Jesús, en todos los libros de la Escritura
Traduzco otra oración o letanía que me ha gustado mucho. Va recordando a Cristo, presente en todos los libros de la Escritura, uno por uno. Reconocer la presencia de Cristo en todo el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento es algo que siempre ha hecho la Iglesia, desde la época de los Padres. Por desgracia, ahora está poco de moda, por la manía de usar la crítica histórica como máximo criterio de interpretación, en lugar de la Tradición de la Iglesia.
Hay varias versiones en inglés (algunas protestantes, ojo). He traducido la que más me gustó, preparada para una liturgia de adoración a Cristo Eucaristía. Por eso, cada cuatro o cinco libros, se hace la misma llamada: Venid y arrodillaos ante él. Jesucristo está en la Sagrada Escritura y en la Eucaristía de formas distintas, pero es siempre el mismo Cristo.
Si Dios nos lo concede, encontraremos a Jesucristo anunciado en todo lo que dice el Antiguo Testamento y proclamado en todo lo que dice el Nuevo. El propio Cristo resucitado lo explicó: “Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito sobre mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos. Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras” Lc 24,44-45. Pidamos a Dios con estas letanías que nos abra la inteligencia, para que encontremos a su Hijo en cada línea de la Escritura.
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En Génesis, es Dios creador
En el Éxodo, es el Redentor
En el Levítico, es tu santificación
En los Números, es tu guía
Venid y arrodillaos ante él
En el Deuteronomio, es tu maestro
En Josué, es el gran conquistador
En los Jueces, otorga la victoria frente al enemigo
En Rut, es tu familia, quien te ama, tu Redentor
Venid y arrodillaos ante él
En el Primer Libro de Samuel, es la raíz de Jesé
En el Segundo Libro de Samuel, es el Hijo de David
En el Primer y el Segundo Libro de los Reyes, es Rey de reyes y Señor de los señores
En el Primer y el Segundo Libro de las Crónicas, es tu intercesor y el Sumo Sacerdote
Venid y arrodillaos ante él
En Esdras, es tu templo, tu casa de oración
En Nehemías, es la fuerte muralla, que te protege de tus enemigos
En Tobías, es el Gran Señor del Reino que dura para siempre
En Judit, es el que nos libra de nuestros enemigos.
Venid y arrodillaos ante él
En Ester, está en la brecha, para librarte de tus enemigos
En Job, es el árbitro que no sólo entiende tus dificultades, sino que tiene el poder para ayudarte en ellas
En los Salmos, es tu canción y tu razón para cantar
En los Proverbios y en la Sabiduría, es tu sabiduría y te ayuda a encontrar el sentido de la vida y a vivirla en plenitud
Venid y arrodillaos ante él
En el Eclesiastés, es tu propósito y te libra de tu vanidad
En el Cantar de los Cantares, es tu Amado, tu rosal de Sharón
En el Eclesiástico, es el Gran Maestro que te enseña a vivir con los demás
En Isaías, es el Consejero maravilloso, el Príncipe de la Paz, el Padre Eterno y el Siervo doliente.
Venid y arrodillaos ante él
En Jeremías, es el bálsamo de Galaad, que alivia tu alma enferma por el pecado
En las Lamentaciones, es el siempre fiel, en quien puedes confiar
En Baruc, es el Dios de misericordia
En Ezequiel, es tu rueda dentro de otra rueda, el que da vida a los huesos secos
Venid y arrodillaos ante él
En Daniel, es el Anciano de días, el Dios eterno que vive para siempre
En Oseas, es tu amado fiel, pidiéndote siempre que vuelvas cuando le has abandonado
En Joel, es tu refugio, donde estás seguro en tiempos difíciles
En Amós, es el Esposo, que sabes que estará siempre contigo
Venid y arrodillaos ante él
En Abdías, es el Señor del Reino
En Jonás, es tu salvación y te da la conversión
En Miqueas, es el juez de la nación
En Nahum, es el Dios celoso
En Habacuc, es el Santo
Venid y arrodillaos ante él
En Sofonías, es el Testigo
En Ageo, vence a los enemigos
En Zacarías, es el Señor de los Ejércitos
En el Primer Libro de los Macabeos, es el Señor de la Historia
En el Segundo Libro de los Macabeos, es el guardián del Arca de la Alianza
Venid y arrodillaos ante él
En Mateo, es el Rey de los Judíos
En Marcos, es el Siervo
En Lucas, es el Hijo del Hombre, que siente lo que tú sientes
En Juan, es el Hijo de Dios
Venid y arrodillaos ante él
En los Hechos, es el Salvador del mundo
En Romanos, es la justicia de Dios
En 1 Corintios, es la roca que seguía a Israel por el desierto
En 2 Corintios, es el triunfador, que otorga la victoria
Venid y arrodillaos ante él
En Gálatas, es tu libertad y tu libertador
En Efesios, es la Cabeza de la Iglesia
En Filipenses, es tu alegría
En Colosenses, es tu plenitud
Venid y arrodillaos ante él
En 1 Tesalonicenses, es tu esperanza
En 2 Tesalonicenses, es tu gloria
En 1 Timoteo, es tu fe
En 2 Timoteo, es tu fundamento
En Tito, es tu pastor
Venid y arrodillaos ante él
En Filemón, es tu benefactor
En Hebreos, es tu perfección
En Santiago, es el poder que impulsa tu fe
En 1 Pedro, es tu ejemplo
Venid y arrodillaos ante él
En 2 Pedro, es tu pureza
En 1 Juan, es tu vida
En 2 Juan, es tu modelo
En 3 Juan, es tu motivación
En Judas, es el cimiento de tu fe
En el Apocalipsis, es el Rey que viene
Sanctus, Sanctus, Sanctus
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini.
Hosanna in excelsis. AMÉN
22 comentarios
Isaias 64 2
Ni oído alguno oyó, ni ojo alguno vio jamás , fuera de ti , un Dios que hiciera tanto con quien confía en él.
Buena idea. Lo cambio. En algunas de las versiones en inglés viene así.
http://www.ukapologetics.net/docu.htm
¿Tú cómo lo ves? ¿Crees que es digno de credibilidad? Lo digo porque son protestantes.
A mí particularmente me ha gustado mucho. Me he leído los documentos a los que enlaza el artículo y me parece que están en lo cierto.
"Sanctus, Sanctus, Sanctus
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini.
Hosanna in excelsis. AMÉN"
Pero ese amén triple, de aquellos con los a veces se canta al final de la plegaria eucarística... yaya que me emociono mucho.
Que precioso, gracias por traducir.
En ninguna parte se menciona el Verbo encarnado.
Que es casi lo mismo que haberse olvidado de mencionar a Jesús.
No creo que pueda acusarse a esta oración de falta de fondo.
En primer lugar, porque hace lo que hicieron siempre los Padres de la Iglesia: encontrar a Cristo en todos los libros de la Escritura.
En segundo lugar, porque no es cierto que no se mencione el Verbo encarnado. No se menciona en particular esa expresión, pero sí otras afirmaciones equivalentes. Por ejemplo, Hijo de Dios e Hijo del Hombre, Dios y Redentor, Señor y Siervo, etc.
En tercer lugar, porque la forma es muy pobre. No es una oración poética ni muy elaborada, sino poco más que una lista. Eso sí, lo importante es el fondo.
Saludos.
Siento decirle que si cree que no se puede reconocer a Jesús en el Antiguo Testamento, es que no es cristiano. Quizá le convenga más bien la humildad de darse cuenta de que no entiende lo que lee, y formarse leyendo a los Padres de la Iglesia, por ejemplo.
Saludos.
El problema es que pretendéis valorar el Antiguo Testamento con los criterios del siglo XXI, lo cual es imposible.
Por eso es por lo que conviene acudir a los Padres de la Iglesia, o al propio Magisterio, para entender el cómo y el por qué de algunas "barbaridades" que suceden en el Antiguo Testamento.
Es evidente para cualquiera con dos dedos de frente que los Israelitas, o los Arameos, o lo Egipcios, o los Babilonios de varios siglos a.d.C. tenían ciertas costumbres y formas de hacer las cosas que no son comprensibles con la mentalidad políticamente correcta del hombre del siglo XXI.
Me ha gustado mucho esta oración. Sólo quisiera hacer un par de precisiones:
1.- Jesucristo, no "está" en la Palabra de Dios; Jesucristo "ES" la Palabra de Dios, Palabra última y definitiva.
2.- La Palabra de Dios no es "sólo" la Sagrada Escritura, sino la Sagrada Escritura "Y" la Tradición de la Iglesia, que forman un único depósito sagrado de la Palabra de Dios.
Por eso creo que sería más correcto decir: "Jesucristo está en la Sagrada Escritura y en la Eucaristía..."
Es sólo una precisión en la forma de expresión, pero es que vivo entre sectas protestantes, y hay que matizarlo todo.
Y, gracias por la magnífica oración.
Gracias a Dios, aquí en España aún no tenemos ese problema. De todas formas, lo cambiaré para los lectores hispanoamericanos.
Gracias y un saludo.
Me alegro mucho de que te haya servido.
Y muchas gracias por las bendiciones.
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