien de donde no lo hay y convertir las tentaciones y los "malos encuentros" en gracias y encuentros dichosos para nosotros.
Saludos.
Para qué quieres una mujer mundana?. Hay que pedir a Dios una Rebeca. Ponla a prueba, no te fies de las palabras, sino de los hechos. Una mujer de Dios es una bendición y Dios las guarda, como buen Padre, para sus hijos.
Ahora, no le exijas la perfección que tu tampoco tienes. El mérito está en amarla como Cristo a su Iglesia, llenita de imperfecciones.
Como me he roto la pata, aunque no la tengo a la cama atada sino escayolada, no me importa estar pegado al teclado. Y por ende indagar el porqué y para qué me he roto yo la pata. Qué lección saco yo de esto. Pues en la casualidad o lo fortuito sin causa yo no creo.
- No obstabte siguiendo el tema: Mi problema quizá para otros, no para mi, es que yo sé que soy un hombre práctico. Y como sé que Dios me conoce a mi más que yo a mi mismo. Suelo decir: -Que en mi, Señor, se haga tu voluntad- Y con esto me ahorro el pedir a Dios un día lo que otro me falta.
-Es lo que me dijo un día, que de la voz tardé mucho en saber de dónde venía:-¿Porqué pides tú más de lo que puedes dar?
Así que de mujer mundana o Rebeca; Como tu bien propones, aunque no dices, cómo: ponerla a prueba, y no fiarse mucho.
Esta vez no puedes negar que escribiste para mí. Gracias. Lo necesitaba. Que el Señor me ayude a sacarle provecho.
Por cierto, ya sé que eres profesional de ésto y que se supone que lo haces muy bien, pero enhorabuena por la traducción, porque, en algunos aspectos, mejora el original (que, en una versión que he encontrado en Google, copio a continuación por si alguien quiere comparar). Un saludo muy cordial.
O Raphael, lead us toward those we are waiting for, those who are waiting for us: Raphael, Angel of happy meeting, lead us by the hand toward those we are looking for. May all our movements be guided by your Light and transfigured with your joy.
Angel, guide of Tobias, lay the request we now address to you at the feet of Him on whole unveiled Face you are privileged to gaze. Lonely and tired, crush by the separations and sorrows of life, we feel the need of calling you and of pleading for the protection of your wings, so that we may not be as strangers in the province of joy, all ignorant of the concerns of our country. Remember the weak, you who are strong, you whose home lies beyond the region of thunder, in a land that is always peaceful, always serene and bright with the resplendent glory of God.
Preciosa oración. Muchas gracias, Bruno, por difundirla. Sin este maravilloso "Ángel de los Encuentros Dichosos" no sé qué sería de nuestras vidas. Seguro que también debe existir el de los encuentros desgraciados, pues, en efecto, éstos nos guían casi tanto como el arcángel San Rafael a no perder el camino que nos lleva a la verdadera vida.
Una vez más, muchas gracias, Bruno, de corazón.
Pídele a Dios, con intercesiòn de María, de San Antonio, de San Rafael.
Una buena esposa es el bien más preciado en esta vida y una mala mujer la mayor desgracia que te pueda ocurrir y que te dejará el alma triste de por vida.
En la Sagrada Escritura vienen montones de claves.
Lea el precioso libro de Tobías y verá cómo guió el ángel a Tobías, a pesar de todos los obstáculos, hasta el matrimonio con Sara.
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