¿En qué otro lugar se ve algo así?
¿En qué otro lugar podríamos ver en todo momento durante tres días a cientos de sacerdotes confesando en multitud de idiomas? O a personas haciendo cola para entrar a rezar y adorar al Santísimo expuesto en una capilla en medio del parque de El Retiro. O a miembros de cientos de órdenes, congregaciones e institutos religiosos de todo el mundo, con sus hábitos religiosos respectivos, como un signo llamativo y eficaz para el mundo. O a personas alabando a Dios en cien idiomas diferentes, manifestando la universalidad de la Iglesia y la necesidad que tienen todos los hombres de poner a Dios en el centro de sus vidas. O a cientos de miles de jóvenes reunidos que, en lugar de dedicarse a beber y a mirarse el ombligo, rezan y escuchan con alegría desbordante lo que les enseña la Iglesia.
¿En qué otra ocasión se podría asistir a catequesis pronunciadas por Sucesores de los Apóstoles en veinte lenguas distintas durante tres mañanas enteras en cien iglesias de Madrid, seguidas por la Santa Misa? O al espectáculo de autoridades agnósticas tragándose los discursos y recomendaciones del Papa. O ver a jóvenes saliendo evangelizar por las calles de ciudades de toda Europa. O a miles y miles de jóvenes que escuchan una llamada de Dios a ser sacerdotes, religiosos o monjas o también a formar un matrimonio cristiano. O a un mundo que asiste asombrado (y en algunos casos, rechinando los dientes) a la vitalidad de una Iglesia que creían ya moribunda.
Como he dicho tantas veces estos días, es totalmente legítimo criticar aspectos concretos de las Jornadas y a uno le pueden apetecer o agradar más o menos personalmente, pero cualquier católico que no vea los magníficos frutos que tienen está amargado o ciego por alguna ideología que tiene poco de cristiana. Dios ha querido hacer de estos encuentros una ocasión de gracia para muchísima gente. Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis vuestro corazón.
11 comentarios
Pues los hay a la "derecha" y a la "izquierda" eclesiales. La JMJ sirve para demostrar, una vez más, que los extremos se tocan. No son tan diferentes como piensan.
Otra de las joyas de la intervención de los medios es evitar vistas panorámicas para calibrar la cantidad de gente. Se intenta omitir esa visión.
Pero no debe preocuparnos, porque lo que se pretende en estas jornadas es precisamente fortalecer en la fe a la juventud. Quitarle complejos de encima. Y llamarlos a testimoniar en el mundo a Cristo como Señor de la Humanidad.
Saludos.
Un sacerdote que salía de confesar le comentaba al periodista que le entrevistaba que lo más llamativo era que estaba sirviendo para muchísima gente que hacía muchos años que no confesaba (paseantes, curiosos, etc.)
Cuando nos íbamos, había cola de sacerdotes para ponerse en los confesionarios, y una cola tremenda para entrar a adorar al Santísimo. Bendito sea Dios.
-Desde aquello que fuera: -¡Hosanna Hijo de David!
Y cinco días más tarde fue: -¡Crucifícale, crucifícale!
No quiero dejarme llevar por la histeria colectiva; ni la de los primeros ni la de los otros.
-Me dá que la Iglesia de Cristo, no está llamada a triunfar entre ruidosos cultos a la personalidad, sino en el silencioso compromiso de cada cual, que solo Dios conoce.
-Ellos que son poderosos en la industria y en el comercio. Los que venden y compran y dan de comer a quien ellos quieren; y lo que ellos no gustan. Los que comerciarían con la venida del Cristo si pudieran. Y no consienten que alguien, a sí de importante como el Vicario de Cristo, en diáfana claridad, pudiera decir:
-Dios mi Dios; EL ÚNICO DIOS VIVO que existe repudia; Y dice:
-A los "cobardes" que por causa de ley de mundo tienen miedo y se amedrantan contra las leyes de Dios; A los "infieles" que buscan a su dios en el lodo y el barro de sus conquistaS terrenales; A los "abominables" que en la insolente ingerencia de sus artificosas experiencias genéticas (GENOMA) atentan contra el Dios de la Vida, el Espíritu Santo;A los "homicidas" que tergiversando la Ley y la Moral matan el alma del inocente; A los "fornicadores" que pretenden, enseñan y dicen que la sexualidad, en todo momento y lugar, es ley natural que de Dios procede; A los "hechiceros" que gustan de engañar tergiversando el principio origen de la verdadera vida y viceversa; A los "idólatras", los que por extraña ley no pueden conocer otro Dios que aquellos, de sus muchos dioses, a los que ellos, por herencia genética se ven obligados a adorar; Y a todos los "embusteros" que aquí están porque tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre que es la segunda muerte. (Ap.2-18) A todos estos lo que aquí estén: Dios, mi Dios, el único Dios vivo repudía.
-Si yo hubiera estado allí y viera que por culpa de un temporal me hubiera quedado sin comulgar; Ciertamente me habría enfadado. Y por lo menos me habría dicho a mi mismo: ¿Qué pasa: Tan poca fe tengo yo que soy incapaz de hacer o pedir que se haga para que esto no ocurra?
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